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Introducción
La gente decía de Jesús: ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad
manda...? La gente reconocía y se admiraba de la doctrina de Jesús por la
autoridad con que expulsaba demonios. Su doctrina incluía autoridad y poder
para sanar a los enfermos y liberar endemoniados.
Haciendo las cosas como Jesús las hacia: ¡Que mejor modelo y estilo que el
del maestro!
Odres Nuevos
Jesús no uso odres hechos por otras personas; no tomo los de Juan ni los de
Los fariseos. Sus discípulos eran odres nuevos. ¡Hoy tienes la oportunidad que
Durante esta escuela de obreros tu odre sea renovado y el señor te dará vino
nuevo!
En aquellos tiempos, un odre era hecho de piel de cabrito. Comúnmente
tomaban a un animal muerto, le vaciaban el interior, cocían los agujeros de las
patas, produciendo así un recipiente. Este, cuando era expuesto al sol, se
secaba, y le echaban vino nuevo y se rajaba. Entones, para poder echar vino
Nuevo, era necesario sumergir el odre en AGUA y untarlo con ACEITE hasta
renovarlo. Nosotros somos odres y no podemos envejecer, sino estar siempre
renovados para el vino nuevo del Señor.
El hombre no es para el día, sino el día para el hombre. El dejo los días, todos
los días para bendición del hombre.
Era tanta la bendición, que ahora caían sobre Jesús para quedar sanos. Recor-
demos el crecimiento del ministerio de Jesús:
Jesús estableció a los doce porque solo ya no podía. Era tanta la gente que
venia para ser sana que debía discipular a otros para que con autoridad
continuaran la obra que él había iniciado.
Hechos 2:38 “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros
En el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo.”
Hechos 17:30 “pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta
ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrecien-
tan.”
Isaías 59:2 “pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y
vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para
no oír.”
Sin Arrepentimiento no hay salvación
Definiciones importantes
Arrepentimientos no es:
Ejemplo de Arrepentimiento
Esto implica
1. descubrir el pecado
2. Huir hacia Dios con fe
3. convicción que el hará un cambio de vida en uno.
Obras muertas
Son obras hechas para tratar de ganar la vida eterna, salvación y perdón de
Dios, pero que son ineficaces por si mismas, pues carecen de la vida de Dios.
Pueden ser:
Isaías 64:6 dice: “si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas y
nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros
como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento.”
La salvación es gratuita según Efesios 2:8-10 “porque por gracia sois salvos
por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras,
para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios preparo de antemano para que
anduviésemos en ellas”
“La salvación de Dios es tan cara, que sólo gratis se puede obtener.”
Introducción
Definición de fe
Por ella somos salvos: Efesios 2:8-9 dice: “porque por gracia sois salvos por
medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para
que nadie se gloríe.”
Por ella vivimos todos los días: Habacuc 2:2 dice: “másel justo por su fe
vivirá.”
Ej.: Un vaso lleno de liquido oscuro puede parecer refresco de cola o café,
pero el gusto nos ayudaría a complementar o corregir la información que nos
dio la vista, el olfato o cualquier otro sentido. Los 5 sentidos nos pueden
engañar con respecto a la voluntad de Dios para nuestra vida, pero la fe se
anticipa y declara diferente a nuestros sentidos muchas veces.
Romanos 8:28 dice “Y sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”
Hebreos 11:2 y 6 “Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Debemos notar que por ella alcanzaron buen testimonio Abel, Enoc, Abraham,
Sara, Jacob, Moisés, etc. Este versículo también nombra a Rahab y Sansón.
Lo contrario es:
Romanos 14:23 “Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque
no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe es pecado.”
Hebreos 10:38 “Másel justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradara a
mi alma.”
Fe de corazón implica una buena confesión
Introducción
1.Salvación: Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos, por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe.”
Incrementando la Fe
2. A través del ayuno y la oración: Ej...Mateo 17; en este pasaje Jesús dijo a
sus discípulos que el demonio en el muchacho no había salido por la poca fe de
ellos, y que a través del ayuno y la oración podrían adquirir la fe necesaria para
echar fuera ese demonio. Al ayunar y orar podemos consagrarnos mása aquel
en cuya presencia la fe se desarrolla para ver los milagros suceder.
Introducción
Efesios 2:1-10 Estos versículos dicen que Dios nos dio vida y nos dio un
lugar especial, pues nos hizo sent6ar en lugares celestiales (o tronos) y nos dio
las riquezas de su gracia.
Efesios 2:13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais
lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Si fuimos cercanos por el, debemos caminar con él. Si Dios nos sentó en
tronos, ¿Por qué bajarnos de allí? ¡Quedémonos junto a él!
Hijo, no jornalero
En Lucas 15:11-32 leemos la historia del hijo prodigo, el hijo que se fue de su
casa con la herencia del padre y regresó arrepentido, pero cn el concepto
equivocado de si mismo.
Muchas personas que vienen a Cristo creen que no son dignas de ser llamadas
hijos de Dios.
La parábola del hijo prodigo muestra a un muchacho que se aleja de su padre
Así es nuestro padre celestial: aunque todos pecamos, hizo todo lo posible para
reconciliarnos con El, y envió a su hijo para morir en nuestro lugar, y luego,
dejo escrito que significamos para él, para que vivamos como hijos y no como
jornaleros.
Hay hijos de Dios que le sirven y son obedientes, pero no viven en la gracia;
estos se distinguen porque critican a los hijos que viven en la gracia y pros-
peran.
Según esta parábola podríamos concluir que hay distintas actitudes que los
hijos podrían tomar:
Introducción
Salmos 139:15 “No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui
formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.”
Salmo 42:1-11
La clave del éxito de la vida pública es la vida privada que llevas con Dios.
2 Corintios 3:1-18
Lo primero que mando Dios al pueblo de Israel fue guardar un día para Jehová.
Isaías 57:15 “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad,
y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el
quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los
humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.”
Salmos 63:1-2 “Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma
tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,
Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario.”
Introducción
Todos debemos volver a nacer. Debemos nacer del agua (bautismo) y del
Espíritu Santo. Todos nacemos de una mujer, a esto se refiere con nacer de la
carne; máses necesario nacer del Espíritu para ser hijos de Dios.
Juan 1:11-13 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mása todos los
que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad
de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
Como nacer de nuevo
La Biblia dice que debemos nacer del Espíritu. ¿Cómo es esto? Dios es
Espíritu, y los que reciben y creen en su nombre, les es autorizado ser llamados
hijos de Dios por el Espíritu de adopción por el cual podemos llamar a Dios
“Papito”.
2 Corintios 5:17-22
No hay excusa para seguir amarrado al pasado. No puedes hacer nada para
cambiar el pasado. Todo queda atrás; todas las malas costumbres pueden ser
renovadas por nuevas costumbres por el poder de su Espíritu.
Hay personas que dicen que no es su ministerio el predicar; sin embargo, las
Escrituras nos mandan a ser testigos y anunciar el evangelio de Cristo a toda
criatura.
Efesios 4:22-32
1 Pedro 1:13-19
Romanos 6:4
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte con el bautismo a fin
de que como Cristo resucito de los muertos por la gloria del padre, así también
nosotros andemos en vida nueva.
Galatas 5:25 “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.”
No podemos decir que somos nuevas criaturas y que somos engendrados por el
Espíritu si andamos en cosas que no son del Espíritu.
Introducción
Las malas noticias tienen un efecto negativo en nuestras vidas, al igual que
sucedió con estas personas. Muchas personas escuchan malas noticias antes de
dormirse o antes de salir de su casa en las mañanas, y pasan el día o la noche
pensando en ellas y preocupados por ellas. Las malas noticias afectan hasta al
másas fuerte de los hombres. Sin embargo, las buenas noticias las hallamós en
la palabra de Dios.
En 1ra. Reyes 19:1-2 leemos lo que le sucedió Elías: “Acab dio a Jezabel la
nueva de todo lo que Elías había hecho, y de cómo había matado a espada a
todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así
me hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he
puesto tu persona como la de uno de ellos.”
Debemos dejar de ver malas noticias, pues nos hace daño, y aprender a confiar
en las buenas noticias que nos habla la palabra d Dios. “Como el agua fria al
alma sedienta, Así son las buenas nuevas de lejanas tierras.”
(Proverbios 25:25)
Cuando eres portador de malas noticias, puedes llegar a caer mal; si eres
portador de buenas noticias, caerás bien. Tú fuiste creado por Dios y alcanzado
por Jesucristo para dar buenas noticias a las personas. ¡Dedícate a darlas!
La palabra de Dios está llena de buenas noticias para nuestras vidas. Si tu estas
pasando por un momento de necesidades, he aquí alguna de esas buenas
noticias que Dios quiere que leas:
Si te sientes caído, la Biblia dice que no dejara al justo caído por siempre.
Salmos 55:22
Si estas en la quiebra, el promete devolver lo que la oruga y el saltón
devoraron. Joel 2:25
Si estás enfermo, la Biblia que por su llaga fuiste sanado. Isaías 53:5
Si eres pobre, la Biblia dice que El se hizo pobre para que fueras rico.
2 Corintios 8:9
Si eres pecador, la Biblia dice que el vino a salvar lo que se había perdido.
Mateo 18:11
Si aun conociendo al señor has pecado, la Biblia dice que tenemos abogado
para con nosotros a Jesucristo al justo. 1 Juan 2:1
Elías huyo a una cueva; lo peor que podemos hacer nosotros es hacer una
cueva en el monte de Jehová. Si bien Dios es nuestro refugio en tiempo de
angustia, Dios no quiere que nos escondamos tras de El para evadir nuestras
batallas, sino quiere que nos mantengamos en el Monte Carmelo disfrutando de
la victoria que El ya nos dio.
Cuando Elías estaba dentro de la cueva, Dios lo llamó a que saliera, y estando
afuera; entonces le habló. Cuando nos encuevamos, nadie puede hacernos
entrar en razón dentro de la cueva. Es necesario que uno tome la decisión de
salir y dejar esa cueva para entender razones. Ni siquiera Dios entro a la cueva,
sino hizo que Elías saliera de ella, pues El estaba esperando afuera.
Cuando Elías salio de la cueva escuchó a Dios hablarle: “Y le dijo Jehová: Ve,
vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegaras, y ungiras a
Ásale por rey de Siria”. (1 Reyes 19:15)
Cuando Elías salio de la cueva escucho los planes y propósitos de Dios para su
vida y ministerio y decidió creerle. Elías temía que Jezabel le iba a dar a
muerte, y por eso huyo a esconderse a una cueva. Pero Elías fue más tarde
arrebatado por Dios para no ver nunca más la muerte. Los temores que tenemos
no se realizan si salimos de la cueva confiando en el Señor y su palabra. Dios te
esta esperando fuera de la cueva donde estas escondido. Sal de ella, vuélvete
por tu camino, y llegaras.
Bautismo en agua
Introducción
Es bello ver como una persona acepta a Cristo como Señor y Salvador, lo cree
en su corazón y lo confiesa con su boca. Sin embargo, debe dar el siguiente
paso, que es ser bautizado.
Todas las doctrinas que se enumeran en estos versículos son parte de la visión
que Dios nos ha dado. Con arrepentimiento de obras muertas y fe en Dios
ganamos a las personas para Cristo, para luego consolidarlas, discipularlas y
enviarlas. Después de enseñarles a tener fe en Dios, debemos enseñarles a
obedecerle a Él.
Mateo 3:16-17 “Y Jesús, después que fue bautizado, en seguida subió del
agua, y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que
descendía como paloma y venía sobre él. Y he aquí, una voz de los cielos
decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.”
Marcos 1:10-11 “Y en seguida, mientras subía del agua, vio que los cielos
se abrían y que el Espíritu descendía sobre él como paloma. Y vino una voz
desde el cielo: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.”
Jesús ya tenía el Espíritu, pues fue engendrado por el Espíritu Santo mismo.
Aun así se dejo bautizar por Juan.
Jesús, siendo Hijo de Dios, se dejo bautizar por Juan, un profeta. Eso se llama
humildad.
Debemos ser obedientes y nacer del Espíritu, así como del agua. Cuando una
persona es obediente a la voz de Dios, los cielos se abren y bendiciones por
parte de Dios son derramadas sobre la vida de esa persona.
fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto ha sido
justificado del pecado. Si hemos muerto con Cristo, creemos que también
viviremos con él.”
Hebreos 9:22 “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin
derramamiento de sangre no se hace remisión.”
Introducción
Su anuncio profético
El anuncio por los profetas: Joel 2:28-31 (comparar con Hch 2:14-21) “Y
después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos
soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre
los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y
columnas de humo. El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en
sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.”
3. Sobre nosotros: Al estar sobre alguien, derrama unción para hacer señales y
prodigios, y para testificar.
Hechos 1:8 “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria,
y hasta lo último de la tierra.”
Los Hechos de los Apóstoles se realizaron con el poder que recibieron cuando
el Espíritu Santo vino sobre ellos. Las epístolas que cada uno escribió fueron
inspiradas por el mismo Espíritu Santo. Recibimos poder para que ocurran las
cosas de las cuales somos testigos.
Es importante que veamos en Hechos 2 que las lenguas que hablaron en ese día
los discípulos eran lenguas humanas, es decir hablaron en otros idiomas, pues
gente de todas partes que había venido a Jerusalén, les escuchaba hablar en su
propia lengua. Las lenguas con las que bautiza el Espíritu son, en su mayoría,
son angélicales. No son dadas a entender al hombre para que las estudie, sino
para que las interprete mediante un don espiritual.
Introducción
Vimos anteriormente que el bautismo en Agua fue una orden que Jesús mismo
cumplió. Ahora veremos que es el bautismo en el Cuerpo de Cristo, que
función tiene y quien lo efectúa.
Hay varios tipos de bautismos, pero por el momento, nos enfocaremos en tres:
bautismo en agua, bautismo en el Espíritu Santo y bautismo en el cuerpo de
Cristo.
1 Corintios 12:13
“Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean
judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un
mismo Espíritu.”
Romanos 12:4-5
“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no
todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos,
somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.”
El cuerpo de Cristo somos todos
Todos nosotros hemos sido unidos por el Espíritu Santo para ser uno solo con
El, y para trabajar en un fin común, según las diferentes aptitudes y dones que
El no ha dado.
Efesios 4:11-16
Dios nos ha dado dones diferentes a cada uno; sin embargo, debemos
comprender que aunque tengamos dones diferentes, somos un mismo cuerpo,
realizamos una misma función (anunciar el evangelio a toda criatura) y todos
somos necesarios.
Al ser salvos, el Espíritu Santo nos toma y nos hace parte del cuerpo de Cristo.
1 Corintios 12:12-31
Este capítulo habla sobre la importancia que cada miembro del cuerpo tiene, y
nos hace ver cuatro puntos importantes:
2) Debes estar contento donde Dios te puso y hacer con excelencia lo que El te
dio a realizar.
1 Juan 3:14
“Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los
hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte.”
1 Tesalonicenses 4:9
“Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba,
porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros.”
1 Juan 4:20
“Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso.
Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios
a quien no ha visto?”
El que quiera ser el mayor
Introducción
1 Timoteo 3:1 “Palabra fiel: si alguno anhela obispado, buena obra desea”
Mateo 20:25-28
“Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las
naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas
potestad. Másentre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse
grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero
entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
La Biblia no nos enseña qu el que sirve va a llegar a ser el mayor, sino que
debemos servir aunque no se llegue a ser el mayor nunca.
Aquel que busca una posición, y utiliza como medio el servicio para alcanzar
dicha posición, terminara como sirviente.
Jesús dejo su trono y bajo a este mundo para servir y no para ser servido.
