Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Antropología histórica
María Pía Poblete
Instituto de Estudios Antropologicos
Así, estas organizaciones, han dado un golpe fuerte en diversos ambientes, un ejemplo de
esto es, la religión. Hasta la actualidad, diversas agrupaciones cristianas han dado un fuerte golpe a
las estructuras clericales y la relación de estas con los espacios públicos, uno de estos es la acción
católica femenina que responde a una institución que por muchos años ha prevalecido con ideas de
superioridad, jerarquía y dominación frente al ejercicio del poder en la participación pública de las
personas, especialmente cristianos.
Preguntas de investigación.
¿Cuáles son los elementos que diferencia a las organizaciones femeninas con la acción católica
femenina?
¿Cuáles son los intereses que predominan en la misión de la Acción Católica Femenina?
Objetivos
Analizar las reuniones del Consejo femenino de Acción católica, destacando su sistema de
organización social-religioso.
Comprender los procesos en los que la religión influye en el posicionamiento social de las personas
Reconocer los aspectos principales de la participación social, político, religioso de las mujeres a
mediados del siglo XX
Evidenciar las practicas socioculturales de la agrupación que den muestra de la condición neutra en
torno a lo político (ni izquierdistas, ni derechistas)
Contexto sociopolítico
Con anterioridad a la década de 1930 y posterior al mismo año, el periodo se abre con la
promulgación de la Constitución de 1925, que, en cierta medida, abarca la instauración de la una
nueva institucionalidad política nacida de esta, donde la industrialización sustitutiva, nace de la
consolidación de mecanismos de participación política y le implementación de este nuevo modelo.
A pesar de esto, a fines mediados de 1950 este modelo manifiesta signos de crisis.
En este periodo, de la mano del Estado, se inicia una política destinada a promover la
industrialización del país y la ampliación de servicios a través de las políticas sociales. En esta área,
los sectores más favorecidos son la clase empresarial, que es apoyada por el Estado, los obreros
industriales y los trabajadores del Estado vinculados a las anteriores áreas.
Hacia 1931 y debido a la Gran Depresión, se produce en Chile una grave crisis económica
que afecta la actividad salitrera, por lo cual Ibáñez pierde el apoyo ciudadano. La debacle
económica, sumado al rechazo ciudadano al autoritarismo del régimen, provoca una oleada de
protestas populares que precipita la caída de Ibáñez, el 26 de julio de 1931. El fin del autoritarismo
desemboca en un período de aguda inestabilidad política, caracterizado por las asonadas y los
golpes militares.
Por el sector de la mujer, desde el voto municipal, las organizaciones femeninas comienzan
a tomar forma, apoyándose por el interés de conseguir este voto, como derecho. En 1935, se crea
el Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH), quienes tienen como objetivo:
Es sabido que la crisis de 1929 golpeó fuertemente al país, no solo en términos económicos,
sino también en las esferas políticas y sociales. A raíz de esto, y muy estrechamente vinculado al
proceso de laicización del Estado, comenzará a prevalecer en la Iglesia católica una política orientada
a la ayuda social, que aunque tuviera un origen anterior, no había logrado traspasar las barreras de
las elites.
Hasta fines de la década de los años veinte, los comunicados, pastorales y otros documentos
de la jerarquía eclesiástica, eran textos que no necesariamente tenían una discusión previa de todos
sus componentes, más bien, se trataban del esfuerzo personal de algún sacerdote quien comentaba
al resto el contenido del escrito. Si este era aprobado sin mayores reparos, estaba listo para su
publicación y posterior difusión, y aunque el arzobispo de Santiago era el que ejercía un cierto
liderazgo, no existía ninguna organicidad para el trabajo en conjunto de las cabezas del catolicismo
chileno.
