SUMARIO

R EV I STA. I N TE R N .A. C: l c:::> N .A. L D E .A.JE D R E Z N"' 60

EDITORIAL 4 LAS M�JORES PARTIDAS TEORIA Y TECNICA

DEL ANO Dvoretsky: El
PANORAMA desarrollo de la
INTERNACIONAL intuición
ajedrecística 40
ENTREVISTA
CURSO DE ESTRATEGIA
Gufeld: el rey en el
centro (5) 46

AJEDREZ POR
CORRESPONDENCIA
Tonu Yim: equilibrio
inestable 48
1 Open Revista
Internacional de
PAGINA Cómo conseguir tablas
Ajedrez 56
16
contra l .d4. Yudasin co-
menta tres partidas suyas
del torneo de León.
AJEDREZ ELECTRONICO
¿Fuerza bruta o
PAGINA Gulko: el triunfo de la La supertécnica de búsqueda selectiva? 50

8
constancia. Nepomuce-
no le entrevistó en su
Karpov 23
paso por León.
Falange central de AJEDREZ EN LA
peones 25 LITERATURA
TORNEOS El ajedrez en la obra
Final feliz para de Unamuno (l) 52
Gurevich 12 HISTORIA DEL AJEDREZ
Los grandes torneos 29 PROXIMO NUMERO 58

TEORIA DE APERTURAS
Los infinitos recursos
del ajedrez (l) 36

3
 Fischer, esta vez sí
zares de la realidad, vani­
dades humanas y sociales
parecen haber conseguido
que esta vez si vuelva Fis­
cher, veinte años después
exactamente de su memo­
rable gesta de Reykjavik,
en el verano del 72.
Expertos yugoslavos
han confirmado la noticia
de que Fischer habría fir­
mado ya un contrato para
enfrentarse a Spassky en un balnea­
rio de Montenegro, a partir del 1 de
septiembre, con 5 millones de dóla­
res (unos 450 millones de pesetas)
en premios, además de una impor­
tante cantidad percibida por Fischer
en concepto de cachet. Si tenemos
en cuenta que Induráin y su equipo
se han llevado del Tour de Francia
55 millones de pesetas, habría que
considerar reveladoras las cifras que
se barajan hoy en ajedrez.
También parecen conocerse ya
los analistas de ambos contendien­
tes. Fischer contará con Adorján y
Quinteros, mientras que Spassky
tendrá a su lado a Balashov y Niki­
tin. Spassky tiene 5 5 años, Fischer
49. El ajedrez está de enhorabuena
por el regreso de Bobby.
4
ANTONIO GUDE
ESPAÑA, CAMPEON
MUNDIAL DE
ESTUDIANTES
En Amberes se ha
celebrado el campeo­
nato mundial de estu­
dian tes, proclamándose España
campeón por equipos, con San Se­
gundo, Comas, Terán, Vega Holm,
Acebal, Cuevas, Vilar y Calzetta.
Los madrileños San Segundo y Ma­
ria Luisa Cuevas se alzaron con el
subcampeonato en la competición in­
dividual. Calurosas felicitaciones a
todos.
NUEVO DISEÑO
En el presente número, con el que
Revista Internacional de AJE­
DREZ cumple cinco años de exis­
tencia, se han introducido algunas
modificaciones de diseño gráfico,
con objeto de hacer la publicación
más atractiva para el lector. Esto no
afecta en modo alguno al formato,
ni al contenido.
Una nueva temporada comienza,
que afrontamos con una perspectiva
innovadora. El regreso de Fischer,
por otra parte, abre enorme expec­
tación en todo el mundo, y no sólo
en el ámbito del ajedrez.
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· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·

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� u
Adams ganó
1 anunciado torneo
celebró entre el 5 y el 1 o de ju-
lio, en la capital belga.
SWIFT se
�
:

32 jugadores del más alto

1 99 ES P a n#W o 1 es
nivel tomaron parte en este singular
��:into de ajedrez rápido (25 minu-

Karpov fue eliminado por Seira-

e n 1 a I lsta F 1 d e
wan en primera ronda, lo mismoque
otros importantes a j edre cistas,
• •
•

como Gurevich, Ehlvest, Jalifman, :

En la última lista internacional ( 1. 7. 92)

Azmajparashvili, Nunn y Korchnoi. :
•

En semifinales se enfrentaron Ni-

kolic/Lobron y Anand/Adams, ven­
se ha llegado a una cifra récord ciendo los dos últimos por 1,5:0,5.
La apasionante final vio inicial­
de jugadores españoles, comenzando mente el empate a 1 entre Lobron y
Adams, venciendo el joven GM bri­
por Miguel lllescas, que sube a los ansiados tánico por 2:0 en el desempate Blitz
(a 5 minutos), embolsándose así
2600 puntos. He aquí los primeros: 50.000 dólares, por 25.000 de Lo­

l llescas sube 45 puntos,

De la Villa 30 y 35 De la
bron, que está teniendo una época
dorada, tras su victoria en el Open
de Nueva York.
.
.
.
.

Cruz, que alcanza los

.
.
.
2365, mientras que las
mayores bajas han sido Ro­
mero (-25) e lzeta (-35).

.. .. . . .
.
.
1 ILLESCAS ... ................ 2600 .

2 2520
.
RIVAS ..... .... ............. .

3 2510
.
MAGEM. .... ............ ...
4
5 . .. . .
DE LA VILLA................
ROMERO .. ... .. ... .....
2475
2470

. . . .. ... .
6 J. L. FERNANDEZ ........ 2470
7 O. RODRIGUEZ ..... ... . 2465 GM Michael Adams.
8 BELLON .... ... ... .... .. 2435

.. . ... . ... . .
. .•.•..... . . . . . . . .•• . . . . . . . . . . . . .

.
9 GARCIA ILUNDAIN .. .. 2435 .

10 COMAS .. ................ ... 2430

11 MARTIN ... .. . .... . .... 2430
SAN PETERSBURGO
12
. . . ..
GOMEZ .. .. .. . ... ....... 2425

rn
13 SANZ ............. ... ........ 2425 Noches blancas para

. ...
14 SAN SEGUNDO ......... . 2425
15 GARCIA PADRON .. ..... 2425 Magerramov
16 OLTRA ..... ....... .. ....... 2420
17 GARCIA MUÑ OZ.......... 2420 o nos referimos al relato de

. .. . . .. .. ... ..
18 SUAREZ ROA............... 2415 Dostoievski, sino al torneo de
19 IZETA .. .. . . .. .... .. 2410 categoría 1 O, recientemente

.. . .
20 MELLADO ..... .. .. ... ... 2405 celebrado en San Petersbur­
21 HERNANDO . .. .... ..... 2405 go, cuya clasificación final fue: Ma­
gerramov (Azerbaiján), seguido de
Kuzmin (Ucrania), lonov (Rusia), Sa­
GM Miguel l l lescas: i2600 kaiev, Tseitlin, Zuravlev, etc. Repor­
Elo! taje en el próximo número.

6 • • • •••• • •••••• • •••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• • •••••••••••••

1••••••••••• •••••••••••••• •••••••••••••••••••••••••••••••••••••
PA N <::> R .AAAA I N T E R N A C l <::> N .A.L

MATANZAS (CUBA)

Urday ganó el
Memorial
Capablanca

U
1 MI peruano Henry Ur­
day conquistó el primer
puesto del Memorial
Capablanca (Matanzas,
Cuba), con una arrolladora y
sorprendente superioridad•
9,5 puntos, seguido de Sis­
niega (Méjico) y Amador Ro­
dríguez (Cuba) 8; J. González
y R. Hernández (Cuba) 7,5;
L i m a (B r a s i l ) y C a l d e rín
(Cuba) 7; Nogueiras (Cuba)
6,5; Díaz, Becerra y Pupo
(Cuba) 7; Nogueiras (Cuba)
De izq. a dcha.: Paco Vallejo, Rubén García, David Martínez, José Miguel Ortega y
6; Amura (Argentina) 5,5; J.
Lorena Quevedo.
González (Colombia) 3,5; Ri­
vera (Cuba) 3.
DUISBURGO En el Premier 11 venció Gil­
berto Hernández (Méjico), se­
Mundiales infantiles guido de Vera, Aldama, Ar­

U
mas, W. Arencibia, Borges,
n Duisburgo (Alemania) se disputaron, entre el 30 de ju-
Paneque, G. García, Antunes,
• nio y el 22 de julio, los campeonatos mundiales de aje-
: J. Sánchez y Lugo.
drez infantiles! que congregaron más de 500 jugado-
: . En el torneo de maestros
res de 80 países.
se impuso el español Javier
: Tomaron parte cinco representantes españoles. En sub-1 O
Ochoa, con 8,5 puntos de 12
Paco Vallejo (subcampeón de la edición anterior) y el linaren­
partidas.
se José Miguel Ortega. Vallejo se clasificó 4º y Ortega 1 7°.
En sub-12 participaron el madrileño David Martínez y la
.
•• . . . . . . . . . ••• . . . . . . . •• . • . •
.

cántabra Lorena Quevedo. En sub-14 el vallisoletano Rubén

.

García, campeón de España infantil en Mondariz. SCHACH CAMBIOS EN LA :

En sub- 1 8 el campeonato mundial se lo adjudicó el MI ruso DECAN A MUN DIAL
y colaborador de esta revista Konstantin Sakaiev, una figura
de nivel mundial, como lo acreditan sus 2540 puntos Elo.
JUG�ND WM Chandler compra
En sub- 1 6 ganó el israelí Ronen Har-Zvi, empatado con el DUISBURG
la 'British Chess

�
rus9 Piotr Svidler, y el letón Daniel Fridman. 2 9.0 6.-12.0 7.9 2
.
Magazine'

U
. .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. .
.
.
.
.
n su editorial de julio,
DE C 1 NE ovietsky Sport, en su edición del 1 9 de : Ray Edwards, presiden­
mayo, rinde cuenta de un documental so- : te de la British Chess
La Defensa Kamsky bre 1a vida de 1os rusos exiliados, quizá evo- Magazine, informa que
cando el título de Vladimir Nabokov ('La De­ el GM Murray Chandler ha ad­
fensa', o 'La Defensa Luzhin'). quirido la participación de la
El productor de esta suerte de documental es Federación Británica de Aje­
Viacheslav Jotulev, quien llega a hablar con los drez (el 80 %) de la BCM, de
vecinos de los Kamsky en Petersburgo, quienes la que se cumplen ahora 11 1
informan de la "dureza del padre Kamsky,, para años de existencia. Chandler
con su hijo. es ahora el único propietario
El film, cómo no, constituye un 8.poyo moral a de la revista de ajedrez deca­
las reivindicaciones de Gata Kamsky de cara al na en el mundo. Esperamos
mundial de 1996. Wué se ha hecho de los Tim­ que haga algo positivo con
man, Short y, no digamos, de Shirov o Kramnik? ella .
.••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••• 7
 Miguel A. Nepomuceno
Representa más edad de los 45
años que tiene. Boris Gulko, el
gran maestro judío nacido en Ale­
mania Oriental pero educado en
Rusia, lo ha conseguido casi todo
en el ajedrez. Campeón de Mos­
cú, campeón soviético y de Esta­
dos Unidos, vencedor en tres
ocasiones del actual campeón
mundial, Kasparov. Tres huelgas
de hambre y la presión de renom­
brados ajedrecistas le abrieron las
puertas hacia Occidente.
8
e encontramos hablando con su ex
compatriota Tukmakov, tras finalizar
la ceremonia de entrega de premios de
este V Magistral 'Ciudad de León', que
tan eficazmente había ganado . Y con
esta tranquilidad que da el saber que
un nuevo propósito se ha cumplido, nos relata sus
impresiones del torneo.
-Ha sido una buena competición, con una orga­
nización excelente y una sala de juego agradable .
Estoy muy satisfecho, sobre todo porque lo h e ga­
nado. También me ha entusiasmado la ciudad, es­
pecialmente Ja catedral, que he visitado durante
horas.
-¿Se enco11tró en algún momento con la duda de quién
sería el vencedor?
-Yo he salido desde el primer momento a ganar,
pero Illescas se me fue adelantando hasta ponerse
de líder enseguida, lo que me hizo llegar a la últi­
ma ronda creyendo que sólo podría igualar o per­
der. Sin embargo, creo que Illescas no jugó con to­
das sus fuerzas, tal vez por la fuerte responsabili­
dad de verse con el triunfo en la mano. Hizo un
buen torneo, pero al final le vencieron los nervios.
Además de ser uno de Jos grandes maestros más
fuertes del mundo, Gulko es psicólogo de profe­
sión, disciplina ésta que le ha servido para supe­
rar infinidad de situaciones-límite, dentro y fuera
del tablero. En este Magistral lo demostró con
creces en esa partida decisiva de la última ronda,
frente al GM español Miguel Illescas, donde su
seguridad y sensación de solidez salieron triun­
fantes .
 E N T R E V I S TA

Boris Gulko,
triunfador en
León. (Foto:
�=__¡ Caroline Winkler).

-¿Fue el psicólogo o el jugador quien venció?
-Digamos simplemente que jugar desde el segun-
do puesto de la clasificación me fue más fácil y
más cómodo. Yo no tenía nada que perder y él,
en cambio, mucho. Por otro lado, psicológicamen­
te yo estaba más motivado para la lucha .
-¿Jugar con negras no fue obstáculo para usted?
-Sí, pero los ajedrecistas no tenemos opción. De-
bemos estar preparados para saber jugar con am­
bos colores.
Durante el torneo Gulko realizó excelentes parti­
das, al lado de otras no tan perfectas, pero siem-

•••

ccQuedé campeón de la URSS en 1977,

pero el Comité de Deportes

sólo me permitió salir en tres ocasiones.»
•••
9
E N T R E V I S T.A
Con su esposa Anna Ajsharumova. (Foto: F. U rías).
pre mostrando sus profundos conocimientos estra­
tégicos, su regularidad y su poder de concentra­
ción.
-¿Con qué partida se siente más satisfecho de las aquí ju­
gadas?
-Tal vez con la que disputé contra Franco en la
segunda ronda.
-¿Y la peor?
-Con Tukmakov, donde estuve al borde de la de-
rrota.
De psicólogo a exiliado
Desde aquel 1 973, cuando a los 26 años ganó el
Campeonato de Moscú para universitarios que lo
catapultaría de inmediato a la fama, la carrera de
Boris Gulko daría un giro decisivo. Obtiene su pri­
mera norma de GM al compartir ese año el triun­
fo con Timman en Sombor, y aunque fueron años
dificiles para él, que deja su profesión para dedi­
carse de lleno al juego-rey, la recompensa no tar­
dó en llegar. En 1 975 logra el segundo lugar en el
fortísimo campeonato soviético, empatando con
Tahl y con Vaganian. Ya en los años ochenta Gul­
ko comienza a tener problemas con el régimen co­
munista, debido a su condición de judío : pide per­
miso para salir con su familia del país, pero esto
cae como una bomba en las altas esferas del po­
der político y deportivo de la URSS, por lo que
es condenado al aislamiento físico y profesional,
durante cerca de siete años. Sucesivas protestas de
sus colegas, grandes maestros de ajedrez, y tres
huelgas de hambre le abren definitivamente las
puertas hacia la libertad y hacia su nueva naciona­
lidad norteamericana. Allí pudo seguir ejerciendo
su profesión y participar en los más fuertes tor­
neos de ajedrez, hasta llegar a proclamarse cam­
peón, el pasado año, de los Estados Unidos.
-¿Cómo recuerda aquel período de su vida en la URSS?
-Desde luego, con amargura. En aquel tiempo ha-
10
bía un régimen estúpido, controlado por personal
igualmente estúpido, que no te dejaba mover ni ex­
presarte. Continuamente sentía la presencia de la
KGB, del Partido Comunista y de ese odio anti­
semita que allí se respiraba. Como comprenderá,
esto era más que suficiente para que intentara irme
de allí. Además, profesionalmente me perj udica­
ba, pues en aquel momento era un fuerte j ugador
y no tenía oportunidad de demostrarlo fuera de
Rusia. Quedé campeón de la Unión Soviética en
1 977, pero el Comité de Deportes, que es quien
decide cuándo y dónde debes jugar, no me permi­
tió salir de Rusia más que en tres ocasiones, he­
cho que te puede dar idea de lo que allí estaba ocu­
rriendo con los ajedrecistas.
-¿Cómo consiguió salir?
-Después de pasarme siete años en la URS S sin
poder moverme, por el simple motivo de ser ju­
dío, me decidí a buscar una solución para irme
como fuera. Fue entonces cuando me puse en
huelga de hambre por primera vez, en 1 98 l . Mien­
tras tanto, mis compañeros judíos hacían manifes­
taciones en mi favor. Como esto seguía sin ablan­
darles, tuve que hacer otras dos huelgas de ham­
bre más, en el 85 y en el 86, la última coincidien­
do con la Perestroika, lo que fue como encontrar
la llave de la celda y así poder exiliarme.
-¿Por qué a Estados Unidos? ¿Era difícil amoldarse al
nuevo régimen capitalista?
-Para un ajedrecista es el lugar más fácil para po­
der ejercer su profesión y donde tienes un mayor
número de oportunidades para vivir cómodamen­
te, con tranquilidad. No tuve ninguna dificultad
para acomodarme al tipo de vida norteamericano.
Me gusta la libertad y es fácil ser libre. Eso se
aprende rápido.
-¿Qué es el ajed,.ez para Gulko?
-Mi vida.
-¿Es en Nol'teamérica donde tiene ahora sus inmediatos
proyectos?
-No en cuanto a torneos, pues ahora mismo no
hay ninguno importante, lo más inmediato creo
que será la Olimpiada en el mes de junio.
El campeonato del mundo
-¿Cómo ve el futuro del ajedrez?¿Continuará Kaspa,.ov
dul'ante muchos años?
-Kasparov es ahora mismo el jugador más fuerte
del mundo, mientras Karpov ha entrado en el ló­
gico declive producido por el desgaste y la edad.
Sin embargo, está surgiendo una serie de valores jó­
venes que en los próximos cuatro años van a desa­
fiar con éxito a Kasparov, pues el ajedrez es
una constante evolución y el título no se puede
11
'•
mantener muchos años, como ocurría antes.
 AJEDREZ ABIERTO

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- -
 El torneo de Munich, que este año alcanzó
la categoría 15 tuvo un desenlace dramático,
pues Mijail Gurevich superó a Geliand y
Hübner en la última ronda. Los
organizadores anuncian la participación, el
año próximo, de Judith Polgár y de Xie Jun. GM Mijail Gurevich.

