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ENCOMIENDA, FAMILIA Y NEGOCIOS EN CHARCAS COLONIAL (BOLIVIA).

Los encomenderos de La
Plata, 1550-1600. Ana María Presta
INTRODUCCIÓN: LOS ENCOMENDEROS DE CHARCAS
 Esta investigación está consagrada al estudio de las actividades económicas de un núcleo minoritario y opulentoque
contribuyó al diseño de la historia del Perú colonial a lo largo de la segunda mitad del siglo XVI : los encomenderos de la
Villa de Plata, ciudad cabecera de la Audiencia de charcas, fundada entre 1539 y 1540. La Villa de Plata alcanzó status
de ciudad en 1559 y, con el correr del tiempo, fue también conocida como La Plata, Chuquisaca y Charcas. “La ciudad de
los cuatro nombres” es en la actualidad Sucre, capital histórica de la República de Bolivia. En la temprana época colonial
fue la residencia de encomenderos que gozaban de los ricos repartimientos sur-andinos1. Inicialmente, esas encomiendas
fueron otorgadas por Francisco Pizarro a sus parientes y paisanos.
 Las reasignaciones posterioresefectuadas durante los tumultuosos años que mediaron entre el asesinato de Pizarro y la
finalización de las Guerras Civiles entre españoles (1541-1548), dejaron de lado los criterios que seleccionaban a los
beneficiarios por sus vínculos de paisanaje con el gobernador para dar lugar a otro tipo de clientelismos y asociaciones,
como aquellos puestos de manifiesto por los gobernadores licenciados, Cristóbal Vaca de Castro (1541-1544) y Pedro de
la Gasea (1547- 1550), quienes beneficiaron a los que habían ayudado al éxito de sus respectivas tareas pacificadoras.
 La encomienda de indios se convirtió en el bien más preciado al que un conquistador podía aspirar después de que
Francisco Pizarro repartiera el metálico resultante del rescate del Inka Atahualpa. Entonces, la encomiendapodía definirse
como una merced obtenida en recompensa por los servicios militares, o su valor equivalente, prestados por un
conquistador. Mediante ella se confería al beneficiario el derecho a gozar del tributo de un conjunto determinado de
población indígena, a quien se comprometía a proteger y brindar instrucción religiosa.Supeditadas a la confirmación real,
las mercedes podían ser otorgadas por el gobernador, por funcionarios a cargo del gobierno colonial y, más tarde, por los
virreyes.
 Sin embargo, durante las Guerras Civiles, los jefes de ambos bandos, Francisco Pizarro y Diego de Almagro, o sus
respectivos lugartenientes, ejercieron facultades gubernativas en los territorios alternativamente dominados por uno u
otro y, en prueba de su autoridad, se esmeraron en exhibir su patronazgo al quitar al cliente del adversario lo que el otro le
había entregado previamente como recompensa. Valga como ejemplo lo actuado en la Villa de Plata por Francisco de
Almendras, Teniente de Gonzalo Pizarro–hermano de Francisco–quien, como se verá en capítulos siguientes, despojó de
mercedes y fortuna a los enemigos de su patrón durante la rebelión iniciada en 1544. De manera tal que por momentos
hubo superposición de mercedes, disfrutes compartidos y pleitos a granel. Aunque por entonces el Perú era el campo de
batalla donde se dirimían liderazgos y ambiciones políticas, y en el cual la autoridad del rey parecía ser ignorada, era la
Corona quien debía confirmar la encomienda concedida. Ello no impedía que durante el lapso que tardara en llegar la
cédula real, el beneficiario dispusiese del tributo de sus indios. Pero,lo que más atraía a los conquistadores e incentivaba
su voracidad por obtener una encomienda, era que con ella cubrían sus aspiraciones señoriales. Los encomenderos se
constituían en señores de vasallos, a la par que debían a su rey servicio militar, mientras se investían en representantes
de los gobiernos municipales de las ciudades recién fundadas por el mero ejercicio de su condición de vecinos.2
 Desde el inicio de la conquista y hasta la década de 1570, la encomiendafue el vehículo de acceso a diferentes negocios
que, como resultado de un mercado colonial en formación, se ofrecían a aquellos que poseían mano de obra, facilidades
de producción agrícola-ganadera y capital para invertir en otros sectores de la economía. *Por lo tanto, la encomienda
charqueña se constituyó en la fuente organizativa del sistema socioeconómico y en el vehículo inicial de la producción
de mineral de plata en las minas de Porco y Potosí, descubiertas en territorio de su jurisdicción, al disponer del servicio
personal indígena y mantener un flujo laboral constante en ambos asientos mineros. Si bien la “etapa de oro de la
encomienda” se sitúa entre 1550 y 1560, década en que sus beneficiarios se hacen acreedores al cuantioso excedente
campesino, a la par que monopolizan el mercado interno al ser los generadores de toda actividad productiva y
mercantil, el período explorado, 1550-1600, aunque la incluye, trasciende esa etapa. Los años estudiados se ajustan a las
dos vidas de disfrute familiar o sucesorio de la encomienda, prescritas por la legislación emanada con posterioridad a la
finalización de las Guerras Civiles en la década de 1550, luego de cuya vigencia la Corona esperaba declarar su vacancia.
 Introducirse en la historia de Charcas hace ineludible la mención de su riqueza minera. La “etapa de oro de la
encomienda” coincide con el primer boom de la explotación de las minas de plata de Potosí y, concretamente, con el
período de la minería de huaxjra, durante el cual se sientan las bases del sistema mercantil colonial.3 No obstante, la etapa
señalada revela un Potosí con débil capacidad de arrastre mercantil y, por ende, un espacio económico de desarrollo
restringido, donde los negocios concurren en forma de compañías de duración precaria, aunque con la intervención
constante de los indios encomendados.Los señores de indios se favorecieron de ese Potosí en ebullición (1545-1560) al
ser acreedores a la renta trabajo de la encomienda y obtenerla del servicio personal de sus indios en sus propios

1 Pedro Ramírez del Aguila, Noticias Políticas de Indias [1639], trans. de Jaime Urioste Arana (Sucre: Imprenta de la Universidad, 1978), 22, 26. Aunque,
inicialmente, "repartimiento" significó la concesión de indios de servicio a un particular o institución, en este caso repartimiento se utiliza como
sinónimo de encomienda, una de sus varias y generalizadas acepciones.
2 Manuel Belaúnde Guinassi, La encomienda en el Perú (Lima: Ediciones Mercurio Peruano, 1945), 44-52, 102, 113-117; Enrique Torres Salamandra,
Apuntes históricos sobre las encomiendas en el Perú (Lima: Universidad Mayor de San Marcos, 1967), 15-32; James Lockhart, Spanish Perú 1532-1560.
A Colonial Society (Madison: The University of Wisconsin Press, 1968), 11, 14-16; Steve J. Stern, Peru's Indian Peoples and the Challenge of Spanish
Conquest. Huaman- ga to 1640 (Madison: The University of Wisconsin Press, 1982), 27-28; Josep M. Barnadas, Charcas 1535-1565. Orígenes Históricos
de una Sociedad Colonial (La Paz: Centro de Investigación y Promoción del Campesinado, 1973), 215-244.
