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Cueva de los Órganos

Descripción

La entrada N. tiene unas dimensio-


nes considerables, por ella y des-
pués de bajar una rampa muy pro-
nunciada, llegamos a una sala ilu-
minada por la luz exterior. Entre
unos bloques se encuentra el paso
a la siguiente sala. La cueva toma
dirección NE con un desarrollo
descendente. Por la derecha pene-
tra la luz desde la entrada S. Esta,
de pequeñas dimensiones, nos lle-
va a una sala amplia de techo bajo
que comunica con la segunda sala
después de salvar una vertical de
unos 10 metros.
Al final de la segunda sala, un arco
formado por coladas estalagmíti-
cas nos conduce a otra sala, más
pequeña que la anterior. A la iz-
quierda se encuentran los dos úni-
cos gours, que tienen aqua de for-
ma permanente en la cavidad. Por
Situación de la entrada la derecha entramos en una aran
sala, la cavidad toma ahora direc-
ción S. Un gran caos de bloques
La Cueva de los Órganos es co- Situación forma el suelo de esta sala. Por
nocida desde antiguo —hemos en-
contrado "grafittis" que se remon- Se abre la cavidad en la Sierra de
tan al siglo XVIII y uno del 1632— la Camorra, dentro del término mu-
y circulan sobre ella una serie de nicipal de Mollina (Málaga). Su ac-
leyendas en los pueblos de los al- ceso más cómodo es el que se
rededores. Su exploración no pre-
efectúa desde Mollina, de donde
senta dificultades, lo que permite
que personas no controladas la parte un camino hacia el Cortijo de
visiten con frecuencia, ocasionan- la Capuchina. Antes de llegar a
do destrozos irreparables. este cortijo nos desviaremos a la
izquierda. Después de atravesar un
Durante los meses de julio de 1976 pequeño bosque de pinos y a unos
y marzo de 1977 hemos tomado 500 metros en dirección a la cum-
una serie de medidas climáticas
bre de la sierra, se encuentra la
en 55 puntos de la cavidad. Estos
datos nos han permitido conocer entrada, muy fácil de localizar, ya
algunas de las características del que está señalada por un gran al-
clima de la cavidad, las variacio- mez que destaca en el bosque de
nes estacionales que ocurren en acebuches que ocupa la parte alta
él, así como sus especiales fenó- del macizo. Sus coordenadas son
menos de termocirculación. las siguientes:
En la toma de temperaturas nos ha
sido de inestimable valor la ayuda
prestada por don Gabriel Martínez X = 4° 24' 54"
y don Juan C. Marín, por lo que Y = 37° 10' 19"
queremos hacer constar aquí nues-
tro agradecimiento. Z = 577 m. Coladas
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Extracto de la Revista Jábega nº 16, año 1976. © Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga (www.cedma.com)
trastados para garantizar sus eva-
luaciones (apreciación máxima
0'5" C). Estos se colocaban a unos
25 centímetros del suelo median-
te un trípode para evitar posibles
alteraciones en las lecturas.
Para los cálculos hemos empleado
la fórmula siguiente (BLAS, 1970):

H
Pa = Ph — 0,5 (Ts — Tw)
760
en la que
Pa = Presión parcial de vapor de
agua en el aire en mm. de Hg.
Ph = Presión máxima de vapor de
agua a Tw en mm. de Hg.
Ts =Temperatura seca o ambien-
tal en °C.
Tw = Temperatura húmeda o de sa-
turación adiabática en °C.
Entrada sur: "El Resolladero"
H = Presión atmosférica en mm.
de Hg (calculada a partir de
la altura topográfica).
el lado S. ascendemos entre los laminador de unos 15 metros de
bloques a una plataforma, cubier- longitud.
ta, casi en su totalidad, por una
potente capa de guano. La explo-
ración se continúa por el lado iz-
Método de trabajo
quierdo descendiendo un pequeño
escarpe. Llegamos a la quinta sala Como dijimos antes, se han toma-
que, como la anteriormente descri- do temperaturas en 55 puntos. Es-
ta, tiene su suelo formado por un tos se han marcado con chapas
caos de bloques que en este caso de aluminio grabado, fijadas me-
tiene una disposición en rampa diante tornillos y tacos de plásti-
fuertemente descendente. Al final co. Desgraciadamente la mayoría
de ésta se abre la sexta sala don- de las chapas han sido arrancadas
de desaparece el caos de bloques por los que, desde 1632 hasta aho-
que es sustituido por una serie de ra, vienen destrozando sistemática-
formaciones litogénicas (colum- mente la cueva.
nas, coladas, aceras, etc.). En el
fondo y durante la exploración Para la colocación de estos pun-
efectuada el 6 de febrero de 1977, tos se han seguido criterios dife-
comprobamos que se había forma- rentes. En las primeras salas se
do un pequeño lago. han situado en las zonas de paso
En la quinta sala existe una grieta de las corrientes de aire y en el
en el lado derecho de la que parte resto de la cavidad, por su am-
una galería con dirección O., que plitud, se han distribuido forman-
en todo su recorrido es ascenden- do una red para distinguir así las
te. Al final y en la parte superior distintas zonas climáticas.
de una gran colada de barro, se
Las medidas se han efectuado con
abre una gatera que da paso a un
psicómetros oportunamente con- Columnas y coladas
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Características zonales del
clima de la cueva

