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Práctica Jurídica
de la Salud Pública
Segunda Parte
PRÁCTICA JURÍDICA
DE LA SALUD PÚBLICA
4 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
5
José Emilio Ortega
Director
Práctica Jurídica
de la Salud Pública
Segunda Parte
Córdoba
2009
MINISTERIO DE SALUD DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA
6 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
Impreso por:
GOBIERNO DE LA
PROVINCIA DE CÓRDOBA
Gobernador Vicegobernador
Cr. Juan Schiaretti Sr. Héctor Oscar Campana
Ministro de Salud
Dr. Oscar Félix González
Secretario de Gestión Hospitalaria
Dr. Rafael Torres
Secretario de Programación Sanitaria
Dr. Héctor Gabriel Pedetta
Secretario de Coordinación Técnico Administrativa
Ab. José Emilio Ortega
AUTORIDADES DE LA SECRETARÍA DE
COORDINACIÓN TÉCNICO ADMINISTRATIVA
COMITÉ DE REFERATO
PRÓLOGO
Dr. Hugo Juri, Dr. Rubén Américo Martí y Prof. Dr. Carlos Alberto Taquini, a
quienes les agradecemos profundamente por su inestimable colaboración en
este proyecto editorial.
La dinámica propia de la materia sanitaria nos posibilita, a poco de haber
iniciado esta serie de publicaciones, emprender este nuevo desafío, reuniendo
distintos artículos inéditos que ilustran sobre importantes y diversos aspectos
de nuestra diaria tarea.
José Emilio Ortega y Federico Robledo efectúan un abordaje de la cober-
tura jurídica de la ancianidad, analizando su reconocimiento y diseño en el
bloque de constitucionalidad federal y el derecho público provincial.
Agustín Carignani comparte con José E. Ortega, una revisión
pormenorizada respecto a un tema de creciente interés entre los operadores
de la salud, nuestros colegas abogados, organizaciones de la sociedad civil y
funcionarios: «La Salud Ambiental en el ordenamiento jurídico».
Eduardo Octavio Figueroa aporta un estudio acerca del instituto del adi-
cional del recurso humano crítico a la luz de la ley 7625, que trata de los
requisitos de admisibilidad de su declaración y de los límites de su concesión.
En tanto Juan Fernando Micaelli y Esteban Soria Güidone son autores de
“Tabaquismo y Derecho a la Salud”, en el que se concentran en el estudio de
la regulación del tema hasta nuestros días, así como sus posibilidades a futuro.
En lo personal, compartí con María Agustina Jacinta Sommer la autoría
del trabajo “El deber de cuidar la salud”, particular enfoque sobre otro aspec-
to que integra la amplia concepción de salud y de ejercicio solidario de un
derecho. Con Esteban Soria Guidone transitamos la “Emergencia Sanitaria”,
desde la teoría y la práctica, analizando tanto los requisitos de procedencia,
como las medidas públicas que su declaración posibilita realizar en su conse-
cuencia. En tanto que conjuntamente con Federico Robledo elaboramos “As-
pectos novedosos de la protección de la salud y la vida - A propósito del caso
´...y otra c/ IOMA y otra s/Amparo”, analizando un meduloso y reciente fallo
de un tribunal de alzada marplatense, que trata sobre la cobertura de la ferti-
lidad asistida y otros aspectos colaterales importantes.
Asimismo, Nancy Cortizo y María del Valle Lescano realizan un trabajo
de síntesis y sistematización de los Convenios suscriptos por el Ministerio de
Salud de la Provincia de Córdoba.
Finalmente, nos acompañan en esta oportunidad Oscar Ernesto Garay,
Silvina Aranovich y Marina Khoury, quienes presentan su trabajo “Ejerci-
cio legítimo de las Profesiones de la Salud”, en el que realizan un estudio
Introducción 15
1. Introducción a la “Ancianidad”
1
MANSILLA, Lucio V., Una excursión a los Indios Ranqueles, Edición Saúl Sosnowski,
Stockcero, Miami, 2007, pág. 317.
2
Cfr. CIURO CALDANI, Miguel Ángel, “Necesidad de un complejo de ramas del mundo
jurídico para un nuevo tiempo” en Investigación y Docencia”, Nº 40, Centro de Investigacio-
18 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
2. El anciano en su circunstancia
nes de Filosofía Jurídica y Filosofía Social de la UNR, Fundación para las Investigaciones
Jurídicas, Rosario, 2007, pág. 115
3
El Diccionario de la Real Academia Española define a la ancianidad, en su acepción
segunda, como “el último período de la vida ordinaria del hombre” en http://buscon.rae.es/
draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=ancianidad (02-06-09)
4
Cfr. DABOVE CARAMUTO, María Isolina, Los Derechos de los Ancianos, Ciudad Argentina,
Buenos Aires, 2002 citado en DAVOBE CARAMUTO, María Isolina y PRUNOTTO LABORDE, Adolfo,
Derecho de la Ancianidad. Perspectiva Interdisciplinaria, Juris, Rosario, 2006, págs 11 y 12.
Los Derechos de los Ancianos 19
5
Cfr. ENRIQUE MIRET, Magdalena, “El Siglo de las personas mayores” en BLÁZQUEZ, Martín
Diego (Coordinador), Los Derechos de las Personas Mayores. Perspectivas sociales, jurídicas,
políticas y filosóficas, Cuaderno Bartolomé de las Casas Nº 40, Instituto de Derechos Humanos
Bartolomé de las Casas de la Universidad Carlos III, Dikinson, España, 2006, pág. 9
6
NIKKEN, Pedro, “Los Derechos del niño, de los ancianos y de la mujer: su protección
internacional” en acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual de la Universidad Nacional Autónoma
de México, http://www.bibliojurídica.com (20-05-09)
7
BLÁZQUEZ, Martín Diego, “Los derechos (humanos) de los ancianos” en BLÁZQUEZ, Martín
Diego (Coordinador), Los Derechos de las Personas Mayores. Perspectivas sociales, jurídicas,
políticas y filosóficas, Cuaderno Bartolomé de las Casas Nº 40, Instituto de Derechos Humanos
Bartolomé de las Casas de la Universidad Carlos III, Dikinson, España, 2006, pág. 17
8
TOMASELLO, Andrés, “Derechos de la Ancianidad” en DJ2002-3, 928
9
La Naciones Unidas ha puesto de resalto que la Argentina es uno de los países donde el
aumento demográfico de las personas mayores seguirá creciendo exponencialmante. Cfr. OMS
e INPEA, Missing Voices view of older person on elder abuse, pág. 3 en http://www.who.int/
ageing/projects/elder_abuse/missing_voices/en/ (01-06-09)
10
S OLÍS, Patricio, “El ingreso a la cuarta edad en México: una aproximación a su
intensidad, calendario e implicaciones en el apoyo familiar y social a los ancianos” en
Papeles de Población, Enero/Marzo Nº 19, Universidad Autónoma del Estado de México,
Toluca, 1999, pág. 43.
20 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
Este dato presenta particular interés, pues es dable reflexionar sobre si las
instituciones, el derecho y el andamiaje sanitario están a la altura de esta
ampliación de la expectativa de vida, si la acompañan debidamente. Es razo-
nable examinar si la transición se ha “democratizado”, si los procesos son
vividos en plenitud no sólo por algunos sujetos, sino por amplias capas de la
comunidad 11, si la sobrevida tiene la adecuada consideración por la sociedad,
el mercado, las leyes, los bienes culturales.
12
b. Calidad de vida
11
En el sentido propuesto por Treas y Bengston, citados en SOLÍS, Patricio, ob. cit. pág. 44.
12
Aquí hablamos de “calidad de vida” relacionándola específicamente con la calidad que
pueda presentar el envejecimiento. Respecto a la definición jurídica de “calidad de vida” ver
nuestro artículo “Salud Ambiental en el ordenamiento jurídico”, punto 2.
13
SOLÍS, Patricio, ob. cit., pág. 46.
Los Derechos de los Ancianos 21
Cada vez hay más personas ancianas viviendo solas, sin redes primarias
de apoyo, a causa de la verticalización de las familias (ruptura de la solidari-
dad vertical), por lo que la realidad asistencial deberá recaer sobre redes de
apoyo coetáneas (solidaridad horizontal) no consanguíneas 14.
En el informe sobre la situación de la Ancianidad de Argentina presentado
ante la OMS, se ha indicado que la soledad de los ancianos o abandono por
sus familiares es un factor determinante de todos sus problemas.15
¿La soledad aumenta las desigualdades? ¿Es posible prever quiénes que-
darán solos? ¿Es posible anticipar quiénes, entre los solos, pertenecerán a la
tercera o a la cuarta edad? ¿Es factible trabajar sobre grupos de amortigua-
miento o contención de esa soledad potencial o real (sean familiares o no
familiares)? ¿Es posible fomentar la participación de estos grupos en organi-
zaciones gubernamentales o no gubernamentales que los nuclean? ¿Los pro-
gramas de salud, los de desarrollo social, la propia seguridad social, deben
mejorar su respuesta ante estos fenómenos asegurando la calidad de vida en
las etapas previas con un sentido prospectivo? ¿En cuánto influye, a este
respecto, el estereotipo actual respecto a los ancianos?16¿Cómo deben coadyu-
14
TOMASELLO, Andrés, “Derechos de la Ancianidad” en DJ2002-3, 928
15
Informe de la Argentina sobre el estado de la Ancianidad presentado a la Organización
Mundial de la Salud en el 2001, disponible en página de la OMS, http://www.who.int/ageing/
projects/elder_abuse/missing_voices/en/ (01-06-09)
16
1 Pues como bien se ha dicho,“... en muchas sociedades existen muchos estereotipos
negativos acerca de las personas ancianas. Muchas personas consideran la declinación de las
22 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
d. Maltrato y discriminación
habilidades en la tercera edad como inevitable e irreversible (...) Si queremos vivir la vejez de
una manera determinada tenemos que revisar la imagen que nosotros mismos tenemos de las
personas ancianas”. Cfr. REYES CAMEJO, Teresa et al, “Salud en la tercera edad y calidad de
vida”, Centro Gerontológico Colón Máximo Gómez, Cuba, 2001.
17
Lo definimos como “Cualquier acto único o repetido o falta de acción apropiada que
ocurra en cualquier relación, supuestamente de confianza, que cause daño o angustia a
cualquier persona de edad” (Secretaría General de la Comisión de Desarrollo Social de la II
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento).
18
BOBIO, Norberto, De Senectute y otros escritos autobiográficos, Taurus, Madrid, 1996,
pág. 27 citado por BLAZQUEZ, Martín Diego, ob. cit. pág. 22.
19
SEMINO, Eugenio, “Maltrato, Abuso y Abandono en la Tercera Edad” en acervo virtual de
la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, http://www.defensoria.org.ar/
areastematicas/doc/v014.doc (06-06-09)
20
Cfr. “Respuesta Mundial al Maltrato de Personas Mayores” en Revista Panamericana de Salud
Pública, Vol. 17, Junio de 2005, pág. 456. Ver OMS e INPEA, Missing Voices view of older person on
elder abuse en http://www.who.int/ageing/projects/elder_abuse/missing_voices/en/ (01-06-09)
21
Los otros países sobre los cuales se llevó a cabo esta investigación son Austria, Brasil,
Canadá, India, Kenya, Líbano y Suecia.
Los Derechos de los Ancianos 23
22
Cfr. BLÁZQUEZ, Martín Diego, ob. cit. pág. 24.
23
OPS, 44º Consejo Directivo, 55º Sección del Comité Regional, La Familia y la Salud,
2003, citado en DAVOBE CARAMUTO, María Isolina y PRUNOTTO LABORDE, Adolfo, Derecho de la
Ancianidad. Perspectiva Interdisciplinaria, Juris, Rosario, 2006.
24
Cfr. GELLI, María Angélica, “Los nuevos derechos en el paradigma constitucional de
1994” en La Ley 1995-C, 1142
24 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
25
Constitución Nacional, Art. 33: “Las declaraciones, derechos y garantías que enumera
la Constitución, no serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no enume-
rados; pero que nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de
gobierno”.
26
Cfr. BIDART CAMPOS, Germán J. “El artículo 75 inc. 22, de la Constitución y los derechos
humanos” en La aplicación de los tratados sobre derechos humanos por los tribunales loca-
les, pág.85, Ed. Del Puerto, Buenos Aires, RA, 1998.
27
Cfr. RIBERI, Pablo, Variaciones sobre igualdad como valor, principio y derecho, Medi-
terránea, Córdoba, 2007, pág. 102.
28
Ver BARRERA BUTELER, Guillermo, El caso “Itzcovich”: ¿Una sentencia de necesidad y
urgencia?, en Foro de Córdoba, (Publicación de doctrina y jurisprudencia), Año XVI, Nº 99,
Advocatus, Córdoba, 2005.
29
CSJN Fallos 328:566, “Itzcovich, Mabel c. Administración Nacional de la Seguridad
Social” (29-03-05), V oto del Dr. Lorenzetti, consid. 11
30
TRAVIESO, Juan Antonio, “La protección de los derechos de los ancianos. Aspectos
nacionales e internacionales” en La Ley Actualidad, 1995/07/06, pág. 3.
Los Derechos de los Ancianos 25
31
Es menester puntualizar que estas tres clases de medidas pueden combinarse en la
realidad.
32
Las medidas de acción positiva fueron una creación pretoriana de la Corte Suprema de
los Estados Unidos en el caso “Brown vs. Board of Education of Topeka” (1954). No obstan-
te, Roberto Gargarella señala que en el continente americano, a principios del Siglo XIX, la
discriminación inversa ya tenía tributarios, como José Artigas, que en el Reglamento Provisorio
de 1815 bregaba por la discriminación positiva a favor de los más pobres. (cfr. GARGARELLA,
Roberto, “Injertos y Rechazos: Radicalismo Político y Transplantes Constitucionales en
América” en acervo virtual del Seminario en Latinoamérica de Teoría Constitucional y Política
de la Y ALE L AW S C H O O L , en www.law.yale.edu/documents/pdf/SELA/
RobertoGargarella__Spanish_.pdf - (26-05-09)
33
Este concepto ha sido construido por el Comité para la Igualdad entre hombres y
mujeres del Consejo de Europa y es citada por KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, “Las Acciones
Positivas en la Reforma Constitucional (art. 75 i nc. 23)” en La incidencia de la Reforma
Constitucional en las distintas ramas del derecho”, XII Reunión conjunta de las Academias
Nacionales de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba y Buenos Aires, Biblioteca de la
Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, Serie II - Obras - Nº 27,
Buenos Aires, 1998, pág. 93-94.
26 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
la Constitución y por los tratados internacionales a los ancianos 34, los otros
tres grupos enunciados y cualquier otro grupo vulnerable no enunciado. Fiss
aporta que las medidas de acción positiva son en definitiva verdaderas herra-
mientas de justicia 35.
34
CSJN Fallos 328:1602, “Sánchez, María del Carmen c. Administración Nacional de la
Seguridad Social” (17-05-05), Voto del Dr. Maqueda, consid. 10 in fine.