3 Los inicios de la explotación minera de Potosí se circunscriben a la utilización del sistema indígena de separación de metales consistente, en una
primera instancia, en el alisamiento del mineral bajo la presión de una piedra de base curva, luego de lo cual se lo fundía en un hornillo piramidal o
cónico, de unos tres pies de alto, alimentado a carbón vegetal o estiércol de llama, cuyos costados agujereados permitían el ingreso del viento que -al
avivar el fuego- elevaba la temperatura del horno hasta permitir la fusión de los metales. Huayrasignificavientoenquechua. Véase: Peter Bakewell,
"Mining in Colonial Spanish America," enThe Cambridge History of Latin America, Lesley Bethell ed. (Cambridge: Cambridge Univer- sity Press, 1984), ii:
118 y Miners of the Red Mountain. Iridian Labor in Potosí, 1545-1650 (Albuquerque: University of New México Press, 1983), 15.
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socavones y vetas.
 Sólo por tener registros de minas a su nombre, los encomenderos recibían una porción de la producción de plata, la cual
cambiaban a los fundidores indígenas, obteniendo de sus tributarios otro adicional de la producción de plata en forma de
renta dinero. Finalmente, cabe precisar que los bienes de consumo que se mercantilizaban en Potosí, provenían de la
actividad rural campesina. Los bienes de producción doméstica llegaban al centro minero en calidad de tributo en
especie de la encomienda, de manera tal que los encomenderos fueron los beneficiarios de la producción inicial de plata
y, en consecuencia, quienes participaron de la producción, dominaron la distribución y regularon el consumo del naciente
mercado interno.4
 Hasta la primera tasación oficial (1549), los encomenderos podían reclamar a su voluntad el tributo que estaban
compelidos a entregar sus encomendados, la naturaleza del cual dependía de sus propias necesidades. Sin duda, la
tasación general ordenada por el Licenciado Pedro de la Gasea, luego del triunfo sobre Gonzalo Pizarro, constituyó el
punto de inflexión a partir del cual comenzó la lenta decadencia del sistema de encomienda. De allí en adelante, los
encomenderos, que habían utilizado en su favor el sistema de reciprocidad andina, aunque sin el obligado retorno, iban a
sufrir la paulatina deflación del ilimitado poder que ejercían dentro y fuera de sus propios repartimientos.
 Las Leyes Nuevas de 1542habían sido diseñadas para contribuir a la protección de los indios y limitar las atribuciones de
los encomenderos. Su aplicación, que motivó el alzamiento encomendero, fue lenta y dificultosa y a través de su tibia
puesta en práctica, Gasea comenzó a construir las bases del Estado colonial. A fin de neutralizar el comportamiento
anárquico de los encomenderos, Gasea llevó adelante una política de no confrontación, a la vez que preparó la
disminución de sus múltiples ingresos bajo la puesta en práctica de una tasación oficial reguladora de las obligaciones
de los indígenas. En ese orden, prefirió no abolir el servicio personal y evitó legislar sobre el trabajo indígena enPotosí,
espinosas tareas que dejó en manos de sus sucesores. Sin embargo, la tasación de 1549 cumplió el propósito de erosionar
el sistema de percepción indiscriminada de tributos, dando lugar a la abolición del servicio personal y a la paulatina
conmutación del tributo en especie -retasas de 1552 y 1562-, para abrir paso a la monetización global en la década de
1570, con lo cual se completó la mercantilización del sistema.5
 Durante el gobierno del virrey don Francisco de Toledo, y a mediados de 1570, Potosí salió de su letargo, retornando
la bonanza al Cerro Rico. La expansión minera posterior resultó de la introducción del proceso de amalgamación por
azogue, el cual elevó el monto de metal producido y mejoró notablemente su calidad, aunque obligando a perfeccionar los
métodos de extracción y molienda. Al complicarse y encarecerse el proceso productivo, los indígenas fueron relevados de
su participación en la fundición y el refinamiento, pero siguieron siendo de vital necesidad en el proceso extractivo. Ello
se expresó en la letra a partir de la jornalización de su trabajo, junto a la organización del sistema laboral compulsorio
de la mita o turno de labor. Las innovaciones tecnológicas trajeron aparejadas una notable inversión en infraestructura, el
recambio de una generación de empresarios, la paulatina división del trabajo y la necesidad de aprovisionamiento de
insumos para la producción y reproducción de la mano de obra.
 Asimismo, tanto los cambios tecnológicos como los laborales dan cuenta de la intervención estatal en la economía
colonial. La intromisión de la Coronaen ese campo debe capitalizarse como un hecho notable en un territorio virreinal
otrora caracterizado por la anarquía y el nepotismo de los jefes, y es firme indicador de los cambios políticos resultantes
de la pérdida de poder de los encomenderos luego de las Guerras Civiles. No obstante ello, algunos encomenderos
pudieron adaptarse a los nuevos requerimientos del mercado. Contando con capital disponible, participaron en la etapa
del azogue como dueños de minas, ingenios o casas de beneficio en forma individual, familiar o asociados a otros
inversores, con quienes afrontaron conjuntamente los riesgos y etapas de la explotación minera. A pesar de la magnitud
de estos cambios, Potosí aseguraba su abastecimiento interno al generar zonas especializadas que se conjugaban en la
formación de un vasto espacio económico, donde las regiones se integraban mediante la división geográfica del trabajo y
la consecuente circulación mercantil.6
EL ESPACIO FÍSICO Y PERSONAL DE LOS ENCOMENDEROS CHARQUEÑOS
 En medio de un abanico de oportunidades económicas generadas por ese polo de atracción que fue Potosí, los negocios
de los encomenderos charqueños cobraron una nueva dimensión y sentido al contextualizarse en otro espacio: el físico y
personal de los vínculos primarios. En ese orden, los beneficiarios de una merced de encomienda interactuaban, se
vinculaban y relacionaban con un número de individuos con quienes guardaban lazos personales y cuya actividad en el
campo de los negocios contribuía a la solidaridad familiar, la ampliación de las inversiones y, por ende, al estrecha-
miento de esos vínculos. Los encomenderos pueden visualizarse construyendo redes de relaciones que permiten evaluar
su comportamiento dentro del sistema social.7
 Para lograr una mejor comprensión de las múltiples actividades económicas de los encomenderos charqueños, me
propuse observar el funcionamiento de sus vínculos primarios asociados a sus negocios, bajo el esquema de “red social”
que reconoce antecedentes y usos interdisciplinarios.

4 Carlos Sempat Assadourian, "La producción de la mercancía dinero en la formación del mercado interno colonial. El caso del espacio peruano, siglo
XVI", en Ensayos sobre el Desarrollo Económico de México y América Latina (1500-1975), Enrique Florescano ed. (México: Fondo de Cultura Económica,
1979), 237-250.
5 Carlos Sempat Assadourian, "La renta de la encomienda en la década de 1550: piedad cristiana y desconstrucción", Revista de Indias, vol. xlviii: 181-
183, (Madrid, 1988): 113-127; Bakewell, Minersof the Red Mountain, 39-49; Barnadas, Charcas 1535-1565, 264-272; Marie Helmer, "La 'encomienda' á
Potosí", Proceedingsof the XXXth. International CongressofAmericanists (Londres, 1952), 235-238; Id., "Notas sobre la encomienda peruana en el siglo
XVI", Revista del Instituto de Historia del Derecho 10 (Buenos Aires, 1959): 124-143.
6 Assadourian, "La produción de la mercancía dinero", 223-229; Id., El Sistema de la Economía Colonial. Mercado Interno, Regiones y Espacio
Económico (Lima: Instituto de Estudios Peruanos, 1982), 32.
