Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Cuarta Conferencia
Quisiera mostrar cuáles son las formas de prácticas penales que caracterizan a esta
sociedad, cuáles son las relaciones de poder que subyacen a estas prácticas
penales, y cuáles son las formas de saber, los tipos de conocimiento, los tipos de
sujetos de conocimiento que emergen a partir y en el espacio de esta sociedad
disciplinaria que es la nuestra.
¿En qué consisten estas transformaciones de los sistemas penales? Por una parte,
en una reelaboración teórica de la ley penal que puede encontrarse en Bentham, Beccaria,
Brissot y los legisladores a quienes se debe la redacción del segundo código primero y
penal francés de la época revolucionaria.
Un segundo principio es que estas leyes positivas formuladas por el poder político
de una sociedad, para ser consideradas buenas, no deben retranscribir en términos
positivos los contenidos de la ley natural, la ley religiosa o la ley moral.
La ley penal debe ser concebida de tal manera que el daño causado por el individuo
a la sociedad sea pagado;
«Tú has roto el pacto social, no perteneces más al cuerpo de la sociedad, tú mismo
te has colocado fuera del espacio de la legalidad, nosotros te expulsaremos del
espacio social donde funciona esa legalidad».
Michel Foucault
“La verdad y las formas jurídicas”
La tercena pena es la reparación del daño social, el trabajo forzado, que consiste
en obligar a las personas a realizar una actividad útil para el Estado o la sociedad
de tal manera que el daño causado sea compensado.
Tenemos así estos proyectos y textos, e incluso decretos adoptados por las
Asambleas. Pero si observamos lo que realmente ocurrió, cómo funcionó la
penalidad tiempo después, hacia el año 1820,
Estos proyectos muy precisos de penalidad fueron sustituidos por una pena muy
curiosa que apenas habla sido mencionada por Beccaria y que Brissot trataba de
manera muy marginal: nos referimos al encarcelamiento, la prisión.
No sólo la prisión, que no estaba prevista en el programa del siglo XVIII y que se
generalizará durante el siglo siguiente, sino también la legislación penal sufrirá
una formidable inflexión en relación con lo que estaba establecido en la teoría.
desde comienzos del siglo XIX y de manera cada vez más acelerada con el correr
del siglo, la legislación penal se irá desviando de lo que podemos llamar utilidad
social; no intentará señalar aquello que es socialmente útil sino, por el contrario,
tratará de ajustarse al individuo.
Toda la penalidad del siglo XIX pasa a ser un control, no tanto sobre si lo que
hacen los individuos está de acuerdo o no con la ley sino más bien al nivel de lo
que pueden hacer, son capaces de hacer, están dispuestos a hacer o están a punto
de hacer.
Así, la gran noción de la criminología y la penalidad de finales del siglo XIX fue
el escandaloso concepto, en términos de teoría penal, de peligrosidad
Entramos así en una edad que yo llamaría de ortopedia social. Se trata de una forma de
poder, un tipo de sociedad que yo llamo sociedad disciplinaria por oposición a las
sociedades estrictamente penales que conocíamos anteriormente. Es la edad del control
social.
El Panóptico era un sitio en forma de anillo en medio del cual había un patio con una
torre en el centro. El anillo estaba dividido en pequeñas celdas que daban al interior y
al exterior y en cada una de esas pequeñas celdas había, según los objetivos de la
institución, un niño aprendiendo a escribir, un obrero trabajando, un prisionero
expiando sus culpas, un loco actualizando su locura, etc.
El panoptismo es una forma de saber que se apoya ya no sobre una indagación sino
sobre algo totalmente diferente que yo llamaría examen.
A finales del siglo XVIII esta sociedad es superada en importancia por otra
inspirada por un obispo y algunos aristócratas de la corte que se llamaba «Sociedad
de la Proclamación», porque había conseguido obtener del rey una proclama para
el fomento de la piedad y la virtud.
