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Historia

La fabricación de alfarería comenzó a reemplazar los utensilios de piedra en el


periodo Purrón (2300-1500 a. C.). Muchas de estas primeras cerámicas fueron
hechas en forma de calabaza como una continuación de cuando estos vegetales
fueron utilizados para transportar líquidos.1 Estas lozas de barro se convirtieron en
una tradición en la alfarería, que utilizaba sobre todo arcilla natural con un
recubierto fino de engobe. La mayoría de las arcillas necesitan templarse para
regular la absorción de agua, con la excepción de la arcilla utilizada en la cerámica
Anaranjado Delgado de la costa del Golfo de México.

Los vasos prehispánicos fueron formados usando técnicas como el colombín y el


moldeado. A excepción de una proto-rueda utilizada por los zapotecas, el torno de
alfarero era desconocido hasta la conquista española. Las ollas eran usualmente
hechas por la familia con el método del simple «pellizco» y las grandes piezas
eran moldeadas por artesanos. Las primeras piezas moldeadas fueron realizadas
en arcilla prensada contra una primera ya existente, pero los moldes dobles se
utilizaron para hacer recipientes con decoraciones en relieve. Muchas figurillas
también se hicieron usando moldes. A veces, las vasijas se hacían con varias
piezas ya moldeadas con la parte superior terminada por medio de «churros de
barro».

Con alguna excepción, las piezas prehispánicas no se vidriaban, sino que el


acabado se realizaba con una cubierta de arcilla muy fina. Este baño contenía a
menudo pigmentos minerales para darle color que se le podían añadir antes o
después de la cocción. La cocción se realizaba a fuego abierto o en un hoyo.
Figurillas se hacían a menudo en el hogar de la familia. La de las vasijas se hacía
en una pila en el suelo o en un hoyo cubierto de madera. Muchas veces, el uso de
este método para la cochura de vasijas, daba resultados de mal acabado y con
roturas, a excepción de la cerámica Anaranjado Delgado.

La única cerámica vidriada de Mesoamérica se la conoce como cerámica


plumbate o cerámica plomiza. Estaba cubierta por un engobe coloidal cocido a
una temperatura bastante elevada, y que por su composición en hierro y cromo,
daba a las piezas un aspecto de lustre metálico con una gama de colores que
oscilaba entre el gris, violeta, naranja y verde. Fue producida sólo por un corto
tiempo y su aparición marca el período Posclásico mesoamericano en muchos
sitios arqueológicos.

Existen más de treinta métodos conocidos que han sido utilizados para decorar la
cerámica prehispánica incluyendo diseños de presionado en la arcilla por medio
textil, o el presionado de elementos como conchas y el uso de palos puntiagudos.
También se emplearon diversas maneras de pintar y preservar los colores, tanto
durante como después de la cocción. Los diseños generalmente se dividen en
cuatro categorías: geométrico, realista o naturalista (en general, animales y
personas estilizadas), simbólico y pictográfico. La mayoría de los diseños están
relacionados con otras artesanías y obras artísticas como pinturas en murales.

Con la cerámica los mayas realizaron todo tipo de objetos: desde recipientes para
la alimentación hasta vasijas para las ofrendas a los dioses y los muertos. Estas
piezas fueron realizadas con técnicas muy diversas: las había con formas simples
y sin color, y mucho más elaboradas, con una decoración multicolor, elementos
modelados y relieves.

Durante el Preclásico la decoración consistía, fundamentalmente, en conchas


marinas, sellos e incisiones hechas con las uñas de los dedos. Cuando los objetos
eran pintados, se empleaban, en esta época, motivos geométricos muy simples y
de un solo color. Fue hasta el Clásico cuando apareció la cerámica policroma;
durante este periodo los motivos ornamentales representaban figuras zoomorfas o
mostraban fragmentos importantes de la historia del pueblo maya, de su visión del
mundo o de su mitología religiosa.

Las obras en cerámica fueron moldeadas a mano, sin torno, por los artistas
mayas. Los colores se obtenían a partir de una base de arcilla y, una vez listas las
obras, se horneaban a una temperatura aproximada de 800 grados centígrados.
Su valor plástico es enorme, pues, en general, eran de una extraordinaria factura;
destacan particularmente los decorados con pinturas narrativas sumamente
complejas, las cuales tienen para arqueólogos e investigadores un alto valor para
documentar las costumbres y tradiciones del pueblo maya.