TORNEO INTERNACIONAL DE MUNICH

Final feliz para •

e on una sola de­
rrota, a manos de
Hübner, conquis­
tó M ij ail Gure­
vich el primer puesto del torneo
internacional SKA-MEPHISTO
de Munich.
Yusupov, que disputaba su
primer torneo tras su eliminación
de la fase de aspirantes al título
mundial, comenzó perdiendo
ante Gelfand, pero luego se fue
recuperando, hasta que su im­
portante serie de tablas le frenó
en Ja progresión.
Gelfand, por su parte, empe­
zó muy fuerte, con 2,5 de 3, y se
evic
mantuvo en los puestos de cabe­
za hasta el final.
La última ronda resultó dramá­
tica, pues tanto Hübner como Gel­
fand, que marchaban en primera
posición, con 6,5 puntos, perdie­
ron sus respectivas partidas: ante
Hansen el segundo y ante Jalifman
el primero, en Ja mejor partida del
joven gran maestro petersburgués
de todo el torneo.
No estuvo a Ja altura de las cir­
cunstancias el vencedor de la pa­
sada edición, Larry Christiansen,
y sorprende Ja magnífica clasifi­
cación de Hertneck, precisamen­
te el más bajo Elo del torneo.
Fue un evento muy competi­
do, con apenas punto y medio de
diferencia entre el primero y el
octavo, con fuerte proporción de
tablas y sólo cuatro el mayor nú­
mero de victorias conseguidas
por un jugador, que de hecho Jo
c o n s i guieron tre s : Gurevi ch ,
Hübner y Gelfand.
El organizador, Dr. Jellissen,
anunció ya que para el año próxi­
mo cuenta con Ja participación de
Judith Polgár, primera del ranking
mundial femenino, y de la cam­
peona del mundo, Xie Jun con lo
que el espectáculo queda garan­
tizado, sin duda alguna.

12

Selección
de partidas
Defensa Bogoliubov E11
l. d4 lll f6 2. e4 e6 3. lll f3
i. b4+ 4. lll bd2 dS S. 1/Wa4+ lll e 6
6. a3 i. e7 7. e3 0-0 8. 1/We2 as 9.
b3 i. d7 1 0 . i.b2 :e:e8 1 1 . .id3
lll a7 12. lll eS h6
13. g4 eS 14. h4 a4 lS. gS ab3
16. 1/Wx b3 de4 1 7 . i, x e4 bS 18.
gf6 i, x f6 1 9. éZJx d7 �x d7 20.
i.e2 e4 2 1 . �e2 e3 22. i, x e3
$..e 7 23. :e:g l 'JJJ/e 7 24. lll e4 fS
2S. dS eS 26. d6 i, x d6 27. éZJx d6
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éZJx bS éZJx bS 30. ,i x bS f4 31. ef4
ef4 32. a4 :e:fc8 33. '.§: g4 f3 34.
as :e:3eS 3S. l:l: b4 l:l: d8 36. a6
:e:e7 37. :e:b3 (1 :0).
Defensa India de Rey E98
l. d4 lll f6 2. e4 g6 3. lll e3 i.g7
4. e4 d6 s. lll f3 0-0 6. i.e2 es 7.
o-o lll e 6 8. dS lll e7 9. lll e l lll d7
10. i.d2 fS 1 1 . ll:cl lll f6 12. f3
e6 13. b4 @h8 14. i.e3 f4 lS.
i. f2 gS 1 6 . E: e2 edS 17. edS i.d7
18. lll b S i, x bS 1 9 . i, x bS g4 20.
i.e2 g3 2 1 . hg3 lll hS 22. gf4 ef4
23. lll d3 lll g6 24. 1i!l'd2 'JJJ/f6 2S.
f üc l lll g3 26. i.el lll h 4
(Ver diag. siguiente)
27. éZJ x f4 � x f4 28 . � x f4
llJx e2+ 29. '.§:x e2 '.§:x f4 30. i.g3
i. eS 3 1 . ,i x f4 i, x f4 32. :e:e7 bS
33. 1l:ee2 lll g6 34. @fl a6 3S.
:e:e8+ ¡¡¡: x e8 36. '.§: x e8+ @ g7 37.
:e:e6 lll eS 38. 1l: x d6 lll d3 39.
'.§: x a6 éZJx b4 40. :e:as i.cl 4 1 .
@ e2 @f6 4 2 . @ d l (1 :0).
Defensa Francesa C11
l . e4 e6 2. d4 dS 3. lll e3 lll f6
4. es lll fd7 s. f4 es 6. lll f3 lll e 6
7. i. e3 a6 8. 1i!l'd2 bS 9. deS
i, x eS 1 0 . i, x eS llJx eS 1 1 . 1/Wf2
1i!l'b6 12. i. d3 i.b7 1 3. 0-0 o-o-o
14. a3 b4 l S . ab4 � x b4 1 6. lll e 2
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1 9 . lll e4 @b8 20. 1l:a4 lll b4 2 1 .
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1i!jlx d4 �e6 24. 1/Wx g7 ( 1 :0).
Gambito de Dama
D45
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.ie6 20. i.e4 ef3 2 1 . .t x e6 ( 1 : 0).
Defensa India d e Rey E97
l . lll f3 lll f6 2. e4 g6 3. l'be3
i. g7 4. e4 d6 S. d4 o-o 6. i.e2 eS
7. o-o lll e6 8. dS lll e7 9. lll d2 aS
10. a3 lll d7 1 1 . ll:b l fS 12. b4
@h8 13. 1i!l'e2 lll g8 14. f3 l'bgf6
l S . i. d3 f4 1 6. lll b S b6 17. i.b2
gS 18 . .ie2 lll e 8 19. g4 fg3 20.
hg3 g4 2 1 . fg4 1i!l'gS 22. 'i/Vd3
lll df6 23. lll f3 � x g4 24. llJxeS
1/Wh3 2S. lll e 6 ab4 26. l:l: f2 ba3
27. lll x a3 1/Wh6 28. es des 29.
llJx eS lll d 6 30. i. c l 'JJJ/h 3 31 .
l:l: h2
3 1 . ... 1i!j/x h2+ 32. @ x h2 i,fS
33. 1i!l'b3 '.§: ae8 34 . .if4 lll d 7 3S.
i.hS lb X es 36. i. X e8 lll g4+ 37.
@ g l i. d4+ 38. @fl '.§: x e8 39.
'JJJ/dl lll e3+ 40. i,x e3 i,x e3 4 1 .
@ g 2 i.e4+ 42. @ h3 lll f7 43.
l:l: b3 lll gS+ 44. @h4 lll f3+ 4S.
@ h 3 lllg S + 4 6 . @ h 4 lllfY
(O,S: O,S) .
13
TC::> R N E C::>S
Defensa Bogoliubov Ell
1 . d4 ttJf6 2. c4 e6 3. tllf3
.ib4+ 4. tllb d2 b6 5. a3 ,1x d2+
6. �x d2 .ib7 7. e3 o-o 8 . .ie2
d6 9. o-o tllb d7 1 0. b3 'Wie7 1 1 .
.ib2 a 5 12. 'Wic2 tlle4 13. tllel f5
14. f3 tllg 5 15. tlld 3 c5 1 6. YJ.ad l
e5 1 7. de5 de5 18. tllf2 'Wie6 19.
�d2 YJ.ad8 20. 'Wid6 '1We8 2 1 .
'Wic7 .ia8 2 2 . YJ.d6 tllf7 2 3 . YJ.d2
'1We6 24. e4 f4 25. tllh 3 .ic6 26.
YJ.fdl :s'.c8
•:a• •••
. �-···'
•.a��- •
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-�-�� .
D.�• -�-et:J
� .t �
� � n
- ��
• •:§'.• m .
27. :l:i x d7 YJ.x c7 28. YJ.x c7
YJ.d8 29. YJ.x d8+ tlix d8 30. tllg 5
'1Wf6 3 1 . h4 h6 32. tllh 3 '1Wd6 33.
YJ.c8 .ib7 34. ,ix e5 'i!fr'x e5 35.
lJ. x d8+ ©h7 36. fü8 'i!fr'a l + 37.
©h2 'IWel 38. tlix f4 'Wfx h4+ 39.
©gl 'Wie7 40. YJ.h8+ (1 :0).
l. d4 d5 2. tllf3 tllf6 3. c4 c6
4. tllc3 dc4 5. a4 .if5 6. e3 e6 7.
,ix c4 .ib4 8. o-o tllb d7 9. 'Wib3
a5 JO. tllh4 .ig6 1 1 . g3 'Wib6 12.
ltJ x g6 hg6 13. YJ.d l 0·0-0 14. ,if]
YJ.h5 1 5. tlla 2 tllg 4 1 6. tlix b4
YJ.x h2 17 . .ig2 YJ.dh8 18 . .id2
ab4 19. f3 tllgf6 20. 'i/fr'x b4 '1Wa6
2 1 . YJ.el g5 22. e4 g4 23. f4 YJ.8h3
24. 'iJ. a3 lllh 5 25. .i X h3 'iJ. X h3
26. ©g2 f5 27. ef5 ef5 28. YJ.e8+
©c7 29. 'liUe7 'Wic4
(Ver diag. siguiente)
30. '1Wd8+ @ d6 3 1 . .ib4+
(1 :O).
14
Defensa India de Rey E68
1 . d4 tllf6 2. tllf3 g6 3. c4 .ig7
4. g3 o-o 5. .ig2 d6 6. o-o tllb d7
7. tllc 3 e5 8. e4 ed4 9. tlix d4 YJ.e8
10. h3 a6 1 1 . YJ.el YJ.b8 1 2. b3 c5
13. tllc2 b5 14. 'fWx d6 .ib7 1 5.
'IWd l tlle 5 1 6. .if4 tllh 5 1 7.
_ix e5 ,ix e5 1 8 . tlld 5 bc4 19. bc4
,ix d5 20. cd5 '1Wf6 21. YJ.bl
:s:Xbl 22. 'fWx b l YJ.b8 23. 'i/fr'd l
lJ. b2 24. l::i'. fl c4 25. tlle3 .id4
• • • •••
• • • ,., ,
,• • • .
. -�- •.
. .,.�. .
•· • � D.�
� � D. .t •
R -�•gm .
26. e5 '1Wb6 27. '1Wf3 c3 28. d6
c2 29. ©h2 ,ix e5 30. llic4 1l?Vb5
3 1 . tlix e5 �x e5 32. 'i?á1a8+ ©o7
"'
33. d7 cl'l?á1 34. lJ. x cI :§'. x f2 35.
d8'l?á1 1l?Vx g3+ 36. ©hl �f4 37.
'Wif8+ ©f6 38. 'Wiad8 (1:0) .
Defensa India de Rey E62
l . d4 llif6 2. c4 g6 3. lbf3 .ig7
4. g3 o-o 5 . .ig2 d6 6. o-o c6 7.
tllc 3 .if5 8. tlle l .ie6 9. b3 'l?á1d7
10 . .ib2 .ih3 ll. lll d 3 i_ x g2 12.
©x g2 d5 1 3 . e3 ll:d8 14. YJ.cl
llia6 1 5. '1Wf3 lbc7 1 6. h4 tllc e8
17. tlle5 'Wie6 18. llie2 h5 19.
.ia3 .if8 20. tllf4 '1Wf5 21. 'Wie2
lbd7 22. cd5 tll x e5
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23. e4 '1Wg4 24. 'Wie3 g5 25.
hg5 lll g6 26. lLi X g6 fg6 27. dC6
bc6 28. :§: x c6 lbd6 29. f3 'W!d7
30. d5 .ig7 3 1 . :§: fcl ll:ac8 32.
'Wie2 '1Wb7 33. ,ix d6 ed6 34. 'Wic4
lJ. x c6 35. dc6+ '1Wt7 36. b4 lJ. c8
37. f4 .if8 38. b5 .ie7 39. 'Wid5
.id8 40. 'Wfx d6 'fWx a2+ 4 1 . @ h3
'Wif7 42. YJ.d l .ib6 43. WVf6 ll:e8
4 4 . ;¡¡: d 7 WVe6+ 4 5 . f5
'Wfx f6 46. gf6 :fí: x e4 47. fg6
;¡¡: g4 48. ;¡¡: b7 (1 :O).
 ' I

vers1on

ess
á para usted
«Fritz» para dinamizar 1
ad analítica. clasificando

· itado de opciones
tidas por jugadores,
igo Informator, año,
úmero de jugadas.

ión de aperturas se inserta

y puede usarse en la
úsqueda (por ejemplo:

un pequeño La nueva lí
mente de la un espléndi
e disponga. que están

ite cargar y
ho partidas, .... ¡ y
es de datos, otras

ACTUALIZACION CB 3.0 A 4.0

'i.oº_Oum
 El gran maestro
Leonid Yudasin
comenta tres
de sus partidas del
torneo internacional
de León, vinculadas
entre s1 por una
/

misma apertura, la
Defensa India de L. Yudasin nos ofrece un excelente trabajo analítico.

Dama, y por la TRES PARTIDAS DE LEON

atractiva lucha que en
Có1110
todas ellas tiene lugar.
-

conseguir
tablas
16
contra 1. d4

Leonid Yudasin
Gran Maestro I nternacio n a l
aturalmente, e l títu­
lo suena un poco a
broma, pero espero
que las partidas que
a c o n tinuación
ofrezco no lo sean.
Todas ellas se han disputado en
el torneo internacional de León,
y en todas se aplicó la Defensa
India de Dama.
Defensa India de Dama E 15
Boris y yo somos viejos ami­
gos, pero la amistad es la amis­
tad y el juego, otra cosa. Gulko
es un reconocido experto en la
Defensa India de Dama.
l. d4 tt:lf6
2. c4 e6
3. tt:lf3 b6
4. g3 .ia6
5. b3 d5
6. i. g2
O bien 6. cd5 , como en la si­
guiente partida. Gulko se esfuer­
za mucho en maximizar sus po­
sibilidades, y yo no tenía ganas
de analizar sus intenciones des­
pués de 6 . . . . dc4 («oficialmente»,
aquí el material más fresco eran
mis p artidas con lvanchuk y
Hertneck, pero desde 1 99 1 mu­
chas cosas se han quedado anti­
cuadas). Tenía que inventar otra
novedad.
6 . . .. tt:lbd7!?
Después de 6. cd5 ed5 7 . .tg2
suelo jugar 7 . . . . .id6 para, des­
pués de 8 . liJe5, recomendada
por la Enciclopedia de Apertu­
ras, evitar cualquier problema
derivado de 8 . . . . o/i/e7 (es curio­
so, pero precisamente al tener en
cuenta 8 . liJ e 5 , la Enciclopedia
LA S tv\EJ C:> R E S
considera 7 . . . . .id6 como una ju­
gada dudosa, literalmente «?!» ).
Tal vez ésta sea la única variante
para mí que ni una sola vez me
ha causado problema alguno
para llegar a tablas, o incluso
más . No quería jugar 6 . . . . .id6,
a causa de 7 . liJe5 y era difícil
atacar al caballo blanco en ese
puesto avanzado.
7. o -o
A 7. cd5 hay que considerar 7 .
. . . liJ x d5 , seguido d e . . . c5, lo
cual no estaría tan bien con .id6,
pues el alfil ocupa una posición
que no es buena (su sitio está en
c5 o en e7), y si 7. liJe5, 7 . . . .
i.b4+ ! 8 . .id2 i, x d2+ y 9 . . .
i.b7, con el subsiguiente tt:Jx e5
( ... liJ e4 o ... c5) que no promete
nada a las blancas.
7 . ... .id6
7 . . . . dc4 8. liJe5 y las blancas
consiguen material, sin compen­
sación alguna.
8 . .ib2! 0-0
Sería malo cambiar en c4, a
causa de 9. liJe5, o simplemente
9. tt:lfd2 y 1 0 . liJ x c4, con supe­
rioridad en el centro.
9. tt:lc3
Gulko demuestra un perfecto
dominio de sí mismo: el cambio
cd5 ed5 sería ventajoso para las
negras, porque abriría la colum­
na 'e' y dejaría espacio para la
maniobra de sus piezas. A mí me
parecía más d e s agradable 9 .
liJ e 5 ! ? i.b7 10 . o/i/c2 y ahora, des­
pués de l O. . . . c5 seguiría 1 1 .
liJ x d7, con lo cual las negras ten­
drían que optar por una desagra­
dable elección: 1 1 . . . ttJ x d7 1 2.
.
liJ x d5 y :!:!. d l , con presión sobre
los peones centrales, o bien 1 1 .
PA RT I D A S DEL ANc::>
. . . o/ifx d7 12. dc5 y i_ x f6 (ense­
guida o después de :!:!. d 1 ), dete­
riorando la posición del rey ne­
gro.
En caso de 1 0 . . . . o/i/e7, segui-
ría 1 1 . cd5 ed5 ( 1 1 . . . . i_ x d5 1 2.
e4, con ventaja; 1 1 . . . . liJ x d5 12 .
a3 ! y e4, siempre con ventaj a
blanca) 1 2. tt:lc4! Al ser posible
esta jugada, las blancas obtienen
la ventaja de la pareja de alfiles
y , poco a poco, emprenderán
operaciones activas en el centro
y flanco de dama. Sería mejor,
por lo tanto, 1 0 . . . . o/i/c8 ! (con i n­
tención de jugar . . . dc4 y . . .
.t x g2, después d e l o cual, con la
ruptura ... c5 las negras tendrían
posibilidades equivalentes). Des­
pués de 1 1 . cd5 ed5 1 2 . .ih3 se­
guiría 1 2 . . . . o/i/e8 ! 1 3 . f4?! ib8 !
y la casilla e4 se debilitaría seria­
.
mente ( 1 3 . o/i/f5 i.c8!) y las blan­
cas no ganarían nada si ocuparan
la casilla c6 ( 1 2. tt:lc6), después
de tt:lb8 ! En caso de llevar el ca­
ballo a b l y el alfil a g5 o f4, sue­
len surgir problemas para la de­
fensa del centro negro, pero la
posición un poco mejor en este
caso (¡caballo en b 1 !) permite a
las negras conseguir fácilmente
contrajuego. La jugada de la par­
tida evita las molestias vincula­
das con liJeS (el alfil b2 está a sal­
vo y las negras tienen la posibili­
dad de contragolpear en e5),
pero obliga a resolver los proble­
mas de la defensa del centro.
9 . .. . i.b7!
1 0 . . . . dc4 1 1 . liJ d2 :!lc8 1 2 .
liJ x c4, con ventaja.
10. o/i/c2
Amenaza 1 2. cd5 y después de
12 . . . . ed5 seguiría 1 3 . tt:lb5, con
ventaja blanca.
10. . .
. a6
1 1 . :!l adl
Las blancas optan por un plan
de ataque al centro y al flanco de
17
LAS /V\E.J C:> R ES PA RT I D AS
rey. Otra opción sería: 1 1 . ll:fdl ,
seguido de 12. ll:ac l , pero hay
que tener en cuenta tanto :§: e8,
como ll:c8 y c5, y aun 'fWe7 ! ? y
.ta3 (después de ll: ac8), o bien
. . . 'fWe7/ll:fd8/lbe4, con lo cual el
juego blanco se hace un poco
más libre, pero las negras tienen
contrajuego.
1 1 . .. . ll:e8!
La idea es impedir el juego
abierto, después de cd5 . La torre
ocuparía enseguida una posición
activa y prepararía, caso necesa­
rio, el retroceso del alfil a f8 (por
ejemplo, en caso de lbh4, cd5 y
lb f5). Este juego, orientado a li­
mitar la actividad potencial del
rival, habitualmente es un indicio
de experiencia.
12. lbh4!?
En caso de 1 2. lbd2 (con idea
de e4) sería posible 1 2 . . . . c5 1 3 .
dc5 _t x cS ! ? (o bien 1 3 . . . . lb x cS)
y, a cambio de aislar el peón d5,
las negras consiguen una gran ac­
tividad ( ll: c8, 'fWc7, b5-b4). Gul­
ko prepara la apertura del cen­
tro.
12. ... ll:b8!
1 2 . . .. c5? 1 3 . dc5 y después de
cd5 el peón d5 se pierde y las ne­
gras no tienen posibilidad de im­
pedir e2-e4.
13. e4
(Ver diag. siguiente)
18
D E L A N C:>
Ahora la idea de las negras se
realiza por completo. Según de­
mostró el análisis conjunto, 1 3 .
ll:fe l dc4 1 4 . bc4 ,i x g2 1 5 .
<ti x g2! e5! 1 6. de5 ( 1 6. lb f5 ed4!
1 7 . lb x d6 cd6 1 8 . :§:x d4 'fWc7, y
las debilidades de ambas partes
darían chances equivalentes, o
bien 1 7 . lb x d4 'fWc8!, seguido de
1!Vb7 , con juego recíproco) 1 6 . . . .
lb x eS (no está claro 1 6 . . . . .t x e5,
seguido de 1!Vc8-b7) 1 7. lbf5!?
lb c4 18 . .i a l , con idea 1!Vc l -g5
y fuerte iniciativa por el peón,
pero es muy confuso el juego tras
1 7 . . . . 1!Vc8!, reservando la idea . . .
lb x c 4 para más adelante. Según
la estimación general, el juego es
libre.
1 3. ... lb x e4!
14. lb x e4 de4
15. ,i x e4 ,i x e4
1 6. 1lf x e4
Según dijo Boris después de la
partida, creía haber obtenido una
ligera ventaja estable, pero tras . . .
1 6. . . . b5 !
. . . se justifica todo el juego ne­
gro (amenaza bc4 y, tras d5 lbf6,
las blancas pueden convencerse
de lo oportuno de la jugada ll:e8,
pues la torre comienza a presio­
nar) y me pregunté : ¿dónde está
la ventaja? Después de 1 7. c5?!
.te7, seguido de 1!Vd5 o lb d5, las
blancas se verán obligadas a ju­
gar con extraordinaria precisión.
17. 'fWc2! i. e7!?
Sólo efectué esta jugada al cer-
ciorarme de que mi rival había
entendido perfectamente . . . y
propuse tablas ( l 7 . . . . bc4 1 8 . bc4
c6 1 9 . d5! ?, pues no me gustaba
dejar que el caballo llegase a f5;
1 8 . . . . 1!Vc8 1 9. ll:d2 ! , defendien­
do con buenas expectativas la se­
gunda fila y preparando :§: fd 1 ,
lbe5, o lbg2-e3, con aproximada
igualdad. Después de 1 8 . lt:if3 c6!
1 9 . d5!? lb x dS 20. lbx dS .if6!,
todo se cambia y no tiene senti­
do continuar la partida, y en caso
de 1 8. lbg2 1!Vc8 1 9 . ll:d2! se lle­
garía a una posición de tablas, en
la que sería prácticamente impo­
sible actuar.
(0,5:0,5)
Defensa India de Dama E15
De nuevo con negras, enfren­
tado a un gran maestro de cate­
goría, experto en la lucha contra
la «India de Dama» .
l. d4 lüf6
2. c4 e6
3. lbf3 b6
4. g3 .ta 6
5. b3 d5
6. cd5
Esta vez podía haber seguido
dc4 (después de .ig2), pero Vla­
dimir decide cambi ar la vieja te­
sis.
6. ... ed5
7 . .ig2 .id6
8. lüc3!?
Una jugada nueva y bastante
sofisticada. En principio las blan­
cas tienen tres planes principales:
.if4 (o .tgS, y si ... h6, .i f4),
pero eso supone un debilitamien­
to del rey; lbc3 y lbe5, pero pre­
cisamente contra lb e5 luchan las
negras, recurriendo a .id6 y
lbbd7; y lbh4-f5, en combinación
con lbc3, atacando el peón d5 y