Debido a que se humilló hasta lo sumo, Dios le exalto hasta lo sumo. Sin
embargo, el propósito de Jesús al dejar su trono no era buscar ser enaltecido,
sino por amor a nosotros sirvió a Dios y a los hombres con un corazón sincero.
Mateo 20:20-24
“Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos,
postrándose ante él y pidiéndole algo. El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo:
Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y
el otro a tu izquierda. Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que
pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el
bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. El les dijo: A
la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado,
seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío
darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre. Cuando los
diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos.”
Debemos hacer con excelencia lo que nos corresponde, y dejar que Dios
premie a quien El quiere.
Habacuc 2:3-5
“Aunque la visión tardará aún por un tiempo, másse apresura hacia el fin, y
no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.
He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; másel justo por su
fe vivirá. Y también, el que es dado al vino es traicionero, hombre soberbio,
que no permanecerá; ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte,
que no se saciará; antes reunió para sí todas las gentes, y juntó para sí todos
los pueblos.”
Mateo 20:1-16
A los primeros los contrató, y después los probó, pues su corazón se mostró en
el momento que les fue pagado el denario convenido. Sin embargo, a los
últimos los probó primero, en el momento que los contrató , pues accedieron ir
a trabajar a la viña sin convenir una paga.
Todos estos fueron llamados a trabajar en la viña, pero solo fueron escogidos
aquellos que mostraron un corazón puro con intenciones correctas y salieron
aprobados, es decir, los postreros fueron escogidos.
Algunas razones por las cuales es importante estudiar esta doctrina son:
La muerte en la humanidad
2. La muerte universal
Al pecar Adán, toda la raza humana recibió la misma sentencia, por lo que la
muerte pasó a todos los hombres. (Romanos 5:12)
3. La corrupción del cuerpo
Parte de esta sentencia fue la corrupción y destrucción del cuerpo humano.
(Eclesiastés 3:20, Génesis 3:19)
El momento de la resurrección
En la segunda venida de Cristo, justo antes de que los creyentes que hayan
quedado vivos sean arrebatados.
Cristo dijo que “todos los que están en los sepulcros oirán su voz…Los que
hicieron lo malo, a resurrección de condenación.” (Juan 5:28)
2. El momento de su resurrección
El momento de la resurrección de los impíos será el final del milenio.
Apocalipsis 20:5
Introducción
Algunos de los principios de este evento relacionados con el juicio eterno son:
El tribunal de Cristo
1. Todos los justos darán cuenta a Cristo, y se presentarán ante su tribunal
(Romanos 14:10-12)
2. El creyente en juicio (Juan 5:24-25, Juan 3:18)
3. Todos nos presentamos ante el tribunal de Cristo para recibir lo que hayamos
hecho, sea bueno o malo (2 Corintios 5:10)
4. Todos recibieron recompensa (1 Corintios 3:8)
2. Los libros se abrirán: La vida de toda persona al tiempo de este juicio será
abierta y vista (Apocalipsis 20:12)
Todos tenemos una promesa de una gran descendencia espiritual y ésta llegará.
Debemos creerle a Dios por la multiplicación de la misma manera que le
creímos por el perdón o por la sanidad. Aquellos que le creen a Dios se
esforzaran por alcanzar las multitudes para Él. La gente se opone al
crecimiento cuando no es parte de éste.
Comprendiendo el alcance de Dios
Por eso el señor nos dijo: “Pídeme y te daré por herencia las naciones…” Por
lo tanto debemos orar constantemente para que Dios no dé nuestra nación y las
demás para Cristo (Salmo 2:8).
Dios quiere esta nación entera. por lo tanto no debemos tener miedo de crecer
mucho. ¡Tengamos la convicción de que Dios nos dará esta ciudad y esta
nación para Cristo!
Cristo prometió que el poder del Espíritu Santo vendría y nos haría testigos
suyos a todas las naciones (Hechos 1:8). Por eso no nos puede gustar másla
misma uncion nos trae el deseo de testificar.
Introducción
La Biblia nos enseña que de acuerdo a la obra que hagas, así será también tu
recompensa. Estas recompensas son los galardones. Si la obra permaneciera,
serás recompensado. No podemos decirle a Jesús “no, gracias, no espero
recompensa de tu parte”, pues dejaríamos al Señor con los regalos en la mano.
No hay quien ame la venida del Señor que no trabaje para verla, pues el Señor
dijo que el fin sería hasta que este evangelio sea predicado a todas las naciones.
Por eso el apóstol Pablo decía: “He peleado la buena batalla, he acabado la
carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de
justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí,
sino también a todos los que aman su venida” (2 Timoteo 4:7-8)
Las obras que se realizan tienen nombre, pues hablamos de las vidas de cada
uno que es salvo y es formado como discípulo. Pablo realizo varias obras. Tito,
Timoteo, Enésimo, Filemón, etc. ¿Cómo se llaman tus obras?
Los desafíos implican pagar un precio
El Apóstol Pablo tuvo un día que escoger entre irse al cielo o quedarse en la
tierra predicando el evangelio. Él había sufrido muchas adversidades en peligro
de muerte, naufragios, cárceles, hambres, falsos hermanos, etc. Pero también
había sido llevado al tercer cielo a escuchar y a ver cosas maravillosas. Él ya
había probado que podía encontrar en ambas partes. Y aun después de haber
visto las maravillas del tercer cielo dijo que no sabía qué escoger, si estar en el
tercer cielo sin pasar problemas, o quedarse aquí aun con las dificultades. Él
escogió quedarse predicando el evangelio a más personas, para que más
personas fueran salvas.
Pablo está ahora en el cielo sin pasar por las tribulaciones mencionadas
anteriormente; pero tampoco tiene el desafió de llenar todo un continente de la
palabra del Señor.
Dios tiene desafíos grandes para nosotros, y el tuyo será tan grande como tú
creas. El día que Dios te llame solamente a cosas sencillas y fáciles es porque
dejo de confiar en ti. No te preocupes si hay más trabajo o los retos que Dios te
pone son másgrandes de los que te esperabas; siente honrado que no busque a
nadie más y te haya escogido a ti. Dios nunca hace los sueños realidad de
alguien que no trabaje para verlos cumplidos.
Tu cuerpo se puede desgastar, pero Pablo dijo que mientras nuestro hombre
Exteri
or se desgasta, el interior se fortalece. “Por tanto, no desmayamos; antes
aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante
se renueva de día en día.” (2 Corintios 4:16).
Moisés ha de estar muy bien sin tener que atender un pueblo quejándose todo
el tiempo; pero ya no tiene que esperar un maná de cielo y guiarse por una
nube enviada por Dios, lo cual fue glorioso también.
Elías esta vivo pues según las Escrituras no vio muerte; pero su desafío quedo
en el Monte Carmelo.
Todos ellos fueron personas que aprendieron a decir si a los desafíos de Dios, a
caminar con Él, a decir si a sus peticiones y a ver sus milagros.
En el principio: Adán
Hoy: nosotros
El Señor le ha dado a su pueblo una viña en la cual servir. Al ser salvos, Dios
nos devuelve la bendición de trabajar nuevamente para Él, recogiendo la
cosecha, de la misma forma que Adán cultivaba el huerto del Edén. Debemos
esforzarnos en la obra de Dios, pues la Gran Comisión implica trabajo.
Las jornadas de trabajo de Jesús eran de doce horas diarias, y de seis días a la
semana. Si trabajas ocho horas diarias y cinco días a la semana, puedes dedicar
las otras cuatro horas del día de trabajo a servir a Dios, así como el día que te
queda libre. Una persona que trabaja cinco días a la semana y ocho horas
diarias podría llegar a trabajar hasta treinta y dos horas más a la semana, si
siguiera éste principio del Señor (Mateo 20:1-15, Juan 9.4, Éxodo 20:9).
Dios trabaja en equipo
Dios realiza su obra en sociedad con el hombre. El espera que también nosotros
trabajemos en equipo con otros, como un cuerpo en el que cada miembro se
ayuda. Todos somos importantes para levantar la cosecha y cada uno puede
cumplir una función especial dentro del equipo. No debemos de envidiar
aquellos a quienes Dios bendice y honra, sino debemos gozarnos con aquellos a
quienes Dios bendice en la obra (1 Corintios 12:1-31, Romanos 12:1-18).
Para servir a Dios debemos realizar los pasos de una buena administración, los
cuales son la planificación, la organización, la ejecución y la supervisión. El
mismo nos ha dado el ejemplo.
Dios es organizado
Jesús mando a organizar en grupos de 50 a los 5,000 varones que alimentó
cuando multiplicó los panes y los peces, y aún contaron las piezas que sobraron
(Juan 6:1-15).
Mandó a moisés a organizar al pueblo para llevar la carga de ellos, a través
de un sistema de jueces en los que delego el trabajo (Éxodo 18:13-23).
Dios supervisa
El Señor arregló cuentas con los siervos a quienes dio los talentos
(Mateo 25:19)
Superviso a los 70 que envió a predicar (Lucas 10:17-20).
Todos daremos cuenta ante Él en su venida de todo lo que hayamos hecho
(2 Corintios 5:10).
Debemos dar cuenta de los grupos a través de entregar los reportes.
Cuando pedro fue llamado, lo único que podía ofrecer era peces y una barca,
pues era pescador. Sin embargo, al ser salvo por Jesucristo y lleno del Espíritu
Santo, pudo ofrecer mucho más que eso: vida eterna en Jesús, milagros,
prodigios, sanidad, paz, gozo, libertad, etc.
Así le dijo al cojo en la puerta del templo: “Pedro, con Juan, fijando en él los
ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos
algo. MásPedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el
nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.”
Estos hombres habían ocupado el tiempo en hacer algo más que el oro y plata,
y eso dieron. Ahora ya tenemos más que ofrecer de lo que teníamos antes. “Lo
que tengo, doy”. Si preparamos personas que tengan algo más que dar,
edificaremos la Iglesia que Dios ha querido siempre. Jesús quiere que
ofrezcamos más de lo mismo que hemos recibido.
De demandante a ofertantes
Cuando una persona viene a Jesús, viene como demandas y espera que a través
de la palabra y la unción, sus demandas sean satisfechas. Se les da y al
consolidarlos y saciar sus necesidades, se les convierte de demandantes en
ofertantes.
Una de las tareas nuestras es motivar a la gente hasta que diga “esto tengo que
dar”. Hay gente que posterga su restauración porque les gusta sentir lastima de
si mismas. Las Iglesias están llenas de gente consumidora y no productora.
Esto hace que los pastores tengan muchos aficionados y pocos comprometidos.
En el ejército de Dios hay muchos generales pero pocos oficiales y soldados.
Los generales están guerreando, cuando deberían estar dirigiendo la batalla.
Ninguno puede hacer una obra si no tiene una mente de ofertante. El Señor
prometió al pueblo de Israel que los sacaría de Egipto y los llevaría a la tierra
prometida. Él le dijo a Moisés, que le dijera a faraón: “Jehová el Dios de los
hebreos nos ha encontrado; por tanto, nosotros iremos ahora camino de tres
días por el desierto, para que ofrezcamos sacrificios a Jehová nuestro Dios.”
(Éxodo 3:18).
Dios dejó claro que no quería dejar libres a los israelitas para que pudieran
ofrecer. Cuando las personas son libres de sus aflicciones y ataduras debemos
guiarlos a que puedan ofrecer a Dios.
Dios quiere que su pueblo sea libre y que celebre fiesta. A los israelitas se les
olvido quiénes eran, y creyeron que eran solamente esclavos de Egipto y que
dependían de ellos para comer. Creyeron la mentira y por eso llegaron a tener
mentes de demandantes. Peor que eso, llegaron a pensar como ladrilleros,
como esclavos; para ellos era inconcebible la idea de ofrecer algo, sino
solamente pensaban en demandar. Pero la realidad era otra. Fue a causa de la
sabiduría de José que en tiempos antiguos pudo comer todo el pueblo de
Egipto; no fue a causa de Egipto que comió Israel. Nosotros no estamos bien a
causa del mundo, pues somos la sal de él.
Dios se disgusta de ver lo que faraón hizo en la mente de ellos, pues cambió su
mentalidad a puros demandantes. Por eso lo primero que le dijo fue “sal y me
ofreces”. Porque Él tiene que cambiar nuestra mente. Cuando eres
transformado por el Espíritu Santo, puedes ofrecer algo a Dios.
Mientras más se pone usted en la línea del que ofrece, más prospero será.
Nosotros no somos del tercer mundo, somos de otro mundo, pues nuestra
ciudadanía esta en los cielos, de donde esperamos al Señor. Si tu mente piensa
que eres del tercer mundo seguirás pensando como mediocre y no lograras
llegar a ser un conquistar.
Si tú vas a ser líder tienes que tener mente de ofertarte y persiste hasta que las
cosas se den.
Introducción
Jesús nos dejó una instrucción: que fuéramos por todo el mundo e hiciéramos
discípulos. Pero, ¿Cómo haremos tal cosa? De la misma manera que Él lo
hizo.
Jesús tenia compasión por las multitudes que lo seguían (Mateo 9:35-37).
Jesús nunca pensó en pocos, siempre muchos.
Muchos piensan que Jesús sólo se dedicó a pocos y por lo tanto no es correcto
alcanzar las multitudes para Él. Jesús tuvo doce discípulos, a quienes llamó
manada pequeña. Pero los escogió para alcanzar multitudes.
Para tener compasión por las multitudes necesitamos más que ojos carnales.
Debemos comprender las verdades espirituales para tener compasión por ellos.
Por ejemplo aquellos que ven a la humanidad con los ojos de la carne se
compadecen únicamente de los drogadictos, los alcohólicos, las prostitutas, los
pobres o los pandilleros. Pero todas las personas tienen un alma que hay que
salvar.
Manifestó su poder
Muchos siguieron a Jesús por las señales y prodigios que hizo, pero eran como
ovejas que no tenían pastor. Esta nueva multitud debía ser cuidada y Jesús no
podía hacerlo sólo, por lo que escogió a doce obreros que le ayudaran. (Mateo
9:35, al 10:4)
Jesús pasó toda la noche orando antes de escoger a los apóstoles. Él había
dicho que pidiésemos al Señor de la mies más obreros, por lo que Él mismo oró
al Padre para que le revelare quienes serían los doce. La oración es esencial
para escoger a los doce.
Él los llamó primero para que estuviesen con Él, aprendiendo, y luego para ser
enviados por Él a predicar y enseñar. Jesús llama discípulos para que reciban y
den, para que aprendan y enseñen, para que sean cuidados y para que cuiden,
para que sean ministrados y suministren poder a otros. Él llama con propósito.
(Mateo 9:37, Lucas 6:12-13, Marcos 6:7, Marcos 6.12-13)
Resultado del trabajo de doce
Con el trabajo de los doce se multiplicó la gente que seguía a Jesús, lo que hizo
que se necesitasen más obreros que los mismos doce. Si haciendo milagros Él
solo, las multitudes lo seguían al punto de no poder entrar a las ciudades, con
doce obreros más haciéndolos, ¿Qué sucedió? (Marcos 1, Marcos 3:19-20)
Después de haber enviado a los doce, Jesús necesitó de una nueva generación
de obreros. Llamó a otros setenta (unas versiones dicen setenta y dos) y los
envió de dos en dos, con las mismas instrucciones que les había dado a los
doce. (Lucas 10.1-2)
Lo que Dios busca y establece son personas dispuestas a trabajar en la obra del
Reino. Todo obrero con la visión correcta levantará la mies, consciente que hay
que buscar, establecer, capacitar y enviar más obreros. Siempre que se recoge
la mies se deben hacer más obreros, quienes traerán más cosecha.
