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MATERIA: PASTORAL DE LA SALUD

PROGRAMA:

Unidad 1: Contexto actual

Unidad 2: Mapa Bíblico. Modelo del Buen Pastor. Modelo del Buen Samaritano

Unidad 3: Qué es la Pastoral de la Salud y cuales son sus objetivos? Etapas para promover.

Unidad 4: La presencia de la enfermedad y las actitudes que se asumen

Unidad 5: El arte de comunicarse con los enfermos

Unidad 6: La sanación Global de la persona

Unidad 1: Contexto actual

Los desafíos del mundo de la salud a la Pastoral de la Salud.


El mundo de la salud y del dolor presenta siempre numerosos desafíos a la Iglesia y es misión de ella no
desoír los cuestionamientos que ha diario puede recibir. Cuando se le pregunta o se le cuestiona es indudable
que se espera una respuesta.

La Iglesia no es ajena al dolor y al sufrimiento del hombre que vive la enfermedad o situaciones angustiosas.
Ella no solo ofrece su reflexión sino que en muchos lugares del mundo se hace presente tomando sobre sí la
responsabilidad de asistir eficazmente a quien sufre. Ya el Concilio Vaticano II nos hablaba de ello y
numerosos escritos de los Santos Padres nos recuerdan que la misión de la Iglesia es la Misión de Cristo, por
lo tanto debemos acoger los signos de los tiempos descubriendo en ellos la llamada de Dios para servirlo de
una determinada manera en el hoy de la historia.

Responder a los desafíos que el mundo nos presenta requiere de un oído fino. Un oído fino que sea capaz de
escuchar la solución que Dios está proponiendo, escuchar requerirá, pues, un oído de discípulo.

Todos sabemos que el mundo del sufrimiento no es fácil de comprender. Es muy complejo ya que el
sufrimiento, si bien atañe a todos, cada uno lo vive de una determinada manera. Unos lo viven desde la
esperanza de ser curados, otros lo viven desde la rebeldía, otros desde la resignación y algunos desde la
aceptación de la propia creaturalidad y limitación humana. No obstante todos sabemos que el sufrimiento nos
desequilibra interiormente.

A la manera de vivir el sufrimiento a nivel personal le agregamos también los cambios sociales, culturales,
religiosos y científicos que afectan al mundo de la salud. Estos cambios pueden ser vividos desde diversas
ópticas: algunos lo viven desde cierto espiritualismo, otros desde una mesianismo desencarnado, no faltan
los moralistas ni tampoco los que viven con verdadera fe y amor este los duros momentos que le tocan vivir,
como tampoco aquellos que no esperan nada cayendo en cierta irresponsabilidad personal que no los lleva al
compromiso por cuidar su salud. Sin embargo no podemos negar que el mundo del sufrimiento, también,
pone en juego toda la emotividad de quien sufre y en algún caso la culpabilidad y el miedo. Son muchos los
factores que se ponen en juego cuando el ser humano está enfermo.

Para situarse en el mundo de la salud es preciso dirigir nuestra mirada hacia la sociedad y la cultura donde
vive el enfermo. Mirando ellas podremos descubrir cómo vive cada persona su situación de dolor. Ese
descubrir no tiene como finalidad juzgar al enfermo ni a la sociedad sino tiene como objetivo descubrir para
responder de manera eficiente a los requerimientos de cada paciente, es decir tiene la finalidad de ayudarnos
a comprender para ayudarle mejor y sin temor.

Un mundo secularizado, lleno de ambivalencias, en busca de humanidad.

Albert Camus decía “No son los médicos sino la sociedad, la que será juzgada por el modo en que se sufre y
se muere en ella”. Con esto el escritor francés no quería justificar ciertas praxis sino más bien decía “ que los
comportamientos de los trabajadores sanitarios hunde sus raíces en la cultura y en la política de la
sociedad en la que trabajan”.

El mundo sanitario es un fiel reflejo de la sociedad actual. “El mundo de la salud y del sufrimiento es un
mundo secularizado donde el fenómeno de la secularización asume dos aspectos principales. Por un lado
afecta las instituciones sanitarias y por otro la secularización afecta al concepto de la salud, de la
enfermedad y de la respuesta terapéutica”.

¿Qué se quiere decir con esto? podríamos preguntarnos que el mundo de hoy está dominado por la idea de
autonomía respecto a lo sagrado y por un cientificismo que pone al hombre en el centro de todo como si
fuera el artífice de toda la creación. Poco a poco se ha ido separando de las áreas médicas y científicas la
referencia a lo sagrado y esta separación ha llevado a que desde las ciencias no se encuentre el sentido para
vivir la enfermedad o el sufrimiento. En lugar de complementar los diversos conocimientos se ha producido
una separación que pone al hombre en crisis pues la radicalización de la ciencia y la técnica no puede dar
respuestas a los profundos interrogantes que el hombre necesita para poder encontrar un sentido al problema
del sufrimiento y de la enfermedad. No puede dar respuestas porque no las tiene. Esta falta de respuestas
crea en el hombre tal vacio que ante el sufrimiento siente terror y lo vive angustiosamente.

Nuestra sociedad de hoy no busca concientizar al hombre sobre la importancia de lo sagrado. El mundo de la
salud, muchas veces, está desacralizado. Se quiere explicar un misterio sin acudir a quien puede darnos la
respuesta. Ante el dolor humano la ciencia y la técnica no pueden decir nada, solo Dios tiene la capacidad
que llevar al hombre a comprender y a aceptar el dolor humano desde el sacrificio-ofrenda de Jesucristo.
Nuestra sociedad secularizada quiere elevarse como justa sin el Justo, quiere entender la sabiduría sin el
Sabio, quiere experimentar el amor sin el Amante, quiere vivir la libertad sin El que la hace Libre, quiere
vivir sana sin el Sanador, quiere vivir eternamente sin el Eterno, quiere ser feliz sin contar con la suma
felicidad que es Dios. Nuestra sociedad teme la soledad pero debe comprender que a partir de JESUCRISTO
NADIE VIVE SOLO, NI SUFRE SOLO, NI MUERE SOLO PORQUE ÉL SE HA HECHO NUESTRA
COMPAÑÍA.

