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Corporación CIAL. Capacitación.

MUNICIPALIDAD DE EL TABO
Programa Piloto de Capacitación en Huertos Orgánicos Domiciliarios con
Diseños Permaculturales.
.
omuna El Tabo

Apuntes sobre

Suelo y Agua. Su manejo en la agricultura


orgánica.

Preparado por:
Corporación de Investigación en Agricultura Alternativa. CIAL

Marzo 2019

INDICE

Introducción. 2

I. El suelo. Sus propiedades y manejo en la agricultura orgánica. 2

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1. ¿Qué es y cómo se forma el Suelo? ………………………………………………... 2


2. ¿Qué elementos conforman el suelo? ……………………………………………….. 3
3. Perfil del suelo ………………………………………………………………………….. 4
4. Tipos de suelos ………………………………………………………………………… 4
5. Características que determinan la calidad de los suelos. ………………………… 4
a. Textura del suelo …………………………………………………………….. 4
b. Estructura del suelo ………………………………………………………….. 5
c. La profundidad del suelo ……………………………………………………. 5
a. El contenido de materia orgánica del suelo ………………………………. 5
b. Los organismos del suelo …………………………………………………… 6
6. La fertilidad del suelo ………………………………………………………………….. 6
7. Algunas consideraciones sobre el manejo del suelo ……………………………… 6
8. Como se debe manejar el suelo en el caso de pequeños huertos de tipo familiar 8
98 Conclusiones …………………………………………………………………………… 9

II. El Agua y la práctica del riego 9


1. El ciclo del agua …………………………………………………………………….,….. 9
2. Suelo y agua ……………………………………………………………………………. 9
. a. Estados del agua en el suelo ……………………………………………… 10
b. Capacidad de almacenamiento …………………………………………… 10
3. Los parámetros del riego ……………………………………………………………… 11
c. Cuando regar …………………………………………………………………. 11
d. Cuanto regar ………………………………………………………………….. 11
e. Como regar ……………………………………………………………………. 11

4. Determinación de la cantidad y el tiempo de riego ………………………………... 11


a. Determinación de la cantidad de agua a reponer ………………………. 11
b. Determinación del tiempo de riego ………………………………………… 12
5. Métodos de riego ………………………………………………………………………. 12
6. Frecuencia de riego ……………………………………………………………………. 13
7. Conclusiones …………………………………………………………………………… 14

III. El sistema instalado para la reutilización del agua 14


1. Componentes del sistema …………………...………………………………………. 14
2. Mantención del sistema ………………………………………………………………. 15

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Introducción..
La agricultura orgánica es un sistema de producción basado en el respeto y la comprensión de los
procesos e interacciones que se verifican en los ecosistemas, tales como suelo, planta, agua, insectos
y otros organismos y el hombre. Es decir la agricultura orgánica se basa en el respeto a la naturaleza.
Hay quienes optan por este tipo de agricultura como una opción de vida.
La agricultura orgánica promueve el respeto al medio ambiente, reduce drásticamente el uso de
insumos extra-prediales eliminando el uso de plaguicidas y fertilizantes sintéticos, potenciando en
cambio los procesos de la naturaleza.
El desafío de la producción orgánica implica conciliar una alta producción con la protección del medio
ambiente y la salud de productores y de consumidores, obteniendo productos inocuos y de alta
calidad, en forma sostenible.
El éxito en la producción orgánica requiere un buen conocimiento de los elementos que entran en
juego en estos procesos y la comprensión de cómo actúan e interactúan. En este sistema de
producción la sustentabilidad es una condición necesaria por lo que se requiere una gestión eficiente
de los recursos naturales de modo que se pueda obtener los productos sin dañar el medio ambiente y
conservando íntegramente el recurso natural.
Analizaremos dos de los aspectos más importantes de los ecosistemas productivos: el suelo y el agua
y aspectos básicos de su manejo.

I. El Suelo. Sus propiedades y manejo.


Las plantas, en forma natural se desarrollan en el suelo,
obteniendo desde él los elementos necesarios para su
desarrollo. Las características del suelo son de primera
importancia para el desarrollo de las plantas; en cuanto éstas
obtienen el agua y los nutrientes necesarios para su
desarrollo en forma natural, desde el suelo. Analizaremos
algunas de sus características ya que una mejor comprensión
nos permite hacer un mejor manejo.
1. ¿Qué es y cómo se forma el Suelo?
Originalmente la tierra era solo una masa rocosa.
Los suelos se originan por la desintegración y descomposición de las rocas de la corteza con el
posterior agregado de materiales orgánicos.
La formación de suelos es gradual, muy lenta e involucra procesos físicos, químicos y biológicos que
se verifican a lo largo de miles de años. Se estima que la formación de un suelo puede tardar entre
500 a 20.000 años.
En síntesis, los procesos de formación implican
a) Desintegración de las rocas, por los cambios de temperatura, las lluvias o el hielo que las
desintegran en partículas cada vez más finas.
b) Descomposiciones de carácter químico, anhídrido carbónico, ácidos, agua, oxígeno.
Hasta aquí solo se cuenta con un material mineral más o menos fino.
c) A la acción de los agentes físicos y químicos se suma posteriormente la acción de organismos
vivos (microorganismos, plantas, animales) que aportan materia orgánica, dando origen a un
verdadero suelo.

