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Res: 2003-06322
Resultando:
1.-
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3.-
Por resolución de las catorce horas treinta y cinco minutos del doce de
octubre del dos mil (visible a folio 21 del expediente), se dio curso a la
acción, confiriéndole audiencia a la Procuraduría General de la República.
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10.-
Considerando:
A.-
I.-
II.-
" [...] por la naturaleza del asunto no exista lesión individual y directa, o se
trate de la defensa de intereses difusos, o que atañen a la colectividad en
su conjunto";
Es así como través del concepto de intereses difusos, cuyo contenido ha ido
siendo delineado paulatinamente por la jurisprudencia constitucional, y que
podría ser resumida en los términos empleados en la sentencia número
3705-93 (supra citada)
" [...] Los intereses difusos, aunque de difícil definición y más difícil
identificación, no pueden ser en nuestra ley -como ya lo ha dicho esta Sala-
los intereses meramente colectivos; ni tan difusos que su titularidad se
confunda con la de la comunidad nacional como un todo, ni tan concretos
que frente a ellos resulten identificados o fácilmente identificables personas
determinadas, o grupos personalizados, cuya legitimación derivaría, no de
los intereses difusos, sino de los corporativos que atañen a una comunidad
en su conjunto. Se trata entonces de intereses individuales, pero a la vez,
diluidos en conjuntos más o menos extensos y amorfos de personas que
comparten un interés y, por ende reciben un perjuicio, actual o potencial,
más o menos igual para todos, por lo que con acierto se dice que se trata de
intereses iguales de los conjuntos que se encuentran en determinadas
circunstancias y, a la vez, de cada una de ellas. Es decir, los intereses
difusos participan de una doble naturaleza, ya que son a la vez colectivos
-por ser comunes a una generalidad- e individuales, por lo que pueden ser
reclamados en tal carácter" ;
IV.-
V.-
I.-
II.-
IV.-
V.-
Artículo 1.-
Artículo 39.-
1. Que durante todo el proceso constructivo del relleno sanitario, tanto las
autoridades sanitarias como de la Secretaría Técnica del Ambiente o del
Ministerio del Ambiente y Energía, realicen visitas semanales, con el
objetivo de supervisar que en el proceso de construcción se cumplan las
normas sanitarias y ambientales respectivas.
VI.-
VII.-
B.-
VIII.-
" V.)- La vida humana sólo es posible en solidaridad con la naturaleza que
nos sustenta y nos sostiene, no sólo para alimento físico, sino también como
bienestar psíquico: constituye el derecho que todos los ciudadanos tenemos
de vivir en un ambiente libre de contaminación, que es la base de una
sociedad justa y productiva. Es así como el artículo 21 de la Constitución
Política señala: «La vida humana es inviolable.» Es de este principio
constitucional de donde innegablemente se desprende el derecho a la salud,
al bienestar físico, mental y social, derecho humano que se encuentra
indisolublemente ligado al derecho de la salud y a la obligación del Estado
de proteger de la vida humana.
" XIII.-
El término «bellezas naturales» era el empleado al momento de
promulgarse la Constitución (7 de noviembre de 1949) que hoy se ha
desarrollado como una especialidad del derecho: el derecho ambiental que
reconoce la necesidad de preservar el entorno no como un fin cultural
únicamente, sino como una necesidad vital de todo ser humano. En este
sentido, el concepto de derecho al ambiente sano, supera los intereses
recreativos o culturales que también son aspectos importantes de la vida en
sociedad, sino que además constituye un requisito capital para la vida
misma. [...]
[...]
"Y esto es así en virtud de que el bien jurídico que se protege es el «recurso
forestal», término que significa «la protección y preservación de la
integridad del medio ambiente natural» [...] que existe en la zona declarada
como parque nacional y que es reconocido tanto por la legislación
internacional, por las leyes dictadas al efecto, por las leyes dictadas al
efecto, como por las cartas políticas. En este sentido, el artículo 69 de la
Constitución es que habla de «explotación racional de la tierra»,
constituyéndose en un principio fundamental de su protección" (sentencia
número 5399-93).
" II. La protección del medio ambiente es una tarea que corresponde a
todos por igual: a las instituciones públicas, haciendo respetar la legislación
vigente y promoviendo esfuerzos que prevengan o eliminen peligros para el
medio ambiente; a los particulares, acatando aquellas disposiciones y
colaborando en la defensa del suelo, el aire y el agua, pues todo cambio
nocivo resultante de un acto humano en la composición, contenido o calidad
de éstos resultará también perjudicial para la calidad de vida del humano"
(sentencia número 4480-94, de las diez horas cuarenta y un minutos del
diecinueve de agosto de mil novecientos noventa y cuatro).