TÉCNICAS DE ELABORACIÓN DE CERAMICA

Otro de los recursos que el investigador emplea para el estudio de la cerámica


arqueológica es indagar en los procedimientos tradicionales que actualmente
persisten para su elaboración. En cada una de las partes que integran el proceso
se podrán encontrar elementos para explicar la manufactura de piezas
arqueológicas. Estudiar una pieza arqueológica en busca de los procedimientos de
elaboración es otra forma de utilizarla como fuente de información. Algunas de las
técnicas conocidas son:
Moldeado

La técnica de elaborar piezas completas o partes de ellas mediante el empleo de


un molde fue desarrollada durante el Horizonte Clásico. La arcilla en estado
plástico fue aplicada a moldes para elaborar vasijas completas, secciones de
vasijas y figuras.

Modelado

El modelado de una vasija inicia con una esfera de


barro que poco a poco es ahuecada hasta obtener
el espesor y forma deseados. Esta técnica
aparentemente simple llegó a altos niveles de
sofisticación entre los alfareros mesoamericanos,
quienes realizaron verdaderas obras maestras en el
modelado de piezas que destacan por lo
extremadamente delgado y homogéneo de las
paredes.
Enrollado

La técnica consiste en el uso de un largo


tramo cilíndrico de barro. El barro se
comprime entre las manos y en forma de
espiral se va haciendo la vasija.

Pellizco

Consiste en la elaboración de la
pieza a partir de una sola bola de
arcilla, que es abierto con el puño,
estirando la arcilla para formar
paredes y luego alisarlas.

DECORACIÓN

Una de las razones que convierte a la vasija arqueológica en un objeto


sumamente atractivo sin lugar a dudas es la decoración. La decoración es una
importante fuente de información y asociada a la forma determina la época.
No obstante, en la cosmovisión de los pueblos mesoamericanos, la decoración no
fue precisamente un elemento que el alfarero agregara exclusivamente para
embellecer el recipiente. Es un conjunto de elementos iconográficos con profundo
significado.

De cualquier forma, para su


estudio se considera que la
decoración es la serie de
modificaciones o elementos
agregados a la superficie de la
vasija. Aquí se muestran cuatro
ejemplos de técnicas
decorativas que fueron
ampliamente practicadas por los
alfareros mesoamericanos.

Decoración incisa

La decoración incisa consiste en trazar


con un instrumento afilado sobre la
superficie aún en estado plástico, desde
sencillos elementos geométricos hasta
la representación de complejas
escenografías.

Decoración polícroma

La policromía se obtiene cuando el alfarero emplea más de dos colores para pintar
sobre la superficie de la vasija. Entre los colores empleados predominaron el rojo,
café, amarillo, negro, blanco, como colores principales. En Mesoamérica la
policromía fue desarrollada desde el horizonte
preclásico,

Pero la técnica de Aplicar los colores antes de


someterla a una segunda cocción solamente
se desarrolló hasta el horizonte Posclásico.
Decoración calada y punzonada

Cuando las paredes de una vasija son por completo atravesadas para formar un
elemento, generalmente geométrico, se habla de decoración calada. El punzonado
se obtiene mediante la presión repetida de pequeños puntos en una zona
determinada de la vasija.

Decoración modelada o de pastillaje

La técnica consiste en aplicar pequeños


rollitos o pastillas de barro a la superficie
de la vasija, con lo cual se puede formar,
como en el presente caso, la efigie del
dios Tláloc.

Sellos
Decoración realizada con un sello de determinados
motivos cuando el barro aun esta plástica.
Para la historia del arte, la iconografía
estudia los elementos simbólicos contenidos
en las artes visuales. El significado de una
obra se expresa a menudo por objetos o
figuras que el artista incorpora. El propósito
de la iconografía es identificar, clasificar y
explicar dichos elementos así como el
significado que adquieren en conjunto. A
continuación se presentan algunos
ejemplos:

Ejemplos de vasijas

Urna polícroma

La decoración polícroma de esta urna posclásica se compone de tres bandas y es


similar a las urnas de estilo mixteco y a las que han sido localizadas en la región
de la Mixtequilla. La primera lleva motivos geométricos que representan rayos de
sol que alternan con espinas de maguey. La segunda banda está formada por
xicalcolliuqui o grecas escalonadas que invertidas forman un conglomerado
perfectamente integrado.

La última banda está dividida en recuadros en la que se observan de manera


alterna un pedernal y dos numerales sobre una piel de jaguar.
Cajete del periodo cultural Clásico

En la pared exterior de la vasija se


observa una escena en la que
varios sacerdotes sentados con las
piernas flexionadas sostienen
frente a si una vasija cuyo
contenido ofrendan para alguno de
sus dioses.

Vasija Posclásica de estilo


Quauhtochco

El relieve del fondo indica que en su


elaboración se empleó un molde de
forma equivalente a la vasija pero que
contenía en la sección de la base el
diseño en negativo. Periodo
Posclásico, 900 a 1521 d. C.

