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LOS LABERINTOS DE LA GUERRA Utopias e incertidumbres sobre la paz Editor FRANCISCO LEAL BUITRAGO Autores MARC CHERNICK MARCO PALACIOS FRANCISCO LEAL BUTTRAGO “MALCOLM DEAS DANIEL PECAUT JUAN GABRIEL TOKATLIAN JESUS ANTONIO BEJARANO js cor CAPITULO 1. LA NEGOCIACION DE UNA PAZENTRE ‘MULTIPLES FORMAS DE VIOLENCIA ‘Mare Chernick* LA PROLONGADA BUSQUEDA DE UNASOLUCION PARALOS CONFLICTOS ARMADOS"* Introduccion La violencia ha marcado Jas dtimas cinco décadas de la vvida politica colombiana. A finales de la década de los no- venta, amedida que los asesinatos politicos, las muertes en combate y las masacres de civiles seguian desgarrando la urdimbre de la Sociedad civil-y destrozando el aleance y lalegitimidad de lasinsttuciones de la nacién-, los colom~ ‘bianos de todos los matices politicos empezaran a movili- zarse y a exigir un renovado esfuerzo para aleansas la paz ten medio de los violentos competidores por el poder. En ‘ctubre de 1997, casi diez millones de colombianos vota- ron por lo que se lamé a grandes rasgos el "mandato por 1a paz’. En mayo de 1998, millones de colombianos aten- dieron el lamado a dejar su'trabajo durante una media hora simbélica mientras que otras decenas de miles mar- chaban por las calles para exigir un alto ala violencia polt- tica que habia venido cobrando un promedio de 234 vidas Poltsogo, profesor dei Universidad de Geongetovm, Washing *+ Publicado oxginalmente como captulien Cynthia}. Amon, Com- rate Fee Procan Laon Ameren Washington D.C Stanford Glcodrow Wuson Center Press and Stanford Univeraty Pres, ‘ow Tinduscon de Adriona Canary Mergedes Gun Giatiamente (més de 700 al mes) desde 1988", El gobierno colomibiano respondié con el establecimiento de un Con- sejo Nacional para la Paz compuesto por representantes del Estado, del gabierno local y la sociedad civ, encargado de aconsejar al gobierno para negociar un término para los ‘conflictos armados del pas, Las organizaciones civiles también acogieron la ini ciativa, airmando expresamente que no querfan dejar el asuato de la reconeliacion nacional estrictamente en ma- nos del gobierno, o reducide a un acuerdo entre éste y los movimientos guerrilleros. Por tala26n, los representantes de la Iglesia, los sindicatos de trabajadores, las universida- des, las asociaciones gremiales, los grupos civicos y otros grupos unclaron una Comision para la Reconciliacién Na- ional con elfin de encauzarla participacion dela sociedad en las futuras negociaciones. De manera similas, la comunidad internacional, re- presentada por bancos multilaterales de desarrollo, ganizaciones no gubernamentales, otros gobiernos y organizaciones regionales e internacionales empezaron tratar directamente ja violencia en Colombia y a insstiren que la paz es un elemento clave para alcanzar otros objeti- vos politicos, desde Ja protecciOn delos derechos humanos hasta la promocién del desarrollo y la proteccién del me- dio ambiente, AdemSs, a medida que la comunidad inter- 1 11 Berea de Dats de ls Comisiin Inter Congrepaiona de justia y ‘ap. Boas tes inclayen asesiatos poco, masactes lec, {seainatos por un presto movi peo azesnate que pres tumenteson de "lanpiesa socal smucrtes encombate desapar- nnery meres en dreunstanclsiyprecas(ocalewtna categoria ‘general queda cuena de mie Ges mid dea violenia pica Y Sirona dena y ia ue impca te ca ‘liaconedy Sin embacpo, esas ies nchsyendoextactsnacate- oe dstinguen en nvesgnsones de derechor umanos. yen {ebanco de datos partciay, det mimeo mucho misao de ‘Romidaioe que se décaren como vslond socal cane. nacional se fue involucrando més profundamente a través de laayuda alos desplazados porla violencia y alas comu- nidades envueltas en ella, ela denuncia de ls violaciones {los derechos humanos, 0 de la contribucion en esfuerzos de mediacisn para la liberacion de soldadas eapturados y ‘vitimas secuestradas, muchos sectores empezston a pedir ‘una participacion internacional més articulada en el proce- 80 de paz en Colombia, Ese papel de la comunidad inter- nacional no tiene precedentes en el pais. Los esfuerzos previos de negociacién de paz a principios de los anos ‘ochenta fueron de carécter exclasivamente nacional. Los procesos de paz en Colombia se iniciaron mucho antes de as experiencias exitosas en El Salvador y otras na- ciones, cuando habia pocos precedentes de acuerdos de negociacidn en guerras civles oinsurgencia guertillera. En 4982se ofrecio perdn y amuistia incandicional ala guerri- lay a la mayoria de los prisioneros politicos. En 1984 el sgobierno colombiano firmé acuerdos de cese al fuego con ‘uatro grupos guerrlleros y Inego intent comprometer- Jos, junto con otros sectores politicos, en un gran didlogo ‘nacional sobre los principales asuntes politicos del momen- to, entre ellos reforma agraria, educacién, temas de orden laboral, constitucional y otros. Fue un modelo novedoso para su momento, que se replicé una década despues en Guatemala. Pero si bien funciané a finales de los afios no- ‘venta en Guatemala, fracas6 a principios