Poner en el hombre la idea de que salud es vitalidad exuberante y sin sufrimiento no corresponde a la
contemplación de la persona considerada un ser bio-psíquico-espiritual, sino inducirla al error ya que se
centra, al mismo, sobre las bases únicas de la corporalidad y la psiquis dejando de lado la afirmación de la
dimensión espiritual del ser humano. “Una visión completa de la salud humana supone la mejor armonía
posible entre las fuerzas y energías del hombre, la espiritualidad más avanzada posible del aspecto corporal
del hombre y la expresión corporal más bella posible de lo espiritual. La verdadera salud se manifiesta
como autorrealización de la persona que ha llegado a aquella libertad que moviliza todas las energías para
realizar su vocación humana integral”

El mundo de hoy es un mundo de ambivalencias desde el plano social no podemos negar los adelantos que se
han hecho a favor de la atención de los enfermos brindándoles los recursos necesarios para paliar su
situación sin embargo también es justo decir que a la par de ha producido una deshumanización
desgarradora carente, en muchas oportunidades, de justicia y de racionalidad, de burocracias interminables
que han favorecido ciertos clientelismo políticos sobre todo a la hora de las elecciones gubernamentales.

Lo mismo ha ocurrido a nivel medico. Todos sabemos que la tecnología médica ha sido creada con fines
humanitarios pues esa es su razón de ser pero a menudo se ve también en ella la presencia de una
deshumanización que ha llevado a que el centro de las estructuras sanitarias o de las tecnologías sanitarias no
sea la persona del enfermo. Hoy en muchos lugares la rapidez en el trato hospitalario ha cortado la
comunicación en la relación paciente-medico; paciente-enfermera/o. Hoy la palabra ternura parece haber
sido erradicada del lenguaje profesional y ha llevado a la fragmentación del hombre, a un olvido de la
persona que sufre y a considerarlo un caso, un número o una enfermedad más que a un ser humano enfermo.

El mundo de la salud necesita urgentemente una terapia humanizante y humanizadora. Hoy los Agentes de
Pastoral de la Salud (APS) tenemos el desafío de humanizar no solo las estructuras sanitarias sino a quienes
trabajan en ella. Hoy se hace necesaria la calidad humana en el trato con el enfermo y con todo el servicio
profesional que lo atiende. Hoy más que nunca se nos pide hacer el anuncio de que DIOS ES AMOR y que el
enfermo es una persona que necesita ser amado. En pocas palabras somos enviados a los hospitales para
hacer un anuncio y no es un anuncio propio es un anuncio divino que devuelve a cada hombre el sentido de
su vida porque se sabe amado, cuidado y respetado en su vida. Nuestra misión como APS está anclada en el
Evangelio.

La respuesta de la Iglesia:

Tomaré solo dos textos bíblicos para expresar la respuesta de la Iglesia. Los coloco invitándoles a meditar
sobre estos escritos. Uno corresponde a la Constitución Pastoral Gaudium et Spes que dice “Los gozos y las
esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de
cuantos sufren son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay
verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón”

La segunda es de un Documento de la Iglesia Italiana que dice “A este mundo de la sanidad, caracterizado
por luces y sombras, es al que la Iglesia está llamada a abrirse en virtud de su misión, animada por la
esperanza, por el espíritu de colaboración y por la voluntad de ofrecer una aportación esencial a la
salvación del hombre”

Unidad 2:Mapa Bíblico. Modelo del Buen Pastor. Modelo del Buen Samaritano

Mapa Bíblico

No debemos olvidar que somos herederos de una enorme experiencia de fe. Ser concientes de ellos
podrá ayudarnos a entender qué lugar ocupa la Pastoral de la Salud en la Iglesia. Nuestra propia
historia cristiana está hecha de creencias, de tradiciones, de tropiesos, de caídas pero tambien de
logros.

En la propuesta cristiana tenemos dos modelos que para nosotros son fundamentales. Ellos no son
solo fruto del discurrir humano sino fundamentalmente son los fundamentos que atraviesas de lado
a lado la historia de la Pastoral de la Salud. ¿Porqué? Simplemente por que son los fundamentos que
emergen de la misma Palabra de Dios.
El Primer modelo nos lleva a considerar a Jesús como el Buen Pastor, es un modelo totalmente
inspirador para quienes nos dedicamos a la atención de las personas, sea en el ámbito del Hospital
como de la Parroquia,
El segundo modelo es mucho más especifico. Es el icono o punto de referencia para quien se dedica
al servicio de los Enfermos o heridos se encuentren en el ámbito familiar como hospitalario.
Conjugar estos dos modelos no es tarea fácil pero tampoco es imposible. Es más estos dos modelos
se nos presentan como un desafío a lograr si queremos atender eficazmente y sin ningún tipo de
condicionamiento, a quien sufre o atraviesa un momento de dolor o crisis.