" II.-
IX.-
1.-
"Serán funciones del Ministerio del Ministerio del Ambiente y Energía, las
siguientes:
2.-
3.-
4.-
5.-
" III.-
6.-
" [...] no es otra cosa más [que] la pronta ejecución o remedio de una
situación dada, que se ha originado en los efectos de cómo ha sido
manejada ella misma, [...]" (Sentencia número 3410-92, de las catorce
horas cuarenta y cinco minutos del diez de noviembre de mil novecientos
noventa y dos);
7.-
" (Sentencia número 0695-96, de las quince horas cuarenta y dos minutos
del siete de febrero de mil novecientos noventa y seis).
8.-
" X.-
"A fin de lograr una más racional ordenación de los recursos y mejorar las
condiciones ambientales, los Estados deberían adoptar un enfoque
integrado y coordinado de la planificación de su desarrollo de modo que
quede asegurada la compatibilidad del desarrollo con la necesidad de
proteger y mejorar el medio humano en beneficio de su población."
9.-
10.-
11.-
Es por ello, que por Ley 7412 del 03 de junio de 1994, la Asamblea
Legislativa reformó el artículo 50 de la Constitución Política, garantizando a
toda persona el derecho al ambiente sano y ecológicamente equilibrado. En
esta materia, entonces, existe la legitimación para denunciar actos que
infrinjan ese derecho y para reclamar la reparación del daño causado, a
través del acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos.
De esta manera, cuando la Constitución Política hace mención de
que el Gobierno de la República es popular, representativo,
alternativo y responsable, hemos de tener claro que la
participación ciudadana no se limitaría al mero ejercicio del
derecho al voto, o a la aspiración de alcanzar un cargo público de
elección popular, sino, además y en esta nueva visión, a la de que a
las personas se les ofrezca la oportunidad real de contribuir a la
toma de las decisiones políticas del Estado, especialmente cuando
éstas tengan trascendencia nacional, o eventualmente pudieren
afectar los derechos fundamentales de ciertos sectores de la
población. De los artículos 1 y 50 Constitucionales se rescata pues,
la consideración que los ciudadanos merecen en un estado
democrático, en el cual puedan al menos tener acceso a la
información sobre el medio ambiente de que dispongan las
autoridades públicas, tal y como lo señalan los recurrentes. El
precepto comentado, entonces, recoge el principio citado a través
del acceso a la información de que se dispone y a la divulgación de
ella, para que la toma de decisiones no se circunscriba a un
limitado grupo de intereses. Ciertamente, que en la materia que ahora
analizamos, nuestro ordenamiento jurídico ya prevé que los particulares
pueden solicitar a la SETENA llevar a cabo audiencias públicas, para efecto
de que se tomen en cuenta las posiciones formuladas por las comunidades
interesadas en la toma de decisiones que afectan el ambiente, lo que ha
sido recogido en la Ley Orgánica del Ambiente y de su Reglamento, como
informó la autoridad recurrida."
"1) Convocar a una audiencia pública por medio del Diario Oficial y la
divulgación adicional necesaria con la indicación de local, fecha y hora para
conocer el proyecto y de las observaciones verbales o escritas que tengan a
bien formular los vecinos o interesados. El señalamiento deberá hacerse con
antelación no menor de quince días hábiles" (artículo 17 de la Ley de
Planificación Urbana).
" [...] puede excluirse al ser humano que recibirá los efectos de las
decisiones gubernamentales en materia ambiental-, de su participación en
la decisión de asuntos vinculados con esta materia."
" [...] queda claro para la Sala que en los procedimientos de estudio de
impacto ambiental y declaratoria de viabilidad ambiental de los
proyectos en los que se pretenda explotar recursos naturales, la
participación de las municipalidades debe ser activa; sin embargo, en
modo alguno puede pretenderse la sustitución del órgano director de los
mismos -en este caso la Secretaría Técnica Nacional Ambiental- por las
municipalidades. En el caso concreto, esa participación se traduce en la
participación de los gobiernos locales en todo el procedimiento, y por ello es
que en dicho procedimientos tienen plena cabida sus gestiones, pero como
una parte más, motivo por el cual se le notifican todas las gestiones que se
realicen dentro de ese procedimiento. En todo caso, el procedimiento
previsto en los artículos 35 a 40 del Reglamento sobre Procedimientos de la
Secretaría Técnica Nacional Ambiental, Decreto Ejecutivo número 25.705-
MINAE, prevé no sólo la participación de la sociedad civil, sino sobre todo,
de las municipalidades, con las cuales coordinará la celebración de la
audiencia pública (artículo 36), pero a modo de colaborador de esta entidad
con la Secretaría Técnica Nacional Ambiental, sin que en modo alguno
pueda pretender la toma de decisiones. Por lo demás, las competencias
municipales en lo que respecta a la preservación y protección del
medio ambiente no pueden verse limitadas a la organización de la
audiencia pública -que por disposición legal le corresponde a la
Secretaría Técnica Nacional Ambiental-, sino que va mucho más
allá, como lo es la concientización de los munícipes en la
participación ciudadana, la denuncia -con pruebas técnicas- ante
entidades administrativas y los tribunales de justicia, el manejo
adecuado de la basura y de los desechos industriales, el control y
fiscalización para que las leyes ambientales se cumplan, y la
promoción de los recursos legales pertinentes, como lo sería la
solicitud de suspensión de los actos administrativos que estimen
nocivos para el ambiente, pero no en la vía constitucional, sino en
la jurisdicción contenciosa-administrativa y civil de Hacienda, entre
otros cometidos" (sentencia número 2001-5737, de las catorce horas
cuarenta y un minutos del veintisiete de junio del dos mil uno).
