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INTRODUCCION

En el mito de la caverna de Platón, es un dialogo que tuvo


con su discípulo Glaucón, donde explica la situación del
hombre en el mundo real, en el cual da a entender que el
humano es un esclavo de su propio mundo, que las sombras
que miraban, era lo que les hacían creer que era un prisionero
se libera para conocer el verdadero mundo exterior una vez
hecho eso regresa a contarles a los demás prisioneros para
liberarlos de las mentiras pero ninguno le creyó, hace una
referencia del hombre hacía el conocimiento.
Es un cuento metaforico sobre una de las mas grandes teorias
de Platon: la teoria del mundo sensible y de las ideas.

CARRERA PROFESIONAL DE
DERECHO

TRABAJO ENCARGADO DE
FOLISOFIA DEL DERECHO

PRESENTADO POR.
GERALDINE RUBI
VELASQUEZ QUISPE

DERECHO TURNO - NOCHE

PUNO-2019
La Alegoría de la caverna es una explicación metafórica, realizada por Platón en el VII libro de La República,
de la situación en que se encuentra el ser humano respecto del conocimiento. Así Platón explica su teoría de
la existencia de dos mundos: el mundo sensible (conocido a través de los sentidos) y el mundo de las ideas
(solo alcanzable mediante la razón).
Por un lado tenemos que la realidad platónica aparece dividida en dos mundos por asi llamarlo:
 Mundo sensible: Es el mundo de los objetos físicos y como tal, está sujeto a cambio, a procesos de generación
y corrupción, y por lo tanto, no es más que apariencia. A este mundo, se llega a través de los sentidos. Este
mundo ha sido construido por el Demiurgo, siguiendo el modelo del mundo inteligible, del que no es más
que una copia.

 Mundo inteligible: Es el mundo de las ideas inmutables y eternas, es el mundo de la razón, el único verdadero,
si bien es cierto que el mundo sensible también es real en la medida que participa del mundo inteligible.

Platón describió en su mito de la caverna una gruta cavernosa, en la cual permanecen desde el nacimiento
unos hombres hechos prisioneros por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas, de forma que únicamente
pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna y no pueden escapar. Justo detrás de ellos, se encuentra
un muro con un pasillo y, seguidamente y por orden de lejanía respecto de los hombres, una hoguera y la
entrada de la cueva que da al mundo, a la naturaleza. Por el pasillo del muro circulan hombres cuyas sombras,
gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver.

En este mito, el ser humano se identifica como los prisioneros. Las sombras de los hombres y de las cosas que
se proyectan, son las apariencias, es decir, lo que captamos a través de los sentidos y pensamos que es real
(región sensible). Las cosas naturales, el mundo que está fuera de la caverna y que los prisioneros no ven, son
el mundo de las ideas, en el cual, la máxima idea, la idea de Bien (o verdad), es el sol. Uno de los prisioneros
logra liberarse de sus ataduras y consigue salir de la caverna conociendo así el mundo real. Es este prisionero
ya liberado el que deberá guiar a los demás hacia el mundo real, es el símbolo del filósofo.

La situación en la que se encuentran los prisioneros de la caverna representa el estado en el que permanecen
los seres humanos ajenos al conocimiento; únicamente aquellos capaces de superar el dolor que supondría
liberarse de las cadenas y volver a mover sus entumecidos músculos, podrán contemplar el mundo de las ideas
con sus infrautilizados ojos.1

Este tipo de alegoría, en la que pone de manifiesto cómo los humanos podemos engañarnos a nosotros mismos
o forzados por poderes fácticos, es repetida durante la historia por muchos filósofos u otros autores, como
Calderón de la Barca con La vida es sueño. Ejemplos más modernos pueden ser el libro Un mundo feliz
(Huxley, 1932), la trilogía cinematográfica Matrix (especialmente la primera) o El show de Truman.

Podríamos afirmar que en el extraño y bello mito de la caverna se concentra lo más profundo de todo su
pensamiento. El mito, haciendo uso de imágenes dotadas de una gran fuerza descriptiva, muestra pluralidad
de aspectos de su pensamiento: la visión de la naturaleza humana, la teoría de las ideas, el doloroso proceso
mediante el cual los humanos llegamos al conocimiento, etc. El mito, lleno de sublimes metáforas y abierto a
pluralidad de interpretaciones, es fuente permanente de inspiración para los artistas y para los pensadores en
general.

En el mito, Platón relata la existencia de unos hombres cautivos desde su nacimiento en el interior de una
oscura caverna. Prisioneros de las sombras oscuras propias de los habitáculos subterráneos; además, atados
de piernas y cuello, de manera que tienen que mirar siempre adelante debido a las cadenas sin poder nunca
girar la cabeza. La luz que ilumina el antro emana de un fuego encendido detrás de ellos, elevado y distante.

