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1 INTERPONE RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL

3Excelentísimo Tribunal Superior de Justicia:

4 MARIANA FERREYRA, em mi caráter de apoderada de la

5parte actora y por la participación acordada en estos autos caratulados: “CARULLA

6MARIA LUCRECIA-BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS- RECURSO DE

7CASACION E INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. 5600707), manteniendo el

8domicilio constituido en autos y constituyéndolo ante la Alzada en Avenida Belgrano

91620 Piso 4 Dpto. 9 de Capital Federal y domicilio electrónico en 20-24891730-0, con

10el patrocinio letrado exclusivo del Dr. Christian Boess, matriculado al Tomo 500 Folio

11808, ante V.E. respetuosamente comparezco y digo:

12 I.- OBJETO

13 Que vengo en tiempo y forma y en los términos del artículo

1414 de la ley 48 a interponer Recurso Extraordinario Federal contra el Auto

15Interlocutorio N° 264, dictado por V.E. en fecha 4 de diciembre de 2018, que

16RESUELVE: “I.- Hacer lugar al recurso de casación, y, en consecuencia, anular el

17Auto n° 11 del 20 de febrero de 2018 dictado por la Cámara Civil y Comercial de

18Séptima Nominación de ésta Ciudad. II Imponer las costas de esta sede extraordinaria

19por el orden causado. No regular honorarios a los profesionales intervinientes. III.

20Resolver sin reenvío, disponiendo el rechazo del recurso de apelación interpuesto por

21la parte actora. Imponer las costas por el orden causado. No regular honorarios a los

22letrados intervinientes en esta oportunidad.”

23 II.- JUICIO DE ADMISIBILIDAD

24 Que a los fines del juicio de admisibilidad destacamos:

25 TEMPORANEIDAD: El recurso se ha interpuesto en

26término, es decir, dentro del plazo de diez días hábiles previsto por el artículo 257 del

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1CPCCN. Ello, en atención a haberme notificado de la resolución atacada por retiro de

2expediente, en fecha 18 de diciembre de 2018.

3 GRAVAMEN IRREPARABLE: El presente recurso se

4interpone en contra de un auto interlocutorio asimilable a sentencia definitiva, en razón

5del gravamen irreparable que irroga a la parte que represento. El mismo, se configura en

6la presente causa por las consideraciones siguientes: a) la materia objeto de debate en el

7pleito, no puede ser reeditada en proceso posterior, ni ser subsanado el gravamen en la

8sentencia a dictarse en el juicio principal. b) A todo evento, en relación con lo dicho en

9a), constituiría un vilipendio innecesario de actividad jurisdiccional, esperar la

10resolución de caducidad de instancia en el proceso principal, para intentar –mediante la

11actividad recursiva- subsanar luego, el agravio actual que le produce a mi representada

12la interlocutoria en crisis. c) en los autos caratulados “CARULLA MARIA

13LUCRECIA c/ MOYANO CALEFACCIONES DE MARTIN MOYANO

14CIVERATI Y OTRO- ABREVIADO- Expte. 5600705” que tramita ante el Juzgado

15de 1era Instancia y 6ta Nominación de Córdoba, ante el pedido impetrado por mi parte

16de que pasen los autos a resolver, en definitiva, el Magistrado decretó –en fecha 27-10-

172017- lo siguiente: “Atento lo dispuesto por el inc. 1) in fine del art. 309 C.T.P. en

18cuanto a que el beneficio de litigar sin gastos debe encontrarse resuelto en forma

19definitiva previo al dictado de la sentencia de primera instancia, a lo solicitado:

20oportunamente.” d) a tenor de la fecha del decreto supra consignada, LA SOLA

21DENEGATORIA del presente recurso, colocaría a los autos principales en situación DE

22CADUCIDAD DE INSTANCIA (transcurrido un plazo superior al año desde el último

23acto de impulso, por derivación del decreto transcripto). El agravio no es hipotético ni

24conjetural, ya que, la demandada solicitó, y obtuvo resolución favorable a un incidente

25de perención de instancia (A.I. 848 del 25 de noviembre de 2016), posteriormente

26revocado por la Excma. Cámara de Apelaciones de Séptima Nominación (A.I. 279 del

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114 de septiembre de 2017). e) la SOLA DENEGATORIA del presente recurso,

2impondría a mi representada la carga de oblar las gabelas judiciales devengadas hasta el

3momento, en el plazo de dos días, COMO CONDICION INELUDIBLE para que se

4provea cualquier petición judicial (art. 86 del C. de P.C.); en el caso, EL DICTADO DE

5LA SENTENCIA DEFINITIVA SOBRE EL FONDO.

6 Esto incluye –en concreto- el pago del aporte a la Caja de

7Abogados de Córdoba, y, en la generalidad de los casos, las costas del beneficio

8denegado, sin el pago de las cuales, no podría el incidentista deudor de ellas articular

9ningún otro –aun tratándose de un nuevo beneficio- NI INSTAR EL PROCESO

10PRINCIPAL (art. 134 del C. de P.C).

11 Si bien es posible iniciar un nuevo incidente (beneficio de

12litigar sin gastos), el mismo no comprendería los importes devengados, por carecer de

13efecto retroactivo, como lo explica la jurisprudencia emanada de V.E. citada infra.

14 En ese contexto, de quedar firme lo resuelto por V.E. y ANTE

15LA SOLA DENEGATORIA de ésta impugnación, con la que cesaría el efecto

16suspensivo de la –eventual- actividad recursiva de mi parte; el agravio a los derechos

17federales de mi representada se tornaría DE IMPOSIBLE REPARACION ULTERIOR,

18por lo que, debe considerarse a la interlocutoria en crisis como EQUIPARABLE A

19SENTENCIA DEFINITIVA.

20 Así lo ha entendido V.E. al decir recientemente, ya en el

21terreno de la causal del inc. 1 del art. 383 del C. de P. C., la que en virtud de la norma

22del art. 384 el requisito de sentencia definitiva o asimilable es de rigor ineludible: “La

23admisibilidad formal de la impugnación no suscita objeciones, desde que la decisión

24que se ataca puede causar un gravamen irreparable. En efecto, aun cuando el pedido

25de beneficio de litigar sin gastos podría ser reeditado a través de un nuevo

26procedimiento (art. 106, ib.), los efectos de esa nueva pretensión –para el caso de que

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1se admitiese– no se retrotraen a la fecha de la primera petición frustrada sino a la data

2de la petición acogida, debiendo el solicitante responder por todos los gastos y costas

3que ocasionó su actuación hasta la fecha en que interpuso la solicitud de litigar sin

4gastos que finalmente fue estimada. En otras palabras, la circunstancia de que se

5encuentre autorizada una nueva petición del beneficio no exime al solicitante de oblar

6los gastos generados en actuaciones anteriores a la iniciación del planteo del beneficio

7que fuera acogido. Por consiguiente y en virtud de que la resolución en crisis provoca

8la extinción de la pretensión de litigar sin gastos poco después de promovida, se

9encuentra habilitada la competencia extraordinaria de esta Sala por cuanto, pese a que

10la resolución no causa estado, ello no impide que el recurrente deba afrontar los gastos

11causídicos generados hasta la iniciación de una nueva pretensión que sea finalmente

12acogida (Conf. AI N° 133 del 2/7/01, in re “Moyano Murga c/ Gam Samicaf.-Sanatorio

13Allende y otro-Ordinario”; A.I. Nº 122/02 in re “Oses Héctor Rubén c/ Banco Francés

14SA.-Beneficio de litigar sin gastos” y A.I. N° 219/10 y 29/14). En conclusión, el

15pronunciamiento resulta susceptible de ser controlado por la vía del inc. 1°, art. 383,

16CPC.” (Brochero Brenda Marisol-Beneficio de Litigar sin Gastos. Recurso de

17Casación. A.I. 118 del 26/09/2017) (El subrayado me pertenece).

18 En idéntico sentido la Excelentísima Corte Federal: “La

19resolución atacada debe asimilarse a sentencia definitiva, ya que -al clausurar la

20posibilidad de que, en un futuro, se discuta la extensión del beneficio acordado a fs. 36-

21tiene virtualidad para causar perjuicios de tardía, insuficiente o improbable reparación

22ulterior (Fallos: 314:1202; 319:1492; etc.)” (dictamen del procurador por cuyos

23fundamentos se admite la queja) (Fallos 341:79).

24 También dijo el Tribunal Cimero: “Procede el recurso

25extraordinario contra el pronunciamiento que desestimó el beneficio de litigar sin

26gastos deducido en la demanda interpuesta contra un juez federal y el Estado Nacional,

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1pues se halla controvertida la inteligencia que cabe asignar a normas de índole federal

2(arts. 53 y 115 de la Constitución Nacional) y la decisión ha sido adversa a las

3pretensiones del recurrente, sin que sea óbice a ello el carácter del pronunciamiento

4impugnado, pues si bien no pone fin al pleito ni impide su continuación, causa al actor

5un gravamen de imposible o insuficiente reparación ulterior.” (Fallos 320:1227,

6conforme a Fallos 322:2259).

7 A tenor de la norma tributaria provincial que impide la

8declaración jurisdiccional del derecho de los ciudadanos sin beneficio de litigar sin

9gastos concedido, y la del Código Procesal que –sin él- paraliza el proceso por no oblar

10–en dos días- las gabelas judiciales, es relevante lo dicho en Fallos 327:4629.

11 En el principal supra mencionado, cuyo inicio data de abril de

122012, mi consumidora representada no ha logrado –en razón del debate de autos y su

13falta de recursos- obtener sentencia de primera instancia, lo que, a casi siete años, lejos

14está de satisfacer un adecuado servicio de justicia, de acuerdo a la doctrina judicial de la

15C.S.J.N. relativa a la duración de los litigios.

