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Gertrudis Bocanegra*
1. Introducción
* Seudónimo, en homenaje a una de las heroínas de la Guerra de Independencia de México. Tan importante
en la lucha armada, tan olvidada en los libros de historia.
1
Por operadores jurídicos entenderemos a los encargados de realizar interpretación y aplicación del derecho,
en ejercicio de sus funciones, generalmente esta categoría hace referencia a todo agente de poder. Sagües,
Néstor, Teoría de la Constitución, Argentina, Astrea, 2001, pp. 148-149.
2
La deconstrucción puede ser entendida como una “demolición” de las estructuras sobre las cuales se
construye una teoría y de ahí volver a pensar al derecho, a construir nuevamente la estructura, pero no con
elementos tradicionales, sino que, en el caso de nuestra propuesta, a través del género. Sobre el concepto de
deconstrucción, Cfr. Kennedy, Duncan, Libertad y restricción en la decisión judicial, Ediciones Uniandes,
Bogotá, 1986, p. 47.
1
2. La perspectiva de género como metodología para el estudio del derecho
3
Cfr. Diccionario práctico Español-Inglés, Larousse, México, 1989, p. 404.
4
Cfr. Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, Espasa, 20ª edición, Madrid, 1984, pp.
685-686.
5
Lamas, Marta, Cuerpo: diferencia sexual y género, Taurus, México, 2002, p. 134.
2
se constriñe al ámbito cultural y social dentro del cual se simbolizan las diferencias
anatómicas a través de lo femenino o masculino.
De esta forma, podemos afirmar que el género se construye, “se hace” en un tiempo
y lugar determinados; “hacer género” significa “crear diferencias entre niñas y niños,
mujeres y hombres, diferencias que no son naturales, esenciales o biológicas. Una vez que
las diferencias han sido construidas, se utilizan para reforzar “la esencialidad del género”.6
Así, el género es una construcción social en la que el cuerpo biológicamente determinado
se construye como una realidad sexuada, en la que se asignan roles en función de la
pertenencia a un sexo, es decir, a través del género, se realiza una interpretación social de lo
biológico para determinar cómo debe ser lo femenino y lo masculino.
6
West Candace y H. Zimmerman Don, “Haciendo género”, en Navarro Marysa y R. Stimpson, Catherine,
Sexualidad, género y roles sexuales, Fondo de Cultura Económica, México, 1999, p. 128.
7
Cfr. Serret, Estela, El género y lo simbólico. La constitución imaginaria de la identidad femenina, UAM
Azcapotzalco, México, 2001, p. 91.
3
socialmente la vida de mujeres y hombres, al grado de establecer un orden social tan
arraigado que se vuelve natural, y ya no requiere justificación.
8
W. Scott, Joan, “El género: una categoría útil para el análisis histórico”, en Navarro Marysa y R. Stimpson,
Catherine, Sexualidad, género y roles sexuales, op. cit., nota 6, p. 61.
9
Conway Jill, Bourque Susan y Scott, Joan, “El concepto de género”, en Lamas, Martha (Comp.), El género:
la construcción cultural de la diferencia sexual, Miguel Ángel Porrúa, México, 1996, p. 32.
10
Bargel Lucie, Fassin Eric y Lattém Stéphane, “Usos sociológicos y usos sociales del género. El trabajo de
las interpretaciones” en Fassin, Eric, Género, sexualidades y política democrática, PUEG-Colegio de
México-UNAM, México, 2009, (Cuadernos Simone de Beauvoir), p. 47.
11
Real Academia Española, Diccionario de la Lengua Española, op. cit., nota 4, pp. 1049-1050.
4
cosas”.12 Sin embargo, este significado no es aplicable para la propuesta que busca
desarrollar este trabajo, pues no pretendemos presentar a la perspectiva de género como un
mecanismo para manipular las decisiones de los juzgadores, ni para encubrir una realidad;
por el contrario, buscamos visibilizar un problema histórico en el cual se hacen evidentes
las relaciones de poder entre hombres y mujeres que han devenido en situaciones de
jerarquización y desigualdad, por lo tanto, para efectos de nuestro estudio, analizar con
perspectiva de género, significa observar cualquier hecho o fenómeno desde el enfoque de
género, es decir, desde el reconocimiento de las estructuras sociales en las que las mujeres
se encuentran subordinadas respecto de los hombres.