Cerámica estilo Quauhtochco El nombre de la zona también se utiliza para


identificar una cerámica con “fondo sellado” elaborada siempre en forma de
cajetes de fondo plano sin soportes, con paredes divergentes muy ligeramente
convexas, modelados en barro que va del color café claro-rojizo a francamente
rojizo, compacto y de espesor mediano. Su decoración es casi exclusivamente
interior. La de sus paredes es pintada, en colores naranja, negro y guinda. El
naranja se aplicó en la parte inferior de la
pared; el negro, en forma de angostas
bandas paralelas; y, el guinda, en una banda
más ancha que cubre la parte interior del
borde. Los fondos tienen decoración sellada
con formas geométricas en donde se
combinan líneas rectas, curvas y círculos,
formando flores estilizadas, volutas, grecas
escalonadas, etc.
Figura que representa a una mujer

Para la elaboración de esta figurilla se utilizaron dos


moldes: uno para la parte frontal y otro para la posterior. La
unión de ambas partes produjo una figura hueca cuya
rebaba fue matizada por el alfarero. La representación de
la mujer con ambos brazos levantados a la altura de los
hombros y con las palmas hacia el frente es característica
del Horizonte Clásico Tardío en la costa de Campeche y en
el centro de Veracruz (600 a 900 d. C.). La pieza conserva
restos de color rojo.

Cerámica “matada”

El término “cerámica matada” hace referencia a un interesante enigma presente


en vasijas que muestran en el cuerpo una pequeña perforación elaborada
cuidadosamente para evitar destruir por completo la pieza y
que de cualquier forma la inutiliza como contenedor de
sustancias líquidas.

Las evidencias de cerámica matada se remontan al


horizonte Preclásico o Formativo (2500 a. C. - 200 d.
C.). La práctica se mantuvo vigente durante todo el horizonte
Clásico. Igualmente existen ejemplares posclásicos que
muestran la peculiar perforación y se tiene
documentado que la tradición fuertemente enraizada perduró hasta la llegada de
los españoles e incluso se practicó con su consentimiento, o sin él, durante La
Colonia.
Tipos de Barro

El barro, generalmente, se clasifica en tres grandes categorías: baja temperatura,


gres y porcelana, según la temperatura de cocción y la dureza de la cerámica.
Muchos ceramistas también utilizan estas categorías para referirse al color o a la
calidad del barro, aunque, en realdad, estos términos aluden a la calidad de la
cerámica una vez cocida. Y para que todo sea aun mas confuso, es posible cocer
barros de alta temperatura de cocción a bajas temperaturas. Por ejemplo, un gres
chamotado se puede cocer a temperatura de raku, a 1000 C. en vez de a la
temperatura de gres, de 1200-1300 C. de todas maneras, al resultado no se le
puede llamar gres, dado que las partículas no alcanzaran un punto de fusión y que
la dureza de cocción no será la misma que la del propio gres.

Geológicamente existen dos categorías de arcillas, la primaria o residual y la


secundaria o sedimentaria. La arcilla primaria es la que se encuentra en el lugar
donde se formo, y resulta comparativamente escasa. La arcilla secundaria es
aquella que ha sido erosionada y transportada por el agua o los movimientos de
tierra y se ha depositado en capas sedimentarias. Los ceramistas utilizan
principalmente cinco tipos de arcilla: arcilla china primaria y secundaria (caolín) y
cuatro arcillas secundarias conocidas como arcilla de bola, arcilla refractaria, gres
y arcilla de superficie. El color de la arcilla varía desde el blanco hasta el marron-
rojizo, según cuál sea la cantidad de hierro y otras impurezas.
Barro Preparado

Está constituido por una combinación de barros que se forman de manera natural
y se mezclan según una formula, se refinan siguiendo los métodos de prensa-filtro
o tamiz, o en cualquier caso, se muelen, limpian y la mayoría de sus impurezas se
eliminan, las arcillas se mezclan y combinan con otros materiales para conseguir
determinada calidad, color y textura. Estos barros pueden variar con el curso del
tiempo, cuando diferentes zonas de una cantera de arcilla, con sus impurezas han
estado a la intemperie, sin embargo se intenta mantener la consistencia y la
calidad lo mejor posible. Los buenos proveedores ofrecen una amplia gama de
barros que va desde la pasta de baja temperatura y gres hasta la porcelana de
alta temperatura.
E-GRAFÍA

https://www.deguate.com/artman/publish/hist_precolombina/la-ceramica-maya.s

http://excerpts.numilog.com/books/9789689342106.pdf

https://es.wikipedia.org/wiki/Material_cer%C3%A1mico

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