de los anos ochen- ta en Colombia. De nuevo, entre 1989 y 1984, el gobierno sostuvo varias rondas de conversaciones con los distintos movimientos guerrilleros. Sorpresivamente, estas conver- saciones llevaron al desarme y reincorporacién de varios ‘grupos pequerios, incluyenco un movimiento importante surgido en los aftos setenta, el Movimiento 19 de abril 0 Mad, Los acuerdos se basaron en una agenda de negocia ‘én reducida que se concentraba en asuntos relativos al desarme, conversién de los movimientgs en partidos polt- licos legales, y propuestas de reglas electorales especiales para failitar su representacign en el Congreso. A pesar de Tos seriosintentos por expandir el proceso, el modelo de la agenda reducida results inadecuado para sentar las ba- ses de una paz duradera con movimientos mas grandes, sobre todo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC el Ejecito de Liberacién Nacional, SLN. Fl pais ha cambiado de forma significativa desde la pri mera tentativa de amnistia del gobierno y las negociacio- nes exploratorias con la guerrilla en 1982. Fl costo del fracaso ha sido bastante alto, La violencia se ha triplicado ylaarena politica y social est atin mas fracturada. Durante ste periodo, el contexto geopolitico y Ia economia raun- dial se tansformaron de manera irrevocable, alterados por el colapso de la guerra fia, la iberalizacién de la economia y-elimpacto de un creciente comercio mundial en sustan- Gias tas. Fleambio a nivel internacional se reflej6 en un Panorama politico reconstituido de manera radical, deli- ‘eado por tina nueva constiticion democrética que surgi6 del descontento social generalizado y del anterior proceso de paz, reducido al ascenso de nuevos actores sociales pO ‘derosos vinculadas con e! narcotzaico, la proliferacién de ‘grupos paramilitares relacionados con las Fuerzas Arma- das y los terratenientes locales, movimientos guernilleros con mayor fuerza military un gran sector de poblacién desplazada que aceleré la ya avanzada urbanizacién del pais y la colonizacion a gran escala de zonas susceptbles desde el punto de vista ecol6gico. Las contradictorias real ddades de Gnales de los afios noventa dificltaron una solue ‘Gn negociada entre el gobierno y Ia guerrilla, y también la hicieron més necesaria, tal vez fundamental, para uni- ficar una nacién politicamente atomizada y socialmente fragmentada para el siglo #1. ‘Objetivamente, este conflicto no parece més difcl de enfrentar que muchos otros alzededor del mundo. Los conflictos no surgieron como resultado de exclusiin racial ‘oétnica. A jusgar por negociaciones y demandas pablicas EGOCACION DENA PAE 7 anteriores, las distancias ideolégicas no son muy grandes, ylas demandas de la guerrilla no son excesivaa en un con- texto comparative® Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, parece que la capacidad de negociar yalcanzar el éxi- fo fuera disminuyendo. La guerrilla esta mas consolidada a nivel local y tiene més proyeccién militar sobre el teri- torio nacional que en periodos anteriores del conflico. El Estado, tras expandir su aparato de contrainsurgencia, ¥ secundaro dar su asentimiento en la organizacién de fer- zas paramilitares para luego conérontar a la guerrilla, ha contribuido com la pérdida de a cohesiGn estatal y ala pri- vatizacion y fragmentacin del monopolio del Estado en cuanto a armamento se refiere. La violencia politica gira ahora alrededor del control terzitorial y la competencia so- bre porciones pequefias de geografia politica una finea, in barrio, un municipio o una region, entre los diversos acto- res armados. La metodologia de esta competencia es poner ten el blanco a la poblacién civil. La antigua dindmica dela insurgencia izquierdista que se dicigia contra el Estado ha dado paso cada vez con més frecuencia a un choque de ‘itiplesactores que rivalizan por elcontrol estratégico de terrtorios locales. §}__ Este capftulo analiza la diferentes facetas de laine surgencia en Colombia ast como los repetidos intentos de Yi llegar a una solucién negociada para el conflicto armado. | Las siguientes dos secciones discutirén los movimientos ' guerrilleros y varios hechos conceptuales y debates con res- ecto a las causas de la violencia politica que son definite 2 ape Comers! Ca ul Cams Cone Iii Nacional y Consol Coteba "Lapa ace ese 11, 1958 ate etraovdnaro documento que se datibuye & nivel ‘an fmm detain rt Co 1 Corba ‘estes al pablcola poson rene una amp para de ani {Se lox acoresimpleados el confict,indutder Ls movinlents ‘Boers, las rgantzaconesparanares yl gobierno. vas para entender el caso colombiano y, por extension, uot conflicts ives Estas secciones se concentra en has cambiantes percepciones de las causas de la guezra de {gucillos los camnos potenciales hacia pazy inrelacion Ene lavolencia plies yotasformasce violencia inch yendo el narcotic, In delinevencia y os erctos para- Ihltares vinculados con los terratenientes y con el stad ‘A analiza ls estrategias de poz expecthens de cada go- tierno, este capitulo examina los apectos que funciona rony