La cosecha siempre traerá consigo más mies, que requerirá más obreros.
Jesús dijo que la mies es mucha, y que los obreros pocos, Él dijo que
pidiéramos al Señor de la mies que enviara más obreros.
Entonces, ¿Cuánta es la mies?
Y, ¿Cuántos son lo obreros?
¿Qué crees que Jesús le esta pidiendo al Padre para levantar la cosecha?
Según Jesús, ¿por qué deberíamos orar nosotros?
Debemos pedirle al padre que nos dé la nación y que envié más obreros para
ganarla.
Jesús fue a las casas inmediatamente
Cuando Jesús llamaba a alguien para que lo siguiese, muchas veces iba a la
casa de éste tenía una reunión en ella (Marcos 1:29, Marcos 2:1, Marcos 2:15,
Marcos 3:19, Marcos 19:5). Aquí hay unos ejemplos de esto:
Jesús los envió de dos en dos porque conocía el principio Bíblico que dice:
“Mejor son dos que uno…” (Eclesiastés 4:9). Esto consiste en que dos
personas trabajan en equipo para levantar la cosecha, cuidar de ella y enviar
nuevos obreros. Tanto los doce como los setenta los envió de dos en dos. Aquí
unas de las parejas que Dios formó para que le sirvieran en la obra:
El modelo de los doce ha sido el que Dios siempre ha optado para reinar en su
pueblo. Cuando formó la nación de Israel lo hizo a través de doce tribus, la
juzgo a través de doce jueces y la gobernó a través de los doce oficiales.
Jesús también utilizó este modelo. La Iglesia fue establecida por doce
discípulos suyos llamados “apóstoles” a quienes Él capacito y envió. Antes de
Morir dio cuentas al Padre únicamente de éstos. Los Pastores, al igual que
Jesús, deberían rendir cuentas a Dios sólo de doce discípulos de su Iglesia.
Hechos 2:42-47
Jesús puso un reto a ese hombre. Quería darle una ilustración de lo que Jesús
quería darle a él. Después de haber visto esto, a Pedro solo le quedaban dos
caminos: Aceptarlo o darle la espalda.
Dios pone retos delante de las personas porque a Él le gusta que le crean. De la
misma forma funcionan las redes y los grupos: retos que le creemos y
aceptamos a Dios.
Dios quería darle una promesa a Abraham y refleja lo importante que Abraham
era para Dios. Quería multiplicarlo con abundancia, y se lo demostró jurando
por si mismo. Esa esperanza es para que no vayamos de un lado a otro, sino que
funcione como un ancla para el alma.
Mientras más intenso es el deseo de tu corazón por algo, más dispuesto estás de
darlo todo por ello. El deseo de tu corazón se manifiesta en el precio que pagas
por algo.
Debes renunciar a ser pequeño, mediocre y a tener poca gente, pues esto no es
lo que Dios quiere para tu vida. El tener cosas pequeñas nunca ha sido el deseo
de Dios en cuanto a gente se trata.
Las escrituras nos exhortan a ser de un mismo ánimo con Jesús, y Jesús quería
que todos fueran salvos.
Dios está dispuesto a darles multitudes a aquellos que dejen a un lado la pereza
y el miedo, y que entreguen su vida por amor a esas almas.
Uno alcanza aquello para lo que se prepara. Si te preparas para cosas grandes
las vas a alcanzar. Si tú descuidas esto, descuidas lo que Dios te quiere dar.
Cuando un atleta compite, compite para ganar; si tú vas a predicar, predica para
que todos se conviertan.
En 2 Pedro 3:8-10 dice: “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el
Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su
promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el
cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán
deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.”
2 Pedro 3.11-16 dice “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas,
¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando
y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se
fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y
tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando
en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin
mancha e irreprensibles, en paz. Y tened entendido que la paciencia de nuestro
Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según
la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas,
hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de
entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las
otras Escrituras, para su propia perdición.”
Génesis 13:14-17 “Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él:
Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y
al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu
descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra;
que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será
contada. Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a
ti la daré.”
Dios le hizo una promesa a Abraham, y consistía en que su descendencia sería
tan grande, que nadie la podría contar, a pesar que Abraham era ya un anciano y
Su esposa era estéril. Dios cumplió su promesa, y creó una nación que salio de
esta pareja.
Conclusión
Introducción
Dios le mandó a Josué que para conquistar la tierra prometida y poseerla debía
ser esforzado y valiente. Él le dijo: “Esfuérzate y sé valiente; porque tú
repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la
daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer
conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni
a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que
emprendas.” (Josué 1:6-7).
Cada promesa de parte de Dios requiere una acción de parte nuestra. En estos
versos nos promete que si creemos, las señales no seguirán. Dios promete
sanidad, pero nosotros debemos orar e imponer manos; Dios promete libertad,
pero nosotros debemos echar fuera los demonios, etc. Dios promete
entregarnos a nuestra nación, pero requiere que prediquemos.
Cuando Jesús envió de dos en dos a sus discípulos y le delegó autoridad, los
envió a trabajar. Cuando dijo que vendría el Espíritu Santo sobre nosotros y nos
daría poder nos dijo que íbamos a ser sus testigos. La uncion implica trabajo
esforzado. Si queremos ver más milagros y maravillas debemos de trabajar
más.
Pablo le dijo a Timoteo: “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en
Cristo Jesús” (2 Timoteo 2:1). Aunque vivamos en la gracia, debemos
esforzarnos.
El éxito de una persona no radica en sus dones o talentos, sino en como trabaje
con ellos. El éxito no es una casualidad, es una conquista.
Pablo decía: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios”.(1
Corintios 3:6)
Trabajo perseverante
Donde hay trabajo habrá cansancio pues vivimos en un cuerpo mortal que se
desgasta día a día. Pero Dios nos ha dicho como renovar nuestras fuerzas y
poder continuar: reposar en su presencia.
Isaías 40:28-31 dice: “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es
Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con
cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al
cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se
fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a
Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y
no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.”
Él prometió dar fuerzas al que no tenía ninguna. El cansancio no debería ser una
excusa para no servir a Dios. Si tú te encuentras cansado y agotado, Él dejó
palabra para ti. “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo
soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10).
Jesús dijo que si estábamos trabajados y cargados Él nos haría descansar, que
aprendiéramos de Él que era manso y humilde de corazón y que lleváramos su
yugo, que era fácil y ligero. Algunos dicen que el servicio quema a las personas
pero no es cierto; lo que realmente desgasta es llevar una vida alejada de la
presencia de Dios.
Conclusión
Dios te ha mandado que seas esforzado y valiente para ganar esta nación para
Él. Ha dejado palabras de aliento para que confíes en Él y trabajes perseverante
en la meta. Si tienes temor o te sientes débil, toma las promesas que ha dejado
para ti, y esfuérzate en hacer un buen trabajo.
Alguien consumirá tus fuerzas; en alguien o algo te las gastarías. Puedas pasar
tu vida entregando tus fuerzas a las riquezas, al mundo o tus deseos, ó puedes
darlas al Señor. Aun la pereza consumirá tus fuerzas. Recuerda que el Señor es
digno de recibir toda tu fortaleza.
Es el proceso en el que pasa el creyente desde que se convierte hasta que sea un
obrero del Señor. Se le llama “El Río de Dios” porque el creyente debería fluir
constantemente por éste, siendo cada etapa como un muelle en ese río por el
que crece y madura, hasta llegar al mar, en donde se convierte en un pescador
de hombres.
Ganar
Consolidar
Consolidar es velar por los nuevos convertidos para que la decisión que han
tomado de seguir a Cristo se afiance y permanezcan en Él. El propósito de todo
cuánto se hace en la consolidación es logar que los convertidos permanezcan
en el Señor y maduren hasta llegar a ser discípulos. La consolidación consta de
cinco pasos:
1. La bienvenida que es en el momento en que alguien recibe a Cristo. En éste
se hacen siete puntos.
2. La reunión de Consolidación: con el equipo de consolidadores, para
interceder, supervisar y distribuir fichas de consolidación.
3. La fono visita y la visita: en la que vela por sus necesidades, se le muestra
un interés persona, y se les enseña el “HOLA”.
4. Asignarle un grupo en casa.
5. El Encuentro.
El encuentro
Esto se da cuando alguien está listo para ser formado como discípulos y es el
tiempo durante el cual se prepara para llegar a ser obrero de Cristo. Discipular
es formar a una persona. Cuando nos convertimos al Señor somos como bebés
recién nacidos y debemos crecer en Él y madurar hasta formar el carácter de
Cristo. El objetivo del discipulado es convertir a una promesa de demandante a
ofertante. Esto se hace a través de los grupos de discipulado y la Academia de
Obreros.
La Escuela de Obreros.
Los temas de los cursos que se imparten en la Escuela de Obreros son los
siguientes:
1. Doctrina Fundamental
2. Principios básicos del Creyente
3. La Visión
4. Principios del Liderazgo
5. Principios para el Éxito
6. Principios de la realeza
Grupos de D-12
Enviar
Cuando alguien esta listo para ser líder se le envía con otra persona como
pareja a abrir una célula de evangelismo. Para ello debe asistir a un retiro de
Lanzamiento, en el que se le ministran temas de liderazgo y se les dan
instrucciones específicas de cómo iniciar una célula. ¡Al llegar este puerto esa
persona esta lista para ser un pescador de hombres!
El lanzamiento
Células nuevas
Una célula nueva se abre cuando dos personas son enviadas en parejas a
evangelizar y discipular. Aquellos que asistieron al lanzamiento son enviados
de dos en dos con instrucciones precisas que deben hacer y se les ha delegado
autoridad para que con el poder del Espíritu Santo vayan a predicar, expulsar
fuera demonios y sanar enfermos.
Una vez iniciados los nuevos grupos, éstos comienzan a ganar nuevas personas
para Cristo. El ciclo se inicia de nuevo aquí, pues éstos nuevos creyentes
comienza de nuevo en el rió de Dios y así continuamos hasta ganar a nuestra
nación y el mundo para Cristo.
Convicción,
Compromiso y carácter
La convicción y el compromiso
.
El servicio requiere carácter
Dios quiere que le sirvamos en medio del trabajo en que nos ocupamos. Para
esto se requiere de carácter. Un mensaje equivocado es el que dio el faraón a
Moisés: “quieren servir porque están ociosos”; eso es ofrecerle a Dios nuestro
tiempo de ocio, lo que nos sobra.
El apóstol Pablo exhortó al joven Timoteo a tener carácter para testificar: “Por
tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí preso
suyo...” (2 Timoteo 1:8-12). Aún cuando Pablo estaba en la cárcel como si fuera
un malhechor, su discípulo no debía avergonzarse de dar testimonio de él.
De igual forma no debemos avergonzarnos de dar testimonio de nuestro Señor
ni de nuestro Pastor. Estar seguro en el ministerio es estar convencido por Dios
de permanecer en una Iglesia bajo un pastor hasta el fin.
Dios nos forma el carácter a través del compromiso de ser constantes en medio
de las pruebas y adversidades. Somos formados cuando llega el momento en
que se prueba nuestra convicción. Pablo soportaba por amor de los escogidos.
El amor se prueba cuando se soporta por otros, no en medio de los besos o
abrazos.
La visión forma carácter. Dios nos forma en medio del trabajo de grupos al
tener compromiso en lo que hemos creído. Debemos formar carácter.
Galatas 2:20 dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo,
mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del
Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Cristo nos amó
y lo demostró al morir por nosotros. Su compromiso lo llevó a entregarse hasta
la muerte.
El Señor formó carácter en Pablo, por eso él pudo decir: “¿Quién nos separará
del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o
desnudez, o peligro, o espada? Antes, en todas estas cosas somos más que
vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni
la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo ,ni ninguna otra cosa creada nos podrá
separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos
8:35 y 37-39).
A Pablo nada lo separó del amor de Cristo y lo pudo decir porque lo había
vivido. Ni los peligros de muerte, ni la persecución, ni el tercer cielo ni nada lo
separó de ese amor porque estaba comprometido con Cristo.
Conclusión
“Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al
banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. Y
aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos
publícanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa
con Jesús y sus discípulos.” (Mateo 9:9-10)
En casa de Mateo, había tres tipos de personas: Jesús, los discípulos y los
pecadores.
Jesús delegó autoridad y después les dio instrucciones a sus discípulos. Cuando
Él da poder a una persona le da también las instrucciones de que debe hacer.
1. A quienes debían ir (vrs 5-6): Jesús les dijo a sus discípulos en ese momento
que fueran específicamente por las ovejas perdidas de Israel; más adelante, les
dio la orden de predicarles a toda criatura. Jesús les especificó a quienes debía
ir. De igual forma nosotros debemos saber a quienes predicarles, por eso es
recomendable que cada uno haga su listado de “Oikos”, ore por ellos y los
invite al grupo. Es también recomendable que cada nuevo asistente sea
motivado a que invite a sus amigos familiares a que asista al grupo.
3. Que hacer (vrs 8): Jesús les mando a bendecir personas, sanar enfermos,
liberar endemoniados, etc.…El mundo está buscando lugares en donde
encuentren bendición de Dios. Los grupos son para bendecir personas.
4. Que detalles cuidar (vrs 9-10): En los grupos debemos guardar ciertas
normas que facilitan el desarrollo de éstos y mantienen saludable la célula:
a) Orden y la limpieza de la casa; guardar normas.
b) Duración del grupo
c) No sea contencioso, ni discuta sobre temas doctrinales
d) Busque apoyo en sus lideres en cuanto a la consejería
e) Orden en la ministración, no escándalos
f) Ministración: hombres ministren hombres y mujeres a mujeres
g) Personas ajenas predicando en grupos
h) Actividades especiales rotación de casas
i) Atención en el conteo y entrega de ofrenda del grupo
j) Noviazgo entre lideres y ovejas
5. Escoger un lugar donde hacer el grupo (vrs 11-13): la ubicación de la casa
depende de la facilidad de que los nuevos puedan asistir a la célula. El dueño de
casa debe ser “digno”, y debían orar siempre por esa casa. Cuidar el orden,
limpieza y normas del hogar.
6. Nuestra actitud frente aquellos que dirán que no: Jesús les dijo: “Y si alguno
no os recibiere, ni oyere vuestras palabras,” Jesús advirtió sobre aquellos que
no los recibiría, los que los entregarían y los que los perseguiría. Pero Jesús les
indicó que se sacudieran el polvo de la frustración por los malos resultados y
continuaran, porque él nunca nos va abandonar.
7. Las recompensas para aquellos que si recibirán: Aquellos que si reciben a los
discípulos, reciben a Jesús, y aquellos que honran a un discípulo de Jesús no
perderán su recompensa.
3. Prédica: Debe ser dada por los lideres de grupos (2 Timoteo 2:1-2)
4. Llamado: Debe ser claro y directo, invitando a cada uno con amor a que se
convierta al Señor. Se debe de consolidar. (Romanos 10:13-15)
6. Ofrenda: Enseñar que sean generosos para Dios (Filipenses 4:10, dar la
oportunidad para ofrendar)
7. Refacción: puede darse por turnos por los del grupo. Algo sencillo, su
objetivo es la comunión entre los hermanos. (Hechos 2:42-47)
Reportes de grupo
Los reportes son una demostración de la confianza que se nos ha delegado, por
los que debemos entregarlos a tiempo. (1 Tesalonicenses 3:5-6)
En la Iglesia primitiva vemos que los primeros discípulos también iban de dos
en dos:
Dice Eclesiastés 4.9-12 que “dos son mejor que uno”. He aquí por qué:
1. “Porque tienen mejor paga para su trabajo” Dos trabajando juntos son más
productivos. Por eso existen las asociaciones, las sociedades y las fusiones
entre empresas y bancos.
