Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Introducción p.3
Un mundo keynesiano p. 7
Es el déficit, ¡estúpido! P. 13
2
Introducción
Jeffrey Sachs es uno de los economistas de mayor renombre mundial.
Graduado de la Universidad de Harvard y luego profesor de dicha
institución, así como de la Universidad de Columbia, hoy Sachs ocupa el
puesto de nada menos que director del Proyecto del Milenio, de las
Naciones Unidas, que estableció en el año 2000 8 diferentes objetivos de
desarrollo humano a alcanzarse en el año 2015.
Uno puede pensar lo que sea del distinguido Jeffrey, pero no puede más
que coincidir con esta afirmación.
3
Destruye el poder de compra del salario, arruina el ahorro, impide planificar
y distorsiona el sistema de precios generando falsos auges y posteriores
depresiones. A la Argentina, la inflación la borró del mapa y, aun así,
seguimos insistiendo en que “un poco de inflación es buena” o “es preferible
la inflación a la paz de los cementerios”.
40%
Inflación OCDE (Promedio móvil 3A)
35%
Inflación Argentina
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
2004
2000
2001
2002
2005
2006
2007
2008
2009
2003
1995
1996
1997
1994
1998
1999
2011
2010
2012
2014
2015
2016
2017
2013
-5%
4
Tras un período de extendido “éxito”, hacia fines de la década del ’60
comenzaron los primeros signos de agotamiento de la nueva ortodoxia, lo
que dio lugar a la denominada “contrarrevolución monetarista”.
Quizá sea hora de que Argentina tome nota y dé comienzo, de una buena
vez, a una guerra sin cuartel contra la inflación.
5
Cómo Estados Unidos derrotó a la
inflación
A fines de la década del ’70 y principios de los ‘80, todas las discusiones que
Argentina está teniendo y tuvo recientemente sobre política monetaria e
inflación, ocurrieron en Estados Unidos.
Tal como la salida del cepo cambiario reconoció la realidad de que el dólar
no costaba 9 pesos argentinos, sino mucho más, el fin del Patrón Oro
reconoció el verdadero valor del oro.
16
14
Variación anual en %
12
10
8
6
4
2
0
dic.-80
dic.-72
ago.-75
dic.-76
dic.-78
ago.-81
ago.-71
ago.-79
ago.-73
dic.-74
abr.-74
abr.-76
ago.-77
abr.-80
abr.-72
abr.-78
6
optando por la propuesta de Milton Friedman, quien abogaba por tipos de
cambio flexibles entre países.
Ahora bien, a partir de que Estados Unidos dejara de defender una paridad
fija con el metal precioso, la inflación solo se aceleró.
Un mundo keynesiano
Las causas de la inflación eran las de siempre.
Esa doctrina dio luz verde a lo que los políticos siempre quisieron hacer:
gastar más de lo que ingresan para beneficiarse electoralmente. El
incremento del déficit se financió con endeudamiento, pero también con
emisión monetaria, lo que generó el persistente aumento de la inflación.
Entre mediados y fines de los ’70, las ideas keynesianas fueron perdiendo
atractivo. La alta inflación se combinaba con un bajo crecimiento económico
y un elevado desempleo.
7
mismo: “¡eso es basura!”1. Había leído Camino de Servidumbre de Hayek y
sabía que la inflación solo podía funcionar a corto plazo, pero que –a la
larga- siempre traía malos resultados.
Tras su paso por la Fed de Nueva York, fue Jimmy Carter quien lo designó
presidente de la Reserva Federal, en agosto de 1979.
0,60 800
0,55 700
0,50 600
0,45 500
0,40 400
0,35 300
0,30 200
ene.-…
jul.-80
jul.-81
jul.-83
jul.-84
jul.-82
jul.-85
jul.-79
jul.-77
jul.-78
ene.-81
ene.-82
ene.-83
ene.-85
ene.-79
ene.-77
ene.-78
8
La expectativa de una mayor inflación había impulsada la demanda por
“refugios”, tal como cuando en Argentina compramos dólares.
Volcker tenía que resolver este problema (desafío para el cual aceptó
cobrar 50% menos de lo que era su salario, ya que el puesto en el banco de
Nueva York era el mejor pago de todos).
2
La tasa de fondos federales es la tasa a la cual los bancos prestan saldos de reserva a otros bancos de
la noche a la mañana. La Reserva Federal busca influir en dicha tasa comprando y vendiendo reservas
bancarias, por eso se habla de un “target” para la tasa de fondos federales.