Modelo del Buen Pastor


La imagen del Pastor aparece muchas veces en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Cuando
Jesús habla del pastor, todos sus oyentes, entienden claramente a lo que se refiere. (Fijémonos la
actualidad y la sencillez del Señor al utilizar expresiones fácilmente comprensibles). El significado
de esta imagen es que Dios se comporta como un Pastor que cuida a su rebaño.
Texto clásico de esto es el del Profeta Ezequiel (Cfr. Ez 34,1.25) y del Nuevo Testamento es el del
Evangelio de Juan (Cfr. Jn 10,11-16)
Si analizamos estos dos textos descubriremos una riqueza inmensa. Ambas nos muestras sobre todo
cómo deben ser las actitudes de un Pastor a imagen de Dios.

a) Yo soy el Buen Pastor: aparece un adjetivo (bueno) por que la bondad es el ingrediente esencial
para relacionarse bien y cuidar de los otros.

b) El Buen Pastor da la Vida por sus Ovejas: Esta expresión refleja, sin lugar a dudas , el
ofrecimiento, la donación total que el Pastor hace en favor de su rebaño. Le hace la promesa de que
nunca y bajo ninguna circunstancia lo va a dejar o abandonar. Ama tanto a su rebaño que está
dispuesto a dar su VIDA por él.

c)Yo conozco a mis ovejas: El Pastor no solo las conoce por el trato diario sino fundamentalmente
porque tiene la gracia de leer el corazón de sus ovejas. El las conoce que es imposible engañarlo.
Conoce las ovejas porque las observa, escuchar, comprende, entra en el mundo personal (en todas
sus dimensiones) del otro con la única finalidad de ayudarle. No busca su propia ganancia sino que
ofrece la Salvación a todos.

d)...Y mis ovejas me conocen a mi: Jesús se deja conocer. No engaña a nadie. Es tan auténtico que
todo aquel que quiera acercársele y conocerle. No tiene roles, tiene una MISION, que es distinto. Él
se deja descubrir en su humanidad pero, también, en su Divinidad llegado el momento.

e) Tengo otras ovejas que no son de este rebaño: Jesús cuida a todo su rebaño. Podemos pertenecer
a distintos corrales, pero TODOS somos del rebaño del UNICO PASTOR. El habla a los israelitas
pero tambien habla con los samaritanos, con los romanos y lo hace sin mecanismos de defensa, lo
hace abiertamente pero considerando a cada uno en su contexto y realidad. Habla con los
discípulos, con las mujeres, con los pecadores teniendo en cuenta la historia personal de cada uno.

El Modelo del Buen Samaritano

Si tomamos el texto bíblico del Buen Samaritano de Lc. 10,30-35 podremos ver varios elementos:

1) Toma de conciencia: Al verlo


2) Compasión: … se compadeció de él
3) Proximidad: se acercó
4) Entrega: Le vendó las heridas, echando en ellas aceite y vino
5) Acompañamiento: Lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él
6) Colaboración. Al día siguiente sacó dinero y se lo dio al `posadero, diciendo: “Cuida de él
y lo que gastes de más yo te lo pagaré a mi vuelta”

Unidad 3: Qué es la Pastoral de la Salud y cuales son sus objetivos? Etapas para promover.

No podemos olvidar que el mundo de la salud abarca tres horizontes:


1) la prevención
2) la curación
3) la rehabilitación
Definición dada por el P. Ángelo Brusco “La pastoral de la Salud es la presencia y acción de la
Iglesia dirigidas a la evangelización del mundo sanitario a través de la actualización de la
presencia liberadora, curativa y salvadora de Cristo, en la fuerza del Espíritu Santo”.
Esta acción de la Iglesia se lleva a cabo promoviendo los valores de una ética que favorece la
defensa de la vida, que concientice sobre la importancia de la salud, de la humanización y que
contando con la ayuda de la gracia ayude a los enfermos a encontrar un sentido en los momentos de
sufrimiento y enfermedad.

Esta acción de la Iglesia no es una acción pasiva, sino todo lo contrario es una acción viva y
dinámica porque está motivada y movilizada por el Amor. No es una acción que permanece estática
sino que busca, a diario, los medios que movilizan al creyente a salir al encuentro de quien sufre.
Es una acción viva porque no se “amolda” a las situaciones de dolor que se le presentan sino que
busca creativamente la superación del mismo. Es una acción enraizada en la realidad porque la
verdadera Pastoral de la Salud no es teórica sino exquisitamente práctica y encarnada.

Es una acción comunitaria porque “evangelizar no es para nadie un acto individual y aislado, sino
profundamente eclesial. Cuando el más humilde predicador, catequista o Pastor, en el lugar más
apartado, predica el Evangelio, reúne su pequeña comunidad o administra un sacramento, aun
cuando se encuentra solo, ejerce un acto de Iglesia y su gesto se enlaza mediante relaciones
institucionales ciertamente, pero también mediante vínculos invisibles y raíces escondidas del
orden de la gracia, a la actividad evangelizadora de toda la Iglesia. Esto supone que lo haga, no
por una misión que él se atribuye o por inspiración personal, sino en unión con la misión de la
Iglesia y en su nombre. De ahí, la segunda convicción: si cada cual evangeliza en nombre de la
Iglesia, que a su vez lo hace en virtud de un mandato del Señor, ningún evangelizador es el dueño
absoluto de su acción evangelizadora, con un poder discrecional para cumplirla según los criterios
y perspectivas individualistas, sino en comunión con la Iglesia y sus Pastores”.

Tampoco debemos olvidar que la acción eclesial está al servicio de la evangelización y del Reino
de Dios pues “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su
identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser canal
del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar el sacrificio de Cristo en la
santa Misa, memorial de su muerte y resurrección gloriosa”.
Juan Pablo II en la Redemptoris Missio afirma categóricamente que “La Iglesia está efectiva y
concretamente al servicio del Reino. Lo está, ante todo, mediante el anuncio que llama a la
conversión; éste es el primer y fundamental servicio a la venida del Reino en las personas y en la
sociedad humana. La salvación escatológica empieza, ya desde ahora, con la novedad de vida en
Cristo: « A todos los que la recibieron les dio el poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en
su nombre » (Jn 1, 12)”.
Ella, la Iglesia, manifiesta la presencia de Cristo, prosiguiendo su obra con la fuerza del Espíritu
Divino con el fin de que toda persona sea iluminada, sanada y salvada. He aquí el núcleo de
nuestra vocación eclesial y como APS.
Etapas para promover la pastoral de la Salud

Cuatro con las propridades para llevar un proceso de transforme, purifique e humanice el mundo de
la salud son:

• La sencibilización sobre el tema de la salud


• la formación de las personas
• la organización de la Pastoral de la Salud
• la colaboración y el testimonio de proyecto
La sensibilización sobre la salud

¿Qué es sensibilizar?