Dios dijo del hombre que no tenia pareja: “No es bueno que el hombre esté
solo…” (Génesis 2:17). Aún a él le hizo ayuda idónea.
2. Dios responde a las oraciones de dos en común acuerdo. “Otra vez os digo,
que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera
cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.” (Mateo
18:19).
3. Victoria sobre el enemigo “¿Cómo podría perseguir uno a mil, Y dos hacer
huir a diez mil, Si su Roca no los hubiese vendido, Y Jehová no los hubiera
entregado?” (Deuteronomio 32:30).
Romanos 12:9-18 señala varios principios entre los cuales ésta el amor
sincero, la honra y respeto que nos debemos y el hacer el bien sin importar los
que se nos hizo. Guardando esto evitaremos un sin número de problemas.
Mateo 18 nos habla como lograr un acuerdo: orando juntos delante de Dios,
buscando su voluntad. (Mateo 18:19-20). Un acuerdo es encontrar la voluntad
de Dios para ambos.
¿Quién de los dos decide? Esta es una pregunta que usualmente cruza por la
mente. La actitud correcta es estimar al otro como superior y ejercer con
responsabilidad mi trabajo. Cuando estamos preocupados por quién manda,
probablemente tenemos orgullo o deseos de ser el mayor. Recordemos “quién
quiera hacerse el mayor, será vuestro servidor”
Relacionarnos con otra persona hace que salga a luz lo mejor y lo peor de
uno. Por lo que debemos saber dar el enfoque correcto a esto: Dios esta
permitiendo que seamos formados a través de otro (Proverbios 27:17)
Jesús vino al mundo al ser engendrado por el poder del Espíritu, pero dijo que
convenía que El se fuera para que viniera el Espíritu Santo.
En Mateo 6:2-4 dice: “Cuando pues, des limosnas, no hagas tocar trompeta
delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y las calles, para ser
alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas
cuando tu des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que
sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en los secreto te recompensara en
publico”.
¿Ayunar y orar tiene sus recompensas? Si. Dar también. Ahora bien,¿hay algo
de malo en esperar recompensas? No, Jesús mismo enseña que debemos
esperar la recompensa que el Padre tiene para nosotros. ¿Alguna vez has orado
o ayunado sin ningún motivo? ¿Has dado sin ningún motivo? El Padre conoce
las veces que has dado, sembrado o diezmado con fe, el ingrediente
indispensable para que El derrame bendiciones sobreabundantes por lo que tu
le das.
Debes tener presente que la prueba no es cuando das, sino cunado recibes la
cosecha, es decir tu recompensa. Porque cuando tu desprendiste te quedaste sin
nada, diste lo que tenias u cuando El decide recompensarte con una medida
buena, apretada, remecida, rebosando y te da mas de la medida con la que tu
me diste, la prueba mayor.
Aprende que toda siembra trae una cosecha y la negligencia la puede echar a
perder.
Cuando eres un ofrendador y estas clamando por ayuda, necesitas y quieres que
Dios te sostenga, tienes que estar confiado y quitarte los prejuicios de la cabeza
y decirle: ¡Señor, has memoria de mis ofrendas. Acéptalas y dame conforme al
deseo de mi corazón! Dios no dudara en decirte: ¡claro que si!
La Biblia nos comprueba como las agrandas se quedan aquí para administrar el
reino y suben al cielo para estar delante de Dios.
El verso 5, dice: “Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el
que tiene por sobrenombre Pedro.”
Dios empezó a tratar con Pedro para que fuera a la casa de Cornelio y no se
negara a ir con los hombres, les predicara la Palabra; antes de que terminara el
sermón cayó el Espíritu Santo y bautizo a los gentiles. Todo por un hombre que
daba y oraba; y a quién el ángel se le apareció y le dijo: “Tus oraciones y tus
dádivas están delante de Dios para memoria”. Nuestras dádivas hacen que se
nos recuerde en el cielo.
Las ofrendas en ocasiones provocan que alguien más se enoje, pues lo que
para unos es una buena obra, para otros es un desperdicio, depende de quien la
mire. Si tu ofrenda la sometes o la pones a discusión con los demás, puede que
la califiquen como un desperdicio o te desanimen para no darla, sin embargo si
le consultas a Jesús él te dirá que su padre tiene una recompensa para ella.
Verso 7: “Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les
podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Esta ha hecho lo que
podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura. De cierto
os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo,
también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.”
Con esto Jesús esta diciendo que todos los predicadores, sin excepción, tenemos
la obligación de enseñarle a la gente lo que la mujer hizo: despojarse de algo
con un precio muy alto para entregárselo a su Señor, lo mejor que ella tenía se
lo entrego a Jesús.
Dios sabe las veces que has dejado de dar, diezmar y de sembrar, sin embargo
tiene más memoria de las veces que siembras y que entregas lo mejor que tú
tienes con la convicción que él se encargará que recibas tu fruto.
Los cuatro
Enemigos
Introducción
En nuestra relación con el Señor hay varios enemigos que se interponen entre
Dios y nosotros. Ahora identificaremos cuatro enemigos y veremos la solución
que nos da la Biblia para vencerlos.
Efesios 6:11-12 dice: “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis
estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra
sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes.”
El enemigo más común para las personas, crean o no Jesús, es Satanás y los
demonios, por lo que debemos aprender a luchar contra él. Aunque es el
principal enemigo, tampoco debemos caer en pensar que es el tienen la
culpa de todo.
Debemos creer que todos los demonios se sujetan en el nombre de Jesús. Jesús
dijo que todo lo que atamos en la tierra es atado en los cielos. Si atamos al
hombre fuerte podemos saquear su casa.
En el pasaje donde Pedro le habla a Jesús y éste le reprende, era Satanás el que
impulsaba a Pedro a darle ciertas ideas, Jesús le dijo “apártate de mí, Satanás”.
Satanás usó a una mujer para hacer caer al primer Adán. Usó a Pedro para
intentar hacer caer al postrero Adán. Pedro es figura de la Iglesia, la esposa.
Pero el postrer Adán no cayó. Si Pedro hubiera tenido el discernimiento
correcto, no hubiera llegado al momento de que Jesús le dijo “apártate de mí”,
sino él se lo hubiera dicho y Satanás se hubiera ido. El diablo hace caso al
nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Este pasaje no dice “no tengáis deseos carnales”, pues esto es imposible; lo que
nos corresponde es no satisfacer los deseos carnales. No es más santo el que
menos deseos de la carne tenga, sino el que menos satisfaga. Cuando no lo
hacemos, crecemos en dominio propio. Cuando satisfacemos los deseos de la
carne, nos volvemos contra el Espíritu; entonces ya no sólo es nuestra enemiga,
sino del Espíritu también.
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no
pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el
Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros.”
Este pasaje no esta hablando de conversos e inconversos, sino a hijos que son
carnales. La carne no se sujeta; no puede. A la carne no se le puede reprender ni
echar fuera, pues no es demonio. A la carne se le sujeta, y esto se logra haciendo
morir la sobras de la carne todos los días a través de satisfacer los deseos del
Espíritu.
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al
mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo,
los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no
proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el
que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:15-17)
Jesús rogó no porque fuéramos quitados del mundo, sino porque fuéramos
guardados del mal. (Juan 17:15). Cuando nacemos de Dios y le creemos,
vencemos al mundo: “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y
esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe” (1 Juan 5:4).
1 Juan 4:4-6 “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque
mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. Ellos son del
mundo; por eso hablan del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de
Dios…”
Conclusión
Introducción
Con las armas de Dios derribamos fortalezas. En la batalla que peleas mucho
tienen que ver tus pensamientos, por eso debes llevarlos cautivos a la
obediencia de Cristo Jesús. Quien tiene pensamientos obedientes tiene la
batalla ganada.
¿Dónde se levantan?
¿Dónde crees que han estado siempre los argumentos, la altivez y las
fortalezas? ¿Crees que están en el mundo o dentro de tu mente?
El nombre del valle al que se refiere ese texto bíblico, Ela, significa Hombre
Fuerte, es decir ellos se preparaban para la guerra en el valle del hombre
fuerte.
Por otro lado encontramos a Goliat, un hombre de cómo tres metros de alto,
que portaba una espada y a su escudero, que pretendía poner las reglas de la
guerra. Verso 8:“Y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel,
diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el
filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre
que venga contra mí. Si él pudiere pelear conmigo, y me venciere, nosotros
seremos vuestros siervos; y si yo pudiere más que él, y lo venciere, vosotros
seréis nuestros siervos y nos serviréis. Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado
al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo”.
¿Desde cuándo Goliat ponía las reglas de la guerra y decía que era un hombre
contra un hombre? ¿Desde cuándo ese filisteo incircunciso le dice a Israel
cómo se pelea? ¿Desde cuándo Goliat pone las reglas? ¿Por qué Israel aceptó
pelear uno contra uno? ¿Por qué tú aceptas la voz del diablo 40 días y hasta 5
veces diarias? Y aún así no quieres leer la Biblia….
Está escrito que en Dios vamos a hacer proezas, mayor es el que esta con
nosotros que el que está en el mundo. Mis armas no son carnales en la milicia,
son poderosas en el Señor para derribar las fortalezas, argumentos y altiveces en
contra del conocimiento de Dios.
Consolidación
¿Qué es Consolidar?
El deseo de Dios
Su deseo es que todos los ganados permanezcan y ninguno se pierda (Mateo
18:14). Debemos ganar a los perdidos pero no podemos perder a los ganados.
Dios tiene cuidado de cada uno que se convierte. El anota en qué lugar nace de
nuevo y lo inscribe (Salmos 87:4-6)
Jesús consolidó
Jesús fue un gran consolidar. A todos aquellos a quienes ganó personalmente los
cuidó y veló porque su fe se afirmara.
Mateo. Cenó con el esa misma noche en su casa y hasta compartió con sus
amigos.
Después de hacer ciertos milagros, pidió un cuidado especial para aquel que
había recibido el milagro, como la hija de Jairo a quien pidió que le dieran de
comer, y el endemoniado gadareno, que lo vistieran y le dio instrucciones de ir
a su casa.
Jesús contó dos historias que reflejan el amor del consolidar: la del Buen
Samaritano y la del Hijo Pródigo.
Los discípulos consolidaron
Pablo confirmó los ánimos de las iglesias de las ciudades en donde anunció el
evangelio
Este debe ser motivo suficiente para hacer lo posible de nuestra parte para
lograr que los nuevos creyentes permanezcan en el Señor. Debemos cuidar
a aquellos que Dios nos confió. Debemos ser hallados fieles cuidando a las
ovejas de nuestro Señor, dándoles el alimento a su tiempo.
Atendiendo al Señor
Introducción
Hay dos cosas que todos deben hacer, no importando la profesión, trabajo o
ministerio, y sin poner excusas:
1. Buscar al Señor
2. Apacentar a las ovejas
Ministra a tu Señor
Luego, la siguiente aplicación es en la relación con el Señor Jesús. Debemos
atenderlo a Él, no sólo a su obra. Debemos buscarle y adorarlo.
Acción de gracia
Es necesario que nosotros sirvamos al Señor pero que tomemos tiempos para
escuchar Su voz y ministrarlo. Eso evitará que nuestros corazones se llenen
de afán y lleguemos a reclamarle a Jesús, tal como lo hizo Marta en aquella
oportunidad. No podemos permitir que la actividad para el Señor sustituya
nuestra relación con El.
Marta servía pero también aprendió a hacer un tiempo para escuchar al Señor y
aprender de El. Esto lo podemos comprobar en el pasaje de la resurrección
de Lázaro, cuando Marta demostró tener doctrina acerca de la oración, de la
resurrección de los muertos y la revelación de que Jesús era el Hijo de Dios.
(Juan 11)
1. Adóralo
Juan 4:23 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren.”
2. Sé Agradecido
Llega a su presencia para agradecer por todas las bendiciones que El te ha
dado. Ve para dar las gracias, no para esperar recibirlas. 1 Tesalonicenses 5:18
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en
Cristo Jesús.”
Conclusión
Como consolidar
Al momento de la conversión:
Después de la conversión:
1. La bienvenida
2. La reunión de consolidación
3. La fono visita y la visita
4. La asignación a un grupo
5. La ministración en un Encuentro
1.- La bienvenida
Explícale las cuatro verdades para que entienda lo que esta haciendo.
Muchos se convierten sin saber lo que hacen, por eso debes explicarle bien lo
que está haciendo y la importancia de ello. Las 4 verdades son:
Haz con él la oración de entrega, pidiéndole que la repita después de ti. Esta
oración debe ser sencilla y directa. Un ejemplo puede ser: “Señor, te necesito.
Confieso que soy un pecador y me arrepiento de mis pecados. Creo en ti y creo
que moriste en la cruz y resucitastes para salvarme. Te recibo y te confieso
como mi Señor. Gracias por mi nueva vida. Amén”
Ora para que sea lleno del Espíritu Santo, imponiendo manos sobre él.
de creer en Jesús Testifícale sobre el cambio de vida que Dios operó en ti,
asegurándole que Dios puede hacer lo mismo por él. Exhórtale a que inicie una
nueva vida, dejando el viejo hombre atrás.
Los consolidadores deben reunirse una vez a la semana para revisar el trabajo
realizado y distribuir el nuevo. Ésta puede ser la misma reunión D-12 de la red
de grupos que está consolidando. En esta reunión se debe revisar los resultados
de la semana anterior, y distribuir las fichas para consolidar, interceder por los
nuevos creyentes y llenar el reporte respectivo.
La fonovisita es una visita telefónica propia del ganador de almas; debe hacerse
con eficacia y enfocada siempre en el interés por la vida del nuevo convertido.
Debe hacerse en las siguientes 48 horas después de la conversión y el propósito
de esta llamada es mostrar interés genuino en la persona y concertar cita para la
visita.
La visita tiene como objetivo velar por el creyente y enseñarle a orar y leer la
Biblia. Además se debe buscar que asista a un grupo, a la Iglesia e invitarlo al
Encuentro.
Lo ordinario y lo extraordinario
“Oíste que fue dicho: Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera
en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a
pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te
obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al
que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses”. (Mateo 5:38-42)
El bien líder es aquel que inspira a otros a caminar la milla extra, pero no la
exige. Dar el buen ejemplo caminándola el mismo. Imponiendo o manipulando,
solo se logra que camine una milla, y probablemente con mal modo. El extra se
da como resultado de la convicción y el compromiso a la obra que realizamos;
es el resultado de una buena actitud de corazón.
El hecho que tú camines la milla extra, no te da el derecho a exigir o
condenar a quien no lo haga. Camínala, y tu ejemplo inspirara a otros que
deseen hacerlo.
El “extra” en la visión
El apóstol Pablo les dijo a los corintios: “He aquí, por tercera vez estoy
preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo
vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres,
sino los padres para los hijos. Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun
yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos
más, sea amado menos.”
(2 Corintios 12:14-15)
Pablo tenía derechos como Apóstol que era, de ser alimentado y obtener salario
por presentar el evangelio, y aunque los corintios no cumplían con este
mandato, no se negó a evangelizarlos. Por el contrario dio lo que era de el
mismo y dijo que aun daría su propia vida con tal de presentarles el evangelio.
Y aun así el reconocía que esto podría producir que los corintios lo amara
menos. En otra ocasión dijo que se daría todos con tal de ganar a unos cuantos.
El apóstol nos dio un ejemplo de una actitud que sabe entregar el “extra” que
necesita por estar comprometido con la obra de Dios.