Con un tono más crítico, Nietzsche niega cualquier proceso lógico en el origen del
lenguaje, pues afirma que éste último, únicamente designa las relaciones de las cosas con
respecto a los hombres, y para expresarlas, apela a las metáforas más audaces, pues en
realidad lo que representamos a través de las palabras, son sólo impulsos nerviosos de
nuestro contacto con el mundo; en consecuencia, para el autor germano, el lenguaje es una
metáfora. Sin embargo, la importancia de observar al lenguaje como metáfora, nos permite
advertir un proceso muy interesante:
12
Idem.
13
Aristóteles, Tratados de Lógica (Organón), Tomo II, (Trad. Miguel Candel Sanmartín), Madrid, Gredos,
1998, pp. 25-81.
5
“En el ámbito de esos esquemas es posible algo que jamás podría conseguirse bajo las
primitivas impresiones intuitivas: construir un orden piramidal por castas y grados;
instituir un mundo nuevo de leyes, privilegios, subordinaciones y delimitaciones, que
ahora se contrapone al otro mundo de las primitivas impresiones intuitivas como lo más
firme, lo más general, lo mejor conocido y lo más humano y por tanto, como una
instancia reguladora e imperativa”.14
14
Cfr. Nietzsche, Friedrich, “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”, p. 9, consultado el 5 de julio de
2010 en http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca%20digital/libros/N/Nietzsche%20-
%20Sobre%20verdad%20y%20mentira%20en%20sentido%20ex.pdf
15
Olivecrona, Karl, Lenguaje jurídico y realidad, Distribuciones Fontamara, Argentina, 2007, p. 47.
16
Utilizamos el término ideología para referirnos al conjunto de creencias, en cuanto no tienen otra validez
que la de expresar una determinada fase de las relaciones económicas y, por lo tanto, de servir a la defensa de
los intereses que prevalecen en cada fase de la historia. Cfr. Abbagnano, Nicola, Diccionario de filosofía,
Fondo de Cultura Económica, México, 2ª ed., 5ª reimpr., 1987, p. 645.
17
Facio Montejo, Alda, Cuando el género suena, cambios trae, (una metodología para el análisis de género
del fenómeno legal), ILANUD, Costa Rica, 1992, p. 42.
6
comúnmente se piensa que la sola inclusión de la categoría “mujer” dentro del estudio a
realizarse, indica que se utilizó la perspectiva de género, lo cual es erróneo, pues ésta
última, no implica un análisis sesgado hacia el género femenino, sino una perspectiva
que incluye a ambos géneros, en donde se resaltan, particularmente, las desigualdades
de poder que hay entre ambos.
18
Amorós, Celia, Hacia una crítica de la razón patriarcal, Anthropos, 2ª ed., 1991, España, p. 25.
7
género y por cuestiones de tipo social, económica, étnica o religiosa, que generalmente se
traducen en actos discriminatorios.
Al respecto, cabe mencionar que dentro del orden jurídico mexicano, son pocas las
legislaciones en las que se ven reflejados los esfuerzos por combatir tales desigualdades.
Un claro ejemplo, podemos ilustrarlo con el Código Civil del Estado de México, en cuyo
artículo 4.18, se reconoce expresamente el valor económico del trabajo doméstico,19 como
una aportación económica dentro del matrimonio, que permite a la mujer o al hombre, el
derecho de conservar hasta el 50% del patrimonio que haya constituido su cónyuge, y
recibir alimentos en caso de divorcio, aunque el matrimonio se haya celebrado bajo el
régimen de separación de bienes. En ese contexto, se ha observado que en 25 códigos
civiles de la República Mexicana, no se asignan responsabilidades iguales a los cónyuges;
ocho, exigen el consentimiento del marido para que la mujer trabaje; siete, obligan a ésta a
vivir donde aquél decida y todos hacen recaer solamente en la madre la obligación de
registrar a los hijos nacidos fuera del matrimonio.20
19
Cfr. Artículo 4.18 del Código Civil del Estado de México.
20
Cfr. Coloquio Nacional sobre el Análisis de la aplicación del Protocolo Facultativo de la Convención
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer CEDAW, Memoria, Instituto
Nacional de las Mujeres, México, 2002, p. 13.