16 GRAVEDAD INSTITUCIONAL: Conforme se invocó al

17contestar el recurso de casación impetrado de contrario, la materia que mi mandante

18intenta llevar a conocimiento del Máximo Tribunal REVISTE GRAVEDAD

19INSTITUCIONAL. Ello, porque la resolución a dictarse trasciende el particular interés

20de mi representada, proyectándose sobre el colectivo de todos los –potenciales-

21demandantes en base a una relación de consumo, tanto en la Provincia de Córdoba,

22como en todas aquellas otras que no hayan adherido expresamente –en su derecho

23procesal y/o tributario- a la norma del art. 53 de la L.D.C. y que, además, sustenten el

24criterio que anida en la interlocutoria dictada por V.E.

25 Ello, por el carácter vinculante de la interpretación

26constitucional que realiza nuestra Corte Federal; la que, en el supuesto de pronunciarse

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1sobre el fondo y sentar doctrina, delimitará los alcances de la autonomía provincial -

2invocada como fundamento del decisorio- (art. 5 C.N.); comparándola e integrándola

3con el art. 42 C.N., su ley reglamentaria 24.240 y los tratados internacionales.

4 El principio de administración de justicia (apunta Ricardo

5Sahab en “El recurso extraordinario por gravedad institucional) ha sido considerado por

6la Corte Suprema, como asunto “de gravedad institucional” a los efectos de ingresar al

7conocimiento de cuestiones de puro corte procesal: Fallos 257:132, 260:114, 261:103

8entre otros. También enseña el autor referenciado, que para el Máximo Tribunal han

9sido considerados como “de gravedad institucional”, varios casos donde la materia

10debatida radicaba en “problemas de jurisdicción impositiva” entre Nación, Provincias y

11Municipalidades: Fallos 240:86, 255:41, 259:413 y “Frigorífico Armour de La Plata

12S.A. c/ Provincia de Buenos Aires del 21/07/1965” entre otros. Los mencionados

13tópicos de gravedad institucional, son asimilables al tema en debate del presente pleito.

14 La invocación de la gravedad institucional, se efectúa a los

15fines de flexibilizar el requisito de sentencia definitiva; en tanto la cuestión federal

16surge prístina de la materia debatida y las normas en pugna.

17 SUPERIOR TRIBUNAL DE LA CAUSA: La resolución

18emana del Excelentísimo Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, máxima autoridad

19judicial de la Provincia; por lo que el requisito se verifica en autos.

20 CUESTION FEDERAL: Que se trata de cuestiones de

21derecho federal en los términos del artículo 14 de la ley 48, incisos 1 y 3.

22 Esto, por cuanto, la interlocutoria en crisis, la revocada por

23ella y la pretensión que se introduce por este recurso, sobre la que versa el agravio a los

24derechos de mi representada, se fundan en LA DISIMIL INTERPRETACION E

25INTELIGENCIA DE NORMAS FEDERALES; como la Constitución Nacional, los

26Tratados de Derechos Humanos de igual jerarquía y la propia ley 24.240, que para

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1algunos prestigiosos autores (Palacio de Caeiro, “El Recurso Extraordinario Federal”,

2pag. 46) es también una ley federal. Si, en cambio, el Excmo. Tribunal del Recurso la

3considerara de derecho común, la cuestión federal relativa a su compatibilidad con la

4C.N. quedaría atrapada en el inc.1 del art. 14, conforme se desarrolla infra.

5 Al sostener la resolución en crisis y el presente recurso,

6interpretaciones antagónicas acerca del alcance de las autonomías provinciales, en

7relación a los derechos –de idéntica jerarquía- emanados ambos de la Carta Magna, la

8cuestión federal luce prístina, por discutirse la inteligencia de los arts. 5 y ccs. y 42 y

9ccs. C.N., junto a los tratados internacionales que también rigen el meollo de la disputa.

10 Refuerza la presencia de Cuestión Federal bastante, la

11jurisprudencia de la Excma. Corte Federal que, abandonando la antigua distinción entre

12tratados internacionales de derecho común y de derecho federal, a efectos de reafirmar

13su competencia para aplicar e interpretar también los primeros, ha dicho: “Lo atinente a

14la interpretación de los tratados internacionales suscita cuestión federal de

15trascendencia a los efectos del recurso extraordinario. Con tal solución se abandona la

16distinción formulada en precedentes de la Corte Suprema, según la cual, cuando las

17normas del tratado funcionan como preceptos de derecho común, su interpretación no

18constituye cuestión federal. El referido abandono se debe a que cuando el país ratifica

19un tratado internacional se obliga internacionalmente a que sus órganos

20administrativos y jurisdiccionales lo apliquen a los supuestos que el tratado contemple,

21obligación cuyo incumplimiemto puede originar la responsabilidad internacional del

22Estado, circunstancia que configura cuestión federal suficiente………… El tratado

23internacional es una norma orgánicamente federal, que importa un acto federal

24complejo, pues el Poder Ejecutivo lo concluye y firma, el Congreso Nacional lo

25desecha o aprueba mediante ley federal y el Poder Ejecutivo lo ratifica. En

26consecuencia, la naturaleza federal del tratado alcanza también a su contenido, de

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1modo que es irrelevante que la materia del mismo sea de derecho común y, por tanto,

2cuando se encuentra en juego su interpretación el R.E. es procedente.” (CS - 25/12/96 -

3"Mendez Valle, Fernando c/ Pescio, A.M." - LL 1996-C, 501).

4 Al respecto de la responsabilidad internacional y con

5plataforma fáctica asimilable a la de autos, es de destacar que, el 28 de noviembre del

6año 2002, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado Nacional

7en la causa “Cantos Vs. Argentina”. La Corte sostuvo que nuestro país incurrió en

8responsabilidad internacional por violar los artículos 8° y 25 de la Convención

9Americana sobre Derechos Humanos, y los artículos 18 y 24 de la Declaración

10Americana de Derechos y Deberes del Hombre. Aquel Tribunal sostuvo que nuestro

11país vulnero el acceso a la justicia del señor Cantos al exigirle el pago de Tasa de

12Justicia y costas por un monto excesivo. La Corte señaló en el párrafo 54: “[…] “si bien

13el derecho de acceso a la justicia no es absoluto y, consecuentemente, puede estar

14sujeto a algunas limitaciones discrecionales por parte del Estado, lo cierto es que éstas

15deben guardar correspondencia entre el medio empleado y el fin perseguido y, en

16definitiva, no pueden suponer la negación misma de dicho derecho.”

17 Por ello, es “thema decidendum” una cuestión federal

18SIMPLE, reglada por el inc. 3 del art. 14; lo que alguna doctrina denomina CASACION

19FEDERAL.

20 También, y en función de la “inaplicabilidad” por razones

21constitucionales que resolvió la interlocutoria en crisis, se debate una cuestión federal

22COMPLEJA DIRECTA en los términos del inc. 1 del art. 14 de la ley 48. Ello, por

23cuanto V.E. consideró que el art. 53 L.D.C. es incompatible con el art. 5 de la C.N.

24 Que, sean normas procesales contradictorias, el origen del

25agravio que, a mi mandante, produjo la interlocutoria recurrida, no aminora lo

26“bastante” de la cuestión federal compleja. Esto, porque -aunque el fallo recurrido no lo

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1mencione y se abroquele en la materia tributaria- es el art. 86 del C. de P.C. –en función

2de la exégesis constitucional del resolutorio en crisis- el que prevalece sobre el art. 53

3de la L.D.C.; lo que deriva en la supresión de las garantías a la tutela judicial efectiva y

4a la igualdad ante la ley, que la C.N. y los tratados aseguran a cada argentino, sin

5importar en qué provincia tiene su domicilio o residencia habitual.

6 La compareciente sostiene como conculcados los derechos

7federales de mi representada: a) a la tutela judicial efectiva y al acceso irrestricto e

8indiscriminado a la justicia (arts. 18 y 42 C.N., arts. 8.1 y 25 de la Convención

9Americana de Derechos Humanos, y arts. 2.1 y 4 del Pacto Internacional de Derechos

10Económicos, Sociales y Culturales, entre otros) y b) a la igualdad (arts. 8 y 16 C.N.,

11arts. 14 y 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y arts. 1 y 24 del

12Pacto de San José de Costa Rica).

13Como directa consecuencia de la vulneración de esos derechos de raigambre

14constitucional, mi representada se encuentra privada –en virtud del resolutorio- de gozar

15de la totalidad de la tutela del sistema consumeril, por cuanto para servirse de él, es

16necesario poder acceder al pronunciamiento de la sentencia de fondo.

17 Las consideraciones vertidas precedentemente y los

18fundamentos del resolutorio en crisis, demuestran acabadamente, en el presente proceso,

19no solo la existencia de CUESTION CONSTITUCIONAL TRASCENDENTE; sino que

20ella es, EXCLUSIVAMENTE, la materia del debate de autos. (Fallos 311:255 entre

21otros).

22 OPORTUNO PLANTEO DE LA CUESTION

23FEDERAL: Si bien el beneficio de justicia gratuita fue invocado en la demanda

24principal; y sostenida la necesidad de su concesión en la expresión de agravios (Fallos

25188:477) frente a la Interlocutoria de grado –dictada en autos- que denegó el beneficio

26de litigar sin gastos; la CUESTION CONSTITUCIONAL fue introducida y desarrollada

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1acabadamente –según el decisorio en virtud del iura novit curia- por la Excma. Cámara

2de Apelaciones de Séptima Nominación de Córdoba, mediante A.I. n° 11 del 20 de

3febrero de 2018 –ahora anulado por V.E.- mediante el cual, se dispuso la concesión del

4beneficio de justicia gratuita y por consiguiente, la revocación de la denegatoria del

5beneficio de litigar sin gastos; basado el decisorio –SOLAMENTE- EN LA

6INTERPRETACION DE LA CARTA MAGNA Y LOS TRATADOS

7INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS.

8 En ese derrotero, solo cabía a mi parte mantener la cuestión

9federal, lo que fue hecho –in extenso- al contestar el recurso de casación. Deviniendo

10también irrelevante el punto, en tanto que V.E., a los efectos de revocar el decisorio

11mencionado, también SE FUNDO –EXCLUSIVAMENTE- EN UNA

12INTERPRETACION DE LA CONSTITUCION NACIONAL.

