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ALAN GARCIA PEREZ: DELITOS

“Alan García Pérez no quiere ser juzgado por los tribunales peruanos. Aunque ya no tiene pretextos,
porque la dictadura de Fujimori y Montesinos ya cayó, sigue alegando prescripción. Es decir,
sostiene que ya pasó el tiempo para juzgar sus delitos. La razón es muy simple: si García Pérez es
juzgado, de seguro sería sentenciado, porque las evidencias son abrumadoras. Los expedientes
judiciales así lo demuestran.

CASO TREN ELÉCTRICO

La Procuradora Pública denunció que las reuniones sostenidas entre Alan García Pérez y Jorge
Henrique Simoes Barata, director de Constructora Norberto Odebrecht Sucursal Perú, durante el
viaje presidencial efectuado el 19 de febrero del 2009 desde Lima hacia Cuzco con motivo de la
inauguración de obras de infraestructura, habrían sido el punto de partida para la configuración y
emisión de un marco legal que generó un proceso especial para el impulso de las obras del Tren
Eléctrico, a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones dirigido por Enrique Javier
Cornejo Ramírez. Este hecho se habría materializado con la emisión del Decreto de Urgencia 032-
2009 y demás normas posteriores, incluyendo la designación de Oswaldo Duber Plasencia Contreras
como director ejecutivo de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico. Este proceso especial paralelo
a la Ley de Contrataciones del Estado habría generado sobrecostos en la elaboración del expediente
técnico y la construcción de los tramos 1 y 2 del Sistema Eléctrico de Transporte Masivo de Lima y
Callao – Línea 1, ocasionando perjuicio económico al Estado peruano.

I. Etapa y naturaleza procesal de la investigación

Investigación preliminar adecuada a la Ley 30077

II. Delitos investigados

Tráfico de Influencias

III. Personas investigadas

 Alan Gabriel Ludwig Garcia Pérez


 Enrique Javier Cornejo Ramirez
 Oswaldo Duber Plascencia Contreras

Tren Eléctrico se impulsó en el gobierno de Alan García, Odebrecht hizo realidad el más caro sueño
de Alan García: la culminación de la Línea Uno del Metro de Lima, iniciada en su primer gobierno y
convertida en un símbolo de la corrupción e ineficiencia. El camino para garantizar su construcción
estuvo allanado de normas. El régimen de Alan García emitió en menos de dos años, entre diciembre
de 2008 y diciembre de 2010, un total de 12 decretos.

El objetivo era poner este proyecto bajo la batuta del Ministerio de Transportes, manejado por el
aprista Enrique Cornejo y dotarlo de presupuesto.
Un dato a destacar es que el representante de Odebrecht en Perú, Jorge Simoes Barata, visitó
Palacio de Gobierno hasta en 16 oportunidades entre el 2006 y el 2011. En tres oportunidades se
reunió con el secretario de gobierno, Luis Nava. Una de estas visitas se produjo el 23 de enero de
2009, días antes de la presentación de propuestas para la licitación de la obra. Influencias o no, lo
cierto es que Odebrecht ganó la licitación para la construcción del tren. El contrato se firmó bajo la
modalidad de Concurso Oferta A Precios Unitarios y fue exonerado del SNIP.

Pero no todo fue color de rosa. Según la Contraloría, la obra tuvo un sobrecosto de cien millones de
dólares solo en el primer tramo, que abarcaba de Villa El Salvador a Grau. Así, su presupuesto pasó
de 410 millones de dólares a unos 519 millones de dólares. La construcción del segundo tramo tuvo
un incremento aún mayor. En julio de 2011 el tren hizo su recorrido inaugural. Alan García sonreía
a las cámaras y a sus acompañantes en este viaje: Enrique Cornejo y Jorge Simoes Barata. Su
pesadilla de años se había convertido en una realidad construida por Odebrecht

Línea 1 del Metro de Lima: claves del caso y su relación con Alan García

El ex presidente Alan García en primera instancia estuvo en la sede del Ministerio Público para
responder por el caso de la línea 1 del Metro de Lima, obra que la constructora brasileña Odebrecht
realizó durante su segundo gobierno (2006-2011). Por este caso, ex funcionarios del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones (MTC) cumplen una prisión preventiva por ser acusados de recibir
sobornos de Odebrecht a cambio de la licitación de la obra. Desde finales de marzo de 2017, Alan
García, así como el ex titular del MTC Enrique Cornejo y el ex director ejecutivo de la Autoridad
Autónoma del Tren Eléctrico (AATE) Oswaldo Plascencia están incluidos en la investigación
preliminar.