Vladi mi r Tukmakov. (Foto: G. Hernández).
el alfil d6, aspirando a ocupar la
posición negra. La vía directa, 8 .
0-0 0-0 (8 . ... li:lbd7?! 9 . li:lh4!,
después de 9 .. .. o-o 1 O. liJ f5 l:i: e 8
1 1 . li:J x d6, y sería malo ,! x e2 1 2.
li:J x e8 .i x di 13. li:J x f6+ , mien­
tras que la actividad después de
1 1 . . .. cd6 para conseguir tablas
no es del todo suficiente) 9. li:lc3
(9. li:le5 o/§e7 1 0. �f4 li:lbd7 ; JO.
lbc3 .i x e5 y después del cambio
de las torres a 1 y a8, las negras
se llevarán el peón a2) 9. . . .
li:lbd7 1 0. li:lh4 l:i:e8! (amenaza
.ib4) y las negras conseguirían
jugar c6 y llevar el alfil a una ca-
LAS /V\EJC> R E S
silla activa (b4 o f8). Todo esto
se sabe desde la época en que se
disputó la partida Lukacs/Yuda­
sin (Leipzig 1 98 6), donde des­
pués de 1 1 . l:i: e 1 li:le4! (con idea
de 1 2. liJ x d5 c6! y ataque inten­
so al peón) las negras resolvieron
todos los problemas (y las blan­
cas no todos). La idea 8. li:lc3 es
emprender un ataque al centro,
hasta el enroque. No hay todavía
el apoyo de l:i: e8, pero las negras
disponen de un contraju ego tác­
tico.
8. ... li:lbd7!
PA RTI D A S D E L ..A.ÑC>
Después de 8 . . . . o-o se llegó a
la partida Tukmakov/Basin, Sim­
feropol 1 98 8 , en la que, después
de 9 . li:le5 ! .ib7? ! (habría que ve­
rificar 9. . . . .ib4+ ; 9 . ... o/§e7 no
consigue nada: 1 O. li:Jx d5? li:J x d5
1 1 . ,! x d 5 ,! x e 5 1 2. ,i x a 8
,! x d4! 1 3 . ll:b l c6, o bien 1 2.
de5 E: d8! conviene a las negras,
pero después de 10 . .ig5 ! toda la
táctica se acaba y, tras 1 O. . . c6.
1 1 . f4, habrá que «pasar a la pro­
sa»: las blancas desplegan perfec­
tamente sus piezas para atacar en
el flanco de rey y presionar en el
centro) 1 0. �g5 .ie7 1 1 . o-o
li:lbd7 1 2. E: el c6 1 3. f4 lll e 8
(¿cómo, si no, desatar las pie­
zas?) 1 4. ,! x e7 o/§x e7 1 5. e4 ! y
las blancas ocuparían el centro y
se harían con la iniciativa.
9. li:lh4!?
En caso de 9 . .ig5 h6 o 9 . o-o
o-o y ll: e8, las blancas no añaden
nada a la variante habitual.
9 . . .. c6!
En caso de 9 . . . . .ib4 1 0 . .id2
ya amenaza lb x d5 y es preciso
jugar c6, o sacrificar el alfil,
.,t x c3, pero me gustaría ganar
tiempo con la jugada li:lh4-f5 . El
caballo en f5 , sin el apoyo de
otras piezas, es activo sólo en
apariencia, pero en realidad pue­
de ser objeto de ataque .
10. a3!?
1 O. li:lf5 .ib4 1 1 . .id2 ( 1 1 .
li:J x g7+ @f8 1 2 . .ih6 _2.xc3+, se­
guido de @g8 y el ataque no con-
19
LA S /V\EJ<:::> R E S P,.O... R T I D ,.O... S
duce a nada) 1 1 . . . . o-o 1 2. a3
_i x c3 1 3 . _i x c3 :!ieS 1 4. :!ia2
lll e4 y lo mejor sería ceder ense­
guida el alfil: _i x e4, porque si no
se llegaría a 'i!Uf6, con ataque, y
en caso de 1 O. o-o o-o 1 1 . lll f5
.ib4 y :!ieS, no sería posible
cambiar el alfil d6 o quitarlo de
la diagonal f8-a3 .
10 . ... g6!
1 O . . . o-o 1 1 . lll f 5 .tc7 1 2 . o-o,
. 14. lllf3 !?
y sin g6 a las negras les sería di­
fícil arreglárselas, pero entonces
s e g u i r í a lll h 6 + , .i g 5 , :!i e l ,
'i!Ud2(c2) y, al amenazar e4 u
otros trucos tácticos en torno al
rey, las blancas obtendrían la ini­
ciativa y parece poco probable
poder realizar la amenaza poten­
cial que pende sobre el caballo de
h6.
11. 0-0
1 1 . i.h6?! lll g4 1 2 . .id2 ( 1 2.
· .ig7? :!ig8, y el alfil no tendría
salida) 1 2 . . . . o-o y el intento se
justifica gracias a la jugada 1 3 .
e4, refutando f5 ! ! , con lo que las
blancas podrían llevarse el caba­
llo a e5, f2 o h2, desplegando un
ataque impresionante.
1 1 . ... o-o
12. J;.gS :!i e8!
Un momento delicado. Las ju­
gadas favorables son: 1l: e8, :S: c8,
JJ.e7 y, tal vez, .ib7. ¿Cuál es la
más acertada? Las negras prepa­
ran lll e4 y E: c8 seguiría sólo a
�c2.
13. :!i e l
Después de e4 las blancas ob­
tendrían la iniciativa, aunque al
quedar débiles los puntos a3, b3
y el caballo de h4, su desarrollo
no sería tan simple.
13.... i. e7!
Ahora, después de 1 4. e4
20
D E L ,.O...Ñ<:::>
llJ x e4 1 5 . J;.x e7 'J1.x e7 y 'J1.c8 ,
las blancas tendrían que esforzar­
se por defender sus puntos débi­
les y las negras podrían cambiar,
caso de que así lo deseasen, su
peón c6 por el peón 'd' para ob­
viar las dificultades. Tukmakov
se propone igualar cuidadosa­
mente la posición, empezando
por recuperar el caballo pasivo
de h4.
llle 4!
De lo contrario, después de
lll d 2 o lll e 5, las cosas podrían ser
peores.
15. ,i x e7 'i!U x e7
1 6. 'i!Uc2
Malo sería 1 6. lll x e4 de4 1 7.
lll d 2 e3, y 1 6. 'J1. el debilita el
peón a3 .
1 6. . .. .t b7!?
Preparando ... c5, con la ini­
ciativa. 1 6 . . 'J1. ac8 no defiende
. .
el peón d5, mientras que . . . c5 no
amenaza nada.
17. llld2!?
Hay que determinar cuanto
antes la situación en el centro,
porque si no las negras empren­
derían un ataque encubierto por
el caballo e4: :S: c8, c5, incluso h5,
lll d7-f6-g4. En este momento
Tukmakov propuso tablas, te­
niendo una ventaja de quince mi­
nutos sobre mi tiempo.
17 . . .. lll df6!
También era interesante 1 7 . . . .
c5!?, pero tras un buen cálculo de
variantes (o al menos eso me pa­
reció) no vislumbré ninguna ven­
taja: 1 8 . dc5 'i!Ux cS 1 9. llJ d x e4
de4 20. b4 y 'J1.ac l , 'i!Ub2 =, pero
hay que comprobar también 1 8 .
. . . llJ x c3 1 9 . 'i!Ux c3 ( 1 9 . c6 llJ x e2
20. 'J1.x e2 'i!Ux e2 y la compensa­
ción por la calidad tal vez no sea
del todo suficiente, aunque no
puede saberse con total certeza:
2 1 . ed7 :!ied8 22. �c7, y la po-
sición es confusa) 1 8 . . . . bc5; 1 8 .
llJdx e4! de4 ( 1 8 . . . . cd4 1 9 .
'11. e d l ! ) 1 9 . dc5 llJx cS 20. b 4 y
las posibilidades estarían equili­
bradas.
18. llJdx e4
Amenazaba 1 8 . . . . llJ x f2! 1 9 .
@ x f2 'i!Ue3 + 20. @ fl tbg4, con
victoria.
18. ... de4
19. e3 hS! ?
Aquí las negras tienen una li­
gera superioridad: iniciativa en
el flanco de rey (en razón del
mayor espacio, el peón e4 que li­
mita los movimientos de las pie­
z a s b l a n c a s ) , l a p o s ib ilidad
.tb7-a6-d3 de efectuar u n cam­
bio de alfiles debilitaría la posi­
ción del rey blanco, aunque al
haber pocas piezas y teniendo
las blancas un contrajuego vin­
culado con su actividad sobre la
columna ' c', y con el avance de
los peones del flanco de dama,
podrían conseguir tablas . Sería
posible 1 9 . . . . :!iad8 y después
de l:l:d 6, .ia6, o 1 9 . . . . 'J1.c8 o
1 9 . . . . .ia6. Tampoco sería malo
19 . . . . h5, pero al escoger entre
la multitud de posibil idades
equivalentes, de pronto me di
cuenta de que mi cabeza funcio­
naba mal y que disponía de
poco tiempo, por lo que propu­
se tabl as, que , naturalmente,
fueron aceptadas .
(0,5:0,5).
 Defensa India de Dama E1 4

l. d4 ltJf6
2. ttJf3 e6
3. c4 b6
4. e3 .ib7
5. .i d3

Aquí tuve que p ensar mucho

tiempo para elegir entre 5 . . . .
.ie7, 5 . . . . .i b4, 5 . . . . c5 y 5 . . .
.
d 5 , y posiblemente no acerté . Ze­
nón resultó ser un gran experto
en esta variante.
5. ... d5
6. o-o �d6
7. ttJ c3 o-o
8. b3 ltJbd7
9. .ib2
En principio , los planes de am­
bas partes son los siguientes: las
blancas preparan su actividad en
el flanco de dama ( ltJ b 5 , li c l ,
�e2, cd5 y .i a6, seguido de b4
y c5 o b5) y, al mismo tiempo, en
el momento o p o rtuno, e 3-e4,
ocupand o el centro; las negras, al
defender cuidadosamente el flan­
co de dama y tratando de i mpe­
dir la actividad de las blancas en
el centro, preparan c7-c 5 , o el
ataque al rey, por medio de ltJ e 7 ,
f5 , �f6-h6 , e t c . E s t a posición
será estudiada en detalle y se ha
dado muchas veces en la prácti­
ca.
9. . .. a6
1 0. � e l
Aquí hay que hacer una elec­
ción seria: después de 1 O . . . . �e7
(con idea de . . . .i a 3 , para igua­
lar, cambiando alfiles), o bien
después de . . . c5 efectuar cam­
bios centrales, con posiciones po­
siblemente de tablas .
1 0. . . . ltJ e4
Una variante más aguda, pero
también más arriesgada: las blan-
cas no tienen puntos débiles,
mientras que las negras no han
acabado con el desarrollo de sus
torres.
1 1 . ltJe2!
Franco está al corriente de la
teoría. Ahora, 1 1 . . . . f5 1 2 . ttJ e 5 ! ,
con idea d e f3 ( n o ataque deriva­
do del caballo e 5 , que no sería
realista) . 1 1 . �c2 f5 permitiría a
l as negras un fu erte contraj u ego,
después de 1 2 . ltJe2 dc4 1 3 .
,i x c4 ltJg5 !
1 1 . . .. 11Wf6!
Aquí, al sopesar una vez más
cuidadosamente la posición, me
di cuenta de que quería ganar,
pero también que era importan­
te no fallar. En caso de 1 1 . . . .
11We7 1 2 . ttJ e5 ! , con las amenazas
cd5, ttJc6 y f3, '!!V c 2, con ventaja,
y a las negras les resultaría difícil
cambiar piezas en razón de l a de­
bilidad de su peón de c7. así
como tampoco les sería fácil con­
seguir contraj uego en el centro ,
mientras que el camino hasta el
rey está sobradamente cubierto .
Lo principal es no permitir a las
blancas que ocupen el centro.
1 2 . ltJ g3 !
E n caso de 1 2 . '!Wc2 '!!V h 6 ! 1 3 .
ttJ e 5 no está claro cómo pueden
Zenón Franco:
actuación
irregular en León
evolucionar las blancas, después
de 1 3 . . . . f6 1 4 . ltJg4 11Wh4 1 5 . f3
f5 , o bien 1 3 . . . . .i x e 5 1 4. de5
ltJ d (e)c5 , y si 1 3 . ltJg3, 1 3 . . . .
ttJ x g 3 1 4. hg3 conduce a la posi­
ción de la partida, dej ando tam­
bién una fuerte posibilidad : 1 3 . . . .
f5 ! y ttJdf6 , con juego recíproco.
12 ..
. . t¿j X g3!
Una novedad basada en una
buena estimación durante la par­
tida: las negras no pueden resis­
tir en sus posiciones del «gran»
centro, aunque no hay que ceder
en el punto e5. El propio Zenón
Franco se encontró en una difí­
cil posición con negras en una
part i d a contra Laj o s Portisch
( M ar del Plata, 1 98 2 ) : después
de 1 2 . . . . '!!V h 6 1 3 . ttJ e 5 ! ltJ df6 1 4 .
'!!V e 2 '/Wh4 1 5 . cd5 ! ,i x d 5 ( 1 5 . . . .
ed5 1 6 . ltJ f5 ; 1 5 . . . . .i X e s 1 6 . de5
ltJ g4 1 7 . h3 ltJ g x f2 1 8 . ttJ x e4
ttJ x e4 1 9 . lH4) 1 6 . ltJ x e4 _i x e4
1 7 . ,i x e4 ttJ x e4 1 8 . g3 �h3 1 9 .
f3 , con ventaja blanca.

