Universidad La Gran Colombia

Facultad de ciencias de la Educación

Yessica Andrea Calderón Pérez
Cod: 1010111581
Licenciatura en filosofía
Trabajo de grado I: Enfoque analítico

Filosofía Política En Leo Strauss: El Problema

El presente escrito intentara dilucidar puntos de interés encontrados en el texto de Leo
Strauss ¿Qué es la filosofía política? Y mas puntualmente se centrará en el apartado el
problema de la filosofía política. Para ello, hay que ubicar al autor dentro del contexto
donde imparte esta conferencia en la universidad hebrea de Jerusalén, “ciudad de la
justica, la ciudad del bien” que ejerce una función simbólica a la hora de hablar de
política o como Strauss explicaría, una justicia que bien elaborada por ellos, que no se le
podría imitar. Sin embargo, el desarrollo de este análisis filosófico buscara un método
mas argumentativo en el tema que para él, es tarea importante, sin alejarse de los vestigios
por los cuales él se encuentra adscrito.

Ahora bien, el trabajo encontrado en el ¿Qué es? De la filosofía política en Strauss

pareciera ser un trabajo un tanto de genealógico, y donde su máximo exponente lo llevara
a Atenas como concepción de dicho ejercicio. Si bien el juego de los dos conceptos de
filosofía y política uno sobre puesto en el otro cambian la actividad de su ejercicio,
pareciera que autor nos lleva de manera muy inductiva a los ejercicios de reflexión que
realizaban estas comunidades entorno. Para ejemplificar la praxis de la política Ateniense
dice: “Toda acción política tiene como fin o la conservación o el cambio. Cuando
deseamos conservar, deseamos evitar un cambio hacia lo peor, cuando deseamos cambiar,
queremos dar lugar algo mejor. Toda acción política esta, por tanto, guiada por algún
pensamiento sobre lo mejor y peor” (Strauss, 1959, Pag 78). Aquí, Strauss adscribe a la
política como forma de condición necesaria para la filosofía para el ejercicio de esta,
donde la filosofía se torna un ejercicio de preocupación por las actividades de la vida. En
el caso de Atenas, eleva la condición cognitiva al ejercicio de la política que se considera
en la pretensión por superar la opinión sobre lo político, por una comprensión más certera.
Esto se puede distinguir también en Strauss cuando describe de ello un surgimiento de la
conciencia del bien que guía todo juicio con carácter de opinión. En el tema de la filosofía
política, la compresión de esta conciencia lleva a grandes objetivos como un
conocimiento del todo. Pero, este Todo de las cosas, dice Strauss (1959) “El Todo no es
un puro éter, ni es tampoco una total oscuridad en la que no puedan distinguirse unas
partes de otras ni que sea posible”, El Todo pareciera ser la abstracción del objeto o hecho
en cuestión en búsqueda de la verdad, y no de la posesión directa sobre el saber. Es decir,
observar la realidad, y a partir de sus observaciones y del contacto con el común puede
concretar relevantes significaciones, entre tanto que sea un método que le permita superar
las meras discreciones. En suma, la filosofía política se dirigirá en el intento de hacer una
orientación del conocimiento del Bien, de un conocimiento de la buena sociedad en la
práctica de lo político. Una filosofía del quehacer en la vida desprovista la formalidad que
integra la normativa social y conocimiento distintivo del individuo.

Por consiguiente, en el afán de intentar entender el desarrollo político fuera del común, la
naturaleza de las cosas políticas han tornado en el impulso del pensamiento un orden
metodológico lógico que entiende a estas como patologías del cientificismo o el
positivismo. Para entender en Strauss este concepto primero había que entender
directamente el comentario sobre ello: “Consiste en la esmerada y discerniente recogida
y análisis de datos lícitamente relevantes en el intento de comprender la naturaleza de las
cosas políticas.” (Strauss, 1959, pág. 86). Quiere decir, que en el intento de adquirir y
sobre expresar los conocimientos políticos, se considera la insuficiencia de la vida política
y trata en enorme complejidad la aceleración de las masas para asimilar las circunstancias
políticas partidistas a un estilo de pensamiento fundado. En ello, encontramos posiciones
de eruditos o pensadores dirá Strauss que desemboca en la propuestas de un programa.
En ello, también se hace notar los vestigios de los argumentos desarrollados del
positivismo, en la clasificación de la política relegada a esferas de interés particular y
limitada. La teología política, el pensamiento político, filosofía social y ciencia política,
en el sentido valorativo de las esferas de estas tendencias y la condición valorativa y
neutra, pierde esencia la filosofía y su necesidad de conocimiento autentico en las razones
antes expuestas.