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El capítulo once de la Carta a los Hebreos, tiene por título “la fe”, y la mayor parte de
sus versículos comienza: “por la fe…” y nos relata los grandes proyectos, obras, conquistas
y victorias que lograron los patriarcas, reyes, jueces, hombres y mujeres, por la fe. La
fe no es un pensamiento, ni un sentimiento, tampoco una emoción, la fe fue el motor o
impulso para hacer grandes cosas para Dios, fe es creer en las palabras de Dios, es confiar
en su poder y bondad, fe es avanzar en Su voluntad...
¿QUÉ ES LA FE EN DIOS?
“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesaret, el gentío se agolpaba sobre él
para oír la palabra de Dios. Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del lago… Y
entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra
un poco; y sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud” Lucas 5:1-3.
La fe se activa por oír la palabra de Dios. Esto está antecedido de un anhelo profundo por
oir a Dios. El texto de hoy nos enseña que la gente se agolpaba para oír la palabra de
Dios, junto al Lago de Genesaret. Ellos querían escuchar, anhelaban la palabra del Señor,
por eso el salmista también dice: “¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la
miel a mi boca” (Salmo 119:103).
Además, nos dice el texto de hoy que Jesús estaba “junto al lago de Genesaret”, la palabra
Genesaret, significa: “Jardín de riquezas”, “Jardín del príncipe”, y esto es lo que ellos
allí encontrarían: al Hijo del Rey, Jesucristo el Hijo de Dios, enseñando las riquezas de
la revelación del reino de Dios.
Cuando miramos los evangelios detalladamente vemos que Jesús siempre está enseñando, en
todo lugar, en todo momento, en toda circunstancia, a través de sus sermones, sus acciones
o su ejemplo, pero creo que como los discípulos de ayer, nosotros hoy no estamos siempre
aprendiendo. Permitimos que los factores distractores, o las circunstancias adversas nos
aflijan demasiado, y nos perdemos grandes y hermosas enseñanzas. Por eso, muchas veces
superamos la dificultad por Su misericordia, pero sin asimilar la enseñanza contenida en
la prueba (Abraham nos enseña al respecto, puedes leerlo en: “Abraham debe sacrificar a su
hijo”).
Jesús les enseña desde la dificultad: “ellos lavaban sus redes” y más adelante nos dice el
texto que “nada habían pescado”, había desánimo, decepción, y fatiga. Les enseñaba desde
su lugar de trabajo: la barca. Dios siempre nos estará enseñando, pues nuestro discipulado
es eterno ¿por qué cuando dejará él de ser Maestro? Por eso, una de las virtudes del hijo
de Dios es mantener un corazón enseñable, manso y humilde.
Debemos mantener presente que la fe promueve los milagros (te invitamos a leerlo en: “la
fe genera una atmósfera de milagros”) . La fe avanza ante la adversidad, pues confía en
las palabras de Dios. La fe es una prueba de confianza donde el discípulo deposita su
corazón en las palabras de su Maestro. “Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar
adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la
noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red” Lc.
5:4-5.
Pedro había escuchado el mensaje de Jesús en su barca, la Biblia no nos dice cuál fue.
Jesús le da una palabra, un mandamiento, una instrucción, él venía de pescar, las redes
estaban recién lavadas, estaba cansado de pescar toda la noche (tiempo en el que los peces
subían a la superficie, y de día se escondían del calor), Jesús era Maestro de las Escrituras
y no pescador, sin embargo Pedro le dice: “en tu palabra echaré la red”. La obediencia debe
imponerse sobre la razón, pues está ultima es un obstáculo para los milagros. Pedro obedeció
a pesar de las adversidades.
Reflexión final: Pedro y los demás discípulos fueron testigos de un milagro, pues sólo
cuando confiamos en Dios y obedecemos su palabra veremos cosas sobrenaturales. No es por
nuestra capacidad o experiencia, es por el poder y la gracia de Dios.
LA ARMADURA DE DIOS (Devocional No. 054)
“Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas
del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de
Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”,
Efesios 6:11-13.
Debemos ser conscientes de la realidad de la batalla espiritual. El término lucha del gr:
pale, traduce: combate cuerpo a cuerpo, relacionado con mecer, vibrar. El texto nos habla
de un conflicto espiritual, absolutamente real, aunque generalmente invisible. Somos
soldados del ejército de Dios contra el ejército de las tinieblas, la condición y efectos
de ésta lucha se expresan en lo natural.
En el texto se nos presentan nuestros adversarios: el diablo y sus ángeles. El diablo era
un querubín ungido en el cielo, pero un día se rebeló contra Dios y muchos ángeles le
siguieron, cayeron del cielo, se corrompieron, y se convirtieron en agentes de maldad y
destrucción, que aborrecen el modelo de Dios y todo lo que tenga su imagen, procuran
destruir a los hombres natural y eternamente.