Llegados aquí, Platón, por boca de Sócrates, nos dice que


imaginemos entre el fuego y los encadenados un camino
elevado a lo largo del cual se ha construido un muro, por este
camino pasan unos hombres que llevan todo tipo de figuras que
los sobrepasan, unas con forma humana y otras con forma de
animal; estos caminantes que transportan estatuas a veces
hablan y a veces callan. Los cautivos, con las cabezas
inmóviles, no han visto nada más que las sombras proyectadas
por el fuego al fondo de la caverna -como una pantalla de cine

1 EL DUALISMO ANTROPOLÓGICO DEL MITO DE LA CAVERNA


El ser humano también se encuentra dividido en cuerpo y alma (dualismo antropológico).
 El cuerpo, pertenece al mundo sensible y es la parte corruptible, está sujeto a generación y corrupción y no es más que una cárcel para el alma.
 El alma, ha caído del mundo de las ideas, y desde ese momento vive encadenada al cuerpo, del que se liberará tras la muerte. El alma, conoce las ideas, ya que ha
estado en contacto con ellas, por lo que en un momento, el filósofo defenderá la teoría de la reminiscencia, según la cual, conocer es recordar.
en la cual transitan sombras chinas- y llegan a creer, faltos de una educación diferente, que aquello que ven
no son sombras, sino objetos reales, la misma realidad.

En éstas, Glaucón, el interlocutor de Sócrates, afirma que está absolutamente convencido que los encadenados
no pueden considerar otra cosa verdadera que las sombras de los objetos. Debido a la obnubilación de los
sentidos y la ofuscación mental se hallan condenados en tomar por verdaderas todas y cada una de las cosas
falsas. Una vez Sócrates ha comprobado que Glaucón ha comprendido la situación, le explica que si uno de
estos cautivos fuese liberado y saliese al mundo exterior tendría graves dificultades en adaptarse a la luz
deslumbradora del sol; de entrada, por no quedar cegado, buscaría las sombras y las cosas reflejadas en el
agua.
RESUMEN:
Es una alegoría de Platón en la cual desea explicar la manera en la cual nos encontramos los seres humanos
ante el conocimiento. Se nos plante la CAVERNA en la cual hay muchos prisioneros atados a unos muros,
por lo cual sólo pueden ver hacia la pared y en la misma posición detrás de ellos hay una fogata y esta hace
que todas aquellas personas que están en el exterior se proyecten en la pared que ven los cautivos, un día uno
de los prisioneros sale al exterior y ahora puede admirar las cosas tal y como son y ya no como sombras.
Aquí Platón pretende también mostrar la existencia de dos mundos.
El mundo sensible que es conocido mediante los sentidos y el mundo inteligible que es alcanzado mediante la
razón.
Después el prisionero entra nuevamente a contarles a sus compañeros lo que había visto, pero aquellos
enajenados con las sombras le dijeron que si intentaba sacarlos lo matarían.
Aquí también se hace comparación:

Los prisioneros, es la humanidad; mientras que ese prisionero al que mataron, es la representación del filósofo
y de aquellas personas que intentan mostrar la verdad.
Pues bien, el mundo sensible sería la caverna de la que habla Platón y en la cual se encuentran presos y
encadenados unas personas, de manera que solo pueden ver el muro del fondo, sin posibilidad de mover nunca
la cabeza. Detrás de ellos, hay un pasillo y una hoguera en la entrada, de modo que, cuando las personas, los
animales del exterior caminan por el pasillo, solo alcanzan a ver sus sombras, que proyecta el fuego de la
hoguera. Los prisioneros, así, piensan que las sombras son la única realidad, ya que su situación, no les permite
ver más allá.
Pero ¿que ocurriría si una de estas personas se libera de sus cadenas y se vuelve hacia la luz? Que se vería
ante una nueva realidad, una más real, más verdadera, diferente a la primera, que no era más que apariencia,
sombras de la auténtica realidad. De este forma, esta persona se vería obligada a salir de la caverna, un proceso
duro y no exento de esfuerzos, ya que el ver la luz primera vez, siempre hace daño a los ojos, un proceso de
ascensión desde el mundo subterráneo al mundo exterior, al mundo de la luz del sol, del bien o del
conocimiento verdadero. Este es, por tanto, un proceso dialéctico, en el que, a partir de la ignorancia, se llega
a la verdad. La educación tendrá, en este sentido, un papel fundamental.
Una vez conocida la verdad, esta persona, debe volver al interior de la caverna y comunicarla al resto, aunque
nadie le crea. Los prisioneros llevan tanto tiempo viviendo entre tinieblas que se burlan ante la posibilidad de
otra realidad diferente. Es por esto, que no todo el mundo está preparado para dejar atrás la cueva, para salir
al exterior y liberarse de sus cadenas. La vuelta a la caverna es peligrosa, ya que ayudar al ser humano a
conocer la verdad puede suponer la muerte, igual que le ocurrió a al maestro de Platón, Sócrates.
ENTONCES PUNTUALIZAMOS QUE:
Se trata de ser una explicación acerca del ser humano y de la realidad. Así, para el filósofo, hace una
duplicación del mundo. Por un lado, estaría el mundo sensible, el mundo físico, al que se accede a través de
los sentidos y el mundo inteligible, el mundo de las ideas al que se accede por medio de la razón. Esto es lo
que se conoce como dualismo ontológico, que lleva a su dualismo antropológico, es decir, a la defensa de una
doble dimensión en el ser humano, el cuerpo, asociada al mundo sensible y el alma, que pertenece al mundo
de las ideas.
MAPA CONCEPTUAL DEL MITO DE LA CAVERNA DE PLATON
Bibliografía
Platón. La República. Ed. Gredos

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