35
FISS, Owen, “Affirmative Actions as a strategy of justice”, ensayo presentado en la
sesion inaugural del Simposio “Affirmative Action Talk” (17 y 18 de Octubre de 1996) del
Whitney Humanity Center y YALE LAW SCHOOL, en Report for the Institute for Philosophy &
Public Policy, www.law.yale.edu/documents/pdf/affirmativeaction.pdf (23-05-09)
36
GARGARELLA, Roberto, “Injertos y Rechazos: Radicalismo Político y Transplantes Cons-
titucionales en América” en acervo virtual del Seminario en Latinoamérica de Teoría Constitu-
cional y Política de la YALE LAW SCHOOL, en www.law.yale.edu/documents/pdf/SELA/
RobertoGargarella__Spanish_.pdf - (05-06-09)
Los Derechos de los Ancianos 27
37
Cfr. HUENCHUAN, Sandra y MORLACHETTI, Alejandro, Derechos Sociales y Envejecimien-
to: modalidades y perspectivas de respeto y garantía en América Latina, http://www.eclac.org/
celade/noticias/páginas/6/27116/HuenchuanS.pdf (21-03-08)
38
SALVIOLI, Fabián, Curso Básico sobre el Sistema Interamericano de Protección de los
Derechos Humanos, IIDH, 2003, en Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Glosa-
rio, http://www.iidh.ed.cr/glosario.htm (24-03-08).
28 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
De los cuatro grupos vulnerables enunciados por el art. 75 inc. 23, los
ancianos y discapacitados son los que poseen una tutela más débil en el hori-
zonte normativo internacional.39
Los tratados de derechos humanos que conforman el bloque de
constitucionalidad, no contemplan expresa y sistemáticamente los derechos
de la ancianidad, salvo en el aspecto de la seguridad social. No obstante, en
comunión con nuestra Carta Fundamental, receptan en su letra y espíritu, la
igualdad real de oportunidades y las acciones positivas a favor de los grupos
vulnerables, como uno de los medios para efectivizar la primera.40
No obstante, en el 2003, la República Argentina ratificó el Protocolo Adi-
cional a la Convención Americana de Derechos Humanos en materia de de-
rechos económicos, sociales y culturales (Protocolo de “San Salvador”), que
completa el Pacto de San José de Costa Rica, con la cláusula de los derechos
de la ancianidad:
“Toda persona tiene derecho a protección especial durante su ancianidad.
En tal cometido, los Estados partes se comprometen a adoptar de manera
39
Los “Niños” poseen la Convención de los Derechos del Niño -con jerarquía constitucio-
nal- que les dispensa un tratamiento integral y ajustado a su situación particular de indefen-
sión, reconociéndose principios y derechos propios. Las Mujeres se encuentran especialmen-
te tuteladas por la Convención de Eliminación de todas las formas de Discriminación a la Mujer
y el resto de los tratados de derechos humanos con jerarquía constitucional que, en general,
prohíben la discriminación fundada en el género. La situación de los “Discapacitados” se
encuentra contemplada en la Declaración de Derechos del Retardado Mental , Declaración de
los Derechos de los Impedidos (1975), Declaración de los Derechos de la Persona Sorda y
Ciega y Declaración de los Derechos de las Personas con Discapacidad, entre otros (Ver
ROBLEDO, Federico Justiniano, “Hacia una mejor tutela constitucional de los discapacitados”
en Cuaderno de Federalismo, Instituto de Federalismo de la Academia Nacional de Derecho y
Ciencias Sociales de Córdoba, Córdoba, XIX, Advocatus, Córdoba, 2006, págs.104-123)
40
La CADH, PIDESC y DUDH no incluyen expresamente a la edad como uno de los
factores prohibidos de discriminación. El Comité de DESC ha señalado que ello se debe a que,
cuando se adoptaron estos instrumentos normativos internacionales, el problema del envejeci-
miento no era tan importante ni urgente ni revestía la actualidad de los días que corren. Ello no
obsta, que pueda ser incluída en la expresión “cualquier otra condición social”. Cfr. Observación
General Nº 6 del Comités de DESC, “Los Derechos Económicos Sociales y Culturales de las
Personas Mayores”, 13 º Período de Sesiones - 1995, UN E/1996/22, considerandos 11 y 12.
Los Derechos de los Ancianos 29
Asimismo, cabe precisar que los avances más importantes se han dado en
el seno de las Naciones Unidas. En Asamblea General de las Naciones Uni-
das 41 N° 46/91 en la 74ª sesión plenaria del 16 de diciembre de 1991, se
dispuso la ejecución del Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento
y Actividades Conexas y su Anexo: Principios de las Naciones Unidas en
favor de las personas de edad, donde se especifica sobre su independencia y
participación, cuidados, autorrealización y dignidad. Anteriormente, en 1982,
se había realizado en Viena la Primera Asamblea Mundial sobre el Envejeci-
miento, que procuró el informe sobre “Los asentamientos humanos y el enve-
jecimiento” al año 1982 y posteriormente en 1993. En Madrid, del 8 al 12 de
abril de 2002 se realizó la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimien-
to, bajo el lema “Una Sociedad para Todas las Edades”.42
41
Órgano en el que están representados todos los estados miembros de las Naciones
Unidas, más observadores e invitados.
42
Cfr. TOMASELLO, Andrés, ob. cit.
30 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
43
Seguimos en este punto el trabajo de Mariano Novelli, titulado Los Derechos Constitu-
cionales de los Ancianos en la Argentina, Dunken, Fundación para las Investigaciones Jurídi-
cas, Buenos Aires, 2006 y el trabajo conjunto de DABOVE CARAMUTO, María Isolina, GONEM
MACHELLO, Graciela M, NAWOJCZYK, Érica, NOVELLI, Mariano H., PRUNOTTO, Mariana E. y
RODRIGO, Fernando titulado “Aportes para el pleno reconocimiento constitucional del derecho
de los ancianos” publicado en La Ley 20/06/2008, 1.
44
Es dable puntualizar que la Constitución de Mendoza vigente es la de 1916, y a la fecha
no ha sido fruto de ninguna reforma, quedándose al margen del ciclo de reformas constitucio-
nales provinciales nutridas por el constitucionalismo social.
45
Cfr. NOVELLI, Mariano, ob. cit., pág. 67.
Los Derechos de los Ancianos 31
46
Ibidem.
32 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
47
Cfr. CAPEL, Mariano, HARRINGTON, Paula, MIRANDA, Magali, ROBLEDO, Federico y TUR,
Daniel, “Paisajes de una Argentina Invisible” en Anuario de Derecho Constitucional Latino-
Los Derechos de los Ancianos 33
51
Ley Nº 7077, “Programa Permanente de Atención al Anciano”, - Córdoba- (B.O., 30-04-
1984).
52
Ley Nº 7434 - Córdoba- (B.O., 09-10-1986).
Los Derechos de los Ancianos 35
tros Vecinales, e instituciones de bien público sin fines de lucro. Los servicios
brindarán asistencia social, médica, de educación y recreación en la medida
de sus posibilidades. Una ley posterior, la 7.723 53, incorpora al Programa de
Asistencia Integral Córdoba -PAICOR- el servicio de atención a “hogares
de tercera edad”.
Asimismo, encontramos invocaciones muy genéricas a la ancianidad en
las disposiciones del artículo 8, inciso a) de la ley 8835, Carta del Ciudadano 54
-derechos de la solidaridad-. Recordemos que esta ley aún no ha sido regla-
mentada.
La ley 7872, 55 modificada por la Ley 8677 56, establece el Régimen de
Establecimientos Geriátricos Privados de la Provincia de Córdoba. Esta nor-
ma ha sido recientemente considerada por el Ministerio de Salud, impulsándose
una nueva reglamentación de la misma (cuya factura ha sido desarrollada en
gran parte por este servicio jurídico), finalmente consagrada como Decreto
657/09. El instrumento legal clasifica a estos establecimientos en seis catego-
rías 57 y precisa criterios de fiscalización, a cargo del Ministerio de Salud.
Estas normas son completadas mediante la Resolución del Ministerio de Salud
394/09, que permite operativizar dicha fiscalización en un extenso y detallado
catálogo de requerimientos, brindando certeza jurídica a los operadores y fa-
cilitando los mecanismos de habilitación categorizante y posterior contralor de
las obligaciones a cargo de los prestadores.
El plexo sanitario “duro” cordobés no hace menciones específicas a la
ancianidad como colectivo específico de protección particular. La estructura
orgánica del Poder Ejecutivo no hace mención expresa a la ancianidad, aun-
que diversos programas o acciones del Ministerio de Desarrollo Social -Se-
cretaría de Inclusión Social- la han contemplado; cuya reseña no es útil a los
fines de esta exploración.
53
Ley Nº 7723, “Programa Asistencial Integral Córdoba” -Córdoba- (B.O., 17-11-1988).
54
Ley Nº 8835, “Carta del Ciudadano” -Córdoba- (B.O., 27-03-2000).
55
Ley Nº 7872, “Establecimientos geriátricos privados” -Córdoba- (B.O., 28-12-1989).
56
Ley Nº 8677 - Córdoba- (B.O., 17-06-1998).
57
Establecimientos para ancianos autodependientes; para ancianos semidependientes;
para ancianos dependientes; para adultos mayors con asistencia psico-geriátrica; hogares de
día para personas adultas mayores; hogares de residencia (cfr. Artículo 2º del Decreto 657/09).
36 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
6. Conclusiones
1. Introducción
1
VARGAS, Marcos Francisco: “La contaminación ambiental como factor determinante de la
salud”, en Revista Española de Salud Pública, Volumen 79, N° 2, Madrid, marzo-abril 2005.
40 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
2
YASSI et al,”Salud Ambiental Básica”, OMS-PNUMA, 2002, pág. 13.
3
Smith KR et al: “How much global ill health is atribuitable to enviromental factors?”,
Epidemiology 1999 Sep; 10 (5) 573-84, citado en VARGAS, Marcos, ob. cit.
4
El informe - “Objetivos del Milenio”- indica que el 10% de las enfermedades
cardiovasculares, 25% de las neoplasias, entre el 60 y el 90 de las infecciosas, el 30% de las
lesiones no intencionales y el 80 al 90% de las diarreas, se vinculan a problemas ambientales.
5
WHO (Organización Mundial de la Salud), publicado en http://www.who.int/
quantifying_ehimpacts/publications/preventingdisease/en/index.html (20/05/2009). Asimismo,
cerca de la cuarta parte de las muertes y del total de las enfermedades pueden ser, según
estudios, atribuidas al ambiente. El impacto en los niños es diferente, ya que puede atribuirse
a los factores de riesgo ambiental la tercer parte de las mencionadas consecuencias.-
6
GUTIÉRREZ ZÚÑIGA Cristina et al: “Evaluación económica y toma de decisiones en salud
ambiental” en Revista de Saúde Pública, Volumen 28 N° 2, Sao Paulo, Abril 1994.
La Salud Ambiental en el Ordenamiento Jurídico 41
7
Declaración de Río, CNUMAD-92, Principio 1.-
8
MAC ARTHUR I.: “Bonnefoy X. Environmental health services in Europe: an overview of
practice in the 1990s”. WHO/EURO. Copenhagen, 1997. Citado por ORDOÑEZ G., ob. cit.
42 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
Una definición de 1993 propuesta por la OMS indica que: “La salud am-
biental comprende aquellos aspectos de la salud humana, incluida la
calidad de vida, que son determinados por factores ambientales físicos,
químicos, biológicos, sociales y psicosociales. También se refiere a la
teoría y la práctica de evaluación, corrección, control y prevención de
los factores ambientales que pueden afectar de forma adversa la salud
de las presentes y futuras generaciones”.
Si bien recientes pronunciamientos de las organizaciones internacionales,
revisan la relación entre daño a la salud y daño al medio ambiente, el concepto
clásico de “Salud Ambiental” representa un parámetro más que vigente, y a
pesar de sus años, un desafío por desarrollar en la gran mayoría de los países
del mundo. El esfuerzo por mejorar la calidad del aire, agua y del suelo aún no
alcanzó en la mayor parte del mundo, estándares satisfactorios. La contami-
nación daña la salud de miles de personas por año, sin saber a ciencia cierta
sobre sus efectos a largo plazo en la salud, produciendo con esto un impacto
ambiental 9 negativo.
El manejo de problemas y conflictos 10 ambientales es particularmente
complejo: es necesario hacer converger varias instituciones no habituadas al
trabajo interdisciplinario e interinstitucional. Los múltiples usos por el hombre
de los recursos naturales, crean interacciones diversas dentro de un mismo
espacio, cuyos límites no están precisamente definidos.
9
Impacto Ambiental: cuando una acción o actividad produce una alteración, favorable o
desfavorable en el medio o en alguno de los componentes del medio (WHO, publicado en http:/
/www.who.int/quantifying_ehimpacts/publications/preventingdisease/en/index.html (20/05/
2009). La doctrina admite que el deterioro ambiental genera la llamada “patologia ambiental
emergente”, ocasionada por la contaminación del aire, agua y suelos, por el creciente uso de
sustancias tóxicas y peligrosas como los productos agroquímicos, los plaguicidas y el asbesto.
10
Distinguimos entre “problema” (falla en el entorno medioambiental) y “conflicto”
(tensión social cuya causa es un tema ambiental).
La Salud Ambiental en el Ordenamiento Jurídico 43
3.1. Generalidades
11
Suecia, EE.UU, Brasil, dictan leyes en la década de 1960 e inicios de la del ’70. Antes de
Estocolomo, encontramos la Convención Internacional para la Prevención de la Contamina-
ción por Petróleo de los Mares (1954), la Convención de París sobre la responsabilidad de
terceras partes en el campo de la energía nuclear (1960) y la Convención Ramsar sobre humedales
de importancia internacional (1971).
12
Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente, convocada por la ONU y celebrada
entre el 5 al 15 de junio de 1972 Aprobó una declaración final de 26 principios y 103 recomenda-
ciones, con una proclamación que la doctrina denominó “visión ecológica del mundo”.
13
La ONU por recomendación de Estocolmo, lo aprobó a fines de 1972. De carácter
técnico, pero con predicamento político, profundiza, desagrega y hace más cercana al ciudada-
no la “agenda ambiental”, planteada primeramente como una gran categorización global de
determinados problemas y conflictos .
14
Informe de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo: Nuestro futuro
común. Transmitido a la Asamblea General como Anexo del documento A/42/247 – Desarrollo
y Cooperación Internacional: Medio Ambiente. Abril de 1987.
15
Capítulo 2, I.1. “El desarrollo sostenible (…) contiene en sí dos conceptos fundamen-
tales: El concepto de ‘necesidades’, en particular las necesidades esenciales de los pobres del
mundo, a la que se debe dar prioridad; y la idea de limitaciones impuestas por el estado de la
tecnología y la organización social sobre la capacidad del medio ambiente para satisfacer las
necesidades presentes y futuras”
16
Resumen Ejecutivo 3.27 “el desarrollo sostenible no es un estado de armonía, sino un
proceso de cambio en el cual la explotación de los recursos, la dirección e las inversiones, la
La Salud Ambiental en el Ordenamiento Jurídico 45
orientación del desarrollo tecnológico y el cambio institucional, son coherentes con el futuro,
así como las necesidades actuales”.
17
“… para ayudar a definir la percepción compartida de largo plazo de las cuestiones
ambientales y los esfuerzos necesarios para hacer frente con éxito a los problemas de la
protección y mejora del medio ambiente, una agenda a largo plazo para la acción durante las
próximas décadas, los objetivos y aspiraciones de la comunidad mundial. “ .
18
La Cumbre de Río representa un importante paso adelante, con los acuerdos internacio-
nales sobre el cambio climático, los bosques y la diversidad biológica y el Programa 21, que
exige a los países a elaborar una estrategia nacional de desarrollo sostenible.
19
En este sentido, Volver Hauff, representante alemán en la Comisión, así lo expresa en su
ponencia “Informe Brundtland: A 20 años” (Berlín, 2007).