Disposición creciente a responder como consecuencia de la presentación repetida de un mismo


estímulo. Por lo tanto es importante cultivar cada día la atención a la atención de la salud y de la
enfermedad en la vida de las personas.

Hay ocaciones ordinarias y especiales para despertar esa sencibilidad de la comunidad cristiana. En
el contexto ordinario es conveniente producir encuentros de los enfermos con el Señor , por ejemplo
en visitas familiares. En ocaciones especiales es importante sencibilizar organizando Jornadas u
espacios donde los enfermos y las familias de los enfermos sean concientes de lo que significan
para Dios y para la Iglesia e incluso con campañas de información y formación sobre el valor de la
vida, el envejecimiento, la discapacidad, lo toxicodependencia, el acoholismo etc.

Medios de sencibilización:

• la predicación
• la catequesis de los jovenes y los adultos
• la promoción de eventos
• la animación de debates
• utilización de los medios de comunicación social
• etcétera.

La formación de las personas

A mundo del sufrimiento no se puede ir con buena voluntad o con frases hechas que lejose de
ayudar puede perjudicar. Acercarse al que sufre requiere mucha delicadeza, discernimiento,
respeto, profundidad. Se hace necesario formar corazones y mentes sanas y educadas. Si una
persona no está formada pone en riesgo todo el trabajo pastoral.
La formación debe ayudar a desarrollar habilidades y actitudes en las personas.
Habilidades humanas: Quienes acompañan a los enfermos necesitan tener: estabilidad y madurez
humana para comprender y aceptar al otro evitando el riesgo de ponerse a si mismo como centro de
la relación.

Habilidades relacionales: es importante que se enseñe a las personas que acompañen a los
enfermos que desarrollen sobre todo una actitud empática para hacer un trabajo pastoral efectivo.
Una persona que no sepa empatizar, comprender, aceptar incodicionalmente a otra, escuchar,
dificilmente será de ayuda.

Habilidades éticas: se hace necesario que cada agente de pastoral de la salud conozca las
implicaciones eticas y el pensamiento y la doctrina de la Iglesia para hacer frente a los diversos
temas que los enfermos, la familia y/o los trabajadores de la salud.

Habilidades pastorales: las precedentes habilidades se terminan convirtiendo, a la larga a la corta,


en habilidades pastorales actualizadas en la relación con los enfermos y sus familiares.

La organización de la Pastoral de la Salud

La accion pastoral para ser eficaz necesita estar organizada. Somos seres donde las estructuras son
necesarias pero jamás deben, estas estructuras, ser esclavizantes sino totalmente liberadoras. Estas
estructuras organizativas tienen el objetivo prioritario de canalizar creativamente los dones,
carismas y recursos que poseé el pueblo de Dios. Tambine se hace necesario la capacitación de
personas con caracteristicas de liderazgo con el fin de que animen a quienes pertenecen a su sector
o grupo.
La Pastoral de la Salud está organizada en cuatro niveles:

Nivel Nacional:
Generalmente este nivel se encuentra estimulado, animado y coordinado las actividades y el
testimonio de la Iglesia en el mundo de la Salud, por medio de un Delegado Nacional, nombrado
legitimamente por la Conferencia Episcopal.

Nievel Regional:
Tambien como el nivel anterior esta pastoral es animada por el Delegado Regional elegido entre los
Delegados Diocesanos pertenecientes a Pastoral de la Salud. Es aprobado su nombramiento por
concenso de los Obispos pertenecientes a una región. Tiene los mismos objetivos que el nivel
Nacional y tambien puede establecer sus objetivos propios.

Nivel Diocesano:
Es competencia del Ordinario de Lugar, Obispo o Arzobispo, nombrar el Delegado Diocesano de su
Diócesis. Es elegido, generalemente, de entre los delegado parroquiales. En algunos países se puede
nombrar a Sacerdotes como laicos/as para este servicio. Tambien tiene los mismos objetivos que los
niveles Regional y Nacional. Pone en funcionamiento lo propio de la Diócesis pero tambien lo
programado a nivel Nacional o Regional.

Nivel Parroquial:
Los sacerdotes y Consejos Parroquiales están llamados a potenciar la solidaridad de la comunidad
cristiano en favor de los ancianos, los enfermos, los pobres, tanto a nivel domiciliario como en las
Instituciones de Salud.

Nivel Hospitalario:
Tarea de todos los Capellanes y las personas Idoneas acompañar a los enfermos como a sus
familiares, contribuir a la formación ética y espiritual de los trabajadores de la salud, colaborar con
el voluntariado y posibilitar el encuentro de los Agentes de Pastoral de la Salud con los Enfermos y
sus Familiares estableciendo, de antemano, las obligaciones y responsabilidades de los primeros
mientras permanezcan en el Hospital.

El apoyo que se debe brindar a los Enfermos como a sus Familiares incluyen la prestación de
apoyo moral, espiritual y en algunos casos material. Siempre se recomienda a los voluntariados el
trabajo interdisciplinar con el fin de favorecer la recuperación de la persona enferma. El trabajo en
la Pastoral de Salud es sobre todo INTEGRAL atendiendo a cada persona en la globalidad de su ser.