De acuerdo a la tesis fiscal, se habría incurrido en el presunto delito contra la administración pública
en la modalidad de tráfico de influencias. Sin embargo, tras suspenderse la toma de la declaración,
se conoció que la fiscalía amplió los delitos de la investigación preliminar a colusión agravada. En
caso de Alan García, también se amplió al presunto delito de lavado de activos.

Frente a ello, ¿qué ocurrió para que el Metro de Lima se convierta en una obra cuestionada?

1. El origen del caso

Alan García, Enrique Cornejo y el entonces representante de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata,
viajaron a Cusco el 19 de febrero del 2009 para inaugurar un tramo de la carretera Interoceánica
Sur. La agenda presidencial indicaba que esa sería la única actividad del día, pero en la noche García
convocó a su Consejo de Ministros. Según el acta de la sesión, el único punto de la agenda fue
aprobar un decreto de urgencia para encargar al MTC la ejecución de obras del Metro de Lima.

El entonces alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, en sesión de concejo municipal y casi en
simultáneo, aprobó la celebración de un convenio con el MTC para viabilizar la concesión de la
referida obra. Al día siguiente, Cornejo y el alcalde firmaron el convenio marco de cooperación
interinstitucional para sacar adelante este proyecto. Ocho días después, se publicó en el diario “El
Peruano” el Decreto de Urgencia 032-2009, mediante el cual se transfiere la entidad a cargo de la
ejecución del metro de la municipalidad al MTC.

2. Informe final
El informe en minoría que el ex congresista Juan Pari realizó tras la primera Comisión Lava Jato da
cuenta de irregularidades en las disposiciones legales que fueron emitidas tras el primer decreto de
urgencia relacionado al Metro de Lima. El documento precisa que se le otorgó a la AATE “una serie
de prerrogativas en la ejecución del contrato sin necesidad de contar con el aval de la Contraloría
General de la República, de Ositrán y hasta del propio Ministerio de Transportes y Comunicaciones”.

La cabeza de la AATE era Oswaldo Plasencia Contreras, cercano colaborador de Cornejo y ex asesor
de Alan García, quien “habría tenido plenos poderes para aprobar adendas, adicionales de obras,
expedientes técnicos definitivos sin necesidad de contar con la opinión de la contraloría”.

3. Confesión de sobornos

El 21 de diciembre del 2016, Odebrecht confesó al Departamento de Justicia de Estados Unidos que
pagó US$29 millones en sobornos a altos funcionarios peruanos a cambio de la adjudicación de
obras públicas entre 2005 y 2014. Además, la empresa admitió que acordó pagar US$1.4 millones
“a un funcionario de alto nivel del gobierno peruano y a miembros del comité de licitaciones” del
Metro de Lima para ganar la adjudicación.

4. Primeros operativos

El 20 de enero del 2017, Odebrecht reconoció a la fiscalía peruana que pagó US$8 millones en
sobornos por la licitación del Metro de Lima. El Ministerio Público determinó que Jorge Cuba, ex
viceministro de Comunicaciones, habría recibido US$2 millones y que Edwin Luyo Barrientos, ex
miembro del comité de licitación, habría obtenido US$300 mil. Aquella noche, Luyo fue detenido en
su casa en Pueblo Libre, hecho que mereció el saludo de Alan García: “Son ratas como esas ensucian
grandes obras que sirven al pueblo”. Enrique Cornejo, por su parte, señaló que “si hay algún
sinvergüenza que ha recibido una coima que le caiga todo el peso de la ley”.

En otro operativo, realizado el 24 de enero, fue capturado Miguel Ángel Navarro, ex trabajador del
despacho del viceministerio de Comunicaciones. Jorge Cuba retornó al Perú, proveniente de Miami,
el 31 de enero. Días antes se había dictado una orden de prisión preventiva contra él. Según la
fiscalía, Luyo y Navarro habrían sido los testaferros de Cuba. Hoy, los tres mencionados vienen
cumpliendo 18 meses de prisión preventiva.

5. ¿Colaboración eficaz?

