2 Lavell, Alan. Degradación ambiental, riesgo y desastre urbano.
Problemas y conceptos: hacia la definición de
una agenda de investigación, en “Ciudades en Riesgo”, p. 9. 3 Oficina Coordinadora de las Naciones Unidas para el Socorro en caso de Desastre (United Nations Office of the Disaster Relief Coordinator), hoy OCHA, Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (http://ochaonline.un.org/). La UNDRO en conjunto con la UNESCO promovió una reunión de expertos con el fin de proponer una unificación de definiciones que ha sido ampliamente aceptada en los últimos años (UNDRO 1979). Entre otros conceptos, el reporte de dicha reunión "Desastres Naturales y Análisis de Vulnerabilidad" incluyó los siguientes: Amenaza, vulnerabilidad, riesgo específico, elementos bajo riesgo y riesgo total. Actualmente la OCHA incluye también el concepto de desastre. Amenaza: Son muchas las definiciones frente a lo que es la amenaza, la antigua agencia de las Naciones Unidas UNDRO3 la define como sinónimo de peligro (hazard), entendida como la probabilidad de ocurrencia de un evento potencialmente desastroso durante cierto período de tiempo en un sitio dado. Otras definiciones encontradas en textos de carácter científico identifican la amenaza directamente con el concepto de riesgo, es decir amenaza es igual a riesgo. Pero debes observar que un evento natural o artificial se puede percibir, según en el contexto en el que intervenga, como una amenaza o una oportunidad. Un ejemplo es la innovación tecnológica en las empresas de producción, fruto de la cual se mejoran los procesos obteniendo mejores rendimientos; aquí hay una oportunidad para los dueños de las empresas y el consumidor de los bienes o servicios que ésta ofrece, pero puede ser una amenaza para los trabajadores de las empresas que ven en esta innovación una probabilidad de recorte de personal. Otro ejemplo se presenta con ciertos eventos naturales, fenómenos como los terremotos, maremotos, tsunamis, deslizamientos, tornados, erupciones volcánicas son percibidos en general como una amenaza, pero estos fenómenos también pueden ser una oportunidad para investigadores (cazadores de tornados, geólogos, ingenieros) o por el simple hecho de constituirse en un evento extraordinario, el cual es una excelente oportunidad para la observación e incluso el disfrute como en el caso que representan algunos tsunamis para un surfista o para un turista en playas desconocidas. Un terremoto, como tal no es amenaza para la vida o los bienes de una comunidad indígena que habita en construcciones livianas y cuyos bienes se reducen a cultivos y animales de crianza, pero si lo es para aquellas comunidades que viven en modernos edificios de hormigón, de mampostería o de estructuras metálicas y mucho más si estas construcciones no se rigen por normas ingenieriles que buscan reducir los efectos dañinos que pueda ocasionar la presencia de este fenómeno, estas son más vulnerables que las primeras al fenómeno de movimientos telúricos. En este contexto es posible definir la amenaza en función de la vulnerabilidad de una comunidad o cualquier sistema sujeto a la intervención de un fenómeno natural o artificial; es decir: