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Erik Valenzuela

Antropología histórica
María Pía Poblete
Instituto de Estudios Antropologicos

Participación pública de la mujer en la Iglesia Católica: El caso de la Acción Católica


femenina a fines de los años 30’s

Palabras clave: Religión, participación política, feminidad, acción social

La participación política y social de la mujer en Chile ha sido confrontada por la relación de


un grupo estructurado en razón al género, dentro de un ámbito que ha sido construido e
institucionalizado por una cultura predominante, el patriarcado. Con esto, las organizaciones
femeninas han marcado la historia de las luchas por un lugar en los espacios públicos del país,
rompiendo los estereotipos culturales de dominación masculina sobre la femenina.

Así, estas organizaciones, han dado un golpe fuerte en diversos ambientes, un ejemplo de
esto es, la religión. Hasta la actualidad, diversas agrupaciones cristianas han dado un fuerte golpe a
las estructuras clericales y la relación de estas con los espacios públicos, uno de estos es la acción
católica femenina que responde a una institución que por muchos años ha prevalecido con ideas de
superioridad, jerarquía y dominación frente al ejercicio del poder en la participación pública de las
personas, especialmente cristianos.

En esta investigación se hará presente la organización de las mujeres católicas, aportando


al reconocimiento de la posición de la mujer, no solo en espacios políticos laicos, sino que, en
espacios donde merma lo religioso y como se ve lo político desde este. Colocando en mesa como la
religión influye en las practicas sociales, culturales y políticas de las personas, donde entenderemos
que esta toma un rol fundamental en la toma de decisiones y póstumo desarrollo de la organización
femenina católica. Este es, y puede ser, un puntapié para una nueva interpretación del rol de la
mujer en la iglesia católica, y en vista de los procesos de cambio que posee la iglesia católica en
chile, esta es una invitación a reconocer la participación y organización de la mujer en espacios
públicos, y como desde la fe, responden a las necesidades de la sociedad.

Preguntas de investigación.

¿Cuáles son los elementos que diferencia a las organizaciones femeninas con la acción católica
femenina?

¿Cuáles son los intereses que predominan en la misión de la Acción Católica Femenina?

¿Cuál es el rol de la mujer en la iglesia católica chilena en el siglo XX?


¿Cómo la religión controla las necesidades de la organización de la mujer en la Iglesia Católica
Chilena?

¿Cómo pasan las prácticas religiosas a ser practicas sociales?

Objetivos

Analizar las reuniones del Consejo femenino de Acción católica, destacando su sistema de
organización social-religioso.

Comprender los procesos en los que la religión influye en el posicionamiento social de las personas

Reconocer los aspectos principales de la participación social, político, religioso de las mujeres a
mediados del siglo XX

Evidenciar las practicas socioculturales de la agrupación que den muestra de la condición neutra en
torno a lo político (ni izquierdistas, ni derechistas)

Contexto sociopolítico

Con anterioridad a la década de 1930 y posterior al mismo año, el periodo se abre con la
promulgación de la Constitución de 1925, que, en cierta medida, abarca la instauración de la una
nueva institucionalidad política nacida de esta, donde la industrialización sustitutiva, nace de la
consolidación de mecanismos de participación política y le implementación de este nuevo modelo.
A pesar de esto, a fines mediados de 1950 este modelo manifiesta signos de crisis.

En este periodo, de la mano del Estado, se inicia una política destinada a promover la
industrialización del país y la ampliación de servicios a través de las políticas sociales. En esta área,
los sectores más favorecidos son la clase empresarial, que es apoyada por el Estado, los obreros
industriales y los trabajadores del Estado vinculados a las anteriores áreas.

Hacia 1931 y debido a la Gran Depresión, se produce en Chile una grave crisis económica
que afecta la actividad salitrera, por lo cual Ibáñez pierde el apoyo ciudadano. La debacle
económica, sumado al rechazo ciudadano al autoritarismo del régimen, provoca una oleada de
protestas populares que precipita la caída de Ibáñez, el 26 de julio de 1931. El fin del autoritarismo
desemboca en un período de aguda inestabilidad política, caracterizado por las asonadas y los
golpes militares.