21
LA S /V\ EJ C>R E S PA RT I D A S
13. hg3 l:l:fe8 !
S e amenazaba 1 4. ll:l e 5 ! ( 1 4 . . . .
llJ x e5? 1 5 . de5 � x e5 1 6 . 'lWh5 ,
c o n ventaj a decisiva) . Ahora n o
habrá mate en h7 y después de
1 4. éb e 5 ? ! seguiría 1 4 . . . . llJ x e5
1 5 . de5 i, x e S 1 6 . i, x h7 + 'it> f8 ! ,
con una ligera superioridad, gra­
cias a la mejor estructura de peo­
nes negros. La casilla e8 es me­
jor que d8 para esta torre: en
caso de 1 3 . . . . l:l: fd 8 , no habría
mejor lugar en el centro para la
segunda torre y luego las negras
prepararían e6-e 5 , liberándose de
la presión del rival.
14. 'lWc2
De otro modo, 1 4 . . . . dc4 y 1 5 .
... e5.
1 4 . ... 'lWh6
15. l:l: fd l !
E n caso de 1 5 . e 4 el contrajue­
go surgiría por medio de 1 5 . . . .
dc4 ! 1 6 . .,t x c4 ( 1 6. bc4 e 5 1 7 . d 5
l2Jc5, con juego complicado para
ambas partes), y ahora h ay dos
posibilidades: 1 6 . . . . ll:l f6 ! ? ( 1 7 .
e5 ll:lg4 1 8 . l:l: fd l .ie7, con idea
de . . . c5 o . . . f5 !?) y 1 6 . . . . e 5 ,
igualando el juego. Después d e
1 5 . l:l: fe 1 sería suficiente para
igualar 1 5 . . . . dc4, con idea de . . .
es o . . . c 5 .
1 5 . .. . l:l: ad8!
No me gusta debilitar el peón
a6, pero una vez que la torre
blanca se ha decidido por la co­
lumna ' d ' h ay que situar más ar­
tillería en el centro . . .
16. e4 !
A 1 6 . éb e 5 podría replicarse
con 1 6 . . . . c5, aunque las blancas
tienen una posición ligeramente
más activa después de 1 7 . llJ x d7
l:l: x d7 1 8 . cd5 ed5 . En realidad,
el contrajuego de las negras en el
flanco de rey, evidentemente,
22
D E L A N C>
bastaría para conseguir tablas,
igual que 1 6 . . . . dc4 1 7 . 'lW x c4!
( 1 7 . lb x c4 i. f8 y . . . c5 ) 1 7. . ..
= nada mejor que 22 . . . . 'lWe3 + y,
ll:l f6 ! y sería malo 1 8 . ébc6? por
1 8 . . . . l2J g4 ! , con ataque . Las ne­
gras no tienen problemas serios
( 1 8 . i.e2 a5 !?; 1 8 . . . . lb e4 ) .
= de 22 . . . . g5, en tal cas o , surgi­
1 6 . . .. de4!
Ahora no servía 1 6 . . . . dc4 y
1 7 . . . . e 5 , porque tras los cambios
en e5 se pierde la torre d 8 .
17. i, x e4 .! x e4
18. 'lWx e4 ll:lf6
S i se c o n s i g u e expulsar l a
dama del centro, sería posible
crear contraj uego a base de . . . b5
o . . . c5. N o conduciría a nada 1 9 .
'lWh4, ni tampoco 1 9 . 'lWe2.
19. 'lWc6
Con la amenaza c5, que daría
ventaja decisiva a las blancas .
1 9 . .. . .,t x g3 !
2 0 . fg3 'lWe3+
21. @hl
2 1 . é fI ?? lb e4 y negras ga­
nan; 2 1 . é h2 lb g4+ y tendría
que elegir entre 22 . . . . l2Jf2+ y 2 3 .
. . . ltJ x d l , seguido de e 5 ! , con
complicaci ones, o las tablas por
repetición de jugadas.
2 1 . ... 'lWh6+
En este momento ambas par-
tes acordaron las tablas : después
de 22. é g l no podría conseguir
lamentable mente para mí, Fran­
co no se percató de la jugada 22.
lbh4 (22 . ll:lh2?? ll:l g4 ). Después
rían complicaciones con posibili­
dades aproximadas. En el análi­
sis conjunto coincidimos en que
el camino más prometedor sería
2 3 . 'lW x c7 ! (23 . 'lWf3 gh4 24. g4
'lWg6 ) 23 . . . . l:l: d7 ! (23 . . . . gh4
=
24. 'lWf4 ! ) 24. 'lWe5 ! (de lo contra­
rio, cuando la dama se vaya del
flanco de rey las negras podrán
realizar un fuerte ataque) 24 . . . .
l2J g4! (24 . . . . gh4 2 5 . �f4 y el
peón 'd' en el final llegaría a ser
muy peligroso) 2 5 . 'lWe 1 ! (25.
'lWe2 f5 y hay que defender h4)
25 . . . . f5 ! , y después 25 . . . . gh4
2 6 . gh4 f4, o bien l:l: g7 . H abitual­
mente, al responder a d 5 con e5
las negras obtienen una fuerte
iniciativa, a cambio del peón sa­
crificado .
Ambos rivales se sentían de­
cepcionados por el resultado de
esta partida.
(0,5:0,5).
Hemos visto, pues, tres parti­
das cortas de grandes maestros
que finalizan en tablas. Pero el
lector atento podrá percibir la
tensión interior de estas l uchas y
espero que también l as partidas
le sirvan de lección, no sólo acer­
ca de la Defensa India de Dama,
sino también sobre la profilaxis
típica que aplican los grandes
maestros, sobre la preparación
para responder a las diversas mo­
dificaciones de la estru ctura de
peones centrales, así como la li­
mitación mutua de la actividad y
la búsqueda de juego, pensando
en el mayor número posible de
ideas y de maniobras liberadoras.
En pocas palabras, creo sincera­
mente que con el estudio de es­
tas tres partidas todos ha­
bremos asimilado una lec-
ción de aj edrez posicional .
 El GM Vladimir
Epishin comenta una

importante partida del

torneo internacional
de Madrid, en la que
Karpov continua realizando excelentes produ cciones. el vencedor, Anatoli

KARPOV v. SALOV

La supertécnica
de Karpov
Vl a d i m i r E p i s h i n
Karpov, da buena
Mundo, en Rotterdam, Karpov
no conseguía incrementar su sco­
G ra n Maest ro
re, pero al iniciarse la nueva
I ntern a c i o n a l C o p a del M u n d o ( Reykj avik
1 9 9 1 ) el subcampeón mundial cuenta de su rival
supo apoderarse por completo '
de la iniciativa, con blancas.
gracias a una
Defensa India de Dama E1 7
t . d4 lll f6
Esta partida del máximo nivel
se disputó en la segunda ronda.
2. c4
3. ttJB
e6
b6
depurada técnica
'
Después de haber perdido hue­
estrateg1ca.
4. g3 � b7 /

nas oportunidades en la Copa del 5. � g2 � e7

23
LAS /V\ EJ C:> R E S P..A. RTI D ..A. S D E L ..A. Ñ C:>

6. lll c3 lll e4
7 . .t d2
La idea de este movimiento es
responder a 7 . . . . f5 con 8 . d 5 , se­
guido de '!Wc2, antes de realizar
el enroque. Las blancas obligan a
sus rivales a determinar la posi­
ción del caballo de e4.
7. ... o-o
8. d5 f5
9. '!Wc2 lll d6
10. b3 .if6
1 1 . l:l: d l '!We7
1 2 . o-o lll a6
1 3 . lll e l
Merecía atención 1 3 . a3, con
idea de que si 1 3 . . . . c6, 1 4. de6
de6 y sacrificar peón con 1 5 . e4
_i x c3 1 6 . i_ x c3 ltJ x e4 1 7 . lll e 5
ltJ x c3 ( 1 7 . . . . 1!1fr'a3 1 8 . _i x e4 fe4
1 9. 1{W x e4! - 1 9 . l:l: d7 lll c 5 20.
l:l: a l 1{W x b3 2 1 . 1!1fr' x b3 ltJ x b3 22.
J:l: x b7 ltJ x a l 2 3 . ,i x a l l:l: fb8 ! ,
con igualdad- 1 9 . . . . 1{W x b3 20.
i. a 1 , con fuerte iniciativa por
dos peones, en razón de l a dia­
gon al a l -h8 , el fuerte caballo de
e5, la columna ' d ' , la dama negra
alej ada de su rey) 1 8 . 1{W x c3 '!Wa3
( 1 8 . . . . :il ad8 1 9 . b4 c5 20. b5
lll b 8 2 1 . ,i x b7 1{W x b7 22. l:l: fe l
y las blancas obtienen una com­
pensación más que suficiente, a
causa del caballo e5 contra el ca­
ballo de b8) 1 9 . :iI d7 lll c5 2 0 .
Las negras se proponen poner Yo creo que, de todos modos,
en j uego cuanto antes el caballo las negras no tenían que cambiar
de a6, pero con eso permiten 9ue su dama, sino sólo cambiar un
Karpov realice b3-b4, cayendo p ar de torres: 29 . . . . :S: fd8 3 0 .
enseguida en una difícil posición. l:l: fd l J:i: x d4 3 1 . :i:[ x d4 g6, y las
Era preciso impedir b3-b4, por blancas tendrían no pocas dificul­
ejemplo con 1 9 . . . . '!Wc6, y aun­ tades técnicas para imponerse.
que las blancas mantienen una
ventaja mínima, en razón del ca­ 30. :iI d3 'lWc4
ballo a6, no existen amenazas 3 1 . 1{Wx c4 :S: x c4
concretas para l as negras, que 32. lll dS! l:l: e8
poco a poco pueden conducir el
juego hacia el empate. Malo sería 32 . . . . lll e 5 3 3 . :il e3
:iI e4 3 4 . lll e7+ y 3 5 . lli x f5 , lo
20. b4 cb4 mismo que 3 2 . . . . :il c5 3 3 . lll e7+
2 1 . ab4 lll c6 c¿;, h s 3 4 . :il a l J:i: x b5 35. :i:[ x a7 ,
22. lll f4! c o n la amenaza de conquistar la
séptima fila con la segund a torre.
Evidentemente, Salov subesti­
mó esta jugada intermedia, que
pone de manifiesto la vulnerabi­
lidad de la parej a de peones
e6-f5 .
22. . .. 1!W e7
lll d4
23. b5
24. '!Wa2 !
Después de esta fuerte jugada,
la situación de l as negras se tor­
na crítica: no hay defensa contra 33. :il a l ! lll d6
2 5 . lll fd 5 . Después de los cam­
bios, las blancas obtienen en el No valía 33 . . . . l:l: c2, por 34.
flanco de rey cuatro peones con­ :i:[ x a7 lll e 5 35. tt:Jf6+ ! y no hay
tra tres, y el peón b5 bloquea a defensa contra el mate .
dos peones negros .
34. tt:Je3 l:l: x e3
35. J:l'. X e3 lLl X b5
24 . . i.e5
36. :il e5 l:l: b4
..

:il fd l ! ltJ x d7 2 1 . :i:[ x d7 .i.c8 2 2 .

J:i: x c7 '!W d 6 2 3 . :il c6 '!Wd l + 2 4 . 37. l:l: x fS a5
.i f l '!W d 8 2 5 . c5 y las blancas 38. :il c l lll d 6
conseguirían buena compensa­ 39. l:l: d5 l:l: c4
ción por peón y calidad . 40. :il d7 a4
41. :il cd l
13. ... c6
14. dc6 dc6 Las blancas penetran en sépti­
15. lll d3 c5 ma con las dos torres y eso deci­
16. _i x b7 1{W x b7 de la partida.
17. a3
41. ... a3
Las blancas persiguen dos pro­ 42. :il a7 h6
pósitos : limitar la acción del ca­ 43. l:l: dd7 lll a 5
ballo a6 y preparar b3-b4. 25. lll fd5 ! ed5 44 . ¡:¡: x g7 + c¿;,rs
26. i. X d4 dc4 45 . i::r h7 c¿;i g s
17. . . . la: ad8 27. � x c4 :il c8 46. l:l: hd7
18 . .if4 lll f7 28. �b3 .t X d4 ( 1 :0).
1 9 . .ie3 lll b8 ? 29. l:l: x d4 '!Wc5

24
 G M Oleg
Roman ishin.

SOKOLOV v. ROMAN IS H IN

lva n S o ko l ov
G ran Maest ro
Falange
central de
I nternacio nal

D efensa Nimzoindia

l. d4 l2Jf6
E34
peones
2. c4 e6
3. l2Jc3 .ib4
El joven gran maestro
La clave . Las blancas constru­
4. 'tWc2 d5 yen un fuerte centro, obteniendo
5. cd5 1!!f x d5 Ja iniciativa.

Una extraña captura, jugada 9 . ... .ib7 Ivan Sokolov comenta

hace mucho tiempo por Botvin­ 10. f3 'tWgS
nik. Lo más frecuente en nues­
tros días es 5 . . . . ed5 6 . .ig5 h6,
1 1 . e4 l2J c6
una de sus mejores
etc. 1 1 . . . . �e3 + ? 1 2 . .ie2, segui­

6. lbf3
do de lb c4 o lb fl . Si 1 1 . . . .
l2Jbd7, ento nces 1 2. lb b 3 c5 1 3 .
luchas del torneo de
'tWd2 ( 1 3 . dc5 l2J x c5 1 4. ,i x f6?
Lo más preciso. Si 6 . e 3 , en­
tonces 6 . . . . o-o 7 . l2Jf3 c5 8 . .td2
� x f6 1 5 . l2J x c5
taja.
, :§: ac8!) con ven-
.. Barcelona, 'Ciutat
'tWh5 ! y con este plan las negras
consiguen contrajuego, llegando 1 2 . l2Jb3 a5 Vella-La Rambla', en
a igualar en la partida l. Soko­
lov /Romanishin, Groninga 1 99 1 . Buscando contrajuego, a base
de atacar la casilla d4. En caso la que construye una
6. . . . 0-0 de 1 2 . . . . lb h 5 (con idea de 1 3 .
7 . .i d2 _t x c3 . . . f5) 1 3 . �d2 ! � x d2+ ( 1 3 . . . .
�h4+ 1 4. g3 ! �e7 1 5 . g4! �h4+ falange central de
Si ahora 7 . . . . 'tWh5, las blancas 1 6 . �f2 � x f2+ 1 7 . <;!;> x f2 l2J f4
c o n s i g u e n v e n t aj a con 8. a3
,t x c3 (8 . . . . ii.e7 9 . e4) 9 . .t x c3
1 8 . 'i!;> g3 g5 1 9. h4 f6 2 0 . i. c4)
1 4. <;!;> x d2 f5? 1 5 . .ic4 fe4 1 6.
peones.
b6 1 O. e4 ( ¡l as blancas han podi­ ,t x e6+ 'i!;> h 8 1 7 . fe4.
do jugar e2-e4 ! ) 1 0 . . . . ii.b7 1 1 .
lbd2. 13. �f2 :§: fd8

8. ,t x c3 b6 En caso de 1 3 . . . . lll h 5 , con in-

9. l2J d2 ! tención de 1 4 . . . . f5 , las blancas

25
.'. .AS /V\EJC:> R E S PA. RTI D A.. S D E L A. Ñ C:>

disponían de la fuerte respuesta jor final para las blancas) 1 9 . . . .

1 4. g4 ! ltJ f4 1 5 . h4 �e7 1 6 . �h2. �e7 2 0 . �e3 e5 ! 2 1 . de5 ! (2 1 . d 5
ltJb4, con posición complicada,
14. :!:i: dl pues si 22. d6?? :i:i x d6 2 3 . ,! x b4
�:X d l + y � x b4) 2 1 . . . . :Q x d l +
Si 1 4. h4, 1 4 . . . . �g6, con la 22. @ x d l :!i d8 + 23 . @c2 (25 .
permanente amenaza de sacrifi­ @e l !?) 23 . . . . liJb4+ 2 4 . @b l (24.
cio en e4. ,! x b4? � x b4 2 5 . � x f4 �d4 26.
.td3 .ta6! 27. �d2 �b2+ 28.
14. ... a4 @ x d l i, x d3 29. ltJ x d3 �b l + ,
1 5 . liJ c l a3! ganando, o bien 26. liJd3 �a l +)
16. b3 24 . . . . ltJg6 2 5 . .ie2 (25 . f4? 22. ltJe2!
�c5 !) 25 . . . . ltJ x e5 , con chances
1 6 . b4?! parece demasiado am­ para ambos bandos, aunque per­ 22. � x d4 no era demasiado
bicioso. sonalmente prefiero las blancas. claro tras 22 . . . . c6.

17. h4! 22. ... �f6

Las blancas fuerzan a la dama Si 22 . . . . ltJ x d3 , 23 . :Q x d3

negra a desplazarse a la casilla ,! x d5? 24. ltJ f4, o bien 22 . . . . c6
equivocada, antes de avanzar d 5 . 2 3 . dc6 ,! x c6 (23 . . . . ltJ x d3 24.
r! x d3 .!a6 2 5 . c7! ,! x d3 26.
17. . . . � g6 c d 8 � + r! x d 8 2 7 . ltJ f4 ) 2 4 .
ltJ x d4 ltJ x d3 2 5 . :i:i x d3 .! b 5 26.
Las negras siguen buscando la ltJ f5 !
posibilidad de sacrificar en e4.
Otra tentativa era 1 7 . . . . �h5 . 23. :i:i fe l
16. ... e5!??
18. d5 Por supuesto, no 2 3 . ltJ x d4?
Interesante pero seguramente ltJ x d3 24. r! x d3 .! a6 .
un paso equivocado. El sacrificio Muy arriesgado para las blan­
tablista 1 6 . . . . ltJ x d4? 1 7 . ,! x d4 cas era 1 8 . de5 :Q x d l + 1 9 . @ x d l 23. ... c6
�a5+ 1 8 . :i:i d2 e5 seguramente :!i d8 + . 24, l¿j X d4 l¿j X d3
era incorrecto, debido a 1 9 . .t a l ! 25. :!i x d3 cdS
Las negras debían, por lo tanto, 1 8 . ... ltJ d4 26. e5
jugar 1 6 . . . . ltJ h 5 ! y ahora: 19. ,t x d4
a) 1 7 . h4 � g 3 , con juego Las negras están posicional­
poco claro; Las negras querían sacrificar mente perdidas, debido a que no
b) 1 7. g3 f5 1 8 . e5 ltJ x d4! 1 9 . en e4, de modo que sería tan po­ son capaces de crear ningún con­
,! x d4 :i:i x d4! 20. � x d4 (20. deroso que eso supone que hay trajuego en el flanco de rey blan­
r! x d4? � x c l +) 20 . . . . _! x f3 2 1 . que e liminar parte de la fuerza co . El resto de la partida es fácil
:i:i g l � x d l 2 2 . � x d l ( 2 2 . _ ...
enemiga y no merece ningún comentario.
@ x d l ? :i:i d8) 22 . . . . �e3+ (22 . . . .
:i:i d8 ' ?) 2 3 . ltJ e 2 � x e5 y las ne­ 19. ... ed4 26. ... '{W g6
gras tienen tres peones por la pie­ 20 . .! d3! 27. :!i de3 b5
za; 28. f4 �b6
c) 1 7 . .! c4 ltJa5, con juego Lo mejor. Primero las blancas 29. :S: g3 g6
confuso; finalizan su desarrollo; el peón 30. h5 @h8
d) 1 7. g4 ltJf4 1 8 . h4 �f6 1 9. d4 se capturará más tarde. 31. hg6 fg6
g5 ( 1 9 . �e3 e5 20. d5 liJ d4! 2 1 . 32. e6 :!i ac8
,! x d 4 -2 1 . r! x d4? ed4 2 2 . 20. ... ltJd7 33. �e3 '{W c7
,! x d4 �d6; 2 2 . . . . ed4 2 3 . � x d4 2 1 . o-o ltJ c 5 34. ltJ x b5
�e7, con fuerte compensación, ( 1 :0).
mientras que de inmediato 23 . . . . Si 2 1 . . . . ltJ e 5 , entonces sim­ F\

ltJ d 5 n o funciona, debido a la

sencilla 24. �x f6 ltJ x f6, con me-
plemente 22. � x d4 ltJ x d3 23 .
ltJ x d3 .
34 . . . . d4 3 5 . ltJ x c7 de3
3 6 . e7. �
26
 N O RMAS
1 En este concurso se propondrán seis posiciones, que el lector d eberá resol·
ver a partir del e n u nciado (bla ncas juegan y ganan, negras juegan y ganan).

2 El enunciado se pla nteará e n forma cod ificada: u n círculo bla nco en e l á n·

g u l a superior izq u i erdo del diagrama equivale a 11blancas juegan y gana n»; u n cír·
culo negro significa «negras juegan y ganan».

3 Las posiciones pueden proceder tanto de partida de competición como del

campo de la composición a rtística.

4 Los concursantes deberán especificar con toda claridad la solución que con·
duce a una posición técnicamente g a n ada, si bien n o es preciso que se i n d i q u en
más que las va riantes esenciales.

5 Cada posición tendrá u n valor d e dos o tres puntos, seg ú n se i n dique. Aqu e­
llas soluciones que cond uzca n a u n a victoria menos clara o menos contu n de nte
serán va loradas con una p u ntuación i nferior.

