-Spider Walk, para multipercusión (1993), Marta Ptaszyńska (1944)

Una pieza escrita en orden aritmético, como la tela de una araña o como su caminar mismo:
6 tambores, 5 campanas, 4 gongs, 3 cencerros sobre la resonancia de un timbal, 2 platillos,
1 cencerro apagado, una cortinilla de bamboo y otra de metal agudo. Es esto una progresión
numérica que en cada timbre se utiliza de manera estratégica con un motivo rítmico
construido bajo esta misma lógica de progresión matemática. La primera parte es enérgica
y veloz, y repite el motivo explicado anteriormente. Esta sección culmina con un clímax de
notas muy rápidas. Luego se comienza a jugar más con el timbre de los instrumentos y el
motivo repetitivo comienza a difuminarse y a aparecer esporádicamente de una forma más
calmada. Se trata pues como de un viaje tímbrico/rítmico junto con un arácnido que sale a
cazar y luego encuentra el reposo en su telaraña o en su guarida.

-Music for pieces of Wood (1977), Steve Reich (1936)

Para 5 ejecutantes de dos piezas de madera que se entrechocan (claves). El lenguaje

minimalista de Reich nos hace tener una experiencia auditiva fuera de lo habituado. Con un
solo motivo rítmico que se hace más corto a lo largo del tiempo, construye un entramado
sonoro que nos puede llevar a una experiencia casi meditativa, pues este motivo rítmico se
desplaza gradualmente sonido por sonido en cada uno de los instrumentos, hasta llegar a
formarnos una impresión caleidoscópica para el oídio por tres momentos en los que hasta
el escucha más atento no deja de sentir su percepción un poco alterada.