7 J. Clyde Mitchell, 'The Concept and Use of Social Networks", enSocial Networks in Urban Situations. Analyses of Personal Relationships in
Central African Towns, J. Clyde Mitchell ed. (Manchester: Manchester University Press, 1969), 1-2.
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 El término “red social” se atribuye a John Arundel Barnes y como él, los pioneros del análisis provienen de la sociología,
la psicología y la antropología sociales. 8 Luego de transitar por estaciones diversas -desde la creación del sociograma
hasta la actual sociología cuantitativa de la teoría de los grafos- el término redes continúa siendo un paradigma no
tradicional que permite al historiador dar cuenta de las relaciones entabladas entre los individuos conforme a sus
posiciones relativas en el interior de un sistema de vínculos reales. Esos vínculos expresan también los recursos
movilizables y pertinentes a las mutantes relaciones de negociación, reciprocidad y conflicto a través de las cuales se
relacionan los agentes9. En la actualidad, historiadores económico-sociales cubren -con mayor o menor grado de
utilización estadística e información cualitativa- los espacios y distancias entre las fisonomías sociales e individuales a
través de la reconstrucción de sus lazos vinculantes 10
 Una alternativa a la utilización de este modelo hubiese sido el diseño de variables que permitiesen abordar a los miembros
del socialmente heterogéneo grupo encomendero bajo parámetros equivalentes. Por ej., su lugar de origen, estrategias e
itinerarios migratorios, edad al momento de recibir la merced, nivel de educación, status, profesión, etc., de cuyo manejo
y análisis se nutre la prosopografía. Esta metodología se caracteriza por construir rígidas grillas de trabajo que a menudo
redundan en imágenes estáticas o biografías colectivas de individuos subsumidos en sus profesiones o empresas y donde,
muchas veces, el contexto social en el que transcurren esas opciones se desvanece. Aplicando ese episteme se corre el
riesgo de ofrecer una imagen distorsionada de la estratificación social, al confundirse actividad profesional con los
atributos de un grupo social de configuración heterogénea y nacido de una coyuntura específica.9 Por ello, aunque los
titulares de una encomienda fueran individuos dueños de historias personales únicas, las cuales comprendían desde los
lazos de filiación hasta sus carreras empresariales, el estudio que presento aspira a reconocer y describir a los señores
de indios en su locus relacional local, regional y global. Es decir, en el espacio en que se manifestaron esas heterogéneas
variables de origen, status, educación y propósitos. Tales indicadores cobraron sentido al inscribirse en la práctica social
en virtud de las interacciones con otros individuos, a quienes se ligaban por vínculos de igualdad, superioridad o
inferioridad configurados en la estrechez manifiesta de los vínculos primarios.
 Mi preferencia por el modelo de redes de vínculos primarios para analizar a los encomenderos de La Plata y sus negocios,
se enlaza con los postulados de Pierre Bourdieu y su concepto de habitus.Sostengo que en la conquista cristalizaron dos
paradigmas dispares que llevaron a los conquistadores a desplegar prácticas sociales antagónicas:1) Una práctica social
enfatizaba los antiguos valores estructurados en la sociedad estamental ibérica, basada en el honor, y había iconizado la
fama, la gloria, la tenencia de la tierra y los títulos. Aunque todos ellos eran atributos de la nobleza peninsular, se
habían plasmado y extendido a la conducta y el lenguaje de los hidalgos, pecheros y villanos devenidos en
conquistadores.
2) No obstante, debido a la victoria de su gesta, hidalgos y pecheros se convirtieron en elite colonial, adueñándose de un
medio en el que finalmente lograban emular a los caballeros y señores peninsulares, también triunfadores en la larga tarea
reconquistadora del territorio ibérico, donde esas normas y prácticas se habían convertido en habitus. Así, las vetustas
formas de reparto de botín y las recompensas resultantes de ganar terreno y hombres para el servicio del rey y su fe, iban
a convivir con otras prácticas. En el Nuevo Mundo, donde el comercio y el dinero eran el vehículo para “valer más” se
incorporaron prácticas mercantiles que se convirtieron en la obligada antesala del ascenso social.
– En síntesis, costumbres, normas, disposiciones e instituciones viejas coexistieron con adecuaciones, estrategias y
creaciones nuevas que se manifestaban al enfrentar un medio pleno de abundantes recursos, donde hasta al propio pasado
peninsular se le podía otorgar un nuevo significado y la historia familiar se podía inventar.Entendido como el sistema de
disposiciones enraizadas y transferibles que median entre las estructuras y las prácticas, el habituses el conjunto de
normas que, traducidas en comportamientos, responden a la estructura de la sociedad en la cual se adquieren.
 Esas normas son perdurables, se aprehenden paulatinamente y están inscritas en el cuerpo institucional de la sociedad
involucrada; pero también son dinámicas y mudables, conforme a su capacidad de generación de prácticas ajenas al
campo de su aprehensión original. Como sistema instalado de disposiciones, el habitus tiende tanto a generar prácticas y
percepciones adecuadas a las condiciones de su elaboración y reproducción, como a procurar estrategias frente a nuevos
estímulos, aunque siempre dentro de un espacio estructurado de posibilidades que definen un cierto estilo de vida.10 El
universo de permanencias y flexibilidades del habitus resulta más que pertinente para entender las conductas, estrategias
y prácticas de agentes como los encomenderos de La Plata, individuos que moldearon instituciones y esquemas
organizativos propios del Viejo Mundo, bajo cuyas normas se abocaron a delinear desde sus nuevas identidades hasta sus
negocios en el Nuevo Mundo.En otras palabras, los conquistadores -respondiendo espontáneamente a sus imperativos
sociales y económicos- condujeron sus acciones bajo un notable pragmatismo que los llevó a ajustarse a los
requerimientos de la nueva situación rápida y efectivamente.
 La fuerza de sus objetivos y el compromiso con su tarea se verifica en el aprovechamiento de toda oportunidad
económicadisponible que los condujo a plasmar sus propias tradiciones y técnicas, aún cuando, debían modificarlas
conforme a las necesidades del medio.11El afán de lucro, la expectativa de ganancia, la valoración del dinero y la
persecución de oficios mercantiles, no colisionaron con el espíritu de aventura, la vocación por el riesgo, la fascinación

8 John A. Barnes, "Class and committees in a Norwegian island parish", Human Relations 7 (Michigan, 1954): 39-58; Jacob Levy Moreno, Who Shall
Suruiue?:
Biographers at Work,
9 Diane Langmore, "The Problems and Pleasures of Prosopography: Writing a Group Biography", en James Walker y Raija Nugent eds.
The past and the present
(Nathan, Qld.: Institute for Modern Biography, 1984), 63-71; Lawrence Stone, "Prosopography", cap. en (Boston: Routledge and Rea-
gan Paul, 1981), 45-73; Pierre Bourdieu, "L'illusionbiographique", Actes de la Recherche en Sciences Sociales 62-63 (París, 1986); Giovanni Levi, "Les
Annales ESC
usages de la biographie", 44:4 (noviembre-diciembre 1989): 1325-1326; Sabina Loriga, "La biographiecommeprobléme", en Jeuxd'echelles. La
micro- analyse á la expérience, ed. Jacques Revel (París: Gallimard Le Seuil, 1996). 209-231; Moutoukias, "Narración y análisis", 234-235.