los que no, las opotuncades que se aprovecharon y lap que se desperdiciron, Conclair con unas cuantas pre- guia fundamentals que lenen que ver con fotos ne- godiaciones de par: Qué asuntos son crucales en una ordre agenda para la paz y quit debe formar parte de a rest de negocacion? {Qué papel puede devempeiar a {Comunidad internacional en este proceso? -REBELDES ARMADOS EN COLOMB{A/1548-1938) ‘Alo largo de cinco décadas, la violencia ha ide y venido. Mas de 200.000 colombianos perecieron en la primera fase de la violencia “la Violencia~, entre 1948 y 1958, que his tricamente se considera una guerra civil partidista entre liberales y conservadores. Ttas un pacto negociado de re~ particién del poder conocido como el Frente Nacional’, la 2 “01967 los dos pistes raiconales negoisin un pact politico “luradero pare poner anal condo srmazo y compart ef poder os acuerdon pecs se raicaro a aves de un pebacito acl pal ycomsttron en un pacto de epartient del Poder entre os [aridos Liberal y Conservador que equera a sucesin alterna ‘Ee pao ens prednca aca canoes daantcun ‘pesiodo de Gedtl sfie,y unsrepresentason pus total dear ‘Bee partos (0% y 30%) en as razas del poder ejectivo, ei tive Jodie de! pote, también a nvel repens loa, Otos parts foeron eluldos Ge eta compotencis, Desputs de 1974, ‘os principales rasgoe del rente Nac se antuvieTon gracias ‘und reorna cnsttusonal que Lege usta 132 violencia disminuy6. Sin embargo, las acuerdos de alcance, que resultaron tan efectivos para desmovilizar a los seguidores de los partidos Liberal y Conservador, no sizvieron para alcanzar la paz. Algunos grupos y comuni- dades se negaron a entregar las armas o @ reconocer el arregio de reparticin del poder que hicieron los ideres de los partidos tradicionales. Al mismo tiempo, nuievos movie :mientos guerzlleros también se enfrentaron contra los go- biernos de coalicién dominados por las élites. Las brechas verticales de una sociedad dividida por fiiaciones politicas ‘opuestas fueron suplantadas por nuevas brechas horizon- tales que la dividfan en una élite que tenia acceso directo a la arena politica y aquellos que continuaban siendo ex- ‘luidos desde el punto de vista politico y social. Esta segun- da fase de la violencia colombiana, que se inicié en 1958 y llegé hasta mediados de los afios sesenta, permaneci6 ‘como un conflicto de baja intensidad entre la guerrilla y el gobierno. Después, en 1982, los niveles de violencia em- ezazon a subiz de nuevo, legando a superar los picos aleanzadlos en los afios cuarenta y cincuenta. Entre 1987 1997 hubo mas de 270.000 homicidios registrados, Casi {todos éstos se considezaron violencia-y erimen, aunque cen Colombia la linea que separa lo social de lo politico es poco dlara. Desde muchos puntos de-vista, la gltima fase del con- ‘icto refeja cl periodo temprano de los aflos cuarenta y cincuenta. En ambas décadas, la violencia se difindio de- bidoa una confluencia de condiciones estructurales,ins- titucionales y sociales que inflamaron las hostilidades sociales, acentuaron las inequidades y estimiularon el de- rramamiento de sangre y no el compromiso o la reforma: Ia acelerada concentracién de la’propiedad de la tierra agricola en el campo, en esta fase debida a la narcoinver- ‘én, y en el periodo anterior ala bonanza cafetera; lacom- peta ausencia del Estado, osu "colapso parcial” en algunas Areas, en grandes regiones del territorio nacionalt; Ia ex: pulién masiva de campesinos de sus tercas creando un gran grupo de desplazados,estimado en algo mas de dos millones en los aflos cincuenta y mas de un mallén en los afios noventa; los grandes movimientos migratorios in- teznos, tanto del campo a la ciudad, llevando ala sobrepo- blacién de los centros urbanos, como dentro del mismo campo, promoviendo la acelerada apertura de las fronte- as agricolas en areas virgenes del pats, ms all del control stata: yla multiplicided de actores armados, diversas uni- dades de la guerrilla que se adhieren a diferentes lideres de Ia nacin, un mosaico de escuadrones peramilitares Io- cales, caciques politicos, terratenientes, cadauno arralgado en asuntos locales, conflctes sociales yhuchas por el poder. En los afios cuarenta y cincuenta, estos conflctos locales estaban encubiertos superficialmente por las hostllidades partidistas entre liberales y conservadores que se mostra- ban como el motive del condlicto"; en los ochenta y nove ta, quedan bajola guerra entre la guerrilla y el Estado. Tras Jos contornos de a violencia politica en Colombia yace una guerra social, que se libra sobre todo en las éreas rurales, ue ha asolado al pais durante buena parte del siglo 1" 4 Laden de un “clap pars del stad fue plantead por p= ‘mera vex por Pa quien se ertsio de a Volenca, aspects Ins grave es el colapao del epccdad del Estado para mantener ‘london y admins justin Was Pl Ogu, Vitloin eos {pir Cri Boge, iat de scion Cea, 55 Pars tener ona fea de contenido soc dela Vielen en 1s aoe farentay anovena, weare Cerin Csmn Campos, Ovando is Bord Eduard Uma Lana La Vines oy Clombi Estes Sean