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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE ENFERMERIA
SITUACIONES ESPECIALES EN CIRUGÍA DE ABDOMEN

1) BOLSA RECOLECTORA COLOSTOMICA

Una colostomía es una abertura en la pared abdominal que se realiza durante una
cirugía. Se hace pasar un extremo del colon a través de esta abertura para formar
un estoma. La ubicación del estoma en el abdomen depende de la parte del colon
que se usó para construirla. Algunas colostomías son grandes, otras son
pequeñas; algunas se colocan del lado izquierdo del abdomen, otras del derecho y
otras pueden estar en el centro.

Cuando uno mira un estoma, lo que realmente está viendo es el revestimiento (la
mucosa) del intestino, el cual luce muy parecido al revestimiento en el lado interior
de su mejilla. El estoma se verá de color rosa o rojo. Este revestimiento es tibio y
húmedo, y segrega pequeñas cantidades de mucosidad.

La apariencia del estoma depende del tipo de colostomía que el cirujano haya
hecho y de las características corporales de cada paciente. Puede que luzca
bastante grande en un principio, pero se encogerá a su tamaño final en alrededor
de 6 a 8 semanas tras la cirugía. El estoma tendrá una forma entre redonda y
ovalada. Puede que algunos estomas sobresalgan un poco, mientras que otros
pueden quedar emparejados o al ras con la piel.

Después de hacer una colostomía, los intestinos funcionarán tal y como lo hacían
antes, con la excepción de:

 La porción del colon y del recto que se encuentran más allá de la


colostomía. Esta porción habrá sido desconectada o extirpada.
 El ano. Éste dejará de ser el punto de salida de las heces fecales, aunque
aún seguirá siendo un punto de salida de mucosidad de vez en cuando, lo
cual es normal.

Puesto que los nutrientes se absorben en el intestino delgado, una colostomía no


afectará cómo el cuerpo procesa el alimento. Las funciones principales del colon
son las de absorber agua, transportar la materia fecal hacia el ano y luego
almacenarla en el recto hasta que salga del cuerpo. Cuando una colostomía
cambia la ruta de la materia fecal, el área de almacenamiento deja de estar
disponible.

Entre más arriba se haga la colostomía, más corto quedará el colon, y entre
menos tiempo tenga el colon para absorber el agua, más propenso es que la
materia fecal contenga más líquido haciendo que tenga una consistencia más
suave. Una colostomía más abajo en el colon, cerca del recto, eliminará materia
fecal que ha estado en el intestino por una mayor cantidad de tiempo.
Dependiendo de las circunstancias de la enfermedad, los medicamentos u otras
formas de tratamiento, entre más extenso quede el colon, más sólida y formada
será la materia fecal.

TIPOS DE COLOSTOMÍAS Y SISTEMAS DE BOLSA RECOLECTORA

Una colostomía puede ser de corta duración (temporal) o de por vida


(permanente) y se puede hacer en cualquier parte del colon. Los diferentes tipos
de colostomías son en función del lugar del colon en el que se hacen.

COLOSTOMÍAS TEMPORALES

El tratamiento de ciertos problemas de la parte inferior del intestino grueso


requiere que esa porción esté en reposo. Esto se logra evitando que la materia
fecal llegue hasta allí. Para ello se crea una colostomía temporal (de corto plazo )
que permitirá que sane el intestino. Puede que el proceso de sanación tome varias
semanas, meses o incluso años. Con el tiempo, la colostomía se revierte (retira ) y
el intestino comienza a funcionar como lo hacía antes (la materia fecal vuelve a
salir a través del ano).

COLOSTOMÍAS PERMANENTES

Cuando parte del colon o del recto enferma, se tiene que hacer una colostomía de
largo plazo (permanente). La parte enferma del intestino debe ser extirpada o
dejarse sin función permanentemente. En este caso, no se espera cerrar la
colostomía en el futuro.
COLOSTOMÍAS TRANSVERSAS

Hay dos tipos de colostomías transversas: la colostomía transversa en asa y la


colostomía transversa de doble boca. La colostomía transversa se realiza en la
parte superior del abdomen, ya sea en medio o hacia el costado derecho del
cuerpo. Este tipo de colostomía permite que la materia fecal salga del cuerpo
antes de que alcance el colon descendente.