46 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
20
B.O., 3/5/73.
48 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
21
B.O., 25/3/87.
22
B.O., 17/1/92.
23
B.O., 23/10/98.
La Salud Ambiental en el Ordenamiento Jurídico 49
24
B.O., 29/7/02.
50 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
25
B.O., 28/11/02.
La Salud Ambiental en el Ordenamiento Jurídico 51
26
B.O., 19/11/02.
52 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
27
Por ley 8789, la Agencia Córdoba Ambiente S.E. se erigió en nueva autoridad de aplica-
ción de la presente ley. Por ley 9.454, se creó, con dependencia directa del Poder Ejecutivo, la
Secretaría de Medio Ambiente, que reemplazó a la ACE S.E. Actualmente no existe en el
Ministerio de Salud rama o repartición relacionada con la aplicación de esta ley.
28
B.O., 25/5/73.
29
B.O., 28/3/00.
30
En lo que es materia de otros artículos de esta colección.
31
B.O., 28/11/03.
32
Vastamente relacionada en diversos trabajos de esta colección a la cual nos remitimos.
54 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
4. Conclusión
33
Decreto del Poder Ejecutivo 28/07, Publicado en el “Boletín Oficial”, 23/04/07.
La Salud Ambiental en el Ordenamiento Jurídico 55
34
“Ocaña atribuye el avance del dengue a la situación socioeconómica”, Clarín.com, http:/
/www.clarin.com/diario/2009/04/07/um/m-01893226.htm (7/4/09).
La Salud Ambiental en el Ordenamiento Jurídico 57
35
“Segunda Conferencia Internacional sobre Salud Ambiental Infantil”, Buenos Aires,
Argentina, (22/5/2009).
58 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
Recurso Humano Crítico en Salud 59
1. Introducción
Este trabajo tiene por objeto abordar de manera integral la institución del
Recurso Humano Crítico, contemplada en la Ley del Régimen de personal
que integra el equipo de la salud humana N° 7625.2
Para ello, transitaremos un camino que va desde lo más general a lo más
específico, desarrollando, en primer término, que se entiende por “recurso
humano en salud” integrante del equipo de salud humana y, en segundo térmi-
no, como se define el “recurso humano crítico”. Seguidamente, analizaremos
cuales son los presupuestos y el procedimiento que se utiliza para la determi-
nación de estos últimos, y sistematizaremos las principales declaraciones exis-
tentes en la materia.
1
Este trabajo ha sido realizado con la colaboración del Ab. Federico Robledo (h).
2
B.O. 22/12/1987.
60 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
3
El servicio jurídico ha advertido en reiteradas oportunidades que el legislador omitió, al
propiciar la sanción de al ley 7.625, definir el equipo de salud. Asimismo, en la reglamentación,
tampoco esa definición se ha materializado. El Ab. José E. Ortega (en ese momento a cargo de
la Gerencia General de Asuntos Legales), propuso oportunamente, en un anteproyecto de
modificación de la reglamentación de la ley 7.265, la siguiente caracterización del Equipo de
Salud: “Se entiende como “Equipo de Salud”, al conjunto de profesionales que materializa la
oferta del servicio de salud pública asumida por el Estado, conforme las disposiciones cons-
titucionales y legales vigentes, mediante diversas prestaciones concebidas dentro de una es-
trategia de trabajo multidisciplinaria y realizadas en los establecimientos asistenciales bajo
jurisdicción del Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, a cargo de personas físicas
cuyos vínculos con el Estado Provincial se formalizan mediante de alguna de las modalidades
previstas por la presente ley, actuando en forma conjunta o sucesiva, no elegidos por el
solicitante, funcionalmente separados pero coordinados técnicamente para el cumplimiento de
la prestación o prestaciones de que se trate, caracterizadas éstas como obligaciones de medio,
coordinación que incluye la posibilidad de la derivación y división del trabajo en tramos
específicos y complementarios conforme las pautas que establezcan las leyes en vigencia”.
Recurso Humano Crítico en Salud 61
4
VII Reunión de Regional de Observatorios de Recursos Humanos en Salud, realizada en
Toronto, Canadá del 4 al 7 de octubre de 2005, disponible en http://www.observatoriorh.org/
Toronto/index-sp.html (05-07-09)
62 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
5
Cfr. Documento “Llamado a la Acción de Toronto 2006-2015. Hacia una década de
Recursos Humanos en Salud para las Américas” en http://www.observatoriorh.org/Toronto/
LlamadoAccion_esp1.pdf (05-07-09)
Recurso Humano Crítico en Salud 63
c) Ámbito Espacial
La autoridad puede, en función de las prescripciones de ley, declarar re-
curso humano crítico a una Actividad, Profesión o Especialidad, y definir su
alcance conforme la necesidad o problemática existente, esto es: puede efec-
tuar una declaración abierta sin referir a un Establecimiento Asistencial o
hasta circunscribir o acotar su alcance a una Unidad de Organización o Servi-
cio Hospitalario determinado.
e) Declaraciones Vigentes
Las declaraciones efectuadas por el Ministerio de Salud de la Provincia
en materia de recurso humano crítico, pueden ser clasificadas en dos grupos:
a) Profesión/Especialidad: en esta categoría quedan comprendidos los
Médicos Anestesiólogos, Cirujanos Radioterapia Oncológica, Físicos y carre-
ras afines con especialización en Radioterapia, Neonatología, Médico con for-
mación completa en Pediatría que desempeña funciones inherentes a la Espe-
cialidad de Neonatología, Terapia Intensiva Pediátrica.
b) Actividad: quedan incluidos los Profesionales Cirujanos con Funciones
Asistenciales en el Proyecto de “Red de Atención Integral del recién Nacido
con Patología Quirúrgica”, Profesionales Cirujanos que integran la “Red de
Trasplante Renal y Cirugía Cardiovascular Neonatal y Cardiopatías Congéni-
tas Complejas”, y Evacuación Aeromédica.
Recurso Humano Crítico en Salud 67
- Especialidad de Anestesiología
- Radioterapia oncológica
6
Datos aportados por la Sub Dirección de Jurisdicción de Recursos Humanos del Minis-
terio de Salud de la Provincia de Córdoba.
68 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
7
Categorizado por Decreto de PE N° 1913 de fecha 18 de diciembre de 2008, en virtud del
cual pasa de Instituto de Oncología a Hospital Oncológico, debido a la proyección alcanzada
como establecimiento asistencial de alta complejidad orientado a la oncología clínica y terapia
radiante.
Recurso Humano Crítico en Salud 69
8
Datos aportados por la Escuela de Formación de Especialistas: en el año 2008 se declaró
desierto el llamado a concurso para cubrir becas en Neonatología tanto en la parte pública como
en la privada.
9
Según datos aportados por el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba, los
Neonátologos Matriculados a julio de 2008 suman ochenta y ocho, de los cuales solo 52
aproximadamente se encuentran en actividad y el 59% tienen mas de 49 años, edad tope en
líneas generales para desempeñar la profesión.
70 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
10
Información suministrada por la Escuela de Formación de Especialistas del Ministerio
de Salud de la Provincia de Córdoba.
11
Creada por Resolución N° 0369/2000
72 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
El recurso humano crítico guarda estrecha relación con el deber que tiene
el Estado de asegurar la adecuada atención de la salud, erigiéndose como un
instituto de probada utilidad para coadyuvar su realización.
Cabe poner resalto que, conforme la jurisprudencia sentada en el caso
“GJVc/Gobierno Nacional y Otro”,12 el deber del hospital público de cumplir
con prestaciones propias del servicio de salud, es de raigambre constitucional
(art. 75 inc. 19 y 23 Constitución Nacional y art. 36 de la Provincia de Bs.
As.) y “[su] inobservancia (...) conlleva la configuración de la respon-
sabilidad objetiva y directa del Estado por falta de servicio”.13
En nuestra provincia, el marco normativo en el que se encuadran “las
acciones de salud” implementadas y desarrolladas a través del Ministerio de
Salud se integra con la Constitución Provincial -art. 59 y cc-, la Ley N° 8835
o Carta del Ciudadano, Ley de Garantías Saludables N° 9133 y Ley de la
Estructura Orgánica del Estado Provincial N° 9454.
8. Conclusión
12
Cám. Nac. Civil Comercial. Federal. Sala I, “GJV c/Gobierno Nacional y otro” (8/10/82)
E.D.103-578.
13
DJJ 166-84. Dicha responsabilidad se desplaza del marco contractual y del derecho
privado al derecho público, atendiendo a la naturaleza supra- legal de la obligación del Estado
de satisfacer sus funciones esenciales (salud, justicia, educación, seguridad).
74 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
1. Introducción
1
“Las utilidades de Philip Morris aumentaron a 2,080 millones de dólares, o 1.01 dólares
por acción, desde los 1,730 millones, u 82 centavos de dólar por título, en igual período del año
pasado” y “La cantidad de cigarrillos que la compañía despachó, creció un 4%, a 225,900
millones de unidades” (www.cnnexpansion.com/negocios/2008/10/22/tabacaleras-elevan-sus-
ganancias?q=43643855)
76 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
2
“Las empresas tabacaleras han atacado vigorosamente los datos científicos en cuanto a
los efectos que tiene en la salud la exposición al humo ambiental del tabaco mediante campañas
complejas de relaciones públicas y de información errónea. Ese ataque ha sido de gran alcance.
Se han gastado millones de dólares en estudios falsos y conferencias, han publicado en los
medios de comunicación artículos de terceros a sueldo, han subsidiado investigaciones “dirigi-
das” y grupos de terceros creados para apoyar públicamente sus posturas. Estas actividades
han sido coordinadas y se han reforzando mutuamente. Las empresas tabacaleras también han
trabajado sistemáticamente para desacreditar los resultados de importantes autoridades de
salud y ambiente sobre el tema del humo ambiental del tabaco.” (www.paho.org/Spanish/AD/
SDE/RA/wntd-factsheet3.doc)
3
De acuerdo al Programa Nacional de Control del Tabaco de la cartera de Salud, de 40.000
personas que en la Argentina mueren al año a causa del cigarrillo, 6.000 son debido a la
exposición pasiva al humo.
Tabaquismo y derecho a la salud 77
2. Derecho a la Salud
4
En ese sentido se expresa el preámbulo del Convenio Marco de la OMS para el Control
del Tabaco “Las Partes en este Convenio….Reconociendo que la propagación de la epidemia
del tabaquismo es un problema mundial con graves consecuencias para la salud pública, que
requiere la más amplia cooperación internacional posible y la participación de todos los países
en una respuesta internacional eficaz, apropiada e integral. …. Teniendo en cuenta la inquietud
de l comunidad internacional por las devastadoras consecuencias sanitarias y ambientales del
consumo del tabaco y de la exposición al humo del tabaco en el mundo entero”.
5
G. de COPELLO, Maitena - PERÉS, Victoria, Educación para la Salud. Ed. Estrada, Argen-
tina, 1993, página 3.
78 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
6
Decreto 455/2000 del PE.
7
LLOVERAS DE RESK, María Emilia y otras, Lecciones de Derecho Ciivi, segunda edición,
tercera reimpresión, Advocatus, Córdoba, 1995, página 81.
8
Lexis Nº 9204/003006, Derechos Personalísimos / 01.- Generalidades, RIVERA, Julio
César (autor), LexisNexis, Instituciones de derecho civil - Parte general, 2007 (4/5/2009).
9
Lexis Nº 9204/003006, Ob. Cit.
Tabaquismo y derecho a la salud 79
10
En este punto también se sigue a RIVERA, Julio César, Ob. Cit.
11
CSJN “Orlando , Susana Beatriz c/ Buenos Aires, Provincia de y otros s/ amparo” 24/
05/2005
80 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
12
MORALES LAMBERTI, Alicia, Derecho Ambiental - Instrumentos de Política y Gestión
Ambienta,. Ed. Alveroni, Buenos Aires, 1999, página 31.
Tabaquismo y derecho a la salud 81
3. Marco Regulatorio
13
MORALES LAMBERTI, Alicia, Ob. Cit.
82 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
14
A modo de ejemplo puede citarse algunos de los “considerandos” del Decreto 1854/
1992, mediante el cual se vetó totalmente la Ley 24152 por la cual se promovía el control del
tabaquismo: “CONSIDERANDO: Que la actividad tabacalera constituye el ejercicio de una indus-
trial lícita, la que no sólo comprende la producción y elaboración del tabaco, sino también su
comercialización y consumo. Que con el dictado del mencionado proyecto se establece una
restricción absoluta al consumo del producto, que no atiende a las distintas particularidades de
su uso, tales como diferenciar el ámbito físico, lugares públicos abiertos o cerrados. Que la
normativa proyectada prohíbe absolutamente toda publicidad o propaganda, sin distingos,
referida a los productos comprendidos en la misma, mientras que permite la libre circulación de
publicaciones extranjeras que incluyen esa misma propaganda, vulnerándose así el principio de
igualdad consagrado por nuestra Constitución Nacional. Etc.”
Tabaquismo y derecho a la salud 83
15
DROMI, Roberto, “Derecho Administrativo”, Ed. Ciudad Argentina, cuarta edición ac-
tualizada, 1995, Buenos Aires, Pág. 562.
16
BIANCHI, Alberto B., “El estado de sitio económico”, en Revista del Colegio de Aboga-
dos de Buenos Aires N° 50, 1990, citado por SOMMER - BITTAR, “Lineamientos básicos del Poder
de Policía en Materia Sanitaria” en Práctica Jurídica de la Salud Pública, Ed. Advocatus,
Córdoba, 2008, Pág. 33
Tabaquismo y derecho a la salud 85
Una última pregunta se presenta al respecto: hasta qué punto esa regula-
ción, necesaria, puede devenir en atentatoria de la esfera privada. Esto es,
¿hasta qué punto esas restricciones implican un ataque a la garantía del art.
19 de la CN?. Consideramos que en un reciente fallo de la Sala II de la
Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires17 se ha respondido este interrogante, me-
diante fundamentos que por su claridad vale reproducir:
- “Cabe dejar en claro que la distinción entre acciones privadas y
acciones realizadas en privado es vital para proteger conductas hu-
manas que, aun realizadas en público, no admitan intervención esta-
tal debido a su inocuidad para con los derechos de terceros, el orden
y la moral pública. Demasiado estrecha resulta la protección consti-
tucional si lo privado es concebido como ámbito excluido y alejado
de los contextos comunicativos de los seres humanos en una comuni-
dad política”;
- “Cabe referir lo público y el espacio público como el ámbito inter-
medio entre lo estatal y lo privado, frecuentemente llamado «socie-
dad»;
- “No se pone en duda la decisión libre y voluntaria de fumar, deci-
sión que constituye, para el fumador, un derecho: el que tiene todo ser
humano de decidir acerca de su salud (implícitamente reconocido en
la Constitución) y el de hacer todo aquello que las normas no
prohíben.”, y
- “Fácil es advertir sus claros fines tuitivos (de la Ley en cuestión), de
bien común, de bienestar general, todos ellos reconocidos en el Preám-
bulo de la Constitución, y en el artículo 14 bis”.
Así, entendemos que frente a la temática bajo análisis, las normas
regulatorias que se analizarán a continuación, con el alcance y objetivos que
las mismas han logrado, configura un necesario y razonable ejercicio del po-
der de policía (sanitario en este caso) en pos de la protección de un Derecho
Humano fundamental: la Salud18.