Los archivos aquí trabajados son actas de las reuniones de la Acción Católica Femenina, organizada
por solamente mujeres y guiadas por un sacerdote. Estas actas esta ubicadas en lo que es
considerado la sala de documentación del Obispado de Valdivia, estas no poseen una clasificación
en particular, por la misma razón es complejo encontrarlas. Lo archivos están en un conjunto de
otros archivos de distintos temas (censos parroquiales, óbolos, y otros sin nombre), donde nadie
conocía la existencia de estos, puesto que las personas que participaron de la Acción Católica
Femenina en la actualidad ya no están.
Observé que, a partir de las fechas presentes en los documentos, se puede comprender y
analizar un contexto político-religioso en la Iglesia Católica Chilena, que entre los años que se han
mencionado en secciones anteriores, se ha visto en profundos cambios estructurales. En la medida
de encontrar información importante, el trabajo con los archivos ha brindado miradas nuevas del
rol social y político en Chile, y como las mujeres, siendo jefas de hogar, han logrado organizarse
dentro de una institución principalmente patriarcal.
Para desarrollar una visión antropológica de los archivos a analizar, se considerará tres
aristas (religión, acción social y antropología de la mujer) donde autores nos brindan una
conceptualización importante para entender las practicas sociales y culturales de como, por
ejemplo, la religión es un sistema cultural, así menciona el autor,
“Una religión es: 1) un sistema de símbolos que obra para 2) establecer vigorosos,
penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones entre los hombres 3) formulando
concepciones de un orden general de existencia y 4) revistiendo estas concepciones con un
aura de efectividad tal que 5) los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo
único” (Geertz 2003: 89).
Desde aquí entender el proceso de representaciones simbólicas que posee la acción católica
Femenina, encontrándonos con una institución religiosa que, mediante un sistema de valores éticos
y morales, da paso a practicas sociales y culturales que las mujeres toman para significar su accionar
social.
Por otro lado, las teorías feministas en antropología, o así mismo, la relación
antropología/feminismo, de la mano de Henrietta L. Moore, quien en su libro Antropología y
feminismo (2009), realiza una comprensión sobre “Lo doméstico contra lo público” (p. 36), “madre
y maternidad”(p.39), “la mujer como persona” (p.54), que nos ayudará a pensar en que es la mujer
y como esta se desenvuelve en un espacio social y cultural ligado a la autoridad masculina,
encontrándonos con dos escenas que marcan la estructura de cómo se entiende el ser mujer en la
sociedad.
En todas las sociedades hay una valoración cultural que interioriza la mujer pues siempre se
pueden encontrar elementos de ideología cultural que explícitamente la desvalorizan, también
porque hay artificios simbólicos que las atribuyen cualidades contaminantes o porque se
manifiestan ordenamientos socioculturales que las excluyen de esferas de poder.
Para comprender lo que se entiende por acción social, nos tomaremos de Parsons, puesto
que, plantea que cualquier fenómeno concreto, al cual es aplicable la teoría, es un sistema que
puede descomponerse en subsistemas menores, los cuales a su vez pueden dividirse en la más
pequeña dimensión de la acción: el acto unidad. El acto unidad, escribe Parsons,
Por lo que el análisis, al ser denso, debe considerar todo lo anterior mencionado, logrando encontrar
como los sistemas de símbolos influyen en las practicas culturales, y las relaciones sociales de las
personas.
Sin dejar de lado el aporte de la antropología histórica, Platt por su lado, nos presenta al
archivo no solo como un documento escrito, sino como un documento que presenta todo un
contexto social, que da cuenta de procesos y practicas culturas y políticas. Es el caso de los archivos
administrativos, que sirven no solo para entender el manejo de la información en la época, sino de
toda la estructura que construye la memoria archivística de un sector público. Tal lo menciona el
autor, “los sistemas de clasificación de los documentos no solamente reflejan a las sociedades que
los han producido y de cuyas pasadas administraciones conservan huellas.”