COLOSTOMÍA ASCENDENTE

La colostomía ascendente se coloca en el lado derecho del abdomen. En este


caso, sólo una sección corta del colon permanece activa, lo cual implica que el
producto será de una consistencia líquida y tendrá muchas enzimas digestivas.
Será necesario usar una bolsa con drenaje a todas horas, y se tendrá que
proteger la piel de los desechos

COLOSTOMÍAS DESCENDENTES Y SIGMOIDEAS

Localizada en el colon descendente, la colostomía descendente se realiza en la


parte inferior del lado izquierdo del abdomen. La mayoría de las veces la materia
fecal es de consistencia firme y se puede tener control voluntario de su
evacuación.

La colostomía sigmoidea es el tipo más común de colostomía. La colostomía


sigmoidea se realiza en el colon sigmoide solo algunas pulgadas (centímetros)
más abajo que la colostomía descendente. Debido a que la mayor parte del colon
queda activa, éste puede expulsar materia fecal sólida con más regularidad.

TIPOS DE SISTEMAS DE BOLSA RECOLECTORA

Las bolsas recolectoras están disponibles en una variedad de estilos y tamaños,


pero todas cuentan con un sistema de recolección y drenado de los desechos que
sale del estoma y con una parte adhesiva (el dobladillo, barrera para la piel u
oblea) que protege la piel alrededor. Existen dos tipos principales de sistemas
disponibles:
 Los sistemas de una pieza se colocan en la barrera cutánea.
 Los sistemas de dos piezas consisten en una barrera cutánea y una bolsa
que se puede retirar y volver a colocar en la barrera.

Algunos sistemas de bolsa recolectora pueden ser de fondo abierto para su fácil
vaciado, mientras que otras son cerradas y se quitan al llenarse. Otras permiten
que la barrera cutánea adhesiva permanezca en el cuerpo mientras la bolsa es
desprendida y lavada, para usarse de nuevo. Las bolsas son hechas de materiales
resistentes a los olores y varían en costo, y pueden ser transparentes u opacas,
así como de distintas longitudes.

2) MALLA QUIRÚRGICA

El concepto moderno de la patología herniaria postula a una manifestación local


(la hernia) de una patología sistémica (del colágeno) por degeneración de los
tejidos con la edad, secundario al tabaquismo y/o genético. Se ha comprobado
una alteración en la relación del colágeno tipo I y III, tanto en las hernias
incisionales como en las inguinales. Por estas razones, en el tratamiento actual de
la patología herniaria, se recomienda el empleo de un material protésico, mallas,
para optimizar los resultados de la cirugía.

El tratamiento de la hernia inguinal es quirúrgico y la utilización de una malla


quirúrgica para corregir la hernia, técnica que se denomina hernioplastia, es la que
obtiene mejores resultados. El concepto de recidiva de la hernia inguinal hace
referencia a la posibilidad de que esta hernia vuelva a aparecer y que sea
necesaria una nueva cirugía.

TIPOS DE MALLAS

A. Mallas de origen biológico: Pueden ser obtenidas del mismo paciente


(autólogas). Se ha utilizado piel total, dermis y fascia lata. Las prótesis homólogas,
corresponden a la misma especie, pero de otro individuo, como la duramadre de
banco. Las mallas obtenidas de otra especie animal se conocen como
heterólogas, como el pericardio o la aorta de bovino. Si existe defecto genético en
el colágeno del paciente portador de hernia, nos explicamos las altas tasas de
recidiva, al utilizar estos materiales, por lo que se ha discontinuado su uso. El
riesgo de los materiales biológicos de transmitir patologías virales es otro factor
que desaconseja su utilización.

B. Mallas de origen metálico: En la reparación herniaria se han utilizado materiales


metálicos, como la plata, acero y tantalio. Se ha discontinuado su uso por malos
resultados alejados, ya que estos materiales tienden a fragmentarse y extruirse.

C. Mallas de origen sintético.

Mallas absorbibles: Existen diversos materiales como el ácido poliglicólico y el


ácido poliglactínico. Las mallas de ácido poliglicólico, fueron diseñadas para la
reparación de vísceras macizas como hígado, bazo o riñón. No deben ser
utilizadas en la reparación de las hernias.

Mallas no absorbibles: Diversos materiales sintéticos se han probado para la


confección de mallas. Los más utilizados son: poliéster, polipropileno y
politetrafluoroetileno expandido. Las mallas de poliéster poseen una alta
resistencia ténsil, son bien toleradas por los tejidos, pero resisten mal la infección,
lo que obliga, en estos casos, a retirar la prótesis.

Mallas livianas: Corresponden a mezclas de polipropileno con ácido poliglactínico.


