Sei sulla pagina 1di 3

RIMAS Y LEYENDAS.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

1. Aspectos externos.

1.1 ¿Cuándo y cómo se publicó esta obra?


Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) fue escritor de vida corta pero intensa. Es autor, entre
otras obras, de las Leyendas, narraciones en prosa que aúnan costumbrismo, fantasía y
misterio, y de las Rimas, poemas que en parte fueron apareciendo mientras vivió
(concretamente entre 1857 y 1868), pero que sus amigos recopilaron por primera vez en una
edición de 1871, poco después de su muerte. Apareció luego, en 1914, otra edición manuscrita
del propio Bécquer, dentro de su Libro de los gorriones, con tres poemas más (hasta setenta y
nueve) y una ordenación diferente.

1.2 ¿En qué contexto histórico literario encuadramos la obra?


Bécquer se sitúa en un momento de transición del Romanticismo al Realismo, y por sus temas y
sensibilidad se le suele considerar como un autor posromántico, alejado ya del romanticismo
grandilocuente de un Espronceda o de un Zorrilla. Su originalidad se basa en la combinación de
influencias: por un lado, poetas románticos como el inglés Byron y el alemán Heine; por otro, la
poesía popular andaluza, que le hace optar, en sus propias palabras, por una “poesía natural,
breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica (...) desnuda de artificio”.

1.3 ¿De qué concepto de la poesía parte Bécquer?


Bécquer explicó sus ideas sobre la poesía en numerosos escritos (cartas, prólogos...): según él,
el hecho poético es real, independiente y anterior al poema, y genera una emoción. El poema
trata de evocar y recrear, ya en frío (combinando inspiración y técnica) esa emoción, a través
de un lenguaje que resulta siempre insuficiente. Para Bécquer, la poesía reside especialmente
en la belleza, el misterio, el amor y la mujer.

2. Aspectos internos

2. 1 Aspectos formales: ¿qué rasgos de lenguaje y recursos poético-expresivos caracterizan a


las Rimas?
En el aspecto formal, sus Rimas se caracterizan por la sencillez y la autenticidad: el sentimiento
se expresa mediante una suave sonoridad. Se juega con la sugerencia mediante los silencios,
los finales truncados, la escasez de adjetivos que da más importancia a los pocos que aparecen.
Con frecuencia presentan una estructura apelativa: el yo del sujeto lírico interpela a la amada o
a la poesía. Eso sí, la elaboración es cuidada, con numerosos recursos retóricos, especialmente
de tipo constructivo, como contrastes, anáforas y paralelismos, que propician simetrías rítmicas
y expresivas. También abundan las metáforas (incluso símbolos) y comparaciones, relacionadas
especialmente con la naturaleza y con el dominio de lo sensorial (música, formas, colores –
negro y dorado especialmente-, etc.). Los hipérbatos y encabalgamientos añaden tensión
emocional y destacan elementos centrales del poema; la intensidad emotiva se refuerza
también por medio de recursos típicamente románticos, como los puntos suspensivos, las
exclamaciones o las interrogaciones.
2.2 Métrica: ¿cuáles son los versos, estrofas y tipos de rima predominantes?
La métrica también tiende a la sencillez: predomina la suave musicalidad de la asonancia. Los
poemas son más bien breves, con versos variados (de cinco, siete, ocho, once sílabas...) y con
un abanico de estrofas que van de la silva arromanzada al romance. Es frecuente el uso de
versos de pie quebrado que, al cerrar las estrofas, marcan el ritmo y concentran la materia
significativa.

2.3 ¿En qué cuatro bloques podemos dividir las Rimas en función de los temas?
En cuanto a los temas, algunos han querido ver en las Rimas un relato lírico de las vivencias
amorosas de Bécquer (quizá suma de varias experiencias). Si nos basamos en la ordenación de
la edición de sus amigos, se suelen distinguir cuatro bloques temáticos.

 El primero (rimas I-XI) trata especialmente sobre la propia poesía: dónde radica, en
qué consiste.
 En el segundo (rimas XII-XXIX) predomina el amor en un tono esperanzado: la mujer
es un ideal casi inalcanzable, etéreo.
 En el tercer bloque (rimas XXX-LI) sobreviene el desengaño: la amada es cruel,
orgullosa e interesada; con ello, el lenguaje se vuelve prosaico y coloquial, más
narrativo, y se habla de la mujer más en tercera persona que en segunda
(distanciamiento).
 El último bloque (rimas LII-final) refleja en un tono pesimista los temas de la soledad,
el sueño, el paso del tiempo y el destino mortal del hombre.

3. Características formales de las Leyendas.


Las Leyendas son narraciones breves a las que su autor, mezclando elementos reales con
situaciones imaginarias, traslada sus ilusiones y sus desengaños, su visión romántica del
amor y de la creación artística. Esto se puede apreciar en una serie de características que
podemos considerar comunes a los distintos relatos:

• Espacio: Bécquer prefiere las ciudades antiguas (Soria, Toledo, Sevilla), los viejos
castillos, templos y monasterios, las ruinas abandonadas, lugares propicios para la
imaginación o el misterio.
• Tiempo: En casi todas las Leyendas el hecho culminante ocurre de noche. La época es
siempre el pasado, preferentemente la Edad Media. Así ocurre por ejemplo en El rayo
de luna, El Monte de las Ánimas, Los ojos verdes o La corza blanca. Las más cercanas en
el tiempo son El Miserere, cuya acción principal se desarrolla en el siglo XIX, y El beso,
que se sitúa durante la ocupación francesa en la Guerra de la Independencia.
• Personajes: Los protagonistas de las Leyendas son casi siempre jóvenes enamorados
impulsivos e imprudentes, y damas hermosas pero perversas. Un ejemplo de personaje
masculino puede ser el Fernando de Los ojos verdes, que termina arrastrado a la
muerte por su propia pasión. Beatriz, la protagonista de El Monte de las Ánimas, es un
ejemplo de esa mujer de belleza ideal pero que acarrea la desgracia de su enamorado.

• Elementos fantásticos: en todas las Leyendas hay un momento culminante en el que


ocurre un prodigio, un hecho maravilloso que rompe la normalidad. En ocasiones este
prodigio tiene un carácter sagrado, como en El Miserere o en Maese Pérez el organista;
otras, se basa en creencias populares o supersticiones: lagos encantados (en Los ojos
verdes), muertos vivientes (en El Monte de las Ánimas, o El Miserere), etc. En todos los
casos el protagonista es el misterio, la confusa frontera entre la realidad y la
imaginación.
• Los desenlaces son siempre trágicos, consecuencia de una conducta imprudente o de
haber transgredido una prohibición. Así, Manrique, el protagonista de El rayo de luna,
pierde el juicio víctima de su propia obsesión por un amor ideal; o el capitán francés de
El beso muere por atreverse a profanar un lugar sagrado, lo mismo que les ocurre a
Beatriz y Alonso en El Monte de las Ánimas, etc.
• Finalmente, en las Leyendas se plasman los grandes temas de Bécquer: la lucha entre
el ideal y la realidad, que se refleja en el tema del amor imposible (El rayo de luna, Los
ojos verdes...) y en el tema de la creación artística, que aparece en Maese Pérez el
organista y en El Miserere.

Potrebbero piacerti anche