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El plan AUGE (actualmente GES) es creado por ley con el objetivo final de garantizar la atención
adecuada a una serie de patologías independiente de la afiliación de los pacientes.
Es un sistema integral para todos los habitantes chilenos, que garantiza que los pacientes recibirán
el tratamiento adecuado dentro de un plazo específico, con acceso a las terapias que sean
necesarias sin importar previsión, condición social o lugar de residencia.
Acceso: Derecho por ley de la prestación de salud, diagnóstico, tratamiento integral, rehabilitación
y seguimiento según corresponda.
La situación sanitaria de Chile muestra innegables avances, pero también grandes desafíos que
requieren ser abordados con sentido de urgencia y realismo, vinculado a las capacidades y recursos
disponibles. Más de tres cuartas partes de la ciudadanía no está satisfecha con la gestión
gubernamental en salud y existen razones fundadas para ello
En cuanto a los objetivos, son cinco los ejes fundamentales de la reforma: reducir las listas de espera,
reformar la atención de consultorios y centros de salud primaria para otorgarles mayor
resolutividad, modernizar el modelo de atención de salud, rebajar los precios de los medicamentos
y fomentar una cultura de vida sana.
-Impulsar una nueva gobernanza mediante un directorio técnico y avanzar desde el financiamiento
de instituciones hacia el de soluciones de salud para los usuarios.
- Reorganizar la atención de salud, mediante las siguientes innovaciones institucionales:
-Crear AUGE Mayor, para facilitar el acceso, la oportunidad y la calidad de la atención en salud
-Crear una canasta de prestaciones para adolescentes para detectar de manera temprana intentos
suicidas y factores de riesgo
El plan auge fue implementado en sus inicios como una de las grandes transformaciones de sistema
de salud público, pero lamentablemente no ha podido ser una solución real para la problemática a
nivel país.
Una de las principales críticas son las largas listas de espera, que el sistema actual tiene problemas
para poder reducirlas. Ante ello quizás es necesario un replanteamiento a nivel estratégico sobre la
disposición real que debiese tener los recursos. Por ende, el Estado debiese apuntar su foco a la
salud pública, mejorar la red a nivel país, financiamiento, cobertura y acceso, puntos que van
directamente acompañados con un cambio de gestión