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DANIELA ROMERO
CAROLINA ZAPATA
VALERIA VARGAS
DANIELA RESTREPO
MELANI ESTRADA
ANA GABRIEL VIVEROS
DERECHO DE LA CONTRATACIÓN
MAYO DE 2019.
CALI-VALLE
ORÍGENES DEL SEGURO DE CUMPLIMIENTO
Según Jean Bastin (1999), el origen de la fianza como garantía personal se remonta a las
leyes de Esnunna, 2 mil años Antes de Cristo, en donde se establece por primera vez la
figura del fiado. Señala también que la fianza pasó de Esnunna a las ciudades sumerias y al
norte de Fenicia de donde se expandió hacia Rodas, en donde se materializó la Ley de Los
Rodios y que se señala como posterior inspiradora del Derecho Romano.
Sobre dicha ley manifiesta el citado autor que “inspiró seguramente el Derecho de Roma,
aunque esta herencia prácticamente se perdió debido a la invasión de los Bárbaros. Fue
Justiniano quien, en su obra de codificación, retomó la fianza de la Ley de los Rodios que de
esta manera pervivió hasta el siglo XI como la base del derecho mercantil marítimo
bizantino”.
Aunque en múltiples legislaciones del mundo sobreviven negocios jurídicos que cumplen la
función social de garantía como es el caso de la fianza, el que el tercero que caucione la
obligación contraída por el deudor sea un experto institucional de la actividad, que además
es regulado y vigilado por el Estado, implica una profesionalización de este negocio jurídico
que ofrece una seguridad en el ámbito de las relaciones contractuales mercantiles.
La historia de esta clase de seguro es muy vaga, solamente se sabe que alrededor de 1720,
cuando en Inglaterra hicieron su aparición muchas proposiciones de seguro extrañas, una
compañía ofreció asegurar a los amos contra las pérdidas provenientes de la deshonestidad
de sus criados. De manera más definida, el negocio de fidelidad fue establecido en 1870,
con la organización en Inglaterra de una compañía para formalizar esta clase de negocio
(1954).
Del texto citado se desprende que, al igual que lo sucedido en Colombia, el seguro de
cumplimiento en el mundo surge de la mano del ramo de fidelidad o manejo.
En 1938 fue promulgada la Ley 225 de ese año, publicada en el Diario Oficial del 16 de
diciembre, por la cual podemos decir que el origen del seguro de cumplimiento en Colombia
obedece a una fuente legal.
Los especialistas en seguros encuentran razones de orden fáctico y jurídico como sustento
de la aparición de esta norma. Por una parte, de acuerdo a la perspectiva legal, evidencian
la necesidad de superar el obstáculo generado por el Código de Comercio de 1887 que
establecía una prohibición de asegurar situaciones personales del asegurado, y por otro
lado, refieren las dificultades que se presentaron con las fianzas personales que
tradicionalmente otorgaban quienes se vinculaban como servidores públicos que
generaban poca seguridad para el Estado.
En ponencia presentada dentro de un Seminario adelantado por Acoldese en 1983, se
explicó la imposibilidad surgida a raíz de las previsiones contenidas en el Código de
Comercio de asegurar los perjuicios derivados del incumplimiento del deudor, debido a que
este incumplimiento no podía identificarse con el concepto de caso fortuito, elemento
fundamental contenido en la definición de riesgo.
Para crear el seguro de cumplimiento fue necesaria una ley especial porque el Código de
Comercio de 1887, además de no contemplar sino los seguros de cosas, prohibía a los
aseguradores hacerse responsables de los “hechos personales del asegurado” (Artículo
676.) y definía el riesgo como “la eventualidad de todo caso fortuito que pueda causar la
pérdida o deterioro de los objetos asegurados” (Artículo 635. y Artículo 676.) Por tanto,
ningún asegurador podía asegurar la eventualidad de que un deudor cualquiera no
cumpliera la obligación que había asumido.
El cumplimiento no era, en ningún momento, caso fortuito, es decir, imprevisto al cual no
fuere posible resistir, sino, por el contrario, hecho potestativo del deudor, interesado en
precaver las consecuencias que causara su propio incumplimiento (1983).