Dentro de la cavidad podemos dis-


tinguir diferentes zonas según su
comportamiento climático. Para es-
to adoptamos la terminología de
Montoriol (1959). Distingue tres
zonas o estratos térmicos: zona de
enlace, de salto e isozona.
La zona de enlace corresponde a
las proximidades de la entrada,
dentro de ella están las estacio-
nes 2, 4 y 5. Estas acusan las va-
riaciones diurnas de la temperatu-
ra exterior. La temperatura máxi-
ma del punto 4 medida el 6 de ju-
lio de 1976 a las 19,02 fue de 19°
frente a una temperatura exterior
de 23°. La mínima fue 11,5° el 6 de
marzo de 1977 a las 23,55, siendo
la temperatura exterior 11°. Es en
este punto donde hemos observa-
do la mayor amplitud térmica.
Una de las zonas con "pintadas" En la zona de salto, ocupada por
las estaciones 3, 6, 7, 8, 9, 10, 11,
12 y 13, sólo se acusan las oscila-
La humedad relativa la hemos cal- tos pueden ser válidos a pesar de ciones térmicas anuales. La ampli-
culado mediante la expresión: la relativa lejanía, ya que se en-
cuentran a cotas semejantes, es-
Pa tán situadas en la misma comarca
HR= (Llanos de Antequera) y no se
Ps interpone ninguna barrera entre
ellas.
en la que Ps es la presión máxima Las medias mensuales realizadas
de vapor de agua a Ts en mm. de sobre siete años de observación
Hg. (1952-59) son las expresadas en
la figura 2. En este gráfico se ob-
Los niveles de entalpía los obtene-
serva una acusada diferencia en-
mos a partir de la figura 1 (ERASO,
tre máximos y mínimos (marcado
1962). carácter continental del clima de
la comarca). La temperatura me-
dia anual es de 16°. El régimen de
Encuadre local lluvias se caracteriza por una des-
igual repartición a lo largo del año,
Para el conocimiento del clima del así como por su carácter torren-
entorno donde se abre la cavidad cial. En general las precipitaciones
(Sierra de la Camorra) sólo con- no sobrepasan los 90 días al año
tamos con los datos registrados y oscilan entre 500 y 600 mm. Co-
en Antequera a unos 20 kilómetros rresponde el máximo a los meses
al SE de la cavidad y a 500 metros de septiembre a noviembre y el mí-
sobre el nivel del mar. Estos da- nimo de mayo a agosto.
Columnas y coladas al fondo

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LOS ÓRGANOS (MOLLINA)
ISOTERMAS Julio 1976

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LOS ÓRGANOS (MOLLINA)
ISOTERMAS Marzo 1977