10 Pierre Bourdieu, Outline of a Theory of Practice (Cambridge: Cambridge University Press, 1977), 73; Id., La Distinction: critique sociale du jugement
(París: Les Editions de Minuit, 1979), 189-197; Id., The Logic of Practice (Stanford: Stanford Univeristy Press, 1980), 52-65.
11 James Lockhart, "Trunk Lines and Feeder Lines: The Spanish Reaction to American Resources", enTransatlantic Encounters: Europeans and Andeans
in the Sixteenth Century,Renneth J. Andrien y Rolena Adorno eds. (Berke- ley: University of California Press, 1991), 90-91.
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por la guerra y el ideal caballeresco.12
Commented [U1]: Las redes relaciónalescharqueñas
 Más bien fueron su complemento y su respuesta innovativa, resultantes de las estrategias producidas por quienes estudiadas constituyeron una organización empresarial que
protagonizaron la empresa de la conquista, en la cual se combinaron dos paradigmas antagónicos, propios de la sociedad giraba en torno a la posesión de un bien de disfrute finito, la
peninsular del temprano siglo XVI.En ese orden, a pesar de las restricciones impuestas por la Corona castellanaen encomienda, que a su vez era la empresa madre de todas las
cuanto a la explotación, producción y comercialización de bienes y recursos, los encomenderos charqueños hicieron uso restantes. Entre los miembros de las redes se conjugaban
consanguíneos, afines, clientes, agentes y coterráneos
de una gama de estrategias que les permitió sortear las prohibiciones e inhibiciones consagradas por las normas. Si bien
Dentro del círculo de parientes y empleados, la misma que
algunas de esas limitaciones podían allanarse mediante la manipulación de los aparatos jurídicos y la interpretación podía variar en razón de las necesidades coyunturales, tanto
discrecional de la ley, tales actividades se concretaron en un espacio también restringido, donde todos se conocían, y del medio como de la parentela
donde esas actividades se hallaban favorecidas, protegidas y amparadas bajo el paraguas del parentesco, tanto real como Asimismo, cuanto más notorias eran las divisiones de roles
simbólico o ritual, entre los agentes. De allí que las redes de relaciones personalesse constituyeran en una herramienta a entre los miembros de la red, más densa o de mayor
través de la cual es posible penetrar en la dinámica del sistema colonial y distinguir en su locus los mecanismos de su conectividad aparecía su trama.
constitución y reproducción.13 cuanto más tupido era el grupo de parientes involucrados en
los múltiples negocios, tanto más densa se hacía su trama
LAS REDES PERSONALES: PARENTESCO Y NEGOCIOS (como en el caso de la familia Almendras), surgiendo, de la
distribución de roles o densidades, los puntos o individuos
 Las redes relaciónalescharqueñas estudiadas constituyeron una organización empresarial que giraba en torno a la enlazados por líneas que configuran lazos sociales. Esos
posesión de un bien de disfrute finito, la encomienda, que a su vez era la empresa madre de todas las restantes. Entre los lazos hallan su lugar en el espacio de los vínculos, girando
miembros de las redes se conjugaban consanguíneos, afines, clientes, agentes y coterráneos. Dentro del círculo de en torno a un núcleo que manipula los deberes y establece las
parientes y empleados, exploré la función que correspondía a cada uno, la misma que podía variar en razón de las ne- obligaciones
cesidades coyunturales, tanto del medio como de la parentela. Asimismo, cuanto más notorias eran las divisiones de roles la genética de la red se localiza en torno a una institución, la
entre los miembros de la red, más densa o de mayor conectividad aparecía su trama. En ese orden y haciendo una encomienda, corporeizada en su titular, quien por fuerza de
abstracción gráfica de la red, cuanto más tupido era el grupo de parientes involucrados en los múltiples negocios, tanto su función se erige en centro de la red, siendo quien
más densa se hacía su trama (como en el caso de la familia Almendras), surgiendo, de la distribución de roles o manipula las interacciones entre los individuos
Así, los múltiples negocios surgidos de la encomienda
densidades, los puntos o individuos enlazados por líneas que configuran lazos sociales. Esos lazos hallan su lugar en el
ocupan un lugar en la trama de las redes personales, donde
espacio de los vínculos, girando en torno a un núcleo que manipula los deberes y establece las obligaciones de cada cual. nombres, apellidos y negocios configuran zonas que
 De este modo, si se habla de redes de estructuración centralizada, es decir, constituidas en torno a un “ego” que le responden a interacciones y articulaciones personales y
brinda su nombre y otorga identidad, en este estudio la genética de la red se localiza en torno a una institución, la familiares
El status alcanzado por el señor de indios en la jerarquía
encomienda, corporeizada en su titular, quien por fuerza de su función se erige en centro de la red, siendo quien manipula social se traduce al interior de la red de parientes, tejido
las interacciones entre los individuos. Así, los múltiples negocios surgidos de la encomienda ocupan un lugar en la tra- donde se verifican las estratificaciones propias de la
ma de las redes personales, donde nombres, apellidos y negocios configuran zonas que responden a interacciones y ideología de la sociedad estamental
articulaciones personales y familiares.14 El status alcanzado por el señor de indios en la jerarquía
social se traduce al interior de la red de parientes, tejido
 El status alcanzado por el señor de indios en la jerarquía social se traduce al interior de la red de parientes, tejido donde donde se verifican las estratificaciones propias de la
se verifican las estratificaciones propias de la ideología de la sociedad estamental. Entre los parientes miembros de una ideología de la sociedad estamental
red podían existir uno o más encomenderos; ejerciendo uno de ellos el patronazgo, al ser acreedor a la sumatoria de los Entre los parientes miembros de una red podían existir uno o
recursos políticos, sociales y económicos. En torno a él, a diferente distancia, se contaba un mayor número de agentes y más encomenderos; ejerciendo uno de ellos el patronazgo,
clientes que, aunque unidos por las reciprocidades familiares, se relacionaban asimétricamente dentro del entramado que al ser acreedor a la sumatoria de los recursos políticos,
vinculaba parentesco y poder.15 En el presente estudio, estas tendencias se verificaron en todos los casos y sin excepción. sociales y económicos.