En tercer lugar puede decirse que a partir de este momento el control moral pasará
a ser ejercido por las clases más altas, por los detentadores del poder, sobre las
capas más bajas y pobres, los sectores populares.
Michel Foucault
“La verdad y las formas jurídicas”
las leyes son buenas, buenas para los pobres; desgraciadamente los pobres escapan
a las leyes, lo cual es realmente detestable. Los ricos también escapan a las leyes,
aunque esto no tiene la menor importancia puesto que las leyes no fueron hechas
para ellos.
«Os pido que sigáis las leyes aun cuando no hayan sido hechas para
vosotros, porque así al menos se podrá controlar y vigilar a las clases
más pobres.»
La policía
francesa estaba compuesta por los magistrados de policía, el cuerpo de la
policía
montada, y los tenientes de policía; estaba dotada de instrumentos arquitectónicos
tales como la Bastilla, Bicêtre, las grandes prisiones, etc.; y tenía también sus
aspectos institucionales como las curiosas lettres-de-cachet.
La lettre-de-cachet no era una ley o un decreto sino una orden del rey referida a
una persona a título individual, por la que se le obligaba a hacer alguna cosa.
Quinta Conferencia
Hoy en día vivimos en una sociedad programada por Bentham, una sociedad
panóptica, una estructura social en la que reina el panoptismo.
«El Código de Instrucción Criminal que por este acto presento es una auténtica
novedad no sólo en la historia de la justicia y la práctica judicial, sino también en
la historia de las sociedades humanas. En este código damos al procurador, que
representa al poder estatal o social frente a los acusados un papel completamente
nuevo».
. El ojo del procurador debe transmitir las informaciones al ojo del Procurador
General, quien a su vez las transmite al gran ojo de la vigilancia que en esa
época era el Ministro de la Policía.
Michel Foucault
“La verdad y las formas jurídicas”
Quisiera mostrar cómo es que existe este panoptismo al nivel más simple y en el
funcionamiento cotidiano de instituciones que encuadran la vida y los cuerpos de
los individuos: el panoptismo, por lo tanto, al nivel de la existencia individual.
. El domingo era un día especial; el artículo cinco del reglamento de esta institución
decía: «Hemos de cuidar del espíritu propio del domingo, esto es, dedicarlo al
cumplimiento del deber religioso y al reposo. No obstante, como el tedio no tardaría en
convertir el domingo en un día más agobiante que los demás días de la semana, se
deberán realizar diferentes ejercicios de modo de pasar esta jornada cristiana y
alegremente».
En este libro se intentó analizar cómo fue que aparecieron este tipo de edificios e
instituciones en los Estados Unidos y se esparcieron por toda la sociedad occidental.
Se descubrió que desde el punto de vista económico representaban una carga muy pesada
y que la estructura rígida de estas fábricas-prisiones conducía inexorablemente a la ruina
de las empresas
Puede decirse, en consecuencia, que la reclusión del siglo XIX es una combinación
del control moral y social nacido en Inglaterra y la institución propiamente francesa
y estatal de la reclusión en un local, un edificio, una institución, en un espacio
cerrado.
Si bien los efectos de estas instituciones son la exclusión del individuo, su finalidad
primera es fijarlos a un aparato de normalización de los hombres.
En consecuencia es lícito oponer la reclusión del siglo XVIII que excluye a los individuos
del círculo social a la que aparece en el siglo XIX, que tiene por función ligar a los
individuos a los aparatos de producción a partir de la formación y corrección de los
productores: trátase entonces de una inclusión por exclusión.
