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¿ES LA CATÓLICA ROMANA UNA IGLESIA O UNA SECTA?

Existen sectas religiosas, pero la iglesia católica NO es ninguna secta religiosa, más bien es una
secta satánica con rostro de cristiana.

Detrás de toda la liturgia católica hay puro satanismo disfrazado. La católica solo es un resumen
compactado de todas las religiones de misterio antiguo, comenzando desde Babilonia, Los Persas,
los Griegos, los Romanos, hasta llegar al catolicismo como una mezcla de cristianismo y satanismo
(Daniel 7:3-8), todas las ceremonias del catolicismo provienen de cada cultura pagana, y en siglo VI
lo que sucedió fue una fusión entre Cristianismo y paganismo, de esta mezcla surgió el papado
(Daniel 7:8), a esta mezcla el apóstol Pablo le llamó la apostasía (2 Tesalonicenses 2:1-3), y lo que
detenía a este gigantesco sistema de religión falsa en los días de Pablo, era la Roma de los Cesares,
caído este imperio se levantaría el hombre de pecado e hijo de perdición (2 Tesalonicenses 2:4), la
terminología de hombre de pecado, solo es una metáfora de cómo este sistema sería como Judas,
que se levantaría dentro del mismo pueblo de Dios, un sistema que depende de la sabiduría y
tradiciones de hombres, es un sistema humano y terrenal, que se levanta contra Dios y su Palabra
(Daniel 11:36).

“Muchos protestantes suponen que la religión católica no es atractiva y que su culto es una serie
de ceremonias áridas y sin significado. Pero están equivocados. Si bien el romanismo se basa en el
engaño, no es una impostora grosera ni desprovista de arte. El culto de la iglesia romana es un
ceremonial que impresiona profundamente. Lo brillante de sus ostentaciones y la solemnidad de
sus ritos fascinan los sentidos del pueblo y acallan la voz de la razón y de la conciencia. Todo
encanta a la vista. Sus soberbias iglesias, sus procesiones imponentes, sus altares de oro, sus
relicarios de joyas, sus pinturas escogidas y sus exquisitas esculturas, todo apela al amor de la
belleza. Al oído también se le cautiva. Su música no tiene igual. Los graves acordes del órgano
poderoso, unidos a la melodía de numerosas voces que resuenan y repercuten por entre las
elevadas naves y columnas de sus grandes catedrales, no pueden dejar de producir en los espíritus
impresiones de respeto y reverencia. Este esplendor, esta pompa y estas ceremonias exteriores,
que no sirven más que para dejar burlados los anhelos de las almas enfermas de pecado, son clara
evidencia de la corrupción interior.” – {CS 554.2}

Entonces cuando oigamos hablar de una secta, pensemos en la secta más grande del mundo, una
secta satánica que basa sus doctrinas en sabiduría y mandamiento de hombres. Así es la secta
católica.

Autor del Artículo: Rafael Díaz

Escritor Adventista del Séptimo Día

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