8
3.2 Distinción de predeterminaciones naturales de construcciones sociales
21
Cfr. Contradicción de Tesis 5/92, entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y Tercero del
Sexto Circuito, del que derivaron diversos criterios de jurisprudencia, dentro del ellos, el localizado en Octava
Época, Primera Sala, Semanario Judicial de la Federación, Tomo XIII, Mayo de 1994, p. 63, cuyo rubro
refiere: “EJERCICIO INDEBIDO DE UN DERECHO Y NO DE VIOLACIÓN, DELITO DE”.
9
Afortunadamente, el 27 de mayo de 2005 el Magistrado Presidente del Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, formuló ante la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, la solicitud para modificar el criterio referido, y en ese sentido, el
6 de junio de ese año, las y los integrantes de nuestro máximo tribunal, afirmaron que no
aplicaba la figura de “ejercicio indebido de un derecho” para la violación entre cónyuges,
pues ello llevaría implícito el reconocimiento de un derecho de propiedad del hombre sobre
la mujer, lo que derivaría en tener, en todo caso, la facultad de abusar de lo propio,
situación discriminatoria e inequitativa, pues regularmente las mujeres no están en la
posibilidad de imponer la cópula al hombre. Lo más importante de este nuevo criterio,
radicó en el énfasis otorgado a la protección del derecho de libertad sexual, bien jurídico
tutelado en el tipo penal de violación; por lo tanto, si la conducta de un varón es idéntica a
la descrita en la ley como violación, los juzgadores y juzgadoras concluyeron que se
constataba la afectación al bien jurídico protegido, que es la libertad sexual, el cual no
admitía distinción de ningún tipo, y mucho menos por razón de género.22
Uno de los pilares sobre los cuales se cimentó la Modernidad fue la idea de que a
través de la Ilustración, el hombre podía alcanzar su mayoría de edad,23 es decir, debía
servirse de su propio entendimiento para ser libre; así, se construyó como categoría
fundamental a la razón, que sería la encargada de diseñar al mundo y en consecuencia, al
22
Cfr. Varios 9/2005-PS. Solicitud de modificación a la tesis de jurisprudencia 1a./J. 10/94, derivada de la
contradicción de tesis 5/92, entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y Tercero del Sexto
Circuito. Solicitante: Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito. 16 de noviembre
de 2005. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana Carolina
Cienfuegos Posada.
23
Kant, Immanuel, ¿Qué es la Ilustración?, consultado el 30 de julio de 2010 en
http://www.paginasobrefilosofia.com/html/kantpre/textoIlustracion.html
10
derecho, al cual se le asignó como característica fundamental el universalismo y la
abstracción, para concretar aspiraciones como la igualdad y la libertad.
11
del hombre (como un concepto universal y abstracto) sin utilizar referencia alguna de la
mujer a través del lenguaje; también se neutraliza el ejercicio de los derechos de las
mujeres, ya que se construyen normas jurídicas “universales y abstractas” que no dan
cuenta de las condiciones de vida específicas para hombres y mujeres.
28
Nicolás Lazo, Gemma, “Debates en epistemología feminista: del empiricismo y el standpoint a las críticas
posmodernas sobre el sujeto y el punto de vista”, en Nicolás Gemma y Bodelón Encarna, Género y
dominación. Críticas feministas del derecho y el poder, Anthropos, Barcelona, 2009, p. 55.
29
MacKinnon, A. Catharine, “Diferencia y dominio: sobre la discriminación sexual”, en Navarro, Marysa y
R. Stimpson, Catherine, Sexualidad, género y roles sexuales, op. cit., nota 6, p. 78.
12
valora o compensa a las mujeres por lo que han llegado a ser en tanto mujeres, bajo las
condiciones existentes.
Nos parece interesante la crítica que realiza esta autora al concepto de igualdad,
porque a final de cuentas, en cualquiera de las dos situaciones, se restringe la concepción de
la mujer a estándares masculinos ¿somos iguales o diferentes a ellos? Es por ello que, la
perspectiva de género plantea el análisis de una igualdad formal (jurídica) y una igualdad
material, ya que hasta ahora, la igualdad jurídica o igualdad ante la ley de hombres y
mujeres, se ha reducido a otorgar a las mujeres los mismos derechos que ya gozan los
hombres y darle una protección especial, en ciertos casos, pero esto es insuficiente. Por lo
que la pretensión de la perspectiva de género es alcanzar una igualdad material, la cual
exige considerar tanto a hombres como a mujeres iguales en el goce de los derechos
humanos que cada cual necesite,30 no se trata sólo de dar a cada sexo un tratamiento
exactamente igual, lo importante es reconocer las diferencias entre ellos, situarlos
contextualmente y sobre todo, garantizar la protección y ejercicio de sus derechos.