No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno
solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. (1 Corintios
9:24)
El apóstol Pablo nos aconsejo correr la carrera de tal manera que alcancemos la
meta y obtengamos el premio. Para hacerlo debemos ser como los atletas, que
se abstienen de todo con tal de alcanzar aquello que se propusieron y ser los
mejores. Dios ha puesto una meta delante de nosotros que debemos alcanzar y
espera que corramos la carrera como para ser los mejores, con excelencia y
dedicación. Podemos dar lo mejor de nosotros mismos si damos siempre el
“extra” que nos hemos rehusado dar. Alcanzar la meta requiere que corramos la
milla extra.
El ejemplo de Jesús
Cuando la multitud le seguía, no solo les predicaba, sino les dio de comer
varias veces.
Cuando lo humillaron y avergonzaron en público, oro por ellos.
Cuando lo obligaron a llevar una cruz, con ella llevo nuestros pecados.
No solo lo lastimaron, sino que llevo nuestras enfermedades y nuestros
dolores y por sus heridas fuimos curados.
No solo lo mataron; murió en nuestro lugar.
No solo sufrió nuestra muerte y llevo nuestros pecados sino también resucito,
y con ello nos dio una vida nueva.
Le dieron un nombre sobre todo nombre, y por el podemos pedir cualquier
cosa al Padre.
Se sentó a la diestra del trono de Dios, y desde allí intercede por nosotros.
Conclusión
Todo despojo del “yo” para dar algo extra produce una reacción en Dios y en
los hombres.
Dios espera que des la milla extra. No te impondrá, pero sabe que tienes el
potencial para dar más y espera que lo hagas para su reino. El te dio el ejemplo
y ha pedido que seamos de ese mismo sentir.
Preparándonos
Para consolidar
Mateo 9:35-38 nos relata que una gran multitud de todas partes seguía a Jesús.
Cuando el Señor los vio sintió compasión por ellos, pues eran como ovejas sin
pastor: estaban desamparados y dispersos. Ellos ya eran seguidores, pero Jesús
vio que a ellos aún les faltaban dos cosas: estaban desamparados, es decir,
descuidados, y también dispersos, esto es, alejados del rebaño sin compañía ni
grupo. Jesús sintió compasión por ellos y envió a sus doce a hacer la obra. De
allí que el modelo de Jesús haya nacido en el corazón compasivo del Señor de
cuidar y discipular a las multitudes que lo seguían.
Para poder cuidar mejor a las ovejas, estas debían estar agrupadas en rediles
o “células”; más que una multitud sin pastor deben ser un rebaño cuidado. A
esto le llamamos hoy involucrar a los creyentes en un grupo en casa y llevarlo
a que participe con toda la congregación de los servicios dominicales.
La actitud adecuada para consolidar
Detrás de una célula y red que crecen hay entrega, sacrificio y amor; hay tiempo
invertido en las personas. Consolidar requiere de nuestra abnegación a la
comodidad por amor a otros. Dios ve cada esfuerzo que se hace a favor de
otros, por eso bendice con el crecimiento. El que es fiel cuidando a pocos,
El lo pone sobre muchos. El trabajo esforzado y la perseverancia producen
fruto, y éste fruto da gloria al Padre.
El Apóstol Pablo era un gran ganador de almas, pero en Filipenses 1:3-11 nos
revela su corazón y su actitud para consolidarlos. Él dijo que desde “el primer
día” hasta ahora, es decir, desde la conversión de los Filipenses hasta ese día,
tenía ese sentimiento especial hacia ellos. Estas son las actitudes que el Apóstol
revela:
Pablo sentía un profundo gozo por ellos, lo que expresa en sus palabras “Doy
gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros” y “rogando con gozo
por todos vosotros”. Ese gozo le dio fortaleza para continuar la obra. Al igual
que el padre en la parábola del hijo pródigo, podemos decir “Mas era necesario
hacer fiesta y regocijarnos, porque éste tu hermano era muerto, y ha revivido;
se había perdido, y es hallado” (Lucas 15:32). Ese es el gozo de la salvación y
será el que nos da la fuerza para consolidar a cada nuevo creyente.
Amor entrañable:
La oración de fe:
Pablo pedía por cosas específicas que su amor abundara más, que fueran
irreprensibles, llenos de frutos para gloria de Dios. Pablo oró por cosas
específicas pues él los conocía a ellos y a sus necesidades. Él rogó
constantemente por ellos. La intersección es clave par conservar el fruto. La
oración efectiva es aquella que le cree a Dios. Es importante orar por ellos y
con ellos. Si pedimos conforme a su voluntad que ellos permanezcan, El lo
concederá.
Que sean uno
La oración de Jesús
Una de las ultimas peticiones que Jesús hizo al padre que fue que
permaneciéramos en unidad y en un mismo sentir “Padre santo, a los que me
has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.
Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los
que me diste, yo los guardé…” (Juan 17:11-13).
Cuando Jesús estaba por irse oró en la Última Cena para que fueran uno.
Como él los había guardado todo ese tiempo, ahora él rogaba al Padre para que
fueran guardados del mal y mantuvieran esa unidad. Al mismo tiempo oró por
todos aquellos que serían ganados a través de ellos, para que fuéramos uno.
“Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en
mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en
mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo
crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean
uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los
has amado a ellos como también a mí me has amado.” (Juan 17:20-23)
Jesús también oró para que hubieran divisiones entre aquellos que creerían en él
al ser predicado el evangelio. Por esa razón no deberían haber divisiones entre
las distintas redes.
Jesús dijo que nos había dado la gloria que el Padre le había dado Para que
fuéramos uno. La unción de Dios une, no divide. Cuando permanecemos unidos
a Jesús, permaneceremos unidos a su cuerpo. Cuando mantenemos esa unidad
manifestamos al mundo el amor de Dios y así ellos creerán que el hijo fue
enviado a salvar a la humanidad.
En Efesios 4:1-3 dice: “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como
es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y
mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,
solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”
Como hijos y siervos de Dios debemos caminar con la dignidad que nuestra
posición y llamado ameritan. De igual forma que de los gobernantes se espera
un determinado protocolo, de nosotros como obreros suyos espera un
comportamiento humilde y manso, que sea solicito guardar la unidad del
Espíritu en ese vínculo de paz.
Para guardar esa unidad se nos dice que debemos soportarnos los unos a los
otros con sencillez, debido a que todos somos diferentes.
El apóstol Pablo también escribió: “Os ruego, pues, hermanos, por el nombre
de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya
entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma
mente y en un mismo parecer.” 1 Corintios 1:10
Cuando hay unidad de corazón habrá un mismo idioma entre nosotros, pues la
boca manifiesta el deseo del corazón. Así como en las palabras se manifiesta la
unidad, también a través de ellas se nota cuando hay divisiones. La
murmuración, el chisme y las discusiones revelan el sentir dividido del corazón.
Si hablamos lo mismo es porque nuestro corazón está en un mismo sentir.
Asimismo, debemos tener una mente y un mismo parecer, pues así haremos lo
mismo por un motivo en común. Pero el vínculo perfecto de la unidad es el
amor que debe morar entre nosotros. Por eso Jesús nos dijo que nos amaramos
los unos a los otros como él nos había amado, y así nos distinguiarímos como
sus discípulos. El poder de Dios muestra que Dios camina con nosotros, el
fruto habla quien somos nosotros, pero el amor que manifiesta que somos sus
discípulos. (Juan 13:34-35)
Pablo dijo que había entre ellos había divisiones. Una division no
necesariamente es la partición de una red o de una congregación, sino también
el pensamiento o ánimo dividido y las rivalidades. En las redes no debe haber
esa competencia de que soy de alguien y no de otro, o que pertenezco a una red
y no a otro, produciendo división interna en la Iglesia. Las divisiones son una
manifestación de la inmadurez y es una obra de la carne.
Conclusión
División es tener mas de una visión. Para guardar la unidad debemos tener el
mismo sentir que hay en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: el amor. Y el
mayor amor que hay es dar la vida por los amigos, que es parte importante de
nuestra visión. No podemos crecer, ni vivir, ni permanecer ni hacer nada en
Cristo si no tenemos amor los unos por los otros.
La interseción
En el cielo solamente hay dos que interceden por uno: Jesús y el Espíritu Santo.
Jesús vive intercediendo por ti, como buen sumo sacerdote que es. Recuerda
esto cada vez que tú seas tentado. “Y los otros sacerdotes llegaron a ser
muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, por
cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual
puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos.” (Hebreos 7:23-25)
Dios busca intercesores entre los hombres que hagan vallado delante de El a
favor de otros. Ezequiel 22:30 dice: “Y busqué entre ellos hombre que hiciese
vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para
que yo no la destruyese; y no lo hallé.”
El Señor quiere Guatemala para El; por eso debemos pedir por nuestro país para
que así suceda. El nos dijo: “Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y
como posesión tuya los confines de la tierra.” (Salmo 2:8)
Cuando tú haces guerra espiritual vas delante del diablo y reclamas a esa
generación para la gloria de Jesucristo pero cuando tú intercedes, vas delante de
Dios y le pides a tu Padre Celestial que tenga misericordia de ellos. Delante de
Dios se va con todo respeto a interceder y delante del diablo se va con autoridad
a reclamar.
El resultado de esta oración la podemos ver en lo que Jesús dijo en Juan 17.20-
23: “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer
en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre,
en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo
crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean
uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los
has amado a ellos como también a mí me has amado.”
Conclusión
Intercesión es ponerse entre Dios y aquel que no puede clamar por si mismo.
Dios busca intercesores pues su voluntad es que ninguno se pierda. Ten el
mismo sentir que hay en Jesús y en el Espíritu Santo, quienes nos enseñan a
cómo interceder y por quiénes hacerlo.
Cómo predicar
1. Jesús
2. Los discípulos de Jesús
3. Los publícanos y los pecadores
1. Cuida el mensaje
2. Cuida la forma en la que transmitas el mensaje
3. Predica en Santidad
4. Predica acompañado de señales, maravillas y milagros
Cuida el mensaje
Procura que dicho menaje no sea religioso; recuerda que le estás predicando a
personas que no conocen de Jesús. En Juan 4:1-19 leemos como Jesús se le
acercó a la samaritana de una forma no religiosa, y llamó su atención al pedirle
de beber (hizo una introducción), no permitió que se desviara del tema, la
confrontó y la guió a la conversión. Jesús primero le habló de la necesidad de
ella y luego de su pecado. Jesús siempre trató bien a las personas porque le
costó su propia vida; el las amó.
Procura cuidar en el mensaje lo siguiente:
Enseña aquello que has aprendido de tus líderes, y encarga a otros que
enseñen lo mismo (2 Timoteo 2:2)
Evita ser contencioso y no causes divisiones, sino procura ser amable, sufrido
y manso (2 Timoteo 2:23)
Cuida el mensaje
Utiliza un lenguaje sencillo que todos pueden entender, tal como Jesús lo
hacia. Ilustra el mensaje con testimonios, anécdotas o ejemplos que ayuden al
oyente a recibir la Palabra de Dios. Jesús usó ilustraciones tales como las aves
del cielo, las flores del campo, etc.
Apóyate con frases que te ayuden a dar a entender la idea que deseas
transmitir.
Así mismo, ten cuidado con declaraciones calificativos que utilices para
definir la vida de las demas personas, a fin que ninguno salga condenado,
herido u ofendido.
Habla con gracia. La Biblia dice que sazones nuestras palabras con sal para
dar edificación al oyente. (Colosenses 4:6)
Cuida la forma
Tampoco es necesario que grites para hablar, pues esto da la impresión que la
gente no está entendiendo lo que tu hablas, y podrían ofenderse.
Predica en santidad
En Marcos 16:17-18 Jesús dijo: “Y estas señales seguirán a los que creen: En
mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las
manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los
enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”
Jesús siempre acompaño sus enseñanzas con las señales y los milagros. En una
ocasión dijo que hacia señales porque sino no le creerían. Jesús vio en las
necesidades una oportunidad de predicar el evangelio. Sano a la suegra de
Pedro en su casa, y a la noche tuvo la oportunidad de presentar el evangelio a
multitudes.
Ora por lo enfermos creyendo que éstos sanaran; ora por personas que estén
oprimidas por el diablo. Mira en cada persona una oportunidad de dar las
buenas noticias de Jesús y el poder de Dios. Bendice gente, y muchos serán
atraídos al Señor.
El apóstol Pablo dijo: “Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para
anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de
sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros con debilidad, y
mucho temor y temblor; y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de
poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres,
sino en el poder de Dios.” (1 Corintios 2:1-5)
En Lucas 11:14-20 leemos: “Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era
mudo; y aconteció que salido el demonio, el mudo habló; y la gente se
maravilló. Pero algunos de ellos decían: Por Beelzebú, príncipe de los
demonios, echa fuera los demonios. Otros, para tentarle, le pedían señal del
cielo. Mas él, conociendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino
dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma,
cae. Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá
su reino? ya que decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios. Pues si
yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿vuestros hijos por quién los echan?
Por tanto, ellos serán vuestros jueces. Mas si por el dedo de Dios echo yo
fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.”
Muchas veces se nos olvida que también nosotros somos enemigos del diablo,
y tememos por lo que éste ha de hacernos. Debemos sacar fuera los demonios y
no temer, pues es el diablo quien debería de temer de nosotros. Nuestra
presencia en un lugar debe atormentarlo a él. Debemos darle vuelta a la fe en el
nombre del Señor Jesús si queremos ver la victoria.
Jesús dijo que echaba fuera demonios con “el dedo de Dios”. El no les pone
tanta importancia, sino que los echa fuera con su dedo. Cuando echamos fuera
demonios se manifiesta que ha venido el reino de Dios. Echar fuera demonios
es destruir un reino para establecer otro. Jesús vino para deshacer las obras del
diablo (1 Juan 3:8).
Cuando todos vieron lo que Jesús había hecho se maravillaron, preguntando que
nueva doctrina era esa. Echar fuera demonios también es parte de la doctrina de
Jesús.
Jesús había llamado a sus discípulos para que fueran pescadores de hombres, y
desde el inicio les enseño que no es con espada ni con ejército, sino con su
Santo Espíritu. También les demostró que El es un Dios de poder. Lo primero
que les enseño fue a echar fuera demonios, aunque no les dio autoridad de
hacerlo inmediatamente.
En el nombre de Jesús
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que
creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera
demonios….” (Marcos 16:15-18).
En Lucas 8:26-33 narra la historia del endemoniado gadareno, quien dijo que
se llamaba. Legión porque tenía muchos demonios dentro. No importa cuantos
demonios son, si son muchos o si es uno sólo, el trato es el mismo: en el
nombre de Jesús se le echa fuera, y éstos se sujetan. Los espíritus se sienten
atormentados con la presencia de Jesús.
Para echar fuera demonios se debe tener discernimiento para distinguir entre
un espíritu y la carne. Existen personas que se escudan en los demonios para
hacer sus carnalidades como celos, fornicaciones o contiendas, pecando. Pero
Galatas 5:19-21 es claro en señalar que muchas de esas practicas se originan
en la carne, no en la influencia demoníaca. Tú no puedes reprender las obras
de la carne, debes hacerles morir.
La autoridad delegada
Primero escogió a doce y les delego esa autoridad “Después subió al monte,
y llamó así a los que él quiso; y vinieron a él. Y estableció a doce, para que
estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, y que tuviesen autoridad para
sanar enfermedades y para echar fuera demonios.” (Marcos 3:13)
Luego los envió, instruyéndoles a que echaran fuera demonios; “Entonces
llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos,
para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.”