17
Cámara de Apelaciones en lo Contenciosoadministrativo y Tributario de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, sala II, Amores Perros S.S. c. Ciudad de Buenos Aires, 21/03/2007
18
“Cuando la salud como bien colectivo sufre amenaza o daño, está a la vez comprome-
tida la salud individual del conjunto al que pertenece y donde se sitúa el bien colectivo; y no se
86 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
A. Tratados Internacionales
Del juego armónico entre el art. 31 y el inc. 22 del art. 75 de nuestra
Constitución Nacional, los Tratados Internacionales aparecen como una de
las primeras fuentes normativas a analizar. Los mismos han sido definidos
como “la manifestación de voluntad común de una pluralidad de perso-
nas internacionales sobre un lícito posible, con el fin inmediato de crear,
conservar, modificar, transferir o extinguir derechos u obligaciones in-
ternacionales” 19 .
Con “jerarquía superior a la leyes” en la generalidad de los casos, y con
“jerarquía constitucional” en el caso de los tratados sobre Derechos Humanos
enumerados en su segundo párrafo, el inc. 22 del art. 75 de la Constitución
Nacional contempla a estos instrumentos jurídicos a partir de la reforma cons-
titucional de 1994, lo que, más allá de la complejidad y la no muy feliz técnica,
implicó el reconocimiento expreso de una serie de derechos que hasta enton-
ces eran discutidos, en especial en aspectos novedosos como lo relativo al
Ambiente, entre otros.
Podemos señalar entonces los siguientes instrumentos:
Declaración Americana de los Derechos del Hombre (Colombia, 1948)
nos diga que éste es un invento estrafalario, porque desde siempre hubo ene. Código Penal
delitos contra la salud pública, que no es otra cosa que un aspecto de la salud como bien
colectivo” BIDART CAMPOS, Germán J, “La dimensión de la salud como bien colectivo y los
servicios de salud”, La Ley 2001-F, 906 (04/05/2009)
19
BAQUERO LAZCANO y otros, Tratado de Derecho internacional Público Profundizado,
Tomo I, edit. Lerner, Córdoba, 1994, pág. 119.
Tabaquismo y derecho a la salud 87
Art. 11 “Toda persona tiene derecho a que su salud sea preservada por
medidas sanitarias y sociales, relativas a la alimentación, el vestido, la vivien-
da y la asistencia médica, correspondientes al nivel que permitan los recursos
públicos y los de la comunidad”
Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica, 1969)
Art 5, 1º párrafo: “Toda persona tiene derecho a que se respete su integri-
dad física”
Declaración de los Derechos del Niño (Resolución 1386 de la ONU, 1959)
Principio 4 “El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social.
Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud”
Convenio Marco de la O.M.S. para el control del Tabaco (2003)
Este es sin dudas uno de los instrumentos de mayor contundencia sobre la
temática analizada. Ya en sus considerandos trata al tabaquismo como una
epidemia con graves consecuencias para la salud pública, y hace referencia a
“las devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambienta-
les” del consumo del tabaco. Hace una mención expresa a la manipulación del
tabaco a fines de crear dependencia (algo que hasta no hace mucho era sólo
motivo de especulación), y manifiesta su preocupación por los sectores más
vulnerables frente al mismo (niñez y adolescencia). Tiene como objetivo el
proteger a las presentes y futuras generaciones de los efectos del tabaquismo,
y se instrumenta del siguiente modo:
- Disposiciones relativas a la reducción de la demanda de tabaco: arts. 6
a 14 (medidas con o sin relación con los precios e impuestos).
- Disposiciones relativas a la reducción de la oferta: arts. 15 a 17 (co-
mercio ilícito, venta a menores).
- Inclusión de una disposición relativa a la responsabilidad: art. 19
Si bien este convenio ha sido suscripto por Argentina, el mismo no ha sido
aún ratificado por el Congreso.
B. Constitución Nacional
Veremos a continuación los artículos de la Carta Magna que de modo
expreso o referencial se expiden sobre esta temática:
Art. 33. Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Cons-
titución, no serán entendidos como negación de otros derechos y
88 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
C. Leyes Nacionales
Ley 23.344 (B.O., 29/8/1986)
Una norma pionera, no obstante sus limitaciones de contenido. Tal cual
explicáramos supra, esta ley corresponde a la primera etapa en materia de
normas regulatorias. En sus sólo 5 artículos, estableció la obligatoriedad de
advertir que el fumar el perjudicial para la salud, lo que si bien puede ser
considerado como una medida de toma de conciencia, la misma sólo se dirige
al consumidor de tabaco. Estableció también restricciones en materia de pu-
blicidad y promoción del tabaco.
Ley 24.044 (B.O., 31/12/1991) Incorpora a la ley 23.344 un régimen de
infracciones. Fue vetada parcialmente por el Decreto 2721/91
Registro Nacional de Instituciones y Empresas Libres de Humo de Taba-
co20, Ministerio de Salud de la Nación: “Dentro del marco del Programa
20
Registro Nacional de Instituciones y Empresas Libres de Humo de Tabaco, http://
www.msal.gov.ar/htm/site_tabaco/regnac_emp_lib_pres.asp (2/5/2009).
Tabaquismo y derecho a la salud 89
E. Leyes Provinciales
Ley 7503 (B.O., 20/11/86): adhiere a las limitaciones de publicidad de la
Ley Nacional nº 23.344.
Ley 7827 (B.O., 19/1/90): Prohibición de fumar en los sitios de espacio
cerrado y de atención al público en los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judi-
cial provincial. Incluyó también la prohibición de fumar en transportes de pa-
sajeros de corta, media y larga distancia, y fija sanciones.
Ley 9113 “PROGRAMA PROVINCIAL PERMANENTE DE PREVEN-
CIÓN Y CONTROL DEL TABAQUISMO” (B.O., 17/6/03): Constituye un
verdadero avance en materia de normas reglamentarias aplicables a esta te-
mática.
En su capítulos I y V esboza un programa en materia de prevención del
tabaquismo, priorizando así una faz educativa y de toma de conciencia al res-
pecto, y fijando objetivos de prevención y política sanitaria.
En su capítulo II y III reitera la adhesión a los lineamientos de la Ley
Nacional 23.344 en lo referente a publicidad y comercialización respecto de
menores, pero extendiendo sus alcances.
El capítulo IV es novedoso, por cuanto establece pautas concretas de
protección al no fumador. Además, en su artículo 9 sienta una verdadera regla
de protección al no fumador.
El capítulo VI contempla las infracciones por la no observancia de sus dis-
posiciones, aplicando sanciones pecuniarias, arresto, decomiso de mercadería y
retiro de publicidad en infracción. Prevé incluso la posibilidad del “el retiro del
incumplidor del lugar, pudiendo, a ese efecto, requerir el auxilio de la
Fuerza Pública e informar a la Autoridad de Aplicación” (art. 13).
Tabaquismo y derecho a la salud 91
F. Ámbito Municipal:
La Ley Provincial 9113 tuvo una amplia y positiva recepción a nivel muni-
cipal, ya que aproximadamente el 80% de los municipios de la Provincia ha
adherido a la misma, haciéndose eco de la invitación que a tal fin establece el
art. 20 de la norma citada22.
No obstante la adhesión al régimen citado, algunas municipalidades, como
en el caso de la Ciudad de Córdoba23, no sólo adhirieron al régimen provincial
sino que fueron aún más allá y ampliaron el campo regulatorio, al dictar su
propia normativa al respecto.
Esto no debe entenderse como una superposición de facultades (como
podría interpretarse de una primera lectura del primer párrafo del art. 9 de la
Ley 9113 y, a modo de ejemplo, el art. 1° de la Ordenanza Municipal n° 11.039).
Por el contrario, creemos que, siempre que se respeten los principios de la
Ley Provincial, estaremos frente a verdaderas Facultades Concurrentes que
tendrán como objetivo final la protección del Derecho a la Salud y el ejercicio,
21
Registro de empresas e instituciones libres de humo de tabaco en la Provincia de
Córdoba, www.cba.gov.ar/vercanal.jsp?idCanal=54518 (2/5/2009)
22
“Conferencia de TABACO O SALUD en la India” en www.cadena3.com.ar/
post_ampliado.asp?programacion=CADENA%203§or=6&post=24299 (23/06/2009).
23
Mediante Ordenanza de la Municipalidad de Córdoba 10.620 del 08 de Julio de 2003.
92 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
4. Conclusión Final
24
Universidad Blas Pascal, “Ambiente y Salud ¿Qué es el tabaco?” en www.ubp.edu.ar/
todoambiente/salud/tabaquismo.html (2/5/09).
Tabaquismo y derecho a la salud 93
1. Introducción
1
Cfr. PEÑA, Lorenzo y AUSÍN, Txetxu, “Cabe un abuso de los derechos positivos”, En
http://digital.csic.es (9/05/09).
96 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
2
ALEXY, Robert, “Teoría de los Derechos Fundamentales”, Centro de Estudios Consti-
tucionales, Madrid, 1993. Título Original, “Theorie der Grundrechte”, Suhrkamp-verlag,1986.
Versión en castellano: Ernesto Garzón Valdés. Pág. 272. En el mismo sentido se pronuncia en
Tribunal Constitucional español cuando afirma en el fallo STC 058/1998: «que los derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución sólo pueden ceder ante los límites que la
propia Constitución expresamente imponga, o ante los que de manera mediata o indirecta se
infieran de la misma al resultar justificados por la necesidad de preservar otros derechos o
bienes jurídicamente protegidos (SSTC 11/1981, fundamento jurídico 7., y 2/1982, fundamen-
to jurídico 5., entre otras). Ni tampoco que, en todo caso, las limitaciones que se establezcan
no pueden obstruir el derecho fundamental más allá de lo razonable (STC 53/1986, fundamen-
to jurídico 3.). De donde se desprende que todo acto o resolución que limite derechos funda-
mentales ha de asegurar que las medidas limitadoras sean necesarias para conseguir el fin
perseguido (SSTC 62/1982, fundamento jurídico 5., y 13/1985, fundamento jurídico 2.), ha de
atender a la proporcionalidad entre el sacrificio del derecho y la situación en la que se halla
aquél a quien se le impone (STC 37/1989, fundamento jurídico 7.) y, en todo caso, ha de
respetar su contenido esencial (SSTC 11/1981, fundamento jurídico 10; 196/1987, fundamen-
tos jurídicos 4. a 6.; 120/1990, fundamento jurídico 8., y 137/1990, fundamento jurídico 6.)»
(STC 57/1994, fundamento jurídico 6.).
3
Cfr. PEÑA, Lorenzo y AUSÍN, Txetxu, Ob. Cit. (9/05/09).
4
En el fallo 9827/05. Obra Social De La Actividad De Seguros, Reaseguros, Capitaliza-
ción y Ahorro y Préstamo Para la Vivienda c/ Instituto Nacional De Servicios Sociales Para
Jubilados Y Pensionados s/ Incumplimiento De Prestación De Obra Social. 12/01/06, la Corte
Suprema de Justicia de la Nación ha decidido que “Si graves circunstancias de perturbación
autorizan “el ejercicio del poder de policía del Estado, en forma más enérgica de que lo que
admiten períodos de sosiego y normalidad”, la norma de emergencia tiene que ser circunstancial
98 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
y temporaria (confr. Fallos: 136:171; 200:450; 202:456; SAGÜÉS, Néstor Pedro, “Derecho
Constitucional y Derecho de Emergencia”, L.L. 1990-D-1036). La emergencia es una excep-
ción a la regla, es una situación especial que permite apartarse de lo normal, por circunstancias
extraordinarias (confr. LORENZETTI, Ricardo, “La emergencia económica y los contratos”, ed.
Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2002, p. 56).”
5
Cfr. “El Abuso del Derecho” por Luis M OISSET DE ESPANÉS publicado en: http://
www.acaderc.org.ar. (25/05/09).
6
Animus nocendi: Propósito de dañar o perjudicar. Se produce no sólo en la evidente o
violenta violación del orden jurídico a través del dolo, el fraude, la simulación y los delitos
contra personas y cosas, sino en la modalidad de ejercitar ciertos derechos. En http://
www.definicionlegal.com. (25/05/09).
7
En este sentido, la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de 2da Nominación
de Santiago de Estero en los autos “O.S.D.E c/ Cortes, Gabriel Alberto y otros” ha dicho que
“Abusar, es usar mal o indebidamente algo (en el caso la medida cautelar); y exceder, es
sobrepasarse, ir más allá de lo lícito o razonable. Estas expresiones configuran la ilicitud,,
como presupuesto para la procedencia de su aplicación”.
El deber de cuidar la salud 99
dolo o la culpa, sino que basta con que el acto exceda objetivamente los límites
fijados por el art. 1071 del Código Civil8.
Según Moisset de Espanés, en la jurisprudencia se distinguen dos catego-
rías de actos abusivos, por un lado, aquel que desde el punto de vista subjetivo
implica el ejercicio de un derecho con el solo propósito de causar un daño o
bien cuando se lo ejerce causando un daño sin obtener ningún beneficio. Por
otro lado, existe un criterio objetivo que distingue aquellos actos que son
antifuncionales, o contra las finalidades generales del derecho o, como expre-
sa el art. 1071 del Código Civil, contrarios a los fines que la ley tuvo en cuenta
al reconocerlo o, también, cuando el titular ejerce su derecho contrariando los
dictados de la buena fe desviándolo del fin para el cual el derecho ha sido
reconocido. Para el autor, para calificar el acto de antifuncional cabe prescin-
dir de la intensión maléfica y aún toda negligencia o culpa del agente, basta
con que ocasione a la otra parte un perjuicio anormal y excesivo9.
8
“Si la figura se redujese a las hipótesis de actos ilícitos, sería totalmente inútil, pues la
ilicitud fue siempre sancionada por nuestro ordenamiento jurídico”. En “El Abuso Del Dere-
cho” por Luis Moisset de Espanés publicado en: http://www.acaderc.org.ar. (29/05/09).
9
Cfr. MOISSET DE ESPANÉS, Luis, ob. cit.
100 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
10
Cfr. ALEXY, Robert, Ob. Cit. pág. 272
11
Ibidem.
12
Cfr. ALEXY, Robert, Ob. Cit. pág. 286
13
Ibidem.
14
SAUX, Edgardo Ignacio, Conflicto entre derechos fundamentales, acervo de la Academia
Nacional de Derecho y Cs. Sociales en http://www.acaderc.org.ar.
15
ALEXY, Robert, ob.cit. pág. 161
El deber de cuidar la salud 101
16
Cfr. ZAVALEY, Nicolás, “Compilación de las Normas Basales del Sistema de Evaluación
Ética de la Investigación Biomédica en la Provincia de Córdoba” en ORTEGA, José Emilio
(Director) y Zavaley, Nicolás (Codirector), Práctica Jurídica de la Salud Pública, Ministerio
de Salud de la Provincia de Córdoba, 2008, pág. 110.
102 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
salud como bien social”. En concreto, la norma reza: “Los deberes de toda
persona son: inc. 9: Cuidar la salud como bien social”.
Como contrapartida de ese derecho a la salud, surge el deber de cuidar la salud.
Esta sección, incorporada en la parte dogmática de nuestra Carta Magna
provincial, luego de enumerar en el art. 19 los derechos personales nos lleva a
hacer distinciones en el orden de la filosofía jurídica y expresar con los cons-
tituyentes de la Convención de 1987 cuando citan a Carlos Cossio, que “Fa-
cultad y deber se coimplican”;”Pero el hecho de que estos conceptos
tengan la misma extensión lógica, en razón de su coimplicación, no quiere
decir que ambos piensen la misma significación en el dato común”17.