Más que instituciones estatales o no estatales habría que hablar de red institucional
de secuestro, que es infra-estatal; la diferencia entre lo que es y no es aparato del
Estado no me parece importante para el análisis de las funciones de este aparato
Michel Foucault
“La verdad y las formas jurídicas”
Dos son las cosas necesarias para la formación de la sociedad industrial: por una
parte es preciso que el tiempo de los hombres sea llevado al mercado y ofrecido a
los compradores quienes, a su vez, lo cambiarán por un salario; y por otra parte es
preciso que se transforme en tiempo de trabajo. A ello se debe que encontremos el
problema de las técnicas de explotación máxima del tiempo en toda una serie de
instituciones.
Una institución compra de una vez para siempre y por el precio de un premio el
tiempo exhaustivo de la vida de los trabajadores, de la mañana a la noche y de la
noche a la mañana
A lo largo del siglo XIX se dictan una serie de medidas con vistas a suprimir las fiestas y
disminuir el tiempo de descanso; una técnica muy sutil se elabora durante este siglo para
controlar la economía de los obreros.
Resulta sintomático que en los hospitales, psiquiátricos o no, que han sido concebidos para
curar,' el comportamiento sexual, la actividad sexual esté prohibida.
el cuerpo había sido hecho para ser atormentado y castigado. Ya en las instancias de
control que surgen en el siglo XIX el cuerpo adquiere una significación totalmente
diferente y deja de ser aquello que debe ser atormentado para convertirse en algo que ha
de ser formado, reformado, corregido, en un cuerpo que debe adquirir aptitudes, recibir
ciertas cualidades, calificarse como cuerpo capaz de trabajar.
Las personas que dirigen esas instituciones se arrogan el derecho de dar órdenes,
establecer reglamentos, tomar medidas, expulsar a algunos individuos y aceptar a
otros, etc. En tercer lugar, este mismo poder, político y económico, es también
judicial. En estas instituciones no sólo se dan órdenes, se toman decisiones y se
garantizan funciones tales como la producción o el aprendizaje, también se tiene
el derecho de castigar y recompensar, o de hacer
comparecer ante instancias de enjuiciamiento.
a donde se envía a los individuos que han sido juzgados por un tribunal pero que, no
obstante ello, caen bajo la observación de un microtribunal permanente, constituido por
los guardianes y el director de la prisión que, día y noche, los castigan según su
comportamiento. El sistema escolar se basa también en una especie de poder judicial:
todo el tiempo se castiga y se recompensa, se evalúa, se clasifica, se dice quién es el mejor
y quién el peor. Poder judicial que, en consecuencia, duplica el modelo del poder judicial.
hay una cuarta característica del poder. Poder que de algún modo atraviesa y anima a estos
otros poderes. Trátase de un poder epistemológico, poder de extraer un saber de y sobre
estos individuos ya sometidos a la observación y controlados por estos diferentes poderes.
Esto se da de dos maneras. Por ejemplo, en una institución como la fábrica el trabajo del
obrero y el saber que éste desarrolla acerca de su propio trabajo, los adelantos técnicos, las
pequeñas invenciones y descubrimientos
Michel Foucault
“La verdad y las formas jurídicas”
Los individuos sobre los que se ejerce el poder pueden ser el lugar de donde se
extrae el saber que ellos mismos forman y que será retranscrito y acumulado según
nuevas normas; o bien pueden ser objetos de un saber que permitirá a su vez nuevas
formas de control.
Que el tiempo de la vida se convierta en tiempo de trabajo, que éste a su vez se transforme
en fuerza de trabajo y que la fuerza de trabajo pase a ser fuerza productiva; todo esto es
posible por el juego de una serie de instituciones que, esquemática y globalmente, se
definen como instituciones de secuestro.
La ligazón del hombre con el trabajo es sintética, política; es una ligazón operada por el
poder. No hay plus-ganancia sin sub-poder. Cuando hablo de sub-poder me refiero a ese
poder que se ha descrito y no me refiero al que tradicionalmente se conoce como poder
político: no se trata de un aparato de Estado ni de la clase en el poder, sino del conjunto
de pequeños poderes e instituciones situadas en un nivel más bajo.