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Por el Espíritu Santo el apóstol Pablo nos muestra las actitudes ante ésta batalla. Primero:
fortalecerse en el poder del Señor, la palabra “fortaleceos” significa: recibir poder,
derramar poder dentro de, y añade: “en el Señor”, quiere decir que recibimos de Dios su
fuerza (para perseverar) y su poder (para servir con autoridad y eficazmente al Señor).
Perseverar con firmeza. “Estad, pues, firmes” dice aquí, y el final del vrs. 13 dice: “y
habiendo acabado todo, estar firmes”, los verdaderos soldados que van a la batalla saben
esto, perseverar hasta el fin.
Sin duda, la comunión genuina con Dios. Ef. 6:18 destaca la oración “en el Espíritu Santo”,
nos habla entonces de orar guiados por el Espíritu, fortalecidos por él, orar en él y con
él, inmersos en su presencia y con su dirección y consejo, pues es nuestro consolador. Nos
habla de una comunión consciente, apasionada, ferviente, a la expectativa de lo nuevo que
Dios tiene para nosotros. La armadura de Dios es provisión para cada creyente.
Reflexión final: Ésta batalla es real, así como la completa victoria de Cristo sobre las
tinieblas en la cruz del Calvario. Lo que debemos hacer es caminar equipados con lo que
Cristo conquistó para su Iglesia, y avanzar en Su autoridad. Lo que Dios le dijo a Josué
antes de conquistar Canaán, te lo dice hoy: “como estuve con Moisés estaré contigo; no te
dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y se valiente... Jehová, tu Dios, estará contigo”.
EL GOZO DE DIOS
EL GOZO DE DIOS EN EL CRISTIANO SEGÚN LA BIBLIA
El gozo del creyente
Introducción: (El gozo cristiano) Mientras Salomón se mantuvo fiel a Dios no sólo fue
prosperado, sino que su corazón experimentaba un gozo inmenso, el gozo de obedecer a Dios.
Pero sus últimos años fueron de suma tristeza, fracaso personal y del reino, escasez,
enemigos. Esto tuvo su origen cuando dejó de ser fiel a Dios. Nuestro gozo no está en
función de la abundancia material sino en Dios mismo (dejando claro que creo que Dios nos
quiere bendecir)…
I. LA DEFINICIÓN DE GOZO:
Nota: El gozo del cristiano es Dios mismo, por eso dice la Escritura: “Entraré al altar de
Dios, Al Dios de mi alegría y de mi gozo; Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío” (Sal
43:4). Por tanto, éste gozo va ligado al gozo de Dios mismo, al vivir en Su voluntad, por
eso el Padre dijo:
“Éste es mi Hijo amado en el cual tengo complacencia”, es decir, en el cual me gozo, por
qué? Porque el Hijo vivió para hacer la voluntad del Padre, el gozo del Hijo, era el gozo
del Padre, pues Jesús hacía lo que agradaba al Padre.
Nota: En éste versículo podemos ver la fuerza del gozo, pues llevó a Jesús a la victoria
en la cruz y a vencer el oprobio. Dice el texto: “sufrió la cruz”, aquí sufrir significa
resistir, soportar y “oprobio” significa: deshonor, injuria y deshonra. Por el gozo, Jesús
resistió la cruz y menospreció los insultos.
Nota: La parte final de Heb. 12:2, nos dice que después de esto, Jesús se sentó a la diestra
del Padre. Esa era la visión del Hijo, porque era el plan del Padre. El pueblo de Israel
caminó por el desierto, pero su escasa visión fortalecía la incredulidad; las dificultades
del camino producían en ellos queja y murmuración; al no mirar por la fe la tierra de la
abundancia, los recuerdos del pasado (de Egipto) y el miedo, los hacía anhelar volver
atrás…
Nota: El profeta Jonás es un ejemplo de esto. Que privilegio cuando el Señor nos comisiona.
Dios le encomienda a Jonás conquistar una ciudad con Su mensaje, sería usado cómo fiel
profeta del Señor. Pero su corazón estaba resentido. Su corazón quería venganza.
Su corazón estaba impulsado por su orgullo espiritual (era judío, hijo del pacto y la
promesa, ellos, los ninivitas eran gentiles, a quienes los judíos llamaban “perros”…). Y
así esa encomienda de Dios a Jonás, se le convierte en una amargura, por no tener la
perspectiva correcta.