Por el sector de la mujer, desde el voto municipal, las organizaciones femeninas comienzan
a tomar forma, apoyándose por el interés de conseguir este voto, como derecho. En 1935, se crea
el Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer Chilena (MEMCH), quienes tienen como objetivo:

“desde el voto femenino hasta la difusión de métodos anticonceptivos, incluyendo


la defensa de la madre y el hijo, el mejoramiento de los niveles de vida de la mujer
trabajadora, la elevación del nivel cultural de la mujer trabajadora y la educación de los
hijos y la capacidad política y civil de la mujer” (Silva, 1987:p 50)

Es sabido que la crisis de 1929 golpeó fuertemente al país, no solo en términos económicos,
sino también en las esferas políticas y sociales. A raíz de esto, y muy estrechamente vinculado al
proceso de laicización del Estado, comenzará a prevalecer en la Iglesia católica una política orientada
a la ayuda social, que aunque tuviera un origen anterior, no había logrado traspasar las barreras de
las elites.

Como expresión de esta nueva orientación es la oficialización de la "Acción Social Católica"


el año 1931, que tendrá como objetivo central lograr la unidad de los católicos en tomo a la
institución e iniciar un proceso de reestructuración que le permitiera dinamizar, bajo la dirección de
la jerarquía, un movimiento social de carácter inclusivo.

Hasta fines de la década de los años veinte, los comunicados, pastorales y otros documentos
de la jerarquía eclesiástica, eran textos que no necesariamente tenían una discusión previa de todos
sus componentes, más bien, se trataban del esfuerzo personal de algún sacerdote quien comentaba
al resto el contenido del escrito. Si este era aprobado sin mayores reparos, estaba listo para su
publicación y posterior difusión, y aunque el arzobispo de Santiago era el que ejercía un cierto
liderazgo, no existía ninguna organicidad para el trabajo en conjunto de las cabezas del catolicismo
chileno.

Junto a la nueva orientación social de la Iglesia- que significó una transformación en la


estructura de la institución -, se consideró necesario dar a la jerarquía una institucionalidad que la
dotara de mayor poderío, esto, porque estaba claro que los nuevos tiempos exigirían la
demostración de un "espíritu de cuerpo" que inyectara de consecuencia y legitimidad las palabras
del alto clero criollo. Así es que - siguiendo la dinámica de su nueva realidad - se dará forma a un
aparataje administrativo que diera cohesión a sus distintos pronunciamientos, lo que estaba en
directa relación con el discurso crítico que va adquiriendo la Iglesia a partir de 1925 y que
necesariamente debía contar con un clero unificado y disciplinado frente a las opiniones y
orientaciones que se entregaban. (Huerta,M. Pacheco, L, 1988:p.158-179)

Los archivos aquí trabajados son actas de las reuniones de la Acción Católica Femenina, organizada
por solamente mujeres y guiadas por un sacerdote. Estas actas esta ubicadas en lo que es
considerado la sala de documentación del Obispado de Valdivia, estas no poseen una clasificación
en particular, por la misma razón es complejo encontrarlas. Lo archivos están en un conjunto de
otros archivos de distintos temas (censos parroquiales, óbolos, y otros sin nombre), donde nadie
conocía la existencia de estos, puesto que las personas que participaron de la Acción Católica
Femenina en la actualidad ya no están.

Para seleccionar entre la gran cantidad de archivos relacionados a la Acción Católica


Femenina, fue necesario leer algunas de las hojas encontradas, y tomar atención a las hojas sueltas,
viendo la relación que estas tienen con los documentos en mejor estado. Los archivos son
principalmente del año 1939, donde se daba cuenta la frecuencia de las reuniones. Los archivos
elegidos son tres tipos, el primero y principal son las actas del mes de noviembre que son realizadas
semanalmente los jueves; segundo, seleccioné algunas hojas sueltas sobre la organización del
grupo, puesto que, para comprender los roles políticos dentro de la organización, es necesario echar
un vistazo a una pequeña hoja donde está inscrito los cargos políticos de las mujeres pertenecientes
a la A.C.F.