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El lecho rocoso Continúa la Se forma suelo p. tal. Se La vegetación es


comienza a desintegración. comienzan a configurar abundante. El suelo se
desintegrarse Aparece vegetación los horizontes enriquece con la M.
que facilita el proceso Orgánica.

Agentes que logran desintegrar las rocas


Principalmente los cambios de temperatura fracturan la roca. El agua que penetra en los intersticios
contribuye a desintegrarlas en partículas cada vez más finas. A ello se agrega la acción de agentes de
carácter químico. Anhídrido carbónico, ácidos, agua, oxígeno

La formación de un verdadero suelo se logra cuando en este proceso se suma la acción de organismos
vivos, (microorganismos, plantas, animales) que aportan materia orgánica.
2. ¿Qué elementos conforman el suelo?
Básicamente el suelo está formado por:
a) Partículas minerales de distinto tamaño y composición
b) Materia orgánica, formada por los restos y productos de seres vivos en distintos estados de
descomposición.
c) El agua adherida a las partículas sólidas del suelo, la cual está formada por una disolución de
diversas sales y una amplia serie de sustancias orgánicas.
d) El aire del suelo, que ocupa los espacios entre partículas, siempre que estos no estén saturados
con agua.

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3. Perfil del suelo.


Si observamos un corte en el suelo podemos observar que sus características varían a distinta
profundidad. Normalmente en la parte superior se observa un material más oscuro con más materia
orgánica donde se aloja la mayor parte de las raíces de las plantas. Hacia abajo el suelo varía
dependiendo de su material generador.
El perfil del suelo. Normalmente se diferencian tres estratos
a) Horizonte A: Capa superficial, de color más oscuro por
su con mayor contenido de materia orgánica, con
abundancia de raíces, gran actividad de
microorganismos. En ella está el mayor contenido de
nutrientes asimilables por las plantas.
b) Horizonte B: Llamado subsuelo, normalmente con
presencia de material fino, con escasa materia orgánica
y escasa presencia de raíces.
c) Horizonte C. Corresponde al material original, menos
afectado. Su carácter depende de si se ha formado en el
lugar o ha sido transportado. El material puede ser
arrastrado por los ríos, por erupciones, por el viento,
por aluviones, etc.
4. Tipos de suelos.
Los suelos se clasifican de acuerdo a su material generador y a sus características. Hay una muy
extensa clasificación de los suelos, y reciben distintas denominaciones, según su material generador,
ubicación, proceso de formación, etc.
Para efectos prácticos interesa diferenciar los suelos desde el punto de vista de las características que
influyen en su utilización: pendiente, profundidad, textura.
5. Características que determinan la calidad de los suelos.
En cuanto a los aspectos prácticos, las características de los suelos que tienen importancia para el
cultivo y especialmente para el riego son: la textura, la estructura, la profundidad, el contenido de
materia orgánica y la actividad biológica del suelo.
a) Textura del suelo: La textura está relacionada con la proporción en que se encuentran las
partículas de arena, limo y arcillas. Las más gruesas las conocemos como arena, las más finas
conforman las arcillas y las intermedias se conocen como limo. En la práctica se denominan
suelos pesados a los suelos de tipo arcillosos y suelos livianos a los suelos más arenosos. Los
suelos intermedios son llamados francos.
La textura del suelo es muy importante, pues determina la velocidad de infiltración del agua y
su capacidad de retención. También influye en la facilidad para trabajar el suelo y en su
compactación.

Los suelos muy arenosos, son fáciles de trabajar,


carecen de estructura, son de baja fertilidad, son muy
permeables y retienen bajas cantidades de agua.
Se pueden mejorar agregando materia orgánica como
compost o guanos maduros.

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Los suelos francos son equilibrados, con estructura


adecuada, buena permeabilidad y buena retención de
agua.
Es el tipo de textura mas adecuado para el cultivo.

