Una Generación que Conquista

“CREE Y OBEDECE A LA PALABRA DE DIOS”

Josué 1:7-8

INTRODUCCIÓN:

De acuerdo a este pasaje, uno es siervo de aquel a quien se obedece: ya sea,

obedeciendo al pecado, siendo esclavo del pecado, u obedeciendo de corazón a Dios
y a Su Palabra, siendo siervo de la justicia. En otras palabras, no importa qué tan activos
estemos en actividades religiosas, lo que importa es qué tan OBEDIENTES le somos a Él;
porque es nuestra obediencia y al que obedecemos lo que determina al que en realidad
servimos. La fe y la obediencia de una nueva generación, fue la que los llevó a
conquistar la tierra prometida, que sus padres no pudieron conquistar.

1. EL MANDAMIENTO DE DIOS. Josué 1:7-8.

a. “no te apartes de ella si a diestra ni a siniestra” (v.7)

b. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley…, para que guardes y hagas
conforme a todo lo que en él está escrito”. (v.8)

Aunque Josué fue preparado para esta batalla, la obediencia a toda la Palabra,
garantizaría el éxito de la operación militar, no sería su poder. La fidelidad a los
principios del Señor, aplicados a todo cuanto hagamos, genera victoria y
bendiciones. "...no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas
prosperado en todas las cosas que emprendas". Juan 15:4,7. “4 Permaneced en mí, y
yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid,
así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen
en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.”

2. LA OBEDIENCIA A LA PALABRA DE DIOS LES OTORGO LA CONQUISTA.

a. La obediencia a la Palabra de Dios y la conquista de Hai. Josué 8:25-29.

 Dios había ordenado lo que el pueblo debe ejecutar con fidelidad, “Haréis
conforme a la palabra de Jehová; mirad que os lo he mandado”. (v.2-8)
 Todos los habitantes son muertos y la ciudad quemada. (vs.25,26,28)
 Lograron conquistar la ciudad de Hai, porque el pueblo hizo “conforme a la
palabra de Jehová que le había mandado a Josué”. (v.27)

b. La obediencia a la Palabra de Dios y la conquista del Norte de Canaán. Josué

11:9-15.
 Sobre la conquista de los pueblos del norte de Canaán, se hace énfasis marcado
sobre la obediencia (vs. 9, 12, 15). Porque la Palabra de Dios es guia infalible
para lograr la victoria.
 “Josué hizo con ellos como Jehová le había mandado” (v.9)
 “Como Moisés, siervo de Jehová, había mandado”. (v.12)
 “Así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado”.
(v.15)

Las consecuencias de la OBEDIENCIA del pueblo de Israel fueron: conquista,

victoria sobre sus enemigos, descanso y un territorio fructífero donde vivieron ellos
y sus familias en libertad.

3. LA OBEDIENCIA A LA PALABRA DE DIOS TRAE VICTORIA EN LA VIDA

CRISTIANA.

a. No hay nada más importante que la obediencia a los mandamientos de Dios.

La obediencia a Su Palabra es más importante delante de Dios. 1 Samuel 15:22-

23 “22 Pero Samuel respondió: ¿Qué es lo que más le agrada al Señor: tus ofrendas quemadas y
sacrificios, o que obedezcas a su voz? ¡Escucha! La obediencia es mejor que el sacrificio, y la
sumisión es mejor que ofrecer la grasa de carneros. 23 La rebelión es tan pecaminosa como la
hechicería, y la terquedad, tan mala como rendir culto a ídolos. Así que, por cuanto has
rechazado el mandato del Señor, él te ha rechazado como rey.” (NTV). No importa cuántos
sacrificios hagas para el Señor. Lo que importa es qué tan OBEDIENTE eres. Para
lograr la conquista o para ser bendecido, no es suficiente una obediencia
parcial, sino total. Porque, una obediencia parcial es desobediencia.

b. La derrota viene de la mano de la desobediencia. Josué 1:5, 7,8.