Observé que, a partir de las fechas presentes en los documentos, se puede comprender y
analizar un contexto político-religioso en la Iglesia Católica Chilena, que entre los años que se han
mencionado en secciones anteriores, se ha visto en profundos cambios estructurales. En la medida
de encontrar información importante, el trabajo con los archivos ha brindado miradas nuevas del
rol social y político en Chile, y como las mujeres, siendo jefas de hogar, han logrado organizarse
dentro de una institución principalmente patriarcal.

Para desarrollar una visión antropológica de los archivos a analizar, se considerará tres
aristas (religión, acción social y antropología de la mujer) donde autores nos brindan una
conceptualización importante para entender las practicas sociales y culturales de como, por
ejemplo, la religión es un sistema cultural, así menciona el autor,

“Una religión es: 1) un sistema de símbolos que obra para 2) establecer vigorosos,
penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones entre los hombres 3) formulando
concepciones de un orden general de existencia y 4) revistiendo estas concepciones con un
aura de efectividad tal que 5) los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo
único” (Geertz 2003: 89).

Desde aquí entender el proceso de representaciones simbólicas que posee la acción católica
Femenina, encontrándonos con una institución religiosa que, mediante un sistema de valores éticos
y morales, da paso a practicas sociales y culturales que las mujeres toman para significar su accionar
social.

Por otro lado, las teorías feministas en antropología, o así mismo, la relación
antropología/feminismo, de la mano de Henrietta L. Moore, quien en su libro Antropología y
feminismo (2009), realiza una comprensión sobre “Lo doméstico contra lo público” (p. 36), “madre
y maternidad”(p.39), “la mujer como persona” (p.54), que nos ayudará a pensar en que es la mujer
y como esta se desenvuelve en un espacio social y cultural ligado a la autoridad masculina,
encontrándonos con dos escenas que marcan la estructura de cómo se entiende el ser mujer en la
sociedad.

Para la teoría antropológica, especialmente la feminista, ha sido imprescindible la discusión


sobre pares de oposiciones, tales como vienen del estructuralismo de Claude Levi-Strauss, en este
caso es de considerar la oposición entre lo domestico y lo público. Lo domestico relacionado a lo
occidental que identifica a lo femenino, maternidad y un rol puramente de la mujer, mientras que
lo publico hace referencia a lo masculino, puesto que se tiende a pensar que este mismo posee las
capacidades para desenvolverse dentro de lo político, social y lo cultural. Esto relacionado con las
postulaciones de Ortner (1979) en “¿Es la mujer con respecto al hombre lo que la naturaleza con
respecto a la cultura?”. Ortner piensa que el problema de la desigualdad entre sexos debe ser
estudiado en tres niveles: a) desde la universalidad b) desde las ideologías, simbolizaciones y
ordenaciones socio-estructurales concretas relativas a la mujer o c) desde los detalles observables
sobre el terreno de las actividades. Ella estudia únicamente el nivel universal pues sin este, que
continuamente permea los niveles más particulares o relativos a sociedades concretas, no podría
entenderse el mecanismo último para la dominación.

En todas las sociedades hay una valoración cultural que interioriza la mujer pues siempre se
pueden encontrar elementos de ideología cultural que explícitamente la desvalorizan, también
porque hay artificios simbólicos que las atribuyen cualidades contaminantes o porque se
manifiestan ordenamientos socioculturales que las excluyen de esferas de poder.
Para comprender lo que se entiende por acción social, nos tomaremos de Parsons, puesto
que, plantea que cualquier fenómeno concreto, al cual es aplicable la teoría, es un sistema que
puede descomponerse en subsistemas menores, los cuales a su vez pueden dividirse en la más
pequeña dimensión de la acción: el acto unidad. El acto unidad, escribe Parsons,

“debe ser considerado como compuesto por los elementos ‘concretos’ de la


acción. Se necesita cierto número de estos elementos concretos para constituir un
acto unidad completo, un fin concreto, condiciones concretas, medios concretos, y
una o más normas que regulen la elección de los medios para el fin”. (1984: p.889)