Esta distinción entre derecho y deber es una repetición de lo que disponía
aquella histórica Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hom-
bre que expresa: “El cumplimiento del deber de cada uno es exigencia del
derecho de todos. Derechos y Deberes se integran correlativamente en
toda actividad social y política del hombre. Si los derechos exaltan la
libertad individual, los deberes expresan la dignidad de esa libertad.
Los deberes de orden jurídico presuponen otros de orden moral que los
apoyan conceptualmente y los fundamentan”18.
Cuando hablamos del deber en particular, en el Diario de Sesiones de la
Convención Provincial Constituyente, la voz del Dr. Antonio María Hernández,
se hace escuchar cuando afirma que los fundamentos de los deberes se vin-
culan con tres aspectos: “en primer lugar, con la democracia; en segundo
lugar, con el concepto de lo que es el hombre; y en tercer lugar, con el
constitucionalismo social” 19.
Deberes, que como se puede observar en el derecho comparado, los mis-
mos ya estaban incluidos en las cartas magnas de la época de la reforma de
nuestra constitución: así la Constitución española de 197820.
17
“El concepto del facultad piensa en la libertad metafísica del “yo”, en su autodespliegue;
ya como señorío, ya como inordinación. Mientras que el concepto de deber piensa en los
hechos cumplidos por el “yo” en la inordinación”. Diario de Sesiones de Convención Provin-
cial Constituyente de 1987. Págs. 1584 y 1585.
18
El Preámbulo de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
adopta esta correlación entre derecho y deber.
19
Diario de Sesiones de Convención Provincial Constituyente de 1987. Págs. 1585 y 1586.
20
En la Constitución Española en su título primero cuando habla “De los Derechos y
Deberes Fundamentales”. en la Sección Segunda, en el artículo 30 inciso 4) expresa que median-
El deber de cuidar la salud 103
te ley podrá regularse los deberes de los ciudadanos en los casos de graves riesgos, catástrofes
o calamidad pública”. Asimismo en el art. 43 regula en particular los derechos y deberes
respecto a la salud pública.
21
Diario de Sesiones de Convención Provincial Constituyente de 1987.
22
Cfr. PÉREZ-SOBA DIEZ DEL CORRAL, José, “Preservar la salud: capacidades y límites” en
http://es.catholic.net. (20/05/09)
23
Diario de Sesiones de Convención Provincial Constituyente de 1987.
24
En efecto, existe una fuerte presunción de que no son permisibles las medidas regresivas
adoptadas en relación con el derecho a la salud, como un mecanismo para despojar de conteni-
do cierto a las obligaciones de los Estados en materia de derechos humanos.
104 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
25
Cfr. CARBONE, Javier, “Importancia del auto cuidado en las enfermedades crónicas:
barreras que tenemos para ejercerlo” en http://www.aedip.com (27/05/09).
26
Cámara Nacional en lo Comercial, en los autos “V. F. M. L. c/ Diagnos S.A.M.A. s/
ordinario”, (21/4/2009).
El deber de cuidar la salud 105
27
Cfr. BIDART CAMPOS, Germán, “El derecho a la salud en las Américas. Estudio constitu-
cional comparado”, Publicación Científica, Fuenzalida Puelma, Hernán L y Scholle Connors,
Susan (ed.), Organización Panamericana del a Salud, Washington, 1989, págs. 29 a 31.
106 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
ción de los tres niveles de gobierno. La Carta Magna de Brasil legisla el dere-
cho a la Salud como un derecho del ciudadano y obligación del Estado, com-
plementado por un Sistema Privado de salud28.
En Paraguay, con la sanción de la nueva Constitución Nacional en 1992, se
declara en sus artículos 68 y 69 “que el Estado protegerá y promoverá el
derecho a la salud como fundamental, proveyendo las condiciones dentro
del Sistema Nacional de Salud, recursos, planes y políticas integradas al
desarrollo”. En ellos, de una manera indirecta, legisla este deber de cuidar la
salud al obligar a toda persona a “someterse a las medidas sanitarias que esta-
blezca la ley”, siempre en un marco de respeto a la dignidad humana.
Así, existe una Constitución dentro del Mercosur que impone al paciente
el deber de cuidar la salud expresamente; en el otro extremo, la Constitución
Argentina ni siquiera legisla entre sus derechos explícitos el relativo a la salud;
la constitución de la República Federativa de Brasil posee una tendencia mar-
cada a receptarlo como derecho sin expresarse sobre la obligación del
autocuidado; y por último, en la constitución de Paraguay se puede inferir la
potestad que otorga de reglar los alcances del derecho a la salud.
28
La Carta Magna de Brasil en su art. 196 establece: “La salud es un derecho de todos y
un deber del Estado, garantizado mediante políticas sociales y económicas que tiendan a la
reducción del riesgo de enfermedad y de otros riesgos y al acceso universal e igualitario a las
acciones y servicios para su promoción, protección y recuperación.” La constitución en su
última reforma de 1988 en la Sección II incorpora las directrices que ordenan el sistema único
de salud, como así también la iniciativa privada en salud.
El deber de cuidar la salud 107
7. Conclusiones
29
Cfr. FERNÁNDEZ BALFHOR, Juana de Vigay y RICHENI DE BARRETO, Ma. del C, “El Equipo
Medico. Responsabilidad Del Estado”, I Jornada Interprovincial De Responsabilidad Civil
Del Medico en http://www.justiciachaco.gov.ar, (23/5/09).
108 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
1. Introducción
1
“Las epidemias y las pandemias pueden presentar súbitas e intensas demandas en los
sistemas de salud. Exponen debilidades existentes en dichos sistemas y, además de sus efectos
110 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
4
“Las normas que se fundan en la emergencia han tenido en nuestro país un desarrollo
inusitado. Las diversas declaraciones de estados de emergencia y normas fundados en ellos
han ocupado y ocupan buena parte de la legislación” (GUARINONI, Ricardo Víctor “La emer-
gencia y los jueces” en Sup. Emergencia Económica y Teoría del Derecho, 06/08/2003, 56 - La
Ley2003-E, 1112).
5
GUARINONI, Ricardo Víctor, ob. cit.
6
ALTERINI, Atilio Aníbal ¿Hay dos derechos, uno de la normalidad y otro de la emergencia?
en Sup. Esp. La emergencia y el caso Massa, 22/02/2007, La Ley.
112 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
7
A través de este concepto priorizamos los extremos a verificar por sobre los términos.
Creemos que la emergencia sanitaria es un instituto esencialmente dinámico y cambiante.
8
“Debe tenerse en cuenta que no hay una necesidad conceptual o empírica de enfrentar la
emergencia siempre por medios excepcionales” GUARINONI, Ricardo Víctor, ob. cit.
Emergencia sanitaria. Pautas y efectos de su declaración 113
9
JUNYENT BAS, Francisco - LALLIYA, Sandra E “La Emergencia ¿Una excepción permanen-
te? A propósito de la Emergencia Sanitaria Nacional y la nueva prórroga dispuesta por Ley
25.972” en La Ley2005 B, 1218
114 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
10
Mediante la erradicación de potenciales fuentes infecciosas, para lo cual la articulación
Provincia-Municipios es fundamental; con acciones conjuntas con autoridades migratorias
Emergencia sanitaria. Pautas y efectos de su declaración 115
12
ALTERINI, Atilio Aníbal “¿Hay dos derechos, uno de la normalidad y otro de la emergen-
cia?” en Sup. Esp. La emergencia y el caso Massa, 22/02/2007, 3
13
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal, sala I, 30/11/2006,
Actuar Med S.A. c. Obra Social de la Dirección Nacional de Vialidad, La Ley 10/4/2007, 4 - La
Ley 2007-B, 643
Emergencia sanitaria. Pautas y efectos de su declaración 117
Dado que nos es imposible analizar este punto en abstracto, por cuanto
deberíamos estar frente a una declaración concreta a fin de determinar sus
alcances, buscaremos referirnos a algunos efectos que se observan en el de-
recho comparado14, a fin de prever su posible utilización.
Si bien las restricciones concretas a derechos de los habitantes (en el caso
que la amenaza lo requiera, claro está) variarán según el caso, suele preverse
la consideración preventiva de las siguientes restricciones en caso de amena-
zas a la salud pública:
- Cierre de establecimientos públicos o privados destinados a recepcionar
público. En este punto, estimamos que se estaría frente a un ejercicio poten-
ciado del poder de policía, por lo que su implementación no debería presentar
mayores inconvenientes.
- Descontaminación de ámbitos públicos y privados; cierre de ámbitos
privados no dirigidos a recepcionar público (hogares particulares, oficinas, clu-
bes, etc). Este puede representar uno de los tópicos más complejos. La nor-
mativa de derecho comparado analizada exige el consentimiento del propieta-
rio para el ingreso a domicilios particulares, y la correspondiente orden judicial
frente a su negativa. Estimamos que tal criterio debe imponerse entre noso-
tros, para lo cual será necesaria la máxima cooperación entre la autoridad
pública y judicial.
- Secuestro de mercadería, objetos, productos, etc. para descontamina-
ción o destrucción. Nuevamente, estamos frente a atribuciones ya contempla-
das en los códigos de faltas provinciales y municipales. Es de advertir que aun
14
“The Turning Point Model State Public Health Act - a tool for assessing public health
laws” en www.publichealthlaw.net (25-05-09), y las conclusiones extraidas de “A Pandemic
Influenza EXERCISE FOR THE EUROPEAN UNION” en www.ec.europa.eu/health/
ph_threats/com/common.pdf (25-05-09)
118 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
4. Ejemplos
5. Conclusiones
15
Informe Nº 4 - Brote de gripe porcina en Mexico DIREPI \ ALERTA \ J10-J22 \ 5.2009
16
Dirección de Epidemiología - Aviso Para Viajeros - Brote De Gripe Porcina En México
Emergencia sanitaria. Pautas y efectos de su declaración 123
Ahora bien, del análisis histórico de las normas jurídicas del derecho pa-
trio que declararon la emergencia en cualquier campo (económico, social,
sanitario, etc), sancionadas en distintos momentos y con base en disímiles
motivaciones, surgen como comunes denominadores, dos aspectos, por una
parte su añeja raigambre en el derecho positivo argentino y, por otra, su for-
mulación a través de una adusta técnica legislativa, limitada a la declaración
de emergencia en un determinado ámbito, área o región territorial; la fija-
ción más o menos cierta del plazo de su vigencia y la enumeración de medi-
das de acción con mayor o menor precisión. Es un instituto nominado, pero
que carece de tipicidad técnico legislativa.
Esta caracterización dio pie a la formulación de nuestra hipótesis de traba-
jo, en orden a la identificación de las pautas de admisibilidad de la declaración
de la emergencia sanitaria -específicamente- y al estudio de los efectos prác-
ticos consecuentes.
Así podemos decir, con sustento en el derecho pretoriano de nuestros
tribunales, como en la constante elaboración y evolución doctrinaria, que en-
tendemos a la declaración de la emergencia sanitaria como un modo de poten-
ciar las atribuciones de la autoridad pública para la mayor defensa de los
derechos y garantías constitucionales, mediante acciones que por el carácter
excepcional, temporal y necesario de las circunstancias, así como las consi-
guientes limitaciones que las medidas a adoptar impliquen a es esos derechos,
en tanto superen el test de razonabilidad.
Siempre consideramos nuestro norte que: “La finalidad exclusiva de la
emergencia debe ser la superación de la crisis”17; no obstante con las
limitaciones y requisitos expuestos a lo largo de este trabajo, podemos colegir
que la declaración de la emergencia sanitaria constituye una herramienta prác-
tica relevante para el ejercicio concreto por parte de la Autoridad Pública de
determinadas políticas públicas, exigidas por excepcionales contextos históri-
cos, sociales y económicos.
17
HUTCHINSON, Tomás, “La Emergencia y el Estado de Derecho”, Revista de Derecho
Público (2002 - 1), Rubinzal-Culzoni Editores, Bs. As., 2002, p. 37.
124 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
Aspectos novedosos de la protección de la salud y la vida 125
1. Introducción
Ronald Dworkin sostiene que existen dos tipos de casos: los fáciles y los
difíciles.
Los casos fáciles son aquellos en los que solución surge de la literalidad
de los textos normativos preconstituidos y de la existencia de evidencia in-
controvertible acerca de los hechos.
Los casos difíciles, en cambio, son aquellos en los que las circunstancias
sugieren varias soluciones “diferentes”, a veces “contradictorias”, y el orde-
namiento no es claro en señalar la que debe seguirse para el caso; o aquellos
1
SÁNCHEZ FERNÁNDEZ, Luis Manuel, “Ponderación y Casos Difíciles en materia constitu-
cional” en acervo virtual de la Universidad de San Agustín, www.unsa.edu.pe/escuelas/de/
rev_derecho/REVISTA05/art4.pdf (20-05-09)
126 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
2
Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata “… y otra c/IOMA y otra s/Amparo”
(29/12/08)
3
El “Holding” constituye la respuesta a la cuestión central y el razonamiento seguido
por la Corte para su decisión. Cfr. ETCHICHURRY, Horacio Javier, “Por un Método Crítico de
Casos” en ROSSETTI, Andrés y ALVAREZ, Magdalena (Compiladores), Derecho a la Vida. Un
análisis desde el Método de Casos, Advocatus, Córdoba, 2005, pág. 55.
4
NALLAR, Florencia, “Destino de los Embriones Crioconservados” en La Ley 13-03-09, 6.
Aspectos novedosos de la protección de la salud y la vida 127
5
El Juez Ferro, en su voto, disiente de los otros dos magistrados que integran la Cámara
precisando que OAM no había sido demandada por los actores interesados.
6
La Ley Nº 24.754 (B.O., 1/4/1997) prescribe en su art. 1 que “las empresas o entidades
que presten servicios de medicina prepaga deberán cubrir, como mínimo, en sus planes de
cobertura médico-asistencial las mismas “prestaciones obligatorias” dispuestas para las
obras sociales, conforme lo establecido por las leyes 23.660, 23.661 y 24.455, y sus respecti-
vas reglamentaciones.”
Aspectos novedosos de la protección de la salud y la vida 129
titucional y también contrario a los arts. 637 y 708 del Código Civil, pues vulne-
ra el derecho a la vida de los embriones.
b) Tratamientos experimentales
El art. 41 del decreto 7881/84 establece que el I.O.M.A. no debe recono-
cer honorarios por tratamientos que se hallen en estado experimental.
c) Alternativas terapéuticas
Debió valorarse otra alternativa terapéutica, en especial la posibilidad de
obtener células progenitoras hematopoyéticas mediante el INCUCAI y el sis-
tema regulado por la ley 25.392 y la Resolución 309/07.
d) El ordenamiento jurídico no establece el derecho de obtener la cober-
tura de un procedimiento de reproducción artificial a cargo de una entidad
estatal
e) Invasión de Poderes
Este argumento guarda una relación de conexidad con el anterior. El Po-
der Judicial no debe invadir la competencia propia del Poder Legislativo, en-
cargado de reglamentar el derecho constitucional a la salud.
7
Código Civil, Art. 63: “Son personas por nacer las que no habiendo nacido están
concebidas en el seno materno.”
8
Código Civil, Art. 70: “Desde la concepción en el seno materno comienza la existencia
de las personas; y antes de su nacimiento pueden adquirir algunos derechos, como si ya
hubiesen nacido. Esos derechos quedan irrevocablemente adquiridos, si los concebidos en el
seno materno nacieren con vida, aunque fuera por instantes después de estar separados de su
madre.”
130 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
9
KRASNOW, Adriana N., “Procreación humana asistida. Crear una vida para salvar otra
vida” en LLBA2009 (abril), 251.