“El archivo puede aproximarse más a la vida que los personajes en una novela y hasta de las
narraciones que trazamos luego de doce meses de un autoimpuesto trabajo de campo.” (p. 47)
Archivos:
Para comprender las temáticas tratadas cada semana en las reuniones, se desglosará, por cada
fecha, las temáticas trabajadas en la reunión. Las actas son escritas por la secretaria encargada, y
las reuniones son presididas por la presidenta, excepto en los momentos religiosos, donde participa
un religioso, a sea presbítero u otro hombre a cargo de la parroquia donde se esté realizando la
reunión.
Organización.
- La A.C.Femenina posee una organización similar a cualquier agrupación laica (presidenta,
vicepresidenta, secretaria, prosecretaria, tesorera y protesorera)
- Cada región en la que se hace presente la organización, existe la presencia de delegadas.
- Por otro lado, existen las delegadas comisiónales (del secretariado de prensa, pro-
moralidad, oficio catequístico)
Jueves 2 de noviembre
- El inicio de las reuniones con una oración y lectura de la biblia (oración de reglamento)
- Presencia de grupos de formación parroquia, matrimonios, y secciones obreras.
- Mes de noviembre preparación del encuentro de mujeres de A.C
- Apoyo a misiones en las instituciones
- Se pide oración por las diferentes comunidades en la que participa el movimiento.
Jueves 6 de noviembre
Jueves 25 de noviembre:
- Que pasó el día de la madre, actividades por región.
- Trabajo constante de las mujeres de A.C en comunidades parroquiales
- Reglamento interno del congreso de A.C:
o Se nombre mesa directiva (presidenta, secretaria de actas, de debate, de prensa,
auxiliar y vocales)
o Usos de las secretarias en el contexto de debates, como encauzadoras
Jueves 30 de noviembre
Teniendo estas relaciones, podemos comenzar a comprender los caracteres que hacen de
la acción católica femenina, una organización religiosa laica aferrada al sistema cultural de la iglesia
católica. Si Geertz, entiende que la religión es un sistema cultural, esto debe verse reflejado en la
organización de las mujeres católicas.
Como podemos observar, las reuniones de la Acción Católica son supervisadas y precedidas
por sacerdotes, se comienza con oraciones, de rigor, se lee la biblia, como medio de ritos de
iniciación de cada reunión, incluso la misión del grupo está en contacto con personas que no son
participantes de la mismo status social, económico, cultural, incluso diferencian entre tres tipos de
personas (cultos, modestos, obreros), por lo que los fines que se pretender conseguir, pueden estar
entre lo que se considera caridad y la solidaridad. Es decir, toda la imagen que la misma religión
puede imponer, es clara, y se refleja en las estructuras de acción social y participación.
Del mismo modo, la gran cantidad de insistencia en la asistencia a misa, lectura para la
formación cristiana, la comunión, y todos los ritos que, según el catolicismo, son principales para el
creyente, dan pauta a tipos de prácticas culturales que solo se encuentran en grupos del mismo
estilo. Si nos enfocamos en los intereses del grupo, nos encontramos que para comprender el
porque del trabajo con obreros, personas de zonas rurales, mujeres, etc. Es claro que existe una
ética por detrás, la ética cristiana, que aporte e impone la creencia que, mediante la acción social,
encontrará la salvación.
Por tanto, este sistema social-religioso, podemos desglosarlo de tal manera: por una parte,
el lado social, demuestra que las relaciones sociales no solo sin entre personas del mismo grupo y
están abiertos a servir a todo aquel que lo necesita. Por el otro lado, el lado religioso, se presenta
como una idea de llevar lo religioso a lo social, donde la mujer impera sobre la idea de cercanía de
una iglesia marcada por una crisis.