Los suelos pesados, arcillosos, son poco permeables,


difíciles de trabajar, muy duros cuando están secos y
pegajosos cuando están húmedos. Son en general más
fértiles y retienen mucha más agua. Para corregir sus
condiciones negativas una buena práctica es la adición
de materia orgánica. En condiciones algo extrema, la
agregación de cal mejora sus condiciones físicas.

b) La estructura del suelo: Es la forma en que se encuentran agregadas las partículas del suelo.
Las estructuras más frecuentes son granular (migajón), de bloques y laminar.
Algunos suelos no tienen una estructura definida, como es el caso de la arena. La estructura se
deteriora con un manejo inadecuado y la pérdida de la materia orgánica del suelo.
La estructura tiene importancia para el laboreo del suelo y para la infiltración del agua.
En general la materia orgánica mejora la estructura de los suelos.
c) La profundidad del suelo: Esta es una característica importante pues determina la posibilidad
de desarrollo de las raíces de las plantas. Se refiere a la capa donde no hay impedimentos
mayores para el desarrollo de las raíces. También puede afectar la capacidad de
almacenamiento de agua.
La profundidad puede estar limitada por una tosca, excesiva pedregosidad, compactación o
subsuelo muy arcillosos.
En las explotaciones agrícolas en el caso de haber capas que limitan la profundidad útil se
emplea maquinaria (Subsoladores) que rompen estas capas mejorando así la posibilidad de
enraizamiento de las plantas.
d) El contenido de materia orgánica del suelo: Este es uno de los factores más importante en la
productividad del suelo. Todas las propiedades del suelo son afectadas por su contenido de
materia orgánica.
i) La M.O. es una fuente de nutrientes al ser descompuesta por los microorganismos.
ii) Hace posible la formación de complejos minerales, permitiendo que las plantas
dispongan de nutrientes que de otro modo no son aprovechables.
iii) Ayuda a la agregación de las partículas del suelo, mejorando su estructura.
iv) Favorece la porosidad, mejorando la aireación y la infiltración del agua en suelos más
pesados.
v) Al mejorar la permeabilidad, y obstaculizar su escurrimiento, aumenta la capacidad para
retener el agua, disminuyendo el riesgo de erosión. Suelos sobreexplotados, sin medidas
de protección, pueden resultar totalmente destruidos.

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e) Los organismos del suelo. La actividad de la biología del suelo es determinante en la fertilidad
del suelo.
La mayor importancia de la materia orgánica radica en que proporciona el sustrato necesario
para el desarrollo de la biología del suelo, la cual juega un rol básico en la alimentación natural
de las plantas, al captar los nutrientes existentes en los minerales del suelo y dejarlos
disponibles para la alimentación de las plantas.
Un gramo de suelo (Aprox. 1 cm3 de suelo) puede contener 4.000 millones de
microorganismos.
Las lombrices tienen especial interés. Cumplen un importante papel en la estructura del suelo,
ya que sus galerías facilitan el desarrollo de las raíces y sus heces contienen importantes
nutrientes para las plantas y ayudan a retener la humedad (Humus). En forma práctica, la
presencia de lombrices es un buen indicador de la fertilidad del suelo.
En condiciones naturales, el suelo recibe los residuos de las plantas y organismos que viven
sobre él, acumulando altos contenidos de materia orgánica y una rica actividad biológica,
permitiendo un desarrollo vigoroso de las plantas que crecen en este medio.

6. La fertilidad del suelo


Para su desarrollo, las plantas requieren de un número importante de macro y micro elementos. La
mayoría de estos elementos están disponibles en el material que conforma el suelo.
Entre los elementos de mayor importancia y más conocidos están el Nitrógeno (N), el Fósforo (P) el
Potasio (K), el Calcio (Ca), y varios elementos menores, como magnesio, manganeso, azufre, cobre,
hierro y zinc.
La deficiencia de algunos de estos elementos afecta el desarrollo de las plantas o produce algunos
trastornos en su desarrollo.
¿De qué depende la fertilidad de un suelo?
Depende del origen del suelo, es decir de su material generador. Hay materiales más ricos o más
pobres en determinados materiales. Ej. Los suelos de trumao, son de origen volcánico y son de muy
buena calidad en el aspecto físico, pero son pobres en fósforo
a) Depende del sus componentes minerales. Las arcillas son más ricas en nutrientes y tienen más
superficie por el menor tamaño de sus partículas
b) Por ello, los suelos arcillosos son más fértiles que un suelo arenoso.
c) Depende de la biología del suelo, ya que los microorganismos juegan un papel esencial en la
solubilización de los nutrientes del suelo para su aprovechamiento. Mientras más rica es la
biología del suelo mayor es la disponibilidad de nutrientes.
7. Algunas consideraciones sobre el manejo del suelo
Dijimos que un suelo en estado natural, no intervenido es fértil y en él se desarrollan en plenitud las
plantas que en ellos habitan.
Cuando los suelos son explotados, en la medida que se hace extracción de material mediante la
cosecha los suelos se empobrecen y van perdiendo gradualmente su fertilidad.
La pérdida de materias orgánica y la exposición del suelo al ararlo puede producir erosión y el
deterioro irreversible de algunos suelos.