13 Recientemente dijo la Corte Federal: “El requisito de

14oportuno planteamiento de la cuestión federal no rige en los supuestos en los que se

15halla en discusión el alcance de normas federales y el pronunciamiento apelado

16resuelve el litigio según la interpretación que asigna a tales normas.” (Fallos 338:155).

17 La inaplicabilidad por razones constitucionales es la

18conclusión de la interlocutoria que recurrimos, y en tanto no haber pedido mi parte

19declaración de inconstitucionalidad alguna; no cabe exigir a mi representada el

20requisito, puesto que fue el decisorio en crisis el que resolvió que la norma no se adecúa

21a la C.N.

22 En función de lo dicho en el precedente supra citado, en

23Fallos 310:112, 311:185 y en “Laboratorio Rontag” del 12 de mayo de 1998; tratándose

24de Casación Federal (inc. 3), el requisito es innecesario.

25 RESOLUCION CONTRARIA: El decisorio en crisis, en

26tanto ha revocado el beneficio de justicia gratuita confirmando el rechazo del beneficio

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1de litigar sin gastos, ha resuelto en contra de los derechos federales de mi representada

2supra enumerados, por lo que se verifica también, el titulado requisito de admisibilidad

3del R.E.F.

4 No obsta a ésta conclusión, que la interlocutoria en crisis

5haya declarado “inaplicable” a la norma del art. 53 L.D.C., porque el argumento central

6en que se apoya la mentada inaplicabilidad, ES LA INVALIDEZ CONSTITUCIONAL

7de la norma consumeril. Ante ello, habiendo cuestión federal trascendente en debate –

8relativa a la interpretación de la Carta Magna y los Tratados que a ella se incorporaron-

9la mentada “inaplicabilidad”, constituye UN PRONUNCIAMIENTO TACITO

10(implícito) acerca de la (in) constitucionalidad del art. 53 supra referenciado (inc. 1 art.

1148), porque como V.E. conoce, no cabe prescindir de la aplicación de una norma vigente

12sin que medie declaración de inconstitucionalidad.

13 No hay otra inteligencia predicable acerca del concepto

14“inaplicabilidad” de una norma, si los fundamentos para así declararla son de orden

15constitucional; caso contrario, estaría -mi representada- frente a una original creación

16pretoriana, con la que los Tribunales podrían –fácilmente- eludir, la competencia

17interpretativa constitucional de la Corte Federal.

18 De todas formas, tratándose de casación constitucional del

19inc. 3 y sustentadas ambas posiciones en la misma norma federal (C.N.) el requisito no

20es necesario. (Fallos: 208:546, 189:308 entre otros).

21 RELACION DIRECTA E INMEDIATA: Tanto la

22interlocutoria anulada –mediante el recurso de casación- como el decisorio en crisis,

23CARECEN –fuera de las interpretaciones constitucionales opuestas- DE

24ARGUMENTOS INDEPENDIENTES que las sustenten.

25 El derecho tributario provincial invocado en el fallo en crisis,

26lo es siempre en relación a las facultades no delegadas por las Provincias al Congreso de

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1La Nación, en virtud de la hermenéutica sustentada por V.E. sobre el art. 5 y ccs. de la

2Carta Magna. Y en consideración a que este recurso: a) sostiene que esa interpretación

3es violatoria del orden normativo del art. 31 C.N., por ende, inconstitucional; y que, b)

4pretende el restablecimiento de la supremacía de la Carta Magna; el debate del sub-

5Iudice se circunscribe EXCLUSIVAMENTE a la CUESTION CONSTITUCIONAL;

6por lo que, la relación directa e inmediata es evidente y palmaria.

7 Si quedara firme la interpretación que anida en el resolutorio

8en crisis, mi representada no podría obtener un pronunciamiento judicial sin abonar

9previamente los costos de su actuación, vulnerando el derecho de acceso a la

10jurisdicción y a la tutela judicial efectiva, e igualdad ante la ley; lo que es configurativo

11de una situación DE DENEGACION DE JUSTICIA.

12 Por el contrario, si –en virtud de la interpretación que

13propugnamos- la interlocutoria recurrida fuera revocada por la Corte Federal, mi

14mandante podrá obtener –sin obstáculos- pronunciamiento de fondo sobre la pretensión

15incoada en el pleito principal, sin perjuicio de las consecuencias económicas que le

16acarree el resultado final del juicio.

17 Los derechos que mi mandante sostiene le fueron conferidos

18por normas federales: a la tutela judicial efectiva, al acceso sin discriminaciones a una

19sentencia que decida la controversia consumeril y a la igualdad ante la ley; en contraste

20con la absoluta, ultra extensiva y preponderante condición que, a la autonomía

21provincial, le atribuye la interlocutoria en crisis a la materia del pleito; constituyen el

22meollo del debate del que depende el resultado de la incidencia, lo que revela la relación

23directa e inmediata de ese resultado con las cuestiones federales enunciadas supra.

24 FUNDAMENTACION DEL RECURSO: El presente

25remedio federal se encuentra fundado, con arreglo al artículo 15 de la ley 48; en los

26términos de la siguiente relación de causa, y de la posterior crítica que formularemos, a

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1todas y cada una de las consideraciones y razonamientos que anidan en el decisorio,

2cuya revocación pretendemos mediante la interposición del presente Recurso

3Extraordinario Federal.

4 Que, por las razones apuntadas, y en la inteligencia de que se

5ha demostrado el cumplimiento de todos los requisitos de admisibilidad del remedio

6intentado; es que mi parte considera que, el Recurso Extraordinario Federal incoado por

7mi representada debe ser concedido por V.E.

8 Persuadidos de que la materia debatida, es cuestión federal

9trascendente que amerita el pronunciamiento del Tribunal Cimero como intérprete final

10de la Constitución, mi parte entiende que una resolución denegatoria de V.E. solo

11perjudicaría a mi representada en el pleito principal, pero no evitaría que la causa llegue

12a los estrados de la Corte Federal; esto, en atención a la firme voluntad de hacerlo de

13ésta representación letrada junto a la eximición del depósito previo -del recurso de

14queja- en materia consumeril, que es doctrina del Alto Tribunal. En ese derrotero, por

15razón de justicia y para evitar perjuicios innecesarios a la parte que represento, dejamos

16pedido a V.E., con la debida consideración y respeto, que conceda el remedio intentado.

17 III.-ANTECEDENTES DE LA CUESTION-RELACION

18DE CAUSA

19 A los fines de una más fácil consideración de las cuestiones

20traídas a V.E. efectuaremos una breve relación de los hitos principales del proceso de

21autos.

22 Que en fecha 24 de abril de 2012, mi representada interpuso,

23junto a la demanda principal por resolución contractual y daños y perjuicios en virtud de

24la adquisición de un inservible sistema de calefacción hogareña, beneficio de litigar sin

25gastos en los términos del art. 101 del C. de P. C. Ello no implica la elección de un

26régimen en desmedro del otro, en función a que: a) el primer decreto del juicio

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1principal, donde en demanda se relata la relación de consumo y se enuncia aplicable la

2norma del art. 53 LDC, el Juez –previo a admitirla- mandó “presentarse en forma”,

3formula que se traduce en “acredite el pago de las gabelas judiciales o la iniciación del

4beneficio de litigar sin gastos”; y también, en función a que: b) la apoderada firmante

5conocía –por anteriores precedentes- al momento de la interposición de la demanda, el

6criterio de V.E. sobre el tema, que es el que anida en la interlocutoria en crisis.

7 Corridos los traslados a la demandada y al Área de

8Administración del Poder Judicial, en fecha 25 de noviembre de 2016, el Magistrado

9resolvió DENEGAR el beneficio por “carencia probatoria”.

10 Apelada la interlocutoria, en fecha 20 de febrero de 2018, la

11Excma. Cámara de Apelaciones de 7ma. Nominación revocó la resolución concediendo

12el beneficio de justicia gratuita, con fundamento en la operatividad directa del art. 42

13C.N. y de las disposiciones de los Tratados de Derechos Humanos, su carácter de

14derecho de rango superior y la mayor entidad axiológica de sus disposiciones, en

15confronte con las normas locales tributarias y procesales.

16 Se alzó en casación el Área de administración del Poder

17Judicial - por la causal de sentencia contradictoria en los términos del art. 383 inc. 4 del

18C. de P. C.- logrando que, en fecha 4 de diciembre de 2018, el Excmo. Superior

19Tribunal de la Causa anule la resolución mencionada, declarando inaplicable –por

20razones constitucionales- el beneficio de justicia gratuita, y confirmando el rechazo del

21beneficio de litigar sin gastos dispuesto en primera instancia.

22 Ante ello, mi parte interpone el presente recurso

23extraordinario, pretendiendo la revocación por parte de Máximo Tribunal de la Nación

24de la interlocutoria que es objeto de embate. Ello por tratarse de un “caso”

25constitucional que amerita la intervención interpretativa de la Corte Federal.

26 IV.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO

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2
1 Que, a tenor del enunciado del resolutorio en crisis, no se

2debate “la posibilidad de que el Congreso de La Nación dicte normas de carácter

3procesal, a los fines de garantizar el ejercicio de los derechos consagrados en los

4Códigos de Fondo (cfr. Fallos: 138:157)” (SIC). Postulamos que, la norma declarada

5inaplicable por V.E., en tanto DIFIERE la percepción de la tasa de actuación, es de

6carácter procesal; ya que, no establece una exención impositiva.

7 Al delimitar el objeto de la resolución, V.E. lo circunscribe a

8“la inserción del nuevo beneficio en la totalidad del plexo normativo”, y, en ese

9contexto, postula –en el sub-lite- que la norma del art. 53 de la L.D.C. deviene

10inaplicable por razones constitucionales, en tanto ella implicaría una intromisión del

11Congreso Federal en el reparto de competencias entre Nación y Provincias “sobre

12materia tributaria”.

13 Respetuosamente sostiene mi representada que, circunscribir

14el debate a “la potestad tributaria” reservada por las provincias y a la autonomía que

15garantiza el art. 5 C.N., en confronte con el beneficio del art. 53 de la L.D.C.; en manera

16alguna puede ser considerada como un análisis de la inserción del nuevo beneficio en

17“la totalidad” del plexo normativo.