racine Toto y 2 ein Bog Caos Vent ‘ism una dlecusin ater del conten socal dea vileria en CCoombis oer Mare Cherscky Michael nena, "Popul Lise: ‘asm, Radial Democacy and anasr Lefist Pals Conte porary Colombin en Barry Cary Steve Eller The Latin Aeros ooctacenomtnamm fs Durante cincuenta afios, muchos de los factores socia- tes politicas que han fomentado la violencia a nivel local zo han sido tenidos en cuenta. Esta heterogénca realidad social que esté ela ralz de la violencia, determinada por Conflictos regionales y locales, ayude sin embargo a fo- ‘mentar rebeliones y proyectos revolucionarios a nivel na- ‘onal Tal como sucedi en 1957-1958 con la fundacién del Frente Nacional, la paz a nivel nacional no levé a la paz a nivel local o a pacificar la misfada de actores sociales que estaban en guerra entre si, Por otra parte, el hecho de que tel comienzo del Frente Nacional coincidiera con los prime- +08 afios de la Revolucin Cubana le dio nueva vida a la ‘opcién revolucionaria para la epesicién armada. En Colom- bia, diferencia de lo que pass en ottos paises de Suramé- rica, la guerrilla pudo consolidar su presencia en varias {reas rurales durante la primera década del Frente Nacio- nal. A pesar de los enormes obsticulos y confrontaciones ‘con los militares, los estudiantes rebeldes, guerrillas ibera- les disidentes y campesinos de larga tradicién comunista ‘encontraron uno delos terrenos ms fétles delcontinente para la actividad revolucionaria. Los nuevos movimientos guerilleros, algunos organizados conscientemente sobre tos focos cubanios modelados alrededor de las ideas revo- lucionarias del "Che" Guevara’, otros con raices en perfo- dos anteriores de organizacién campesina, fueron capaces de insertarse en comunidades remotas que ya habtan ex ety Boulder y Londres, Westview and Latin American Bazeau, 1995. Un cxtadlo reciente, aborado ene 19907 1995, subraya pntinueda base ure dea voienia colombia, Em cote entado second que des mucosal del pal 3 ean decatuctard pncpabments fora mienren que 7% ara urban ‘Wane “Mites det homicdio en Colombia en Pus Pui, Programa fe Estadio sre Sepidad, Justia y Volenla, Universidad de {og Andes, Carta No, Sanafé de Boge, ul, 197, 7 Wace BenastoChe" Gosvara, Curls Warfare Lincoin y Londres, Universty of Nebraska Press 1985 2 "ASADO VRESENTEDELA GUERRA YLAPA perimentado varias décaclas de rebelién y conflicto social armado. La guerrilla en Colombia se apropi6 de comuni dadesen las que el Estado tenfa poca presencia y enlas que Jaautoridad central no era tenida en cuenta, Las montafas, Manuras y selvas, de dificil acceso y eseasamente pobladas, {ecilitaron el crecimiento de estos proyectos guerillers, ‘en especial dentro de los nuevos asentanentos a lo largo. dela frontera agricola en expansion. ‘A mediados de los afios sesenta, el panorama revolu- onario colombiano ya habia tornado forma y habian surgi do las principales organizaciones guernilleras: las Fuerzas ‘Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, constrtidas a partir de fos grupos comumnistas de autodefensa que ha- ‘ian surgido en la zona cafetera y a Io largo de la frontera de asentamiento agricola en los aos cuazenta y cincuenta, el Bército Popular de Liberacion, EP, de tendencia maofs- 48, que reflejaba la ruptura sino-soviética de comienzos de los aftos sesenta; el Fjercito de Liberacion Nacional, LN, de tendencia pro-cubana, fundado por colombianos que ha- bbian estudiado en La Habana en los atios que siguieron a la revoluci6n. Cada uno de estos grupos continu el traba- jo politico y de organizacién de los grupos comunistas y IMberales que habian estado en actividad durante la Violen- cia.:Més atin, cada uno de estos grupos, a pesar de que ‘mostraba hacia afuera la expresion de ideologias interna- ionales, construy6 relaciones fuertes ancladas en las fisu- zas politicas y econémicas de la sociedad colombiana, Ser ‘un campesino comunista en lazona cafetera generalmente reptesentaba una respuesta alos problemas que enfrenta- ba el campesinado colombiano a mediados de siglo y no ‘un constructo abstracto del comunismo mundial. Muchos Vane MichaeJiménes, “The Many Dest ofthe Colombia Reve- Iutlon: Region, Class and Agrarian Rebelion in ental Color Columbia Universty instite of Lat Asnerican sna trian Sa dies, Papers on Latin merc: No.1, 199, tabi Meo Me NEgoeAGON DEENA - a nniitantes prominentes del SIN y del EP slleron de los tmovimientos estudiantes y de los grupos de juventades Y ln disidencia del Partido Liberal. EL ELN en particular se Tund6en La Habana por estudiantes de clase media varios de os cuales habian spoyado una importante fain ais dente del liberalism que se opasoincialmente al Frente Nacional. Les lideres obrezos de los sindiatos petoleror colombianos tambien ayudaron a funda el ELN yledieron {in sesgo en politica petrolera que atin periste Roy en dia. En ios atts setenta surgi otra generacign. Elms im- portante de estos grupos fue el Movimiento 19 de abril, ‘Mas, que se fund6 como una organizacién pobtico-militar on una agenda naconalista dsenada para