30
Facio Montejo, Alda, Cuando el género suena, cambios trae, (una metodología para el análisis de género
del fenómeno legal), op. cit., nota 17, p. 20.
31
Bengoechea Bartolomé, Mercedes, El lenguaje instrumento de igualdad, pp. 6-7, consultado el 10 de agosto
de 2010 en http://www.fongdcam.org/manuales/genero/datos/docs/1_ARTICULOS_Y_DOCUMENTOS_
DE_REFERENCIA/H_USO_NO_SEXISTA_DE_LA_LENGUA/El_lenguaje_instrumento_de_igualdad.pdf
32
Sobre algunas formas para evitar el uso del lenguaje no sexista, Cfr. CONAPRED, 10 recomendaciones
para el uso no sexista del lenguaje, 2ª ed., Textos del Caracol, Núm. 1, México, 2009, p. 11 y ss.
13
uso de expresiones que tiendan a establecer jerarquías, exclusiones o discriminación, evitar
el uso de expresiones que denotan desprecio, subordinación o ridiculización de las mujeres,
y utilizar un lenguaje incluyente, que contemple a mujeres y hombre como un “todo”, es
decir, como integrantes de la humanidad.
33
Cfr. “Declaración de Beijing”, Anexo I, No. 38 en Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la
Mujer, Beijing, 4 a 15 de septiembre de 1995, Naciones Unidas, Nueva York, 1996, p. 5.
34
Subrayado nuestro. Cfr. Conclusiones convenidas 1997/2 del Consejo Económico y Social de las Naciones
Unidas, consultado el 12 de agosto de 2010 en http://www.un.org/womenwatch/osagi/pdf/ECOSOCAC1997.
2.PDF
14
“Artículo 5. Para los efectos de la presente ley se entenderá por:
(…)
Perspectiva de género. Es una visión científica, analítica y política sobre las mujeres
y los hombres. Se propone eliminar las causas de opresión de género como la
desigualdad, la injusticia y la jerarquización de las personas basadas en el género.
Promueve la igualdad entre los géneros a través de la equidad, el adelanto y el
bienestar de las mujeres; contribuye a construir una sociedad en donde las mujeres y
los hombres tengan el mismo valor, la igualdad de derechos y oportunidades para
acceder a los recursos económicos y a la representación política y social en los
ámbitos de toma de decisiones;”35
Sobre el particular, Teresita de Barbieri señala que “no hay que perder de vista que
las categorías de análisis que se usan en todas estas organizaciones son sometidas el
escrutinio de los países miembros y, por lo tanto, resultado de consensos políticos. Como
35
Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, publicada en la Primera Sección del
Diario Oficial de la Federación el 1 de febrero de 2007.
15
consecuencia, rara vez corresponden con algunas de las definiciones teóricas elaboradas en
la academia, no es de extrañar entonces, el empobrecimiento de las mismas”.36
36
Bartra, Eli, (Comp.), Debates en torno a una metodología feminista, 2ª edición, Programa Universitario de
Estudios de Género, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 2002, pp. 128-129.
37
La incorporación de la perspectiva de género. Una visión general. Organización de las Naciones Unidas,
Nueva York, 2002, pp. 3-5.
16
5. Velar porque se preste atención a las actividades en las cuales las mujeres son
dominantes desde el punto de vista numérico.
6. No dar por sentado que todas las mujeres o todos los hombres comparten las
mismas necesidades y perspectivas.
7. Analizar el problema para determinar las consecuencias desde una perspectiva
de género y procurar identificar maneras de formular directrices que respalden
una distribución equitativa de los beneficios y las oportunidades.
Luigi Ferrajoli refiere que el principio de igualdad debe ser entendido en un doble
sentido: de tutela de las diferencias personales y de reducción de las desigualdades
materiales,38 es decir, la igualdad implica no solo eliminar todo tipo de distinción arbitraria
en el trato a las personas, sino también considerar las diferencias sociales o cualquier tipo
de desventaja -por ejemplo, el género-, con la finalidad de implementar medidas de
tratamiento diferenciado para otorgar igualdad de oportunidades a todos.