(Mateo 10:1)
Les dijo que no se regocijaran por echar fuera un demonio, sino que mas
glorioso aun es que los nombres están escritos en el libro de la vida. Cuando
hay un nombre escrito en el libro de la vida, los demonios se sujetan. Ellos
conocen quien es Jesús y saben quien soy yo (Ej. Pablo en Hechos)
Jesús dijo claramente que teníamos poder sobre toda fuerza del enemigo y que
nada nos haría daño. No debemos temer que al echar fuera un demonio se nos
vaya a pasar, nos vaya a lastimar o nos contamine. Jesús dijo que nada nos
dañaría.
Aquellos que han sido libres hay que enseñarles a que no jueguen con la
libertad que Cristo les ha dado, pues la Biblia dice que pueden venir siete
demonios peores y aquel que salio de la persona. Aquel que ha sido libre debe
consagrarse a Dios y servirle.
La imposición de manos
Introducción
Sanidad de enfermos
Jesús dijo “y estas señales seguirán a los que creen…..sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:17)
Jesús lo practicó
Jesús impuso las manos sobre los enfermos para que éstos sanarán. Hay que
notar también que este no fue el único método que el utilizo para orar por los
enfermos.
1. El leproso Mateo 8:1-2
2. La hija de Jairo Marcos 5:23-42
3. En Nazaret Marcos 6:5
4. El sordomudo Marcos 7:32-35
5. Un ciego Marcos 8:22-25
6. Una multitud Lucas 4:40-41
7. La mujer encorvada Lucas 13:10-13
Hay que observar que, quien quiere ver milagros, deberá tener un interés
genuino de testificar para que otros crean en Jesús y sean salvos.
Jesús sanó personas sin tocarlos con sus manos. Algunos ejemplos de esto
son:
1. Los 10 leprosos:
Fue a distancia y por la palabra Lucas 17:11-14
2. La mujer con flujo de sangre:
Solamente tocó su manto Marcos 5:25-30
3. Otros le caían encima Marcos 3:10
4. Otros hacían lo posible por tocarle Lucas 6:19
Para impartir el bautismo y la llenura en el Espíritu Santo
Es importante que veamos que el primer derramamiento del Espíritu tanto para
judíos como para gentiles lo hizo Dios directamente sin que nadie
interviniera. Esto suele suceder aún hoy en día, no siempre y no con todos, pero
sucede.
La transferencia de autoridad
Y bendición bajo cobertura
En el Antiguo Pacto
El liderazgo en la iglesia
Introducción
La unción es para bendecir a las personas, para hacer milagros y sanidades que
no se pueden hacer de forma natural. El amor entre hermanos habla de quienes
son discípulos del Señor, pero los milagros y prodigios hablan del Dios de esos
discípulos. Muestran que Dios camina con nosotros. La Biblia dice de Jesús:
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y
cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el
diablo, porque Dios estaba con él.” (Hechos 10:38)
Lo mismo debemos hacer nosotros. Cuando los enfermos nos buscan para que
oremos por ellos, lo hacen porque Dios está con nosotros. No basta recibir
unción; debemos estar claros que es para hacer bienes y sanar. Jesús se
apartaba a lugares desiertos a orar y escuchar la voz de Dios. Nosotros también
debemos hacer lo mismo.
Teniendo la unción, Jesús no la reservó solo para él, sino que se la dio a otros
doce y luego a setenta y dos para que hicieran lo mismo.
En Lucas 5:17-25 leemos la historia del paralítico que bajo por el techo de la
casa y fue sano “Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban
sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las
aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él
para sanar.”
Los fariseos estaban escuchando la doctrina y el poder de Dios estaba con Jesús
para sanar, pero no estaba sanando, sino enseñando. Mas adelante dio la palabra
y sanó al paralítico. La unción para sanar está sobre muchos, pero no opera sino
hasta que se da la palabra.
“pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y
vete a tu casa. Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el
lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.”
La sanidad es un evento aislado del perdón de pecados, sino que confirman que
El nos puede salvar. En una iglesia, ministerio o célula, se debe dar palabra y
deben suceder milagros.
Lucas 6: 17-19 dice que toda la gente procurar tocarle, porque poder salía de él
y sanaba a todos. No debemos estorbar la fe de la gente; ellos creían que si lo
tocaban, serian sanados. Las personas necesitan ver que aquel que va a orar por
ellos, es el primero que cree que ese milagro puede suceder.
Marcos 3: 7-12 relata que muchas personas venían de los alrededores a ser
sanados. Las multitudes eran atraídas a Jesús por los milagros y las sanidades.
Muchos caían sobre él para ser sanos, pues a Jesús no le daba tiempo de orar
por todos.
No todos son sanos al orar por ellos, pero no debemos desviar la atención de la
gente del poder de Dios a nuestro cariño y compasión.
Luego de esto llamó a doce para delegarle poder para sanar enfermedades.
Delego ese mismo poder sobre otras doce personas, a quienes llamó sus
discípulos, pues su deseo era hacer bien a muchos y solo no podía. Esos doce
aprendieron a hacer lo mismo, e incluso no tenían ni tiempo de comer, tal como
le sucedió a Jesús. (Marcos 3: 13-15)
Lucas 14:21-24 “Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces
enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las
calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los
ciegos.
Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. Dijo el
señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar,
para que se llene mi casa. Porque os digo que ninguno de aquellos hombres
que fueron convidados, gustará mi cena.”
La sanidad primero se cree y luego se estudia. Los milagros son para esta
época.
La clave es la Fe
Jesús vino donde estaban sus discípulos y los encontró discutiendo con los
fariseos por un endemoniado que no había sido libre. “Viniendo entonces los
discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos echarlo
fuera? Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si
tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí
allá, y se pasará; y nada os será imposible. Pero este género no sale sino con
oración y ayuno.” (Mateo 17:19-21)
Juan 20:30-31 dice: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de
sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han
escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que
creyendo, tengáis vida en su nombre.”
Las señales son para que las personas crean en Jesús es el Hijo de Dios. Ellas
atraen a las personas para escuchar la palabra y creer en Cristo.
En la Biblia hay promesas para los padres que educan bien a sus hijos, y
también consecuencias para los que los educan mal. Por ejemplo, el hijo sabio
alegra al padre y también el muchacho consentido avergüenza a su madre. Pero
debemos comprender que hay pecados más delicados que otros, y deshonrar a
los padres es más delicado incluso que la mala educación de parte de los padres
a los hijos. Por ejemplo, Mateo 15:4 dice que: “El que maldiga al padre o a la
madre, muera irreprensiblemente.”
Comparando los dos posibles pecados en la relación padre-hijo, vemos que ante
Dios no tienen la misma consecuencia. Provocar a ira a los hijos puede ser un
abuso de autoridad, pero la consecuencia es pasar vergüenza. Ahora bien,
deshonrar a los padres produce muerte. Aunque ambos son pecados, vemos que
no son igualmente graves en sus consecuencias.
Honrando al esposo
Sara esperó al Señor sujeta a su marido, por lo que todas las mujeres han venido
a ser hijas de Sara, y ya no de Eva, quien al no ser sujeta, fue engañada por la
serpiente. Pero la única vez que Sara no fue sujeta a su esposo Abraham, fue
cuando le aconsejó que se acostara con su criada Agar, de quien nació Ismael,
causando muchos problemas en su familia.
A las mujeres que se escuchan son aquellas que como Sara, demostró sujeción y
obediencia a su marido, sin argumentar cuanto del escucho la voz de Dios.
Y de los maridos dice: “vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas
sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a
coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo.” (1 Pedro 3:7)
La desobediencia de Saúl
Saúl fue el primer rey de Israel, y la voluntad de dios era que el reinado que
Dios le dio a David, fuera de Saúl. Dios no solo quería hacer rey a Saúl, sino
quería confirmar su reinado. No es lo mismo estar en el cargo, que ser
confirmado en el mismo.
El Apóstol Pablo dijo “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro
Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio” (1 Timoteo 1:12)
lo probo ya estando en el ministerio.
La Biblia nos relata que Saúl era un hombre valeroso y hermoso, y que no había
en Israel alguien tan alto como el. El Señor la había revelado al profeta Samuel
que ungiría a Saúl como el próximo rey de Israel. Es importante señalar el trato
especial que tenia incluso el profeta Samuel con Saúl, aunque Samuel era
autoridad de Saúl.
Samuel le dio al rey Saúl una instrucción de esperarlo siete días para que el
profeta ofreciera los sacrificios correspondientes antes de la batalla. Saúl debía
obedecer esas instrucciones. Pero desesperándose y viendo que el profeta
Samuel no llegaba decidió ofrecer el mismo de los sacrificios, adjudicándose
una función que no le correspondía y pecando así contra Dios y desobedeciendo
a Samuel. Aunque Saúl era el rey, no podía pasar por encima del profeta.
Samuel si llego al séptimo día, tal como le había dicho, pero se tardo en llegar a
la hora acordada. Fue un error de Samuel, pero no justificaba el error de Saúl.
El profeta le dijo: “Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de
Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera
confirmado tu reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será
duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual
Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no
has guardado lo que Jehová te mandó.” (1 Samuel 13:8-14)
Aquí vemos que realmente Dios quería confirmarle el reinado a Saúl, pero lo
rechazó al serle desobediente, y lo confirmó con David. A Saúl le fue quitado el
reino y terminó consultando adivinos.
La Biblia testifica de David diciendo: “…les levantó por rey a David, de quien
dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón
conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.” (Hechos 13:22)
Al profeta Samuel le fue revelado que debía ungir a David, el hijo menor de
varios que tenía Isai. Cuando Saúl vio que Dios estaba con David y que iba a
levantarlo como rey en su lugar, sintió celos de él y quiso matarlo en más de
una oportunidad. Sin embargo, David nunca se vengó y aun le llamaba “señor”,
no con hipocresía, sino con toda sinceridad y respeto, pues lo amaba. Aún le
perdonó la vida dos veces y lo honró en su muerte.
David fue proclamado como rey y procuro hacer la voluntad de Dios en todo.
Pero una vez pecó gravemente en lo relacionado a Betsabé y Urías.
Todo esto es más feo de lo que hizo Saúl y hasta podría verse más grave. Pero
el pecado de Saúl, que consistió en rebelarse contra la autoridad, es tan grave,
que ni todos los pecados de David mencionados anteriormente le ganaron.
Vemos que Saúl tan solo cometió un pecado, y le reino le fue quitado. David
cometió muchos, y no le fue quitado el reino. Ambos se arrepintieron, pero el
trato fue diferente. Las respuestas es sencilla: Saúl pecó contra la autoridad,
pecó “para arriba”, y David pecó “para abajo”, y los pecados contra la autoridad
siempre son juzgados duramente que aquellos que se cometen estando en
autoridad.
El pecado de Absalón
Absalón se ganó el corazón del pueblo para él, en contra de su padre. Hay
personas que intervienen entre la autoridad y las personas debajo de ella para
ganar credibilidad y querer usurpar un lugar que no le corresponde. Antes de
robarse ovejas, se roban los corazones de ellas. Absalón se robaba el corazón de
las ovejas, y quien hace lo mismo que éste, terminará de la misma manera:
colgado de un madero, muerto por los dardos del general del ejército.
David evitó las lanzas de Saúl, y ahora iba a evitar las lanzas de Absalón.
Aunque David fornicó, adulteró y mató, nunca dejó de poner a Dios como rey
de Israel. El mismo amor y respeto que tuvo hacia Saúl, tuvo hacia Absalón, y
ambos atentaron contra su reino.
David había cometido un pecado, que fue la raíz de todos los demás: abusó de
su autoridad. Dijo “como soy el rey, me quedo en casa; como soy el rey,
tráiganme esa mujer; como soy el rey, te acuestas conmigo; como soy el rey,
maten a Urías”. Pero ya no estaba dispuesto a cometerlo más. David confiaba
en Jehová y en que El confirmaría su reino, pues, si era voluntad de Dios, lo
quitaría tarde o temprano.
Joab, el general del ejército de Israel, le había jurado lealtad y amor eterno a
David, y le falló y pecó contra su autoridad, pues, aunque el rey Dios orden de
no tocar a su hijo, desobedeció y lo mató. Probablemente buscó reconocimiento
o tenía temor de dejar de ser el general si ganaba Absalón. Nunca defraudes la
confianza que se te ha dado, como lo hizo Joab con David.
Saúl terminó mal; Absalón terminó mal; aún Joab terminó mal. Pero no fue así
con David, pues terminó con riquezas, paz y lleno de días, y reinó en su lugar
Salomón, el hijo que nació de Betsabé. (1 Crónicas 29:26-28). Es curioso ver
Dios levanto como rey de la mujer con quien pecó David, pero no permitió que
reinara Absalón, porque a Dios no le conviene ninguna autoridad que se revela
en contra de otra, pues le echan a perder su reino. Dios prefiere perdonar los
pecados de David y mantenerlo, que dejar a Saúl o a Absalón.
Conclusión
Qué es la cobertura
Principios de la cobertura
Cobertura es estar al cuidado de personas que han sido bendecidas por Dios.
Es recibir bendición a través de una persona que le fue obediente a Dios y le
creyó.
Para estar bajo la cobertura de alguien hay que seguir la visión de esa persona
Esa cobertura será efectiva si existe una relación de discipulado.
Aquel que está bajo cobertura sigue los mismos principios y valores que su
maestro o mentor le ha instruido y corregido.
Tener cobertura es estar bajo la autoridad de alguien. Al estar en cobertura se
trabaja como un solo equipo, bajo una cabeza que lo dirige.
La cobertura es como la relación que existe entre un padre y un hijo. Existe
cobertura donde hay relación de autoridad, como en la familia, en los negocios,
en la Iglesia y en la nación.
Hebreos 11:8-9 dice “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir
al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por
la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena,
morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa”
El ejemplo de Isaac
Isaac continuó en aquello que su padre inició. Cuando vino hambre en la tierra
pudo haber buscado otra tierra donde habitar, pero continuó en aquella tierra en
que su padre había habitado. Por eso Dios le prometió que lo bendeciría. Al
igual que Isaac, aquellos que se dejen formar e instruir por sus autoridades y
siguen el camino que éstas le indican son bendecidos por Dios.
Además el Señor le dijo a Isaac que seria bendito por cuánto Abraham su padre
había escuchado su voz. Un discípulo ha comprobado por experiencia que el
seguir a su maestro le bendecirá grandemente. Debemos tener un corazón
dispuesto para ser formados, y ser sensibles para obedecer las órdenes y los
consejos de nuestros pastores.
La debida honra
Hijos espirituales
Un hijo espiritual es aquel que ha sido engendrado y formado por alguien más.
Hay una gran diferencia entre ser un hijo y ser un jornalero.
Un hijo es engendrado y formado. Un jornalero es contratado y remunerado.
Un hijo le es fiel a su padre, el jornalero trabaja por su salario.
Un hijo no sirve a su padre por el sueldo, aunque es heredero de todo. Un
jornalero es asalariado.
Los hijos deben honrar a aquel que los ha formado. El apóstol Pablo llamó a
muchos sus colaboradores y fieles ministros, pero pocos fueron considerados
sus hijos (Timoteo, Tito y Onésimo, a quienes dedicó epístolas). En el
discipulado existe una relación tan fuerte y genuina como lo existe en la
paternidad. Dios bendice generaciones de discípulos que siguen a su Pastor.
El espíritu
Dios nos dio espíritu desde el principio, pero éste murió al pecar Adán. Al
pecar Adán fue destituido de la gloria de Dios. Ese día murió espiritualmente y
más tarde murió físicamente.
Génesis 1:26-27
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos,
en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó.”
Génesis 2:16-17
“Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás
comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el
día que de él comieres, ciertamente morirás.”