Nota: El libro del profeta Jonás nos enseña que Jonás se enojó, se sintió frustrado, al
ver la salvación de Dios con la ciudad de Nínive. La Escritura dice de Jonás: “Pero esto
disgustó mucho a Jonás, y lo hizo enfurecerse”, y le dijo a Dios: “Así que ahora, Señor,
te suplico que me quites la vida. ¡Prefiero morir que seguir viviendo!” (N.V.I Jonás 4).
“…Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no
tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque
el gozo de Jehová es vuestra fuerza”.
Nota: Es interesante que el gozo está en relación directa con el arrepentimiento, ése el
contexto aquí. La palabra fuerza, viene de un término hebreo que traduce además: lugar
fortificado, fortaleza, defensa, peñasco, inexpugnable. Es decir, el gozo nos levanta para
caminar por sendas de seguridad en Dios, donde el enemigo no te pude tocar. Los planes de
Dios para ti, avanzarán, porque tú caminas en Su fuerza.
Nota: La Escritura también dice: “el reino de Dios no consiste en comida y bebida, sino en
justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”, en el cielo no hay personas afligidas, ni
deprimidas, ni resentidas, ni enojadas con Dios. Cristo está sentado a la diestra del
Padre, y volverá.
Pero ahora en nosotros está el Espíritu Santo de Dios… a quien a veces contristamos por
nuestra desobediencia. Pablo estaba encarcelado en Roma, en medio de la voluntad de Dios y
le habla a una iglesia constituida, libre y desde su condición les anima (su secreto: la
comunión con Dios).
Conclusión: Dios ha planeado lo mejor para sus hijos, no permitamos que las crisis o pruebas
nos arrebaten el gozo de Dios, debemos tener la visión correcta y obedecer a Dios,
fortaleciéndonos en Su presencia para cumplir con lo que Dios ha diseñado para nosotros.
SATANÁS O LA SERPIENTE ANTIGUA
SATANÁS O LA SERPIENTE ANTIGUA
(Pastores Gonzalo y Andrea Sanabria)
Introducción: El diablo se reveló en el cielo, e hizo que la tercera parte de los ángeles
se rebelarán contra Dios, lo logró a través de la mentira.
Les hizo creer que él era el mejor, que Dios estaba mal, equivocado, que Dios era débil
(por su misericordia y diseño en el cielo), y por su soberbia cayó, y se convirtió en
diablo y Satanás, y los ángeles que le siguieron, que fueron engañados, se convirtieron en
seres de maldad, y hoy día sigue haciendo lo mismo: engañando…
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A. Apoc. 12:9.
“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás,
el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados
con él”
“Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de
alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo”.
Nota: Engaña los sentidos a través de las palabras seductoras: ojos, oídos, etc… recordemos
cuando tentó a Jesús…
C. A través de las palabras deposita semillas de maldad y rebelión contra Dios, Gén. 3:1-
6.
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había
hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del
huerto?...”
Nota: Jesús llamó a los Fariseos y escribas: “hijos del diablo”, porque eran mentirosos y
engañadores, pues la religión los gobernaba, cuando hablaban, decían mentiras religiosas,
y el diablo es padre de mentira, y cuando habla de lo suyo habla: mentiras, engaña, es
hipócrita, seduce a la rebelión…
Nota: Es increíble pero el diablo todavía cree que puede detener los planes de Dios.
(Puedes leer más estudios, sermones y devocionales en
http://estudiosysermones.blogspot.com/)
Nota: El apóstol Pablo motiva a Timoteo, a estudiar las Escrituras, a leerlas, a ocupar
sus pensamientos con la Palabra de Dios, porque es pura, santifica, renueva la mente y nos
alimenta…
Nota: Ahora es el apóstol Pedro quien nos invita a desechar las mentiras y llenarnos de la
Palabra de Dios, alimentarnos de ella como un bebe recién nacido anhela la leche materna…
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos
ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su
boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba,
sino encomendaba la causa al que juzga justamente”.
Nota: Jesús es nuestro máximo ejemplo, de su boca nunca salió una mentira, nunca engañó a
alguien (pues si lo hubiera hecho, estaría prestando su boca al enemigo de nuestras almas…).
Aunque fue ultrajado, calumniado y amenazado, no se sintió con derecho a hacer lo malo, ni
hacer lo que los otros hacían, sino que iba al Padre celestial…
Conclusión: Dios es bueno y desea lo mejor para sus hijos, es necesario caminar en la
verdad, no consentir las mentiras del diablo, Jesús en varias ocasiones nos muestra como
hacerle frente: “Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y él sólo
servirás” y en otra ocasión le dijo: “apártate de mi Satanás”… eres un hijo de Dios, no
aceptes sus mensajes, porque su naturaleza es la destrucción, Dios ha venido a darnos vida
y vida en abundancia.