En torno a él, a diferente distancia, se contaba un mayor
 Los entramados sociales tendían también a identificarse con las estructuras de autoridad política. Ciertas empresas se número de agentes y clientes que, aunque unidos por las
confundían en o con esas estructuras, alumbraban a su sombra o se aprovechaban de ciertos mecanismos institucionales reciprocidades familiares, se relacionaban asimétricamente
para abrevar o permitir el desarrollo de los negocios.16Los encomenderos, como vecinos feudatarios de La Plata, tenían dentro del entramado que vinculaba parentesco y poder
asegurada su representación en el cabildo, institución de gobierno local, que entonces constituía la caja de resonancia de Los entramados sociales tendían también a identificarse con
los intereses corporativos de quienes eran los propietarios de la mano de obra, diseñadores de la producción y regulador es las estructuras de autoridad política. Ciertas empresas se
confundían en o con esas estructuras, alumbraban a su
del consumo. Igualmente, su poder económico e influencias políticas fueron resortes que utilizaron para influenciar de-
sombra o se aprovechaban de ciertos mecanismos
cisiones de organismos tales como las Reales Audiencias de Charcas y Lima, mientras incidían sobre corregidores y institucionales para abrevar o permitir el desarrollo de los
otros funcionarios del gobierno regional. En los coqueteos con el poder también primaron los vínculos primarios, los negocios.Los encomenderos, como vecinos feudatarios de La
parentescos simbólicos y las relaciones de paisanaje. Plata, tenían asegurada su representación en el cabildo,
institución de gobierno local, que entonces constituía la caja
 En tanto se abordan redes conformadas a partir de la titularidad de una institución de carácter hereditario, y por cuya de resonancia de los intereses corporativos de quienes eran
posesión se produce el acceso a múltiples negocios que descansan en una variedad de vínculos primarios, los linajes los propietarios de la mano de obra, diseñadores de la
encomenderos se constituyeron en una materia prima a explorar, en cuya configuración se expresó el universo de las producción y reguladores del consumo,mientras incidían
relaciones sociales. Para aproximarse a la formación de dichos linajes pensé en la historia de la familia como campo sobre corregidores y otros funcionarios del gobierno regional
metodológico a través del cual entender la reproducción del sistema social. También recurrí a la genealogía como En los coqueteos con el poder también primaron los vínculos
herramienta capaz de dar cuenta de las funciones del parentesco, la construcción del entramado familiar, las alianzas y la primarios, los parentescos simbólicos y las relaciones de
herencia del poder. En esta investigación, la genealogía no solo cumple con un simple propósito onomástico, obituario y paisanaje
sucesorio, indicadores que incentivan la dilatación de la memoria; constituye también una “aproximación a la práctica” y En tanto se abordan redes conformadas a partir de la
titularidad de una institución de carácter hereditario, se
a la lógica familiar de los agentes, al permitir establecer un censo de sus relaciones teóricas para definir sus relaciones
produce el acceso a múltiples negocios que descansan en una
prácticas asociadas a sus intereses coyunturales.17 Así, genealogía y negociosdemostraron compartir espacios y variedad de vínculos primarios, los linajes encomenderos se
objetivos, de manera tal que cuanto más cercanos eran genealógicamente los individuos y sus grupos vinculados, más constituyeron en una materia prima a explorar, en cuya
configuración se expresó el universo de las relaciones
12 Bert F. Hoselitz, "The Early Flistory of Entrepreneurial Theory", Explorations in Entrepreneurial Historyiii:4 (abril 1951): 193-220; Fritz Riedlich, "The sociales
Origins of the Concepts of "Entrepreneur" and "Creative Entrepreneur","£x- plorations in Entrepreneurial Historyi:2 (febrero 1949): 1-7; Richard Ko- *Reproduccion del sistema social
netzke, "Entrepreneurial Activities of Spanish and Portuguese Noblemen in Medieval Times," Explorations in Entrepreneurial Historyvi:2 (Diciembre También recurrí a la genealogía como herramienta capaz de
1953): 115-120. dar cuenta de las funciones del parentesco, la construcción
13Moutoukias, "Narración y análisis", 229.
14 J. Clyde Mitchell, "The Concept and Use of Social Networks", 5-20; Bott, Familia y red social, 98, 142-149, 365; Gribaudi, "Les discontinuités du del entramado familiar, las alianzas y la herencia del poder
social”, 192, 204-207; Levi, Inheñting Power, 120-121. La genealogía no solo cumple con un simple propósito
15Gribaudi, "Les discontinuités du social", 207-218; Gribaudi et Blum, "Des catégories aux liens individuéis", 1385-1399; Stephanie Blank, "Patrons, Bro- onomástico, obituario y sucesorio, indicadores que
kers and Clients in the Families of the Elite in Colonial Caracas, 1595-1627", The Ameñcas,xxxvi:l (julio 1979): 90-95.
16Moutoukias, "Narración y análisis", 223. incentivan la dilatación de la memoria; constituye también
17 Bourdieu, Outline of a Theory, 19. una “aproximación a la práctica” y a la lógica familiar de ...
24
accesibles y frecuentes se hicieron los negocios entre ellos.

 El parentesco asociado a los negocios se fundaba en la buena fe entre los contratantes. Para decirlo en el lenguaje de los Commented [U2]: El parentesco asociado a los negocios
vínculos primarios, los negocios intrafamiliaresconstituyeron transacciones garantizadas por el parentesco. Entre ellas, el se fundaba en la buena fe entre los contratantes. Los
matrimonio no fue una excepción a esta regla, ya que a menudo vinculaba a individuos cuyas familias estaban ligadas por negocios intrafamiliares constituyeron transacciones
intercambios previos.18 garantizadas por el parentesco. Entre ellas, el matrimonio no
fue una excepción a esta regla, ya que a menudo vinculaba a
 Entre los encomenderos, la construcción del linaje se distinguió de otras inversiones debido a que sus réditos alcanzaban individuos cuyas familias estaban ligadas por intercambios
otros planos además del material. Sin embargo, como fue a través del diseño familiar que se sostuvo el desarrollo de sus previos
negocios y se protegió la trascendencia social, me pregunté acerca del modelo o modelos de estructuración familiar La inmigración, al igual que el matrimonio, constituyó una
que construyeron los vecinos de La Plata. Cualesquiera hayan sido éstos, sólo cobraron sentido en el contexto empresa económica que involucró no precisamente a
sociocultural y económico en el que se insertaron. De allí que recurrí con frecuencia al marco global de la problemática individuos aislados sino a la parentela de los migrantes y a
los familiares cercanos de los contrayentes
histórica virreinal y local, y al más amplio y transatlántico del que se nutrieron los encomenderos antes de emigrar al
Perú, tanto para exponer las normas que ampararon la elección de cónyuges, como para exponer aquellas que
evidenciaron la disponibilidad de contrayentes en el mercado charqueño.
 La inmigración, al igual que el matrimonio, constituyó una empresa económica que involucró no precisamente a
individuos aislados sino a la parentela de los migrantes y a los familiares cercanos de los contrayentes. En ese sentido, el
Licenciado Polo Ondegardo viajó al Perú con su hermano menor y su tío, y en su periplo conoció a quien se convirtió más
tarde en su suegro. Los cuatro hermanos Mendieta-Zárate se embarcaron juntos, incentivados por un paisano que había
estado entre “los de Cajamarca” y gracias a los favores de un tío, contador de la Casa de Contratación, con cuya hija se
casó uno de ellos al retornar a la península.
LA EMPRESA MIGRATORIA
 Los itinerarios migratorios –entre cuyos antecedentes se halla el pastoreo trashumante asociado a la Mesta–
constituyeron uno de los aspectos distinguibles de las prácticas sociales castellanas que se ajustaban a los movimientos de
población devenidos en habitus en los ocho largos siglos de la Reconquista. Durante ese periodo, las poblaciones rurales
se trasladaron a nuevas áreas, respondiendo a necesidades coyunturales, no sólo en búsqueda de seguridad, sino de me-
jores y más abundantes recursos. Tanto el crecimiento demográfico de comienzos de la época moderna, como la tardía
feudalización de la península durante la Reconquista –que si bien contribuyó a homogeneizar el territorio peninsular,
profundizó las diferencias sociales– empujaron a la migración interna a pequeños propietarios rurales que no alcanzaban
a cubrir sus necesidades de subsistencia, a campesinos sin tierra, artesanos, jornaleros y desocupados, tanto rurales como
urbanos.19
 Sin duda, la migración al exterior, incentivada por la promesa de encontrar futuro en el Perú, fue notable en distritos
como Extremadura, patria del conquistador Pizarro, y en Andalucía, cuyos puertos habían vencido las antiguas fronteras
de Europa. Aunque abandonar la tierra de origen implicase la radicación en un Mundo Nuevo y desconocido, el riesgo –
para quien nada tenía– podía subvertirse ante la posibilidad de tenerlo todo, de transformar la presente situación eco-
nómica e incluso de ascender de status social.