6 Duración: cinco series, desde el presente n úmero, hasta el n ú m ero 63 (di·

S EG U N DA ciembre 1 9 92) inclusive.

SERI E 7 Premios:
1 .º The ChessMachine, campeón del mundo de computadoras d e ajedrez.
2.º Un programa ChessBase 4. 0.
3.º U n programa M Chess.
4.º Una Enciclopedia del Medio J u ego, suscripción a R.l.A. y a OPEN CH ESS.
5.º Suscripción R.l.A. y OPEN CHESS.
6.º Suscripción R.1.A.
7 .º Suscripción R.l.A.

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2 puntos
o 4 o 6
TE O RIA
-•D E-•

APERTU RAS

LOS I N FI N ITOS
REC U RSOS
D E L AJ E D REZ
,, ,
Nogueiras y Sieiro, dos excelentes teóricos cubanos,
se traen de su exigente laboratorio un buen estímulo
para los pesimistas, examinando la sorprendente
novedad 7 .
. . . dc4, introducida por Karpov en su
match con Korchnoi de 1981. ¡Una novedad en el
Gambito de Dama, en el séptimo turno de juego !

1. c4 e6 2 . tbc3 d 5 3 .
d 4 .te 7 4. ttJf3 ttJf6 5 . .t g 5 h6 6 .
.t h4 o - o 7. � e l dc4

36

GM Jesús Noguei ras, merecida fa ma de b uen teórico.
GM J es ú s
A
N o g u e i ra s
M I L u is S i e i ro
pesar de que el aje­
drez ha tenido un desarrollo
constante desde hace muchos
años, siempre han existido quie­
nes piensan que el llamado j ue­
go-ciencia puede llegar a su fin.
Sin embargo, y como demues­
tran numerosos ejemplos, actitu­
des tan agoreras carecen de fun­
damento. Una buena muestra de
ello es la variante que escogemos
para analizar con los lectores de
Re vista In ternacional de AJE­
DREZ, producida en la novena
partida del match por el campeo­
nato mundial di sputado en Me-
rano ( 1 9 8 1 ) entre los grandes
maestros Anatoli Karpov y Vik­
tor Korchnoi, en la que se llegó
ª. la posición del diagrama ante­
nor.
La última jugada blanca tiene
como idea presionar sobre la co­
lumna 'c' y, al mismo tiempo, im­
pedir el avance temático . . . c7-c5,
y ya había sido empleada en las
partidas quinta y séptima del
mencionado match, donde Kar­
pov había contestado 7 . . . . b6.
Sin embargo, en la novena parti­
da (partida suplementaria n.º 1 )
que constituye el tema de este ar­
tículo, el entonces campeón mun­
dial introdujo 7 . dc4 y es muy
...
elecuente lo que el propio Kar­
pov se1'i alara en sus comentarios
a dicha partida: «El hecho de que
T E c::> R I A D E A P E RT U R A S
en un Gambito de Dama ya en
la séptima jugada sea posible
idear algo nuevo, pone de relie­
ve una vez más la riqueza infini­
ta del ajedrez.»
No han pasado aún diez año s
desde que Karpov se impusiera
en una magnífica partida y ya se
han jugado decenas de partidas
con la jugada 7 . . . . dc4, lo que ha
logrado abrir un nuevo capítulo
en la teoría del Gambito de
Dama.
7. .. . dc4 no parece muy lógi­
co a primera vista, ya que l as
blancas podrán capturar el peón
de c4 sin perder un tiempo (de­
sarrollo del alfil rey por e2 o d3),
lo que también permitirá crear
un fuerte centro de peones, con
8. e4. En el desarrollo del presen­
te trabajo veremos las compensa­
ciones que sobre estas supuestas
concesiones obtienen las negras .
Las blancas se han enfrentado
a 7. .. . dc4 con dos continuacio­
nes fundamentales: 8. e4 y 8. e 3 .
(a)
8. e4
La formación de un fuerte
centro está justificada táctica­
mente, ya que no es posible 8 . . . .
llJ x e4 por 9 . � x e7 llJ x c3 1 0.
� x d8 llJ x d l 1 1 . � x e7 ll: e8 1 2.
i.a3 y las blancas obtienen clara
ventaja.
Las negras han empleado tres
jugadas en esta posición:
(a 1 )
8 . ... a6
37
T E C> R l .A. D E .A. P E RT U R .A. S
Así se jugó en la partida Ra­
zuvaiev/ Anikaiev (URSS 1 9 82),
donde las negras tratan de movi­
lizar su flanco de dama rápida­
mente, pero tienen el inconve­
niente de dejar a las blancas las
manos libres en el centro, des­
pués de 9. ,t x c4 bS 1 0 . .id3
i.b7 1 1 . o-o y aquí las negras em­
peoraron su posición con 1 1 . ...
b4?! y después de 1 2 . ,i x f6
i, x f6 13. lll e 2 lll d7 14. es Jl. e7
(algo mejor era 1 4 . . . . i, x f3 1 5 .
gf3 .i e7, aunque después de 1 6 .
f4 las blancas conservan la venta­
ja) l S . i. b l , las blancas preparan
�d3 y lll f4, con magníficas po­
sibilidades de ataque en el flanco
de rey (véase partida suplemen­
taria n.º 2). En lugar de 1 1 . . . .
b4?! lo indicado era 1 1 . . . . lll b d7,
pero también después de 1 2. es
lbdS 1 3 . i_ x e7 lb x e7 (por su­
puesto, no 1 3 . . . . � x e7?, por 1 4.
lb x dS ,t x dS 1 5 . � c7) las blan­
cas conservan las mejores posibi­
lidades.
(a2)
8 . ... cS
Este intento de destruir el cen­
tro blanco conduce a una situa­
ción sumamente compleja des­
pués de 9. _i x c4 ll:l x e4 (ahora sí
es posible esta jugada, ya que
después de 1 0 . i_ x e7 lb x c3 1 l .
_i x d8 ll:l x d l 1 2 . .ie7 l:l: e8 el
peón de c5 impide al alfil blanco
regresar a a3 , y si 1 3 . J:l: x d J
l:l: x e7 1 4. dc5 l:l: c7 ! , con venta­
ja. Tampoco es factible tratar de
capturar el caballo negro con 1 3 .
Jl. x cS , ya que seguiría 1 3 . . . .
38
lb x b2 1 4. il. b S kd7! y las negras
conservan el peón de ventaja) 1 0 .
ll:l x e4 ,t x h4 1 1 . dcS � x dl+ 1 2 .
l:l: x dl (inferior es 1 2 . @ x d l ?
i.e7 1 3 . 'iS;> e2 lll d7 1 4. �b3 a5
1 5 . a4 lll f6, Rashkovsky/Lpu­
tian, URSS 1 982) 12 . ... i.e7 1 3 .
lll eS b6 14. lll d6 (después de 1 4.
c6? las negras comenzarían el
asedio a este peón, que ha que­
dado alejado de su base, con 1 4.
. . . .i f6 ! , mientras que a un juego
complejo conduce 1 4. cb6 ab6
1 5 . o-o l:l: a5 1 6 . f4 i.b7, Geor­
gadze/Lputian, Tashkent 1 9 84)
14 . ... i.f6 l S. ll:lex f7 .i d7 1 6 .
o-o b c S 1 7 . l:l: fe l , y en esta com­
plicada posición las posibilidades
blancas son superiores, en virtud
de la debilidad de los peones ne­
gros de e6 y c5 . La partida Va­
siukov/Lputian (URSS 1 9 8 3 )
continuó 17 . ... l:l: x f7 1 8 . l:l: x e6!
@f8 19. ll:l x f7 Jl. x e6 20. i_ x e6
lll a 6 (la mejor oportunidad para
las negras era pasar a un final
con peón de menos, pero con po­
sibilidades reales de tablas des­
pués de 20 . . . . lbc6 2 1 . .id5 l:l: b8
22. Jl. x c6 @ f7) y ahora, en lugar
de 2 1 . .tc4, Vasiukov pudo man­
tener una evidente ventaja en el
final, después de 2 1 . b3 lbb4 22.
a4.
(a 3)
8 . ... lbc6
Esta es la jugada correcta para
afrontar 8 . e4, y fue introducida
en la partida Tukmakov/Be­
liavsky (partida suplementaria
n.º 3), Tilburg 1 984. Siguió: 9. eS
(prácticamente forzado, como se-
ñala el propio Beliavsky en sus
comentarios a la mencionada
partida, pues se amenazaba 9 . . . .
lb x e4, y a que l a casilla e 7 está
defendida. Por ejemplo: s1 9.
i_ x c4?! lb x e4 1 0 . _i x e7 lb x c3
1 1 . ,i x d 8 ll:l x d l 1 2 . i, x c 7
lb x b2 1 3 . .tb5 a6 1 4. _t x c6
lll d3+ 1 5 . @ d2 ll:l x c l 1 6 . .ie4
ll:l x a2 1 7 . .td6 l:l: e 8 1 8 . i.c5 e 5 !
1 9 . ll:l x e5 lll b 4 y n i l a pareja de
alfiles blancos ni la mayor activi­
dad de sus piezas compensan su
desventaja material. Tampoco re­
sulta 9. � x f6, ya que después de
9 . . . . i_ x f6 1 0 . e5, las negras res­
ponden 1 0 . . . . .tg5 ! y están dis­
puestas a defender su peón. Por
ejemplo : 1 1 . l:l: b l lll a5, para con­
tinuar con 1 2 . . . . b6, ya que si 1 2 .
�a4? b6, y a 1 3 . _i x c4 .td7 1 4.
.ib5 c6, seguido de 1 5 . . . . c5, con
ventaja) 9 . ... lll d S 10. _i x e7
ll:l c x e7 1 1 . _i x c4 ll:l x c3 (este
cambio es necesario, pues si 1 1 .
. . . b6 las blancas continúan con
1 2 . lll e 4) 12. bc3 (si 1 2 . l:l: x c3 ,
seguiría 1 2 . . . . b 6 , para continuar
con . . . .ib7, con una excelente
posición para las negras, ya que
el peón de d4 es débil) 12 . ... b6
13. �e2 .tb7 y la posición se ha
igualado .
La respuesta correcta a 8 . e4
es, por tanto, 8 . . . . lll c 6!, que per­
mite al segundo jugador igualar
sin dificultades.
(b )
8. e3
La continuación más sólida y
fue la empleada por Korchnoi en
dos ocasiones de su match con

Karpov (Merano 1 9 8 1 ) . Ahora
8 . . . . es 9 . .t x e4 (9. des conduj o
a u n final igualado en la partida
Agdestein/ Andersson, N aestved
1 9 8 S , después de 9 . . . . � x d l +
1 0 . � x d l ¡¡¡ d8+ 1 1 . � c2 .tes,
aunque 9. ... �as es suficiente
también para igualar. La partida
A g d e s te i n / S ch ü s s l e r ( Gj ov i k
1 9 8S) continuó 1 0. i, x c4 � x cS
1 1 . �e2 lll c6 1 2. o-o .id7 1 3 . a3
�as 1 4. h3 :¡¡¡: fd8 l S . .tg3 a6,
con posibilidades equivalentes)
9. . .. ed4. En esta posición las
blancas deben escoger entre dos
caminos que se diferencian mu­
cho el uno del otro. Veamos:
(b 1 )
10. ed4
Decidiendo jugar con el peón
'd' aislado . Sin embargo, en las
posiciones típicas, cuando existe
un peón dama aislado, el alfil de
el habitualmente permanece en
su casilla original, esperando el
momento adecuado para entrar
en juego, ya que ahora las negras
disponen de una interesante po­
sibilidad, después de 10 . . . . lll e 6
11. o-o lll h S ! (este novedoso plan
fue el que introdujo Karpov en
su partida contra Korchnoi, a
que hacíamos referencia al co­
mienzo de este trabajo. Algo in­
ferior es 1 1 . . . . lbdS 1 2 . .i x e 7
� x e7 1 3 . lLJ x dS edS 1 4. �d2)
1 2. .t x e7 (esta simplificación,
que facilita el plan del segundo
jugador, es forzada, ya que el al­
.
fil no puede ser retirado a g3 .
Por ejemplo: 1 2 .ig3? lLJ x g3 1 3 .
hg3 .if6) 1 2 . ... lLJ x e7 (contro­
lando dS). en este momento las
blancas han empleado tres pla­
nes, pero ninguno de ellos les ha
permitido obtener ventaja.
(b 1 1 )
1 3 . .t b3
Así jugó Korchnoi en Mera­
no, en la novena partida de su
match con Karpov. Las negras
..
completaron su desarrollo sin di­
ficultades: 13 . . lll f6 14. lll e S
.t d7 lS. �e2 ¡¡¡ es y aquí, en lu­
gar de 1 6. lll e4?! , que permitió
otra simplificación favorable al
segundo jugador después de 16 .
... tt:J x e4 17. � x e4 i.e6!, ya que
si se producen los cambios en la
casilla c6 ( 1 8 . lb x c6 :¡¡¡: x c6 1 9.
:§:X c6 -Korchnoi jugó 1 9 . ¡¡¡ c3
y fue superado en una excelente
partida- 1 9 . . . . bc6! y el peón
blanco d4 es sumamente débil),
lo correcto era 1 6. :¡¡¡: fe 1 , con
igualdad.
(b 1 2)
1 3 . dS
Las blancas se liberan del
peón aislado, pero los cambios
que siguen posibilitan igualar a
T E C:> R I A DE A P E RT U R A S
..
las negras : 1 3 . . edS 14. ttJ x d5
lLJx dS lS. �x dS (si l S. _ix d5
lll f4 16 . .ie4 ¡¡¡ x d l 1 7. � fx d l
.te6, con posición equilibrada)
l S . . . . �x dS 16. i, x dS lLJf4 1 7.
.t e4 .!e6 y las negras han resuel­
to todos sus problemas. La p ar­
tida Makarychev /Kiril Georgiev
(partida suplementaria n.º 4 ) ,
Open Saint John, continuó l S .
lll d4 (si 1 8 . g3 , entonces 1 8 . . . .
¡¡¡ ac8 ! , manteniendo l a igualdad,
U h l m ann/Ku raj i ca, S araj e v o
1 982) l S. . . . .t x e4 1 9 . :¡¡¡: x e4
¡¡¡ aes 20. ¡¡¡ x eS ¡¡¡ x cS 21. g3
:¡¡¡: e 4! y las piezas negras están u n
poco más activas en e l final.
(b 1 3)
1 3 . l:l el
También aquí pueden desarro­
llarse las negras sin contratiem­
p o s . La p a r t i d a C h r i s t i a n ­
sen/Karpov (Londres 1 982) con­
tinuó 13. .•. lll f6 14. lll e S Ad7
15. �b3 (el intento de liberarse
del peón dama aislado, con 1 5 .
dS, permitió a las negras obtener
una excelente posición después
de l S . . . . edS 1 6. lLJ x dS lbex dS
1 7 . _i x dS tt:J x dS 1 8 . � x dS i.e6
1 9. � x b7 �as 20. a3 l:l ab8 2 1 .
�f3 ¡¡¡ x b2, Browne/Chandler,
.
Indonesia 1 982) IS . .. :¡¡¡: b8 1 6 .
:!l ed l bS (jugada necesaria, ya
que las piezas blancas comenza­
ban a ocupar posiciones agresi­
vas) 17. lLJ x d7 lLJ x d7 lS . .td3
lll f6 1 9 . i.bl a6 20. lll e 4 lll e dS
2 1 . g3 :!l b6, con igualdad.
Conclusión: con la jugada 1 0.
�! i�� n �f��a �::�b�: j i
n al
sin mayores dificultades. i�!
39
TE O RIA
-•v -•

TEC N I CA

El desarrol lo
d e la intuición
ajedrecística
I
1;
·

El autor examina en este
importante trabajo, que se
publicará en tres partes, el papel
de la intuición y su repercusión
sobre la evaluación de posiciones,
S
M a rk Dvo retsky
M a e st ro
I n te rn a c i o n a l
o n rarísimos los ajedre-
cistas de estilo universal que pue­
dan actuar con el mismo grado
de éxito en cualquier posición.
Ejemplos de esa rara especie fue­
ron Robert J. Fischer y -en sus
mej ores tiempos- Boris Spassky.
Pero por lo general todos, h asta
los mejores grandes maestros,
tienen algún defecto. Es suma­

desarrollando conceptos como mente importante superar estas

fallas, reforzar los aspectos débi­
les del juego, sin renunciar, natu­

«oliato de la posición», «visión ralmente, al estilo propio.

combinatoria», «sentido del
peligro» o «sentido de la
Tradicionalmente, los aj edre­
cistas se dividen en combinativos
y posicionales. Hace tiempo no
resultaba difícil distinguir a los
j ugadores según este criterio,
pero ahora las cosas son distin­
tas: ya no quedan casi aj edrecis­

1n1ciatlva» .
.
tas que pertenezcan exclusiva­
mente a uno de estos estilos. Tal
definición se refiere tan sólo a l a
manera de jugar y no a la forma
de pensar. Además, no nos pro-