No podemos dejar de lado el rol y la identidad del Capellán. Definamos quien es él.
El capellán es el representante de Dios y de la Iglesia en el mundo de la salud, el cual con su
presencia y su forma de relacionarse con los demás.

Dentro de su rol pastoral positivo podemos enumerar algunos:

• Papel simbólico Signo de una realidad más grande que ellos. Representa a Dios y a la
Iglesia, por lo que deberán evitar su “propia doctrina” sino deberá ofrecer la Doctrina del
Evangelio.
• Papel consolador: Es llamado a ser testigo de la Consolación que ofrece el Señor a quien
sufre o atraviesa la noche oscura o un momento de dolor.
• Acompañante y guía espiritual: En algunos casos tendrá que acompañar y en otros guiar
(depende de la formación o el proceso que vive el enfermo en su seguimiento a Cristo).
Tarea suya es testimoniar la cercanía de Dios que comparte el dolor y ofrece consuelo
humano, psicologico y espiritual (oración y sacramentos)
• Papel facilitador: Hoy, casi a diario, nos encontramos con personas dificilitadoras en el trato
con el enfermo. La burocracia, en algunos casos, impide la serenidad tan necesaria para un
paciente. La presencia del Agente de Pastoral de la Salud puede facilitar el dialogo y la
interrelacion entre enfermo-familia-personal de salud- comunidad creyente.
• La misión es evangelizadora: estamos llamados a comunicar el Evangelio de Jesucristo, a la
manera de Jesucristo. El Evangelio se anuncia por medio de palabras pero tambien por el
medio del testimonio de vida, por nuestros comportamientos.
• Papel educador: No debemos olvidar que el Agente de Pastoral de la Salud se preparen para
cuidar a los enfermos a nivel relacional, etico, espiritual.
• Papel animador: Se hace necesario, ante las necesidades del enfermo y de los trabajadore de
la salud, despertar el potencial de la comunidad cristiana animando a las personas a
comprometerse. Algunas formas de animación incluyen la promoción de la capellanía
hospitalaria y del servicio de acompañamiento espiritual, asi como el adiestramiento y la
colaboración de los Agentes de Pastoral de la Salud.
• Papel Sacramental: No tener verguenza de ofrecer a los Enfermos, mediante una precedente
Evangelización, los Sacramentos. Ellos infunden fuerza y Paz a quienes se entregan
activamente a la Providencia de Dios
• No es conveniente acentuar estas caracteristicas: espontaneidad, individualismo,
clericalimso, paternalismo, devocionismo, excesivo formalismo, hiperactivismo,
autoritarismo, sacramentalismo, directivismo.

Unidad 4: La presencia de la enfermedad y las actitudes que se asumen

No debemos olvidar tres prncipios que caracterizan nuestra vida:

* NO SE PUEDE VIVIR SIN SUFRIR: este principio contrasta muchísimo con la época que
vivimos donde el hedonismo, el conformismo, el materialismo, el individualismo, el secularismo
están en pleno auge. El placer, la “alegría”, el bienestar son las algunas de las claves para entender a
la sociedad actual.
A menudo nos encontraremos con personas que niegan o no manejan, adecuadamente, el
sufrimiento. Huyen de él. Hay personas que no están preparados para las pedidas sean de la índole
que sean (físicas, mentales, relacionales, morales y espirituales). No asumen sus fracasos, y esto se
manifiesta en las maneras de reaccionar, generalmente con rabia o ira, con miedo, con impulsividad.
Para algunos la salida mas frecuente es la negación. Creen que negando las cosas no acontecen y
cuando, suceden, se deprimen, se desesperan y, en algunos casos, se suicidan. La vida no es color de
rosa.

* NO ES POSIBLE SUFRIR SIN ESPERAR: no es el sufrimiento el que redime al hombre sino la


manera de vivirlo. Cuando sufrimos un dolor se manifiestan algunas actitudes que convendría
tenerlas en cuenta: victimismo o coraje; cerrazón o apertura; rebelión o cooperación humilde;
resentimiento o aceptación, alienación de Dios o una fe y esperanza mas profunda en Él. El camino
del dolor puede conducirnos a la autodestrucción o hacia la profunda y verdadera transformación
interior. El desafío es vivir en clave de esperanza.
*NO ES POSIBLE ESPERAR SIN ABRIRSE: No debemos olvidar que una de las condiciones
para ser liberados de lo que nos preocupa e incluso para ser sanados es la apertura. Cuando un
enfermo se abre y comenta aquello que le sucede es totalmente liberador. No siente que lleva su
carga solo sino que se siente acompañado cuando el acompañante lo acoge y empatiza con él. Con
mucha discresión y tacto deberíamos buscar que los enfermos tomen esa decisión tan necesaria para
el bien de ellos mismos como la de sus familiares. La apertura nos ayuda a afrontar el futuro con
una actitud positiva y muy animada.

Distintos tipos de Enfermedad

Cuando decimos sufrimiento no deberíamos centrarnos en un solo tipo de sufrimiento sino que sería
conveniente poder distinguir los distintos tipos de sufrimiento que existen debido a las distintas
enfermedades que pueden afectarnos.

• la enfermedad física: puede afectar a cualquier parte de nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo es
“enfermable” por lo tanto tomar conciencia de ello nos puede ayudar mucho cuando
debemos afrontar la enfermedad.
• La enfermedad de la mente: se manifiesta en el desequilibrio psiquico que por diversos
motivos afectan a las personas dando origen a patologías.
• El Sufrimiento del corazón: caracterizado por situaciones que pueden deberse a péridas,
frustraciones, rupturas.
• La Enfermedad del espíritu: se manifiesta, generalmente, por la pérdida de los valores o de
sus significados, en la pérdida de la esperanza, en el vacio interior que se experimenta.