 Si bien la empresa de la conquista fue de índole privada, la migración fue una empresa colectiva llevada a cabo
fundamentalmente por hombres del común que se diferenciaban por su ocupación, status y pertenencia regional . Tanto en
la primera generación de conquistadores como en las subsiguientes oleadas migratorias, arribadas con posterioridad a la
ejecución de Atahualpa, resulta una excepción destacar a nobles y caballeros.
– La mayoría de los migrantes (villanos, pecheros e hidalgos sin fortuna), abrazaban la empresa de las Indias –y con ella
un desconocido rol de soldados– abandonando un destino peninsular de escasa movilidad social. En esa tarea, la familia,
el parentesco y las conexiones con algún colateral o paisano que hubiese migrado con anterioridad, ayudaban a concretar
las expectativas de radicación y éxito.
– En la migración y en el establecimiento posterior quedaba de manifiesto el fuerte sentimiento identificatorio con el
lugar de origen, pues la correspondencia con la localidad de nacimiento proveía a los encomenderos de sólidos vínculos
de paisanaje que les aseguraban una clientela permanente. A pesar que los lazos de patronazgo y clientelismo tenían
origen en el parentesco, tanto ritual como real entre los migrantes, ellos trascendían ese ámbito para configurar nudos
relaciónales en torno a la pirámide social en su conjunto.
– Mediante tales vínculos de reciprocidad asimétrica, los individuos intercambiaban bienes, servicios, protección y
lealtad en el marco de las jerarquías sociales establecidas, cuyos roles y acreencias tendían a profundizar. El número de
clientes aseguraba al patrón el ejercicio de autoridad y poder mientras le proveía, en forma continua, honor, trabajo y
bienes.20
 Las comunicaciones con la familia y amigos que quedaban en la península eran fluidos, hasta el punto de establecerse
cadenas migratorias, inversiones conjuntas diversas, obras de beneficencia en el terruño y ayuda material a parientes, todo
lo cual fortalecía los sentimientos locales y aún regionales. En la península, por el contrario, el status de una persona era

18 Bourdieu, The logic of practice, 115-116.


Comparatiue Studies of Society and History
19 Ida Altman, "Emigrants and Society: An Approach to the Background of Colonial Spanish America",
“To Make America" European
30:1 (enerol988): 170-174; Id., "A New World in the Oíd: Local Society and Spanish Emigration to the Indies," en
Emigration in the Early Modern Period, The
Ida Altman y James Horn eds. (Berkeley: University of California Press, 1991), 31; David E. Vassberg,
Village and the Outside World in Colden Age Castile (Cambridge: Cambridge University Press, 1996), 67-72.
Ida Altman, Emigrants and Society: Extremadura and America in the Sixteenth Century
20 (Berkeley: University of California Press,
Working Papers
1989), 179-189; Id., "Moving Around and Moving On: Spanish Emigration in the Age of Expansión", Nr. 15, Department of Spanish and
Portuguese, University of Maryland (College Park, 1994): 3-11; Stephanie Blank, "Patrons, Clients, and Kin in Seventeenth-Century Caracas: A Methodological Essay in
Colonial Spanish American Social History", Hispanic American Histórica! Reuiew 54:2 (May 1974): 260-283; Id., "Patrons, Brokers and Clients", 90-115.
25
indisoluble de su función social, lo cual dependía del azar biológico. Abrazando como el ideal de vida aquel de los
nobles, diestros en el arte de la guerra, económicamente poderosos y coronados con los blasones del honor, los migrantes
se desesperaban por alcanzar el ansiado ascenso social previa obtención de fortuna.
 De esta manera, aquello que no había sido logrado por el nacimiento, podía serlo por la ley de la conquista y los
servicios al monarca, legitimados inicialmente por la autoridad colonial que lo representaba y, luego, por el mismo rey.
 La cédula real que confería a un individuo el goce de una encomienda, representaba la letra legal que consagraba
simbólicamente el poder del beneficiario, a la vez que lo hacía partícipe de un grupo privilegiado que gozaba del mayor
capital material a que un conquistador pudiese pretender: los hombres y su mano de obra. Aunque a través de otros
hombres y otros nombres, el sistema encaraba su producción colonial y su reproducción social bajo los mismos
mecanismos que en la metrópoli, matizados con prácticas mercantiles nuevas.
– Así, los migrantes al Nuevo Mundo fueron herederos tanto de la tradición de la Reconquista del propio territorio, como
de la convivencia con aquellos que por rango, status y raza eran diferentes. El asentamiento en el Perú no sólo implicó
movilidad geográfica: al finalizar el itinerario migratorio, también la movilidad social se hizo posible.21
LA EMPRESA MATRIMONIAL
 Sostener que el matrimonio era otra de las empresas a concretar por el encomendero, implica considerarlo dentro de sus
estrategias de acrecentamiento patrimonial. La formación de la familia era vital para un encomendero, en tanto su
descendencia tenía asegurada la disposición de una merced que encerraba el status y el patrimonio de su linaje.
– A través de las estrategias matrimoniales de los encomenderos se puede observar la mutua influencia entre el sistema
familiar y el modelo económico-social. En ese contexto, el rol de jefe de familia, las estrictas reglas sucesorias y el
sistema de transmisión de la propiedad, constituyeron indicadores tan fuertes como el propio parentesco y la
consanguinidad para trabar y reencadenar alianzas. Inscritas en el habitus, en tanto respondieron a las normas y pautas
sociales reguladas y reglamentadas por códigos legales y la costumbre, las estrategias de sucesión y matrimonio no sólo
apuntaron a la reproducción familiar, sino a la perpetuación de las jerarquías sociales y a la reproducción social.22
 Perpetuar un patrimonio dentro del cual el interés sucesorio se fundaba en la transmisión de una merced, en la que
coincidían tanto el capital material como el simbólico, imponía la consideración del matrimonio como una alianza que
daba lugar a consolidar conexiones que mejor sirvieran a los intereses del linaje y garantizaran la expansión de ambos
capitales.
– El encomendero debía contraer matrimonio obligatoriamente, pero no cualquier matrimonio, sino el mejor y más
apropiado, a fin de maximizar los beneficios conforme al capital involucrado en esa transacción. En ella confluían el
capital material o bienes muebles y raíces declarados y donados por los contrayentes, como la dote y las arras nupciales,
el capital social, representado por la cantidad de los parientes y el capital simbólico de ambos linajes. Este último
representaba los bienes no mercantilizables, aunque no por ello menos mensurables, de un grupo social determinado, y
constituía una posesión familiar devenida en personal a la hora de establecerse el intercambio matrimonial.
– En él se estampaban la variedad de valores subsumidos en la ética del honor, tales como el status, el prestigio, la fama;
en síntesis, la reputación social cimentada en los atributos que constituían a la naturaleza del poder legítimamente
adquirido por el linaje y acumulado en una o más generaciones.