3
La tasa de descuento es la tasa de interés que se cobra a los bancos comerciales y otras instituciones
de depósito por los préstamos que reciben de las líneas de crédito de los bancos regionales del sistema
de la Reserva Federal.
9
Lawrence Ross, presidente de la Reserva Federal de St. Louis ya había
planteado, como siempre hacía, que la Fed debía “enfocarse en la oferta
monetaria y dejar que las tasas de interés sean fijadas por el mercado”.
“Se dirigirán las operaciones (de mercado abierto) a mantener una tasa de
los fondos federales en el rango de xxx% y xxx%. Para ver en qué nivel del
rango se establece la tasa, el operador deberá guiarse por las últimas
estimaciones de la variación anual de los agregados M1 y M2 de acuerdo a
los siguientes rangos de tolerancia…”
Días después del intercambio con Ross, Volcker mandó a redactar un memo
sobre las virtudes de realizar esta modificación.
10
El 5 de octubre, dos meses después de su asunción como presidente de la
Fed, se coordinó una Conference Call para todos los miembros del Comité
de Política Monetaria.
15%
10%
5%
0%
dic.-79
abr.-83
jul.-79
jun.-82
nov.-82
jun.-77
nov.-77
sep.-83
abr.-78
sep.-78
feb.-79
may.-80
mar.-81
ene.-82
ene.-77
ago.-81
oct.-80
4
Comunicado de Prensa de la Reserva Federal sobre la reunión del 6 de octubre de 1979, divulgado el
23 de noviembre de 1979. Disponible en:
https://www.federalreserve.gov/monetarypolicy/files/fomcropa19791006.pdf.
11
Un mes después, el crecimiento se desaceleró al 9,3%, luego al 8,2% y en
enero de 1980 ya avanzaba al 8,1%.
Pocas Esperanzas
En octubre de 1979, cuando la Reserva Federal decidió apoyarse
mayormente en el control de los agregados monetarios para combatir la
inflación, ésta se ubicaba en el 12,1% anual.
Tres meses después, sin embargo, los precios corrían a un ritmo del 13,9%
anual. En enero de 1980, el oro llegó a su máximo histórico del momento,
cotizando a USD 825 la onza, un 119% más que cuando se anunció el
cambio en la metodología para controlar la inflación.
12
Kenneth Arrow, de la Universidad de Stanford, veía que un “núcleo de
inflación que se perpetuaba a sí mismo” dificultaba la posibilidad de que
cualquier combinación de políticas lo derribara.
900
800
700
600
500
400
USD / Oro
300 1980-01-04
1980-01-25
1980-02-08
1980-02-01
1980-02-29
1980-02-15
1980-02-22
1979-10-12
1979-10-19
1979-12-14
1979-12-28
1979-10-05
1979-11-02
1979-12-21
1979-10-26
1979-11-09
1979-11-16
1979-11-23
1979-12-07
1979-11-30
1980-01-18
1980-01-11
Es el déficit, ¡estúpido!
Al igual que en la Argentina de 2017, la persistencia de la inflación llevó a los
analistas a preguntarse por qué era tan difícil domarla. El sospechoso
principal fue el déficit fiscal.
Después del anuncio del 6 de octubre, la tasa de interés de los bonos largos
en EEUU no había caído, lo que reflejaba que las expectativas de inflación
continuaban sin modificaciones.
13
Esperaba que el cambio de régimen tuviera un impacto mayor, de la misma
forma que las reformas monetarias en Alemania, Austria o Argentina, lo
tuvieron para frenar hiperinflaciones en un lapso de meses.
0,0%
-1,0%
-2,0% -1,6%
-4,0%
-3,9%
-5,0% -4,7%
-5,0%
-6,0%
Déficit Total / PBI -5,9%
-7,0%
1978
1977
1979
1980
1981
1983
1982
1984
1985
5
Sargent, Thomas, citado en Silber. William: “Volcker, The Triumph of Persistence” (2012).
6
Friedman, Milton: ““Burns on the Outside”. 9 de enero de 1978, revista Newsweek, disponible en
https://miltonfriedman.hoover.org/friedman_images/Collections/2016c21/NW_01_09_1978.pdf
14
Sin embargo, en lugar de achacarle la culpa a Burns, Friedman lo exculpó,
sugiriendo que los datos reflejaban “cómo un individuo puede no lograr
modificar una institución sujeta a tantas fuerzas y presiones”.