confrontar Ia hegemonts de los partidos traicionales y prevenir el ipo de fraude que ocurrié durante las elecciones presidencia. les del 19 de ail de 1970, Otros grupos, mis pequeos, surgieron en los estrechos espacos insiucionales ¢inver- haderosrebeldes dela politics colombiane. En ausenca de Canales dizectos de partcipacion los partidos pequeRos y Jos movimientos sociales regionals también emperaron a empufiar Ins armas. Uno de estos “movimientos sodales dsemedos” feel Quintin Lame que surg en el depart dina, “La resistencia campesina en l sur del elim’, en Gonzalo Stachesy lewd Potarunda eda), doy presen dee vile Colom, Bogeti, Fondo Batol Cere, 18 9 Beer muchor even que Gustavo Roja Pn, qui habia sido Snterorment dicadon ys partdo Anapo, ganusonlas ceca ‘Bes poro sa unto luego se negs como resid de una cuenta ‘feululenta de volo levadss cabo pot las autoridades del Frente [Nacional Elna te findado poriuembros dele Anapo, junto cot dltdnies dens ae ue quan sel una ata sb 1st propugards med. tove toon npacerdetee [ES poltcasrestictvas cada ves mas reprsivas del rene Nac ‘ala finales de os wos setenta y propos de los ochentn, Ys Putas Lan, Sombra senor ‘ie tot de ins ous potions ys destin Bogota Etval anata 1982 mento delCaucaa principios de os afios ochenta. Este mo- vimiento organiz6 a las comunidades indigenas de la re- gin en fuerzas de autodefensa, y participd en invasiones de tierra y otras actividades armadas en apoyo a los dere- chos indigenas. Enlos afios noventa, las fuertes corrientes politicas na- donales e internacionales levaron a una reorganizacién de Jos movimientos guersilleros. Tras varios falsos arranques, cl proceso de paz lievé a acuerdos definitivos con la mayor parte de estos “movimientos de segunda generacién”. EL colapso del comunismo en Europa Oriental, la derrota san- dinista en las eleeciones de Nicaragua, el avance del proce s0 de paz en E1 Salvador la crisis de Cuba y el reformismo politico dentro de la misma Colombia llevaron al M19, all Ent, al Quintin Lame y a otros cuantos movimientos pe- {quefiosa negociar su desarme y reincorporacién alsistema politico y legal La propuesta més atractiva del gobierno fue la oporti- ‘nidad de participar en una Asamblea Constituyente con tun mandate abierto para lareforma politica e institucional, Esta Asamblea se reunié entre enero julio de 1991, El pe- iodo comprendido entre 1989 y 1991 represents tin mo- _mento politico excepcional en el que, sin duda impulsados ppor convulsiones regionales y mundiales de mayor alcance, muchos sectores de la izquierda latinoamericana ~inclu yendo a estos grupos en Colombia empezazon a conside- Zar activamente su rol histrico y, por primera vez, a dar valor a politcas democrétiess y electorales como un medio vlable para llegar al poder. La nueva politica implicé una renundiaa la lucha armada", Fn Colombia, durante un ef 10 Venn Dao Vilas Un ee gues Santé de Bago aie ‘oral Planeta, 1997; JengunVillobe ns reaaconen aged [etna ralcin donald, Quito, Cede, 108: Mare Cheick, is Armed Struggle Su Relevaat™, Nasa, Volumen Y00VINO. 4, nee 1994 sACOCHCION DENA PAZ a mero pero excepcional momento que dur6 unos tres afios, tlniis emergi6 como la tercera fuerza mas significativa en Iahistoria colombiana fuera de los dos partidos tradiciona- les. Paredé ser tuna victoria no sélo para el Ms, sino para tori el sistema politico y los paridarios dela xeforma. Fue tun proceso que ayudé a que los partidos tradicionales se ‘clegitimizaran, especialmente el Partido Liberal, en el po- der en ese momento. Sin embargo, el M-19no logr6 mante- rer el impulso, y en las elecciones de 1994 su papel como rulevo movimiento politico fue opacado completamente por los partidos dominantes liberal y conservador". Las FARCy el ELN se negaron a entregarlas armas, aun que velan que el N19 estaba distrutando del apoyo electo- rly popular. Exiglan més participacin politica, Siguieron proponiendo grandes reformas sociales, estructursles y econdémicas como parte de cualquier acuerdo de paz. Ar- flan que los cambios en la Unién Soviética no mitigaban lasinjusticias en Colombia’, A pesar dels encuentros con el gobierno en Caracas y Tlaxcala en 1991 y 1992, los dos movimientos guermileros mas importantes no pudieron llegar a acuerdos con ef gobierno; por tanto, a partir de 1992 tanto la guerrilla como el Ejército han concentrado sus esfuerzos en expandit y fortalecer sus capacidades, militares. Muchos han afirmado que la reticencta de la guerrilla a negociar la paz es una sehal de su transformacién de mo- vimientosideol6gicos guerrilleros para pasar aser grandes yeficientes empresas criminales. Esta afirmacién reija los grandes cambios que han ocurrido en la lucha guerillera durante la tiltima década, particularmentetraslos cambios internacionales ocurzidos entre 1989 y 1991, A medida que 1K Dario Vilamizar, Aue! 29 er Santa de Hogots, Pianeta, 1995. 