– En una sociedad estamental como la hispana al momento de la conquista, el honor era la acabada muestra del poder en
estado puro. Era asimismo, el símbolo de la reputación y el status. Como solamente podía transferirse por herencia, para
aquellos que carecían de honor, la acumulación de riqueza material era el camino para obtenerlo y salvaguardarlo; de allí
el infatigable rol empresarial jugado por los conquistadores en la etapa inicial de la conquista.23
 Las actividades pioneras en la conquista permitieron el acceso al capital material y concedieron una cuota de capital
simbólico. El haber pertenecido al exclusivo grupo de “los de Cajamarca,” y por ende haber obtenido credencial de
benemérito de la conquista, hubiera significado, en condiciones políticas y sociales estables, una carrera segura hacia la
riqueza y la fama. Sin embargo, tal inscripción –en medio de las turbulencias y desencuentros de la etapa inicial de la co-
lonización– debía relegitimarse permanentemente mediante el alineamiento en la facción triunfante, con el riesgo de
perderlo todo frente a un posicionamiento incorrecto o la falta de reflejos para abrazar el bando contrario, aunque fuese a
última hora. Por ello, salvo excepciones, a la hora de recibir sus mercedes, los encomenderos de La Plata no encajaron
dentro del círculo áulico de los primeros conquistadores, aun cuando todos habían ganado blasones en las Guerras Ci-
viles posteriores, poseían conexiones con los gobernantes de turno, pretendían haber nacido de familias de solar conocido,
demostraban una más que escasa memoria genealógica y eran acreedores a un nivel de educación más que aceptable.24

21 Ida Altman y James Horn, "Introduction", en 'To Make America." European Migration in the Modern Period, £ar/y Ida Altman and James
Emigrants and Society,
Horn eds. (Berke- ley: University of California Press, 1991), 15-20; Altman, "A New World in the Oíd", 33; Id., 3-7, 11-12, 43; John H.
The Oíd World and the New, 1492-1650
Elliott, (Cambridge: Cambridge University Press, 1979), 74-76; Id., "Final Reflections. The Oíd World and the
America in European Consciousness 1493-1 750,
New Revisited", en ed. Karen OrdahlKupperman (Williamsburg: Universityof North Carolina
Press, 1995), 391-406.
Historia
22 F. Chacón Jiménez y J. Martínez López, "La historia de la familia en España durante la Edad Moderna. Notas para una reflexión metodológica," en
Social de la Familia en España. Aproximación a los problemas de familia, tierra sociedad en Castilla (ss.XV-XIX), y
Francisco Chacón Jiménez ed. (Alicante: Instituto de Cultura Juan Gil Albert, 1990), 33-35; Joan Bestard Camps, "La estrechez del lugar. Reflexiones en torno a las
estrategias matrimoniales cercanas", en Poder, familia consanguinidad en la España del Antiguo Régimen,
y Francisco Chacón Jiménez y
Juan Hernández Franco eds. (Barcelona: Anthropos, 1992), 107-156; M. Dolors Comas dArgemir, "Matrimonio, patrimonio y descendencia. Algunas hipótesis referidas a
la Península Ibérica", enPoder, familia consanguinidad,
y 157-175.
The LogicofPractice,
23 Para una acabada comprensión de esta problemática véase: Pierre Bourdieu, 112-161; José Antonio Maravall, Poder, Honor y
Elites en el Siglo XVII (Madrid: Siglo Veintiuno Editores, 1979); Julio Caro Baroja, "Honor and Shame: A HistoricalAccountofSeveralConflicts", en Honor
and Shame: The Valúes ofMediterranean Society, J. Peristiani ed. (Chicago: The Univerisity of Chicago Press, 1985), 81-137; Id., "The city and the
Mediterranean Countrymen. Essays
country: reflections on some ancient commonplaces", en in the Social Anthropology of the
Mediterranean, Julián Pitt-Rivers ed. (París y La Haye: Mouton & Co., 1963), 27-40.
Spanish Perú,
24 Cf. Lockhart, Feudal Society,
17; Marc Bloch, trans. L. A. Manyon (Chicago: The University of Chicago Press, 1961), ii:284.
26
 Es evidente que, aunque apuntando a las actividades económicas de los encomenderos de La Plata, mi investigación se
encuadró en los estudios sociales y regionales coloniales en tanto representa una contribución a la dinámica social de los
primeros conquistadores de suelo charqueño. En ese orden, halló inspiración en los sendos estudios de James Lockhart,
The Menof Cajamarca: A Social Bio- graphical Study of the FirstConquerorsof Perú y Spanish Perú 1532-1560, A
Colonial Society.
 En el primero, al enfatizar los antecedentes familiares, sociales, profesionales, regionales y migratorios de los 168 de
Cajamarca, Lockhart mostró de qué manera las historias de vida pueden cobrar otra dimensión al contextualizarse en la
dinámica de una gesta colectiva y un episodio fundacional de la historia del Perú, como fue la captura y ejecución de
Atahualpa. De esas variables, y de las inscripciones profesionales que surgen de los primeros años de vida en el Perú
colonial, traducidas en su Spanish Perú, surgió el interés por estudiar a los encomenderos y a la encomienda –aunque no
en su dimensión puramente institucional, tarea que ha sido desarrollada con creces por otros investigadores– como la
clave del inicio de las actividades mercantiles en el mundo hispano peruano.
– En ese medio, los abundantes recursos se constituyeron en estímulo mercantil para los conquistadores, quienes no
trepidaron en luchar entre ellos por su posesión y redistribución. De otro lado, la obra de Carlos Sempat Assadourian
contribuyó a comprender las iniciales vinculaciones y mediaciones de españoles e indios, favoreció el continuo
replanteamiento de problemas y afinó la indagación de los roles desempeñados por los encomenderos hasta alcanzar el
éxito económico al constituirse en motores del mercado regional charqueño y abonar, con la mano de obra de sus
indios y su tributo accesorio, el despegue de la minería potosina y del sistema colonial.
FUENTES Y ORGANIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
 Ahora bien, ¿cómo traer o recrear desde el siglo XVI esas prácticas relaciónales para que cobren vida y sentido? ¿Cómo
solucionar los problemas heurísticos planteados por una investigación que no puede recurrir a la oralidad informativa o al
testimonio? ¿Cómo establecer las interacciones y los nudos de las redes personales sin escuchar la voz de los agentes? En
una cultura como la hispana, en la cual la palabra carece de validez a menos que alcance su sanción escrita, la producción
de los escribanos públicos coloniales se constituye en el botín del historiador.
– Las Escrituras Públicas coloniales, esas voluminosas y a veces descarnadamente tediosas fuentes que encierran hasta
las palpitaciones cotidianas de los hombres, representan un interminable flujo informativo que, al procesarse, permiten la
abstracción y reconstrucción de la malla o tejido social en el que cada individuo y sus actividades constitu yeron un nudo
de mayor o menor envergadura en el entramado social.
 Esta investigación se nutrió de la colección de Escrituras Públicas de la ciudad de La Plata entre los años 1549 y 1620,
que se encuentra en el Archivo Nacional de Bolivia (Sucre). En ese mismo repositorio se consultaron los Libros de
Acuerdos de la Audiencia de Charcas, y las secciones denominadas Expedientes Coloniales, Reales Cédulas, Minas y
Tierras e Indios. Asimismo se sustentó en los Protocolos Coloniales de Cochabamba y las Escrituras Notariales de
Potosí y las Cajas Reales ubicadas en el Archivo Municipal de Cochabamba y en el Archivo Histórico de Potosí,
respectivamente. También se consideraron legajos que aportaron datos sobre la población indígena localizados en el
Archivo General de la Nación y se verificaron los documentos de la Colección Gaspar García Viñas de Copias de
Documentos del Archivo de Indias provenientes de la Biblioteca Nacional, ambos de la República Argentina.