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Un nivel menos notorio del deterioro de los suelos es la pérdida de su fertilidad natural como
consecuencia de la disminución de sus materias orgánicas, lo que afecta la actividad biológica del
suelo. Esto se traduce en una menor productividad de estos suelos.
Frente a esta situación, ¿cual ha sido la respuesta de la agricultura convencional?
En la agricultura “moderna” la pérdida de fertilidad del suelo se resuelve agregando fertilizantes muy
solubles que liberan rápidamente los nutrientes que la planta necesita, especialmente N, P y K. Esto
ha permitido obtener altos rendimientos, pero también ha causado grandes problemas,
Los fertilizantes químicos más solubles destruyen la biología del suelo, reduciendo la capacidad de
éstos de alimentar a las plantas, haciéndolos progresivamente más pobres y más dependientes de la
fertilización externa. Por ello, su uso no está permitido en la agricultura orgánica.
Contrariamente, la agricultura ecológica postula un manejo que trate de restablecer las condiciones
en que funcionan los sistemas naturales.
Para ello, busca minimizar la alteración del suelo, trata de mantener una cubierta vegetal para
proteger el suelo, conservar mejor la humedad y evitar su arrastre por el agua de lluvia o del riego
(mulch). Se trata de mantener un alto contenido de materias orgánicas para lo cual se evita su
pérdida conservando los residuos de cosecha. Los rastrojos nunca se queman. Regularmente se
recurre a la incorporación de materias orgánicas.
¿En la práctica, cuales son las formas de incorporar la materia orgánica al suelo?
a) La incorporación de los rastrojos mediante su incorporación al suelo o su mantención en la
superficie después de desmenuzar residuos de mayor tamaño.
b) La incorporación de “abono verde” que son cultivos que se hacen con el propósito de ser
incorporados al suelo.
c) La incorporación de estiércol de animales ya sea en estado fresco o más maduro. En los
corrales se juntan cantidades importantes de guano, lo mismo sucede con las “camas” de
animales.
d) La aplicación de compost, que son residuos orgánicos procesados, para un mejor
aprovechamiento por parte del cultivo. Un producto similar al compost, es el bocashi, que se
elabora en un proceso acelerado, similar al compostaje.
e) Aplicación de diversos “preparados orgánicos” en base a productos vegetales o animales.
Supermagro, té de compost, té de ortigas, etc.
En caso de deficiencias de algunos elementos se usa productos minerales poco solubles, como
roca fosfórica o guanos.
En esta lógica se sustenta el manejo de la fertilidad del suelo en la agricultura orgánica.

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8. Como se debe manejar el suelo en el caso de pequeños huertos de tipo familiar.


En un huerto familiar, debido a que es necesaria su utilización en forma continua, hay prácticas como
la siembra de abono verde que no resultan muy adecuadas para este tipo de producción. Tampoco
hay una producción interna de estiércol y los rastrojos son escasos.
Por ello, la forma práctica de mantener los contenidos de materias orgánicas en un huerto familiar es
la preparación e incorporación de compost. La elaboración del compost es la práctica más
importante en la producción orgánica. De acuerdo al tipo y calidad del suelo se hará anualmente
aplicaciones del orden de los 4 a 6 kgs por m2. El empleo de compost se puede complementar con el
uso de algunos preparados orgánicos.
También es importante la práctica de la lombricultura que produce un abono de alta calidad.
En el documento sobre manejo de los huertos orgánicos se dan indicaciones detalladas sobre la
preparación y uso de este abono.
9. Conclusiones:
Los suelos se han formado en procesos complejos que duran muchísimos años. Cuidarlos y hacer un
manejo sostenible es muy importante.
El manejo orgánico privilegia la mantención de las condiciones naturales del suelo, especialmente la
recuperación de los contenidos de materia orgánica para favorecer una rica actividad biológica,
determinante en la fertilidad del suelo.
La condición ideal de suelo es que debe ser profundo, de textura media, con estructura granular y rico
en materia orgánica.
Los suelos pesados (ricos en arcilla) son más fértiles y retienen mayor cantidad de agua, pero son
poco permeables, más difíciles de trabajar y tienen tendencia a compactarse. Pueden mejorarse con
la adición de materia orgánica. Areas pequeñas pueden mejorarse con la adición de arena.
Los suelos livianos son fáciles de trabajar y son muy permeables, pero son poco fértiles y retienen
poca agua. Estos para lograr una buena productividad necesitan la adición de importantes cantidades
de materia orgánica.
Lo ideal es un suelo intermedio con un contenido equilibrado de arcilla, arena y limo y con altos
contenidos de materia orgánica.
Los suelos pesados requieren tiempos de riego más largos y pueden ser más espaciados. Los suelos
muy livianos pueden necesitar riegos con poco caudal, más cortos y más frecuentes.
Por el contrario los suelos arenosos, que son muy permeables, requieren riegos más cortos y más
frecuentes.
La materia orgánica es un importante mejorador del suelo, ya sean suelos muy pesados o muy
arenosos. Además de mejorar la fertilidad mejora las condiciones físicas del suelo y la retención de
agua.
La mantención de buenos niveles de materia orgánica en el suelo es la clave del manejo orgánico,
para lo cual la preparación de compost es una práctica básica en el manejo orgánico.