10
Cfr. HIGHTON, Elena y WIERZBA, Sandra, La Relación Médico Paciente: El Consentimien-
to informado, 2ª Edición actualizada y ampliada, Ad Hoc, Buenos Aires, 2003, pág. 1.
11
Ver ORTEGA, José Emilio y ROBLEDO, Federico, “Consentimiento Informado” en ORTE-
GA, José Emilio (Director) y ZAVALEY, Rodolfo Nicolás (Co-Director), Práctica Jurídica de la
Aspectos novedosos de la protección de la salud y la vida 131
El Interés Superior del Niño constituye uno de los ejes sobre los cuales
gira la argumentación del fallo. Cabe reparar, que ha sido definido como una
pauta axiológica insoslayable prescripta por la Convención de los derechos del
Niño, 13 que busca garantizar la máxima satisfacción de los derechos y garan-
5. Análisis de la Sentencia
16
Cfr. ALEXY, Robert, Teoría de los Derechos Fundamentales, Traducción a cargo de
Ernesto Garzón Valdez, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 1997, págs.
86 y 87.
134 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
17
Cfr. MICAELLI, Juan Fernando y ROBLEDO, Federico, “Entidades y Contratos de Medi-
cina Prepaga” en ORTEGA, José Emilio (Director) y ZAVALEY, Rodolfo Nicolás (Co-Director),
Práctica Jurídica de la Salud Pública, Colección Sanitaria Vol. 1, Ministerio de Salud de la
Provincia de Córdoba, Córdoba, pág. 90.
Aspectos novedosos de la protección de la salud y la vida 135
18
Ver MICAELLI, Juan Fernando y ROBLEDO, Federico, ob. cit., pág. 97.
136 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
19
“En concreto - apunta el Juez Tazza- no se probó ni justificó con guarismos, demostra-
ciones contables, balances, estadísticas o cualquier otro elemento probatorio la posibilidad de
un desequilibrio económico, ni se acreditó la imposibilidad económica para hacer frente a la
prestación reclamada por la parte actora”.
Aspectos novedosos de la protección de la salud y la vida 137
20
Bidart Campos explica que la Corte muchas veces a utilizado sus sentencias como
medidas de acción positiva, aún cuando el art. 75 inc. 23 pone en cabeza del Poder Legislativo
Nacional esta competencia y deber. Cfr. BIDART CAMPOS, Germán J. “Las prestidigitaciones del
mago y la galera de la Corte” en acervo virtual del Centro de Investigaciones de Filosofía
Jurídica y Filosofía Social de la UNR, www.circulodoxa.org/.../Circulo%20Doxa%20-
%20Mago.pdf (05-07-09).
138 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
21
La fecundación in vitro será homóloga cuando se inocula a la mujer con semen de su
esposo y heteróloga cuando el semen fecundante es de un tercero donante.
22
Cfr. CAFFERATA, José Ignacio y REZZÓNICO, Carlos Alberto, Encuentros por la Vida,
Impreso en Talleres Gráficos de BR Copias, Córdoba, 2007. Ver Stanford Hospital and Clinics
- Stanford University Medical Center, “In Vitro Fertilization” en http://www.stanfordivf.com/
ivf.html (25-06-09).
23
Cfr. SAGÜÉS, Néstor Pedro, Elementos de Derecho Constitucional, Tomo II, 3ª Edición
Actualizada y Ampliada, 1ª Reimpresión, Astrea, Buenos Aires, 2001, pág. 329.
24
El art. 70 del CC dispone que la existencia de las personas comienza desde su concep-
ción en el seno materno. En la época de la sanción del Código, no se podía concebir la idea de
que la fecundación del Óvulo podía realizarse en otro lugar que no sea el seno materno. Pero
hoy la fecundación in Vitro (FIV) lo hace posible, así como la posterior implantación en la
madre. Se adquiere la condición de persona desde el origen de la existencia de la vida humana,
con todo lo que ello implica -fundamentalmente- desde la órbita de los derechos personalísimos,
de los derechos a la vida y a nacer en el seno de una familia y la igualdad ante la ley. CIFUENTES,
Santos (Director) y SAGARNA, Fernando (Coordinador), Código Civil Comentado y Anotado,
Tomo I, La Ley, Buenos Aires, 2003, pág. 72. En el mismo sentido, en la jurisprudencia se ha
dicho que Es irrelevante para conferir el carácter de persona por nacer, que la concepción se
hubiera realizado entro o fuera del seno materno. El art. 51 del Código Civil es aplicable al
embrión congelado. (CNCiv., Sala I, 1999/2/03, ED, 185-412).
25
KRASNOW, Adriana, ob. cit.
140 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
26
Sobre este tema ver Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba,
Activismo y Garantismo Procesal,1ª Edición, Ediciones de la Academia Nacional de Derecho y
Ciencias Sociales de Córdoba, Córdoba, 2009.
Aspectos novedosos de la protección de la salud y la vida 141
7. Conclusiones
Silvina Aranovich
Oscar Ernesto Garay
Marina Khoury
1
Saludamos a los Doctores José E. Ortega, Rodolfo N. Zavaley, Federico Robledo y
Agustín Carignani, responsables de la Colección “Administración Sanitaria”, Editado por el
Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, Secretaría de Coordinación Técnico Adminis-
trativa, Dirección de Jurisdicción de Asuntos Legales, felicitándolos por este nuevo
emprendimiento cultural.
144 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
1. Introducción
2. Profesional. Concepto
2
Intrusismo. (De intruso). 1. m. Ejercicio de actividades profesionales por persona no
autorizada para ello. Puede constituir delito. (Diccionario de la Lengua Española).
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 145
na: Que ejerce una profesión”, 3. “Dicho de una persona: Que practica habi-
tualmente una actividad, incluso delictiva, de la cual vive”, 4. com. “Persona
que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación”.3
Al vocablo profesional suele agregarse el término “liberal” que significa
“dicho de un arte o de una profesión: Que ante todo requiere el ejercicio del
intelecto”.
Allá por la década de ’80 de la centuria pasada —cuando estaba en el
apogeo de la consideración doctrinaria la cuestión de la “mala praxis médi-
ca”—, en relación a la responsabilidad del profesional4 , se debatió en los
foros del derecho la conceptualización de la expresión “profesión liberal”, de
allí, los siguientes conceptos.
En la Antigüedad, en Roma, encontramos que “los trabajos a jornal, sobre
todo aquellos que no requerían conocimientos técnicos afinados, sino que con-
sistían en simples manualidades, eran denominados mercenarios. Se los opo-
nía a los trabajos profesionales (operae - liberales), consistentes en tareas —
o servicios— desplegados por profesionales liberales: médicos, abogados, pro-
fesores (gramáticos, geómetras, y retóricos), agrimensores, etcétera”.5
En nuestros tiempos se dice que “el sustantivo profesional engloba un
doble concepto, lato y estricto. La doctrina tradicional ha tomado en cuenta
este sentido estricto, que corresponde al denominado profesional liberal.6
3
Diccionario de la lengua española: http://buscon.rae.es
4
La responsabilidad profesional del integrante del equipo de salud (tema que no tratamos
en el presente trabajo), se divide en ética (deontólogica) y jurídica y esta se subdivide en
administrativa, civil y penal.
5
BUERES, Alberto J., Responsabilidad civil de los médicos, Editorial Hammurabi, Buenos
Aires, 1992, p. 125.
6
ALTERINI, A. A. – Ameal, O. J., y _LÓPEZ CABANA, R. M., Derecho de obligaciones.
civiles y comerciales, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, p. 765. Estos autores sostienen que “se
consideran notas distintivas de la responsabilidad profesional a las siguientes: a) habitualidad,
vale decir, el ejercicio efectivo de la actividad; b) pertenencia a una realidad del saber científico,
técnico o productivo; c) reglamentabilidad de la actividad por el Estado; d) habilitación por el
Estado, en uso de su poder de policía; e) presunción de onerosidad. Pero hay un sector limitado
(sentido estricto del concepto) que concierne al profesional liberal, cuya actividad tiene ciertas
singularidades: a) autonomía técnica, propia del saber especializado; b) sujeción a normas
éticas, que resultan de códigos especiales”. En igual sentido, I Jornadas Nacionales de Profeso-
res de Derecho (Lomas de Zamora, 1989); II Encuentro de Abogados Civilistas (Santa Fe,
1988); I Jornadas Rosarinas sobre temas de Derecho Civil (Rosario, 1988); IV Jornadas
146 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
3. Profesional de la salud
Sanjuaninas de Derecho Civil (San Juan, 1989). Así: “Segundo Encuentro de Abogados Civilis-
tas (Santa Fe, 1988).
—De lege lata— 1. El concepto de profesional: en sentido amplio supone la concurrencia
de algunas de estas notas distintivas en su desempeño: habitualidad, reglamentación, habilita-
ción, presunción de onerosidad, autonomía técnica y, en su caso, sujeción a la colegiación,
sumisión a las normas éticas y sometimiento a potestades disciplinarias. No es imprescindible
el título profesional universitario.”
___ “Cuartas Jornadas Sanjuaninas de Derecho Civil (San Juan, 1989).
___De lege lata— 1. Son notas distintivas de la profesionalidad en sentido lato —entre
otras— la condición de experto en un área de saber (científico, técnico o práctico), habitualidad,
reglamentación, habilitación, presunción de onerosidad; en especial, con relación a los profe-
sionales denominados liberales: autonomía técnica, sujeción a normas reglamentarias y éticas”.
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 147
7
Asociarse es relacionarse de hecho o de derecho, dos o más personas con una finalidad
ventajosa y/o rentable. Es útil todo lo que no es ilícito, lo que no afecta a la moral ni a los
derechos de terceros.
8
MOSSET ITURRASPE, Jorge, Responsabilidad civil del médico, Astrea, Buenos Aires, 1985,
p. 41.
148 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
9
Para el paternalismo médico sólo contaba la decisión del médico; no se tenía en cuenta la
voluntad del paciente.
10
Ver el Manual de Ética Médica de la Asociación Médica Mundial (AMM, 2005 – 2ª
edición 2009), que esta fundado filosóficamente en la bioética y en los DDHH: http://
www.wma.net/s/index.htm .
11
Se denomina como “Lex Artis” a “aquel criterio valorativo de la corrección del concreto
acto médico ejecutado por el profesional de la medicina —Ciencia o Arte médica—, que tiene
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 149
los valores fundamentales (vida – salud, dignidad, libertad) con que debe ser
valorado el ser humano. Las leyes que reglamenta el ejercicio de las profesio-
nes de la salud, determinan aspectos generales del ejercicio de cada profe-
sión, prescriben la competencia, obligaciones, prohibiciones y sanciones. A las
leyes especiales la secundan sus decretos reglamentarios y un ramillete de
normas jurídicas que integran la legislación material y que las complementan.
Los fundamentos y valores de los derechos humanos constituyen en la
actualidad, el marco ético - jurídico mínimo a respetar por los profesionales de
la salud. Así, constituyen valores que los deben guiar:
1. El profesional de la salud debe resguardar permanentemente los dere-
chos humanos de todas las personas: a) Todos los seres humanos gozan del
valor o atributo esencial que es la Dignidad Humana. b) La Libertad es un
principio y derecho fundamental para la plena realización de la persona. 2.
Son derechos fundamentales que se derivan de los valores Libertad y Digni-
dad, el acceso igualitario de todo ser humano a la Alimentación, a la Salud, a la
Educación y al Trabajo. 3. La protección de la Vida y la Salud de todo Hombre
y Mujer, son derechos básicos, en todas las etapas de sus vidas. 4. Se debe
condenar expresamente la Pena de Muerte, la Tortura y los Tratos Inhumanos
o Degradantes, y todo tipo y forma de Discriminación. 5. La Ciencia y la
Técnica, deben avanzar, sólo hasta los límites impuestos por la Moral.16
17
5. La reglamentación de las profesiones de la salud
16
Conf. GARAY, Oscar Ernesto, Tratado de la responsabilidad civil en las especialidades
médicas, Editorial Errepar, 2009, p. XIII.
17
Ver GARAY, Oscar Ernesto, Tratado de la responsabilidad civil en las especialidades
médicas, Editorial Errepar, 2009, T º I, p. 84.
18
BIDART CAMPOS, Germán J., Manual de la Constitución Reformada, ed. Ediar, Tº III,
Buenos Aires, 2005, p. 182.
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 151
19
i) Farmacia: ley 17.565 (B. O. 12/12/1967); ii) Medicina y Odontología: ley 17.132
(B.O. 31/01/1967); iii) Nutrición: Ley 24.301 (B. O. 10/01/1994); iv) Kinesiología: ley 24.317
(B. O. 30/05/1994); v) Enfermería: ley 24.004 (B. O. 28/10/1991); vi) Técnico en Prótesis
Dental: ley 23.752 (B. O. 13/10/1989); vii) Psicología: ley 23.277 (B. O. 15/11/1985).
152 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
20
Para profundizar en la temática, ver: GARAY, Oscar Ernesto, “Competencia de la Nación
y de las Provincias para legislar en materia sanitaria”, La Ley, 2008-A-941.
21
GARAY, Oscar Ernesto, Código de derecho médico, Ed. Ad-Hoc, Buenos Aires, 1999,
p. 5.
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 153
22
Ello, en concordancia con la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), con
la letra y el espíritu de los textos constitucionales (nacional y provinciales) sancionados desde
la década de 1980 para acá y con la bioética que se funde en alianza con la doctrina de los
DDHH en defensa de la dignidad, la libertad y la igualdad de la persona humana.
154 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
23
Y obligaciones de no hacer (prohibiciones). Ver el Art. 20 ley 17.132.
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 155
24
GARAY, Oscar Ernesto, “Los derechos del profesional del equipo de salud” en Revista de
la Asociación Médica Argentina, (AMA): v. 118, nº 2 – julio de 2005.
25
Una buena catalogación de los derechos de los pacientes es la contenida en Declaración
de Lisboa Sobre los Derechos del Paciente de la Asociación Medica Mundial (A.M.M., 1981–
1995–2005).
156 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
26
En la Provincia de Córdoba se legislaron los “Derechos de los Pacientes” en una ley
denominada “Carta del Ciudadano”; se trata de la ley 8835/2000: en su art. 6º, bajo la denomi-
nación “Derechos a la Salud”, trata sobre los Derechos de los Pacientes.
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 157
Esta ley tuvo adhesión por varias provincias, sirvió de base para legislar el
ejercicio profesional en otras e impulsó al dictado de normativas afines.
Actualmente el régimen jurídico de las jurisdicciones del país incluye nor-
mas que si bien no en todos los casos normalizan el ejercicio de cada profe-
sión, autorizan su matriculación habilitando a ejercer localmente distintas pro-
fesiones.
Los profesionales de la salud se encuadran en tres grandes grupos en
relación a su nivel de formación. Estos son el nivel de profesiones de grado
universitario, técnico profesional y auxiliares.
El Ministerio de Educación de la Nación es el organismo que regula las
actividades curriculares fijando el nivel de instrucción que recibirá el egresado.
En el caso de egresados profesionales universitarios, deberán cumplir con
una currícula mínima de 2.600 horas y no menos de cuatro años de forma-
ción.27
Los profesionales técnicos profesionales o técnicos universitarios y auxi-
liares deben cumplir con 1.60028 y 900 horas de formación respectivamente,
bajo la normativa de la Ley de Educación Técnico Profesional Nº 26.058 y de
Educación Nacional Nº 26.206.