Dios es Espíritu
Juan 4:24
“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario
que adoren.”
Nos resucitó
Efesios 2:1-6
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y
pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de
este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora
opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de
la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo
mismo que los demás. Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran
amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo, y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo
sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.”
El espíritu esta dispuesto, mateo 26:41 “Velad y orad, para que no entréis en
tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
Introducción
Jesús consolidó a sus seguidores. Un ejemplo es lo que hizo con Simón Pedro:
Discipulado
Jesús sabía que no podía cuidar por el solo a las multitudes, por lo que llamó a
personas que lo habían acompañado, y de ellos seleccionó a doce para
formarlos como obreros que le ayudaran en el ministerio. Con ellos inició un
discipulado, y a éstos los llevó también a una casa. Con ellos compartió tiempo,
enseñándoles principios y les reveló cosas que las multitudes no entendían
(como las parábolas), y también les delegó autoridad para predicar y ministrar
(Marcos 3:13-19, Marcos 4:10).
El grupo de discipulado inicia cuando los líderes identifican a aquellos que son
constantes y comprometidos del grupo y los invitan a una nueva reunión para
ser discipulados. Para esto inician un Grupo D-12, en donde se capacitan a los
discípulos para ser líderes a través del discipulado personal.
Se envían obreros
Jesús vio que las multitudes lo seguían y sintió compasión de ellas. Aún cuando
éstas multitudes eran seguidores de Jesús, él no podía pastorearlos de forma
adecuada; alguien más debía hacerlo. Entonces llamó a sus doce discípulos y
los envió de dos en dos a predicar.
Les dio instrucciones especificas y les dio autoridad para sanar y liberar
(Mateo 10).
Les indicó que al llegar a una ciudad buscaran casa donde predicar, y éstos
iniciaron nuevas reuniones de evangelismo (Marcos 6:10)
Jesús mismo visitó las ciudades de ellos, probablemente las ciudades donde
los discípulos estaban predicando (Mateo 11:1)
Ellos le contaron todo lo que habían dicho y hecho (Marcos 6:30)
Más tarde envió a otros setenta a predicar, probablemente, aquellos que
estaban al cuidado de sus doce (Lucas 10:1-2, Marcos 1:36 y 4:10)
Cuando los discípulos están listos para ser enviados, los líderes les asignan una
pareja y los envían a abrir nuevas células de evangelismo. Los nuevos obreros
son cuidados por sus líderes y sus grupos son supervisados, al mismo tiempo
que entregan los reportes respectivos. Todo obrero de una célula sigue
asistiendo al grupo D-12 en donde es ministrado. La meta de cada grupo es
llegar a seleccionar a sus 12. la responsabilidad de los líderes es cuidar hasta ese
segundo nivel, es decir, no sólo a sus doce, sino también a los 72. Éstos deben
ser seleccionados por el líder de los 72 y no sólo por el líder del grupo D-12,
pues fue el mismo Jesús quien estableció a los 72.
El alma
Intelecto:
La mente, los pensamientos
Emociones:
Estado de ánimo, deseos, ideales, amores, gustos, disgustos, etc.
Voluntad:
Lo que sede el actuar del hombre a un deseo o pensamiento.
Efesios 2:3 “entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo
en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”
Existen deseos del viejo hombre o de la pasada manera de vivir que deben nacer
de nuevo.
Otras citas: Colosenses 3:5, Tito 2:11-12, 1 Pedro 1:14-16, Judas 1:16-18
Gálatas 5:24 “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos.”
Romanos 8:1 “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.”
El Cuerpo
Se debe usar el cuerpo para vivir, y no vivir para el cuerpo, pues el cuerpo es un
instrumento de Dios y para Dios. La escritura, en su versión antigua, califica
como obra de la carne los banquetes, refiriéndose así a la gula.
2. Otros, privan de todo deleite o gusto su vida, creyendo que esto es santo.
Colosenses 2:20-23 “Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los
rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a
preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a
mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el
uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto
voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor
alguno contra los apetitos de la carne.”
Hay personas que someten su cuerpo a tratos que no provienen de Dios. Hacen
su cuerpo vomitar lo que han comido con tal de no perder su esbelta figura,
haciéndolo sufrir como Dios nunca ha deseado, sirviendo así a los ojos de los
demás, en lugar de servir a Dios con el cuerpo. Obviamente, no debemos
descuidar el cuerpo, pero nunca será de Dios ponerlo a sufrir, castigándolo con
tal de tener una figura delgada, la cual es impuesta, más que por salud, por
moda o pasiones de la carne.
El ejercicio corporal
2. El culto al cuerpo: Existe hoy una corriente de darle culto al cuerpo más
que querer estar realmente saludable, y debemos mantener el perfecto balance
en este asunto. Debemos averiguar cuál es la razón por la que se hacen las
cosas, pues esto revelará el qué se ejercita o cuida el cuerpo. Por ejemplo,
¿deseas estar saludable o competir con otros por un mejor cuerpo? ¿Deseas
estar bien para tu cónyuge o para ser exhibido o exhibida? ¿Deseas estar mejor
de salud o buscas ser admirado, no sólo por otros, sino por ti? ¿Está tu alma
contenta o necesitas ciertas medidas para estar feliz?
Este pasaje, incluyendo hasta el verso 9, encontramos que todas las cosas en
que Pablo tenía puesta su confianza, las cuales eran de la ley, las estima como
pérdida y como basura (la versión antigua dice “estiércol”), con tal de conocer a
Cristo y la justificación mediante la fe y no las obras.
1 Corintios 6:19 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”
1 Corintios 3:16-17 “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de
Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le
destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”
El hombre ésta viciado conforme los deseos engañosos. Dios quiere renovar
su mente, y ésta debe funcionar a través del espíritu.
3. Insomnio
Salmos 4:8 “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú,
Jehová, me haces vivir confiado.”
4. Ansiedad
1 Pedro 5:7 “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado
de vosotros.”
5. Pensamientos inicuos
Proverbios 6:16-19 “Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su
alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de
sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies
presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que
siembra discordia entre hermanos.”
El enemigo utiliza la mente para pelear contra el Espíritu Santo. Por esta razón
debemos protegerla y traer a cautividad todo pensamiento.
Filipenses 4:6-8 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la
paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y
vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo
lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en
esto pensad.”
El contexto
No es pretexto
Introducción
La crisis que vive un país es tan solo el contexto para ver a Dios hacer
maravillas y prodigios.
No juzgues el contexto
Conclusión
Deja de ver el ambiente que te rodea y cree en las promesas que Dios dejó
escritas para ti, sin poner ningún pretexto en tu mente. Entonces alcanzarás las
bendiciones que El tiene preparadas para ti.
Resolviendo conflictos
Introducción
Nadie se escapa de tener un conflicto con otra persona o tener que ver en la
solución de otro conflicto entre dos personas. El no saber como resolverlos
puede ser peligroso para negocios, amigos, matrimonios, grupos, redes,
familias, etc.
Definición de “conflicto”
El fruto del espíritu, del cual habla Gálatas 5:15-16, es todo lo contrario a lo que
genera el conflicto.
Su origen
Santiago 4:1 “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No
es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?”
Sus resultados
A raíz de un conflicto no podemos concluir que una persona “es”, sino que la
persona “hizo”. Es decir, que si una persona cometió un error, no podemos
definir a dicha persona como mala, sino que la acción cometida es la errónea.
Mateo 12:25 “Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino
dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí
misma, no permanecerá.”
Los conflictos hacen gastar energía y tiempo en actividades poco productivas.
Debemos buscar nosotros estar en paz con los que nos rodean.
Evitar el conflicto totalmente. Hay personas que les molesta algo pero no lo
hablan directamente con quien deben, sino esperan hasta que estalla el
problema.
Evitar el motivo y dar otro que no es motivo. Por temor muchas personas no
exponen lo que realmente les molesta y se agarran de otras situaciones para
crear un conflicto, en vez de buscar una solución al problema que realmente
les molesta.
Lucas 17:3 “Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti,
repréndele; y si se arrepintiere, perdónale.”
Proverbios 20:3 “Honra es del hombre dejar la contienda; Mas todo
insensato se envolverá en ella.”
No excusas
Joel 3:9-10 dice: “Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra,
despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra.
Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil:
Fuerte soy.”
Una de las tareas más preciosas es poder llegar a ver que cada una de las
personas que están a cargo son valientes. No veas en la gente lo que tus ojos
normalmente ven, sino el potencial que pueden llegar a desarrollar. Muchos de
nosotros somos valientes pero estamos dormidos y el Espíritu Santo nos ha
despertado. Tenemos que ver transformadas en nuestras vidas los temores en
fortalezas.
Lo que era una voz se convirtió en una guerra. Las excusas se empiezan a
romper cuando se empieza a confesar lo contrario.
El Apóstol Pablo confesaba que cuando era débil, se convertía en fuerte porque
el poder de Dios reposaba sobre el. Se concentró en el poder de Dios que
reposaba sobre él, en vez de concentrarse en su debilidad “Y me ha dicho:
Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto,
de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre
mí el poder de Cristo.” (2 Corintios 12.9)
El ejemplo de Moisés
La primera etapa del fracaso son las excusas. Hasta Dios respeta las excusas,
aunque no las da por valederas. Aquí está un hombre llamado Moisés, lleno de
debilidades y de excusas, las cuales trajo ante Dios. Sin embargo, Dios tuvo
misericordia de él, y lo usó para liberar su pueblo de la esclavitud.
La primera excusa de Moisés tuvo que ver con él mismo: no se creía capaz de
lograr el llamado de Dios. El alfarero puede hacer una buena vasija del barro
que se deja formar. Dios te escogió aunque no seas el más apto, pues te va
transformar en el proceso. Tú confianza no puede estar en ti mismo, sino en el
que te acompaña. Si la confianza está en ti mismo, vas a topar; si está en el que
te acompaña, tendrás éxito.
La segunda excusa tenía que ver con el nombre de Dios, su identidad. Dijo
Moisés a Dios: “He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios
de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál
es su nombre?, ¿qué les responderé?”
Dios no había enviado a Moisés a contarles a los Israelitas cual era su nombre
sino a liberar. Moisés se escudó en su falta de conocimiento, pero Dios le
respondió:”YO SOY EL QUE SOY” Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO
SOY me envió a vosotros.”
Dios estaba tratando con la humanidad de Moisés al botar todas sus excusas y
hasta le dio un susto para que viera su poder al convertir su vara en serpiente.
Los que no queremos creer somos nosotros, pues el mundo esta necesitado
de creer.
Moisés no sabía ni lo que iba a hablar, pero obedeció. Dios empezó a trabajar
primero con la fe de Moisés. El pensaba “si no agarro la culebra me va a matar”
y “si no hago lo que me dice, me voy a quedar leproso”.
Aun así le puso una excusa más, que tenía que ver con su capacidad: “¡Ay,
Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú
hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.” Dios es
quien está cono nosotros y quien nos ayuda en nuestra debilidad, por lo que
debemos confiar que le suplirá para todas esas necesidades. El le dijo a Moisés
que las señales lo acompañarían y por esas los israelitas creerían, y además le
aseguró que estaría con él y su boca para siempre. Esa misma promesa nos la ha
dado a nosotros cuando nos envió a predicar a todas las naciones.
En algunos, sus mismas virtudes los han hecho triunfar; en otros, han sido su
tropiezo porque se confían. Muchos de nuestros sentimientos de frustración son
la consecuencia de no haber dado lo mejor.
A Jeremías le dijo que no tomara por excusa que era un niño; a Abraham, que
no dijera que era muy viejo. No permitió a Moisés poner excusas sobre su
capacidad ni a Gedeón sobre su origen y procedencia. Usó a unos como a otros.
A Pablo, un estudioso, como a Pedro, un analfabeta. A David, pequeño pastor
de ovejas, como a Daniel, un consejero de la corte imperial. Dios a usado a
hombres como a mujeres, a judíos como a gentiles, a jóvenes, niños y ancianos.
Dios te puede usar a ti también.
No diga “no se”; pregunte “cómo”. Todos tenemos neuronas que poner a andar.
Convierte esa debilidad en fortaleza con el poder del Espíritu Santo (convierte
el azadón en espada).
Nuestra tarea como líderes es hacer que nuestras ovejas boten las excusas para
que den fruto, aunque caigamos mal. Debemos presentar desafíos para que la fe
de la gente crezca y puedan ver maravillas de Dios.
Comunión con
el Espíritu
Introducción
“La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu
Santo sean con todos vosotros, Amen.” (2 Corintios 13:14)
El amor del Padre se manifestó al enviar a su hijo Jesucristo a morir en una cruz
para perdón de nuestros pecados, y la gracia de Jesús se manifestó en ese
momento. El espíritu Santo es la persona divina que esta ahora con nosotros,
con la cual podemos comunicarnos, tener comunión e intimidad. No es la
tercera persona de la trinidad, como muchos dicen, pues no ocupa ningún lugar,
ya que es una misma persona con el Padre y el Hijo.
Comunión e intimidad
Una cosa es tener comunión con el Espíritu y otra es tener intimidad. Tener
comunión con alguien es compartir tiempo con esa persona, donde ella y tú
hablan y se escuchan mutuamente. Tú puedes tener comunión con El mientras
vas en el carro, en tu trabajo, en la cola del banco, etc. Tú puedes estar hablando
constantemente con El durante todo el día.
Sin embardo, tener intimidad es estar a solas con El, en un lugar donde nada ni
nadie te interrumpa. Allí es donde El se manifiesta y te muestra que tiene Dios
para ti; es donde la mayoría de los planes de Dios se revelan a tu vida, y donde
eres transformado por El.
El Espíritu Santo es una persona divina, no natural. Por esta razón no podemos
estudiarlo sistemáticamente, pues no podemos encerrar dentro de un concepto a
una persona, sobre todo si esta persona es sobrenatural.
Algunas características que la Biblia nos enseña acerca del Espíritu Santo
son:
Nosotros no podemos enseñarle al Espíritu Santo de Dios a que haga las cosas
como nosotros queremos, pues su palabra dice en Juan 16:13 “Pero cuando
venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará
por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las
cosas que habrán de venir.”
El hecho que una persona haya sido bautizada en el Espíritu, no quiere decir
que le conozca. Al igual que un hombre o una mujer, para llegar a conocerlos,
debes pasar tiempo con ellos.
“Antes bien, como esta escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido
en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las revelo a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios…. Y nosotros no hemos recibido el espíritu
del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios
nos ha concedido.” (1 Corintios 2:9-13)
Dios tiene cosas que ojo no vio ni oído oyó; es decir, que ni el ojo ni el oído
reconocen, y no se pueden aprender, sino son reveladas por el Espíritu.
Aprender de El no lo haces leyendo sino pasando tiempo con El.
El Espíritu Santo te enseña lo siguiente:
Las cosas de Dios son sus características, como proveedor, salvador o sanador.
Pero lo profundo de Dios es lo que esta en su corazón: cómo El piensa, qué le
Agrada, qué le desagrada, etc.; esas son las profundidades de Dios. Algunas de
las profundidades que están escritas son:
Jesús estableció a doce para estar con El y para enviarlos. No podemos nosotros
amar estar en la presencia del Señor y no querer predicar el evangelio, pues si
alguien conoce a Dios, también sabe como su corazón late por las almas que se
pierden. De la misma manera ninguno puede amar la obra y recoger la cosecha
sin amar estar en su presencia.
Conclusión
Asimismo, vemos que este párrafo no habla de “los frutos”, sino “del fruto” del
Espíritu. Por lo que al desarrollarse el fruto debe manifestarse en todas esas
áreas. Debemos dar de todo lo que se compone el fruto.