¿En dónde radica el error que lleva al fracaso de muchas de nuestras metas y
propósitos? En dejar de lado las recomendaciones de Dios, en no buscar su guía
y dejarnos mover por nuestros sentimientos y corazonadas. Allí radica el
problema.

Dios ordeno a Saúl que destruyese a Amalec completamente, sin embargo. 1

Samuel 15:7-9. “Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al
oriente de Egipto. Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de
espada. Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de
los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo
lo que era vil y despreciable destruyeron.” A pesar que Dios le había dicho muy claro a
Saúl que tenía que destruir completamente a Amalec, no llevó a cabo Su
mandamiento, lo ejecutó solamente hasta el punto donde mejor le parecía a él
y al pueblo.
 Así que destruyeron lo que les parecía más despreciable, pero salvaron LO QUE
CONSIDERARON MÁS CONVENIENTE. Sin embargo, eso no es obedecer.
Obedecer a Dios no significa el hacer Su voluntad parcialmente, hasta el grado
donde te guste más. Sino que es hacer lo que Dios te ha ordenado exacta y
completamente.

c. El secreto de la vida victorioso es la obediencia a la Palabra de Dios.

1 Juan 2:14, “Les he escrito a ustedes, que son hijos de Dios, porque conocen al Padre. Les he
escrito a ustedes, los que son maduros en la fe, porque conocen a Cristo, quien existe desde el
principio. Les he escrito a ustedes, los que son jóvenes en la fe, porque son fuertes; la palabra de
Dios VIVE (permanece) en sus corazones, y han ganado la batalla contra el maligno.” (NTV)

El verbo “vivir o permanecer”. Indica que la palabra ha sido recibida con

mansedumbre o humildad, es decir, con total sumisión. Santiago 1:21-24. “21 Así que
quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha
sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma. 22 No solo escuchen la palabra
de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. 23 Pues,
si escuchas la palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo; 24 te ves a ti
mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres.” (NTV) La fidelidad a los principios del
Señor, aplicados a todo cuanto hagamos, genera victoria y bendiciones. Lo
que distingue a un creyente espiritual de un creyente carnal, es la obediencia y
respeto por la Palabra de Dios.

CONCLUSIÓN:

En nuestro diario vivir, nuestras vidas se encontraran en esa posición de que tenemos
que tomar la decisión de Obedecer a Dios, o de obedecer lo que desea mi corazón o los
hombres. Pero, Jesús nos dice, que mejor es obedecer a Dios, porque es la demostración
genuina de nuestro amor a Jesús. Juan 14:15,21-24. “14 Si me aman, obedezcan mis
mandamientos… 21 Los que aceptan mis mandamientos y los obedecen son los que me aman. Y, porque
me aman a mí, mi Padre los amará a ellos. Y yo los amaré y me daré a conocer a cada uno de ellos.
22 Judas (no Judas Iscariote, sino el otro discípulo con el mismo nombre) le dijo: Señor, ¿por qué te darás

a conocer solo a nosotros y no al mundo en general? 23 Jesús contestó: Todos los que me aman harán lo
que yo diga. Mi Padre los amará, y vendremos para vivir con cada uno de ellos. 24 El que no me ama no
me obedece. Y recuerden, mis palabras no son mías; lo que les hablo proviene del Padre, quien me envió.”

La primera generación de Israel fue vencida por su incredulidad y su desobediencia,

por lo que nunca logró ver en su vida las bendiciones de la obediencia, vio de lejos la
tierra prometida pero no pudo habitar en ella, tenía frente a sus ojos lo que Dios les
había entregado pero no le creyeron ni le obedecieron. ¿Cómo está tu nivel de fe y
confianza en el Señor el día de hoy? ¿Hay alguna área donde te hayas resistido a
obedecerle porque dudas que Él vaya a contestarte o a proveerte lo que necesitas?