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Una generación que Conquista

TOMA DECISIONES CORRECTAS


“Porque las decisiones si importan para alcanzar la Victoria”

“14 Por todo esto, respeten y honren al Señor. Sírvanle con integridad y de todo corazón. Echen
fuera a los dioses que sus padres adoraron en el otro lado del río y en Egipto, y que aún están
entre ustedes, y en su lugar sirvan al Señor. 15 Pero si no les parece bien servirle, escojan hoy a
quién quieren servir, si a los dioses que sus padres adoraron cuando aún estaban al otro lado del
río, o a los dioses que sirven los amorreos en esta tierra donde ahora ustedes viven. Por mi parte,
mi casa y yo serviremos al Señor.” Josué 24:14-15 (RVC)

Introducción
Los tiempos que uno vive, marcan el tipo de decisiones que uno tiene que hacer. No
importa si las costumbres o las situaciones sean diferentes, las buenas decisiones siguen
siendo buenas, y las malas decisiones siguen siendo malas. Las buenas decisiones que
otros hicieron en tiempos Bíblicos según la época que vivieron, sirven de ejemplo para
nosotros. El hombre/mujer todos los días tiene que tomar decisiones, a veces más
complicadas que otras. Veamos algunos de los ejemplos.

A. EL EJEMPLO DE JOSUÉ.

El primer ejemplo que tenemos es el de Josué, que había quedado en lugar de Moisés
como el líder de Israel. Ellos habían terminado la conquista, y Josué ya estaba viejo.
Él reúne a todo el pueblo que ahora está viviendo en la Tierra Prometida, para que
hicieran una decisión sobre su LEALTAD a JEHOVÁ. Israel como pueblo ya había
hecho esa decisión anteriormente, pero ahora van a reposar de las guerras, y Josué
sabe muy bien que él un día va a morir y el pueblo tendrá que seguir sus propias
decisiones. La tendencia de Israel no había cambiado mucho. Con frecuencia eran
dados a seguir otros dioses. El versículo 14, que precede al gran texto donde Josué
hablará de su más grande decisión, es el corazón de todo su discurso. Usted puede
notar tres grandes imperativos que ponen al pueblo a definirse sobre su fidelidad:
temed, servidle y quitad.

1. La firme decisión de Josué, un gran ejemplo que debe captar la atención de cada
uno de nosotros como padres, y es la forma en que Josué asegura no solamente
su posición, sino también la posición de toda su familia. Josué como cabeza del
hogar había hecho una decisión firme, y era que toda su familia serviría a JEHOVÁ
sin importar lo que el resto del pueblo hiciera. Es muy fácil pedir que la gente haga
cosas sin que necesariamente yo esté involucrado en ello. Lo que tenemos que
hacer es recordar que el futuro de nuestros hijos, toma inicio en el hogar; el
ejemplo que demos a ellos será el que seguirán. Josué es el primero en colocarse
en la brecha cuando Dios busca un hombre para que le sirva. Josué fue un hombre
que hizo un compromiso genuino con Dios.

a. Los hijos varones necesitan a un padre en el hogar, como un guía y un ejemplo


de cómo un hombre debe comportarse. Pero muchos piensan que las hijas no
necesitan a un padre de la misma manera que los hijos lo necesitan. Sin
embargo, los estudios, dicen que los niños/as que son criados en un hogar
sin un padre, son más propensos a consumir drogas o tener problemas de
comportamiento y aun de terminar en la cárcel. Early dice que en sus visitas a
diferentes prisiones juveniles, no encontró ni un solo muchacho que tuviera un
padre en el hogar.

b. Pero, también se dice que una hija que pasa un poco de tiempo con su padre,
es menos probable que consuma licor o entre en relaciones sexuales ilícitas.

2. Josué decidió por su familia. Esto revela que él conocía muy bien a su esposa y
a sus hijos. No tenemos que indagar mucho para saber que Josué tenía una
familia que lo respaldaba en todo. Él pudo decir eso porque conocía la fidelidad
de su esposa y la obediencia que habían mostrado sus hijos hacia él y hacia Dios.
De modo que sus palabras no revelan una posición “machista”, que dice que en
“mi casa se hace lo que diga yo”. Más bien nos revela el fruto del consenso y de lo
que se vivía a diario. Hay tres mandamientos que Josué tuvo en cuenta en su
decisión.

a. “Temed a Jehová”. Así que con esto aquí Josué no dice que le tengamos miedo
a Dios, sino que le honremos, y que respetemos sus mandamientos y
enseñanzas. ¿Qué podemos hacer nosotros para rectificar lo que está
sucediendo en nuestros hogares?

b. “…servidle con integridad y en verdad…”. Impartir la integridad y la verdad


de Dios con nuestra familia, y todos aquellos a quien amamos y estimamos es
de suma importancia porque la realidad es que si en nuestro hogar no estamos
enseñando a nuestros hijos, familiares, y seres queridos a orar, y a conducir una
vida en santidad, entonces no estamos sirviendo a Dios con integridad y en
verdad. Si permitimos que las cosas del mundo, nos detenga de lo que tenemos
que hacer, entonces no estamos sirviendo a Dios con integridad y en verdad.