Las actitudes ante el sufrimiento

Como decía hace un momento hay personas que adquieren algunas actitudes ante el sufrimiento o la
enfermedad. Hay quienes se comportan de diferente manera. Esas reacciones se manifiestan en las
distintas dimensiones de las personas.

• Esfera cognitiva
Se manifiesta en las preguntas e implicaciones ante la enfermedad. En ellas se pueden
observar las preocupaciones que tiene la persona enferma. Tienen que ver con lo más intimo
de ellos mismos.
• Esfera emocional
Aparecen determinados sentimientos que son fruto del impacto de la enfermedad: aparecen
el miedo o la ansiedad, la ira o el resentimiento; sentimientos de tristeza; sentimiento de
culpabilidad que algunas veces lleva a la depresión.
• Esfera de comportamiento
Se ponen en movimiento los distintos mecanismos de defenza que solemos tener y que ante
las amenazas (internas como externas) los utilizamos para protegernos.
• Esfera espiritual
El diagnostico que una persona puede recibir provoca siempre reacciones. Algunas de enojo
contra Dios ya que lo consideran culpable de lo que les sucede, se sienten abandonados o
resentidos.
Esto tambien se manifiesta con el abandono de las prácticas religiosas (oración,
sacramentos, lectura espiritual) ya que no se sienten escuchados por Dios. Este tipo de
situaciones nos manifiestan cierta fe inmadura.
Indiferencia: la frase típica es “Dios no existe, porque si existiera no permitiría mi
sufrimiento”
• Fe renovada: esto es signo claro de una fe provada, madura, crecida. Dios es una realidad
amorosa aún en medio del dolor. Mira a la enfermedad como parte de la vida y se la asume
desde el valor salvifico del sufrimiento cuando se lo une a la Pasión de Cristo.
Factores que influyen en las actitudes asumidas

1.- Factores circunstanciales: que dificultan la respuesta a una enfermedad pueden ser: adicciones
de alguno de los miembros de la familia; alguien con enfermedades mentales; los conflictos
relacionales serios y presentes en la familia, el dolor producido por....

2.- Las interpretaciones de la Enfermedad: algunas veces es percibida como:

a) Castigo: algo que no hizo o por el mal realizado


b) Una prueba: ¿le hace falta a Dios probarnos? No creo pero si puede ser la enfermedad un motivo
para crecer en la fe.
c) Una expiación o una purificación: esta lectura reconoce que todos somos pecadores y la
enfermedad puede transformase en una oportunidad para purificarnos
d) La expresion de la imperfeccion humana: la enfermadad puede ser una oportunidad para
reconciliarnos con nuestra creaturalidad, con nuestra fragilidad.
e) Una escuela de vida: se aprende mucho y para siempre en los momentos dificiles.
f) Un absurdo un sin sentido
g) Un misterio que hay que aceptar: como es un misterio no se lo puede explicar.
h) Una llamada a la conversión: las enfermedades siempre hacen una invitación a un viaje interior
que lleva a descubrir loque es escencial e importante en la vida de lo superficial.
i) Medio de santificarse

3.- El soporte externo disponible

• la presencia de instituciones sanitarias y profesionales que ayudan


• la cercanía de la familia
• la presncia de amigos
• el apoyo de la comunidad local
• la ayuda de asociaciones o grupos de pertenecia.

4.- Recursos Internos de la persona

Tiene que ver con el medico interior que todos poseemos. La persona que sufre tiene que recurrir al
descubrimiento de sus propios recursos interiores que tendrá que despertar o movilizar:

• Los Recursos Culturales: La propia folisofia de vida, la formación obtenida, los intereses o
gustos que tiene.
• Los recursos Personales: la propia personalidad, la autoestima, la connfianza personal, la
capacidad de tomar decisiones, la manera de canalizar los sentimientos de manera positiva
• Los Recursos interpersonales: la capacidad de relacionarse con los demás, los roles
familiares y profesionales propios, los compromisos sociales de la persona, la capacidad de
escuchar al otro, la capacidad de entablar conversaciones, el espiritu de colaboración.
• Los Recursos Espirituales: la relación con Dios, el compromiso eclesial, alimentar la propia
espiritualidad, aprender guiar eticamente la propia vida, la pratica de las virtudes

Unidad 5: El arte de comunicarse con los enfermos

En la Salvificis Doloris el Papa Juan Pablo II decía: “el sufrimiento está presente en el mundo para
llevar a la luz la presencia del amor”. Ser buenos samaritanos es saber acoger incondicionalmente a
la persona, aunque yo no apruebe determinados comportamientos que tenga. Ser buen samaritano
tiene que ver con la manera de ser, de relacionarse y de responder a los demás.
Existen tres verbos que sintetizan el significado de la comunicación: No olvidemos que
comunicarse es un arte.
Tres verbos: OBSERVAR – ESCUCHAR – COMPRENDER

OBSERVAR

El cuerpo es el primer medio de comunicación y el rostro el lemento mas significativo de la relación


(comunicación no verbal). Si miramos el rostro de cada uno de nosotros descubriremos que tenemos
varios elementos que lo forman.
Dos ojos: Observar
Dos orejas: Escuchar
Una boca: Hablar

El arte de la comunicación está formado ante todo por el lenguaje del cuerpo que se manifiesta en:
• las expresiones del rostro
• la comunicación de los ojos
• los mensajes de una sonrisa
• la postura del cuerpo
• la manera de vestir
• el tacto o las caricias
• la manera de caminar
• la cercania a la distancia que ponemos ante los demás
• el tomo de vos
• la manera de reirnos

El arte de ayudar comienza por la capacidad de OBSERVAR atentamente al otro para leer los
mensajes que transmite. El otro se autorevela y lo hace por sus gestos, su rostro su expresión
corporal.
Se observa tambien el ambiente que rodea al enfermo. El ambiente nos revela cuales son los valores
o los intereses de la persona. Los agentes de pastoral tenemos que aprender y crecer en el arte del
lenguaje no verbal aprendiendo a ser concientes y monitorear el lenguaje de su cuerpo y sus
actitudes
A menudo los mensajes mas sifnificativos parten del lenguaje no verbal. Ellos tambien nos
manifiestan las necesidades del ayudado y al mismo tiempo, correctamente usados pueden traer la
consolación tan esperada por nuestro interlocutor.