Sobre el primer aspecto del principio de igualdad a que alude Luigi Ferrajoli,
encontramos que el artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, consagra que “todo individuo”39 -sea éste mexicano o extranjero-, goza de las
garantías que otorga la Constitución, sin que puedan restringirse ni suspenderse, sino en los
casos y con las condiciones que ella misma establece; en este tenor, el artículo 4º del
referido ordenamiento constitucional establece la igualdad ante la ley del hombre y la
38
Cfr. Ferrajoli, Luigi, “Sobre los derechos fundamentales” en Carbonell, Miguel (Ed.), Teoría del
neoconstitucionalismo, México, Trotta/ Instituto de Investigaciones Jurídicas-UNAM, Madrid, 2007, p. 79 y
ss.
39
Para evitar el uso de un lenguaje sexista, la expresión correcta debió ser “toda persona”.
17
mujer, misma que se reglamenta a través de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres
y Hombres, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 2 de agosto de 2006.
40
Hay quienes sostienen que las acciones afirmativas vulneran el principio de igualdad y es que, no obstante
que impliquen un trato diferenciado en relación con los hombres, su existencia de justifica porque busca
generar una igualdad no sólo formal sino también material, entre hombres y mujeres, por eso la necesidad de
que sean sólo de carácter temporal, en este sentido, se ha adoptado en el artículo 4º de la Convención para la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, el siguiente compromiso internacional:
“1. La adopción por los Estados Partes de medidas especiales de carácter temporal, encaminadas a acelerar la
igualdad de facto entre el hombre y la mujer, no se considerará discriminación en la forma definida en la
presente Convención, pero de ningún modo entrañará, como consecuencia, el mantenimiento de normas
desiguales o separadas; estas medidas cesarán cuando se hayan alcanzado los objetivos de igualdad de
oportunidad y trato”. Compromiso reiterado a través de la Recomendación General No. 5, del Séptimo
Periodo de Sesiones de 1988, del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, Cfr.
Compilación de los principales instrumentos internacionales sobre derechos humanos de las mujeres, 4ª ed.,
INMUJERES, México, 2008, p. 24.
41
Cfr. Convención Americana de Derechos Humanos, aprobada por el Senado el 18 de diciembre de 1980 y
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de mayo de 1981.
42
Cfr. Acuerdo General de la Comisión de Administración que contiene los criterios para conceder licencias
de maternidad y paternidad al personal del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación,
principalmente los artículos 4º, 6º y 7º, consultado el 20 de agosto de 2010 en
http://www.trife.org.mx/secretaria_general/acuerdos/superior/archivos/Acuerdo_Maternidad.pdf
18
Sin duda, el ejemplo antes mencionado constituye un avance en la aplicación de la
perspectiva de género, en aras de materializar el principio de igualdad para el desarrollo de
responsabilidades compartidas de mujeres y hombres en el cuidado y atención de los hijos.
A nivel local, en el artículo 1º de nuestra Carta Magna, como resultado las reformas
publicadas el 14 de agosto de 2001 en el Diario Oficial de la Federación, se consagra el
principio de no discriminación por motivos étnicos o nacionales, de género, de edad, de
discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, opiniones, preferencias,
estado civil, o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular
o menoscabar los derechos y libertades de las personas; de igual forma, tenemos la ley
reglamentaria de este precepto constitucional: la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la
43
Rodríguez Zepeda, Jesús, “Una idea teórica de la no discriminación”, en Torres Martínez, Carlos de la,
(Coord.), Derecho a la no discriminación, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, 2006, p. 45.
19
Discriminación,44 que si bien no se centra en cuestiones de género, su objeto es eliminar
toda forma de discriminación contra cualquier persona.
44
Este ordenamiento jurídico fue publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 11 de junio de 2003.
45
Por ejemplo, el Código Penal para el Estado de Aguascalientes refiere en el artículo 23 que: “El estupro
consiste en realizar cópula con mujer casta, mayor de doce y menos de dieciséis años de edad, obteniendo su
consentimiento por medio de seducción o engaño”; de forma similar se precisa la calidad específica del sujeto
pasivo como “mujer casta y honesta, en los códigos penales del Estado de Baja California (Art. 182), Estado
de México (Art. 271), Nayarit (Art. 258), Querétaro (Art. 167), Sinaloa (Art. 184), Sonora (Art. 215) y
Veracruz (Art. 185).