40

M. Dvoretsky ha e ntrenado, entre otros, a Yus u pov y Dreiev.
porciona suficiente información
en cuanto a Ja orientación que
necesita el ajedrecista y, en con­
secuencia, el tipo de entrena­
miento que requiere .
Al autor le parece más acerta­
da la caracterización según la for­
ma de pensar del aj edrecista que
predomina en su enfoque creati­
vo a la hora de tomar decisiones
durante el juego, que podríamos
dividir en intuitiva o lógica.
Los grandes maestros que per­
tenecen a la orientación intuitiva
(Capablanca, Tahl , Petrosian,
Karpov) captan con su fina intui­
ción los más leves matices de las
posiciones, poseen una aguda vi­
sión combinatoria, pero se mues­
tran más débiles en la ejecución
T E C:> R I A Y T E C t--...l l C A
concreta de un plan estratégico,
cometen errores y omiten deta­
lles de cálculo.
En el polo opuesto se sitúan,
por ejemplo, Rubinstein, Botvin­
nik y Kasparov, que inician la
partida a partir de una prepara­
ción preconcebida, piensan d e
forma disciplinada y calculan con
precisión las variantes, pero a ve­
ces se les escapan ideas tácticas
inesperadas, se muestran poco
flexibles y no saben captar l o s
momentos críticos d e la lucha.
Por supuesto, no hemos bos­
quejado más que un esquema ge­
neral. Naturalmente, el «diagnós­
tico» de un ajedrecista del que
me ocupo (sea un j oven aspiran­
te a maestro o un gran maestro)
se apoya en un número de pará­
metros bastante más elevado. Sin
embargo, Ja clasificación que aca­
bo de exponer resulta útil desde
un punto de vista metodológico.
Está claro que a los ajedrecis­
tas de una forma de pensar intui­
tiva les conviene probar sus fuer­
zas en la solución de problemas
estratégicos (por ejemplo, vincu­
lados a la elección de un plan, en
la transición de la apertura al me­
dio juego). No les vendría mal
trabaj ar en ejercicios de cálculo
complej o que requieran tenaci­
dad y concentración. Hace tiem­
po propuse a Alexander Chernin
que entrenase de esta forma. En
poco tiempo progresó notable­
mente, pasando rápidamente de
maestro a gran maestro y no tar­
dó en llegar a candidato al cam­
peonato mundial.
Más complicado es el proble­
ma del desarrollo de la intuición.
A veces ni los ajedrecistas ni sus
entrenadores saben cómo resol­
ver el problema. A continuación
expondré algunas consideracio­
n e s, basadas en mi experiencia
como entrenador.
La intuición ajedrecística es la
capacidad de captar con facili­
dad y rapidez lo esencial de la po­
sición, la idea principal y poder
estimar las perspectivas que con-
41
T E C::> R l .A. Y T E C: t--.l l C: .A.
llevan una u otra continuación.
Las «iluminaciones» intuitivas
ayudan a evitar los largos y com­
plicados cálculos de variantes,
alivian nuestras búsquedas, su­
gieren dónde podría estar la so­
lución.
El estudio serio del ajedrez, las
reglas de la lucha, el análisis pro­
fundo de tal o cual situación con­
creta permiten desarrollar y enri­
quecer considerablemente nues­
tra intuición.
Aquí no voy a demostrar la
plausabilidad de esta tesis, ilus­
trada en la primera parte de mi
libro El arte del análisis (en el ca­
pítulo «Sobre el provecho del sa­
ber abstracto»). Asimismo, reco­
miendo a los interesados que
lean el artículo de E. Gufeld «So­
bre la intuición ajedrecística», en
su libro Teoría y Práctica del Aje­
drez, publicado en 1 9 84.
En el transcurso de la partida
nos apoyamos (en mayor o me­
nor grado y con más o menos éxi­
to) en nuestra intuición. Esta S6
manifiesta bajo diferentes for­
mas. Si nos fijáramos en algunas
expresiones que usamos constan­
temente («olfato de la posición»,
«sentido del peligro», «sentido
de la iniciativa») nos daríamos
cuenta de que éstas son tantas
otras manifestaciones del juego
intuitivo.
En principio, resultaría útil
analizar cada una aparte, pero no
es éste el marco adecuado, ya
que se trata de un tema que re­
quiere un estudio especialmente
extenso.
Es extraño que en la literatura
ajedrecística a menudo se inter­
prete la intuición sólo como la
capacidad de sacrificar material
cuando no se puede contar con
un cálculo exacto .
En realidad, se confunde el
riesgo (o la capacidad especulati­
va), que se asume, por la imposi­
bilidad de calcular todas las va­
riantes de forma concluyente,
con la intuición.
Veamos la siguiente posición:
42
Campeonato de la U RSS
Leningrado 1 963
B. • • ...
• l. B. B. l. .. l.
UÍ A�
& .K.E
�
m.
•
•
R R � li: B.
R R R R
.
• �
� .
• �
Gi
LS � LS R �R LS �
� R R R <t>
Bagirov acaba de jugar 1 7. . . .
i.e7-d6 ! ? En una continuación
«normal» se produciría un cam­
bio de piezas y las negras conse­
guirían una posición excelente.
No les preocupa ni 1 8 . i. x d6
� x d6 1 9 . � x d6?? ,1 x g2+, ni
1 8 . � x f6 i. x e 5 1 9 . � x c 6
� x b2 ! Suetin escribe: «¿Qué ha­
cer? No quería llegar a una sim­
plificación. Aquí se me ocurrió
una idea fascinante: sacrificar la
dama. Me puse a calcular febril­
mente las variantes . Las agujas
del reloj avanzaban inexorable­
mente, pero mis cálculos se com­
plicaban cada vez más. No me
quedaba más remedio que con­
formarme con las tablas o contar
con mi intuición, o sea, arriesgar­
me.»
Este comentario demuestra
que Suetin estuvo intentando du­
rante un buen rato calcular con
precisión si era oportuno sacrifi­
car la dama, pero no lo consi­
guió. Ciertamente, en la audaz
decisión que tomó ante el table­
ro hay un elemento de valoración
intuitiva, pero no es más que un
elemento. En principio, Suetin
llegó a la solución del problema
a través del cálculo, es decir, por
vía lógica y no meramente intui­
tiva. A propósito, ¿la alternativa
del sacrificio eran realmente las
tablas? No es tan fácil indicar a
las blancas el camino que condu­
ce al empate : si el peón b2 está
atacado, el alfil c6 es muy activo.
Incluso si las blancas, sacrifican­
do la dama, sólo consiguieran ta­
blas, me parece que ese resulta­
do sería un argumento suficien­
temente poderoso para iniciar la
combinación.
18. � x g7+!? @ x g7
1 9 . _t x f6+
«Llegó la hora de reflexión
para mi rival. Según quedó claro
más tarde, ese era, tal vez, el mo­
mento crítico de la lucha. ¿Dón­
de retroceder con el rey: h 6 o g6?
Bagirov estuvo pensando duran­
te una hora y al final actuó tam­
bién por intuición . . . »
Una extraña conclusión, por
cierto: «estuvo pensando duran­
te una hora y al final actuó por
intuición». En efecto, las negras
intentaron realizar un cálculo
preciso, pero no lo consiguieron
y cometieron un error. ¿Se trata
aquí de intuición? Suetin hace co­
mentarios en torno a la intuición,
pero no parece comprender qué
es exactamente.
Es posible que algunos ajedre­
cistas resolvieran el problema de
otro modo, verdaderamente in­
tuitivo. Por ej emplo, Mijail Tahl,
sopesando las variantes, segura­
mente llegaría a decidir: el sacri­
ficio es prometedor (no acertado,
sino precisamente prometedor) y
hay que llevarlo a cabo. O bien,
lo contrario, estimaría las venta­
jas que reportaría a las negras y
optaría por otra jugada.
La solución de semej antes
problemas irracionales es una de
las formas de entrenar la intui­
ción. Reflexionen un poco sobre
esta posición y traten de perca­
terse si el sacrificio sería oportu­
no, si valdría o no la pena reali­
zarlo. Está claro que no podemos
pasar sin el cálculo de variantes.
(A propósito, esta posición tam­
bién es adecuada para entrenar la
técnica de cálculo.) Aquí todo de­
pende de la predisposición inte­
rior a la hora de resolver el pro­
blema. Al entrenar la intuición
 T EC>R I A. Y T E C: t---J I C: A.

deben ustedes intentar no calcu­ 12. c5 lb c4 22. ltJ x a2 cb3

larlo todo «hasta el final», sino, 13 . .i x c4 dc4 23. lll c3 ¡¡( fc8?!
calculando un mínimo imprescin­ 14. �a4 .id3
dible de variantes, tratar de lle­ El cálculo resultó acertado: las
gar antes a una conclusión, com­ Hemos jugado una de las va­ negras cometieron enseguida un
parándola luego con su sensación riantes más conocidas de la De­ grave error. B agirov esperaba
inicial. Al comparar su cálculo fensa Alekhine, en la que Bagi­ impedir 24 . .i d4, pero no pudo
con la respuesta, piensen si ése rov es un experto . Las partidas conseguirlo. Hubiera sido más
había sido su propósito, si no se posteriores me convencieron de fuerte 23 . . . . a5 24 . .id4, o bien
les ha escapado alguna idea im­ que las negras conseguirían ta­ 24 . . . . a4 25. _t x g7 @ x g7 26.
portante, sea de carácter táctico blas con 1 4 . . . . e 5 ! ¡¡( b l ¡¡( fc8 27. lll d 3 ¡¡( a5 ! (apun­
o conceptual. Así es cómo hay tando a ¡¡¡: x c5 o .ib5), o bien 24.
que intentar encontrar la casilla 1 5 . .'!Hd l �aS!? . . . e5 25. de6 _i x e6 26. ,i x g7
más adecuada para el retroceso @ x g7 27. ¡¡( d4 ¡¡( fd8 2 8 . lbf3
del rey negro en la jugada 1 9 . Ahora, después de 15 . . . . e5?, h5!? 29 . gh5 .i f5 3 0. lll a4 gh5 ,
El éxito del ataque blanco en seguiría 1 6. d5 lll d4?! 1 7. lll e l ! con chances recíprocas.
el ejemplo que acabamos de co­
mentar se basó no tanto en fac­ 16. � x a5 lLJ x aS 24 . .id4 ! .i X d4
tores puramente ajedrecísticos 17. lll e l .if5 25. :¡j'. X d4 ¡¡( X C5
como psicológicos, que debere­ 1 8 . ¡¡( ac l 26. ¡¡( b4
mos tomar en consideración ne-
. cesariamente cuando, intuitiva­ Más fuerte sería 1 8 . d5 ! , que Me parecía menos acertada
mente, optemos por una u otra so­ jugué posteriormente en una par­ 26. lll d 3 , debido a 26 . . . . b2! 27.
lución. Aquí se manifiesta el efec­ tida contra Martz (Wijk aan Zee, lLJ x b2 ¡¡( ac8.
to sorpresivo (Bagirov estuvo 1 975).
analizando, ya antes de la parti­ 26 . ...
da, las posiciones derivadas de 18 . . .. lll c 6!
1 7 . . . . .id6 y, sin embargo, no vio 19. g4 .id7 26 . . . . b5 27. ¡¡¡: x b3 a5? 28.
la posibilidad de sacrificar la 20. d5 lll b 4 lbd3 y, después de entregar la to­
dama). Pero lo principal es la rre, 29. lLJ x b5.
manera de j ugar de B agirov,
quien es un fuerte experto ajedre­ 2 7 . ¡¡( x b3 b5
cista posicional, pero que en si­ 28. lb d3 ¡¡¡: 5c7
tuaciones tácticas complejas sue­ 29. ¡¡( a3 hS
le ser bastante flojo. En una par­
tida disputada con él se me pre­ Merecía atención 29 . . . . a5 30.
sentó la ocasión de aprovechar­ lb a2 ¡¡¡: x c I + 3 1 . ltJdx c l a4. Los
me de esta debilidad suya. peones quedarían bloqueados,
pero, a fin de cuentas, más tarde
se abrirían camino.

En caso de 2 1 . a3 seguiría 2 1 . 30. gh5

Campeonato de la U RSS . . . lb a6 y 22 . . . . ¡¡¡: ac8 , con lo cual
Tbilisi 1973 el peón c5 se hace más débil. En Más prometedor es 3 0. f3 !?
fin, ahora las negras tienen una
l. e4 lbf6 posición excelente. Teniendo en 30. ... gh5
2. e5 lbd5 cuenta esta circunstancia y el es­ 3 1 . h4 .if5?!
3. d4 d6 tilo de mi rival, opté por jugadas
4. c4 lbb6 más complicadas, provocando a Es incomprensible por qué las
5. ed6 cd6 Bagirov a sacrificar una pieza. negras renuncian a 3 1 . . . . a5 !? 32.
6. lbc3 g6 lb a2 j¡( x c l + 32. lb d x c l a4 (ame­
7. h3 .ig7 2 1 . b3!? lLJx a2!? nazando 34 . . . . ¡¡( c4) 34. lbd3
8. lbf3 0-0 .i f5 (34 . . . . ¡¡( c4? 3 5 . lbe5). Las
9. A e2 lbc6 Hubiera sido más sencillo 21 . blancas, al jugar 3 5 . lb e 5 ! , ten­
10. 0-0 .ifS . . . cb3 , pero la tentación era muy drían ciertas chances de ganar,
1 1 . .ie3 d5 fuerte . . . pero nada más. Vemos que Bagi-
43
T E c::> R I A Y T E C: N I C: A

rov se siente inseguro en una po­

sición complicada, p osiciones
que suele evitar, ya que no tiene
suficiente experiencia en ellas y
la intuición puede engañarle.

32. tll e2 :!i x c l + ?

Ahora la posición de las ne­

gras se vuelve desesperada. Era
preciso jugar 32 . . . . ,i x d3 3 3 .
'g x c7 'g x c7 3 4 . "g, x d3 a5 . E n el tll g 3 (el peón a5 está atacado)
final los peones pasados deben 50 . . . . a4 5 1 . h6 :!I d6 5 2 . h7. Pero
avanzar. luego percibí que después de 4 7.
. . . ll d 1 4 8 . @ g2 las negras po-
33. tlJ d x c l l:i c7 drían jugar 48 . . . . f6 ! 49. ll g6
34. tll b 3 .te4 (49 . h6 ll d7 ! ) 49 . . . . ll d7 ! (pero
35. tlJbd4 .i X d5 no 49 . . . . @fl? 5 0 . ll g7+ @e6
36, tlJ X b5 'g_ C4 5 1 . h6!). El cambio de torres, des­
37. tlJ bd4 ll c7 pués de 50. ll x f6+ ll f7 condu­
ciría a tablas, y si las negras ju­
3 7 . . . . e5 3 8 . ll a5 . garan 5 0 . . . . la a7 obtendrían con­
tachances. En realidad, la jugada
38. @h2 e5?! intermedia 47 . . . . ll d l ! es nece­
39. ll a5 ! ed4 saria para las negras, ya que en
40. l:I x d5 ll c2 caso de 47 . . . . f6 4 8 . ll g6 la d7
41. tlJ x d4 ;¡¡: x f2+ ganarían fácilmente: 49. ll x f6+
42. @ g3 l'l d2 ll f7 50. 'g x f7+ @ x f7 5 1 . tll d4
43. ll g5+ @f8 (o bien 5 1 . tll d 6+) 5 1 . . . . a4 52.
44. tll f5 a5 tll b 5 @f6 53. @ g4.
45. ll x h5 @ g8
46. ll g5+ 47. ... @ g8
48. l:I h6 a4
Es el momento de aplazar la 49. l:I a6 ll a2
partida: la posición blanca segu­ 50. @ g4 a3
ramente conduciría al éxito, pero 51. @h5 f6
ahora es necesario fijar el plan de
materialización de la ventaja y lo A lo mismo habría llevado 5 1 .
mejor es hacerlo con ayuda del . . . li a l 52. @h6. Sería mejor 5 1 .
análisis casero. (Las situaciones . . . @h7 52. J::l: a7 Jl f2 ! , pero tam­
relacionadas con la elección del bién en tal caso ganarían las blan­
momento de aplazar la partida cas por medio de 5 3 . i:I x f7+
están detalladamente analizadas @h8 54. @g6 j¡¡ g2+ 5 5 . @h6
en dos capítulos de mi libro cita­ @g8 56. :S a7 a2 57. h5 li b2 5 8 .
do.) lb h 4 @f8 5 9 . lbg6+ �e8 60.
tll e 5 ! (preparando 6 1 . @ g5) 60 .
46. ... . . . :S g2 6 1 . tll d 3 y 62. lbb4.

(Ver diag. siguiente) 52. l:I a7! l:i: a l

53. @ g6 ll gl +
47. l'l h5 54. @ x f6 :§'. al
55. lb h6+ @ h8
Al principio me pareció que la 56. lbf7+ rinden.
solución más sencilla sería 47.
h5 . Por ejemplo: 47 . . . . ll d l 48. (Traducción del ruso de !l
@g2 ll d2+ 49. @h3 r! d l 50. Vania Hristova.) �
44
 Revista Internacional de AJEDREZ
convoca este nuevo concurso de cultura ajedrecística, en

vista del éxito de las anteriores ediciones,

si bien modificándose el sistema de preguntas .

3.º U n program a M CHESS.

NORMAS 4.º U n lote d e libros.
5.º Suscripción R.l.A. y OPEN CHESS.
1 Cada serie constará de seis preguntas: dos gráficas y 6.º Suscripción R . l .A.
cuatro textuales. Al igual que en los concursos anteriores, la 7.º Suscripción R.l.A.
cifra entre paréntesis indica el valor en puntos de l a respues­
ta correcta a esa pregunta.

2 El concurso tendrá una duración d e cinco series, que se

p u blicarán desde el presente número 59 hasta el n úmero 63
(diciembre 1 9 92) inclusive.
EG!lMl'iilíl
1 . ¿En qué caso no se gana el final de e¿¡+ i + !'::i contra W? ( 1 ).
2. ¿Cómo se llama l a variante que caracterizan las jugadas 1 .
3 El concurso es una competición de regularidad, por lo
e4 c 5 2 . lll f 3 d6 3 . d4 cd4 4. ll\ x d4 lll f 6 5 . lll c 3 a6? ( 1 ).
que aquellos concursantes que hayan acumulado más pun­
3. ¿Cuántos jugadores fueron convocados, a la muerte d e
tos a lo largo de las cinco series serán los ganadores de los
. Alekhi ne, pa ra d isputar e l campeonato m u ndial? ¿Cuántos
primeros premios.
.

jugaro n finalmente? (2).

4 Premios: 4. ¿Qué eliminatoria de Candidatos al título mundial se d isputó
1 .º Un ajedrez electrónico. en Sevilla: contendientes, fecha y resultado exactos? (3).
2.º Una colección de Enciclopedias de a perturas l nformator 5. ¿Quién es el ajedrecista de la foto? (2).
(5 tomos). 6. Diga autor, títul o del cuadro y fecha de su creación ( 3 ) .

Va l o r tota l d e l a s e r i e : 1 2 p u n to s .
F e c h a l ím ite d e res p u e sta ( m ata s e l l o s ) : 3 0 . 1 0.92.
S o l u c i o n e s y có m p uto :
D i c i e m bre 1 99 2 ( n .º 6 3 ) .