Podremos preguntarnos, ¿Por qué acción católica femenina?, claramente. Antes de la
existencia de la acción católica femenina, ya existía la Acción Católica, donde solo participan
hombres, por lo que se puede inferir que existe una necesidad de crear un espacio para las mujeres,
pero que respondan de buena manera a la iglesia y a la sociedad. Entonces Acción, como lo entiende
Parsson, donde el acto de unidad en la acción va consigo a cada actividad pequeña que se realiza de
parte de la Acción Católica Femenina, y por lo consiguiente, las actividades que están presentes en
el grupo, responden a un sistema cultural, religioso y social.
Podremos pensar en porque existe un interés de parte de las mujeres por crear una
agrupación de acción católica, pues para la antropología, especialmente la feminista, existe este par
de oposición entre lo domestico y lo publico (Moore) y si la mujer es a la naturaleza, el hombre a la
cultura (Ortner) puesto que la sociedad en la que vivimos se estructura de tal manera que selecciona
y configura el como deben ser las personas. Lo mismo sucede en la iglesia católica, esta selecciona
las cualidades (temperamentos), así estructurar lo que se identificaría como el rol de la mujer y el
rol del hombre en la iglesia, el hombre como superior, el que puede alcanzar el cargo más alto, ser
Papa.
Mientras que la mujer, solo posee la capacidad de ser sumisa a las ordenes sagradas, o mejor
dicho las ordenes de la institución. No podeos decir que los archivos que están siendo analizados
son parte de una ruptura en la historia de la iglesia católica chilena, solo que da una mirada a como
las mujeres se organizaban, mientras están en todo un espectro de derechos (voto femenino
nacional y municipal). La organización va a responder a una cultura predominantemente masculina,
y no se deja llevar solo por esta cultura, sino que se hará contra a las nuevas agrupaciones de
mujeres, debido a posturas políticas presente en esas (por ejemplo, el MEMCh), suponiéndose un
termino medio entre la izquierda y la derecha.
Ahora bien, la interpretación de que la mujer no puede estar en lo público puede ser
abordado desde la perspectiva de que ella solo pertenece al ámbito doméstico, y el hombre al
público, donde las categorías «doméstico» y «público» se articulan en un esquema jerárquico. Así
lo «doméstico», se puede considerar como el conjunto de instituciones y actividades organizadas
en torno a grupos madre-hijo, mientras que lo «público» se refiere a las actividades, instituciones y
tipos de asociación que vinculan, clasifican, organizan o engloban a determinados grupos madre-
hijo. La mujer y la esfera doméstica están así comprendidas en la esfera masculina y pública, y son
consideradas inferiores a ésta.
Por lo demás, la relación entre tantas ideas teóricas y el archivo, se puede encontrar con
una descripción que invita a la densidad, y a plantear sistemas complejos de interpretación en torno
a las nuevas temáticas, como lo trabajado aquí. La participación política, social y cultural de las
mujeres en espacios religiosos es un tema que de a poco va tomando forma en el ámbito académico
y se torna una temática constante en la teología, ciencias religiosas, y en este caso, los creyentes
que pertenecen a las ciencias sociales.
Bibliografía.
Luz, M (1987) La participación política de la mujer en Chile: las organizaciones de mujeres. Fundación
Friefrich Naumann. Buenos Aires, República Argentina.
Huerta, M. (1988) "La iglesia chilena y los cambios sociopolíticos." Pehuén, Santiago
Geertz, C (2003) La interpretación de las culturas. Editorial Gedisa, Barcelona, (versión original,
1973)
PLATT, T. (2013) Entre la rutina y la ruptura. El archivo como acontecimiento de terreno. En: Los
estudios andinos hoy. Práctica intelectual y estrategias de investigación, compilado por C. Zanolli, J.
Costilla, D. Estruch y A. Ramos, pp. 217-242. Prohistoria Ediciones, Rosario.
Ortner, S. (1979). ¿Es la mujer con respecto al hombre lo que la naturaleza con respecto a la cultura?
En: Harris, Olivia y Kate Young (Comp.) (1979) Antropología y feminismo. pp. 109-131. Editorial
Anagrama, Barcelona.