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El Agua y la práctica del riego.


Las plantas requieren agua para su desarrollo y sobrevivencia. El agua es el mayor componente de la
estructura de las plantas. Además es el medio a través del cual se alimenta la planta absorbiendo los
nutrientes desde la solución del suelo.
La disponibilidad oportuna y en la cantidad suficiente son determinantes en el desarrollo y
productividad de las plantas.
Hay zonas húmedas, con altas precipitaciones donde el agua para las plantas proviene de las
precipitaciones.
En zonas más áridas, donde las precipitaciones son insuficientes o se concentran en un solo período,
las necesidades de agua de las plantas debe ser proporcionada mediante la aplicación de agua a
través del riego.
El agua es un recurso cada vez más escaso que debe manejarse cuidadosamente. En la actualidad
un alto porcentaje del agua destinada para riego se pierde (por infiltraciones, malos diseños de
canalizaciones, etc. antes de que llegue a los cultivos o en su aplicación con métodos tradicionales.
1. El ciclo del agua
El agua existe en la Tierra en tres estados: sólido (hielo, nieve), líquido y gas (vapor de agua.
Océanos, ríos, nubes y lluvia están en constante cambio. Sin embargo, la cantidad total de agua en el
planeta no cambia. La circulación y conservación de agua en la Tierra se llama ciclo hidrológico, o
ciclo del agua.
El ciclo hidrológico comienza con la evaporación del
agua principalmente desde la superficie del océano.
A medida que se eleva, el aire humedecido se enfría
y el vapor se transforma en agua: es la condensa-
ción. Las gotas se juntan y forman una nube. Luego,
caen por su propio peso: es la precipitación. Si en la
atmósfera hace mucho frío, el agua cae como nieve
o granizo. Si es más cálida, caerán gotas de lluvia.
Una parte del agua que llega a la tierra es retenida
en el suelo, siendo aprovechada especialmente por
la vegetación. Otro poco del agua se filtrará a través
del suelo, formando capas de agua subterránea. Este proceso es la percolación. Una parte importante
escurre hacia cursos de agua hasta llegar a un río, un lago o el océano A este fenómeno se le conoce
como escorrentía. Las precipitaciones en la alta montaña forman la nieve en las épocas frías para
descongelarse en la épocas más cálida alimentando cursos de agua. Más tarde o más temprano,
toda esta agua volverá nuevamente a la atmósfera, debido principalmente a la evaporación.
Las raíces de las plantas absorben el agua, la cual se desplaza hacia arriba a través de los tallos o
troncos, movilizando consigo a los elementos que necesita la planta para nutrirse. Al llegar a las hojas
y flores, se evapora hacia el aire en forma de vapor de agua. Este fenómeno es la transpiración.
2. Suelo y agua
El suelo actúa como un reservorio de agua, almacenándola y entregándola a las plantas. La
capacidad de retención de agua es limitada y permite abastecer las necesidades de agua de un
período relativamente corto, dependiendo del consumo y las pérdidas por evaporación.
El consumo de agua se expresa en mm de altura de agua. Un mm de altura de agua equivale a 1 lt
/m2, lo que significa 10.000 lts/há
En temporada de alto consumo, las plantas pueden consumir unos 5 o más mm de altura de agua por
día, lo que significa 5 lts por m2.

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a) Estados del agua en el suelo.


i) Estado de saturación: Inmediatamente, después de una lluvia o de un riego, el suelo se
encuentra saturado de agua, y esta ha desplazado al aire de los poros. Este estado se
llama de Saturación.
ii) Capacidad de campo: Pasado un tiempo, que depende de la textura del suelo, el agua
que llena los poros escurre, manteniéndose sólo aquella que se encuentra adherida a las
partículas de suelo. Esta es el agua aprovechable por las plantas e idealmente es el agua
que deberíamos reponer con el riego.
iii) Punto de marchitez permanente: Es el agua que permanece adherida a las partículas de
suelo después que las plantas han absorbido toda el agua disponible.
Cabe señalar que a medida que disminuye el agua aprovechable, la tensión con que ésta está
adherida a las partículas de suelo es cada vez mayor hasta el punto en que la planta no es capaz
de absorberla.
Estado de saturación Capacidad de Campo Marchitez Permanente

b) Capacidad de almacenamiento
Depende especialmente de la textura del suelo y del contenido de materia orgánica.
Capacidad de almacenamiento del suelo según textura (en Capacidad de Campo)
Mm de altura de agua en 30 cm de profundidad (300 mm)
300
Textura del suelo 10