El Salmo 1:3 dice: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace,
prosperará.”
Los dones son instantáneos, pues es Dios quien los da. Pero el fruto no es
instantáneo, debemos esperar con paciencia para verlos. Pero tampoco debemos
escudarnos en la paciencia para no dar fruto.
No podemos establecer una medida para todos, pues no todos maduran y dan
fruto según alguien en particular lo da. Si has cambiado a partir de haber
recibido a Jesús, has dado fruto.
No podemos gloriarnos después de haber dado fruto, pues esto seria otra obra
de la carne. No debemos usar las escrituras ni el fruto del Espíritu como
respaldo para juzgar a los que nos rodean. El hecho que yo de fruto nunca me
justifica para juzgar al que no lo ha dado.
Todo pámpano que no lleve fruto, Dios se encargará de quitarlo, pues el nos
puso para que llevemos fruto. La Palabra es la que limpia para que lleve fruto;
la Biblia es para convertir el alma, y eso sucede cuando vamos a exponernos
ante ella para producir un cambio. Es distinto ser informado por la Palabra que
ser confrontado o edificado por ella.
“Así que, por sus frutos los conociereis.” (Mateo 7:20). Mientras no haya fruto
en la vida de una persona sólo hay religión humana. A mayor medida de fruto,
mayor cantidad de respuesta a mis peticiones. La promesa que el Señor dio que
pidamos lo que queramos y nos es hecho, es para los que son constantes y
permanecen en él y dan fruto. Mientras mas una persona se ha dejado limpiar
por la Palabra y permanece en El, más sabe cuál es la voluntad de Dios y qué
no, y pide conforme a su voluntad. Así se vuelve efectivo para orar.
Jueces 9:8-15 narra una parábola de cuando los árboles quisieron elegir un rey:
“Fueron una vez los árboles a elegir rey sobre sí, y dijeron al olivo: Reina
sobre nosotros. Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en
mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Y
dijeron los árboles a la higuera: Anda tú, reina sobre nosotros. Y respondió la
higuera: ¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre
los árboles? Dijeron luego los árboles a la vid: Pues ven tú, reina sobre
nosotros. Y la vid les respondió: He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a
los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles? Dijeron entonces todos los
árboles a la zarza: Anda tú, reina sobre nosotros. Y la zarza respondió a los
árboles: Si en verdad me elegís por rey sobre vosotros, venid, abrigaos bajo de
mi sombra; y si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano.
Esta parábola nos enseña que mientras alguien esté buscando su propio reinado,
no dará fruto. Se debe vivir para otro reinado, el del Señor. Cuando alguien
quiere ser grande, esa persona no da fruto. Por ejemplo, para sacar el aceite de
la aceituna hay que machacarla, y ella estaba dispuesta a ser machacada para
que sacaran de ella el precioso aceite con el que se honra a Dios. Lo mismo
dijeron la higuera y la vid, dispuestos a dar su fruto, a pesar de sufrir, para
alegrar a Dios. Si alguien quiere que la unción permanezca en él, entonces debe
dar fruto, permitiendo ser machacada como la aceituna.
No cambies nada de este mundo por el fruto que Dios espera que des. Ninguno
de esos árboles que daban fruto pensó “se van a aprovechar de mi”; los tres, la
higuera, el olivo y la vid, que tenían fruto, lo pusieron al servicio de Dios,
sabiendo que para dar el producto final, su fruto debía ser machacado. Cuando
vienen momentos de prueba y ataque, debemos ver que esos son los momentos
para dar fruto.
Introducción
Pareciera que la infidelidad esta de moda hoy día. Los adulterios, chantajes,
estafas y engaños es de todos los días, y los divorcios, la rebeldía de los hijos a
los padres y las divisiones en empresas o ministerios con comunes. Parece ser
que la palabra “Honor” fue un concepto de antaño. Pero la Biblia dice que Dios
está rodeado de fidelidad, por lo tanto, está rodeado de gente fiel.
Discípulos fieles
Debemos de ser fieles a Dios y a aquellos a quien Dios nos a dado como
autoridades. Es necesario aprender a ser buenos hijos espirituales, como lo fue
Timoteo con Pablo. El apóstol dijo de Timoteo que era como un hijo que servía
con su padre en el evangelio.
“Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté
de buen ánimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo del mismo
ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros. Porque todos buscan lo
suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él,
que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. Así que a éste
espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos; y confío en el Señor
que yo también iré pronto a vosotros.” (Filipenses 2:19-24)
Dios quiere formar una generación de personas fieles, que sirvan a sus padres,
a sus jefes, a sus esposos, a sus líderes y toda aquella persona que represente
autoridad para ellos.
Aun cuando todos los que creen en Jesús son ovejas, no todos son aún
discípulos fieles. La diferencia entre una oveja y un discípulo es que la oveja
espera que se dejen a las otras noventa y nueve para seguirla a ella, pero un
discípulo fiel es aquel que sigue a su Pastor y no espera que lo sigan, aquel que
llama y no espera que lo llamen.
Eliseo fue alguien que se aferró a Elías, aún cuando Elías le decía “quédate
aquí”. Eliseo decía “vive Dios y vive tu alma que no te dejaré”. Si Eliseo
hubiese tenido amargura en su corazón se hubiera sentido rechazado y hubiera
perdido la unción; si hubiera sido orgulloso, se habría sentido insultado y se
hubiera ido por otro lado. Eliseo fue un fiel a seguir a Elías, y por eso recibió
una doble porción del Espíritu.
Jesús les dijo a sus discípulos: “Ven, y sígueme”. Si quieres ser un hombre fiel,
debes ser un seguidor fiel en todo momento, en la bendición como en la
adversidad, en la instrucción como en la corrección.
Fidelidad en la adversidad
Aun Saúl reconoció el principio de que la lealtad lleva lejos a los emprende-
dores, pues Dios es quien los ayuda. Dios levanta y exhibe a los leales, pero
resiste a los soberbios.
Habrá momentos en que Dios mismo permite que veamos los errores de otros
para probar y ver que hacemos con ellos: si extendemos nuestra mano contra de
ellos y los herimos, o si somos fieles y los guardamos con todo respeto. El error
de un líder no justifica el nuestro; eso fue lo que tuvieron que aprender Aarón y
María cuando murmuraron contra Moisés (Números 12). Hoy en día no se hiere
con una lanza, sino con la legua y el corazón, con murmuración, críticas o
juicios; con divisiones, contiendas o rebeliones. Aun hoy la deslealtad sigue
lastimando pueblos, familias e Iglesias enteras. Guárdate de no cometer este
error.
“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy
poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las riquezas injustas
no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis
fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?” Lucas 16:10-12
Hay tres áreas en las que debemos mostrar fidelidad y en las cuales Dios tiene
puesto el ojo, aunque muchos lo menosprecian:
1. En lo muy poco: Dios prueba a las personas en lo muy poco y hay quienes lo
aprovechan y otros que lo menosprecian, pero allí inicia el camino a la
abundancia. Ej. Jacob, que salio sin dada de su casa, pero confiando en Dios y
regreso lleno de riqueza.
Conclusión
Si Dios se muestra siempre fiel, haz lo mismo tú. Esfuérzate en ser leal y
honorable, y Dios no te va a abandonar nunca. Dios se rodea de fidelidad, y
aunque creas que ser fiel te pueda costar, recuerda que el precio de no ser fiel es
mucho mayor. Satanás, Caín, Judas, Ananías y Safira y otros quedaron como
ejemplo de ello. Pero Abraham, Moisés, Josué, Eliseo, David, Jesús, Pablo y
muchos otros quedaron como ejemplo de lo que te puede suceder si permaneces
siempre fiel.
Introducción
El propósito de Dios
1 Corintios 12:1-6 dice: “No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los
dones espirituales. Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba
llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos. Por tanto, os hago saber
que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie
puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. Ahora bien, hay
diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de
ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero
Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo.”
Dios da a cada uno de sus hijos diferentes regalos, y los da como El quiere en
su cuerpo. “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero
todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también
Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean
judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un
mismo Espíritu.” (1 Corintios 12:12-siguientes)
Cuando alguien nace de nuevo se vuelve parte del cuerpo de Cristo, y no hay
partes inútiles dentro de este cuerpo. Debes reconocer que tú y la gente que
Dios te da a cuidar y discipular, son útiles.
Todos tenemos dones, pero debemos descubrirlos y fluir en ellos. Dios quiere
que funcionemos en su obra, y nos ha dado capacidades sobrenaturales para
bendecir a Su cuerpo.
El beneficiarse de los dones de otros trae unidad, pues Dios quiere que
funcionemos como uno, sin importar clase social, posición económica, raza, etc.
Si vemos a cada persona como nos habla aquí Pablo, no habrá barreras entre
nosotros. Debemos encontrar nuestra posición y nuestra función dentro del
cuerpo. No todos tendremos las mismas funciones, pero sí todos somos útiles.
En todo el pasaje de 1ra de Corintios el apóstol Pablo habla muy poco de los
dones, pero sí de la importancia de ellos. Pues ¿de qué me sirve saber cada uno
y no poder bendecir a los demás con ellos? “Así también vosotros; pues que
anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la
iglesia.” (1 Corintios 14:12)
Definición de dones
Para ganar almas, todos los dones sirven. No podemos escudarnos de ellos para
no servir en todo lo que se nos pide. Lo más importante es que todos los dones
debes ser utilizados con amor.
Palabra de sabiduría
Palabra de ciencia
Consiste en que la persona tiene una visión clara acerca de la palabra de Dios
para que podamos entenderla y ponerla en práctica. Es desmenuzar la palabra y
dar a conocer lo que Dios nos quiso decir desde un principio. La gente que
enseña tiene a fluir mucho en este don. Es una declaración de la verdad que esté
en la Biblia llevándola a la práctica.
Discernimiento de espíritus:
Fe:
Hacer milagros:
Dones de sanidades:
La palabra “don” quiere decir regalo. Cada sanidad es un don. Se quita el dolor
y se hace la salud en el cuerpo de la persona. No es el don de sanar a toda la
gente, sino hacer de cada enfermedad un regalo de sanidad. Es una curación
sobrenatural de males o enfermedades y produce libertad de maldiciones o
ataduras, y remueve dolores o enfermedades.
Profecía:
Interpretación de lenguas:
Introducción
La gracia es uno de los temas más apasionantes que en toda la Biblia se puede
encontrar. Creo que es tan sencillo que el diablo ha querido distorsionarlo a
través de todos los tiempos, por lo que es preciso aprenderlo y vivirla tal como
la dejó enseñada Jesús y sus apóstoles.
Efesios 2:7-9 “para mostrar en los siglos venideros las abundancias riquezas
de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia
sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no
por obras, para que nadie se gloríe.”
En lugar de dársenos el castigo merecido por ser hijos de ira, por su GRACIA
nos hizo resucitar juntamente con Cristo. Vale la pena recordar el estudio de
OBRAS MUERTAS.
Juan 1:14-17 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y
vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad. Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía:
El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo.
Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por
medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de
Jesucristo.”
La gracia no viene sola, por si misma, sino a través de Jesús, el Hijo de Dios.
Gracia: favor. Es decir, no algo que alguien esté obligado a darnos o dar, sino
es un favor que se hace voluntariamente.
Romanos 4
Romanos 5:1-2 “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios
por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por
la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza
de la gloria de Dios.”
Hoy los gentiles creer, y llegará el día en que el tiempo de los gentiles se cerrará
y entrarán los judíos.
Judas 1:4 “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que
desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos,
que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el
único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.”
Hebreos 10:28-29 “El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o
de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que
merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del
pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?”
Hechos 20:24 “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida
para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que
recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de
Dios.”
Ejemplos:
¿Por qué estaban divididos los judíos y los apóstoles? Por el mensaje que
creyeron, es decir, la gracia. (Verso 2).
Las escrituras muestran que los que tenían la ley de Moisés, debían recibir la
gracia, y no los que han creído en la gracia, volverse a la ley.
Hebreos 4:14-15 “Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó
los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no
tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero
sin pecado.”
Introducción
Muchas personas desean la unción para su vida, pero no saben cómo adquirirla
ni para qué sirve. Dios nos enseña en las escrituras sobre este tema y lo que El
busca en sus hijos para darles su precioso Espíritu.
2 Reyes 2 leemos la historia de Elías y Eliseo, cuando éste último iba a ser
arrebatado al cielo por el Señor Eliseo siguió y sirvió a Elías hasta el fin, y
antes de ser llevado al cielo, Elías le preguntó: “Pide lo que quieras que haga
por ti, antes que yo sea quitado de ti” y Eliseo le respondió: “Te ruego una
doble porción de tu espíritu sobre mi”.
“El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te
será hecho así; mas si no, no. Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí
un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo
en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de
Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vió; y tomando sus vestidos, los
rompió en dos partes. Alzó luego el manto de Elías que se había caído, y
volvió, y se paró a la orilla del Jordán. Y tomando el manto de Elías que se le
había caído, golpeo las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y
así que hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro
lado, y pasó Eliseo.” (2 Reyes 2:9-14).
La unción requiere humildad. Eliseo no tenía temor de imitar a Elías, sino que
fue lo suficiente humilde para aprender de su maestro y pedir una doble porción
de la unción de Elías. Como es el maestro, así es el discípulo. Tú debes tener la
humildad de imitar a tu líder si es necesario. Eliseo golpeo las aguas del río
Jordán de la misma manera que lo hizo Elías, y después resucitó aún muerto
usando el mismo método.
Es por esto que Dios usa a unas personas más que a otras: porque son lo
suficientemente humilde para aprender de otros. En es humildad que tenía
Eliseo, vino a reposar el poder de Dios para hacer el doble de milagros que
Elías hizo.
Alzando el manto
La Biblia dice que Eliseo alzó el manto de Elías. Dios no va a ungir a nadie que
no es capaz de agacharse o postrarse para recoger el manto que otro dejó tirado.
Administrando la unción
Jesús quería que con la misma unción del espíritu con la que El fue investido
fuéramos ungidos nosotros, pues el dijo que haríamos mayores cosas de las que
El hizo. “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago,
él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy a padre.” (Juan 14:12)
La fe es imprescindible para fluir en la unción. Esta se hará evidente a media
que tú lo creas. La misma unción que esta sobre el pastor esta sobre ti pero la
expresión de ella sobre tu vida es directamente proporcional al tu fe. No
depende de cuanto tu conoces o sabes de la Palabra, sino de cuánto tú crees en
lo que has aprendido. Esta es la batalla de la fe.
Jesús citó la fe y demandó fe que todo aquel que quiera ser su discípulo.
Predicó muchas veces diciendo “el que creyere…”, pues Dios ha preparado
bendiciones especiales para el que cree.
Cuando Eliseo tomó el manto, no se distrajo en el camino ni presumió por
tenerlo. Se fue directamente al Jordán a hacer milagros. Ve y usa la unción para
lo que Dios la dejó: bendecir a otros a través de la salvación y los milagros. La
unción de va a servir para que, cuando prediques la gente se convierta, para
sanar enfermos para vendar corazones quebrantados y para todo lo que Dios ha
deseado. Así lo dice en la escrituras.
“El Espíritu de Jehová el Señor esta sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel, a
proclamar el año de la buena voluntad, y el día de la venganza del Dios nuestro;
a consolar a todos los enlutados; a ordenar a los afligidos de Sión se les de
gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en
lugar de espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de
Jehová, para gloria suya.” (Isaías 61:1-3)
Dios conoce las intenciones del corazón de cada uno y dará a cada uno como El
crea. Debes examinar tu propio corazón para ver por qué quieres la unción.
Conclusión