18 Por el contrario, el resolutorio en crisis, parcializa el plexo

19normativo aplicable; en tanto no considera el art. 42 C.N. ni la incidencia de los pactos

20internacionales con jerarquía constitucional; los que constituyen la normativa federal

21que sustentan los argumentos centrales del decisorio anulado y del presente recurso,

22respecto de los cuales, si bien la interlocutoria en crisis resume los enunciados de

23doctrina y jurisprudencia que respaldan las soluciones antagónicas; no explica cuál sería

24la razón sustancial para adoptar una posición en vez de otra.

25 Tampoco contesta V.E. al argumento de tipo axiológico

26sustentado por la Cámara de Apelaciones, cuando sostiene que “el tema de la

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2
1recaudación y de los recursos del Poder Judicial es una cuestión subalterna a la

2garantía constitucional de “protección” del consumidor.”

3 Resalto que, la resolución que recurrimos, HA

4INOBSERVADO el art. 8.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, en

5tanto norma directamente operativa y que no requiere de reglamentación ulterior para su

6aplicación a las controversias judiciales, conforme lo sostuvo la Excma. Corte Federal

7en Fallos: 312:2490; sin dar razones que justifiquen la prescindencia de lo ordenado en

8la norma referenciada.

9 Esta parte; al igual que la Cámara A-quo, la Cámara de

10Apelaciones Civil y Comercial de Novena Nominación de Córdoba y el voto en minoría

11de la Dra. Palacio de Caeiro de la Cámara Sexta –entre otros-, junto a un amplio sector

12doctrinario local; sostiene como disvaliosa y parcializada –respecto a la totalidad del

13orden jurídico- a la interpretación constitucional sustentada por V.E., lo que será objeto

14de demostración discursiva mediante el presente recurso.

15 No puedo dejar de resaltar, que el decisorio en crisis, surge

16como contradictorio respecto de lo sostenido por V.E., cuando dijo: “….. esta Sala -con

17otra integración- ha sostenido que “el microsistema legal que se encuentra compuesto

18por la norma constitucional que reconoce protección al consumidor y sus derechos (art.

1942, C.N.), los principios jurídicos y valores del ordenamiento y, por último, las normas

20legales infraconstitucionales como la ley 24.240, hace que siempre que exista una

21relación de consumo, deba aplicarse en primer lugar este microsistema, por revestir

22carácter autónomo y aún derogatorio de normas generales (Sent. n.° 190/13).”

23(OLIVERA, CINTIA MABEL c/ MUNICIPALIDAD DE CORDOBA – ORDINARIO -

24RECURSO DIRECTO (EXPTE. 5990696)) (El resaltado me pertenece).

25 También luce como contradictorio, lo resuelto, respecto al

26siguiente enunciado de V.E. “El rango constitucional de la norma y el carácter de

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2
1preceptos de orden público que el legislador ha asignado a la mayor parte de la

2regulación sobre la materia, han producido notables cambios en la interpretación,

3vigencia, y análisis de compatibilidad de otras normas del derecho que, hasta el

4advenimiento de la nueva normativa, se tornaban como reglas o principios

5inconmovibles (Conf. LORENZETTI, Ricardo Luis, “Consumidores”, edit. Rubinzal

6Culzoni, Sta. Fe, 2003, pág. 43 y ss). En tal orden de ideas, no desconozco el criterio

7asumido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en autos “Buffoni”, que al

8analizar la incidencia que sobre la materia de seguros ejercería la modificación al

9régimen legal de defensa de los consumidores, sostuvo: “…no obsta a lo dicho la

10modificación introducida por la ley 26.361 a la Ley de Defensa del Consumidor, pues

11esta Corte ha considerado que una ley general posterior no deroga ni modifica,

12implícita o tácitamente, la ley especial anterior, tal como ocurre en el caso de la

13singularidad del régimen de los contratos de seguro”. Sin embargo, la cuestión no

14puede resolverse por vía de las reglas de las antinomias legales tradicionales. No se

15trata de un conflicto entre normas de igual jerarquía, que tornaría aplicables las reglas

16de especialidad y posterioridad cronológica. En el caso, rige la regla de jerarquía: no

17es la ley, sino la Constitución Nacional (art. 42), la que es fuente principal del Derecho

18Consumerista.” (Bayona Eduardo Manuel Y Otro C/ Celiz Oscar Leonardo – Ordinario

19– Daños Y Perj. – Accidentes De Tránsito – Recurso De Casación (Expte. Nº

20555978/36) (Me pertenece el subrayado)

21 Como situación a ser recalcada, no puedo soslayar –en el

22marco del enorme respeto y consideración que la parte, su apoderada y el letrado

23patrocinante autor de este recurso tienen por V.E.- que lo recaudado en concepto de tasa

24de justicia no integra las rentas generales del Estado Provincial de Córdoba. Por el

25contrario, en virtud del art. 1 inc. 1) de la ley provincial 8002, su destino específico es

26una cuenta especial de titularidad del Poder Judicial, que, por disposición del mismo art.

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2
11 y 1 bis de la norma citada –junto a emolumentos por otros conceptos- conforman un

2fondo, cuya administración le corresponde al Excelentísimo Tribunal Superior de

3Justicia.

4 El art. 1 bis, dispone, además, que el organismo

5administrativo pertinente (área de administración del Poder Judicial) ejercerá las

6atribuciones y competencias que el C.T.P. le confiere a la Dirección General de Rentas,

7en orden a la administración, fiscalización y recaudación de la tasa de justicia.

8 Ahora bien, siendo el área de administración del P.J. -órgano

9dependiente de V.E.- la casacionista de autos; y en razón de ser Vuestra Ilustrísima la

10administradora de los fondos provenientes de la tasa de justicia; solo la INTACHABLE

11E INDISCUTIDA HONESTIDAD ETICA E INTELECTUAL DE LOS SRES.

12VOCALES FIRMANTES del decisorio en crisis, constituyen la garantía de

13imparcialidad de la que goza mi justiciable representada.

14 Es que, como Tribunal, si prescindimos de la persona de sus

15distinguidos Vocales, V.E. ES JUEZ Y PARTE en el presente proceso.

16Lo que, en abstracto; o sea, prescindiendo de lo dicho –con franqueza y convicción-

17acerca de los Sres. Magistrados que suscriben la interlocutoria; la necesidad de que, en

18el sub-Iudice, no sea V.E. el último interprete de la cuestión constitucional debatida sino

19la Excma. Corte Suprema de Justicia de La Nación, surge acentuada por la circunstancia

20expuesta, en contraste con la –teóricamente- afectada garantía de imparcialidad.

21 Sostiene el decisorio, al interpretar la alocución “justicia

22gratuita”, que la gratuidad no es tal, ya que los gastos del pleito serán soportados en

23definitiva por algunos de los contendientes; y que la condición de solvente acreditada –

24mediante incidente promovido por el proveedor- hace cesar el beneficio consumeril

25inicial.

26 Ante ello apuntamos, la diferencia con el beneficio de litigar

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2
1sin gastos, que impone al solicitante la carga de la prueba de su carencia de recursos.

2 El acceso a la justicia y a la actividad procesal recursiva en

3jurisdicción local, lejos está del alcance de muchos ciudadanos –consumidores- como lo

4sostiene la interlocutoria; en tanto ellos no hayan podido acreditar el grado de pobreza

5requerido por los arts. 101 y ccs. de la ley ritual.

6 Es que, lo que la C.N., su norma reglamentaria (LDC) y los

7tratados mencionados pretenden asegurar, ES EL ACCESO IRRESTRICTO A LA

8JUSTICIA; no la irresponsabilidad patrimonial, en caso de resultar –el consumidor

9actor- vencido en el pleito.

10 Las referencias efectuadas en el decisorio, acerca del debate

11parlamentario previo a la sanción de la ley 26.361 carecen de relevancia para decidir la

12suerte del presente proceso, donde lo que se discute es la voluntad mayoritaria plasmada

13en el texto de la ley y su relación con las garantías constitucionales que emergen de la

14Carta Magna y los Tratados de igual jerarquía. Ello porque las manifestaciones vertidas

15en el recinto, por más doctas que se consideren, no trasuntan la condición de opiniones

16minoritarias que, como tales, no lograron suprimir del texto legal al art. 53.

17 Cuando el decisorio- citando doctrina- sienta la premisa de la

18conveniencia del dictado de una norma local para hacer efectivo el derecho de acceso

19gratuito a la justicia consumeril, expresa un deseo legítimo, en tanto hubiera evitado la

20incertidumbre que genera en los justiciables, el constante y reiterado tratamiento disímil

21que, sobre el tema, exhibe la jurisprudencia local.

22 Los derechos personales y las garantías consagradas en la

23Constitución y los Tratados de igual jerarquía que justifican la posición asumida en este

24recurso, son directamente operativas. Si así no fuere, sostiene Bidart Campos (Manual

25de la Constitución Reformada Tomo I pag. 300) que, en caso de considerarse

26simplemente programática alguna disposición, la prolongada inactividad legislativa a

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2
1efectos de su reglamentación SERIA INCONSTITUCIONAL.

2 La ausencia de normativa local específica a que alude el

3decisorio recurrido, no puede significar que se soslaye un derecho de raigambre

4constitucional.

5 Es que el derecho al acceso irrestricto a la jurisdicción y a la

6tutela judicial efectiva, y la garantía de igualdad, son plenamente operativas con o sin

7norma local que a ellos adhiera; en virtud de la jerarquía establecida en el art. 31 de la

8Carta Magna, la que es inalterable por el accionar –o la omisión- de la legislatura

9provincial; en tanto ninguna norma –o carencia de ella- puede conculcar, legítimamente,

10aquellos derechos y garantías consagrados en la “primera parte” del texto fundamental.

11 Sostiene el Dr. Fayt (La Corte Suprema y la evolución de su

12jurisprudencia, pag. 187) que “un sector de la doctrina entiende que, con la

13incorporación de los tratados mencionados en la Constitución Nacional, ya se dejó

14sentada su concordancia con los principios de derecho público establecidos en ella.