C.-
X.-
XI.-
“III.-
Por otro lado, con vista en los últimos acontecimientos en el caso de estudio
y en el informe de SETENA emitido apenas el 2 de noviembre de 2001
mediante oficio SG-2336-2001, la Sala reconsidera los criterios
vertidos en su jurisprudencia respecto a la aplicación del decreto
Ejecutivo No. 27443-S, en el sentido de que TODOS LOS PROYECTOS
DE RELLENO SANITARIO DEBEN ESTAR SUJETOS A UN ESTUDIO DE
IMPACTO AMBIENTAL. Como bien lo indica el artículo 17 de la Ley
Orgánica de Ambiente, las actividades humanas que alteren o destruyan
elementos de ambiente o generen residuos, materiales tóxicos o peligrosos,
requerirán una evaluación de impacto ambiental por parte de la Secretaría
Técnica Nacional Ambiental, requisito que será indispensable para iniciar las
actividades, obras o proyectos. Si bien es cierto la misma ley indica que las
leyes y los reglamentos indicarán cuáles actividades, obras o proyectos
requerirán de dicho estudio, este Tribunal considera que tratándose de
rellenos sanitarios no puede estipularse la exclusión de este
estudio por razones de población, considerando los efectos tan
nocivos que provoca la deposición de los desechos a gran escala en
contacto con el medio ambiente. Como bien lo indica el recurrente y los
coadyuvantes en este amparo, el principio de in dubio pro natura debe
ser salvaguardado con el fin de evitar daños irreversibles
producidos al ambiente. El manejo inadecuado de los residuos
sólidos puede generar significativos impactos negativos para la
salud humana, pues éstos son una fuente de transmisión de
enfermedades, contaminan los recursos hídricos utilizados para el
consumo y uso diario, además ocasionan inundaciones por
obstrucción de los canales de drenaje y del alcantarillado, destruye
la flora y fauna impidiendo su crecimiento, contamina el suelo, el
aire y el ecosistema en sí. Ante tales impactos, no puede dejarse al
arbitrio del Ministerio de Salud la decisión de determinar si un
relleno sanitario requiere o no de un estudio de impacto ambiental
cuando este no sobrepase los 75.000 habitantes del lugar donde se
pretende erradicar según lo establece este Decreto, pues esta
decisión que puede resultar negligente en muchos casos o poco
predecible, puede originar daños que resultarían irreversibles y que
luego, no quedaría más que lamentar y tratar de mitigar algunos de
sus efectos, pudiendo haberse prevenido tal situación. Precaución
que en todo caso se establece en la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Ambiente y Desarrollo de 1992 donde Costa Rica
suscribió junto con otras naciones la Declaración de Río, para lo
cual resulta preciso señalar el principio 15: «Con el fin de proteger
el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el
criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya
peligro de daño grave e irreversible, la falta de certeza científica
absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la
adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir
la degradación del medio ambiente.» y el principio 17: «Deberá
emprenderse una evaluación del impacto ambiental, en calidad de
instrumento nacional, respecto de cualquier actividad propuesta
que probablemente haya de producir un impacto negativo
considerable en el medio ambiente y que esté sujeta a la decisión
de una autoridad nacional competente.» En razón de todo lo
anterior y siendo de conocimiento general que el manejo y
tratamiento de desechos o basura siempre puede implicar un
impacto negativo en el medio ambiente, es un deber emanado de la
propia Constitución y de los Tratados Internaciones el exigir en este
tipo de actividades como requisito previo el estudio de impacto
ambiental”.
XII.-
XIV.-
XV.-
CONCLUSIONES. Debido a que eximir a la Administración de la obligación
de elaborar Estudios de Impacto Ambiental previos a la construcción y
operación de rellenos sanitarios constituye una lesión del derecho a un
ambiente sano y ecológicamente equilibrado, procede declarar con lugar la
acción de inconstitucionalidad, en virtud de lo cual se anula el párrafo
segundo del artículo 39 del Decreto Ejecutivo número 19049-S, según fuera
introducido por las reformas dispuestas en el artículo 1º del Decreto
Ejecutivo #27443-S de trece de noviembre de 1998.
XVI.-
Por tanto:
Presidente
Gilbert Armijo S.
Ernesto Jinesta L.