100%(2)Il 100% ha trovato utile questo documento (2 voti)
1K visualizzazioni2 pagine
La ciudad de Pasco surgió a finales del siglo XVI como un asentamiento minero debido a la actividad minera de plata en la región. En 1639 se le otorgó el título de "Ciudad Real de Minas" debido a sus importantes yacimientos de plata. A partir de 1760, tras el descubrimiento de las vetas de plata del "Gran Túnel de Yanacancha", la producción minera de Pasco aumentó sustancialmente para reemplazar a la ciudad de Potosí en Bolivia como el principal centro minero de la Corona Españ
La ciudad de Pasco surgió a finales del siglo XVI como un asentamiento minero debido a la actividad minera de plata en la región. En 1639 se le otorgó el título de "Ciudad Real de Minas" debido a sus importantes yacimientos de plata. A partir de 1760, tras el descubrimiento de las vetas de plata del "Gran Túnel de Yanacancha", la producción minera de Pasco aumentó sustancialmente para reemplazar a la ciudad de Potosí en Bolivia como el principal centro minero de la Corona Españ
La ciudad de Pasco surgió a finales del siglo XVI como un asentamiento minero debido a la actividad minera de plata en la región. En 1639 se le otorgó el título de "Ciudad Real de Minas" debido a sus importantes yacimientos de plata. A partir de 1760, tras el descubrimiento de las vetas de plata del "Gran Túnel de Yanacancha", la producción minera de Pasco aumentó sustancialmente para reemplazar a la ciudad de Potosí en Bolivia como el principal centro minero de la Corona Españ
A diferencia de otras ciudades capitales peruanas, esta ciudad de Pasco nació
como un asentamiento minero a finales del siglo XVI, ya que la ciudad capital, cabeza de curato y reducción de indios fue la Villa de Pasco que fue fundada el 20 de octubre de 1578 ubicada actualmente a 14 km. La ciudad surgió a finales del siglo XVI gracias a la actividad minera con la cual inició su crecimiento por inmigración a principios del siglo XVII. Actualmente tiene una población de más de 70.000 habitantes (Censo 2007), partidos entre los distritos de Chaupimarca (28.000 hab.), Yanacancha (28.000 hab.) y Simón Bolívar (14.000 hab.). La ciudad se ubica alrededor de la mina a tajo abierto más alta del mundo, que se extiende sobre 2 km y casi 400 m de profundidad, amenazando ahora la ciudad, por lo que se proyecta reubicarla, también a causa de los problemas de contaminación de la minería sobre la población. En 1639, durante el Gobierno del virrey Luis Fernández y Cabrera, se le envió a la Corona Española cinco millones de ducados procedentes de Cerro de Pasco, por lo que mediante Real Cédula se le otorga el título de «Ciudad Real de Minas» al asiento minero de San Esteban de Yauricocha. A la fama de sus minas acudían muchos españoles interesados y entre ellos Martín Retuerto, quien trabajó la mina Lauricocha, dando un socavón que fue el primero en el que hubo mineral. José Maíz y Arcas compró de los herederos de Retuerto la mina citada en 1740 y dirigió un socavón al mismo paraje, terminándolo en 1760. A partir de 1760, tras el descubrimiento de las vetas de plata del «Gran Túnel de Yanacancha», Cerro de Pasco multiplicó su potencial minero. La abundante riqueza que había en estos yacimientos llegó en un contexto de extrema importancia para la Corona Española porque Potosí, otro asentamiento minero que era explotado por la Metrópoli, había entrado en bancarrota. Potosí, también situado en el Virreinato del Perú, pero en el territorio que actualmente ocupa Bolivia, había sido hasta entonces la mayor productora de plata del mundo, pero, tras dos siglos de extenuante explotación, su abrumadora riqueza había sido exprimida definitivamente. Cerro de Pasco, la «Ciudad Real de Minas», se convirtió en el sustituto natural de Potosí y cogió su relevo como principal centro minero de la Corona Española perteneciendo a la Intendencia de Tarma. El minero español José Maíz y Arcas fue quien descubrió la mina de plata del «Gran Túnel de Yanacancha», convirtiéndose en uno de los hombres más acaudalados de Cerro de Pasco. Tal era su riqueza que en 1764 solicitó el título de «Marqués» a la Corona Española, previo pago del mismo con barras de plata que habían salido de las entrañas de Cerro de Pasco. En 1771, el rey Carlos III otorgó a Don José Maíz y Arcas el título de «Marqués de la Real Confianza». Sin embargo, éste llegó cuando el minero español ya había fallecido, lo que provocó una dramática disputa entre sus hijos varones por la legítima herencia del mismo.