El componente absorbible desaparece y queda un tercio de material no absorbible
en relación a las mallas convencionales de polipropileno. Las ventajas serían dejar
un volumen menor de prótesis a largo plazo, lo que permitiría una mayor
elasticidad de la pared abdominal. Son de reciente introducción, y su evaluación a
largo plazo permitirá evaluar su real utilidad.

3) DRENES

El drenaje de cavidades abdominales o torácicas es una práctica quirúrgica desde


hace mucho tiempo. Con el desarrollo en los últimos 100 años de cirugía más
agresiva y de mayor complejidad, los drenajes también se empezaron a usar como
una medida profiláctica. El uso de drenajes data desde la época de Hipócrates y la
experiencia acumulada hasta la fecha no ha permitido aclarar algunos aspectos
que siguen siendo discutidos. Se han intentado múltiples sistemas y materiales,
algunos de los cuales, si bien han mejorado el rendimiento de los anteriores, no
han solucionado por completo el problema.

Es así, como estos dispositivos son utilizados para crear o mantener una salida de
líquidos de una cavidad, de una herida o área infectada. No obstante, un drenaje
es necesario cuando: hay abscesos organizados, como prevención, evitando la
formación de acúmulos de sangre, de aire, de material purulento o para evitar la
formación deespacios muertos. Por otro lado, en determinadas zonas donde no
puede evitarse una contaminación de la herida y ante la presencia de material
extraño o de tejido no viable que no puede ser totalmente degradado.

Los drenajes quirúrgicos son unos tubos que están conectados a un recipiente
cerrado con presión negativa. A través de estos tubos se consigue extraer la
sangre y otros fluidos que, tras la cirugía, se pueden acumular en el paciente. La
ventaja más importante del drenaje es la seguridad.

Un drenaje hace una cirugía mucho más segura, ya que disminuye el riesgo de
complicaciones, disminuye el dolor postoperatorio puesto que hay menos tensión
en la zona y facilita la cicatrización de la herida.

CLASIFICACIÓN DE LOS DRENAJES

–Según su forma de drenar:

Pasivos: actúan por capilaridad o por gravedad o por diferencia de presiones.

Activos: en este tipo la salida del material se produce mediante un sistema de


aspiración.

–Según su mecanismo de acción:

Profilácticos: su función es evitar la formación de una colección, permitiendo su


drenaje al exterior y de esta forma evitar complicaciones.
Terapéuticos: se utiliza para dar salida a colecciones ya formadas.

–Según su colocación:

Quirúrgicos: se colocan en la herida quirúrgica tras una cirugía.

Punción transcutánea: su colocación precisa de la realización de una ecografía o


Tomografía Axial Computerizada (TAC) para guiar durante la inserción hacia la
colección a drenar.

Los más conocidos son:

– Drenaje de gasa o dedo de guante: Consiste en una tira de gasa o una gasa
enrollada con un extremo se colocado en una herida y actúa por capilaridad,
facilitando el fluido de las secreciones.

En el caso de dedo de guante se corta un dedo de un guante estéril y se coloca


dentro de la herida asomando una parte fuera de esta, la intención de este drenaje
es impedir que la herida cierre antes de lo necesario para evitar que se quede
material dentro que pueda infectarla.

– Drenaje de Penrose: Es un tubo de caucho, delgado y aplanado, los hay de


varios tamaños, se mantiene colapsado mientras no pasa líquido por su interior.
Se coloca a través de una abertura cutánea y actúa por capilaridad. Se coloca al
finalizar la intervención quirúrgica, antes de cerrar la pared, a través de una
pequeña incisión y se asegura mediante un punto de sutura. Una vez terminada la
cirugía se puede colocar una bolsa de colostomía para recoger las secreciones.

–Drenaje de Jackson Pratt: Es un drenaje activo aspirativo. Es un catéter de


silicona blanca, aplastada al principio y circular al final y en su extremo puede
conectarse a vacío de baja presión tipo “pera” o a vacío tipo Redón.

– Drenaje de Redón: Se trata de un sistema de drenaje activo, constituido por un


tubo flexible con un extremo en el que hay múltiples perforaciones y que se coloca
en la zona a drenar, y el otro extremo se acopla herméticamente a un tubo o
alargadera conectado a un recipiente de recolección donde previamente se
practica el vacío.

– Drenaje de Blake: Tiene un extremo multiperforado, redondo y con rayas de


color. Es muy parecido al Jackson Pratt.