E l rey
en el centro
E
n la partida q�e exami­
namos anteriormente,
el ataque se llevaba a
cabo con éxito gracias
a la apertura de la co­
lumna 'e', por la cual se introdu­
cían en juego las piezas pesadas
del atacante. Desde luego, este
método está lejos de ser el único
para conducir un ataque sobre el
rey retrasado en el centro. Los
procedimientos para rematar un
plan estratégico con golpes tácti­
cos son muy numerosos. Aquí te­
nemos uno :
46
·� CURSO Df ��
fSTRAHGIA
E d u a rd Gufe l d
G ra n M a e s t ro I n te r n a c i o n a l
111
El diagrama refleja la posición
de la partida Dueball/Burnett
(Alemania 1 970), correspondién­
doles mover a las blancas, cuya
primera tarea consiste en retener
al rey negro en el centro:
l. lll g 5! h6 2. �h5 g6 3. �h4
lll f5 4. i, x f5 gf5
Ahora las blancas realizan un
sacrificio rutinario: Juegan blancas. Analice la po­
sición. ¿Pueden las blancas ini­
5. ltJ x n w x n 6. �f6+ it>g8 ciar el ataque? ¿Cómo podría
7. ;¡¡: a3! continuar Ja partida?
El caballo negro debe conser­
varse para controlar Ja casilla e 3 . La clave del éxito
7 . ... f4 8. i, x f4 ltJ x a3 9. ;¡¡: e3 Esto sucedió en San Juan de
.tes 10. ;¡¡: g3+ Puerto Rico, en Ja sexta p artida
del match de cuartos de final de
Las negras abandonaron. candidatos, entre Boris Spassky
y Robert Byrne . La partida se
Desarrolle individualmente el suspendió en la posición del dia­
siguiente ejercicio: grama:

LA SON RISA
D
urante uno de los mat-
ches de candidatos la
1 1
a
corona mundial Petra-
sian/Korchnoi, llegó a Odessa
1
M ax Euwe . E n una conversa-
ción con los representantes de
la organización l o c al l e hicieron
la pregunta:
_ _ _ _
Muchos especialistas dij eron
que a pesar del peón de más de
Spassky, el resultado más proba­
ble era tablas. Pero el excampeón
mundi al supo demostrar que
DE CAISSA
-¿Podrán las muj eres en un
futuro jugar tan fuerte como los
hombres?
- ¡ E n el futuro, sin dud a ! ,
1 interesante!
d ij o c o n s e g u r i d a d E u w e .
« C al culo q u e e s o s u c e d e r á
aproximadamente dentro de-
1
200 años »
_.
. . .
_ _ _
aquí ganan las blancas, lo que le
llevó a la semifinal de aspirantes
al máximo título.
Spassky llegó a Ja reanuda­
ción, con la clave de la victoria
in mente:
42. ... <t/c7 Qugada secreta)
43. <t/ e3 .if6 44. <t/f3 h4 45. <t/e3
(enmascarando el plan meditado,
para materializar la ventaja) 45.
... .ig7 46. <tld3 .if6 47 . .id2
<t/d7 48 . .ie3 <t/ c7 49. i.f2 <t/ c8
50. c5! ! dc5 5 1 . d6 <t/d7 52.
i_ x c5 i.d8 53 . .ib4 @ e6 54.
@ c4 .if6 55. .ic5! .i d8 56.
C LJ R S c:> DE E ST R AT E <'.3 1 .A
i.d4! @ x d6 57 . .ie5+ @e6 58 .
.ib8 @d7 59. @ d5. Las negras
abandonaron.
iEsto es
Para terminar, otro invento
más en el campo del ajedrez. S e
trata d e dispositivos para e l jue­
go en situaciones . . . ¡ atípicas! El
tablero y las piezas están cons­
truidos de tal modo que los alfi­
les, dama, caballos pueden avan­
zar por ranuras especiales y fijar­
se en las diferentes casillas.
La primera partida cósmica de
ajedrez se celebró el 9 de junio
de 1 970 entre el equipo de la
nave espacial Soyuz 9 y un equi­
po de la base de vuelo. Terminó
en tablas.
A lo largo de los muchos siglos
de historia del ajedrez, las piezas
no han envejecido y sólo han mo­
dificado su forma. Y tal vez den­
tro de cien o doscientos años el
alfil, la torre, el peón, el caballo
e incluso la dama y el rey no se
parezcan a los actuales. Pero qui­
zá eso no sea fundamental. Lo
importante es jugar, con qué lo
secundario.
Una vez el gran maestro Yuri
Averbaj advirtió: «Las piezas
con imágenes vivas distraen y di­
sipan la atención del ajedrecista
y, por lo tanto, le fatigan. Las
piezas simples son mejores.»
47
fAJ E D R E �
�RRESPO N D EN CIA

Equ i l i brio
Esta partida, dispu­
tada en el Memorial i nestab l e
Bertl von Massow ( 1988-91 ) , refleja las di­ 1 0 . . ..
1 1 . f4
lll fd7

ficultades que contienen los esquemas hi­ Las dos últimas jugadas blan­
cas se proponen restringir la ac­
tividad del alfil adversario de ca­
perflexibles, con fianchetto de rey. sillas negras y dominar, al mismo
tiempo, los puntos centrales e4 y
d5.

Tonu Yim Amenaza 8. b4, y si 8. . . .

1!W x b4, 9 . a 5 y l a dama negra cae
11.
12.
...
_i x c6
a6
bc6
G ra n M a e stro I C C F
en la trampa. 13. lll f3 ll'. b8
14. lll e 4
7. ... c5!
8. dc5
Defensa Pire 106
Se evitarían mayores compli­
l. e4 g6 caciones en caso de 8 . .!b5+
2. d4 � g7 lll c6 (8 . . . . .td7? 9 . dc5 _! x b5
3.
4.
lll c 3
.i e3
d6
..
1 0. lll x b5, con ventaja blanca, o
bien 8 . . lll b d7? 9 . dc5 dc5 1 0 .
e5, también con ventaja del pri­
La elección de variante es mer jugador) 9. d5 a6 1 0 . dc6
cuestión de gusto. Gozan de ma­ ab5 1 1 . e5 ( 1 1 . lLl x b5 1!W x b5 1 2 .
yor popularidad las continuacio­ ab5 E: x a l + 1 3 . @ e 2 bc6 1 4. bc6 1 4 . ... 1!Wb4!
nes 4. f4 y 4. lll f3 . lLl x e4, ventaja negra) 1 1 . . . . b4
1 2 . lll b 5 dc5 1 3 . _i x c5 lll e4 1 4. Esbozando una audaz manio­
4 . ... c6 1!W x b4 ll\ x c5 1 5 . 't!fx a5 :§: x a5 1 6. bra de torre: b4-e4-e3 , con un sa­
5. a4 lll f6 b4 .ti: x a4 y las negras tienen ven­ crificio de calidad que activará y
6. h3 taja. agudizará el juego. En caso de

Las jugadas 5. a4 y 6. h3 son

preventivas, y con ellas el desa­
8. . .
9. i.b5+
. dc5
lll c6
1 4 . . . . � x d2+? 1 5 . @ x d2, la po­
sición blanca sería ideal.

rrollo se retrasa un tanto: el ca­ 1 0 . e5 1 5 . lll f2 f6

ballo rey, por ejemplo, no se ha
jugado a f3 , lo que permite po­
ner en práctica el golpe c6-c5,
h asta ahora desconocido .
6. ... 1!W a5
7. 1!Wd2
1 6 . � x b4 .ti: x b4
Sin caer en la tentación de ga­
nar peones con 1 O . .! x c5 o-o 1 1 . 1 6 . . . . cb4? 1 7 . lll d3, con lige­
lll g e2 a6 1 2 . _i x c6 1!W x c5 1 3 . ra ventaja blanca.
.id5 lll x d5 1 4 . ed5 .tl: d8 1 5 . o-o
.ie6 1 6 . .tl: fd l :í! ac8 1 7 . 1!We3 1 7 . lll d3 E: e4
i_ x d5 , con igualdad. 1 8 . @ d2

48
 31. ... kg7
32 . .ib6 Z:í: d5

La torre debe quedarse en l a

columna 'd'. En caso d e 3 3 . c4,
seguiría 33 . . . . Z:í: d6, acentuando
la insegura posición del rey blan­
co.

33. Ja fl + @ e8
34. h4 .tf5
35. 'i!te2

Gran Maestro ICCF Tonu Vim. Se controla la importante co­

(Foto: Uno Oksbusch) . lumna ' e ' .

Veamos otras posibles jugadas 2 2 . Z:í: hfl h5

de rey:
a) 1 8 . @ e2?! fe5 1 9 . lll d2
J;! x e3 + ! 20. @ x e3 ef4+ 2 1 . @ e2
o-o 22. lll c4 lll f6 2 3 . llJ x c5 f3 +
24. gf3 lll h 5 2 5 . lll e4 ,i x h3 26.
J;I h2 .i e6;
b) 1 8 . @f2 c4 1 9 . lll b4 .ib7
20. lll d 2 J;I x e3 2 1 . @ x e3 c5 , en
ambos casos con una pequeña su­
perioridad de las negras.
18. ... fe5
Otras posibilidades serían 1 8 .
. . . @f7, 1 8 . . . . lll b 6, 1 8 . . . . o-o, o
1 8 . . . . i.h6, lo menos fuerte.
19. fe5
23 . .i e3 .if5
Lo más importante es conse­
guir que los dos alfiles compen­
sen los débiles peones a6 y c6, así
como la casilla c5. Después de
23 . . . . !! f8 24. Z:!: x f8+ @ x f8, la
posición se simplifica en perjui­
cio de las negras.
24. ];I f3
S i 24. b3?!, 24 . . . . o-o 2 5 . lll c 5
J;I d8+ 2 6 . @e2 Z:!: e 5 27. llJ x a6
i. x c2 2 8 . lll c5 J;I b8 29. l:l: f3 h4
3 0 . lll d7 :§: x b3 3 1 . llJ x e5 i, x e5
3 2 . Z:í: a2 .id3+ 3 3 . @ d2 .i bl y
las negras tendrían ventaja.
Si 36. lLl x e5 seguiría 36. . . .
i.g4+ 3 7 . @ e 3 .id4+ 3 8 . @e4
i_ x c5 39. @ x d5 ,t x b6 40 . @c6
i.h3 y los alfiles negros obten­
drían una posición muy fuerte.
Otra alternativa sería 35 . . . .
.id4, una jugada menos fuerte,
aunque también conduciría a una
ventajosa posición: 36. .t x d4
:¡¡: x d4 3 7 . Z:í: h l (mejor 3 7 . lll c 5)
37 . . . . ,i x d3+ 3 8 . cd3 Z:í: b4 3 9 .
J;! c l @d7 4 0 . i::r c4 :i:l:X b3 .

Después de 1 9. lll g5 sería po­ 24 . .. . .ih4 36. ];! x f5?? ];! x f5

sible 1 9 . . . . ef4 20. lLl x e4 fe3+ 2 1 . 25. li f4 Z:í: x f4
@ x e3 c4 22. lll dc5 (22 . lll b4 26. ,t x f4 0-0 Más preciso que 3 6 . . . . gf5?,
.ib7) 22 . . . . lll b 6 y las negras se 27. i.e3 J:i d8 con lo que la lucha se complica­
apoderarían de la iniciativa. 28. b3 ría de nuevo.

19. ... llJ x e5 A 28. J:i a3 podría responder­ 37. llJ x c5 .i d4

20. llJfx e5 .i x e5 se con 28 . . . . .ig3, persiguiendo 38. b4 _i x c5
2 1 . _i x c5 el plan de ataque a los peones g2 39. ,t x c5 f ü4
y h 3 , a base de h4 y i. e4. 40. @d3 Z:í: x h4
Sería peor 2 1 . llJ x c5 :!l: c4 22. 41. c4 J;! g4
c3 o-o 2 3. @d3 J;I h4 24. i.g5 28. ... .tf6 42. b5 ab5
i. f5+ 25. @e2 J;! c4 26. llJ x a6 29. l:i g l @f7 43. ab5 h4
j¡t e4+ 27. @ f3 J;! x a4 2 8 . :!J: x a4 30. g4 .tes 44 . ..t a7 @d7
i.c2+ 29. l'H4 i. x f4, con venta­ 31. g5? (0: 1).
ja negra.
Ahora el alfil negro de casillas (Traducción del ruso de
.{i
�
r-
.
2 1 . ... .ig3 blancas consigue plena libertad. Vania Hristova). �

49
AJ E D R EZ
E LECTRO N I CO
PROGRAMACION DEL
SO FTWARE AJEDRECISTICO

¿ Fuerza bruta
o búsq ueda
selectiva? C l a u d i o S e l l e rl

A
1 examinar diferentes
folletos ilustrativos de
las diversas firmas fa­
bricantes de modelos
¿Cómo se diseña un programa electrónicos de aj e-
drez, observamos que también se

de ajedrez? Claudio Selleri, ingeniero producen ya modelos para brid­

ge y para backgammon. Estos
modelos -no más de uno o dos
electrónico y experto en software por fabricante- reúnen niveles
de juego excepcionales, de forma
similar a lo que ya se ha conse­
ajedrecístico expone sucintamente la guido en ajedrez, tras 25 años de
experimentación, y esto demues­
tra cuán compleja y sofisticada
situación actual. puede ser ya la programación de
un software aj edrecístico.
Los problemas principales que
los programadores han debido
afrontar en el transcurso de estos
25 años han sido el cálculo de va­
riantes, el enjuiciamiento de la
posición y, por tanto, la elección
final de la jugada a realizar.
Un teórico puro que desee re­
flejar sus conocimientos en la
programación de un software,
debe necesariamente considerar
la experimentación de todos los
movimientos posibles y de todas
las posibles respuestas del adver­
Me ph isto sario, para obtener la posibilidad
mini/ de una solución práctica positiva,
s u pe rmini . hasta la derrota del adversario.
Peque ños y En una posición determinada el
pe leones . programa calcula todas las juga-

50

das posibles, así como las distin­
tas réplicas para ambos bandos,
hasta una profundidad estableci­
da. Este método presenta una
gran desventaj a y es el enorme
aumento de posibilidades con las
diversas ramificaciones. Se esti­
ma que un jugador dispone, por
cada posición, de una media de
38 jugadas posibles. Si se prevén
una jugada y una respuesta, es
decir, dos semi-jugadas, se obtie­
nen 1 .444 posiciones (3 8 2); para
4 s e m i-j u g a d a s s e o b t i e n e n
2 . 0 85 . 1 3 6 posiciones (38 4) y para
6 semi-jugadas (38 6 ) otros tres
millones de posiciones, de las
cuales el programa deberá optar
por la más ventajosa. Está claro
que tal método (el cálculo y la
evaluación de todas las posicio­
nes posibles) no puede en abso­
luto emplearse en un software
ajedrecístico para jugar una par­
tida, ya sea por la complejidad de
la elección, ya por el tiempo que
se emplearía en efectuarla. Como
dij o Vidmar, el famoso gran
maestro de los años treinta, en su
autobiografía Tiempos de oro del
ajedrez, «La gran partida de aje­
drez no es una cuenta matemáti­
ca. Debo llamar la atención so­
bre este hecho continuamente».
De aquí que la evolución de la úl­
tima generación de programas
ajedrecísticos haya pasado del
sistema de cálculo a base de fuer­
za bruta, es decir, el que acaba­
mos de describir, a otro método
AJ E D R E Z E L E C: T R c::> N I C: c::>
Evaluación Elo
de los programas
comerciales
Desde hace años existe en Sue­
cia un organismo independiente
de la influencia comercial, que
efectúa continuos tests entre los
diversos programas de ajedrez
existentes en el mercado y perfi­
la luego el Elo correspondiente.
El sistema de puntuación Elo que
Novag Super VIP. Elo europeo
realizan estos suecos es, por lo
2.080. 48 niveles de juego. general, 3 0/40 puntos más baj o
que el español o e l europeo. Para
basado en la búsqueda selectiva. obtener, sin embargo, una eva­
Un software con búsqueda se­ luación más precisa en puntos
lectiva se basa en el cálculo de ju­ Elo, en lo que se refiere al juego
gadas sobre parámetros de prefe­ de Blitz (5 minutos), los valores
rencia, los cuales pueden ser las expresados deben incrementarse
piezas en contacto, es decir, que
alrededor de 1 00- 1 50 puntos. A
pueden ser inmediatamente cap­ continuación relacionamos los pri­
meros puestos de esta clasificación,
s � perjuici? que en lo �uce- .! nl
turadas, calculando en profundi­
dad sólo aquellas variantes que
implican capturas, sacrificios, ja­ s1vo le dediquemos mas es- i � 1
que, etc., mientras que las demás pacio desde estas páginas. ' "' ..
posibilidades sólo se examinan
en menor profundidad. Esto ali­
via mucho la tarea, porque el nú­
mero de posiciones a calcular es
sensiblemente menor y explica
también por qué los ajedreces
electrónicos de la última genera­
ción son mucho más fuertes que
los otros por su valor real en el
juego, sobre todo en partidas rá­
pidas y semirrápidas, ya que al
predominar en el ajedrez rápido
la táctica sobre la estrategia y
puesto que estos programas cal­
culan en primer lugar las varian­
tes con captura o sacrificio, es fá­
cil que encuentren combinacio­
nes vencedoras de 7- 1 O jugadas
en cuestión de segundos. Es ob­
vio, por otra parte, que estos pro­
gramas, paralelamente a estos
cálculos evalúan, posición por
posición, otros factores esencia­
les, tales como la seguridad del
rey, la actividad de las propias
piezas, etc., a fin de efectuar una
jugada estratégicamente adecua­
da, caso de no encontrar combi­
naciones vencedoras.
51
 ES PIRITU LU D ICO
DEL «PELOTARI DE SAMOS»

El ajedrez
en la obra de
U na111un o 111
L
Don Miguel de Una- Josep Merca d é Ri a m b a u

a demostración d e que obra que el ajedrez. A él consa-

.

muno experllllento en
/
el juego es un tema cen- gra tres artículos, una novela cor-
tral en la vida y obra ta y numerosos poemas.
de Don Miguel de Unamuno A esta afición ajedrecística del
su juventud una fuerte ( 1 8 64- 1 9 3 6) nos ocuparía dema-
siado espacio, pero es significati-
gran escritor vasco, tan poco co-
nocida, dedicaremos dos artícu-
vo que un ensayo sobre él se ti- los. En este primero comentare-
atracción por el aje­ tule La filosofía del hombre que
trabaja y juega. Con frecuencia,
mos los tres que el «pelotari de
las ideas», como lo llamó Rubén
el profesor salmantino evoca sus Darío, escribió sobre nuestro jue-
drez, lo que nos evoca juegos infantiles, no exentos de
crueldad (me refiero a utilización
go.

lúdica del pobre cachorro), sus «La inofensiva

en su obra, revelando largas horas pergeñando solita­
rios en su exilio francés, su cono­
esa amalgama de cida afición a confeccionar paja­
ritas de papel (Cf. «Historia de
unas pajaritas de papel»), sus fre­
amor/odio de que se cuentes referencias a los naipes
para expresar, a través de su sim­
bología, tanto sus críticas políti­
nutren todas las pasio­ cas como sus inquietudes metafi­
sicas «Paciencia y barajar», «So­
bre el juego del hombre» . . . ), de­
nes. mostrando su familiaridad con
juegos como el tresillo o el mus .
Lo mismo podríamos decir de
los juegos conceptistas que prac­
tica con asiduidad en la poesía de
su Cancionero. Pero no hay jue­
go que ocupe más espacio en su
locura del
aiedre.z», entre
las ocupaciones
de Unamuno
El primer y más importante
artículo («Sobre el ajedreZ») lo
publicó en el periódico La Na­
ción de Buenos Aires ( 1 0 . 7 . 1 9 1 0)
y se recoge en el volumen IV de
sus Obras Completas (Ed. Afro­
disio Aguado).
Lo inicia con una divertida
anécdota que le contó un cura
amigo, que en su niüez huyó es­
pantado del casino de Guernika,
ante las amenazadoras voces de