En el año del artículo de Friedman, el déficit fiscal alcanzó el 2,6% del PBI en
Estados Unidos. Durante los años siguientes, la diferencia fue incluso mayor.
El cambio hacia los agregados había dejado las tasas libradas a su ajuste
espontáneo. Así, a partir de abril-mayo del año ’80 éstas comenzaron a
bajar, lo que transmitía la idea de que la política monetaria se había relajado.
15
Volcker no podía permitir eso. Al margen de los procedimientos que se
estuvieran utilizando, era importante mostrar que se mantenía un
compromiso firme.
21% Suba de
Septiembre
19%
17%
15%
13%
11%
9%
abr.-81
oct.-79
ago.-80
oct.-80
ago.-81
oct.-81
dic.-81
dic.-79
dic.-80
feb.-81
feb.-80
jun.-80
jun.-81
No obstante, luego de los hechos, en octubre del ’80 dijo que la política
“estrictamente monetarista [de la Fed] estaba mal encaminada”.
16
otra opción más que subir la tasa de descuento. Tenía un trabajo que
hacer.”
La contracara de esto, por supuesto, era que los consumidores del mundo,
que no generaban sus ingresos en dólares, ahora veían mermado su poder
de compra.
Estos datos, a priori una muy buena noticia para los norteamericanos, no fue
del agrado de James Baker III, un exitoso abogado de Houston quien había
liderado con éxito la campaña electoral de Ronald Reagan en 1980 y que, a
partir de 1985, se había convertido en Secretario del Tesoro.
17
Una de las principales tareas que desarrolló Baker III desde su secretaría fue
negociar el “Acuerdo del Plaza”, un pacto sellado entre Estados Unido,
Alemania, Francia y el Reino Unido para que se debilitara el dólar en los
mercados internacionales.
150 16
140 14
130 12
Variación anual en %
Índice Mar-73=100
120 10
110 8
100 6
90 4
80 Dollar Index 2
Inflación (eje der.)
70 0
may.-80
may.-85
jun.-82
ene.-82
abr.-83
oct.-85
mar.-81
ago.-81
jul.-79
sep.-83
jul.-84
dic.-79
oct.-80
nov.-82
dic.-84
feb.-84
Seis meses después de firmado el acuerdo, el dólar había caído 50% en los
mercados internacionales. Sin embargo, eso no parecía ser suficiente para
Baker.
18
En 1986, el Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal, había
sumado a dos nuevos presidentes, Wayne Angell y Manuel Johnson,
quienes respondían a la voluntad de Baker. Así, se conformó una mayoría
que se inclinaba por reducir las tasas de interés para depreciar el dólar, algo
que Volcker claramente no favorecía.
Las desavenencias con el tema del valor del dólar precipitaron una decisión
en el banquero central más emblemático de la historia norteamericana.:
terminado su mandato constitucional en 1987, no aceptaría una nueva
designación.
Así, la estrategia para bajar la inflación fue mixta. Cualquier arma era válida.
La clave fue que, un buen día, y gracias a la persistencia del Banco Central,
el público se convenció de ello.
19
El caso de Estados Unidos, sin embargo, refuta esta idea. Es que, si bien es
cierto que en 1982 el país del norte atravesó una recesión, también lo es que
el crecimiento recuperó su vigor a partir de ese año. En 1983 creció 4,6% y
en 1984, 7,6%, la tasa más alta de los anteriores 34 años. El desempleo, por
su parte, bajó sistemáticamente a partir del pico de la crisis, a pesar del
fortalecimiento del dólar.
Déficit fiscal y desinflación: los Estados Unidos de los ’80 ofrecen un caso
de importancia mayúscula sobre la posibilidad de bajar la inflación en un
contexto de déficit fiscal. Las cuentas públicas no solo estaban en
desequilibrio cuando Volcker asumió la presidencia de la Fed, sino que se
deterioraron notablemente durante el primer gobierno de Ronald Reagan.
No obstante, la política monetaria fue suficiente para reducir los niveles de
inflación.
En la misma época en que el déficit pasaba del 1,6% del PBI al 5,9%, la
inflación se desplomaba del 12,4% al 4% anual. Durante el segundo mandato
de Reagan las cuentas públicas comenzaron a corregirse, lo que algunos
interpretan como el resultado de una Fed que ya no estaba dispuesta a
monetizar el déficit.