Tras ser detenido, la defensa de Cuba declaró que estaban por definir si se acogían a la colaboración
eficaz. Sin embargo, este proceso no se llegó a completar a nivel de fiscalía, tras una “denegatoria”.
“Nosotros solo estamos esperando qué es lo que van a plantear y qué es lo que le vamos a
contestar”, dijo al respecto el abogado José Urquizo.

En el caso de Luyo, su abogado José Salazar ya ha señalado que “no va a haber colaboración eficaz
ni nada”. Añadió que su patrocinado no tiene los requisitos necesarios para cumplir con un proceso
de colaboración eficaz en la investigación de la fiscalía.

6. Niegan cargos
A inicios de julio de 2017, Plascencia llegó a la Comisión Lava Jato y negó haber tenido influencia
alguna en el nombramiento de Edwin Luyo como miembro del comité de licitación de la línea 1. Dijo
que fue Cuba quien lo contrató.

Por su parte, Alan García ha negado haber recibido algún pago o dinero de Odebrecht. “Lo que digo
es muy simple: a otros habrán podido comprar, a mí no", manifestó a la prensa.

El ex presidente también negó haber “acelerado legalmente” la ejecución de la Línea 1, tal como
sugiere el informe de Juan Pari, y rechazó que el viaje que llevó a cabo al Cusco con Barata o la
reunión del Consejo de Ministros que se hizo esa vez tengan relación alguna con la aprobación de
dicha licitación.

“El Consejo de Ministros se reunió para estar junto a la nueva ministra del Interior y,
posteriormente, conociendo que la Municipalidad de Lima había aprobado la transferencia al
Gobierno la ejecución del tren eléctrico, aprobó el criterio de un proyecto de decreto de urgencia”,
explicó.

7. Informe final Lava Jato

En sus conclusiones sobre el proyecto del Metro de Lima, la Comisión Lava Jato que presidió la
congresista Rosa Bartra (Fuerza Popular) no incluyó a Alan García como acusado. De acuerdo con el
documento, el grupo de trabajo no se encontró “suficiencia probatoria para imputarle un delito”.

Entre las 12 personas a las que sí se le atribuye presuntos delitos de colusión, cohecho y lavado de
activos se encuentra el ex ministro de Transportes Enrique Cornejo.

8. Prisión preventiva

Por el caso del Metro de Lima, la fiscalía ha logrado que se le dicte prisión preventiva a ex
funcionarios del segundo gobierno aprista así como a algunos de sus familiares.

Edwin Luyo se convirtió en el primer detenido por este caso. Él fue titular del Comité de Licitación
del Metro de Lima y habría recibido pagos de la constructora Odebrecht a través de la 'offshore'
Oblong International.

También se detuvo al ex viceministro Jorge Cuba, por manejar la 'offshore' Hispamar International
donde se registraron pagos de Odebrecht para acceder a la licitación de la Línea 1 del Metro de
Lima.

Miguel Navarro Portugal, por su parte, también obtuvo prisión preventiva. El ex asesor del MTC se
acogió a la confesión sincera y reveló que fungió como testaferro de Jorge Cuba.

Víctor Muñoz Cuba, sobrino de Jorge Cuba, y Jéssica Tejada Guzmán, pareja de Cuba, también
fueron detenidos al estar vinculados con cuentas ‘offshore’.

Odebrecht se valió de la banca de Andorra para pagar coimas por Metro de Lima
En interrogatorio que se extendió por nueve horas, brasileño confirmó sobornos a exfuncionarios
peruanos Edwin Luyo, Mariella Huertas, Jorge Peñaranda, Jorge Muñoz Cuba, Gabriel Prado y
Horacio Cánepa

En el cuarto día de declaraciones en Curitiba, Brasil, el Equipo Especial “Lava Jato” interrogó por casi
9 horas a Luis Eduardo da Rocha Soares, extesorero internacional de la empresa Odebrecht y uno
de los personajes más importantes para la investigación que realiza la Fiscalía.

Su labor consistía en el manejo de sociedades offshore vinculadas a la constructora para ejecutar


los pagos de sobornos a funcionarios públicos de los países en los que operaba.

Durante su testimonio, el ex directivo confirmó la apertura de cuentas a beneficiarios en la Banca


Privada d’Andorra (BPA), así como el uso de las mismas para el abono de los sobornos. Entre los
exfuncionarios peruanos que recibieron este dinero, figuran Edwin Luyo Barrientos y Mariella
Huerta Minaya, ex miembros del comité de licitación de la obra Metro de Lima.