1B. Jacobo Arenas, Pacey cnemign, Bopoe, Edel La Oveja Regs 2050 Ia Unign Sovietica hizo implosion y que Cuba se retir6 uni- lateralmente del apayo que les prestaba 2 los movimientos uertilleos latinoamericanos, la guerrilla aument6 su par- ticipacion en secuestros, robo a mano armada y extorsion de empresas comerciales en casi todo el terrtorio colom- bbiano. Como consecuencia,cl plan de imponer “impuestos para la revolucién”, desde hace mucho tiempo una esta tegia financiera de la guerrilla, se expandié hasta cubrir casi todas las operaciones comerciales en el campo colom- biano. En las zonas cocaleras alo largo de la frontera agri- cola del norte de la Amazonia donde Ia presencia de los insurgentes es muy fuerte, las ARC el BLN cobran 15% de cada transaccién entre los productores de coca y los com- pradores de ésta, A mediados de losarios noventa, estaban, cobrando por una amplia gama de transacciones legales, desde la importacién de quimicos precursores hasta la re- finacién de la cocaina. También han logrado una presencia suerte en las zonas mis atas, y de explotacion més recien- te, de amapolas para produccién de heroina. Al mismo tempo, se impusieron gravamenes similares alos ganade- 10s, algodoneros, arroceros y a casi todos los que comer clan con la agricultura. Se estima que las FARC reciben cientos de millones de ddlares al aho por el auge de la coca, secuestros y otras fuentes. Se informa que el ELN recibe ga- snancias similares por secuestros, robes ¥y por cobrar a las petroleras y compafias de construccién que han llegado a log Llanos Orientales en las sucesivas descubrimientos pe- troleros que comenzaron a finales de los anos ochenta y en. los noventa, Algunas fuentes de inteligencia estiman los recaudos totales de la guerrilla en 19% en US$800 millo- res" Sin embargo, dado el tamafo de la economia colom- bana y sus dificultades conocidas para absorber dineros 13. International ntnate for Strategie Studs, “Colombia's Ealing isience” en Strategie Conners, Va 3, No, mayo de 1997 COCIACON DENA ” ilictos", ésta parece ser una cifra inflada. A pesar de esto, las sumas han sido suficientes para sostener durante més de una década una vasta expansién en redutamiento y ac~ Gi6n territorial en ambos movimientos guernilleros en los aos noventa. Un informe del gobiernobasado en datos de Ia Policia y el Bjército declaré que en 1985 habia algiin tipo de actividad guerrillera en 173 municipios de los 1.005 que tiene el pais, que representaban 17,2% de los municipios colombianos, En 1995, a cifta habia crecido en forma expo- nencial,legando a 622 de un total de 1.071 municipios, un salto que representa 59,8% de todos los municipios". Elcolapso dela guerra fia llevé a tna reestructuracién de las fuentes de financiacion de los movimientos guerti- lleros en Colombia. Aunque el secuestro y la extorsion han sido pricticas comunes de [a guerrilla, solo desde finales de los aios ochenta los grandes ingresos de recursos inter- nos generados por actividades criminales, sobre todo de ganancias por extorsién de droga y petsdleo, vinieron a remplazar la red de apoyo internacional que le venia de Cubs, Nicaragua, la Unién Soviética, Europa Oriental y, a veces, ibia. Aunque las fuentes y métodos de financiacion después de la guerra frfa han elevado el papel de las act- vidades criminales en estas organizaciones, la guerrilla no se deberfa clasificar en la misma categoria de otras formas 16 ranaico Thou, Eaonoma plc y nero, Santa de Bog (TM Ealtores, 1998 pp. 185208. 15. Wau ost Not Rls y Daniel Garis Feta Jaramillo, Budi Tomo Frew’ Fos! A Statgy for Benoit, informe de la Coston Explortora para a Fase presentado al Fresisente de Republics Erhesto Samper Santafé de Bogots: Ofna dl Alo Comionado pass it FassPrectence de ln Repabicy septembre 9, 1997. Lor gpl onlguriand pole de gino en Ct He Se ouotoey Ree orden por dle segaor diecamerte fore! putblo A parts de 199 el nomero de municpins cio Egesantente como refejo dei expansion de asentamsentes Ts ‘iporatin de agua Seem fromtenas. de caimen organizado, La actividad criminal de estos grupos fe: un medio, no un fin, Son organizaciones fundamental- ‘mente politicas. Entrenan a sus combatientes y seguidores ce intentan organizar la vida politica y socal de las comuni- dades sobre las cuales tienen influencia. En algunas zonas de colonizaci6n, disponen la prestaciGn de servicios bési- cos, mantienenla ley y el orden, administran justicia, yrs lizan matrimonios y divorcios. Operan principalmente por el poder, con frecuencia el poder local, y no por las rique- 228, Los recursos derivados del cimen Se dedican en espe cial a extender la insurgencia" 16 Hay sbundance iterature sobre Jos movimientor gueileros ex ‘Colombia. Desée los ats ochent, varios estadiosteadémicos y ferodcontan pared, prvenand lz ogenesevolucen.y erpectvar des pranapales mevanientos. Yan, por eemplo, Efciruo Pssro, “ta queria revokedonena en Colombia en Gonsalo Sinchesy Rica Peturands (eds) Poy prountdele Biles om Colne, Bogots, Fondo Bao Cer 1986, pp. 381- SNEE ao bart ute concn ee es ‘rma elas, Bogut, TM Ealtores lop 981 Artur Aspe, as ‘ile de Pains Marin Manan Marland Ves, Tei ogo. 1 Planeta, 1085 Cavin Arange Ze onl nde Mergutales 1 