0m
1. Suelo arenoso 40 mm 200
m
mm
m
2. Suelo franco 100 mm
100
3. Arcilloso 120 mm 0
m0
mm 1. 2. 3.
m
¿Que significa esto en la práctica?
Dado que un suelo arcilloso retiene tres veces más que un suelo arenoso, los suelos arenosos
requieren regarse con mucha más frecuencia

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3. Los parámetros del riego.


En la práctica del riego se deben resolver tres situaciones: Cuando regar, es decir con qué
frecuencia; cuanto regar; y como regar.
a) Cuando regar: El riego debe ser oportuno, es decir debe regarse con una frecuencia óptima de
modo que las plantas no lleguen a sufrir por falta de agua.
La frecuencia dependerá del tipo de suelo, de la demanda del cultivo y de las condiciones
climáticas. También estará condicionado por el caudal de agua disponible. Plantas de mayor
arraigamiento permiten riegos más espaciados, como es el caso de los frutales. Plantas de
arraigamiento más superficial requieren riegos más frecuentes. En períodos de calor, el
consumo y la evaporación aumentan y pueden requerir riegos más frecuentes.
En los sistemas de riego tecnificado lo usual es que se riegue diariamente reponiendo lo que se
consume en ese período.
b) Cuanto regar: Es importante reponer la cantidad de agua consumida, ajustándose a la
capacidad de retención de agua en la zona de raíces. Excesos de agua se percolan a mayor
profundidad que la utilizable.
La cantidad está estrechamente relacionada con la frecuencia de riego. La cantidad a aplicar
dependen de la evapotranspiración (E.T.) y del tipo de cultivo. Esta demanda se mide en mm
de agua (Kc). Para el cálculo se usa una matriz de cálculo.
c) Como regar: La eficiencia del riego depende de la uniformidad con que se aplica el agua y se
expresa en el porcentaje de agua que se deposita en la zona de raíces de las plantas en
relación al total utilizado.
Hay distintos métodos de riego los cuales tienen distinta eficiencia

4. Determinación de la cantidad y el tiempo de riego.


Para establecer el tiempo de riego es necesario determinar, primero la cantidad de agua que es
necesario reponer diariamente.
a) Determinación de la cantidad de agua a reponer.
Esta cantidad depende del consumo de las plantas (la transpiración) más las pérdidas por
evaporación. La suma de ambas se llama evapotranspiración. Esta cantidad se expresa en mm
de altura de agua. El consumo varía según la especie y según las condiciones climáticas:
temperatura, humedad, viento.
El valor determinado de la evapotranspiración se le llama factor ET y varía según la época del
año. Hay tablas del factor ET para distintas zonas. Para determinarlo se necesita de un aparato
especial.
Las plantas tienen distinto nivel de consumo. Al coeficiente propio del cultivo se le llama factor
Kc.
El valor de la demanda diaria de agua será el producto de ET por KC y se expresa en mm de
altura de agua.
Para la época de verano en esta zona, se puede estimar un factor ET (evapotranspiración) de
5,5 y el coeficiente de cultivo Kc para las hortalizas lo podemos estimar en 0,9. En este caso la
demanda diaria de agua será de 5,5 x 0,9 = 4,95 mm de altura de agua.
La cantidad de agua en lts, dependerá de la superficie a regar. Habíamos visto que 1 mm de
altura de agua equivale a 1 lt en 1 m2.
Si multiplicamos el producto resultante (ET x Kc) por los m2 a regar tendremos la cantidad
necesaria en litros. En este caso se requiere 4,95 lts por m2.

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b) Determinación del tiempo de riego.