SOBORNOS

En enero del 2017, el Ministerio Público ordenó la detención de Jorge Cuba Hidalgo, ex viceministro
del Ministerio de Transportes, y de Edwin Luyo, por recibir $8 millones de Odebrecht a cambio de
la entrega del segundo tramo de la Línea 1 del Metro de Lima.

En la recepción de la coima, también fueron involucrados Miguel Navarro, ex asesor de Cuba


Hidalgo, y Mariella Huerta, presidenta del comité, así como otros personajes.

Fue durante el interrogatorio que Da Rocha “confirmó que en la BPA existen cuenta cuyos
beneficiarios son Horacio Cánepa, Edwin Luyo, Mariella Huerta, Jorge Muñoz Cuba, Jorge Peñaranda
y Gabriel Prado Ramos, con la finalidad de hacer pagos ilícitos”.

Además, según fuentes presentes en el interrogatorio, el declarante no reconoce por nombre a


Cuba Hidalgo; pero sí recuerda que por lo menos se le ha abierto una cuenta en la BPA.

Fuentes ligadas a la diligencia indicaron a Correo que el ex directivo se mostró colaborador y


respondió a detalle las preguntas de las autoridades peruanas.

CONTRADICCIONES

Uno de los casos revisados durante las diligencias en Brasil fue el de Miguel Atala, ex vicepresidente
de Petroperú durante la gestión del expresidente Alan García y con quien mantiene una relación
amical desde la década del 70. Atala es investigado por un depósito de $1.3 millones que le hizo la
empresa Odebrecht a una cuenta del BPA en el 2007.

De acuerdo con lo que explicó Atala a la Fiscalía, su socio Yamil Tali Hamideh le debía dinero y, como
parte de pago, le cedió el producto de la venta de un terreno en El Agustino que hizo a Odebrecht.
Atala señaló a la Fiscalía que Yamil Tali instruyó a la empresa brasileña para que el dinero fuera
abonado a Ammarin Investment.
Ese predio nunca le perteneció al exfuncionario del segundo gobierno de Alan García, ya que desde
1962 ese terreno figuraba en Registros Públicos a nombre del Estado hasta el 2011, año en el que
fue cedido de manera gratuita para la construcción del tramo 2 del Metro de Lima, obra a cargo de
Odebrecht.

Tali no puede confirmar ni desmentir lo dicho por su socio Atala, porque falleció en enero del 2017.
Sin embargo, la fiscal Geovana Mori a cargo del caso señaló que el declarante precisó que no hubo
ningún contrato entre Odebrecht y Atala, como este último lo sostuvo en alguna oportunidad.
“Asimismo, comentó que el propósito de las cuentas en el BPA era para efectos de pago de coimas
y que la importancia de la entidad financiera era para ocultar las identidades de los funcionarios
como beneficiarios finales de las cuentas”, resaltó.

Consultada por si la versión de Atala se desestimaría, fue enfática al señalar que las explicaciones
“serán dadas por Jorge Barata, exrepresentante de Odebrecht en Perú”. En otro momento,
manifestó que lo más resaltante de lo señalado por el interrogado fue el propósito de las cuentas
abiertas en la BPA.

“Todas las transferencias de dinero eran justificadas con contratos ficticios que fueron depositados
en la Banca Privada de Andorra y de eso tenían conocimiento todos”, indicó la fiscal Geovana Mori.

Consultada una vez más sobre a cambio de qué habría recibido dinero Atala si la venta era ficticia,
respondió que el tema “sería aclarado por Jorge Barata”.

“El distribuidor”

Gonzalo Monteverde Bussalleu es investigado en Perú por presuntamente haber creado empresas
fachadas para repartir los sobornos de Odebrecht en el país.

Su compañía Constructora Área SAC recibió en el 2008, en sus cuentas bancarias, dinero de las
firmas Constructora Internacional del Sur y Klienfeld Services LTD (desde su cuenta en el Antigua
Overseas Bank), ambas empresas offshore de Odebrecht dedicadas al pago de sobornos en
Latinoamérica.

Además, es cuestionado por la transferencia de dinero que realizaron varias de sus firmas a Balmer
Holding Asstes LTD, también offshore, manejada por el grupo Empresarial Odebrecht.