Une, Bogots, Edicones Aurore, 1984 Jaime Jaramillo Ure et 2 Coonan sy gurila Bogor, Univeraied Nawal de ‘Csaba, 686 Ares Malai Sten denen histor or dele ‘olan dt Gurr, ogots, Fl Ancor Eaitores, 1597; Carlos Medina Gog, tse ura hr cade dor ee Sarat de Boge igo Guta oe Se Desi que comecsarnian pine ‘6 prouts dep, han pareide wait histor eas por Gee ‘nlerosamaltndan por nepocadores. Vem Tocobe Arenas, ‘eopenlencis sce del proc de pe, Boge, Bator La Ovela ‘ogee, 198, Dario Vllartns Un ane guerra, Santé de Boge {FFatnet, 1997, Alvaro Vileroga 8: Neon Plazas No este. ‘Shuttle bus una con dl er Sonate de Bogou, Pande ‘Sin Progresr y Fundocgn Cultra Dernocdt, 158. Recent iment, Feprenstando ls asuntos algo mas complefor defn ‘nsidenda dels violercn guerrilea com expanse del ico ‘Sedrogas, nan aparecicavarior bres asodadbs con as Puetzas ‘Aro mortand que ls guseila se tanstorm6 por completo ‘Gr organizacionescttnules stacadae con el marcoeaic, Vane ‘Mayor ute alberta Vilamartn Pua, Bender, Santate GOCE UNA RAZ 1s Los movimientos guerileos en Colombia han operado por separado, como reflejo de agudas divsiones ideotdgi- fas en asuntos de doctrina, estrategia y poder que fract- taro a los movimientos de izquierda en todo el mundo Gurante buena parte del siglo Lenin v.Totsky, Minos Stalin, ls focos cubanos de nueva nguierda sla estrate- {is electoralestradicionales de los parlos comunistas. A pesar de décadas delicha armada, a guerra iequierdista Colombiana no ha podido unifcar sus esteuctaras, como fermin6 sucediendo en Nicaragua ElSalvador y Guatema: Jn. Sin embargo, a principios de 1985, la guerilla intent tunica sus instarcas mares y de negodiacion. En 1987 fundé la Coordinadora Guersillera Simén Bolivar, OSB Tras acuerdos de paz independientes con varios grupos en 1980 y 1991, la CG30 se forms con las FARC, el ELN'y una faccién disidente del EPL Entonces, por primera ver, sin desmantelar los comandos individaales i los frente, Ia (cost empez6 a coordina: las actividades militares en cer- tas regione, y a negociar en conjunto en las sesiones de Caracas y Taxeala en 1991 y 192, Sin embargo, estos pasos rofuteron suficientes para subsanarlas grandes diferencias ya continua sivalidad ente los grupos en competencia.La falta de una estructura de mando totalmente coherente race que surja la siguiente pregunta una y otra ver: 2s mejor negociar con los movimientos guerrileros en con: junto, 0 las negociaciones deben hacerse con cada movi rmiento por separado, tal como sucediéen los procesos de de Bot. ones Fenn, 15 Maori et iba ‘Sn Plo 2 tn po dentro, Sanat de Bogor, Eacones EL Fea6n, {935 La poscon de eto bees se oma Sola posta al de Ine Puerar Armada ine “Statement of Leatenant Colonel Os {hr Envique Gonsales,Corananer Special Unt of Cal Mi (ry fond of Colonia National Arey, Cal, Colombia" en Gurl U3, Chuntamavsts Pay Toward Calman, Meusing Belore Co imiiee on tstenational Reaons, House of Representatives, One Flandre Fourth Congress, Sacond Sesion sptiambre 11,1036 paz en el perfodo 1982-1986 y en la segunda ronda, con relativo éxito entre 1989 y 1991? El consenso que reina ac- tualmente es que los procesos “parciales” con grupos in- dividuales no son nada adecuados, y que por definicibn sesultan incompletos. Sin embargo, en coyunturas criticas puede haber pocas alternativas. 2POR QUE VIOLENCIA? EXPLICACIONES PARA LA VIOLENCIA POLITICA EN COLOMBIA Ha habido un intenso debate entre académicos y analistas sobre la causa de la violencia en Colombia durante la se- ‘gunda mitad del siglo xx. Este debate ha estado determinado ppot las condiciones cambiantes y los contextos poitcos bajo los cuales ha pasado el pafs desde la época de la Violencia (21948-1958), pasando par e! Frente Nacional (1958-1986) has- ta el periodo posterior al Frente Nacional y ala guerra fra, y el contexto politico y social influido por el narcotrafico (1991. )¥. Durante este perfodo, Colombia pas6 por proce- s0sde urbanizacién, modernizacién, industralizacion, por tun boom: petrolero, extendié su frontera agricola hasta la zona norte de la Amazonia, y en los afios ochenta se con- virti6 en una gran plataforma de exportacién ilegel de cocaina procesada y, lego, de heroina. Un periodo de vio- Tencia dio lugar a otro, cas sin tregua, y sin que se supere el conflicto inicial. Los actores de la violencia se transfor- :maron; los motivos se redefinieron, 17 Una antacion sobre sta periodinacén: fortalmente, el Fente [Naconal se iseSs pan prolongane hacia 197%, y ego se exe ‘ioe forma constucatal Nats 1978 con prowsones para aco fEmuacion den ségimen de coalcn despucn En la pricey obiemo de cols dur hasta 188, cuando por prunere ver {ese Ia hindacin del rente Nacional el Pride Concerya3ot sea ser de opouion Las apunlanietos del vin det po ler que venian del Free Neckonel permancleron en a Cnet ‘sindes9i. Lareferencia principal para toda la violencia subsecuen- tea sido la época de la Violencia. Este periodo de violen- cia partidista entre Uberalés y conservaciores encubsié un amplio espectro de tensiones de clase, regionales, politicas, comerciales