20
elemento normativo de la honestidad si se tiene en cuenta que otrora se había
separado de su hogar para vivir con una persona sin estar casada, lo que no
corresponde a una conducta adecuada de una mujer consciente de su pudor y
dignidad personal”.46
La perspectiva de género en el caso que nos ocupa, nos permite advertir que no solo
existe un trato discriminatorio a la mujer al exigir que sea “casta y honesta”, sino también
se discrimina al hombre, en aquellas entidades federativas en las cuales se excluye que
pueda ser sujeto pasivo del delito y en consecuencia, que el agresor pueda ser castigado.
Esperemos que, en un contexto en el cual nos preguntamos sobre el contenido sustancial de
los derechos protegidos en los ordenamientos jurídicos, se reelaboren este tipo de figuras
con la finalidad de proteger los derechos de hombres y mujeres.
46
Subrayado nuestro. Registro No. 194207, Localización: Novena Época, Instancia: Tribunales Colegiados de
Circuito, Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, IX, Abril de 1999, Página: 539, Tesis:
VI.4o.21 P, Tesis Aislada, Materia(s): Penal.
21
reconoce que las sociedades modernas están marcadas por una pluralidad que hace vigente
el principio de la diferencia.47
En un sentido más amplio, Cerroni refiere que la dignidad está constituida por los
merecimientos de la condición humana, es decir, por “el merecimiento de lo que ofertado
por todo lo preexistente al ser humano, le es imprescindible para vivir o, creado por el ser
humano, es posible su acceso conforme a principios y modalidades decididas en procesos
democráticos ateniendo a circunstancias sociales y del propio individuo”,48 como se puede
observar, el concepto de dignidad es muy amplio y puede implicar conocimientos no sólo
de carácter jurídico, sino filosófico, ético, político, incluso religioso.
47
Cfr. Taylor, Charles. El multiculturalismo y la política del reconocimiento, Fondo de Cultura Económica,
México, 2001, p. 46.
48
Citado en Martínez Roaro, Ester, Sexualidad, derecho y cristinianismo. Visión bioética desde una
perspectiva de género, Instituto Cultural de Aguascalientes, 2ª edición, 1998, México, p. 212.
49
La Carta de las Naciones Unidas, en su nota introductoria, reafirma la fe en los derechos fundamentales del
hombre, en la dignidad y el valor de la persona y en la igualdad de derechos del hombre y la mujer; la
Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce que los seres humanos nacen libres e iguales en
dignidad (Art. 1º); la Convención Americana de los Derechos Humanos consagra el derecho de toda persona
al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad (Art. 11); la CEDAW protege el derecho de la
mujer a que se respete la dignidad inherente a su persona (Art. 4), entre otros.
50
El tercer párrafo del artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prohíbe
cualquier tipo de discriminación que atente contra la dignidad humana; la Ley de Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia reconoce dentro de sus principios rectores, el respeto a la dignidad humana de las
mujeres (Art. 4).
51
Cfr. Von Münch, Ingo, “La dignidad del hombre en el derecho constitucional”, Revista Española de
Derecho Constitucional, Año 2, Núm. 5, Mayo-agosto, 1982, p. 19, consultado el 27 de agosto de 2010,1º, en
http://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/6/REDC_005_009.pdf
22
Lo expuesto anteriormente, nos permite afirmar que dentro de la actividad
jurisdiccional, es importante que el juzgador y juzgadora interpreten los derechos de
manera sistemática, a la luz no sólo de los ordenamientos jurídicos nacionales, sino sobre
todo, de los compromisos internacionales adquiridos por nuestro país y que obligan al
Estado Mexicano a adoptar una perspectiva de género; asimismo, es necesario que
consideren los elementos teóricos y principios rectores abordados en este estudio, que no
son restrictivos sino sólo de carácter enunciativo.