Precisamente, durante el interrogatorio a Da Rocha, este confirmó que las transferencias realizadas
por la constructora a las empresas de Monteverde fueron por el pago de sobornos.

Aunque no dio a conocer a los beneficiarios, sí recordó que los pagos están vinculados a los
proyectos peruanos Tren Eléctrico, IIRSA Sur, Costa Verde, entre otros.

Da Rocha contó ante los fiscales Walter Villanueva y Geovana Mori que se reunió dos veces con
Gonzalo Monteverde, una en Perú y otra en Panamá, con la intención de coordinar el envío de
dinero del departamento de sobornos hacia el Perú.
SIN PAGOS

Otra de las cuentas que investiga la Fiscalía tiene como protagonista a Gabriel Prado Ramos,
exgerente de Seguridad Ciudadana durante la gestión de la exalcaldesa Susana Villarán entre 2011
y 2013.

Desde setiembre del 2017, se tomó conocimiento de que Prado Ramos era beneficiario final y titular
de una cuenta en la BPA, así como también lo fue en la offshore denominada Relton Holding en
Panamá.

Por información remitida por el Principado de Andorra, se conoce que la offshore fue presentada
ante la BPA por otra offshore, AEON Group.

Al respecto, Luiz da Rocha confirmó que se abrió en la BPA una cuenta que tenía como beneficiario
a Prado Ramos, pero que en la cuenta finalmente no se hizo ningún pago.

Eduardo Roy Gates, abogado de Prado, sostuvo que su patrocinado no sabía que figuraba como
beneficiario final.

“No se ha efectuado nunca una transferencia de dinero, ni de la empresa Odebrecht, ni de la


empresa AEON Group hacia la cuenta de Relton Holding en la BPA. Esa cuenta nunca tuvo un
depósito; en consecuencia, sino hay activos, no hay lavado de activos”, expresó.

En otro momento, señaló que el testigo no mencionó a Félix Moreno, su patrocinado e investigado
ex gobernador regional del Callao.

“No ha mencionado nada relacionado al señor Moreno, ni ha podido; no ha dicho que se le ha


entregado dinero ni a través de transferencias bancarias ni en efectivo”, comentó el letrado.

Sin embargo, se conoció que da Rocha declaró que el dinero que se transfirió a las cuentas de Gil
Shavit fue de origen ilícito.

Shavit es un empresario israelí acusado de haber recibido el 40% de los $4 millones que pidió el ex
gobernador regional del Callao, Félix Moreno, a la empresa Odebrecht para favorecerla con la
licitación del proyecto vial Costa Verde-Tramo Callao.

En tanto, en Perú el fiscal Elmer Chirre interrogó por videoconferencia a un testigo protegido por
las supuestas cuatro entregas de $600 mil a una cuenta offshore de la empresa Cirkuit Planet
Limited, ubicada en Hong Kong, a nombre de Dirsse Valverden exgerente de Infraestructura del
Gobierno Regional de Áncash.

El dato: $24 millones en coimas habría pagado Odebrecht por el proyecto Metro de Lima, Tramos 1
y 2.
Dólar MUC: origen, objetivos, a quién favoreció y a quién no

El dólar MUC (Mercado Único de Cambio), fue una especie de moneda creada en Perú, con un valor
similar al dólar de Estados Unidos, En la época actual de libre mercado y de liberación económica
en Perú, para las operaciones entre el sol y el dólar existen varios tipos de cambio, como el de las
casas de cambio y el de los bancos.

Sin embargo, todos estos tipos de cambio indicados están gobernados por la interacción entre la
oferta y demanda y el libre mercado. Esto no fue así siempre en Perú, ya que en la década de 1980
se tuvo lo que fue conocido como dólar MUC.

La moraleja resultante de esta experiencia es que para una nación puede terminar siendo muy
costoso interponerse en el mercado cambiario para establecer artificialmente un tipo de cambio.
Esto es porque el tipo de cambio es un reflejo del desempeño de la economía de un país con
respecto a otro, siendo en este caso el de Perú y Estados Unidos.

Origen

El dólar MUC fue una divisa paralela que fue creada a fines de los años 70 y que poseía una cierta
correlación con el dólar americano. Se hizo circular en Perú a fines del año 1977 por mandato del
gobierno de Francisco Morales Bermúdez, por medio de la Ley Nº 21.953. Desde 1978 hasta 1986,
la diferencia existente entre el precio del dólar de libre mercado y el MUC no era mayor al 10%.