c. “…y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros
padres…”. Hoy en día existen muchos dioses en los hogares de muchos
creyentes. Aunque no existan dioses hechos de madera, piedra, o metales.
Preguntémonos, ¿servimos al dios material? ¿servimos al dios de la
ambición? Pero, el Señor nos dice: “Poned la mira en las cosas de arriba, no en
las de la tierra” Colosenses 3:2. ¿Cuándo fue la última vez que convocaste a
todos los miembros de tu hogar a oración? ¿Cuándo fue la última vez que le
dedicaste tiempo a Dios con tu familia para compartir su Palabra?

Si en tu hogar no se ora con frecuencia, si tu familia no se une para alabar a


Dios, si no enseñas a tus hijos a conducir una vida recta y en santidad, entonces
en tu casa no hay solamente un dios de este mundo, tu casa está llena de dioses
y te digo en el día de hoy que ha llegado el momento de tomar una decisión.

B. EL EJEMPLO DE DANIEL Y SUS COMPAÑEROS.

La historia de Daniel y sus compañeros data muchos años después de la historia de


Josué. El reino del norte de Israel había sido llevado cautivo por los Asirios un siglo
antes, y el reino del sur Judá también había sido rebelde a Dios. El último de los reyes
buenos (Josías), había muerto en una guerra, cuatro años antes de la invasión de
Judá. Josías había sido la última esperanza para Judá. Los hijos de Josías, y parece
ser toda su familia, hacía lo malo ante los ojos de JEHOVÁ. Daniel seguramente que
en su niñez y adolescencia, había conocido al rey Josías, siendo que Daniel era parte
del grupo de la casa real que había sido llevada cautivo por primera vez por el rey
Nabucodonosor.

1. Daniel tenía entre 15 a 19 años de edad. A veces pensamos que los jóvenes no
pueden hacer buenas decisiones, pero el ejemplo de Daniel, sus compañeros, y
José el hijo de Jacob, nos muestra que eso no es verdad.

2. Sus decisiones fueron determinantes para el éxito. Daniel decide no


contaminarse. Daniel 1:1-8 dice:

a. En primer lugar, debemos notar que no sabemos quiénes fueron los


padres de Daniel. Pero lo que sí sabemos, es que alguien tuvo que haber sido
una buena influencia para este joven. Puede ser que sus padres eran judíos
piadosos, y también puede ser que el buen rey Josías llegó a influenciar a este
joven.

b. En segundo lugar, eran muchos los que fueron llevados cautivos, pero son
solamente CUATRO los que deciden no contaminarse. El versículo 8 es
clave, no solo para Daniel, sino para nosotros hoy día. “Y Daniel propuso en su
corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él
bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.”
Daniel 1:8. Si Daniel 600 años AC, pudo hacer esa decisión, cuanto más nosotros
que tenemos todos los beneficios de la Salvación, y al Espíritu Santo en
nosotros. La comida del rey era dedicada a su dios. Fausset dice al respecto:
“Era costumbre tirar sobre la tierra una pequeña porción de las viandas como
ofrenda inicial a los dioses, como para consagrar a ellos el festín entero
(Deuteronomio 32:37-38)

¿Puede un joven vivir una vida pura con una manera de hablar limpia? Por
supuesto que puede hacerlo. Si Daniel a su temprana edad decidió no
contaminarse, los jóvenes y adultos en nuestros días lo pueden hacer también.
Recordemos que nuestra forma de expresar, nuestra conducta y nuestra
forma de tratar a otros, muestra si de veras andamos en santidad. Y
recordemos que sin santidad nadie verá al SEÑOR. Hebreos 12:14.

CONCLUSIÓN

Como podemos ver, las buenas decisiones sí importan, y las malas decisiones traen
consecuencias que a veces son para siempre. Hagamos buenas decisiones.

Josué les dijo al pueblo: “…Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si
a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los
dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis…” En otras palabras Josué les dijo, la decisión
es tuya, y nadie la puede hacer por ti. Pero Josué ya había tomado una determinación, y
es la determinación que todos debemos tomar. Josué dijo: “…pero yo y mi casa
serviremos a Jehová…” Tenemos que aceptar la responsabilidad que conlleva ser
cristiano. En la iglesia nos reunimos, en la iglesia compartimos, pero el compromiso con
Dios, y la santidad comienza en el hogar.

Tenemos que echar fuera de nuestros hogares toda obra del enemigo. Tenemos que
destruir las obras del enemigo que buscan apartarnos de la presencia de Dios. En otras
palabras, mantener siempre muy en mente lo que encontramos en 3 Juan 11, que nos
advierte: “…Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el
que hace lo malo, no ha visto a Dios…”

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