Se ha mencionado que el carácter Federal de nuestro país (Conf. la nor-
mativa constitucional supra citada) y las peculiaridades regionales indican a la
República Argentina la necesidad de sus propias normas y necesidades de
recursos humanos, en nuestro caso en salud, dentro del marco que la Nación
impone, con el consenso de los ministros de educación del país, integrantes del
Consejo Federal de Educación (COFEDU).
Si bien las profesiones universitarias entran en este grupo de diferentes
diversidades, un número de ellas se tornan imprescindibles por sus incumbencias
no sólo en todas las jurisdicciones del país sino a lo largo de los continentes.
En este grupo citamos a los profesionales médicos, odontólogos, bioquímicos,
enfermeros, psicólogos, nutricionistas, fonoaudiólogos y obstetras, sin por esta
mención tildar de prescindibles a otras profesiones universitarias del equipo
de salud.
27
Res. MEyC Nº 6/2007.
28
Acuerdo Marco para la Educación Superior no universitaria – en las áreas humanística,
social y técnico-profesional- Anexo Resolución CFCyE Nº 238/05. III.1.6. Carga Horaria
158 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
2. Integración regional
Nº Registro Profesional......................./Jurisdicción....................
Fecha de registro / /
Titulo/Diploma/Certificado.........................................................
Institución formadora................................................................
Fecha..../....../...... Ciudad.............................País......................
DATOS PERSONALES
Observaciones..........................................................................
Formación de Postgrado
Titulo/Diploma/ Certificado........................................................
Institución formadora................................................................
Fecha ....../...../..... Ciudad.....................País.............................
29
Res. MSyS Nº 605/05; Res. MERCOSUR Nº24/04
160 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
Reválida de Titulo/Diploma/Certificado.....................................
Institución...............................................................................
Fecha....../......./....... País.......................................................
Registro de Título/Diploma/Certificado
en otro País de MERCOSUR
País............................................... Fecha........./........../.........
Sanciones
Tipo............................................... Fecha........./........../.........
Motivo...................................................................................
3. Registro de Profesiones
Hasta allí las profesiones de grado universitario que con una u otra deno-
minación se matriculan, ya sea en los Ministerios o Secretarias de Salud o por
medio de Colegios de Ley en todas las jurisdicciones del país.
Se listarán seguidamente otras profesiones universitarias de la salud que
se matriculan en algunas provincias:
30
Res. MS Nº 404/08
162 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
- Terapista Ocupacional
- Téc. Estimulación Temprana
- Téc. Psicomotricidad
- Prof. Deficientes Mentales
- Prof. Educador de Sordos
- Téc. Educación Especial y Asistencial
- Téc. Kinesiólogo
- Téc. en Fonoaudiología
- Profesor de Psicopedagogía
- Psicopedagogo
- Téc. Obstetricia
- Téc. Estadística - Téc. Estadística en Salud
- Educador Sanitario
- Téc. en Salud
- Téc. en Salud Rural
- Téc. Sanitarista
- Téc. en Emergencia Médica
- Téc. en Identificación del Recién Nacido
- Agente sanitario
- Educador Sanitario
- Auxiliar de geriatría – Asistente de geriatría
- Auxiliar de psiquiatría
- Auxiliar de hemoterapia
- Auxiliar de diálisis
- Auxiliar de esterilización
- Auxiliar de instrumentación quirúrgica
- Auxiliar de farmacia – Idóneos de farmacia
- Auxiliar ortóptico
- Asistente terapéutico para discapacidad
- Auxiliar de identificación del recién nacido
- Auxiliar dietista
- Auxiliar de fonaudiología
166 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
31
Acuerdo Marco para la Educación Superior no universitaria – en las áreas humanística,
social y técnico-profesional- Anexo Resolución CFCyE Nº 238/05
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 167
a negar tal solicitud en caso de que no se cumplan con los requisitos necesa-
rios, dentro de los cuales figura la habilitación del establecimiento sanitario
donde se pretende ejercer.
Tanto la autorización para ejercer, la habilitación de los establecimientos
sanitarios y la fiscalización de los mismos y del ejercicio profesional, los reali-
za la Autoridad Sanitaria o el organismo sobre el cual ésta haya depositado el
poder de policía.
32
Convenio Andrés Bello. Boletín de Prensa. Pronunciamiento de ministros de educación
en Cartagena, Colombia. Cartagena de Indias, 21 de mayo de 2004.
170 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
Los Colegios Profesionales33 son uno de los tipos de las llamadas “socie-
dades intermedias”, que en el campo de las “profesiones liberales”, cumplen
33
Bibliografía especial: MORELLO, Augusto M. y BERIZONCE, Roberto O., “Los Colegios
Profesionales: Fin de una Etapa y Perspectiva Superadora” en Revista del Colegio de Aboga-
dos de la Plata, 1992, año XXXII, nº 52, Buenos Aires, p. 205/224; SESIN, Domingo Juan y
ABAD HERNANDO, Jesús L., “Régimen Jurídico Público de los Colegios Profesionales” en Co-
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 171
mercio y Justicia, v. XXVII, Córdoba, 1977/78, p. 51; VITERBORI, Juan Carlos, “Los Colegios
de los Profesionales del Derecho”, LL, 1992-D-Sec. Doctrina, p. 1028/1036; ROCA, Marcelo,
“Institucionalización de colegios Profesionales en el Derecho Público Provincial”, LL, Tº 119-
1965, p. 1128/1133.
34
Citamos a modo de ejemplo, lo legislado en la Constitución de la Provincia de Córdoba,
Que trata acerca de los “De los colegios profesionales” en el Art. 37.
Art. 37. - La Provincia puede conferir el gobierno de las profesiones y el control de su
ejercicio a las entidades que se organicen con el concurso de todos los profesionales de la
actividad, en forma democrática y pluralista conforme a las bases y condiciones que establece
la Legislatura. Tienen a su cargo la defensa y promoción de sus intereses específicos y gozan
de las atribuciones que la ley estime necesarias para el desempeño de sus funciones, con arreglo
a los principios de leal colaboración mutua y subordinación al bien común, sin perjuicio de la
jurisdicción de los poderes del Estado.
172 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
La ley que los crea les adjudica funciones específicas: organizan un regis-
tro de profesionales, otorgan la matrícula, el reconocimiento o certificación de
especialidades, la defensa de la actividad y la deontología, siendo titulares de
códigos de ética.
La adhesión es obligatoria para el ejercicio profesional en la jurisdicción,
siendo los aportes compulsivos, conformando un patrimonio público, pero no
estatal.
Se ha dicho doctrinaria y jurisprudencialmente que constituyen un tipo de
institución que ocupa un lugar intermedio entre los entes privados (no integran
la administración pública) y los públicos (creados por un acto del poder públi-
co). Sus actos se rigen por el derecho común y son actos jurídicos civiles y no
administrativos. Tienen conferida una competencia expresa y limitada por la
ley, reservándose el Estado el control del cumplimiento de sus objetivos y
funciones, evitando excesos, discriminaciones o una organización interna que
no asegure la participación de los colegiados, el pluralismo ideológico y la
democracia representativa.
No existe en el país una uniformidad de colegiaciones de las profesiones y
su conformación es resorte de las legislaturas provinciales. A modo de ejem-
plo, la profesión médica esta colegiada en once jurisdicciones provinciales. En
las restantes jurisdicciones —al no producirse la delegación de la potestad
propia del Estado provincial— las funciones mencionadas más arriba siguen
siendo ejercidas por los ministerios de salud. En otras profesiones de la salud,
también se da esta falta de consonancia en relación a la existencia o no de
colegios profesionales.
35
1. El médico residente
35
Los conceptos que se expresan en este parágrafo comprenden a “las residencias en
salud” en general.
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 173
36
Adhirieron a la ley 22127 las siguientes provincias: Jujuy: Ley 3726; Misiones: Ley
1270; San Luís: Ley VII-0234-2004.
37
La ley 22.127 dispone que “las disposiciones de la presente ley rigen en todos los
establecimientos asistenciales y sanitarios dependientes de la Autoridad Sanitaria Nacional.
Las Provincias, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, las Universidades, las Fuerzas
Armadas y la Policía Federal y las instituciones privadas que deseen tener programas de
174 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
residencias aprobados según esta ley, podrán incorporarse al Sistema que se establece median-
te convenios (art. 3º).
También dispone crear el “Consejo Nacional de Residencias de la salud (C.O.N.A.R.E.S.A.)
a los fines de la conducción del Sistema, organismo que funcionará en el ámbito de la Secretaría
de Estado de Salud Pública. Dicho Consejo estará compuesto por la Asamblea General y por
el Consejo Directivo (art. 4º).
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 175
38
El art. 3º ley 22.127 estatuye el ámbito de aplicación del Sistema Nacional de Residen-
cias de la Salud “Las disposiciones de la presente ley rigen en todos los establecimientos
asistenciales y sanitarios dependientes de la Autoridad Sanitaria Nacional. Las Provincias, la
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, las Universidades, las Fuerzas Armadas y la
Policía Federal y las instituciones privadas que deseen tener programas de residencias aproba-
dos según esta ley, podrán incorporarse al Sistema que se establece mediante convenios.”
176 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
39
La reglamentación establece que debe realizar determinada cantidad de guardias men-
suales (ver ínfra en el texto).
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 177
1. Conceptos generales
40
FLIESS, Enrique, Especialidades médicas reconocidas, Coneau – 2004, Ministerio de
Salud y Ambiente., Comisión Nacional de Programas de Investigación Sanitaria (CONAPRIS),
Buenos Aires, 2004, p. 26.
182 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
41
FLIESS, Enrique, Especialidades médicas reconocidas, Coneau – 2004, Ministerio de
Salud y Ambiente. Comisión Nacional de Programas de Investigación Sanitaria (CONAPRIS),
Buenos Aires, 2004, p. 26.
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 183
Una vez que el médico ha elegido una especialidad, debe asumir el serio y
severo compromiso ético de limitar su actividad profesional al campo de dicha
especialidad. Este es un compromiso de respeto para consigo mismo y para
con los colegas (Conf. arts. 59 C. E. COMRA y 40 C. E. AMA).
También, será conveniente que el especialista, como miembro de Equipo
de Salud, se presente voluntaria y periódicamente para la evaluación de cono-
cimientos antes sus pares (Recertificación Asistencial), luego de haber cum-
plido cinco años como mínimo en el ejercicio profesional como Especialista
Certificado demostrando responsabilidad técnica y legal en la profesión, para
garantizar la Calidad de la Atención de la Salud ante la población”. (art. 41 C.
E. AMA).
No obstante, el hecho de abrazar profesionalmente una especialidad, no
debe hacer olvidar al galeno que no sólo se es médico de un órgano o de una
parte del cuerpo humano, sino, que se es médico de un Ser Humano, es decir,
de toda la «Persona», lo que lo obliga a actuar respetando la dignidad incita en
toda persona humana.
Por otra parte, si un médico de cualquier especialidad que asiste a un
paciente ve la necesidad de hacer intervenir a otro médico especialista, pues
la enfermedad que afecta a aquel escapa a su conocimiento, y presume, que-
da subsumida en determinada especialidad médica, debe hacerlo sin egoís-
mos, pues de tal modo se obra en beneficio del paciente.
Entonces, el médico experto en la especialidad de que se trate, debe, tam-
bién, tener la formación suficiente para, de acuerdo a la gravedad y patología
que afecta al paciente, determinar en qué especialidad encuadra la enferme-
dad, y por otro lado, ser cuidadoso respecto a los limites de su saber y actuar
con amplitud de criterio.
El médico tratante debe hacer saber al enfermo o a sus familiares sobre la
necesidad de concretar la consulta con el especialista que corresponda. Una
vez aceptada la consulta con el médico especialista, entre este y el médico
tratante se deben guardar cordiales relaciones profesionales: debe primar la
buena fe, el respeto entre colegas, la lealtad; no deben existir comentarios
malévolos, ni chismes dichos al pasar, etc., que busquen desprestigiar al cole-
ga y atraerse al paciente (Conf. art. 60 C. E. COMRA)
Además de lo preceptuado por las normas éticas sobre los profesionales
de salud que han abrazado una especialidad, a los efectos legales de la espe-
cialización, hay que estarse a lo normado en el art. 21 ley 17.132, el decreto
10/2003 PEN y demás normativa que reglamente al respecto (ver ínfra).
184 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
La ley 17.132 a través de su Capitulo II, art. 21 [sustituido por ley 23.873],
«De los especialistas Médicos» estableció lo siguiente:
I) Profesor titular.
II) Profesor asociado.
III) Profesor adjunto.
Los docentes de universidades nacionales deberán acreditar su in-
greso a la cátedra por concurso, conforme lo establece el art. 51 de la
ley 24521.
Los docentes de universidades privadas deberán acreditar el carác-
ter de docente regular de la materia y su designación por el procedi-
miento reglado por el Consejo académico del establecimiento.
Inc. d):
Las entidades científicas de la especialidad (colegios, sociedades,
asociaciones y/o federaciones) que soliciten ser reconocidas por la
autoridad de aplicación a efectos de otorgar títulos o certificados de
especialista deberán acreditar los siguientes requisitos:
I) Personería jurídica, representatividad, jerarquía científica y ac-
tuación en el medio.
II) Los límites del área en que se especializan, y observar que la regla-
mentación sobre certificación de especialidades médicas, reúna los
recaudos que se enumeran:
1) No se oponga a las prescripciones del inc. a) del presente artículo,
en cuanto a requisitos, antecedentes, servicios acreditados, forma-
ción en los mismos, antigüedad en el ejercicio de la profesión y de la
especialidad.
2) Que en caso de comprender la realización de un curso, será obliga-
toria la evaluación final teórico práctica y personal del postulante,
debiendo sus currículas contar con la previa aprobación de la auto-
ridad de aplicación.
3) Que la evaluación teórico práctica obligatoria se adecue a las
previsiones de esta regulación.
Inc. e):
La residencia profesional completa deberá ser efectuada en un servi-
cio aprobado por la autoridad de aplicación o en aquellos que fueren
reconocidos por convenios con otras jurisdicciones.
El programa de formación deberá ser aprobado por la Dirección
Nacional de Políticas de Recursos Humanos en Salud del Ministerio
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 189
42
4. Listado de Especialidades Médicas Reconocidas
42
Enrique Fliess nos dice que “las especialidades médicas reconocidas y la denominación
de las mismas varían según las jurisdicciones. Un análisis comparativo muestra la existencia de
una gran heterogeneidad, que se refleja en los listados de especialidades aceptadas como tales
en las distintas provincias y en las formas de denominarlas, que dan lugar a un sinnúmero de
sinonimias.” El autor citado expone “un listado de 196 especialidades reconocidas en la Argen-
tina.” (p. 27).
43
La resolución 1337/2001 establece en sus fundamentos lo siguiente: “Que hasta la fecha
cada jurisdicción reconoce respecto de las especialidades de profesiones de la salud las que a su
criterio considera convenientes.
190 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
Que resulta necesario, a los efectos de lograr una uniformidad de criterios a nivel nacional
e internacional, compatibilizar en toda la Nación la denominación de las especialidades de
profesiones de la salud reconocidas en el país.” “Que esta necesidad se ha puesto de manifiesto
en reuniones con autoridades de las Provincias y con representantes de las instituciones que
agrupan a estos especialistas. “Que existe un consenso respecto de la necesidad de no aumen-
tar el número existente de especialidades sino de desagregar las mismas en básicas, dependien-
tes y orientaciones, según se ha acordado con las Provincias y las mencionadas instituciones de
acuerdo a las actas firmadas como resultado de reuniones convocadas a fin de tratar este tema
con fecha 26 de mayo y 17 de noviembre de 2000.”