El tiempo de riego depende por una parte de la cantidad de agua a reponer y de la cantidad de
agua que entrega el sistema de riego utilizado. Esto depende del dispositivo utilizado. Esta
cantidad varía con la presión, por lo que conviene medirla en cada caso.
Debe considerarse que las plantas en su primera etapa de desarrollo consumen menos agua,
por lo que los tiempos de riego deben ser menores. Igualmente, alcanzada la madurez, las
plantas disminuyen sus requerimientos de agua.
También debe considerarse que las áreas cubiertas (invernaderos), la humedad relativa es más
alta y las pérdidas por evaporación son menores.
En cultivos mayores se hace un cálculo más o menos complejo para determinar el tiempo de
riego, lo cual se hace en base a la evapotraspiración (transpiración de las plantas más la
evaporación desde el suelo) y el índice de transpiración del cultivo. Los cálculos realizados se
refieren a una situación particular y son válidos para el estado de desarrollo de las plantas y
condiciones climáticas de esa situación. Como hemos visto estos requerimientos son bastante
variables.
Para programar el regadío en las explotaciones mayores, los requerimientos de agua se
determinan periódicamente para ajustarlos a la demanda real. Para ello se realizan mediciones
de la ET mediante dispositivos especiales (bandejas de evaporación), o se utilizan tablas con
los valores predeterminados.
También hay dispositivos para determinar en terreno el nivel de humedad (Tensiómetros), que
indican el nivel de agua disponible.
En pequeñas extensiones esto es poco práctico, por lo que se puede recurrir a formas más
simples.
Para chequear si se está aplicando una cantidad adecuada de agua, después de algunas horas
de realizado el riego, con una pala de jardín, haga un hoyo en la zona regada para determinar
hasta qué profundidad se ha mojado el suelo. Si la profundidad de mojamiento es menor de la
profundidad de arraigamiento (unos 20 a 30 cm) cm significa que el tiempo de riego es
insuficiente. Esto retrasará el desarrollo de las plantas por lo que será necesario aumentar el
tiempo. Si el agua ha penetrado más allá de esta profundidad, significa que está regando más
tiempo que el necesario. Esto implica una pérdida de agua y lavado de nutrientes, por lo que
debería acortar el tiempo de riego.

5. Métodos de riego.
Los métodos de riego son la forma en que se aplica el agua al suelo.
Originalmente el agua se aplicaba al suelo directamente desde la acequia, buscando que esta
cubriera todo el terreno. La distribución era bastante irregular por lo que la eficiencia era muy baja.
Además, a veces arrastraba mucho suelo produciendo erosión. A este sistema se le llamó riego
tendido.
Una mejora fue el riego por surco y posteriormente el riego entre bordes, que requería emparejar el
suelo en bandas delimitadas por camellones. La eficiencia de estos sistemas normalmente no supera
el 50%.
Más recientemente se desarrolló métodos de riego llamados tecnificados, que conllevan sistemas de
distribución más complejos y salvo excepciones, bombeo mecanizado. Son de alta eficiencia como se
aprecia en el cuadro siguiente:
Eficiencia de distintos métodos de riego
% de
Sistema de riego
eficiencia
Sistemas Riego tendido 35 – 40 %
tradicionales
Surcos 40 – 55 %
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Sistemas Aspersión 65 – 75 %
tecnificados
Microaspersión 65 – 75 %
Goteo 95 – 98 %
La selección del método de riego tiene que ver tanto con el costo de la inversión inicial como de la
mantención y operación.
Los sistemas más eficientes por lo general requieren equipos e instalaciones que pueden ser costosas
y bastante complejas. Sin embargo, se minimiza la necesidad de mano de obra. Además, la mayor
eficiencia se traduce en mayor superficie regada y en mayor productividad. Por ello, en la agricultura
actual se han generalizado los sistemas de riego tecnificado, especialmente por goteo, aspersión o
microaspersión.
Hay un sin número de tipos de emisores, los que se adaptan a distintas necesidades. En los huertos
caseros es común el uso de sistemas simples como el uso de regaderas o de mangueras con
rociadores.
En el cultivo hortícola más tecnificado se usa mayoritariamente el riego por goteo.
Este es un método de riego localizado donde el
agua es aplicada en forma de gotas a través de
emisores, comúnmente denominados “goteros”.
La descarga de los emisores fluctúa en el rango de
2 a 4 litros por hora por gotero.
El riego por goteo suministra a intervalos
frecuentes pequeñas cantidades de agua a la
zona de raíces de cada planta. Este método,
utilizado con gran éxito en muchos países, Cinta de
garantiza una mínima pérdida de agua por
evaporación o filtración, y es válido para casi riego
todo tipo de cultivos.
Hay básicamente dos tipos de riego por goteo.
El uso de cañerías en que se insertan los goteros, o cintas de riego que
tienen los emisores incorporados en tramos regulares, normalmente a
10 o 30 cms. Para el riego de hortalizas lo más utilizado es el riego por
cintas.

6. Frecuencia del riego.


La frecuencia del riego tiene relación con la capacidad de almacenamiento del suelo. Los suelos
corrientes pueden almacenar el agua necesaria para varios días.
Por razones prácticas es usual que con los sistemas de riego tecnificado se riegue a diario o cada 2
días. Esto, porque así se mantiene siempre un nivel de humedad óptima.
Por eso, al menos en la época de mayor demanda se programa riegos diarios, en que se aplica la
cantidad equivalente al consumo y a la evaporación diaria.