15Otros autores, incluso, consideran que esa concordancia fue valorada al celebrarlos.

16La primera postura también es sostenida jurisprudencialmente, cuando se afirma que

17los constituyentes han efectuado el juicio de comprobación, en virtud del cual han

18cotejado los tratados del art. 75 inc. 22 y los artículos constitucionales y han verificado

19que no se produce derogación alguna de éstos últimos, así como que la armonía o

20concordancia entre los tratados y la Constitución es un juicio del constituyente que los

21poderes constituidos no pueden desconocer o contradecir (conforme Fallos: 319:3148,

22319:3241, 321:885, disidencia del Juez Boggiano en Fallos:321:2314, Fallos: 324:975,

23324:3143, 324:4433, entre otros).

24 No huelga destacar que, el art. 27 de la “Convención de

25Viena sobre el Derecho de los Tratados” establece que no pueden invocarse normas

26internas para justificar el incumplimiento de ellos.

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1 El voto del Dr. Arrambide de la Cámara Novena, se refiere a

2la cuestión en los siguientes términos: “El legislador nacional responde a las directivas

3constitucionales y parte de reconocer la diferencia entre los contratantes y la mayor

4dificultad que se presenta para una de estas partes a la hora de reclamar por sus

5derechos. Entonces dispone que en el acceso a la jurisdicción se encuentre beneficiado

6el usuario por el principio de justicia gratuita. Esto resulta acorde con los principios

7constitucionales que definen el derecho a la jurisdicción, la igualdad real y un

8imperativo a las autoridades de proveer a esa protección. En estos términos en que la

9Constitución Nacional dispone la relación de consumo, se deben inscribir las pautas

10con que la legislación local reglamente el trámite, pues tal como surge del art. 5, CN,

11las normas locales, a partir de la Constitución Provincial, deben asegurar los

12principios, declaraciones y garantías establecidos en la Constitución Nacional……..En

13el régimen legal de la Provincia, en lo que hace a su potestad legislativa originaria no

14delegada, deben estar presentes estas pautas y de no estarlo, deben los jueces, como

15autoridad obligada, proveer la debida protección, sea adecuando las reglas procesales

16y dándoles el alcance y contenido necesario o dando directa operatividad a las

17garantías de mayor jerarquía que no pueden ser vulneradas por una omisión legislativa

18local, o por su inobservancia.” (El subrayado me pertenece). C9a. C.C. Cba. 31/10/11.

19Auto Nº 278 “Mosquera, Silvia Rosa María c/ Mapfre Argentina de Seguros SA –

20Abreviado – otros – Recurso de Apelación (Expte. Nº 2143514/36)”

21 Por su parte, la Corte Federal “in re Edelar” sostuvo: “El

22carácter de orden público de la ley nacional de protección al consumidor no impide

23que las provincias e incluso las municipalidades, dentro de sus atribuciones naturales,

24puedan dictar normas que tutelen los derechos de los usuarios y consumidores, en la

25medida que no los alteren, supriman o modifiquen en detrimento de lo regulado en la

26norma nacional. –Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte

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1Suprema.” (Fallos: 330:2081).

2 Debo destacar al Excmo. Tribunal del Recurso, que en virtud

3del sistema de la casación local –puntualmente el inc. 4) del art. 383 del C. de P. C.- la

4última interpretación de la ley efectuada por la Máxima Autoridad Judicial, es acatada

5por los Tribunales inferiores casi sin excepción, so pena de revocación por el Superior.

6Mas en el tema en debate –como advertirá la Ilustrísima Corte Suprema de la lectura de

7la resolución anulada- la Cámara A-quo (y su par de Novena Nominación) han insistido

8en su interpretación constitucional –rebatiendo lo dicho en anteriores precedentes por el

9Excmo. T.S.J.-, lo que es revelador tanto de la solidez argumental de la posición

10asumida y la convicción de los Tribunales inferiores disidentes, como de la

11trascendencia del derecho en disputa.

12 Inclusive, no es ajena V.E. a la disímil interpretación

13jurisprudencial sobre el derecho irrestricto de acceso a la justicia.

14Esta aseveración se acredita con lo expresado en un reciente fallo dictado por V.E., en

15autos caratulados “Alonso Sapia Pablo Antonio - Beneficio de litigar sin gastos -

16Recurso de casación e inconstitucionalidad” (Expte. N° 5202961)” de fecha 9/5/2017.

17 Dijo en la ocasión el Dr. Tinti: “Que la situación actual del

18derecho a la jurisdicción, a más de inclinarse hacia su cada vez mayor inclusión en la

19constitución formal, de la mano de la constitucionalización de los tratados

20internacionales, ha comportado la inclusión en el concepto de una serie de derechos

21y/o garantías constitucionales que podríamos llamar “intermedios” y que juntos,

22forman el completo espectro de aquel derecho humano, desde el acceso a la justicia

23hasta la sentencia pronta u oportuna. En esa línea la aspiración del arribo de la

24justicia de manera efectiva, que hoy ostenta rango constitucional (art. 75, inc. 22), se

25enfrenta con varios obstáculos para su concreción en el actual desenvolvimiento

26judicial. El primero de ellos, no cabe duda, tiene que ver con la inevitable erogación

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1que se exige al justiciable para dar comienzo a un pleito. En efecto, la imposición

2tributaria que surge a partir de la iniciación de un proceso constituye la traba

3primordial para el justiciable titular de un reclamo, inclusive mucho más allá de las

4otras erogaciones que se devengarán -eventualmente- después de iniciado el juicio. El

5pago de la gabela de justicia es comparable a la “llave” que abre la puerta de acceso

6al palacio en donde se ejerce la jurisdicción. Mientras que los demás gastos, además

7de no ostentar todos, la característica de “inevitables” en tanto son eventuales, su

8exigibilidad es posterior a la iniciación del pleito y, en consecuencia, el titular del

9derecho controvertido ha podido ser “oído” hacia la época en que se le reclama su

10cumplimiento.” (el resaltado me pertenece).

11 Lo expuesto en los párrafos precedentes –y en consideración al

12merecido prestigio de los Tribunales referidos y los juristas que los integran- refuerza la

13necesidad de la intervención del Tribunal Cimero de La Nación, a los fines de sellar el

14debate en un sentido o en otro; en pro de la seguridad jurídica y la igualdad ante la ley.

15 Es que si los actos, contratos, sentencias, procedimientos

16judiciales, etc. fueran sometidos a tantas legislaciones distintas como jurisdicciones

17provinciales existan en el país, se habría desvirtuado en el hecho no solo la regla del art.

188 de la Constitución Nacional, sino también la del art. 75 inc. 12, que establece la

19unidad de la legislación civil en todo el territorio. (Conforme Fallos 308:2588).

20 Que, cuando el resolutorio en crisis, refiere al impacto que

21tendrían los arts. 2532 y 2560 del C.C.C.N. en el “thema decidendum” soslaya que: 1) la

22norma solo se refiere al plazo de prescripción de los tributos, no a exenciones ni a

23diferimentos (como lo es el beneficio de justicia gratuita) y que, 2) las normas referidas

24no admiten ser traídas en refuerzo de lo resuelto por la interlocutoria, porque la facultad

25conferida al Congreso Nacional - art. 75 inc. 12 de la C.N.- de dictar los códigos de

26fondo, en manera alguna puede confundirse con una –inexistente- potestad de modificar

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1la Constitución, sobre todo, alterando en menos, los derechos y garantías que ella

2establece.

3 Que, el decisorio en crisis, se abroquela en las facultades no

4delegadas por las Provincias, especialmente la tributaria, a efectos de resolver como lo

5hace.

6 Por nuestra parte, sin consentir que el nudo gordiano esté

7constituido por materia tributaria, adherimos a la tesis que sostiene que, mediante la

8Convención del 94, las provincias han delegado al Congreso Federal nuevas facultades,

9que a la vez se corresponden con el reconocimiento de nuevos derechos (ambiente,

10competencia, consumo, pueblos originarios, etc) y –eventualmente- con la necesidad de

11su reglamentación.

12 La Dra. Puga de Juncos, en el fallo de la Cámara Novena

13citado supra, lo explica en los siguientes términos: “…..por encima del interés personal

14de un determinado justiciable consumidor, se levanta otro interés que apunta al bien

15común en cuanto éste debe expresar también buen orden económico, privado de

16abusos. Interesa saber “si la lógica del mercado, de la empresa, del proveedor, del

17profesional, vuelca o traslada a la comunidad entera el costo negativo de su actividad.

18Si lo externaliza o bien, como corresponde, si lo asume como riesgo propio de

19actividad”. Los convencionales constituyentes del año 1994 consideraron que, toda vez

20que entren en juego estas fallas en el mercado, los mecanismos de control

21jurisdiccional deben ser facilitados. Por eso, aun antes del dictado de la ley 26361

22(BO) que explicitó en el art. 53, LDC, la gratuidad inicial como garantía, podía ser

23derivada de estos principios constitucionales (art.42, CN). Todo esto, a nuestro

24entender descarta que la ley nacional invada autonomías locales pues hubo

25delegación en la materia constitucional sujeta a reforma”. (El resaltado me pertenece)

26 Ya sostenía el Dr. Vazquez en el año 2003, antes de la sanción

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1de la ley 26.361: “Tanto la tasa de justicia cuanto los depósitos que son requeridos en

2las instancias recursivas no deben ser exigidos en ningún caso como condicionantes

3previos del acceso a la jurisdicción, sino que, por el contrario, con el fin de evitar

4cualquier tipo de cercenamiento de la garantía constitucional, todo pago debe ser

5realizado una vez concluido el pleito por parte de quien ha resultado vencido.” (Fallos

6326:1902). En idéntico sentido: (Fallos 326:4319)

7 En su argumento central, el decisorio, referido a las

8potestades exclusivas de las provincias en materia tributaria; exhibe un criterio localista

9a ultranza, que no luce razonable (art. 28 C.N.) anteponer –axiológicamente y por la

10evolución del sistema jurídico- al derecho “justicia gratuita” consagrado en materia

11consumeril: LA OBLIGACION DE PAGAR NO PUEDE SER CONDICION PARA EL

12PRONUNCIAMIENTO DE UNA SENTENCIA EN INSTANCIA ORDINARIA, SO

13PENA DE DENEGACION DE JUSTICIA.