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tud térmica anual es menor, alcan- ferente altitud. Sería lógico gue se vidad, así como las posibilidades
zando ésta los 3o. Por último la ¡so- produjera una termocirculación en de intercambio energético con el
zona, parte más profunda de la ca- "tubo de viento" (GEZE, 1968), medio exterior.
vidad en la que no influye la tem- circulando el aire en verano de la La comparación de los valores ob-
peratura exterior. La temperatura entrada más alta a la más baja y tenidos en julio y marzo nos per-
de la isozona se considera cons- en invierno de la más baja a la más mite delimitar dos zonas. Una a
tante e igual a la media anual ex- alta. En la Cueva de los Órganos partir de la estación 10 con valo-
terior (GEZE, 1968). Dentro de no ocurre este fenómeno por sus res muy próximos y gue coincide
ella observamos una estratificación especiales características morfoló- prácticamente con la isozona, y
térmica vertical debida al carácter gicas. otra, gue ocupan las estaciones 2
descendente de la cavidad, lo que Como "tubo de viento" sólo fun- a 9, caracterizada por valores in-
provoca la acumulación de aire frío ciona en invierno, pero con la par- feriores a la media de la cavidad,
más denso y pesado en las zonas ticularidad de ser la boca situada valores estos gue descienden aún
más profundas de la cueva. en la cota más baja (entrada sur) más en invierno. Según esto, el in-
El punto 20, uno de los más altos la salida del aire del interior de la flujo del aire exterior es mayor en
de la isozona, nos ha dado 15,5° cavidad. Debido a esta circunstan- invierno cuando el gradiente entál-
el 7 de julio de 1976 y 15° el 6 de cia es llamada el "resollaero" por pico entre el exterior y el interior
marzo de 1977. El punto 39, situa- los habitantes de la comarca. es mayor (4,05 en el exterior y 7,00
do en la cota más bala, registra en el interior). En verano esta di-
15° el 7 de julio de 1976 y 14° el A través de la entrada N., situada ferencia se atenúa (5,85 en el ex-
6 de marzo de 1977. en la cota más alta, penetra el terior y 7,00 en el interior).
La distribución de temperaturas en aire exterior para compensar el va-
el resto de los puntos de la cavi- cío producido al salir el aire cáli-
dad la indicamos en los mapas de do interior por el "resollaero". La
isotermas. explicación de esta anomalía la te- Conclusiones
nemos en el especial desarrollo de
A partir de los datos obtenidos po-
la cavidad. La entrada más baia demos deducir las siguientes con-
Humedad relativa nos lleva directamente al techo de clusiones:
las primeras salas, mientras gue la
La humedad relativa de la cavidad otra conduce a la parte baia de — El clima hipogeo es más esta-
oscila entre el 90% y el 100%. La estas salas. Lógicamente el aire ble gue el exterior.
media en junio (94%) fue menor cálido, más ligero, ocupa la zona — El nivel de entalpia y la hume-
que en marzo (54,4), lo gue es más alta y tiende a salir por el piso dad relativa del aire subterráneo
normal, ya gue al descender la tem- superior gue en el interior de la son siempre mayores gue las del
peratura de una masa de aire se
cueva es el punto más alto, aun- aire exterior.
eleva su humedad relativa.
Es necesario explicar el compor- gue no lo sea en el exterior.
— La Cueva de los Órganos fun-
tamiento anómalo de los puntos 4, Cuando la temperatura exterior es ciona como "tubo de viento" en
5, 6 y 7, en los gue por el contra- superior a la de la cavidad, hecho invierno y como "saco de aire" en
rio, la humedad relativa descien- gue ocurre en verano, deja de fun- verano.
de en invierno y aumenta en vera- cionar como "tubo de viento", y
no. Así, por ejemplo, el punto 6 — Existe una clara estratificación
lo hace ahora como un "saco de térmica vertical de las masas de
nos dio en julio una HR. del 90% aire" descendente. El aire interior
v en marzo del 69%. El descenso aire.
más frío gue el exterior tiende a
de estos valores en invierno es de- — Las zonas próximas a la entra-
bido a la entrada de aire frío exte- acumularse en el fondo de la ca-
da presentan un clima intermedio
rior, gue al contacto con el inte- vidad.
entre el de la isozona y el exterior.
rior, más cálido, eleva su temDe-
ratura v Dor consiguiente disminu- — Los valores de temperatura y
ye su HR. Nivel de entalpia entalpia encontrados en la isozona
corresponden con los valores me-
Hemos calculado en todos los dios de las cavernas españolas se-
Características de la puntos el valor de la entalpia en gún su situación geográfica y su
termocirculación Kcal/m 3 . Esta representa el conte- altitud sobre el nivel del mar.
nido calórico del medio. Sus fluc-
Esta cavidad tiene dos orificios de tuaciones nos permiten conocer las José L. MENJIBAR SILVA
comunicación con el exterior a di- características del clima de la ca- Rafael QUIROS SÁNCHEZ

BIBLIOGRAFÍA

BLAS, L. (1970). Agenda del químico. Aguilar. Madrid.


ERASO, A. (1962). Ideas sobre climática subterránea. Estudios del G.E.A. Vitoria, págs. 21-43.
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GEZE, B. (1968). La espeleología científica. Martínez Roca. Barcelona.
Memoria del Grupo de Espeleólogos Granadinos (1976). (Inédito).
MONTORIOL, J. (1959). La distribución térmica en las formaciones hipogeas y sus consecuencias en cuanto a la dinámica del aire.
Public, de la Excma. Dip. de Vizcaya. Bilbao.
VALDEZ, M. (1975). Guía antoiógica de Antequera y su contorno geográfico. Col. "Guías antológicas de España". Málaga.
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