Sin embargo, a mediados de 1987 el Banco Central de Reserva de Perú falló al intentar frenar el
aumento del dólar en el libre mercado, a través de la venta al público de varios millones de dólares.
Esto produjo un alejamiento cada vez mayor entre la libre cotización del dólar y la cotización oficial
de esta divisa frente al inti, que era la moneda local peruana. De esta manera, se instauró un efecto
de sobrevaluación del inti.

Etapa final

Esto se convirtió crónico a finales de 1988. El ministerio de Economía y Finanzas durante el gobierno
de Alan García decidió devaluar la moneda para equipararla al precio del mercado. Sin embargo, en
diciembre de 1988 la cotización del dólar MUC quedaría rezagada con respecto al libre mercado.
Por tanto, al tener el inti mucho valor, cayeron las reservas internacionales a niveles muy bajos. Esta
situación finalizó cuando a comienzos de los años noventa se eliminó totalmente el dólar MUC y se
estableció que el dólar estadounidense solo podría cotizar acatando la interacción entre la demanda
y la oferta, tal como hasta el día de hoy se sigue cotizando.

Objetivos

Inicialmente el dólar MUC se creó con el objeto de estimular la economía nacional. Se buscaba
impulsar las inversiones nacionales, funcionando a través del siguiente procedimiento:

– En primer lugar, el gobierno peruano adquiría los dólares estadounidenses al tipo de cambio
existente en el libre mercado.
– En segundo lugar, estos dólares con un subsidio se los vendía a los empresarios locales del país, a
un precio menor que los que los compró. Se les ponía como condición imperante que los utilizaran
solo para fortificar su posición competitiva.

– Finalmente, los empresarios debían usar estos dólares de forma única y exclusiva para el
fortalecimiento de sus respectivas industrias.

Estas medidas se tomaron pensando que iban a traer más empleo. El dólar MUC tenía como objeto
que con esta especie de subsidio los empresarios pudieran invertir en máquinas y capital de trabajo
para sus empresas.

En un principio, estas medidas que se adoptaron aportaron resultados positivos. Para septiembre
de 1985, la inflación pudo bajar a 3,5%. En 1986, la economía del país creció 10%.

Problemas

Sin embargo, después del gran crecimiento de 1986 surgió un problema. Llegaba a su límite superior
la capacidad de producción de la módica industria peruana. Se necesitaban más inversiones para
poder situar nuevas capacidades productivas y así seguir con la reactivación económica. Otro
problema fue que a finales de 1986 volvió a ser negativa la balanza comercial. Las reservas
internacionales peruanas bajaban a $860 millones para diciembre de 1986, al compararlo con los
$1.410 millones para marzo del mismo año.

También se debió esta falta de liquidez a que el gobierno pagó a sus acreedores mucho más del 10%
que el presidente García previamente había anunciado. Finalmente, muchas personas cambiaron
sus intis por dólares. Se temía una devaluación del inti por la poca confianza que los ciudadanos
tenían en el modelo económico.

A quién favoreció y a quién no

Realmente esta divisa no era sino otra manera de darle un subsidio a la industria peruana para
favorecerla. Durante sus inicios, la diferencia existente entre los precios del dólar MUC y el dólar
estadounidense no superaba el 10%.

Sin embargo, a fines de la década del 80, la mala situación de la economía peruana ocasionó una
diferencia mayor entre el dólar de mercado y el dólar MUC. Esto aumentó en gran medida la
desconfianza de las personas sobre la capacidad del gobierno de poder seguir manteniendo este
subsidio.

Además de esto, los empresarios, que también habían dejado de confiar en la economía peruana,
empezaron a utilizar este dinero obtenido para depositarlo en sus cuentas personales para su propio
provecho.

Este escenario se hizo insostenible, causando una gran reducción de las reservas internacionales.
Debido a que los empresarios hicieron un mal uso del dólar MUC, el pueblo peruano no resultó
favorecido.
Finalmente, toda esta situación creó una considerable corrupción en el gobierno. Esto porque desde
allí se decidía a quién otorgarle el dólar MUC, favoreciendo principalmente a empresas de
compañeros del gobierno.

Así se generó la crisis económica más grande de la historia de Perú y de Latinoamérica. Al final de
1990 había acumulada una inflación de 2.000.000%.