52

unas airadas personas que que­
rían «comerse» caballos y torres.
Tras ella, él le refiere que, a su
vez,
«yo en mis mocedades, había caí­
do bajo la seducción de la mansa e
inofensiva locura del ajedrez y cómo,
durante mis años de carrera, en Ma­
drid, hubo domingos en que in vertí lo
menos diez horas en jugar al ajedrez.
Este juego, en efecto, llegó a consti­
tuir para mí un vicio, un verdadero vi­
cio. » (p. 901).
Luego advierte que ya se le ha­
bía amortiguado dicha pasión,
con la reflexión de Montaigne:
Y e s que tengo siempre prese/1/e
aquel afo rismo de que el ajedrez pa ra
AJ E D R E Z
juego es demasiado y para estudio de­
masiado poco. Y esto que llegué a ju­
garlo bastante bien. (!bid.)
Tanto se apaciguó su afición
que confiesa en otro artículo («El
ajedrez y el tresillo», O.C., IX)
que, tras haber padecido «La en­
fermedad de la ajedrecitis», pre­
fiere, en algunos aspectos, el jue­
go de naipes del tresillo:
E n e l tresillo hay q u e conlar más,
m ucho más, con el conocimiento del
adversario. Y además entra en él un
factor de azar, de suerte, que le eleva
en dignidad, como juego artístico so­
bre el ajedrez. Y b ie n sabes qué im­
portancia tiene el elemento del azar.
(p. 8 1 9).
EN LA L I T E R ,.O..T U R ,.o..
Revisión crítica
de sus valores
pedagógicos y
, .
CIYICOS
Volvamos al primer ensayo .
En él Unamuno pasa revista a los
argumentos esgrimidos por el
presidente del Club Argentino de
Ajedrez sobre los valores peda­
gógicos de su juego, aducidos en
una carta pública dirigida al rec­
tor del Colegio Nacional Central.
Su tesis es: puesto «que es edu­
cacionista» debe ser necesaria­
mente «aj e drecista de raza» .
Unamuno pone en tela de juicio
algunas de las argumentaciones
del escrito.
Comparte su aversión por los
juegos de azar que tanto atraen
a los tontos. En ellos, «las emo­
ciones del juego llenan un vacío
espiritual que no se llena con
emociones de arte, de ciencia y
de una actividad útil y culta» . Su
peor mal es la gran pobreza ima­
ginativa que demuestran. Pero
añade Unamuno: «Pero de este
mal del juego, que es para mí lo
peor de él, ¿está acaso entera­
m e n t e e x e n t o e l aj e d r e z ? »
(p . 904).
Le discute el segundo valor
(«Ennoblece, porque es caballe­
resco»), al referir que también el
ajedrez origina peleas:
Y se comprende. Como los dos ju­
gadores juegan con los mismos ele­
mentos, dispuestos del mismo modo,
no cabe atribuir al acaso la derrota.
El que pierde, pierde porque se descui­
dó más que el otro, no porque juegue
menos que él. Y así sucede que en nin­
gún juego se interesa más el amor
propio que en el ajedrez. A l que pier­
de un día al tresillo, le queda el recur­
so de decir que le dio mal naipe. No
así al que pierde al ajedrez. (. . .) Es
m uy caballeresco este juego, sí, pero
llega a engendrar verdaderas an tipa­
tías, así como engendra simpatías. El
amor propio queda m uy al descubier­
to en él, y lo más educativo que tiene
es enseiiarnos a dominarlo.
53
AJ E D R E Z: E l'--J LA. L I T E R AT U R A
Tras esas razones, ya esgrimi­
das por los tratadistas clásicos
del juego, cuestiona que fomente
la sociabilidad, poniendo como
ejemplo una anécdota personal,
que es el claro germen de su no­
vela ajedrecística -que comenta­
remos en otro artículo- conclu­
ye al respecto:
Un club ajedrecista es lo más
opuesto a una iglesia cualquiera, a un
centro de comunión espiritual. El aje­
drez puede llegar a ser uno de los me­
dios de juntarse las personas sin com­
prometer en esta junta sus almas.
(p. 905).
Sigue analizando la carta que
habla de las facultades de «obser­
vación, orden, previsión, etc. ,
con que el ajedrez desarrolla la
intelectualidad» y nuestro filóso­
fo aporta las objeciones de Allan
Poe a esos supuestos, para con­
cluir que «el ajedrez desarrolla Ja
atención . .. Sólo que le faltaba
añadir que desarrolla la atención
. . . para el ajedrez» . Y añade:
Hay que reconocer, por otra parte,
que el ajedrez es una escuela de psi­
cologia práctica. Viendo jugar a uno
varios dias me comprometo a dar un
bosquejo de su psicologia. Uno juega
para jugar, otro por in ventar jugadas,
otro para ganar, uno se distrae, otro
cuenta con las distracciones ajenas,
éste charla para confundir a su adver-
t
54
sario y engañarle, aquél parece aten­
der a un lado del tablero cuando en
realidad se fija en otro, etc. , etc. Pero
esto pasa con todo juego. (p. 908).
Tras decir que «saber servirse
del azar es el supremo arte de la
vida», añade que «lo que salva al
ajedrez de ser una cosa puramen­
te mecánica es precisamente el
elemento de azar que su compli­
cación misma lleva consigo: el
poder contar con los descuidos
del adversario» . En cuanto a los
inconvenientes, señala que tiene
muchos de las matemáticas.
Termina, con argumentos que
en parte ya estaban en Huarte de
San Juan y en Feijoo, observan­
do que «la mayor pericia en el
juego no coincidía necesariamen­
te con la mayor inteligencia» . ( . . . )
«El ser un coloso en el ajedrez,
como un Philidor, un Morphy,
un Steinitz, un Tchigorin, un
Golmayo, un Martínez, un Mac­
kenzie, un Lasker. . ., no prueba
sino que se es un coloso en el aje­
drez. En lo demás puede ser co­
loso, hombre ordinario o pig­
meo.» (p. 9 1 O).
Otros artículos.
«Los obispos del
aiedrez»
En el segundo de los artículos
citados siguen las reservas de
Unamuno en alabar incondicio­
nalmente a nuestro juego, en este
caso la tópica creencia de que
«los militares debían dedicarse al
juego del ajedrez, y que es una
excelente preparación gimnástica
de la inteligencia para la estrate­
gia y la táctica.» (.C., IX, p. 8 1 9).
Es significativo, además, que n o
lo relacione con el arte militar en
un artículo titulado «El juego y
la guerra» , en el que ocasional­
mente se dice:
En el juego, en efecto, hay algo por
encima, moralmente, de la victoria,
algo que está por encima de ganar y
es jugar limpio. Esto lo reconocen to-
dos cuando se trata de un juego, como
el del ajedrez, en el que no se atravie­
sa dinero, y aun así hay quien jugan­
do al ajedrez, si pudiera, haría tram­
pas con tal de no aparecer inferior al
otro, a tal punto llega la vanidad. (La
Nación, 12.6. 1917).
En el volumen IV de sus Obras
Completas (pp. 8 9 3-8 95) encon­
tramos un artículo, «Los Obispos
del ajedrew, en que Unamuno se
pregunta por las extrañas etimo­
logías del alfil:
¿Por qué a lo que en eljuego de aje­
drez le llamamos en español alfil, esto
es, elefante, se le llama en francés
fou, loco, en inglés bishop , obispo, y
en alemán Laufer, corredor?
Y reflexiona sobre su andar
sesgado y permanecer siempre
en el mismo color.
A ello sigue la glosa, bastante
elemental, del nombre y movi­
miento de las torres, la reina, el
rey . . . y de algunos lances del jue­
go. El tono del artículo es bastan­
te desenfadado, y para muestra
su conclusión:
¡ Y eso de que en un reino haya dos
obispos, uno en blanco y otro en ne­
gro! Obispos que jamás pueden trope­
zarse en su camino. Ni pueden unirse
para defenderse el uno del otro. ¡Cada
uno de ellos tiene que ver cómo le co­
men al otro -a lo peor una reina- sin
poder impedirlo! Porque eso de que
una reina se coma a un obispo es cosa
grave. Aunque es más grave que un
obispo se coma a una reina. Y puede
suceder.
(Caras y caretas, Buenos Aires,
9.10.1922).
P ar a c o n c l u i r , U n am u n o ,
siempre amigo d e la contradic­
ción y la paradoja, traza en esos
artículos una serie de observacio­
nes, elementales unas, ingeniosas
y polémicas otras, algunas de las
cuales las veremos utilizadas en
su novela y poesía con mucha
más gr�cia litera_ri � . Pero
eso sera en la proXlma en- 1 Ah.
r·i .
trega. �
 o 9

o 2 o 10

o 3

o 8 o 12

(Soluciones e n l a pág. 44) 55

 I N FORM E N .º 3

1 Open
I nternacional
JEDREI
Resultados: 21.
22.
Mejuto/Meler
Barberá/Jiménez
1 :o
O:1
1 6.
17.
De la Plaza/Candel
González/Peñafiel
1
1
:o
:o
23. De los Santos/Fdez. 1 :O 1 8. García/Beltrán 1 :O
24. Jiménez/Jardí 1 :o 1 9. García/Remis 1 :o
Gru �o 1 25.
26.
Barberá/Pérez
De los Santos/Jiménez
O: 1
1 :o
2. López urcia/Jiménez 1 :O
3. Jiménez/Santos O:1 27.
28.
Jiménez/Fernández
De los Santos/Pinkowezkij
V1 : V1
1 :o
Grupo 8
8. Guerrero/ Arechabaleta 1 :o
29. Lenksas/De los Santos o:1 9. Pérez/Roldán O:1
Grupo 2 30. Fernández/Barberá 1 :O 1 O.
11.
Roldán/Guerrero
Pérez/Arambarri
1 :O
'h : 'h
1 3. Humphrey/Castaño o:1
1 2. Bellosta/Arechabaleta 1 :0
1 4.
1 5.
Arín/Cristóbal
Gutiérrez/Castaño
'h : 'h
O: 1
Grupo 4 1 3. De Prado/Sánchez O:1
7. Gómez/Horta O: 1 1 4. Sánchez/Arechabaleta 1 :o
1 6. Bravo/Fariñas 1 :o 8. Horta/Miskinis 1 :o
1 7. Miralles/Almarza v, : 17
1 5. De Prado/Guerrero o:1
9. Caballero/Miskinis 1 :O 1 6. De Prado/Arechabaleta O:1
1 8. Fariñas/Cristóbal O: 1 1 0. Castellano/Confete 1 :o
1 9. Fariñas/Castaño O:1 1 7. Arambarri/Do Brito O:1
11. Miskinis/Confete O:1 1 8. Arambarri/Arechabaleta O:1
20. Cristóbal/Castaño o:1 1 2. Amat/Miskinis 1 :o
21. Fariñas/Miralles O:1 1 9. Sánchez/Roldán V1 : Vz
1 3. Miskinis/Aguiló o: 1 20. Roldán/Arambarri 1 :O
22. Humphrey /Fa riñas V2 : Vz 1 4. Miskinis/Castellano O: 1
23. Tiemann/Fariñas O:1 21. De Prado /Roldán 1 :O
1 5. Colomer/Miskinis 1 :0
24. Arín/Fariñas 1 :O 1 6. Miskinis/De la Pascua O: 1
25. Cristóbal/García V2 : V1
26. Millares/Tiemann 1 :o
1 7.
1 8.
Gómez/Miskinis
Fernández/Miskinis
1 :o
1 :0 Grupo 9
27. Tiemann/Bravo O:1 1 9. Miskinis/Hidalgo O: 1 8. lváñez/Sanz V1 : 'h
28. Tiemann/lodice o:1 20. García/Miskinis 1 :o 9. Mina/Lora 1 :O
29. Arín/Millares v, : v, 21. De la Pascua/Gómez 1 :o 1 o. Gómez/Sanz v, : v,
30. Millares/García 1 :o 22. Confete/Gómez 1 :0 11. Sanz/Puertas 1 :O
31. Castaño/Tiemann 1 :o 23. Confete J Hidalgo V1 : V2 1 2. Bellón/Ballesta 1 :o
32. Castaño/García 1 :o 24. Amat/De la Pascua O: 1 1 3. Puertas/Willert O:1
33. Almarza/Tiemann 1 :O 25. Horta/De la Pascua V2 : Y2
34. Gutiérrez/Millares O:1 26. Fernández/Gómez o: 1
35.
36.
Cristóbal/Tiemann
Gutiérrez/García
1 :o
1 :o
27. Riand/Hidalgo o: 1 Grupo 10
28. Gómez/García v, : v, 1. Aparici/Fernández y, ; y,
29. Castellano/Fernández 1 :o 2. Aparici/Linale v, : v,
3. Pérez/Fernández O:1
Grupo 3 4. Wohleben/Linale 1;, : v,
1 4. Martinez/Pérez O: 1 Gru �o 7 5. Castells/Alonso O:1
1 5. Pérez/ Jardí 1 :o 1 O. Peña iel/Beltrán 1 :0 6. Fernández/Wohleben v, : V,
1 6. Pérez/Lenksas 1 :o 11. Albero/ Candel 1:0 7. Wohleben/Alonso V, : y,
1 7, Pérez/Pinkowezkij 1 :o 1 2. De la Plaza/Peñafiel O:1 B. Castells/Sánchez 1 :o
1 8. Labraca/Lenksas 1 :o 1 3. García/Peñafiel 1 :o 9. Wohleben/Castells 'h : Y1
1 9. Pinkowezkij/Mejuto O:1 1 4. Candel/García o: 1 1 0. Castells/Fernández o:1
20. Lenksas/Mejuto O:1 1 5. De la Plaza/García O: 1 11. Sánchez/Fernández O:1
 1 2. Aparici/Castells 1 :O 1 2. Crespo/Da Riva O: 1 8. Carrón/Galiana 1 :O
1 3. Tena/Martínez y¡ ; y¡ 1 3. Da Riva/Otte 1 :O 9. Carrón/Hernández 1 :o
1 4. Linale/Pérez �í : V2 1 4. Sanjuan/Otte 1 :O 1 O. Carrón/Díaz O:1
1 5. Alonso/Aparici O:1 1 5. Da Riva/Martín Y2 : Yi 11. G. Alemany/Galiana 1 :o
1 6. Sánchez/Tena O: 1 1 6. Pinel/Da Riva O:1 1 2. Díaz/Cabodevilla 1 :O
1 7. Pinel/Sanjuan Yi : Yi 1 3. Hernández/De Estefanía o:1
1 8. Alemany/De Miguel o:1 1 4. Valmaña/Díaz O:1
Gru �o 11 1 9.
20.
Zurera/Da Riva
De Miguel/Sanjuan
O:1
1 :O
1 5.
1 6.
Suárez/Valmaña
De Estefanía/Schuster
O:1
Yi : Y2
3. Bosc� López 1 :O
4. López/Camacho 1 :O 21. Oltra/Pinel O:1 1 7. Hernández/Díaz o:1
5. Bosch/Sarda 1 :O 22. Alemany/Oltra 1 :O 1 8. Valmaña/Pérez 1 :O
6. Soler/Del Moral Y1 : Y2 1 9. Valmaña/De Estefanía y, : Vi
7. Calabuig/Sarda 1 :O 20. De Estefanía/Conde Yi : Y2
8. Del Moral/Jiménez O:1 Grupo 16
1 1 . López/Asia 1 :O
1 2. Manso/Sancho 1 :O Grupo 19
Grupo 13 1 3. Vidau/Sancho 1 :O 4. Bréb1on/Cubero O:1
1. Ecenarro/Biskondoa 1 :o 1 4. Tramacere/Sancho 1 :O 5. Suárez/Martínez Yi : Yi
2. Biskondoa/Marín O:1 1 5. Wadle/Sancho 1 :O 6. Sánchez/Martínez O:1
3. Biskondoa/Fernández V2 : Y1 1 6. Sancho/Salgado o:1 7. Ballester/Brébion 1 :O
4. Schmidt/Ecenarro O:1 1 7. Pérez/Sancho 1 :O 8. Bernat/Ballester Yi : Yi
5. Fernández/Noriega 1 :O 1 8. Sancho/Wittmann O:1 9. Solanas/Bernat 1 :O
6. Schmidt/Cillóniz O:1 1 9. Cruzado/Sancho 1 :O 1 o. Bernat/Apolinario O:1
7. Fernández/Schmidt 1 :O 20. Sancho/López o:1 11. Baig/Bernat 1 :O
8. Arroyo/Fernández O: 1 2 1 . Sancho/Ramos O:1 1 2. Bernat/Romero O:1
9. Noriega/Ecenarro O:1 22. Asia/Sancho 1 :O 1 3. Bernat/Martínez O:1
23. Sancho/Díaz O:1 1 4. Bernat/Thaler O:1
24. Ramos/López o:1 1 5. Cubero/Bernat 1 :0
Grui1:0 1 4 25. Manso/Vidau
26. Wadle/Ramos
1 :O
1 :O
1 6.
1 7.
Bernat/Piera
Costi/Bernat
O:1
1 :O
3. S. A onso/Gcía. del Río 0 : 1 ..
4. Torres/Solsona 0 : 1 -- 27. Asia/Manso O:1 1 8. Brébion/Bernat 1 :O
5. García Ruiz/Solsona y¡ ; y¡ - 28. Manso/Ramos 1 :O 1 9. Bernat/Suárez O:1
6. De Diego/Blázquez 1 :0 - 29. Wittmann/Asla O:1 20. Ballester/Baig 1 :O
7. Solsona/Antequera 0:1 - 30. Asia/Cruzado O:1 21. Ballester/Sánchez 1 :O
8. Grosso/Torres 1 :O -
3 1 . Wadle/Wittmann 1 :O 22. Ballester/Martínez Vi : V2
9. Torres/De Diego 0: 1 - 32. Cruzado/Manso O:1 23. Solanas/Costi 1 :O
1 O. Blázquez/Torres 1 :O -
33. Martínez/Cruzado V2 : V2 24. Sánchez/Solanas O:1
11. S. Serrano/Torres 1 :O - 34. Vidau/Díaz 1 :O 25. Baig/ Aranda y, : y¡
1 2. Torres/Antequera 0:1 -
35. Manso/Martínez 1 :O 26. Suárez/Solanas o:1
1 3. Martín/Torres 1 :O -
36. Wittmann/Martínez O:1 27. Apolinario/Martínez 1 :O
1 4. Neussner/Torres 1 :0 - 37. Ramos/Martínez V2 : V2 28. Suárez/Thaler O:1
1 5. Rytova/Torres 1 :0 - 38. Cruzado/Tramacere V2 : Yi 29. Thaler/Brébion 1 :o
1 6. Gcía del Río/Torres 1 :O - 39. Tramacere/Wittmann 1 :O 30. Piera/Solanas O: 1
1 7. Torres/García Ruiz 0:1 - 40. Vidau/Cruzado y¡ ; y,
1 8. Sánchez Alonso/Torres 1 :O - 4 1 . Wadle/Tramacere v, : y,
1 9.
20.
De Diego/García del Río
Neussner/Martín
1 :0
v, : v, -
-
Grupo 20
21. Neussner/Sánchez Serrano y, ; y, - Grupo 17 4.
5.
Kotzem/Alegre
Sáiz/Lorca
1 :O
1 :O
22. Gcía. del Río/$, Serrano 0:1 - 3. Villadangos/Martínez 1 :O 6. Rubio/Mí�uez o:1
23. Gerona/Sánchez Alonso 1 :0 - 4. Berger /Diéguez v, : v2 7. Alegre/M1guez O:1
24. Solsona/Sánchez Alonso 1 :0 - 5. Martínez/Soriano O: 1 8. Fuster /Sáiz O: 1
25. Gerona/Moreno O : 1 .... 6. Soriano/Bocanegra o: 1 9. Míguez/Sáiz O: 1
26. Gcía. del Río/Neussner 1 :O - 7. Diéguez/Bocanegra o:1 1 o. Lorca/ Alegre 1 :o
27. S. Serrano/Gcía. Ruiz 1 : O .... 8. Villadangos/Diéguez 1 :O 11. Romero/Míguez 1 :O
28. S. Alonso/$. Serrano 0:1 - 9. Villadangos/Alvarez 1 :O 1 2. Romero/Lorente y, : y,
29. Antequera/S. Alonso 1 :0 -
1 3. Sáiz/Kotzem V2 : Vi
1 4. Romero/Rubio V2 : Vi
Grupo 18 1 5. Sáiz/ Alegre 1 :o
Gruio 1 5 5. Carron/Estefanía Y1 : Yi 1 6. Romero/Alegre 1 :O
1 0. Da 1va/Alemany 1 :O 6. Galiana/Díaz O:1 1 7. Sáiz/Rubio 1 :O
1 1 . De Miguel/Crespo 1 :O 7. Díaz/Gómez 1 :O 1 8. Kotzem/Míguez 1 :O
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