Que a los mismos efectos que el punto anterior se convocó a una reunión con representan-
tes de los países del Mercosur en la que se llegó a las mismas conclusiones sobre la necesidad
de uniformar criterios de denominación y reconocimiento de especialidades, según el acta
firmada con fecha 19 de julio de 2000.
Ejercicio Legítimo de las Profesiones de la Salud 191
• Oncología
• Reumatología
• Terapia intensiva
• Cirugía general
• Cirugía cardiovascular
• Cirugía de cabeza y cuello
• Cirugía de tórax (cirugía torácica)
• Cirugía infantil (cirugía pediátrica)
• Cirugía plastica y reparadora
• Cirugía vascular periferica
• Coloproctología
• Ginecología
• Neurocirugía
• Obstetricia
• Oftalmología
• Ortopedia y traumatología
• Otorrinolaringología
• Tocoginecología
• Urología
• Pediatría
• Cardiólogo infantil.
• Endocrinólogo infantil.
• Gastroenterólogo infantil.
• Hematólogo infantil.
• Infectólogo infantil
• Nefrólogo infantil.
• Neonatología
• Neumonólogo infantil.
• Neurólogo infantil.
• Oncólogo infantil.
• Reumatólogo infantil.
• Terapista intensivo infantil
• Psiquiatría
• Psiquiatría infanto juvenil
192 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
• Anatomía patológica
• Anestesiología
• Diagnóstico por imágenes
• Hemoterapia e inmunohematología
• Medicina del deporte
• Medicina del trabajo
• Medicina legal
• Medicina nuclear
• Radioterapia o terapia radiante
• Toxicología
Nancy Cortizo
María del Valle Lescano
1. Reflexión inicial
Convencidos de que, como enseñó el maestro Scialoja, buena parte del or-
den jurídico se moldea fuera de las normas, “ … en la vibrante atmósfera de
la aplicación del derecho a los infinitamente varios y alejados de la nor-
ma precisa, fría, genérica y abstracta de los códigos”, presentamos, en lo
que quizá represente la mayor contribución del servicio que integramos a la
práctica jurídica de la salud pública, esta selección de informes y dictámenes.
En general se trata de pronunciamientos del servicio en casos que implica-
ron la aplicación de normas y principios inherentes al campo sanitario. La
vigencia plena de estatutos o normas generales pero de dinámica propia res-
pecto a nuestra materia, el tratamiento de situaciones que especialmente es-
tán contempladas en normas especiales o típicamente “sanitarias”; y el “dere-
cho vivo” -en la feliz visión del gran jurista italiano-, la interpretación de esa
normativa, los criterios particulares, la fuerza vinculante de la voluntad estatal
que muchas veces al modo pretoriano va construyendo reglas, primero no
escritas, luego consolidadas en instrumentos.
En nuestra primera edición, hablábamos del “vasto, aunque no absolu-
to, derecho a la salud”. Lorenzetti explicó hace tiempo, y con más claridad,
que más que un derecho a la salud, existe un derecho a las prestaciones de
198 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
salud que ha sido tratado como un derecho subjetivo absoluto, lo que -en sus
palabras- “no parece posible en nuestro ordenamiento jurídico” 1 .
Ese derecho esencial a un conjunto de prestaciones, se corresponde con
la idea de un bien público complejo, de altísima trascendencia individual y
colectiva, compuesto por numerosos rubros, tal como hemos repasado una y
otra vez en nuestros dos libros. El autor citado, parte de considerar que las
prestaciones de salud, en tanto “no absolutas”, constituyen un recurso que por
amplio que sea, siempre tendrá un límite, y por tanto será finito, o escaso.
Además, agregamos nosotros, insistiendo en conceptos ya vertidos en este
libro, que por tratarse de un conjunto de servicios destinados a remediar “ma-
les públicos”, serán de interés público, se encuentre prestado por operadores
estatales o privados.
Todo ello va moldeando las notas características de un conjunto de nor-
mas y principios que va adquiriendo fisonomía o identidad especial. Las nor-
mas que integran ese grupo son de carácter público y privado, de orden inter-
no e internacional. Los principios y criterios actúan tanto sobre la legislación
general que al aplicarse en este campo debe respetar sus particularismos, como
en la normativa específica que va brindando respuesta a los desafíos y necesi-
dades propios de las actividades englobadas dentro del quehacer sanitario.
El “derecho vivo” está muy presente en la actividad sanitaria, y tanto a la
hora de realizar reformas legislativas en cualquiera de los niveles jurisdiccio-
nales de un Estado, así como al momento de crear normas internacionales, es
preciso tener en cuenta su contenido para articularlo en la realidad de la diná-
mica sanitaria a normar, con orden a los principios superiores del derecho en
general como de la salud en particular; y es preciso, además, que los abogados
desistamos de ciertas actitudes rígidamente juridicistas que a veces nos im-
piden buscar en la interdisciplina o la interconsulta alternativas para mejorar
nuestro enfoque y hacer, de la innovación, luego una costumbre y finalmente
una regla.
La evolución social, cultural, económica y político institucional ha motori-
zado a la dinámica sanitaria, y ésta se ha constituido en un especial objeto de
estudio y desarrollo jurídico. Comienza a debatirse hoy la autonomía del “de-
recho sanitario” respecto a otras ramas jurídicas, lo que implica no sólo la
1
LORENZETTI, Ricardo Luis. La Empresa Médica. Editorial Rubinzal Culzoni, pág. 15.
Repertorio de Dictámenes e Informes de la Dirección de Jurisdicción de Asuntos Legales... 199
2. Selección de sumarios
mediado de parte del peticionario una efectiva y útil prestación de los servi-
cios correspondientes al cargo como ha quedado demostrado en el caso.-
DJAL - Inf. Nº 155, 22/05/09, Nota N°:MS01-610419025-507
prendido el agente. Ésta última, prevé en su art. 110 que, “salvo lo estableci-
do en el Artículo 177º de la Constitución Provincial, el agente compren-
dido en el presente régimen no podrá ocupar más de un cargo en la
Secretaría Ministerio de Salud, el cual será incompatible con otro, pú-
blico o privado, por superposición horaria, solamente.” (el destacado
nos pertenece).
De la interpretación armónica del plexo normativo precitado surge que el
régimen de incompatibilidades previstos para los profesionales del arte de curar
comprendidos en el Régimen del Personal que integra el Equipo de Salud Hu-
mana se fundamenta en la “superposición horaria” de las funciones que des-
empeñe. Es decir que, en la medida que no exista superposición horaria, (...) el
agente estaría habilitado para desempañarse en más de una tarea.
DJAL - Dict. N° 57/09, 17-03-09, Expte 0425-171042/2007
Nulidades Administrativas
«PATIÑO DE CHAVES, LILIA ZULMA C/ ESTADO PROVINCIAL -
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO - PLENA JURISDICCIÓN - RE-
CURSO DE APELACIÓN « - TSJ- Sala Contencioso-Administrativa- (19/
12/2000)
Es dable advertir que la normativa de Procedimiento Administrativo en
Córdoba “es suficientemente clara cuando hace referencia a algunos ti-
pos de vicio, sin embargo es confusa cuando se refiere en general a los
vicios en la causa y en el objeto, en lo que respecta a las razones de
derecho. Ello, por cuanto tales vicios, para la sistemática de la ley, pue-
den ser tanto de nulidad absoluta (violación de las normas establecidas
legal o reglamentariamente para su dictado) como de nulidad relativa
(violación de la ley en cuanto al fondo del acto). En consecuencia, para
considerar la índole del vicio debe acudirse a los principios generales
en la materia, suficientemente acuñados por el resto de las normativas
222 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
Nulidades Administrativas
«PATIÑO DE CHAVES, LILIA ZULMA C/ ESTADO PROVINCIAL -
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO - PLENA JURISDICCIÓN - RE-
CURSO DE APELACIÓN «-TSJ- Sala Contencioso-Administrativa- (19/
12/2000)
Corresponde considerar ilegitima la Resolución Ministerial que dispone la
nulidad absoluta de la resolución mediante la cual se designó a la accionante
como Vicedirectora de la Escuela Especial «Dra. Carolina Ana Mosca» por
considerar que tenía vedada la posibilidad de concursar para ocupar el cargo
para el que fue designada porque se encontraba en estado de docente pasiva.
Pero al tiempo del dictado del acto que lo declaró nulo, no se encontraba
afectada de un vicio que pudiera calificarse de grave. La misma revestía la
condición de regular, toda vez que el único vicio alegado por la Administración
para proceder per se a declararlo nulo, había quedado superado, en los he-
chos concretos, por el estado de docente activa que revestía la accionante,
situación esta que la propia Administración consintió al autorizarla a prestar
los servicios en forma efectiva, siendo por ello aplicable la doctrina que impide
ir contra los propios actos.
De lo que se desprende que la valoración de la entidad del vicio que pudie-
ra haber afectado originariamente alguno de los elementos del acto adminis-
trativo, debe efectuarse al momento del dictado del acto que lo anuló, máxime
cuando como sucede en el caso, aquél había generado prestaciones recípro-
cas propias del tracto sucesivo que caracteriza al contrato de empleo publico,
cumplimentadas de manera efectiva.
Por lo expuesto corresponde considerar que el acto anulado, al tiempo de
producirse su revocación por razones de ilegitimidad, reunía los requisitos de
la estabilidad que limitó el poder de invalidación en sede administrativa, por
cuanto: a) estableció derechos subjetivos, b) fue notificado y c) era regular.
224 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
policial toda vez que tuvieron la trascendencia pública necesaria para lesionar
la imagen de la policía, contradiciendo de plano la naturaleza y finalidad de
excepción de la Institución (milicia armada), así como también representante
y depositaria de la fuerza pública, cuya misión es la de mantener el orden y la
seguridad, ejerciendo las funciones que la legislación establece para resguar-
dar la vida, los bienes y los derechos de la población.
Asimismo hay que tener en cuenta que en sede penal se le había imputado
haber cometido delitos calificados legalmente como «Violación de domicilio,
amenazas y daño». Con posterioridad al dictado del acto administrativo ataca-
do, el Juzgado Correccional informó que se había declarado el sobreseimiento
por prescripción de la acción penal.
Corresponde descartar el planteo de prejudicialidad penal planteada aten-
to que la sanción administrativa aplicada al actor, persigue una finalidad dife-
rente a la sanción penal en atención a tutelar un orden jurídico distinto, lo fue
por la violación al «prestigio y decoro de la Institución policial» que correspon-
día a su investidura, en tanto que la referencia a los delitos imputados en sede
penal, lo fue para eventualmente «agravar» dicha medida «en el caso que
resultaren adversas las causa judiciales incoadas en su contra», no condicio-
nando en manera alguna la procedencia de la baja.
A MODO DE EPILOGO
Desde nuestro servicio jurídico, que -como ha ocurrido en todas las juris-
dicciones- ha tenido un trabajo extraordinario en este año tan complicado,
queremos seguir aportando nuestras múltiples y variadas experiencias al aná-
lisis y debate de temas de mayor complejidad o proyección.
Decíamos que los operadores sanitarios están siendo puestos a prueba.
No lo afirmamos como meros observadores: somos parte de ese conjunto.
Ese “totum” que conforman Jefes de Estado, Ministros, funcionarios de dis-
tintas líneas, miembros del Equipo de Salud, expertos que trabajan dentro o
fuera de las estructuras sanitarias. Ese conjunto de hacedores de la salud que,
como responsables de un deber público de profunda significancia, están más
condicionados que nunca a la rápida y eficiente respuesta asistencial e
institucional.
Tienen derecho a exigir respuestas esos ciudadanos que a tientas, buscan
protegerse tras un barbijo utilizado sin demasiados conocimientos previos. O
esos padres y esos hijos atravesados por la angustia del período de confirma-
ción del caso sospechoso, o del dolor y el miedo ante la confirmación dolorosa.
También aquellos que directamente vinculados con una víctima fatal por cons-
tituir su núcleo familiar, o indirectamente por integrar una misma comunidad -
barrio, ciudad o provincia-, soportan la pérdida del que ya no está y necesitan
saber claramente por qué.
Cuando el esquema de salud en sus diferentes vertientes -federal, provin-
cial y municipal, público y privado- crujió ante la crisis, los planificadores mos-
traron sus límites: la anticipación a los problemas y su contención apareció
nítida en unas pocas jurisdicciones. Los líderes políticos, en muchos casos,
comprendieron tarde que es un riesgo capital gratificar la militancia, la hones-
tidad per se o la lealtad entronizando al dirigente “premiado” en el Mi-
nisterio de Salud. En general, las decisiones tomadas en la soledad de
los despachos demostraron ser ineficaces. Los poderes del Estado, el
Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial, expusieron descarnadamente sus
falencias, su falta de preparación, su escasa experiencia para coordi-
nar una agenda -aún en la emergencia-. En definitiva, es claro que en la
República Argentina debe recrearse la conciencia sanitaria institucional.
Asimismo, los hombres y mujeres de a pie, aquellos que hoy tienen temor
y critican no sin razón, tampoco habían mostrado -hasta ahora- interés legíti-
mo por informarse responsablemente, por prevenir a partir del conocimiento y
evitar contagiarse, antes que de la enfermedad, del pánico a enfermarse. Los
ciudadanos no han manifestado motivación para construir una conciencia sa-
230 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
Doctrina
Fuentes Virtuales
Legislación Analizada
Constituciones Nacionales
Constituciones Provinciales
Legislación Nacional
Código Civil
Bibliografía general 245
Legislación Provincial
Jurisprudencia
Jurisprudencia Extranjera
Jurisprudencia Nacional
Aranovich, Silvina
Es Médica, Especialista en Neurología y en Sistema de Salud y Seguridad
Social. En la actualidad se desempeña en el Ministerio de Salud de la Nación.
Carignani, Agustín
Nacido en Alta Gracia, Córdoba, el 1 de diciembre de 1978. Es Abogado y
Procurador (U.N.C.). Veedor de audiencia en sede penal en la Casa de Jus-
ticia (Court House) de la ciudad de Reno, Estado de Nevada (EEUU). Fue
Becario en el Programa de Iniciación y Perfeccionamiento del M.S. Actual-
mente es abogado asesor de la D.J.A.L.-M.S.
Cortizo, Nancy
Nacida en Córdoba Capital el 06 de Julio de 1960. Es Profesora Normal
de Educación Preescolar (Escuela Normal de Profesores “Alejandro Carbó”).
Ha participado en las Jornada de Capacitación para Niveles de Conducción
de la Secretaría General de la Gobernación y Control de Gestión. Ingresó a la
Administración Pública Provincial en 1979. Ha desempeñado diversas funcio-
nes en el M.S., entre las que se destacan las de Supervisora Administrativa,
Jefa de Sección Personal (Suplente) de la ex Dirección General de Salud
Mental, funciones inherentes a la Jefatura de Sección Registro de Convenios
Instituciones y Expedición de Informes den Salud de la ex Gerencia General
de Asuntos Legales y Jefa de División Registro de Personal (Suplente) en la
DJAL.
Khoury, Marina
Es Médica Epidemióloga y Magíster en Efectividad Clínica. En la actua-
lidad se desempeña en el Ministerio de Salud de la Nación.
INDICE
Prólogo ........................................................................................................ 11
Introducción
Rodolfo Nicolás Zavaley ...................................................................... 13
Se terminó de imprimir en
Editorial Advocatus, Obispo Trejo 181,
en el mes de diciembre de 2009
258 Práctica Jurídica de la Salud Pública - Segunda Parte