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El evangelismo moderno hace que 80 de cada 100 decisiones para cristo vuelvan a su vida antigua. No
necesariamente dejan de venir a la iglesia, si no que están dentro de la iglesia, pero su vida no es nada
diferente al resto del mundo. Les faltan las cosas que acompañan la verdadera salvación.
Esta tragedia ha ocurrido porque el evangelismo moderno ha fallado en seguir los ejemplos bíblicos de traer la ley
a los orgullosos y la gracias a los humildes.
HAY 7 TIPOS DE FRUTOS QUE DEBE PRODUCIR UNA VERDADERA CONVERSION: (Jn 15:1-7)
1. El fruto del Arrepentimiento (Mt. 3:8). Son los que demuestran una firme intención de cambiar, alejándose
del pecado y acercándose a Dios, es la prueba fehaciente de que Jesucristo es desde ese momento el
dueño y señor de nuestra vida, porque hemos comprendido el significado de ser salvos. Este proceso de
cambios se llama santificación y consiste en dedicar nuestra vida a Dios y aunque es un proceso difícil, es
posible lograrlo con la ayuda y comunión con el espíritu santo, quien desde entonces entra en morar en
nuestra vida para siempre, además de la constante lectura de la palabra de Dios. Recordemos que
Jesucristo dijo en Juan 14:15 “si me amáis seguid mis mandamientos”, necesariamente nos alejamos
del pecado y damos buenos frutos. Es por eso que el PECADO y la PEY van de la mano, puesto que el
pecado es la Transgresión de la Ley y al cumplir con la Ley nos alejamos del Pecado, por que como
dijo Jesús en Mateo 7:19 “Todo árbol que no da buen fruto será cortado y echado al fuego”, así pues,
nuestro deber es producir buenos frutos, para mostrar al mundo que somos cristianos de verdad.
2. El fruto de la Gratitud (Hb. 13:15)
Es la alabanza que se ofrece a DIOS cuando las cosas no van necesariamente bien, sino todo lo
contrario, es una alabanza que reconoce La Soberanía en DIOS en lo que está aconteciendo – aun cuando
no entendamos por qué sucede lo que sucede. Salmo 34:1 “Bendeciré al Señor en todo tiempo;
Continuamente estará Su alabanza en mi boca”.
3. El fruto del Perdón (Mt. 6:14,15). Jesús dijo a Pedro Perdonaras 70 veces 7, Parábola de los 2 deudores
Mateo 18:21-35.
4. El fruto del Espíritu Santo (Gal. 5:22,23). ¿Qué es el fruto del Espíritu? El fruto del Espíritu es la
naturaleza divina (amor, generosidad, bondad, etc.) que se convierte en mi naturaleza cuando muero al
pecado. El fruto del Espíritu es esencialmente lo opuesto al pecado y el egoísmo. El fruto del Espíritu es la
vida de Cristo, es naturaleza divina. Es la nueva y agradable vida que se vuelve parte de mi naturaleza
cuando, en obediencia al Espíritu, me purifico y muero al pecado. El fruto del Espíritu es el resultado de
andar en el Espíritu. (Gálatas 5:16-26).
¿Cómo obtenemos el fruto del Espíritu? “De cierto, de cierto os digo, que, si el grano de trigo no cae en
la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.” Juan 12:24. Para que este trigo o fruto
crezca, algo debe de morir. Pero cuando muere, la nueva vida comienza – obtenemos más y más de los
frutos del Espíritu cuando mediante la obediencia al espíritu llevamos nuestra naturaleza pecaminosa a la
muerte – a través de andar en el Espíritu.
5. El fruto de buenas obras (Col. 1:10) ¿Cómo podemos llevar fruto en toda buena obra?
a. Creciendo en el conocimiento de la Palabra de Dios (Col. 1:9-10).
b. Andando como es digno del Señor (Col. 1:10a).
c. Desarrollando nuestra perseverancia (Col. 1:11).
d. Recordando la obra redentora de Dios y Su Hijo (Col. 1:12-14).
6. El fruto de Justicia (Fil. 1:10-11)
“obedeciendo la palabra de Dios”
Lo que Dios espera de mi….
Como su hija
Como su sierva
Como esposa
Como madre
Como profesional.
Como compañera de trabajo…, como vecina, etc.
La oración que Pablo hace por los creyentes en Filipos, es una oración que glorifica a Dios. Pablo busca
a Dios y Su honra. La oración contiene tres deseos: primero, que el amor de los creyentes abunde más
y más en ciencia y en todo conocimiento (v. 9) –segundo, que los creyentes sean sinceros e irreprensibles
para el día de Cristo (v. 10) – y tercero, que los creyentes sean llenos de frutos de justicia (v. 11).
Como cristianos consientes de la gran comisión; debemos tener claro nuestro objetivo, él no es solo ganar almas
o miembros para la iglesia o la célula; si no producir cristianos fructíferos.
Lo peor que uno puede hacerle a una planta, es “protegerla” de la luz del sol. Esto se aplica al nuevo creyente; lo
peor que uno puede hacerles es, protegerlos de la persecución, la tribulación y la tentación.
Si ellos se han convertido de verdad, estas tres cosas van hacer que sus raíces se profundicen, y sean fuertes y
resistentes. Pero si son falsos convertidos, se van a secar y morir.
CONCLUSION. -
No debemos de correr de un lado a otro solo obteniendo decisiones para Jesús. Decisiones que son muy difíciles
de obtener. Solo cuando la persona entiende que ha pecado contra los cielos, es que va a ejecutar el
arrepentimiento hacia Dios y la fe hacia el señor Jesucristo. Es entonces que recibe la semilla en un corazón puro
y honesto, pone sus manos sobre el arado y no mira hacia atrás porque está listo para entrar al Reino de los Cielos.
Oración
Padre: perdóname. He vivido para mí y he buscado los beneficios para mi satisfacción. Hoy entiendo que la
plenitud y las bendiciones llegan cuando mi vida da fruto a través de Cristo y son para glorificarte en todo
momento. Quiero aprender a morir a mí y nacer en Ti. Quiero aprender a vivir para tu gloria en todo lo que
haga. Te pido que apagues mi orgullo y enciendas tu amor en mi vida. Gracias mi Señor. En Cristo Jesús. Amén.