corazón. Le preguntaron al Señor Jesús; maestro ¿cual es el gran mandamiento en la ley?
Ø Jesús le dijo: amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y gran mandamiento. y el segundo es semejante: amaras a tu prójimo como a ti mismo. MATEO. 22:36,39.
El siervo que ama al Señor no critica, no blasfema,
no anda en chismes, no juzga, no pelea, sino que es obediente y busca la unidad del Espíritu Santo en el cuerpo de cristo, se duele cuando hay rebeldía o desobediencia porque tiene al Espíiritu Santo y el Señor Jesús vive en su corazón.
II.- Un ministro del Señor debe de atraer la
Presencia del Señor cuando ministra dando ejemplo de una vida dedicada y consagrada al Señor, lejos de todo aquello que contrista al Espíritu de Dios, como lo dijimos en el punto anterior como son: los pleito, las iras, las disensiones, los enojos, las contiendas y las divisiones, Ø Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Jeremías 29:12-13
Cuando vivimos una vida recta delante del Señor,
sin importar el lugar, el día o la hora, en el preciso momento que le invocamos El nos responderá, porque no habrá nada en nosotros que impida que su presencia no se manifieste.
III.- Un ministro del Señor es sujeto siempre, esta
bajo autoridad y ministra bajo autoridad. un ministro respeta a las autoridades civiles, de gobierno y espirituales de la Iglesia, pues la obediencia en todos los aspectos le traerá cobertura y bendición para su vida personal y ministerio, ya que todo acto de rebeldía y de falta de sujeción no proviene de Dios sino de Satanás. ( Ø En hebreos 13:15-17 la palabra dice así; Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
Ø Y en 1ra. de Cor. 16:16. dice lo siguiente; Os
ruego que os sujetéis a personas como ellos, y a todos los que ayudan y trabajan.
IV.- Un ministro del Señor es considerado un
siervo y debe de tener siempre un corazón dispuesto para servir, predicando, ministrando, ayudando en los quehaceres de la iglesia hasta en la mas sencilla tarea, ya que si en verdad somos siervos debemos de tomar la enseñanza y el ejemplo del señor Jesús que nos dice;
Ø “Porque no será así entre vosotros, sino el que
quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. Marcos 10:43-45)
V.- Un ministro del Señor debe de ser un adorador,
¡Adóralo día a día! ¡Adóralo por su amor! ¡Adóralo por la vida ! ¡Adóralo por su poder ! ¡Adóralo por su grandeza! ¡Adóralo por que El tiene tu vida en sus manos ! ¡¡¡ Adóralo porque el ÉL ES DIOS !!!
La adoración es la máxima expresión de un siervo
para su Señor, si en verdad le amas ¡adoralo! con todo tu corazón.
VI.- Un ministro del Señor es un Intercesor, pues
debe velar por su vida espiritual y por los que preside. Siempre estar dispuesto para interceder por la obra y por el pueblo de Dios.
VII.- Un ministro del Señor debe de tener un
corazón puro, limpio de pecado y de maldad, ya que si ministra en pecado o en rebeldía contamina al ministerio y no es de Bendición a la iglesia, se convierte en piedra de tropiezo al impedir que la presencia del Señor se manifieste con libertad, y en vez de ser instrumento de Dios lo es de Satanás.
VIII.- Un ministro del Señor debe de vivir
consagrado a Cristo, constantemente trabajando en la obra del señor, debe de permanecer firme y creciendo en conocimiento, en doctrina, en sabiduría, siendo de bendición y de ejemplo a los demás. Pues la palabra dice: La consagración trae un compromiso con Dios, pero al mismo tiempo el se manifiesta en todo lo que hacemos, el estar activos en su obra nos traerá crecimiento, sabiduría y madurez, vale la pena vivir y servirle al Señor.
IX.- Un ministro del Señor debe de dar buen
testimonio en todo lugar; sea en la Iglesia, en casa, en la escuela, en el trabajo etc. Actuando siempre con rectitud, Ya que esto le permitirá que no haya ningún estorbo para ministrar en donde lo lleve el señor.
Somos cartas abiertas y por lo tanto nuestro
testimonio es importante para que reciban o rechacen el evangelio de Cristo, de nosotros depende ser luz o tinieblas.
X.- Un ministro colabora en la obra del Señor en
todos los aspectos: Ø En Prov. 11:30 dice su palabra “El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio”.
Ø Y en marcos 16:15 Jesús les dice a sus discípulos;
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”.
XI.- Un ministro del Señor debe de tener la
Sensibilidad espiritual para ministrar,
Ø 1ra. de Pedro 4:10-11 “Cada uno según el don
que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Ø 4:11 Si alguno habla, hable conforme a las
palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”.
XII.- Un ministro del Señor es fiel con sus Diezmos
y ofrendas, no importa que no tenga un sueldo, ya sea que trabaje o estudie, Dios siempre le suplirá para sus necesidades, pero de lo que el Señor le da debe de apartar el Diezmo y ofrenda para El. Porque es de bendición para su vida y ejemplo para la iglesia. Su palabra nos dice que los diezmos son del Señor. Ø Gen. 28:22 “Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti”.
Ø Lev. 27:30 “Y el diezmo de la tierra, así de la
simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová”.
XIII.- Un ministro del Señor da ejemplo con su vida,
con su servicio a Dios de darle con excelencia toda la honra y la Gloria al Señor. Pues hay quienes se dicen ministros y solo desean lucirse en forma personal, alimentando su ego y vanidad, creyéndose mejor que todos los demás, y de esta manera están robándole con sus actitudes la gloria que solo le pertenece a Dios. Su palabra dice en:
Ø (COLOSENSES 3: 23-24 “y todo lo que hagáis,
hacedlo de corazón, como para el señor y no para los hombres; sabiendo que del señor recibiréis la recompensa de la herencia, y Porque a cristo el Señor servís”
XIV.-Un ministro del Señor guarda su palabra y la
pone por obra. Ø Jesús le dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan” (Luc. 11:28)
Ø Y en Mat.7:24-25 nos alienta diciendo: “Por
tanto, cualquiera que oye estas palabras mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; pero no se cayó, porque había sido fundada sobre la roca.…” (Mat.5:23-25)