Como parte de la metodología de análisis de los archivos, Geertz, quien en la descripción de


los patrones culturales de un grupo humano determinado utiliza lo que él denomina una
«descripción densa». es decir, una descripción interpretativa minuciosa, en el entendido de que el
significado de las acciones sociales va más allá de ellas mismas. Geertz señala al respecto:

“Entendida como sistemas en interacción de signos interpretables (símbolos), la cultura no


es una entidad, algo a lo que puedan atribuirse de manera causal acontecimientos sociales,
modos de conducta, instituciones o procesos sociales; la cultura es u contexto dentro del cual
pueden describirse todos esos fenómenos de manera inteligible, es decir, densa.” (Geertz,
2003: p.27).

Por lo que el análisis, al ser denso, debe considerar todo lo anterior mencionado, logrando encontrar
como los sistemas de símbolos influyen en las practicas culturales, y las relaciones sociales de las
personas.

Sin dejar de lado el aporte de la antropología histórica, Platt por su lado, nos presenta al
archivo no solo como un documento escrito, sino como un documento que presenta todo un
contexto social, que da cuenta de procesos y practicas culturas y políticas. Es el caso de los archivos
administrativos, que sirven no solo para entender el manejo de la información en la época, sino de
toda la estructura que construye la memoria archivística de un sector público. Tal lo menciona el
autor, “los sistemas de clasificación de los documentos no solamente reflejan a las sociedades que
los han producido y de cuyas pasadas administraciones conservan huellas.”

“El archivo puede aproximarse más a la vida que los personajes en una novela y hasta de las
narraciones que trazamos luego de doce meses de un autoimpuesto trabajo de campo.” (p. 47)

Archivos:

Para comprender las temáticas tratadas cada semana en las reuniones, se desglosará, por cada
fecha, las temáticas trabajadas en la reunión. Las actas son escritas por la secretaria encargada, y
las reuniones son presididas por la presidenta, excepto en los momentos religiosos, donde participa
un religioso, a sea presbítero u otro hombre a cargo de la parroquia donde se esté realizando la
reunión.

Para leer de mejor manera, se ordena primeramente en la organización, y luego el contenido de


cada reunión, con comentarios en paréntesis y aspectos prácticos sobre las practicas, en cursiva. En
el momento del análisis, se citará la fecha, puesto que, no existe aun una clasificación en el archivo
el obispado.

Organización.
- La A.C.Femenina posee una organización similar a cualquier agrupación laica (presidenta,
vicepresidenta, secretaria, prosecretaria, tesorera y protesorera)
- Cada región en la que se hace presente la organización, existe la presencia de delegadas.
- Por otro lado, existen las delegadas comisiónales (del secretariado de prensa, pro-
moralidad, oficio catequístico)

Jueves 2 de noviembre

- El inicio de las reuniones con una oración y lectura de la biblia (oración de reglamento)
- Presencia de grupos de formación parroquia, matrimonios, y secciones obreras.
- Mes de noviembre preparación del encuentro de mujeres de A.C
- Apoyo a misiones en las instituciones
- Se pide oración por las diferentes comunidades en la que participa el movimiento.

Jueves 6 de noviembre

- Postulación para creación de un instituto de formación familiar


o Formar educadoras familiares y sociales
o Ingreso solo de niñas y mujeres mayores de 18 años, con tercer año de
humanidades.
o Sirve como medio para formar madres de familia y dueñas de hogar a la altura de
la misión
o Cursos de formación general, formación práctica, metodología y especialización
agrícola para educadoras de zonas rurales
- Se realizan seguimiento de la agrupación según regiones
o Seguimiento de la formación cristiana a los dirigentes/delegadas regionales
o Propaganda de buena lectura, asistencia a misas, comunión frecuente y
cumplimientos de las indicaciones del consejo nacional.
- Las reuniones son ordenas desde los puntos generales de las reuniones, luego a temas por
región.
- Los centros clasifican a sus integrantes según cultura: Gente instruida/preparada, Gente
modesta-obrera, gente campesina.
- Se organizan para visitar enfermos y hogares.
- Dentro de las cartas diocesanas: se organizan reuniones, lee la revista “sursum” (revista
católica, se lee el evangelio y la existencia de centro filiales.
- Presencias de Asesor en vez de asesora
- Celebración del día de la madre
- En cada actividad se considera un momento de oración