23
noviembre de 2001; posteriormente, referiremos brevemente algunas cuestiones
relacionadas con los hechos, es decir, con las condiciones en las cuales estos hechos fueron
atribuidos al Estado Mexicano, a título de responsabilidad internacional, derivada de su
incumplimiento a diversas obligaciones consagradas en la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y en la “Convención Belém do Pará”.
a) Análisis contextual del caso “Campo Algodonero”. Una de las contribuciones más
importantes a la teoría de la interpretación jurídica realizada en esta sentencia, es el uso del
análisis contextual, a través del cual, la CIDH desglosa una serie de aspectos que giran en
torno, no sólo a la vida de las víctimas, sino sobre todo, a la vida de las mujeres en Ciudad
Juárez; los aspectos de carácter económico, social, cultural, demográfico, etc. le permiten
allegarse de mayores elementos para determinar la posible existencia de una
responsabilidad internacional y la gravedad de ésta, para efectos de reparación de daño.
Dentro del caudal probatorio ofrecido en el proceso, la Corte observó que las
víctimas de los homicidios perpetrados en Ciudad Juárez eran predominantemente mujeres
jóvenes, -inclusive niñas-, trabajadoras; de escasos recursos; estudiantes o migrantes; y que
53
Dentro de las cuales se encuentran, entre otras: la Recomendación 44/1998 emitida por la Comisión
Nacional de Derechos Humanos, el 15 de mayo de 1998; el Informe de la misión de la Relatora Especial
sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias, Naciones Unidas, E/CN.4/2000/3, Add.3, de 25
de noviembre de 1999; el Informe de la Misión del Relator Especial sobre la Independencia de Magistrados y
Abogados, E/CN.4/2002/72/Ad.1, Naciones Unidas, emitido el 24 de enero de 2002; el Informe de México
producido por el CEDAW bajo el artículo 8º del Protocolo Facultativo de la Convención y la respuesta del
Gobierno de México.
24
los homicidios presentaban patrones conductuales similares. El Estado Mexicano negó esta
última circunstancia y en su defensa adujo que se trataba de homicidios independientes
unos de otros, pero la mayoría de informes internacionales concluyeron que una tercera
parte del total de los homicidios de mujeres, “son aquellos en los que se repite un patrón en
el que por lo general la víctima no conoce a su victimario y es privada de su libertad y
sometida a vejaciones y sufrimientos múltiples, hasta la muerte”.54
54
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso González y otras (“Campo algodonero”) vs. México,
op. cit., nota 52, p. 38.
55
“Estos factores, aunque a la larga permitan a las mujeres superar la discriminación estructural, pueden
exacerbar la violencia y el sufrimiento a corto plazo…La incapacidad de los hombres para desempeñar su
papel tradicionalmente machista de proveedores de sustento conduce al abandono familiar, la inestabilidad en
las relaciones o al alcoholismo, lo que a su vez hace más probable que se recurra a la violencia…” Ibidem, p.
41.
25
habría permitido, no solo reconocer un patrón conductual en los homicidios, sino sobre
todo, emprender medidas para actuar de manera diligente durante el desarrollo de la
investigación y el proceso de los crímenes y tomas acciones encaminadas a prevenir otros
crímenes de similar naturaleza.
Advertir la presencia de estereotipos tiene como efecto inmediato evitar algún tipo
de discriminación por razón de género; pero sin duda, su efecto mediato consiste en
proporcionar herramientas analíticas a las autoridades, para pronosticar la magnitud de los
problemas que tiene ante sí, y diseñar estrategias que le permitan no ser omiso en sus
deberes y actuar de manera eficaz, lo cual, redundaría en beneficio de las garantías de
acceso a la justicia y protección judicial, que fueron vulneradas en el caso “Campo
Algodonero”.
26
Con apoyo en este análisis, la Corte concluyó que a partir de 1993, en Ciudad Juárez
se ha presentado un aumento de homicidios de mujeres,56 algunos de los cuales presentan
altos grados de violencia, incluyendo la sexual, propiciados por una cultura de
discriminación contra la mujer así como por respuestas ineficientes y actitudes indiferentes
relacionadas con la investigación de dichos crímenes que tienden a perpetuar la violencia
contra la mujer.57
56
La Corte fue muy cuidadosa en el uso de los términos y aclaró que no era posible determinar para este caso,
la existencia de feminicidios, más bien por cuestiones técnicas, debido a que la Comisión no calificó a los
hechos acontecidos en Juárez como tales, motivo por el cual, la Corte prefirió referirse a ellos como
“homicidios de mujer por razones de género”, caracterizados por ser privaciones de la vida a mujeres, por el
solo hecho de serlo, aunque, debemos tener muy claro que no todo homicidio cometido contra una mujer,
necesariamente, es por cuestiones de género. Cfr. Ibidem, párrafo 137 y ss.