14 Es que, además, este instituto, a diferencia del beneficio de

15litigar sin gastos del procedimiento local, NO CONSAGRA UNA EXENCION al pago

16de la tasa de justicia, ni modifica su alícuota; sino que, solamente DIFIERE su

17percepción hasta el momento de finalización del pleito; cuando integrará el cargo de

18costas de quien resulte vencido, con independencia de la condición de proveedor o

19consumidor que el mismo ostente.

20 La mentada injerencia del legislador nacional, en los términos

21expresados en el párrafo anterior, es de una MAGNITUD INSIGNIFICANTE frente al

22derecho constitucional que pretende ser resguardado por el art. 53 de la LDC, como es

23“el acceso irrestricto” a la instancia jurisdiccional, y a obtener de ella un

24pronunciamiento sobre la pretensión ejercida mediante la acción judicial incoada.

25 En esa inteligencia, otorgar preeminencia a las facultades

26impositivas provinciales, implica –sin dudas- optar por el derecho menos valioso, entre

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1los que están en pugna en la cuestión debatida. Es que la especial protección que la

2Constitución reformada le imprimió a “los nuevos derechos”; resulta resistida en

3función de la inveterada clausula autonómica, cuya aplicación es aislada del “todo

4armónico” ideado por el constituyente de la reforma.

5 Entre los derechos que constituyen la autonomía de las

6provincias, reconocemos, es primordial el de imponer contribuciones y percibirlas sin

7intervención de autoridad extraña, pero la adopción de exenciones tributarias puede

8constituir uno de los modos con que el legislador debe satisfacer el fin nacional a

9cumplir (conforme Fallos: 322:2598).

10 La predicada indebida injerencia en la facultad impositiva y

11procesal local, solo sería válidamente sustentable si el legislador nacional hubiera

12dispuesto que el actor consumeril, gozara del beneficio del art. 101 del C. de P.C en

13forma automática.

14 Pero en los términos de justicia gratuita, la afectación –para

15las arcas del poder Judicial- no pasa de ser de tipo financiera: dejar de percibir la tasa al

16inicio del pleito para hacerlo al final del mismo; aunque no abunde decir que, en el caso

17de autos y de confirmarse lo resuelto, la tasa debe actualizarse conforme los intereses

18que V.E. fija.

19 Que, todas las consideraciones efectuadas en la interlocutoria

20sobre el beneficio de litigar sin gastos, parecen soslayar la diferencia existente entre ese

21instituto y el beneficio justicia gratuita de la ley consumeril.

22 Para no abundar acerca de lo que V.E. conoce en

23profundidad; merece recalcarse la presunción de la que goza el consumidor, en virtud

24del art. 53 LDC; en contraposición a la carga de la prueba que le impone al solicitante,

25el sistema del art. 101 y ss. del C. de P. C. No empece a la distinción, que el consumidor

26pudiente pueda perder, a instancias de un incidente promovido por la contraria, el

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1diferimiento de “justicia gratuita”.

2 Es que, a todo evento, se trata de dos institutos con diferente

3misión y disímil funcionamiento.

4 Existiendo la carta de pobreza o beneficio de litigar sin

5gastos, EN TODAS LAS REGULACIONES PROCESALES, carecería de sentido el art.

653 de la L.D.C., si el legislador nacional hubiera considerado suficiente y adecuada –

7respecto al nuevo colectivo sujeto de especiales derechos- la protección en orden al

8acceso a la jurisdicción, que esos institutos confieren.

9 Contrariamente, el Congreso Nacional

10-reglamentando el art. 42 CN y los Tratados con jerarquía constitucional- ideó el

11beneficio justicia gratuita; sin pretender reemplazar lo regulado desde antaño por las

12Provincias, sino con la intención de que funcione DE FORMA INDEPENDIENTE a los

13mencionados institutos procesales. Ello, en tanto “beneficio de litigar sin gastos” y

14“justicia gratuita” responden a finalidades y sujetos protegidos distintos: 1) exención o

15diferimiento para permitir el acceso a la justicia, 2) extensión del beneficio a los

16honorarios profesionales, aún vencido en el pleito; y responsabilidad por todo gasto

17causídico si en el proceso de consumo triunfa el proveedor, y, 3) personas de escasos

18recursos y consumidores, todo respectivamente.

19 Mejor lo explica el voto de la Dra. Martinez de

20Petrazzini en el fallo de la Cámara Novena antes citado: “El juicio de consumo tiene

21acceso gratuito a la justicia independientemente de la situación de pobreza del actor, la

22que no califica. En cambio, esta situación económica es la determinante en la

23concesión del beneficio de litigar sin gastos……….

24El sentido de la gratuidad en el acceso a la justicia, su causa fin, es otro, diverso al del

25beneficio de litigar sin gastos, cual es no conculcar ni demorar este acceso a la

26justicia, con base en un principio protectorio de la parte que se considera débil frente a

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2
1la relación de consumo y en cuyo favor se ha de interpretar (art. 3, LDC), pero el

2origen de esta asimetría no es económico, no está dado por la pertenencia del

3consumidor a un sector de escasos recursos o de condición humilde.”

4 Independiente de lo dicho, yerra el decisorio cuando centra

5el debate en torno a la potestad tributaria provincial. Porque tratándose del acceso a la

6justicia –al menos en el sub-lite en cuanto el principal se encuentra en estado de dictar

7sentencia- NO ES LA NORMATIVA TRIBUTARIA EL OBSTACULO PARA

8OBTENER RESOLUCION DEFINITIVA; SINO LA DISPOSICION PROCESAL DEL

9ART. 86 DE LA LEY DE RITO.

10 Me explico, el C.T.P. y normas impositivas complementarias,

11regulan –sobre la tasa de justicia- todo lo atinente a alícuotas, exenciones, facultades del

12ente recaudador, mínimos y máximos, base de cálculo, calidad ejecutiva del título de

13deuda, etc.

14 Pero la norma que IMPIDE EL IMPULSO DEL PLEITO A

15QUIEN NO OBLA EL IMPUESTO, dentro de los dos días de la intimación judicial a su

16pago, INTEGRA EL CODIGO DE PROCEDIMIENTOS, no el tributario; siendo de la

17aplicación de la norma procesal referenciada, en los presentes autos, de donde deriva el

18obstáculo a la tutela judicial efectiva.

19 Dicha norma, nada dice sobre la cuestión tributaria en sí, sino

20que conmina y sanciona al deudor de la gabela, CON LA IMPOSIBILIDAD DE

21INSTAR el curso del procedimiento.

22 Lo manifestado, sumado al cuerpo normativo donde anida la

23prohibición y a la consecuencia que el incumplimiento acarrea en orden al derecho que

24se impide ejercer, conlleva a calificar a la norma obstructiva COMO DE CORTE

25EXCLUSIVAMENTE PROCESAL; por lo que, según el propio resolutorio, NO

26ADMITE CUESTIONAMIENTO CONSTITUCIONAL la facultad del Congreso

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2
1Nacional para legislar sobre esa materia de resorte local, si su objetivo es garantizar el

2efectivo goce de los derechos sustanciales que ha consagrado, sobre todo, si es en

3cumplimiento de un mandato constitucional. Caso contrario, toda norma procesal de,

4por ejemplo, el C.C.C.N. o la L.C.Q., devendría inconstitucional.

5 No es la regulación tributaria sino la procesal, la que en el

6sub-lite, impide que se dicte sentencia declarativa. Me explico, si bien el art. 309

7CTP citado en el decreto supra transcripto, obstaculiza el dictado de la sentencia antes

8de la resolución del beneficio de litigar sin gastos; ENCONTRANDOSE ESTE

9DENEGADO A MI REPRESENTADA; es la norma del art. 88 del C. de P.C. la que,

10ahora, conlleva la consecuencia de privar a mi parte DEL DERECHO A OBTENER

11PRONUNCIAMIENTO JUDICIAL, sin pagar previamente las gabelas.

12 Posteriormente a referirse el “beneficio de litigar sin gastos”,

13ingresa el decisorio a analizar, los otros institutos locales que facilitan el acceso a la

14justicia para la generalidad de los ciudadanos. En ese derrotero, menciona el de

15“asistencia jurídica gratuita”, que otorga acceso a la justicia si, y solo si, el grupo

16familiar” del actor percibe de ingresos mensuales un importe inferior a 20 IUS; lo que,

17al día de hoy, asciende a la suma de pesos dieciséis mil quinientos ($16.500).

18Sin emitir juicio sobre las bondades del mecanismo, lo dicho supra revela “in re ipsa” su

19insuficiencia.

20 Continua la resolución remarcando la facultad del Magistrado

21para establecer, por resolución fundada, pero con “aprobación de la casacionista de

22autos”, el pago de una suma fija en concepto de Tasa de justicia (por inicio de

23actuaciones), una proporción de su total o su pago en cuotas.

24 Ahora, si lo que demanda un consumidor es, por ejemplo, la

25restitución de la suma abonada –con más intereses y daños- por la compra de un

26automotor defectuoso, el importe de la pretensión (con el que guarda proporción la Tasa

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2
1de Justicia) tornará –aun con las facilidades consignadas en la interlocutoria en crisis- a

2la gabela, en un obstáculo casi insalvable para acceder a la jurisdicción. Máxime, si al

3impuesto por actuación, se le adiciona OTRO 2% del importe demandado, en favor DE

4LA CAJA DE ABOGADOS; monto éste que debe ser abonado junto a la mentada tasa,

5como REQUISITO PARA QUE SE DICTE PROVIDENCIA DE ADMISION DE LA

6DEMANDA.

7 Lo dicho en la interlocutoria en crisis, respecto tanto a las

8indemnizaciones por responsabilidad extra contractual como a la composición

9anticipada de intereses no aplica a los presentes autos; por fundarse el reclamo en una

10relación contractual de consumo y no haber recibido mi representada, oferta alguna para

11conciliar su pretensión.