Jueves 25 de noviembre:
- Que pasó el día de la madre, actividades por región.
- Trabajo constante de las mujeres de A.C en comunidades parroquiales
- Reglamento interno del congreso de A.C:
o Se nombre mesa directiva (presidenta, secretaria de actas, de debate, de prensa,
auxiliar y vocales)
o Usos de las secretarias en el contexto de debates, como encauzadoras

Jueves 30 de noviembre

o Invitación a consejos naciones de las naciones sudamericanas.


o Centro cultural de enfermeras
o Exigencia de finalizar actividades, cumplimiento de cronograma.

Análisis de los datos.


Si observamos los archivos que se han presentado, se observan escenas complejas que
relacionan lo religioso con lo social, y desde ahí, se toma para formar una especie de par de
relaciones/oposiciones. Cuando hablamos de esto, nos encontramos con una interpretación
relacionada a la teoría estructuralista de Claude Levi-Strauss en su método para analizar los mitos.

Teniendo estas relaciones, podemos comenzar a comprender los caracteres que hacen de
la acción católica femenina, una organización religiosa laica aferrada al sistema cultural de la iglesia
católica. Si Geertz, entiende que la religión es un sistema cultural, esto debe verse reflejado en la
organización de las mujeres católicas.

Como podemos observar, las reuniones de la Acción Católica son supervisadas y precedidas
por sacerdotes, se comienza con oraciones, de rigor, se lee la biblia, como medio de ritos de
iniciación de cada reunión, incluso la misión del grupo está en contacto con personas que no son
participantes de la mismo status social, económico, cultural, incluso diferencian entre tres tipos de
personas (cultos, modestos, obreros), por lo que los fines que se pretender conseguir, pueden estar
entre lo que se considera caridad y la solidaridad. Es decir, toda la imagen que la misma religión
puede imponer, es clara, y se refleja en las estructuras de acción social y participación.

Del mismo modo, la gran cantidad de insistencia en la asistencia a misa, lectura para la
formación cristiana, la comunión, y todos los ritos que, según el catolicismo, son principales para el
creyente, dan pauta a tipos de prácticas culturales que solo se encuentran en grupos del mismo
estilo. Si nos enfocamos en los intereses del grupo, nos encontramos que para comprender el
porque del trabajo con obreros, personas de zonas rurales, mujeres, etc. Es claro que existe una
ética por detrás, la ética cristiana, que aporte e impone la creencia que, mediante la acción social,
encontrará la salvación.

Por tanto, este sistema social-religioso, podemos desglosarlo de tal manera: por una parte,
el lado social, demuestra que las relaciones sociales no solo sin entre personas del mismo grupo y
están abiertos a servir a todo aquel que lo necesita. Por el otro lado, el lado religioso, se presenta
como una idea de llevar lo religioso a lo social, donde la mujer impera sobre la idea de cercanía de
una iglesia marcada por una crisis.
Podremos preguntarnos, ¿Por qué acción católica femenina?, claramente. Antes de la
existencia de la acción católica femenina, ya existía la Acción Católica, donde solo participan
hombres, por lo que se puede inferir que existe una necesidad de crear un espacio para las mujeres,
pero que respondan de buena manera a la iglesia y a la sociedad. Entonces Acción, como lo entiende
Parsson, donde el acto de unidad en la acción va consigo a cada actividad pequeña que se realiza de
parte de la Acción Católica Femenina, y por lo consiguiente, las actividades que están presentes en
el grupo, responden a un sistema cultural, religioso y social.

Podremos pensar en porque existe un interés de parte de las mujeres por crear una
agrupación de acción católica, pues para la antropología, especialmente la feminista, existe este par
de oposición entre lo domestico y lo publico (Moore) y si la mujer es a la naturaleza, el hombre a la
cultura (Ortner) puesto que la sociedad en la que vivimos se estructura de tal manera que selecciona
y configura el como deben ser las personas. Lo mismo sucede en la iglesia católica, esta selecciona
las cualidades (temperamentos), así estructurar lo que se identificaría como el rol de la mujer y el
rol del hombre en la iglesia, el hombre como superior, el que puede alcanzar el cargo más alto, ser
Papa.