y de comunidades. Envolvié con una capa de partidismo a los combatientes pero los dej6 perseguir a sus enemigos locales y de partido sin liderazgo nacional, ‘Hobsbawm denomind a a época de la Violencia una de las {grandes movilizaciones campesinas del siglo XX", Pero lo ‘que ha diferenciado a la Violencia de otros movimientos ‘campesinos es que no llevé a la revolucién o a levanta- :mientos politicos de importancia o de transformacion so- ial. Al final del derramamiento de sangre, os dos partidos cligarcas, integrados por varias clases, pudieron dejar de lado sus diferencias para retomar el control a través de un arreglo de repacticion del poder legitimado constitucional- mente, el Frente Nacional. Hartlyn ha comparado las instituciones politicas que resultaron de los acuerdos con ciertos “regimenes conso- ciacionalistas’ que han atenuado los conflictos en socieda- des divididas por asuntos énicos, de lenguaje o de religion como en Bélgica o Austria®. Pero i el Frente Nacional fun- cioné como un régimen consodacionalista que repartio el poder en una sociedad dividida desde el punto de vista politico y sirvié para educar al pueblo hacialatolerancia de los seguidores de otro partido, también se volvie bastante cexclusivo de aquellos miembros de la sociedad que se ha- bian liberado de las identidades partidistas y que buscaban, desarrollar formas alternativas de participacién politica, Los presidentes gobernaron 75% del tiempo haciendo so del decreto de autoridad de estado de sito, y se confiaron 18 E J. Hobstawn, “The Revolutionary Stunon in Colombia", The ‘Word Tay, VoL XD un, 196, pp. 24-28 19 Jonathan Harty, Tia Pls of Corton Rule in Cal, Can bridge, Cambridge Univerty Press, 1988 cada ver. més en las Fuerzas Armadas para mantener el orden paiblico. Un andlisis anterior dela violencia manifestaba que los ‘colombianos se hicieron a las armas porque a muchos seles ‘nogaban loscansles de partiipacidn mas allé del dientelis- ‘m0 que exstia dentro de liberalismo y el conservatism, El Frente Nacional no respondia a esto y frustré, a veces por la fuerza, las aspiraciones y necesidades sociales de la ma- yyoria de los ciudadanos del pais®. Muchos ciudadanos se Tefugiaron en Ja apatia; algunos se pasaron a las armas. Los violentélogos, especialistas en Ia violencia en Co- lomibia, también afirmaron que Ia violencia era facltads ppor un Ectado histéricamente débil que no tenfa una pre- sencia continua en buena parte del terrtorio nacional. Es- tos analistes decian que los movimientos guerrilleros, os caciques politicos, Ios paramilitares y més adelante los nar- cotraficantes se han eaizado en esas areas en las cuales el Estadomno tiene contzol efectivo, tanto en el sentido territo- rial como en el administrativo y legal. Los grupos armados extralegales podian, en esencia, sustituir al Estado y ocu- parse de los servicios basicos, incluyendo la administra- ‘idn de justica, la educacién y los servicios sociales. Mucha, de la violencia se deriva del intento del Estado de afirmar, periédicamente, su autoridad militar sobre estas &reas™, 0 de enfrentamientos por el terrtorio en disputa entre gri- [pos armactos hostiles. Estas das ideas -las consecuencias de un sistema politico cerrada y de un Estado sin presen- 20. Yara Brancico Lea Estat y politi Colm, Bags, S SO ise: Gonsle Séncher y tenrde esaeanda (ede), ae y Freee ei oc Clr, opt, For Paral Cee 21, Lamaracénaeptadasobre a fundaton de lasts dice que cuan- doen 1864 <1 Estado empesd a sncarlas comunidades de saad fengu de Marquet Tato, Rlocgutoy Gunyabeo iss coms: "ies se tedgruparen yas rsa de alodtere con tonen guns movies, Ve Casts range 2p ECOCMRION DUA PAZ 23 cia, 0 con presencia limiteda, en el terrtorio nacional-asin son la base de buena parte del pensamiento sobre la vio- Jencia y a bisqueda ce paz en Colombia. Pero cuando e: tasinterpretaciones se convirtieron en la base para planear politicas, pasaron a estar bajo escrutinio minucioso y re- ‘bieron fuego destle varios sectores. ZAcaso un sisiema politico moderadamente cerrado explica por completo el recurso de las armas? LAcaso la ausencia del Estado se traduce necesariamente en movimientos armados ant-Es- ‘ado? Los cientificos sociales colombianes han empezado a cexplorar con més cuidado las condiciones bajo las cuales Jas comunidades se hicieron a las armas. En el proceso, ha hhabido una especie de cambio de paradigma sobre teoria de la revolucién y los movimientas sociales de las escuelas norteamericanas a las francesas. Andlisis anteriores, que segufan la obra de teéricos de la revolucion como elacadé- ico norteamericano Charles Tilly, sostenfan que cuando Jos canales de protesta popular son negados, el siguiente ‘paso logico es la acci6n armada™. Para Tilly, la nea entre [a protesta pacifica y Ia insurreccién armada es continua; se espera que las comunidades tomen el camino de las ar- ‘mas ante la ausencia de otros canales de expresion politica, Entonces, uno esperarfa que como el Frente Nacional fue

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