Sobre los problemas presentados con las fianzas personales que se otorgaron antes de la
aparición de la Ley 225 por parte de aquellos que ingresaban como servidores del Estado,
el tratadista Saíz de Castro reseña lo siguiente: Reglamentada la ley, por el Decreto 1348 de
junio 27 de 1939, dispuso en los Artículos 15 y 16 de dicho decreto, que las fianzas de
carácter personal existentes debían reemplazarse, hasta donde fuera posible y lo
permitieran las circunstancias y conveniencias de la Administración Pública, por fianzas de
compañías de seguros. Era esto consecuencia, de la experiencia obtenida por el Gobierno
en la falta de respaldo económico, tanto de las fianzas personales como de las fianzas
hipotecarias. Definido un alcance, trataba de hacerse efectivo sobre el fiador personal y
éste aparecía sin ningún respaldo, cuando no era que había fallecido (1954).
Por lo tanto, de acuerdo a la perspectiva normativa, el seguro de cumplimiento nace en
Colombia de la mano del ramo de manejo como un mecanismo de garantía frente a los
perjuicios que se pueden causar por el incumplimiento de obligaciones establecidas en
leyes o contratos. Relata Saíz de Castro que la primera compañía en Colombia en expedir
un seguro a los que hacía referencia la Ley 225 fue la Colombiana de Seguros en el año 1939.
OBJETIVOS Y CARACTERISTICAS
CONCEPTO
CLASIFICACIÓN
B) Exclusiones:
Causa extraña, esto es la fuerza mayor o caso fortuito, el hecho de un
tercero o la culpa exclusiva de la víctima (el asegurado).
Daños causados por el contratista a los bienes de la entidad no
destinados al contrato, durante la ejecución de éste.
El uso indebido o inadecuado o la falta de mantenimiento preventivo a
que esté obligada la entidad contratante.
El demérito o deterioro normal que sufran los bienes entregados con
ocasión del contrato garantizado, como consecuencia del mero
transcurso del tiempo.
A) Amparos:
Seriedad de la oferta
Anticipo
Cumplimiento del contrato
Pago de salarios, prestaciones sociales e indemnizaciones
Estabilidad de la obra
Buen manejo y cuidado de bienes
De calidad del bien o servicio
Correcto funcionamiento de los equipos
Provisión de repuestos y accesorios
B) Exclusiones:
Fuerza mayor o caso fortuito.
Daños causados por el tomador/garantizado a los bienes o al personal
del asegurado o a personas distintas de este, ocurridos durante la
ejecución del contrato, ni los derivados de la responsabilidad civil extra-
contractual del tomador/garantizado.
El incumplimiento de la obligación del tomador/garantizado de contratar
otros seguros.
El uso indebido o inadecuado o la falta de mantenimiento preventivo a
que esté obligado el asegurado sobre los bienes u obras relacionadas con
el contrato.
El demérito o deterioro normal que sufran los objetos o bienes como
consecuencia del transcurso del tiempo.
El incumplimiento del tomador/garantizado en el pago de prestaciones
laborales derivadas de convenciones colectivas, pactos colectivos,
contratos sindicales y cualquier otra obligación de tipo extralegal pactada
entre el trabajador y el empleador, a menos que estas sean aceptadas
expresamente por la aseguradora, lo cual constará en la caratula de la
póliza o de sus anexos.
Sanciones pecuniarias o económicas impuestas al tomador/garantizado,
tales como multas o clausulas penales.
El lucro cesante y los perjuicios extra patrimoniales.
El incumplimiento de la cláusula de indemnidad del contrato
garantizado.
A) Amparos:
Riesgo de incumplimiento, ocurrido durante la vigencia del seguro, de las
obligaciones emanadas de las disposiciones legales (leyes, decretos,
reglamentos, etc.) señaladas en la carátula de la póliza, imputable a la
persona obligada al cumplimiento de la respectiva disposición legal.
4. CAUCIONES JUDICIALES
La finalidad de esta garantía ordenada por quienes administran justicia en el
transcurso de un proceso o de una diligencia judicial, es proteger a la contraparte o
a terceros, respecto de los perjuicios que puedan surgir con la aplicación de una
medida judicial y garantizar el cumplimiento de lo dispuesto por el juez con
fundamento de ley.