ESCUCHAR

La escucha es un arte dificil de practicar: requiere intencionalidad, capacidad de poner al otro en el


centro de la atención, comprensión de sus preocupaciones, necesidades, sentimientos y esperanzas.
La escucha está limitada o bloqueada muchas veces por filtros que interfieren con la capacidad de
acoger con claridad los mensajes.
Esos filtros necesitan ser monitoreados para purificar la plena apertura al otro, pueden ser:
• los recuerdos pasados del ayudante o las experiencias que puedan salir a flote escuchando al
otro.
• Los sentimientos que el ayudante puede experimentar y que condicionan la escucha al otro.
• La tendencia de dejar que el propio sistema de valores interfiera con la escucha
• las espectativas que se puedan tener respecto al otro
• los prejuicios que condicionan la acpetación del otro
• la atencion a las propias necesidades, olvidando las del otro
Otros obstáculo pueden aparecer y son los relacionados con las caracteristicas de la propia
personalidad

• La prisa
• la superficialidad
• la impaciencia
• el juicio o los prejuicios
• la distracción
• la tendencia a predicar o sermonear
• la tendencia a aconsejar
• la tendencia a seleccionar los mensajes

Todos podemos incurrir en algunos de estos obstáculos que interfieren la escucha, será conveniente
tomar conciencia de las propias trampas para reducirlas e introducir estrategias que nos ayuden a
escuchar atentamente a los demás.

RESPONDER

No se trata de responder por responder. Eso es conveniente tenerlo en cuanta. Así como observar y
escuchar son un arte el saber responder también lo es. Hay autores que catalogaron seis tipos de
respuesta.

Evaluación: Las respuestas expresan un juicio ético, en términos de juicio de critica o de


aprobación acerca de lo que la persona piensa o hace.

Respuestas interpretativas: El ayudante tiende a interpretar todo lo que dice el ayudado a la luz de
algunas informaciones, saca concluisiones.

Respuestas de apoyo-consuelo: En este caso las respuestas buscan ofrecer soporte y ayuda al
enfermo para que no dramatice su situación o problema.

Respuesta de investigación: Aqui el problema es que el ayudante hace muchas preguntas, quiere
saber más y más. Talvez motivado por la curiosidad donde se pone él mismo, el ayudante, como
centro de la escena.

Respuestas de solución: El ayudante no quiere perder tiempo sino ir con rapidez a la solución del
problema ofreciendo propuestas inmediatas para el problema que el otro atravieza.

Respuestas empáticas: Con estas respuestas el ayudante intenta comunicar al otro la comprension
de lo que el otro ha dicho. El sentirse comprendido ayuda a abrirse más.

La importancia de la Empatía

Quienes trabajamos en el mundo de la salud tendemos a privilegiar uno de estos tres estilos
relacionales:

APATIA: Este estilo relacional indica la actitud de los ayudantes que actúan de manera mas
funcional que personal. Aparecen como personas frías, distantes, desapegadas y desmotivadas.

SIMPATIA: En el contexto de la relación de ayuda esta palabra carece del mismo significado que le
damos en el ambito social, donde simpatica es una persona que nos cae muy bien. En este ámbito
simpatía significa hacer propio el dolor del otro, el sufrimiento del otro y vivirlo como propio.
Cuando esto sucede es muy peligroso porque se está ante el riesgo de quemarse, de cargar con una
problematica que no es propia sino que le pertenece al enfermo.

EMPATIA: la palabra significa "entrar en el pathos" pero no hacerlo propio ya que no nos
pertenece. Es diverso a la simpatía. Empatía significa: comprensión, sintonia con los sentimientos y
pensamientps del enfermo pero manteniendo la propia objetividad, estableciendo la diferencia en
que el problema es del otro y no es mio. Le escucho, actúo humanamente, me hago cercano, pero no
me hago cargo de el/ella.

La empatía requiere:

• capacidad de poner al otro en el centro de la relación


• capacidad de escuchar, aceptar y comprender sus sentimientos y pensamientos
• capacidad de comprender las casusas que desencadenaron las dificultades que el enfermo
experimenta

Se manifiesta por medio de:


• el lenguaje verbal y no verbal,
• por la exploración del mundo del otro
• el uso de la observación y comentarios clarificadores
• el uso positivo del silencio
• el arte de reformular
• la capacidad de percibir y sintetizar lo que es importante para el otro (resumir)

Actitudes básicas para acompañar a una persona


• la aceptación
• el respeto
• la autenticidad
• la integridad
• la consideracion positiva de la persona
• la empatía

Tecnicas

• la observación
• la especificidad
• la inmediatez
• la concreción
• la confrontación

Unidad 6: La sanación Global de la persona

Nunca debemos olvidar que la Pastoral de la Iglesia y, también, la Pastoral de la Salud como parte
de ella atiende a la persona entera. Es decir apunta a la atención integral, global u holistica de la
persona.
Es así como en suacción Pastoral la Iglesia motiva a los profesionales de la Salud (no solo medicos,
sino tambien psicologos y capellanes) a un trabajo interdisciplinar.
Una espiritualidad sana y equilibrada requiere integrar tres dimensiones: Amar a Dios, Amar a los
demás y Amarse a uno mismo.
Ahora bien tambien tenemos que tener en cuenta que Amar involucra a toda nuestra persona:
• Amo con todo el corazón (componente emotivo)
• Amo con toda la mente (componente cognitiva)
• Amo con todas las fuerzas (componente física)
• Amo con todo el espíritu (componente espiritual)