20
El Debate Intelectual detrás de la
derrota de la Inflación
Uno de los economistas más conocidos del Siglo XX, John Maynard Keynes,
solía decir que las ideas de los economista y los filósofos son más
poderosas de lo que suele creerse, y que los “hombre prácticos” que se
creen libres de cualquier influencia intelectual, son, en realidad, “esclavos”
de algún difunto economista.
Por supuesto, no fue esto lo único que dijo Keynes y, de hecho, él y sus
seguidores fueron los principales exponentes de un debate intelectual que
ocupó gran parte del Siglo pasado.
En términos sencillos, como se entendía que todos los precios eran libres,
no podía existir el desempleo (siempre, a algún salario, uno podía encontrar
trabajo).
21
Así, una variación positiva en la cantidad de dinero no tiene efecto sobre la
economía real dado que la tasa de interés real de equilibrio no se modifica.
22
de ambos mercados produce de manera simultánea los nuevos niveles de
equilibrio de producto y tasa de interés invalidando la dicotomía clásica.
Tal como se afirmó arriba, la teoría keynesiana supone que el nivel general
de precios es un dato, es decir es una variable que el modelo no determina,
sino que viene dada exógenamente por factores institucionales. Este
fenómeno recibió el nombre de ecuación faltante (the missing equation): el
sistema de ecuaciones keynesiano carece de una función que determine el
nivel general de precios.
Este modelo supone que las autoridades de una economía pueden optar
por un nivel de empleo objetivo y alcanzarlo con el correspondiente nivel
de inflación. Es así como, para mediados de la década de los ’60, la curva
de Phillips se había transformado en una de las relaciones más aceptadas
de la teoría económica tanto por economistas como por políticos.
23
La respuesta llegó de la mano de Milton Friedman (1968). La visión sobre lo
que el dinero puede hacer (o no) lo diferenciaron fuertemente de las
visiones predominantes asociadas con la escuela keynesiana.
24
El gran corolario del análisis monetarista es que aún con inflación creciente
el desempleo no caería y se llegaría a una situación de aumentos del
nivel de precios sin que aumente la producción. Es decir, a un escenario
de estanflación.
25
James Tobin: fue un fuerte defensor de la implementación de políticas de
ingresos para controlar la inflación. Concluyó que la principal fuente de la
variación de los precios obedecía a la presión de costos: “Mientras más se
estimule a la economía durante el congelamiento de precios y salarios,
mejor. Ahora la Fed debería bajar la tasa de interés para fomentar la
expansión” (1971).
Tobin defendió las políticas que llevaron al primer pico inflacionario durante
la década del ’70. Sin embargo, recomendó una política monetaria incluso
más laxa que aquella que llevó al segundo pico durante los ’80. Para Tobin,
la administración de la demanda agregada solo tenía el objetivo de alcanzar
el pleno empleo y no contribuía a controlar la inflación.
Okun fue un gran crítico del uso de políticas monetarias para luchar contra
la inflación:
“Cualquier economista profesional que respete los hechos debe concluir que
la actual inflación no puede controlarse con ninguna estrategia fiscal y
monetaria razonable… Las restricciones fiscales y monetarias que han sido
puestas a prueba han fallado. Creo que los países que han adoptado
medidas estructurales y políticas de ingresos han funcionado” (1977).
26
En contraste con Friedman, Okun siempre rechazó el argumento de exceso
de demanda en relación al proceso inflacionario americano de los 70’s:
27
fenómeno a factores exógenos a la política económica, Friedman sostenía lo
siguiente:
“Puede que los empresarios sean voraces, los sindicatos ambiciosos, los
consumidores despilfarradores, los jeques árabes hagan subir el precio del
petróleo y las condiciones meteorológicas a menudo sean malas.
Pero no puede ser la causa de una inflación continua por una razón muy
simple: ninguno de estos aparentes culpables posee la máquina de imprimir
estos trozos de papel que llevamos en nuestros bolsillos”.
16,0%
Inflación (CPI Var.% anual)
14,0% 13,5%
12,0% 11,0%
10,0%
8,0%
6,0% 5,7%
5,8%
4,0%
3,2%
2,0%
0,0%
1985
2003
1961
1964
1967
1970
1973
1976
1979
1982
1988
1991
1994
1997
2000
2006
28
Esto se apoyaba en dos factores:
29