– Drenaje de Kehr: Es un tubo blando que tiene forma de T, utilizado en cirugía


biliar: los dos extremos cortos de la T se insertan en el colédoco y el conducto
hepático, y la vía más larga se saca a través de la pared abdominal. Asegura el
paso de bilis al colédoco, y así evita que se produzca un incremento de la presión
en las vías biliares Este drenaje actúa por gravedad; se conecta a un sistema de
recolección cerrado y estéril, colocado por debajo del nivel del enfermo, donde se
recoge el líquido drenado.

- Drenaje de Saratoga: Consiste en un tubo multiperforado de silicona o polivinilo


con dos luces: la externa permite la entrada de aire y la interna permite la
conexión a un sistema de aspiración. Se usa en grandes heridas infectadas, o
cuando la cantidad a drenar es muy elevada. Lleva un hilo radio-opaco que
permite comprobar su colocación mediante una radiografía.

– Drenaje de Abramson: Presenta tres luces: una para la entrada de aire, otra
que acoplamos al sistema de aspiración y una tercera que nos sirve para la
irrigación de la zona.

–Drenaje de Pleur-evac: Este es el más conocido dentro de los torácicos. El


pleur-evac es un sistema de drenaje torácico con sello de agua y su finalidad es
drenar líquido, aire o sangre del espacio pleural, permitiendo restablecer la presión
pleural y que un pulmón colapsado se reexpanda.

–Drenaje de Pigtail: Para drenar colecciones u orina como por ejemplo en la


nefrostomía.
CUIDADOS POSOPERATORIOS DE CIRUGÍA ABDOMINAL

CUIDADOS GENERALES

 Estimular al paciente a que respire profundamente para facilitar la


eliminación del anestésico, además el objetivo final debe ser restablecer la
respiración abdómino-diafragmática (inhalar expandiendo el abdomen,
exhalar llevando el ombligo hacia atrás y arriba), este patrón es difícil de
llevar a cabo en el postoperatorio inmediato de intervenciones en el
abdomen.
Por ello, el objetivo inicial será realizar la respiración torácica, evitando que
ésta sea superficial. Se deben buscar inspiraciones y espiraciones lo más
prolongadas posible, en función de la tolerancia de cada paciente. De esta
forma, se disminuye el riesgo del acúmulo de secreciones y las posibles
infecciones respiratorias. Suele ser necesario instruir al paciente sobre
cómo hacerlo bien, así como aprender a realizar una tos efectiva que
permita eliminar la mucosidad.
De forma progresiva, a medida que se vaya tolerando, se irá añadiendo el
componente abdominal de la respiración.
Además, como parte de la reeducación respiratoria se deben realizar
movimientos de los miembros superiores (los brazos) que ayudaran a
aumentar la capacidad pulmonar y a recuperar la movilidad de la parte
superior del cuerpo.
 Proteger la herida durante la emisión de vómito.
 Mantener la cabeza del paciente en forma lateral para evitar la
broncoaspiración.
 Desechar el vómito, ayudar al paciente a enjuagarse la boca; si es
necesario cambiar las sábanas, etc. Registrar cantidad y características.
 Administrar antieméticos por prescripción médica.
 Propiciar a la deambulación temprana, ya que la pérdida de masa muscular
es muy rápida en procesos que requieren reposo. Por este motivo, es
recomendable realizar, varias veces a lo largo del día, movimientos activos
de los tobillos, las rodillas y caderas. Que además de evitar la atrofia de la
musculatura, mejorará la circulación facilitando el retorno venoso.
 Proporcionar la ingestión de líquidos para favorecer la hidratación y
reblandecimiento de las heces fecales.
 Proporcionar dieta adecuada para estimular el peristaltismo.
 Fomentar el uso temprano de analgésicos no narcóticos, los narcóticos
aumentan las posibilidades de estreñimiento.
 Valorar los ruidos intestinales con frecuencia.
 Realizar tacto rectal para tratar de desimpactar al paciente manualmente.
 Administrar un enema que actúe en el extremo inferior del intestino grueso,
sin causar trastornos del tracto intestinal, como espasmos o diarrea,
además que no cause molestias al paciente al insertarlo. El enema se
reconoce por cumplir los requisitos mencionados, además de ser fácil de
administrar y su efecto es rápido y eficaz, en un término de 2 a 5 minutos se
obtienen resultados.