No podemos negar que hoy se cuidan excesivamente el cuerpo pero ese cuidado a traido algunos
desfasajes: algunas personas se olvidaron de cultivar la mente y el espíritu.
Ese mismo riesgo aparece en los hospitales donde los profesionales pueden dedicar toda su atención
al cuerpo enfermo y casi no atienden a la persona en su globalidad. La relación médico paciente
sigue estando en crisis y siguiendo el modelo paternalista (el medico decide TODO y no informa al
paciente aquello que le está por hacer)

La humanización de la salud hoy requiere cambiar el enfoque. Se requiere celebrar un paso "la
Pascua", es decir pasar desde:

• la enfermedad a la persona
• de la salud bioógica a la salud biográfica
En primer lugar es LA PERSONA, no sus órganos la que tiene que estar en el centro de los
cuidados. En segund lugar la salud biográfica presta atención a la persona en su globalidad, sin
limitarla solo a los cuidados físicos. El arte de sanar requiere por parte de los ayudantes capacidad
para saber cnectar con las distintas biografías de las personas, discerniendo que facetas requieren
escucha, atención y/o cuidado.

Las cinco biografias incluyen:

1.- La biografia fisica: es la relación con el propio cuerpo, la experiencia de salud y/o enfermedad.
2.´La biografía emocional: tiene que ver con los sentimientos, las pasiones, las heridas, los amores,
los duelos, las separaciones
3.- La biografíacognitiva: se relaciona con los intereses intelectuales o habilidades que uno tiene;
con la manera de expresarse y de comunicarse con los demás.
4.- La biografía social o profesional: tiene que ver con el trabajo, con los compromisos, con los
roles familiares.
5.- La biografía espiritual: se manifiesta en los valores importantes de adhesión, en la orientación
ética, en el compromiso religioso-espiritual de cada uno.

Mediante el diálogo se puede vislumbrar cual es la necesidad y cual es la biografía que se debe
privilegiar, es decir discernir cual es la prioridad en ese momento.

El agente de pastoral puede diagnosticar la condición interior de una persona observando,


escuchando activamente, los ingredientes que constituyen sus relaciones humanas. Un buen
diagnostico sabe detectar las preocupaciones y necesidades presente en las cinco esferas de la
persona :
Espiritual
Intelectiva
Fisica
Emotiva
Social
y al mismo tiempo identificar los ingredientes que constituyen sus relaciones humanas:
• Necesidades: fisiológicas, de seguridad, de pertenencia, de autoestima, de autorrealización.

• Actitudes; de aceptación o de rechazo; de calidez o frialdad; de cercanía a distanciamiento;


de sencibilidad o indiferencia; de empatía o de apatía; de calma o de inquietud; de apertura o
de cerrazón.

• Motivaciones: La motivacion es el motor de la vida es lo que la mueve, es una energia


interna que permite a las personas ponerse en movimiento, actuar y transformar su realidad.
Sin motivaciones las personas se aburre, caen en la rutina y se rinden ante los problemas.
Ella sale desde adentro de la persona no se la puede endosar. Por ejemplo en el caso de los
alcoholicos de nada sirve la motivación de los familiares si no decide él, directamente, salir
de ese estado.

• Expectativas: toda persona tiene espectativas, el enfermo no es ajeno a esto. Sus


expectativas pueden ser reales o irreales. Generalmente aparecen en el dialogo atento y en la
escucha donde se manifestarán. Nos tocará acompañar a la persona pero tambien
confrontarla cuando las expectativas son irreales o imposibles.

• Sentimientos: La presencia de la enfermedad sobre todo si esta es grave saca a la luz muchas
emociones y reacciones. El paciente puede entrar en una crisis, en algunos casos existencial.
Una de las cosas que debemos tener en cuenta, como ayudantes, es que la gente cataloga
siempre a los sentimientos de buenos o malos. Eso no es así. Los sentimientos no son ni
buenos ni malos son sentimientos. Es lo que hacemos con ellos y la manera de encauzarlos
lo que puede transformarlos en algo bueno o algo negativo.
Hay que trabajar los sentimientos y para ello es conveniente:
La conciencia: es necesario aprender a identificar y dar nombre a los sentimientos "me
siento triste", "estoy preocupado", "estoy enojado" etc.
La comprensión: es muy importante entender de donde brotan los sentimientos: "Porqué me
siento así"?
La expresión de los sentimientos: los sentimientos son energía que necesitan ser liberadas,
encauzadas para no transformarse en un problema psicosomático. Mucha gente se enferma
por no exteriorizar los sentimientos, eso no es sano. Aislarse o evadirse no es la solución.
¿Cómo espresamos nuestros sentimientos?
+ Por la expresion verbal: es decir ponerlos en palabras.
+ Por la expresión no verbal: a través de actitudes, gestos, expresiones artísticas, dibujos
+ Por la expresión comportamental: a través de del trabajo o de comportamientos físicos.

• Mecanismos de defensa: cada persona utiliza distintos mecanismos de defensa. Ellos son
herramientas que la naturaleza nos ha dado para protegernos de la ansiedad y de las
amenazas. Los más frecuentes son:
+ la negación
+ la regresión
+ el aislamiento
+ la represión
+ la somatización
+ la evasión
+ la racionalización
+ el espiritualismo (que no es espiritualidad)
• Las máscaras:

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