Caso de corrupción

El caso del dólar MUC, del cual se beneficiaron solo algunos sectores empresariales para remediar
los sobrecostos obtenidos por la inflación o los controles de precios que aplicaba el gobierno, dejó
como consecuencia la confesión dada por el empresario Alfredo Zanatti.

A este empresario, que era dueño de Aeronaves del Perú, le fue entregado el 87% de los dólares
MUC. Tenía como condición hacerle depósitos al presidente de Perú, Alan García, por $1.250.000
en las dos cuentas que poseía en el Banco Atlantic Security en Florida y en el paraíso fiscal de Gran
Caimán.

También tuvo que cederle al presidente García el 65% de las acciones pertenecientes a su empresa
de radiodifusión Canal 13–1161.

En el 2001, la Corte de Justicia finalmente prescribió las acusaciones de enriquecimiento ilícito y


soborno contra García. Por esta razón, el caso terminó siendo archivado.

El expresidente Alan García, que cada vez se ve más cercado por la justicia por su supuesto vínculo
con la empresa brasileña Odebrecht, y que reitera cada vez que puede que él es inocente y nada
hay que lo vincule con actos de corrupción, pronto podría ser procesado e investigado justamente
por todo lo que se le imputa.

No obstante, ello depende por ahora del empresario brasileño Marcelo Odebrecht, dueño de la
constructora que tiene su mismo nombre, quien actualmente colabora con la justicia de su país,
merced a escandalosas revelaciones y sus agendas personales, donde aparecen las siglas «AG», que
muchos aseguran tienen que ver con la iniciales del expresidente peruano.

A propósito de ello, el periodista César Hildebrandt le recordó las siete grandes mentiras en que
incurrió Alan García, por las que pudo ser investigado, pero jamás fue tocado.

1.- La primera de ellas tiene que ver con el caso del tren eléctrico, a finales del primer gobierno del
líder aprista. Según el empresario Sergio Siragusa Mule, representante en nuestro país del consorcio
italiano Tralima, García recibió de sus manos, a modo de comisión por la ejecución de la obra, una
coima de US$ 200 mil en efectivo, que luego completó con otros US$ 840 mil, los cuales depositó
en cuentas en el exterior. Para cuando estalló el caso Siragusa (1993), Alan García se encontraba
asilado en Colombia. El autogolpe del 5 de abril de 1992, había desencadenado su partida del país.
Varios años después, en 2001, el expresidente consiguió acogerse a la prescripción.
2.- Está relaciona al mismo caso, pero tiene como actor principal al empresario Alfredo Zanatti
Tavolara, quien a pesar de ser financista de la campaña del líder aprista, sirvió como chivo
expiatorio, por los depósitos millonarios a las cuentas en las islas Gran Caimán.

3.- También en su primer gobierno (en 1982), se autorizó la compra de 26 aviones Mirage que luego
se revenderían a otros países. El Perú adquirió sólo doce aviones y un «simulador de vuelos», cada
uno con sobrecoste, cuya reventa se dice que significó una utilidad de unos 200 millones de dólares,
que fueron repartidos entre Alan García y sus amigos.

4.- El caso de las coimas del BCCI, un banco de dudosa reputación de origen pakistaní que habría
facilitado el enriquecimiento ilícito del dos veces presidente peruano. El caso, finalmente, inculpó a
dos de sus exfuncionarios.

5.- La otra mentira de García tendría que ver con las matanzas de los penales El Frontón, Lurigancho
y Santa Bárbara, el 28 de abril de 1989. Mientras en el primero murieron 118 personas, en el
segundo fueron fusilados otros 124, en el último dos mujeres.

6.- En su segundo gobierno, Alan indultó a Julio Espinoza, aprista, exjefe del Seguro Integral de Salud
SIS, porque supuestamente sufría un cáncer terminal. Espinoza estaba recluido acusado por el robo
de 19 millones de soles destinados a los damnificados por el terremoto en Pisco. Él no murió y ahora
dicta clases universitarias. Se dice que ambos se repartieron ese dinero.

7.- El caso del empresario dominicano Fortunato Canaán, en el marco del caso Petroaudios (sobre
lotes petroleros e inversión en el sector de hidrocarburos). García dijo que no tenía nada que ver en
el asunto, pero se cree que se benefició también con ello.

En todos estos casos el expresidente dijo «no», como apunta el semanario “Hildebrandt en sus
Trece”, pero era evidente que algo tenía que ver.

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