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Stam244

¡Un caos exegético está invadiendo la iglesia!


Crece confusión sobre criterios de interpretación bíblica

La iglesia vive por la palabra que la alimenta y que ella proclama. Nunca puede ser
más saludable de lo que está su interpretación bíblica. Eso requiere en todos y
todas un discernimiento crítico y un saludable "sospechómetro" ante toda
enseñanza. En eso, nuestra consigna y nuestro imperativo es el mandamiento
bíblico de "examinarlo todo" (1Tes 5:21), "para ver si estas cosas son así" (Hch
17:11).

Siempre ha habido interpretaciones especulativas, especialmente en la exégesis del


Apocalipsis. Pero en años recientes la interpretación tendenciosa se ha extendido
como un cáncer a casi toda la temática bíblica. Las especulaciones más
estrafalarias se transmiten, con la autoridad de la radio, la televisión y las redes
sociales, a muchos millones de personas. Algunas revistas protestantes publican sin
crítica artículos que tergiversan las escrituras. Prestigiosas casas editoras, antes
más cuidadosas de la seriedad de sus publicaciones, publican libros que son más
propaganda que exégesis. Y aun los evangélicos cultos parecen estar un poco
anestesiados para quedar insensibles a las evidencias de exégesis dudosa. De un
libro reciente, lleno de interpretación cuestionable, varios amigos, muy preparados
teológicamente, me sorprendieron con sus entusiasmados elogios. Sospecho que el
concepto moderno de "tolerancia" esté convirtiéndonos de creyentes críticos en
creyentes crédulos.

La exégesis es la ciencia histórica que busca la interpretación más probable de un


texto. Los métodos básicos fueron desarrollados por los humanistas del siglo
quince y adoptados y aplicados por los reformadores protestantes. La exégesis
requiere una empatía grande con el contexto original del texto mismo con su propia
agenda, semántica etc. Cumplida esa tarea exegética, sigue la tarea de "releer" ese
mensaje antiguo para el nuevo contexto nuestro hoy. Esas relecturas deben ser
fieles al previo trabajo exegético pero no deben repetirlo mecánicamente, a
espaldas del nuevo contexto histórico.

A continuación propongo resumir algunos problemas exegéticos que ilustran estos


principios en algunos de los muchos campos de interpretación:

(1) El creacionismo: a primera vista parece que este movimiento está defendiendo
la verdad bíblica de la creación, pero de hecho defiende una interpretación
específica de Génesis 1: la literal, a espaldas del contexto pre-científico de todas
las referencias bíblicas al tema. Tratar a Génesis 1 como una refutación anticipada
a Darwin es un anacronismo anti-exegético. Si los creacionistas se preocuparan
por la exégesis del texto bíblico, en su contexto original, harían una relectura muy
distinta de su significado para hoy.1

(2) Apocalipsis: el Apocalipsis ha sido el manicomio exegético de la


interpretación bíblica. "Todo ojo lo verá" (Ap 1:7) se interpreta como una profecía
de la televisión; ¡los camarógrafos estarán esperando para convertir la venida de
Cristo en noticia mundial instantánea! El "666" por su parte será un tatuaje enviado
desde una computadora por medio de una máquina laser. Todo eso y más, aunque
el texto no da el más mínimo indicio de tales aparatos modernos, y ni Juan ni sus
lectores conocían la energía eléctrica.

Me contaron que una vez un predicador demostró matemáticamente que las letras
de "Adolfo Hitler" sumaban 666 y que entonces el Führer alemán era el Anticristo.
Un amigo nuestro, presente en el público, calculó rápidamente que por los mismos
métodos el nombre del predicador daba también 666.2

(3) Exégesis ideológicamente tendenciosa: Por más de un siglo los


dispensacionalistas han interpretado "Gog y Magog" (Apoc 20:8) como una
referencia a Rusia. Sin razones exegéticas convincentes, y a pesar de fuertes
evidencias en contra, eruditos ingleses los interpretaban en términos del conflicto
entre el imperio británico y el imperio zarista de Rusia. Era inevitable que durante
la guerra fría del siglo XX la misma interpretación falsa de Gog y Magog
alimentara el anti-comunismo en los EUA y en amplios sectores conservadores de
América Latina.

Esta mala exégesis creó problemas para Nicaragua después del triunfo Sandinista.
Si Rusia es el Anticristo, y los Sandinistas son amigos de la Unión Soviética,
¿cómo puede un cristiano ser amigo de ellos? Los Estados Unidos, en cambio, son
amigos de Israel, el pueblo escogido de Dios que gobernará el mundo durante mil
años. ¡Nicaragua estaba con un serio problema apocalíptico! Ante este desafío
exegético, el CEPAD (una ONG cristiana nicaragüense) programó siete talleres en
ciudades claves del país para cambiar radicalmente la interpretación del
Apocalipsis, con muchas "conversiones" que eran como nacer de nuevo.

1
Puede consultarse Stam, Las buenas nuevas de la creación (Kairós 2003).
2
Ver también juanstam.com 9.1.07 "¡Sorpresa! El 666 no es 666".
Bajo Somoza el texto lema de la derecha evangélica fue Romanos 13: sométanse a
las autoridades porque las ha puesto Dios. Con el triunfo Sandinista ese
mandamiento perdió su vigencia, reemplazado por Hechos 5:29: hemos de
obedecer a Dios antes que a los hombres. La manipulación ideológica del texto era
evidente.