12 Los razonamientos y citas que siguen, tienen por finalidad

13fundamentar la premisa que justifica la procedencia del recurso impetrado, siendo esta,

14que la interpretación efectuada por V.E. viola el orden normativo establecido por el art.

1531 de la C.N.; de donde surge la necesidad de que el mismo sea restablecido por el

16Excelentísimo Tribunal Federal del Recurso, revocando el decisorio en crisis.

17 V.- DERECHOS FEDERALES VULNERADOS POR LA

18RESOLUCION: IGUALDAD ANTE LA LEY. INOBSERVANCIA DE LOS ARTS. 8 Y

1916 C.N., ARTS. 14 Y 26 PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS CIVILES Y

20POLITICOS Y ARTS. 1 Y 24 CONVENCION AMERICANA DE DERECHOS

21HUMANOS.

22 Que el art 16 establece el principio de igualdad, en general, y

23en relación a los impuestos, en particular.

24 Por su parte, el art. 8 ordena que el goce de esa garantía, por

25la condición de ciudadano argentino, sea efectiva en todo el territorio del Estado

26Federal, sin importar cuál sea la Provincia de origen o residencia.

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2
1 Violan la Carta Magna aquellas disposiciones que, emanadas

2del derecho público local o de interpretaciones surgidas de su silencio, conllevan a que

3un consumidor goce en algunas Provincias del beneficio de Justicia gratuita y en otras

4no.

5 En ese derrotero, no todo argentino es igual ante la ley; y

6justamente es su residencia o domicilio la causa de la desigualdad.

7 Primero por tratarse –la tasa de justicia- de un impuesto,

8supuesto expresamente contemplado en el art. 16. Segundo, porque con solo cambiar de

9jurisdicción provincial, los derechos que la Constitución le confiere a todos los

10argentinos – en el sub Iudice consumidores- difieren en su extensión; lo que solo sería

11admisible si la legislación local los ampliara (conforme lo resuelto in re “Edelar),

12contrariamente a la reducción de ellos que deriva de la interlocutoria en crisis.

13 El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

14consagra la igualdad de todas las personas (art. 14) y específicamente ante la ley (art.

1526).

16 Por su parte, la Convención Americana de Derechos

17Humanos, conforme al tratado antes mencionado, dispone la igualdad de todas las

18personas (art. 1) y específicamente ante la ley (art. 24); además de conminar a los

19Estados miembros a adaptar su legislación interna a las disposiciones de la Convención

20(art.2).

21 La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su

22Opinión Consultiva 11 del 10 de agosto de 1990, sostuvo “que existe discriminación

23por razones económicas, que origina desigualdad ante la ley, cuando quien pretende

24hacer valer derechos reconocidos en el Pacto de San José de Costa Rica se ve impedido

25al no poder pagar la asistencia letrada o los gastos del proceso.”

26 El tratado mencionado en primer término, declara la

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2
1obligatoriedad de sus disposiciones respecto a todas las partes del Estado Federal, SIN

2LIMITACIONES NI EXEPCIONES (art. 50).

3 Por su parte, el Pacto de San José de Costa Rica, obliga al

4Estado Federal a asegurar que sus disposiciones SEAN ACATADAS por todas las

5provincias que lo componen (art. 28).

6 Siendo de rango constitucional las mandas mencionadas

7respecto a la garantía de igualdad; se aparta el decisorio de normas operativas cuyo

8acatamiento es irrestricto, convirtiendo en inconstitucional la interpretación sostenida

9por V.E. para hacerlo; en tanto el argumento federalista que lo sustenta está

10expresamente contemplado como ilegal, a los efectos de sustentar el incumplimiento de

11las disposiciones de esos tratados de derechos humanos.

12A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA: ARTS 18 Y 42 C.N. ARTS. 8.1 Y 25 DE LA

13CONVENCION AMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. ARTS. 2.1 Y 4 DEL

14PACTO INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES Y

15CULTURALES.

16 El Magno derecho de defensa del art. 18 de la Carta

17Fundamental es agraviado insalvablemente, en la persona de mi representada, por las

18derivaciones que acarrea la resolución recurrida.

19Si existe unánime acuerdo acerca de que la tacha de arbitrariedad priva a las sentencias

20de su condición de tal, y que, generalmente, ella se dispone en razón de que su

21contenido vulnera la garantía de la defensa en juicio de la persona o los bienes de uno

22de los litigantes; con mayor intensidad –pensamos- fulmina el derecho que del art. 18

23emana, aquella interlocutoria que, directamente, IMPIDE EL PRONUNCIAMIENTO

24JURISDICCIONAL, siendo este el objetivo de todo proceso iniciado.

25 De nada sirve transitar un pleito con cuyas formalidades se

26protege el debido ejercicio de las pretensiones que integran la acción; si un obstáculo

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2
1económico es suficiente, para que, esa actividad procesal -en vez de alcanzar la meta-

2fenezca antes de resolverse, convirtiéndose así, en un vilipendio de recursos que, a la

3postre, carezca por completo de utilidad práctica.

4 Los procedimientos eficaces para la solución y prevención de

5conflictos, que aseguren al consumidor el derecho a la protección de su salud, intereses

6económicos y seguridad que el art. 42 C.N. obliga a las autoridades a proveer; NO

7ESTAN AL ALCANCE DE MI MANDANTE por efecto de la resolución en crisis. Esto

8por cuanto la viuda pensionada que represento, por su imposibilidad de pagar las

9gabelas judiciales y SOLAMENTE FRENTE A LA –eventual- DENEGATORIA DEL

10PRESENTE RECURSO, se encontrará con la instancia en situación de ser declarada

11caduca; por lo que la eficacia ordenada en el texto constitucional, brillará por ausencia

12en el procedimiento que inició el 24 de abril de 2012; convertida en letra muerta la

13disposición de la Carta Magna.

14 Refuerza en similares términos –y clarifica- los alcances de

15la norma constitucional, la disposición del art. 8.1 del Pacto de San José de Costa Rica

16en tanto garantiza a todas las personas el derecho a SER OIDAS, con las debidas

17garantías y ante un juez imparcial, para la determinación de sus derechos civiles.

18 En íntima conexión, los arts. 2 y 4 del Pacto Internacional

19de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, establece la obligación de los estados

20partes de efectuar las modificaciones legislativas necesarias para tornar efectivas sus

21disposiciones, y –respectivamente- determina que EL EJERCICIO de los derechos

22establecidos en él, pueden estar condicionados por limitaciones originadas en la ley

23SOLO EN LA MEDIDA COMPATIBLE CON LA NATURALEZA DE ESOS

24DERECHOS.

25 Vulnera la garantía de acceso a la justicia (ser oídas) -que

26conlleva la de obtener de ella una respuesta que declare los derechos de los justiciables-

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2
1un obstáculo económico IMPUESTO POR EL PROPIO ESTADO en forma de tasa

2judicial como condición de acceso a la jurisdicción, en función de los valores en juego,

3siendo una limitación que en manera alguna puede considerarse compatible con la

4naturaleza del derecho a la tutela judicial efectiva.

5 Estas disposiciones de rango constitucional que consagran

6tan valiosa garantía, también obligan al Estado Federal, e impiden que su forma de

7gobierno sea argumento sustentable para soslayar su vigencia y efectividad; que es

8justamente el temperamento adoptado por el decisorio en crisis.

9 Que, cotejando esta reseña legal de normas con jerarquía

10superior a las leyes, no se explica ni se sostiene el enunciado del decisorio de haber

11evaluado la inserción del beneficio del art. 53 LDC “en la totalidad del plexo

12normativo”; cuando la interlocutoria recurrida ni intenta justificar lo resuelto –menos

13compatibilizarlo- con los Tratados referidos o con la norma del art. 42 C.N.; leyes

14federales QUE NI SIQUIERA MENCIONA.

15 Al resolver como lo hizo, V.E. ha ignorado numerosas

16normas de jerarquía superior al derecho público provincial cordobés; estableciendo una

17interpretación que, lejos de armonizar las diferentes disposiciones de rango

18constitucional en juego, ha optado por confrontarlas con las que trae en auxilio de su

19posición; confiriéndole así al art. 5 C.N. un valor absoluto que pareciera desconocer, las

20condiciones que, en él, le son impuestas por el Estado Federal para que la Provincia

21goce de la autonomía que la norma le proporciona.

22 En ese derrotero, V.E. ha soslayado las pautas de

23interpretación constitucional sustentadas por la doctrina de la Corte Federal.

24 Dijo el Tribunal Cimero: “la constitución nacional debe ser

25analizada como un conjunto armónico, dentro del cual cada una de sus disposiciones a

26de interpretarse de acuerdo al contenido de las demás, pues sus distintas partes forman

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2
1una unidad coherente; en la inteligencia de sus cláusulas debe cuidarse de no alterar el

2equilibrio del conjunto.” (Fallos 240:311, conforme a Fallos: 320:875, 181:343,

3306:1883 entre muchos otros)

4 Sostiene ésta recurrente, que V.E. ha seguido un criterio

5opuesto, confrontando las clausulas constitucionales en juego, y lejos de armonizarlas e

6integrarlas, se abroqueló en aquellas que permiten fundar –considerándolas en forma

7aislada- lo que viene resolviendo desde que se debate el tema.

8 La ausencia de control de convencionalidad que exhibe el

9resolutorio en crisis, constituye –en el entendimiento de mi parte- un incumplimiento a

10la obligación que pesa sobre los jueces luego de la reforma del 94.

11 Frente al tenor de la interlocutoria anulada, creemos

12insuficiente una implícita resolución contraria a las garantías emanadas del plexo

13constitucional supra referenciado; en tanto se aparta de él SIN DAR RAZONES DE

14NINGUNA INDOLE, que expliquen a mi representada que motivos condujeron a V.E. a

15dar primacía al texto del art. 5 sobre las normas de igual rango supra repasadas, e

16inclusive, sobre los incs. 18, 19, 23 y 32 del art. 75 de la Ley Fundamental.

17 Ello, máxime cuando la propia Carta Magna dispone que los

18tratados mencionados en el inc. 22 del art. 75 “tienen jerarquía constitucional, no

19derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse

20complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos.”

