Sei sulla pagina 1di 3

LOS ESTILOS PARENTALES EN LA CRIANZA DE LOS HIJOS EN COLOMBIA

Los padres tienen una gran influencia en el comportamiento de los hijos e hijas. Los estilos
de crianza que llevemos a cabo con nuestros hijos van a influenciar de modo determinante
en su desarrollo. Es importante prestar atención a nuestro estilo de crianza y fomentar estilos
de crianza positivos que contribuyan a un desarrollo sano. Los estilos de crianza negativos
pueden tener consecuencias negativas en el desarrollo de los niños y niñas.

El doctor John Gottman define los estilos de crianza como "la manera que tienen los
progenitores de reaccionar y responder a las emociones de los niños y niñas". El estilo de
crianza es un patrón de actuación que, como progenitores llevamos a cabo, y recoge un
conjunto de emociones, pensamientos, conductas y actitudes que los padres y madres
desarrollamos en torno a la crianza de los hijos e hijas. Nuestro estilo de crianza está inmerso
en un proceso de interacción social y cómo tal va a inferir directamente en las otras personas.
Y el “modelo de Maccoby y Martín (1983)”. Baumrind (1966), propone tres tipos de estilos
parentales en función del grado de control que los padres ejercen sobre sus hijos: el estilo
autoritario, el permisivo y el democrático. Aportes posteriores como los de Maccoby y Martin
(1983), han servido para reformular la propuesta hecha por Baumrind (1966), proponiendo
cuatro estilos parentales a partir de dos dimensiones afecto/comunicación y control/
establecimiento de límites. El apoyo/afecto refiere al amor, a la aprobación, a la aceptación
y a la ayuda que se les brinda a los hijos. La dimensión control parental hace referencia a la
disciplina-miento que intentan conseguir los padres, de esta manera los padres controlan y/o
supervisan el comportamiento de sus hijos. Y en Colombia algunos padres piensan que
disciplinar a sus hijos significa solo hablarles en tono amenazante, regañarlos o hasta
insultarlos. Sin embargo, a los niños se instruyendo con apacibilidad. Los padres reconocen
la necesidad de ser firmes, pero a la vez tienen presentes estas palabras cuando disciplinan a
sus hijos que es “criar con amor y templanza”. Ahora bien, en ocasiones el razonamiento no
es suficiente y puede necesitarse algún tipo de castigo. Sin embargo los hijos son diferentes,
por lo que necesitan diferentes clases de disciplina. Algunos no se dejan “corregir por meras
palabras”. En estos casos, el castigo ocasional por la desobediencia puede salvarles la vida.
Pero el niño tiene que entender por qué se le castiga. “La vara y la censura son lo que da
sabiduría.” Además, el castigo tiene límites.
Debemos tener presente que el entorno familiar está dentro de los grupos primarios en donde
se desarrolla el ser humano en el cual se adquiere conocimiento y habilidades que son de
ayuda para afrontar los desafíos que se encuentran en la sociedad, y si bien los padres no
generan una influencia decisiva en la vida de los hijos, ya que la educación no es un proceso
unidireccional (Jiménez, M. 2010.pag 3), si es trascendental el papel en su desarrollo.

Se puede decir entonces que los estilos parentales se enmarcan y deben ser objeto de reflexión
desde la perspectiva diferentes en nuevas situaciones que cambian de manera radical los
antiguos ordenes familiares, la realidad de las familias y la crianza de los hijos. Es natural
hoy día en nuestra sociedad ver muchos estilos de crianza, pero en la mayoría de los casos
siempre siguen un patrón de crianza que vienen de generaciones pasadas.

Realidades como lo son las nuevas paternidades, donde se pueden ver como las funciones
atribuidas a los padres durante siglos ya no son monopolio masculino (Bonina, L. 2003. Pág.
1), hoy en día es muy común ver como las mujeres han tomado el rol autoritario dentro del
hogar aun sin ser estas madres cabezas de familia, mientras los hombres han adoptado un
papel mucho más pasivo y afectivo frente a la crianza de sus hijos, lo que se demuestra una
vez más que la maternidad y la paternidad son una construcción cultural, que no está sujeto
a determinaciones biológicas.

Sin embargo, hoy día se cuenta con los psicólogos y otros científicos sociales, que han
realizados aportes importantes sobre las prácticas de crianza, cuales son más eficaces, y
cuales tienen más probabilidad de llevar a resultados buenos para los niños. La familia es el
contexto de crianza más importante en los primeros años de vida, adquiriendo en ellos, las
primeras habilidades (reír, hablar, jugar) y los primeros hábitos que le permitirán desarrollar
su autonomía y las conductas para la vida.

En conclusión, de acuerdo a los entrevistados podemos decir que la dinámica en los núcleos
familiares y el papel que juegan los padres están en marcados en uno de los cuatros estilos
parentales como es el estilo Negligente o Indiferente, que consiste en baja responsabilidad y
baja exigencia.

Anteriormente los parentales de los núcleos de familias funcionaban dándole un rol a cada
uno de sus miembros, el padre se dedicaba a llevar el dinero para el sustento, la madre se
dedicaba al que hacer del hogar y crianza de los hijos, y los hijos cumplían con sus deberes
y responsabilidades, estas generaciones fueron educadas, disciplinadas, responsables,
honestas, solidarias, con valores éticos y morales.

Hoy en día el parietal en el hogar ha cambiado el rol en los miembros del núcleo familiar el
padre y la madre se dedican a buscar el sustento del hogar quedando la crianza y educación
d los hijos a céfalos o en manos de terceras personas (parientes, abuelos, empleado), los hijos
sumergidos en las rede sociales, mal educados, bajo rendimiento escolar, indisciplinados,
irresponsables, deshonestos, sin ética sin moral.

Según Maccoby (1980), pueden encontrarse infinitas variaciones en la forma como los padres
crían a sus hijos. Estas variaciones están dadas por el ambiente cultural en el cual la familia
vive y los recursos económicos disponibles. Incluso dentro de un mismo grupo cultural,
pueden presentarse diferencias.

Potrebbero piacerti anche