(4) Doctrinas novedosas: Muchos predicadores hoy pretenden haber descubierto


verdades nuevas, como la teología de la prosperidad, los neo-apóstoles, las
maldiciones generacionales y mucho más. Proclaman sus doctrinas con textos de
prueba, sin análisis exegético y sin tomar en cuenta las evidencias en contra.
Insisten en que Efesios 4:11 señala cinco ministerios cuando el texto griego
(reflejado en la puntuación en las versiones castellanas) prueba claramente que
"pastor-maestro" es un solo ministerio. Inventan unas distinciones entre dos
palabras griegas ("logos" y "rhema") que en el griego son sinónimos
intercambiables, para fundamentar unas doctrinas realmente aberrantes.

En general, estos predicadores y sus seguidores menosprecian, o hasta rechazan, el


análisis racional del significado original del texto. Un texto favorito es "no se
preocupen por lo que han de decir o cómo han de decirlo, porque cuando les llegue
el momento de hablar, Dios les dará las palabras" por el Espíritu (Mateo 10:16-20).
El argumento no toma en cuenta que todo el pasaje tiene que ver con la crisis de
ser arrestado, no con la interpretación bíblica ni la preparación de sermones. La
irracionalidad no es lo mismo que la espiritualidad.

La iglesia necesita una mejor orientación hermenéutica. Un profesor de un


seminario suramericano me dijo, "Yo no interpreto, yo solo leo", sin darse cuenta
de que leer es interpretar. A un artículo en mi blog, en agosto de 2014, una lectora
terminó su comentario con "El anticristo es el papa, católicos no sean más ciegos,
por favor lean la biblia."3

(5) Homosexualidad: Este tema excita fuertes pasiones, en pro y en contra, que
dificulta tremendamente la buena exégesis de los textos pertinentes. En la exégesis
anti-homosexual, con sólo emplear el término moderno "homosexualidad", como
fenómeno que conocemos hoy, a menudo interpreta los textos bíblicos en el

3
Los centenares de respuestas a juanstam.com podrían servir como una radiografía de la mentalidad protestante y
para marcar estrategias para la transformación de la iglesia hispano- y portugués hablante.
contexto moderno y no el del texto original.4 A menudo interpretan con mucha
parcialidad el relato de Sodoma, hasta emplear el término "sodomita", que en toda
la Biblia significa solo "habitante de Sodoma" sin ningún sentido sexual. Algunos
interpretan Daniel 11:37, "no hará caso del amor de las mujeres" (RVR) como una
denuncia, hasta una profecía, de la homosexualidad. Pero el contexto no es el sexo
sino el culto y el sujeto es un rey (¿Antíoco Epífanes?) que "no tomará en
cuenta...al dios que adoran las mujeres" (NVI; BP).

Al otro lado del debate, distinguidos biblistas también han hecho propuestas
exegéticamente dudosas. El esfuerzo básico consiste en limitar la denuncia bíblica
solo a casos de incesto, pederastia, esclavitud o injusticia y opresión (adikía).5 Su
mayor desafío ahora es proponer una relectura fiel y convincente para nuestro
tiempo.6

Conclusión: Con este breve resumen concluyo una serie de artículos en que
intento realizar un "análisis exegético" de los escritos analizados, para ver si sus
interpretaciones representan la explicación más probable y mejor fundamentada de
los textos bíblicos en su original contexto histórico. En ningún momento se trataba
de la homosexualidad como tal sino de la mejor interpretación de los textos
bíblicos, de cómo esos autores antiguos entendían el tema en su propio contexto
histórico y social.

Estoy cada día más convencido de que la exégesis es una ciencia histórica, con sus
propios métodos y reglas, en busca de la interpretación más probable de un texto
escrito. Creo que la iglesia está en una crisis exegética en que tanto simples
creyentes como también importantes líderes carecen de métodos y criterios para
evaluar con discernimiento las diversas ofertas exegéticas. Sobra mencionar la
jungla de interpretaciones especulativas y tendenciosas del Apocalipsis, pero el
fenómeno se va generalizando en los púlpitos y en las cátedras académicas.

Un gran signo de esperanza ha sido el surgimiento de una comunidad exegética


inter-confesional. Gracias al impresionante movimiento bíblico dentro de la iglesia
católica y un despertar de la exégesis evangélica (F.F. Bruce, Gordon Fee y
muchos) y otros sectores de un ecumenismo bíblico, tienden a surgir algunos

4
Para evitar este anacronismo, es mejor hablar de "sexo homoerótico". como práctica y no sólo como tendencia o
preferencia.
5
Artículos anteriores analizaron la exégesis de Dale Moody (www.juanstam.com , 25 octubre 2013), Renato Lings e
Irene Foulkes (www,juanstam.com , 3 enero 2014), "Carta de Juan Stam a Tom Hanks sobre arsenokoitai" Lupa
Protestante, 5 agosto 2014; "Análisis exegético del libro de Tomás Hanks , juanstam.com 11 mayo 2015.
6
"La Homosexualidad: Consideraciones exegéticas y hermenéuticas", juanstam.com 7.11.12
consensos exegéticos muy positivos. Eso me animó mucho en mi trabajo sobre el
Apocalipsis pero también en patrística y otros campos de estudio. Ante esa realidad
ninguna exégesis puede ser aislacionista, "en el closet". Por eso el debate es
indispensable y el cuestionar y debatir es un sagrado deber.

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