Mientras que la mujer, solo posee la capacidad de ser sumisa a las ordenes sagradas, o mejor
dicho las ordenes de la institución. No podeos decir que los archivos que están siendo analizados
son parte de una ruptura en la historia de la iglesia católica chilena, solo que da una mirada a como
las mujeres se organizaban, mientras están en todo un espectro de derechos (voto femenino
nacional y municipal). La organización va a responder a una cultura predominantemente masculina,
y no se deja llevar solo por esta cultura, sino que se hará contra a las nuevas agrupaciones de
mujeres, debido a posturas políticas presente en esas (por ejemplo, el MEMCh), suponiéndose un
termino medio entre la izquierda y la derecha.

Ahora bien, la interpretación de que la mujer no puede estar en lo público puede ser
abordado desde la perspectiva de que ella solo pertenece al ámbito doméstico, y el hombre al
público, donde las categorías «doméstico» y «público» se articulan en un esquema jerárquico. Así
lo «doméstico», se puede considerar como el conjunto de instituciones y actividades organizadas
en torno a grupos madre-hijo, mientras que lo «público» se refiere a las actividades, instituciones y
tipos de asociación que vinculan, clasifican, organizan o engloban a determinados grupos madre-
hijo. La mujer y la esfera doméstica están así comprendidas en la esfera masculina y pública, y son
consideradas inferiores a ésta.

Por lo demás, la relación entre tantas ideas teóricas y el archivo, se puede encontrar con
una descripción que invita a la densidad, y a plantear sistemas complejos de interpretación en torno
a las nuevas temáticas, como lo trabajado aquí. La participación política, social y cultural de las
mujeres en espacios religiosos es un tema que de a poco va tomando forma en el ámbito académico
y se torna una temática constante en la teología, ciencias religiosas, y en este caso, los creyentes
que pertenecen a las ciencias sociales.

La iglesia católica, no solo ha perjudicado a gran parte de la sociedad con el clericalismo y


los abusos de poder, de igual manera se ha encontrado, enfrentado con personas dentro de si
mismas, que han sacado otra imagen de la misma iglesia. La serie de interpretaciones de la biblia ha
permitido desde masacres, hasta milagros, y así mismo, ha brindado a mujeres un espacio donde
puedan reunirse en todo a sus creencias y objetivos plenos al servicio de los demás.
Si bien esto no es extenso, puesto que se necesitaría una lectura más detallada, es necesario
tomar en consideración la importancia de los archivos para visibilizar acontecimientos históricos
que han quedado olvidados en el tiempo. Cuando encontré los archivos de la acción católica
femenina, todos desconocían de la existencia de esta, y a medida que se realiza una lectura de los
archivos presentes, y de fácil acceso, podremos encontrar vestigios del pasado y reconstruir el
presente como lo menciona Platt.

Bibliografía.

Luz, M (1987) La participación política de la mujer en Chile: las organizaciones de mujeres. Fundación
Friefrich Naumann. Buenos Aires, República Argentina.

Huerta, M. (1988) "La iglesia chilena y los cambios sociopolíticos." Pehuén, Santiago

Geertz, C (2003) La interpretación de las culturas. Editorial Gedisa, Barcelona, (versión original,
1973)

Parsons, T. (1984) La estructura de la acción social, Madrid, Guadarrama.

PLATT, T. (2013) Entre la rutina y la ruptura. El archivo como acontecimiento de terreno. En: Los
estudios andinos hoy. Práctica intelectual y estrategias de investigación, compilado por C. Zanolli, J.
Costilla, D. Estruch y A. Ramos, pp. 217-242. Prohistoria Ediciones, Rosario.

Ortner, S. (1979). ¿Es la mujer con respecto al hombre lo que la naturaleza con respecto a la cultura?
En: Harris, Olivia y Kate Young (Comp.) (1979) Antropología y feminismo. pp. 109-131. Editorial
Anagrama, Barcelona.

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