CUIDADOS DE UNA COLOSTOMÍA

 Protección de la piel alrededor del estoma


 La piel que circunda su estoma siempre debe verse como la piel del resto
de su abdomen. Sin embargo, el desecho que sale de la ostomía puede
causar hipersensibilidad o dolor en esta área. A continuación se indican
algunas maneras de ayudar a mantener su piel saludable:
 Use el tamaño adecuado de bolsa y de la abertura de la barrera para la piel.
Una abertura demasiado pequeña puede cortar o lesionar el estoma y
puede que esto lo inflame. Si la abertura es demasiado grande, la materia
fecal podría entrar en contacto con la piel e irritarla. En ambos casos,
reemplace la bolsa o barrera cutánea por una que le quede bien.
 Cambie el sistema de bolsa recolectora de manera periódica para evitar
fugas e irritación de la piel. La comezón (picazón) y el ardor son signos de
que es necesario limpiar la piel y cambiar el sistema colector.
 No arranque de la piel el sistema de bolsa recolectora y evite quitárselo
más de una vez por día, salvo que se haya presentado algún problema.
Quítese la barrera cutánea separando suavemente su piel de la barrera
adhesiva en lugar de jalar la barrera de su piel.
 Limpie con agua la piel que circunda al estoma. Antes de colocar la
cubierta, la barrera cutánea o la bolsa, seque la piel por completo.
 Esté alerta a las sensibilidades y alergias al material del adhesivo de la
barrera cutánea, de la cinta o la bolsa. Éstas pueden surgir semanas,
meses o incluso años después del uso de un producto, ya que el cuerpo se
puede sensibilizar gradualmente.

CONTROL DE BALANCE HÍDRICO Y ELECTROLÍTICO

El balance hídrico es el equilibrio normal de líquidos y electrolitos, tanto en


cantidades como en porcentajes, ocurre de forma automática en las personas
normales; sin embargo en los pacientes sometidos a cirugía abdominal se produce
grandes alteraciones debido a que existe aumento general del agua corporal total
en el espacio intersticial y además existe un exceso en el espacio intravascular y
ocasionalmente depleción o exceso de agua intracelular.

El Control de Balance Hídrico es la relación cuantificada de los ingresos y egresos


de líquidos, que ocurren en el organismo en un tiempo específico, incluyendo
perdidas insensibles. Tiene como propósito controlar los aportes y pérdidas de
líquidos en el paciente, durante un tiempo determinado, para contribuir al
mantenimiento del equilibrio hidroelectrolítico y planear en forma exacta el aporte
hídrico que reemplace las perdidas basales, previas y actuales del organismo. La
cuantificación y el registro, de ingesta, eliminación total de los líquidos a lo largo
de un período de 12 a 24 horas, ayuda a complementar el conjunto de datos sobre
el equilibrio del líquido electrolito, este balance debe ser controlado con precisión,
especialmente en pacientes agudos y pacientes sometidos a procedimientos
quirúrgicos.
En cuanto a los ingresos, los pacientes sometidos a cirugía abdominal reciben una
reposición intravenosa de líquidos y electrolitos durante cierto tiempo para evitar
un desequilibrio hidroelectrolítico.

En cuánto a los egresos, en el posoperatorio son frecuentes las pérdidas de


líquidos y electrolitos por influjo de los métodos de drenaje gástrico, intestinal o
biliar, Las pérdidas o ganancias absolutas presentan como se pierden electrolitos
y líquidos hacia afuera del cuerpo o se agregan a las reservas corporales totales
con líquidos intravenosos y remplazos de sangre debido a lesiones o
procedimientos médicos o quirúrgicos, además es importante incluir el control de
peso en el BH, ya que existe una pérdida mayor de peso en los pacientes
sometidos a operaciones abdominales durante los primeros días post operatorios
el paciente pierde peso generalmente por una retención o pérdida hídrico, durante
las 24 horas pierden peso ½ kilo por día, estas variaciones indican alteraciones
hídricas. A cada kilo de peso corresponde una pérdida y ganancia de 1 litro de
líquido. Generalmente el peso se controla a primera hora de la mañana antes que
el paciente haya desayunado.

CONTROL HEMODINAMICO

Las pérdidas provenientes del volumen de sangre circulante deben reemplazarse


con sangre total o con plasma, por ello, en relación con los ingresos tenemos la
administración por vía parenteral de hemoderivados como plasma, plaquetas,
sangre completa y expansores plasmáticos: como los coloides.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Audrey S. (2013). Fundamentos de enfermería. Novena ed. Madrid: Pearnos


educación

Donostia H. (2008).Protocolo, manual de balance hidroelectrolito. Servicios


vasco de salud.

Ramos T. (2003) Manejo clínico del balance hídrico en pacientes post


operados de abdomen en los servicios de cirugía del Hospital Regional
Manuel Núñez Butrón Puno. Tesis. Puno: Universidad Nacional del Altiplano
Puno;.

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