21 El texto transcripto es revelador, creemos, del déficit que

22porta la exégesis propuesta en el decisorio, la que calificamos como inconstitucional.

23 Es que, en un Estado federal como Argentina, subsisten

24normas locales –aplicadas por los Tribunales- que legislan como si rigiera el texto de la

25Constitución del 53; prescindiendo de los nuevos derechos y garantías, y de las

26obligaciones que, según los Tratados y Declaraciones de Derechos Humanos que hacen

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2
1parte del bloque constitucional instaurado en 1994, recaen en cabeza del Estado

2Nacional y –eventualmente- pueden comprometer su responsabilidad.

3 En ese derrotero, se desconocen derechos que la reforma

4consagró, a la vez que, como en el sub-iudice, un amplio sector de la magistratura

5vernácula, efectúa una interpretación que –avalando ese desconocimiento legislativo-

6CONTRADICE A LA PROPIA CARTA MAGNA, por lo que sus derivados devienen

7inaplicables, lo que puntualmente predicamos respecto a lo resuelto por la interlocutoria

8en crisis.

9 Es que la Constitución del 94, al otorgar idéntica jerarquía a

10los tratados enumerados y al establecer nuevos derechos y garantías en su primera parte,

11ha conformado lo que en doctrina y jurisprudencia se denomina “Bloque de

12Constitucionalidad”, careciendo de legitimidad y eficacia las leyes que contradigan los

13postulados de él; y, por ende, convirtiendo en inconstitucionales a las sentencias que, en

14tanto normas individuales para el caso concreto, deciden en contrario a lo que el

15“bloque” estipula.

16 Sin perjuicio de las consideraciones precedentes sobre el

17microsistema consumeril, y en relación a la norma declarada inaplicable por el

18resolutorio en crisis; mi parte sostiene que, el Congreso Federal cuenta también con la

19habilitación constitucional para sancionar el beneficio del art. 53 LDC, en virtud de las

20disposiciones de los incs. 18, 19 apartados 1 y 3, 23 y 32 del art. 75, y del objetivo

21“afianzar la justicia” que enuncia el preámbulo de la Carta Magna.

22 Es que, a todo evento, la sanción de la norma consumeril y el

23beneficio del art. 53 que ella contiene, se enmarca sin esfuerzo en los poderes implícitos

24del Congreso –art. 75 inc. 32- para legislar convenientemente, a efectos de poner en

25ejercicio los poderes conferidos a la Nación por la C.N. y los Tratados que ella enumera.

26 El valor axiológico y la trascendencia de los objetivos

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2
1trazados por la Norma Fundamental, cuando faculta y obliga al Legislativo Nacional en

2los términos de las disposiciones citadas previamente, contrastan con la neutralidad

3valorativa y el espíritu conservador y regresivo, que trae aparejada la invocación – como

4argumento único - del art. 5 C.N. para justificar lo decidido por V.E.; con absoluto

5desapego de la justicia del caso, y prescindiendo, además, de los principios PRO

6HOMINE, PRO CONSUMIDOR Y DE PROGRESIVIDAD desarrollados por la

7jurisprudencia emanada de la Excma. Corte Federal.

8 Es que, por similar que sea el nuevo art. 5 respecto

9al de la Constitución derogada, su interpretación debe ser necesariamente diferente;

10porque entre las condiciones para el gozo de la autonomía provincial, está incluido el

11respeto y la eficacia DE LOS NUEVOS DERECHOS Y GARANTIAS, conferidas a

12personas y referidos a problemas, que el poder constituyente liberal del siglo XIX no

13pudo razonablemente prever. En ese contexto histórico, por ejemplo, el medio ambiente

14escapaba a cualquier regulación y carecía de importancia. Lo mismo cabe predicar del

15consumidor, cuya aparición como sujeto colectivo merecedor de una tutela específica,

16surgió en las legislaciones comparadas recién en los años 60 del siglo pasado.

17 Aferrarse a la tradicional hermenéutica constitucional

18referida a las facultades no delegadas por las provincias y a su autonomía, a efectos de

19desconocer la efectividad y vigencia inmediata de los nuevos derechos y garantías que

20consagran los tratados de derechos humanos, las normas constitucionales, y –como en el

21caso- las leyes reglamentarias de ellas (N° 24.240 respecto al art. 42); o parcializarlas y

22reducirlas en función de una exégesis incompatible y rígida de la norma fundamental;

23implica TRANSGREDIR LA INTERPRETACION AUTENTICA QUE EFECTUO EL

24CONSTITUYENTE DEL 94, mediante la declaración contenida en el art. 75 inc. 22

252do párrafo supra transcripto.

26 Que, en los términos supra expresados, sostenemos haber

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1efectuado una crítica razonada de los argumentos que sustentan al resolutorio en crisis;

2cumpliendo de ese modo la carga que pesa sobre ésta parte recurrente.

3 Un reciente fallo dictado por V.E. in re “Portal de Belen”,

4parece describir los contornos del debate de autos, en los siguientes términos: “En otras

5palabras, se plantea la paradoja de que, por una parte, por su grado de generalidad e

6indeterminación, los derechos humanos fundamentales necesitan del poder

7configurador de la ley, porque en el texto constitucional no pueden estar detalladas

8minuciosamente las condiciones y requisitos para su aplicación, así como sus

9excepciones; pero, por otra parte, el ejercicio de esa atribución configuradora no

10puede llevarse hasta el extremo de que, luego de esa reglamentación, el derecho luzca

11desconocido a la luz de la propia Constitución.”

12 Sobre materia interpretativa sostuvo la Corte Federal en

13“Consumidores Financieros”: “que el art. 42 Const. Nac. "otorga una tutela

14preferencial a los consumidores" y que su efectiva vigencia requiere que la protección

15que la Constitución Nacional encomienda a las autoridades no quede circunscripta

16solo al reconocimiento de ciertos derechos y garantías, sino que además asegure a los

17consumidores la posibilidad de obtener su eficaz defensa en las instancias judiciales"

18(considerando 4°)…...”No es posible soslayar que, en el marco de las relaciones de

19consumo, el consumidor se encuentra en una situación de debilidad estructural, por

20ello, y en orden a preservar la equidad y el equilibrio, resulta admisible que la

21legislación contemple previsiones tuitivas en su favor. En este sentido, la gratuidad del

22proceso judicial configura una prerrogativa reconocida al consumidor dada su

23condición de tal, con el objeto de facilitar su defensa cuando se trate de reclamos

24originados en la relación de consumo" (considerando 6°)”……..“Una interpretación

25que pretenda restringir los alcances del precepto no solo desconocería la pauta

26interpretativa que desaconseja a distinguir allí donde la ley no distingue (Fallos:

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1294:74; 304:226; 333:735) sino que conspiraría contra la efectiva concreción de las

2garantías constitucionales establecidas a favor de los consumidores.”

3 Porque como viene sosteniendo el Alto Tribunal desde

4antaño: “No todas las leyes de la Nación, por el simple hecho de ser tales, tendrán

5supremacía sobre las de las provincias; la tendrán, si han sido dictadas en

6consecuencia de la Constitución, es decir, en consecuencia, o en virtud de los poderes

7que de modo expreso o por conveniente implicancia ha otorgado ella al Congreso.”

8(Fallos: 186:201). (me pertenece el subrayado)

9 No puede obviarse, que un grupo de destacados juristas han

10elaborado y presentado al Ministerio de Justicia y D.H. el 6 de diciembre de 2018, en el

11marco del programa “justicia 2020”, el anteproyecto de reforma total y derogatoria de la

12ley 24.240, que importa una completa adaptación de la normativa al mandato del art 42

13C.N. y los pactos incorporados, armonizándola con el C.C.C.N. y ampliando la especial

14tutela que el plexo normativo vigente confiere al colectivo de los consumidores.

15 El anteproyecto –en su artículo 168- vuelve a establecer el

16beneficio justicia gratuita. Por su parte, el art. 28 intitulado “Dialogo de Fuentes”, que

17les reconoce tal carácter inclusive a doctrina y jurisprudencia; no contiene referencia al

18derecho público provincial, ni tampoco requiere su adhesión a la norma.

19 A manera de colofón, mi parte sostiene que declarar la

20supremacía del derecho reglamentado por el art. 53 L.D.C. sobre las normas

21provinciales opuestas a él; constituiría, además de la concreción del valor justicia al

22caso concreto, el esclarecimiento con fuerza vinculante de la doctrina constitucional

23que, en el marco del “federalismo de concertación”, postula que la garantía –previa-

24concretada por esa disposición legal; responde a valores, fines e intereses de categoría

25superior, a la invocada –por el decisorio- facultad privativa y excluyente del poder local,

26en virtud de la indiscutida –en términos generales- autonomía de las Provincias que

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1componen el Estado Federal.

2 VI.-PETITORIO: Por todo lo expuesto a V.E. pido:

3 1) Tenga por interpuesto en tiempo y forma el recurso

4extraordinario federal y por constituido el domicilio ante la Alzada.

5 2) Se corra traslado del mismo por el término y bajo

6apercibimiento de ley (artículo 257 del C.P.C.N.), a cuyo fin se acompañan las copias

7requeridas.

8 3) Se conceda el recurso y se eleven las actuaciones a la

9Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación.

10 4) Al Tribunal Cimero pido, que haga lugar al recurso

11interpuesto revocando la resolución en crisis y, confirmando lo resuelto por la Excma.

12Cámara de Apelaciones interviniente, conceda a mi representada el beneficio del art. 53

13L.D.C.

14 5) Para el improbable caso de denegar V.E. la concesión del

15presente Recurso Extraordinario, pido se impongan las costas por el orden causado, en

16atención a la temática en debate y la diversidad de posiciones que existen sobre él. En la

17hipótesis, pido la reserva del expediente en la Secretaría del Tribunal, a efectos de

18obtener sin dilaciones, las copias para acompañar al –eventual- recurso de queja que mi

19parte confía, no verse en la necesidad de articular.

20

21 PROVEA V.E. DE CONFORMIDAD Y SERA JUSTICIA

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