Adicionalmente, se tuvo oportunidad de consultar ciertos expedientes del Archivo General de Indias.
 Las fuentes primarias inéditas mencionadas se combinaron con colecciones de documentos que probaron ser de notable
utilidad a la tarea de compulsa de fuentes. Me refiero a las publicaciones armadas por Roberto Levillier tales como, La
Audiencia de charcas. Correspondencia de presidentes y oidores, La Audiencia de Lima. Correspondencia de presidentes
y oidores, Gobernantes del Perú. Cartas y papeles y Nueva Crónica de la Conquista del Tucumán. En el mismo sentido,
la Colección de documentos inéditos relativos al descubrimiento, conquista y colonización de las posesiones españolas
de América y Oceanía, editada por Joaquín F. Pacheco, Francisco de Cárdenas y Luis Torres de Mendoza y la Colección
de documentos inéditos para la historia de Chile, en sus dos ediciones, publicadas por José Toribio Medina, fueron de
notable utilidad.
 El presente libro se organiza en siete capítulos cuyo orden apunta a ilustrar el contexto político y económico de Charcas
en relación a la organización de la economía y el estado colonial peruanos, a la que la región y sus encomenderos
contribuyeron ampliamente. El capítulo 2, “El medio, los recursos, los pobladores”, ofrece un panorama general de la
región charqueña y la abundancia de sus recursos. Se explora allí la expansión de la conquista hacia el sur y se enume-
raran los primeros asentamientos españoles en la región, presentándose cuatro redes personales asociadas a sendos
encomenderos de la ciudad de La Plata durante las dos o más generaciones que alcanzó, en cada caso, la encomienda de
la cual gozaron. El capítulo 3 se centra en el análisis de la red construida en torno de Francisco, Diego y Martín de
Almendras y Martín de Almendras Holguín, encomenderos de Tarabuco (pueblo ubicado a unos 60 Kilómetros al sureste
de La Plata). Francisco de Almendras perteneció al exclusivo grupo de los 178 españoles que ingresaron al Perú en 1532
y participaron en los eventos de Cajamarca al año siguiente. Su rol como criado de los Pizarro lo llevó a ejercer vecindad
en La Plata, donde disfrutó de su encomienda y devino Teniente de Gonzalo Pizarro durante la rebelión iniciada en 1544.
La encomienda de Tarabuco fue otorgada a sus sobrinos en 1548. Desde entonces, los Almendras se abocaron al diseño
de exitosas estrategias que permitieran salvaguardar su linaje y su patrimonio.
 La siguiente red personal reconstruida es la de Pedro Hernández Paniagua en el capítulo 4. Paniagua, otro inmigrante ex-
tremeño (aunque de conocido status), llegó a Tierra Firme con la expedición del Licenciado Pedro de la Gasea, a quien el
rey Carlos I había encargado la supresión de la rebelión de Gonzalo Pizarro y la pacificación del Perú. Durante 1546
Paniagua se convirtió en el embajador de Gasea para negociar con su paisano, Gonzalo Pizarro, la finalización de su
movimiento sedicioso. Su participación en las Guerras Civiles del lado realista le abrió camino para conseguir la
encomienda de Pojo (Mizque), la cual heredó su hijo y sucesor, don Gabriel Paniagua de Loaysa. La familia Paniagua de
27
Loaysa diseñó exitosas estrategias migratorias y matrimoniales que contribuyeron a consolidar la rama familiar
charqueña del linaje, status y riqueza fueron puntos cruciales a la hora de elegir cónyuges que ensancharan los negocios
familiares y cimentaran su prestigio.

 El capítulo 5 gira en torno a Juan Ortiz de Zárate, quién migró desde Orduña, Vizcaya, junto a sus tres hermanos varones,
el mayor de los cuales, Lope de Mendieta, se convirtió en encomendero de Charcas en 1540. Las exitosas actividades
mercantiles de Lope le proveyeron de una inmensa fortuna que a su muerte, en 1553, heredó su hermano Juan Ortiz de
Zárate. Al igual que todo conquistador, favorecido o no con mercedes, Juan Ortiz de Zárate participó en las Guerras
Civiles y de su alineamiento en la facción realista resultó su acceso a una encomienda.
– Los beneficios obtenidos de sus encomendados fueron tales, que Zárate intentó comprar una encomienda adicional
durante el virreinato del Conde de Nieva, cuando los Comisarios Reales se hallaban en el Perú abocados al estudio de la
perpetuidad. Su liderazgo en la conquista del Río de la Plata ilustra de qué manera una red personal de alcance trasa-
tlántico, le permitió a Juan Ortiz de Zárate entablar negociaciones con funcionarios reales, a la vez que manipular las
instituciones y leyes coloniales a lo largo de la década de 1560.
 Finalmente, abordo la red personal del Licenciado Polo Ondegardo y su hijo, don Jerónimo Ondegardo en el capítulo 6.
Ambos disfrutaron de la encomienda con cabecera en el pueblo de Santiago del Paso, en el valle de Cochabamba. El
Licenciado Polo Ondegardo fue el primer encomendero, y tal vez el único, que brilló en el Perú como hombre de leyes y
exitoso empresario. El Licenciado Polo desplegó diversas estrategias para incrementar su fortuna, de las cuales no estuvo
ajena la construcción de su familia, planificando cuidadosamente el futuro de sus hijos, lo cual denota su profundo
conocimiento de la situación socioeconómica del virreinato del Perú y de la evolución de la colonia en torno a 1570.
 Del conjunto de 31 vecinos de La Plata en la década de 1550, los encomenderos rescatados por esta investigación fueron
seleccionados debido a que a través de ellos es factible proveer a la reconstrucción del proceso de conquista y
colonización inicial del Perú y charcas (véanse los apéndices A y B).
 A lo largo del desarrollo de la exposición acerca de las redes personales, se recurrió a transiciones generacionales. La
sucesión de una encomienda implicaba la transferencia del poder de un titular a otro y, como en todo acto sucesorio, el
heredero debía cargar con la herencia -material e inmaterial- que contribuyera al equilibrio del capital familiar. A lo largo
de esas transiciones, se buscó evaluar las diferencias en el ejercicio del poder al interior de las redes, el mantenimiento del
equilibrio familiar y la naturaleza de los cambios socioeconómicos ocurridos, conforme a la evolución de la encomienda
y del propio sistema colonial.
 Las conclusiones finales ofrecen una síntesis del estudio realizado, donde se discuten y comparan los rasgos comunes y
contradictorios de las cuatro redes personales reconstruidas. Se apunta a mostrar cómo la sed de ganancia y los
imperativos del honor signaron al heterogéneo grupo social de los encomenderos de La Plata, forzándolos a desarrollar
diferentes estrategias para perpetuar su riqueza e incrementar su status, una empresa que para muchos no duró más que
tres generaciones.
 Finalmente, en los dos apéndices se incluyen las generaciones de encomenderos avencidados en La Plata antes y después
de la rebelión de Gonzalo Pizarro; y en cada capítulo se integran mapas y cuadros genealógicos para ilustrar mejor las
posesiones, alianzas y sucesiones familiares.

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