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7. Conclusiones
El agua es un componente básico de los organismos vivientes y es un elemento vital para el desarrollo
de las plantas. El agua es un recurso crecientemente escaso y su uso eficiente es un desafío
importante, especialmente en áreas de bajas precipitaciones.
Hay una estrecha inter acción entre el suelo y el agua. El suelo cumple un rol de reservorio del agua
que requieren las plantas. La capacidad de los suelos para acumular el agua es variable de acuerdo a
las características de éste, tales como textura, y contenidos de materia orgánica, siendo mayor en los
suelos de textura más fina.
Un riego eficiente debe ser capaz de reponer lo más exactamente posible el agua consumida.
El consumo diario de un cultivo equivale al consumo de las plantas debido a la transpiración, más las
pérdidas por concepto de evaporación desde el suelo. La suma de estos dos factores es llamada la
evapotranspiración o factor ET.
La ET depende de las condiciones climáticas: radiación, humedad ambiental y viento. Hay dispositivos
para medir el factor ET, el cual se expresa en mm de altura de agua.
El consumo diario depende de este factor ET corregido por el un coeficiente llamado Kc que depende
del cultivo. Consumo diario = ET x Kc.
El riego debe reponer esta cantidad por lo que es necesario determinar este consumo para un riego
eficiente.
Para el cultivo hortícola el sistema de riego más adecuado es el riego por goteo, el cual es de alta
eficiencia. Normalmente se utiliza cintas de riego que aplican pequeñas cantidades en la zona de
raíces de las plantas. Se acostumbra hacer riegos diarios.
Dado la variación en el consumo, es recomendable hacer ocasionales chequeos de las aplicaciones de
agua.

III. El sistema instalado para la reutilización del agua.


El sistema que se ha diseñado tiene por objeto mejorar las características del agua de desecho
proveniente del consumo familiar, excluyendo las aguas servidas por la dificultad para su purificación
a escala de una vivienda.
Estas aguas se tratan en primer término en una cámara desengrasante y luego pasan a un biofiltro
desde donde pasan a un estanque de almacenamiento.
Desde el estanque el agua es impulsada por una bomba sumergida, la cual es activada por corriente
de la red o por electricidad generada con un panel solar, la cual es almacenada en una batería. Antes
de pasar al sistema de distribución se hace un filtrado con filtro de malla. La distribución se diseña de
acuerdo a las características de cada caso utilizando cintas de riego para los invernaderos.
La instalación consta de 6 componentes o secciones:
1. Componentes del sistema
a) La captación.
Esta varía según las distintas instalaciones existentes. El sistema contempla la captación de las
aguas provenientes de las duchas, lavamanos y lavadoras y cuando es posible de las aguas lluvia. El
agua de desecho captada es conducida hasta el sistema de tratamiento.

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b) Cámara desengrasante:
Separa por flotación las materias grasas, las que deben retirarse periódicamente.
c) Biofiltro:
Es un pequeño estanque que contiene plantas acuáticas que contribuyen a limpiar las aguas
captadas. Desde el biofiltro el agua pasa a un estanque de acumulación.
d) Estanque de acumulación.
Con capacidad para almacenar 650 a 1.000 litros.
e) Sistema de filtrado y distribución.
El agua proveniente del estanque pasa por un filtro de malla y luego a los conductos que llevan el
agua y la distribuyen en el área de cultivo. El agua debe impulsarse con bombeo mecánico
mediante una bomba sumergida.
En esta temporada se han utilizado dos sistemas para impulsar el agua.
En un caso, la bomba es activada mediante energía de la red eléctrica de los hogares.
En otros casos se usa una bomba sumergida que es impulsada con electricidad generada por un
panel solar, la cual se almacena en una batería que es la que alimenta la bomba.
El sistema de distribución contempla una salida para manguera de riego y distribución con
cañerías con goteros o cintas de riego con emisores cada 10 cm.
2. Mantención del sistema :
Requiere limpiar periódicamente la cámara desengrasante retirando el material aglomerado que se
encontrará en su interior. La frecuencia dependerá del uso dado. También se debe limpiar el filtro de
malla. Para limpiar el filtro se desenrosca la tapa, sacando el elemento filtrante desde su interior para
su lavado. Es conveniente el uso de una escobilla para sacar las impurezas que se adhieren a la malla.
Es conveniente hacer una mantención a la bomba una vez al año si ha tenido un uso frecuente. Para
ello debe recurrir a un servicio técnico.
Las cintas de riego deben chequearse regularmente para detectar posibles obstrucciones.
El resto del equipo no requiere mantención.

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