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Ibidem, p. 48.
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De igual forma se observó que existieron irregularidades en la custodia de la escena
del crimen, porque no se tomaron fotografías, no se marcaron las evidencias, no se cerró la
zona contigua al cadáver, entre otras muchas irregularidades.
Derivado de ello, con la perspectiva de género como eje medular para la elaboración
de la sentencia emitida por la Corte, se concluyó que el Estado Mexicano era responsable
internacionalmente por: su incumplimiento con su deber de investigar y garantizar los
derechos a la vida, integridad personal y libertad personal de Claudia Ivette González,
Esmeralda Herrera Monreal y Laura Berenice Ramos Monárrez; violar el deber de no
discriminación en contra de las víctimas; vulnerar los derechos del niño en contra de las
jóvenes menores de edad; violar los derechos de acceso a la justicia y protección judicial en
perjuicio de los familiares de las víctimas, entre otros derechos.
Aunque son varias las aristas desde las cuales se pudo haber abordado el estudio de
la sentencia, recobramos sólo algunas para mostrar la viabilidad de la perspectiva de género
en la labor jurisdiccional y la enorme responsabilidad que tiene el Estado Mexicano para
aplicarla, pues las omisiones estatales también pueden devenir en responsabilidad
internacional, cuando con ellas se vulneran derechos humanos.
6. Conclusiones
Así las cosas, pudimos observar que el carácter social, el simbólico y el relacional
del género, explican la forma en que se ha justificado la inferioridad de la mujer respecto
del hombre, al grado de considerarla natural y por ende, incuestionable. No obstante, la
propuesta aquí vertida enfatizó la necesidad observar la realidad a través de la
identificación de la variable “femenina” y “masculina” y a partir de allí, aplicar las
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directrices, elementos teóricos y principios rectores que desde nuestro punto de vista,
constituyen los cimientos para la aplicación de la perspectiva de género.
Sabemos que las y los operadores del derecho tienen un alto margen de restricción
determinado por los hechos probados y el marco jurídico aplicable; no obstante, ello no
constituye un impedimento para la aplicación de la perspectiva de género, en principio,
porque ya forma parte de los compromisos internacionales asumidos por nuestro país, pero
sobre todo, porque a través de su aplicación es posible dar una interpretación distinta a los
hechos y al derecho.
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De esta forma, podemos concluir la viabilidad de la aplicación de la perspectiva de
género en la actividad jurisdiccional, pero dejamos la discusión no sólo en el tintero, sino
sobre todo, en el nivel de compromiso de los propios juzgadores y juzgadoras para que,
desde sus trincheras y a través de la actividad que realizan a diario, fomenten su inquietud
intelectual y profesional por conocer este tipo de herramientas metodológicas, las critiquen
y enriquezcan, en aras de la materialización de los principios de dignidad, igualdad y no
discriminación.
FUENTES DE CONSULTA
BIBLIOGRAFÍA
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España.
CONAPRED, 10 recomendaciones para el uso no sexista del lenguaje, 2ª ed., Textos del
Caracol, Núm. 1, México, 2009.
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el análisis de género del fenómeno legal), ILANUD, Costa Rica, 1992.
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DICCIONARIOS
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PAGINAS DE INTERNET
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http://www.un.org/womenwatch/osagi/pdf/ECOSOCAC1997.2PDF
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http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/19058/2/articulo10.pdf
VON MÜNCH, Ingo, “La dignidad del hombre en el derecho constitucional”, Revista
Española de Derecho Constitucional, Año 2, Núm. 5, Mayo-agosto, 1982, p. 19,
consultado el 27 de agosto de 2010,1º, en
http://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/6/REDC_005_009.pdf
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LEGISLACIÓN
Contradicción de Tesis 5/92, entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito, del que derivaron diversos criterios de jurisprudencia,
dentro del ellos, el localizado en Octava Época, Primera Sala, Semanario Judicial de
la Federación, Tomo XIII, Mayo de 1994, p. 63, cuyo rubro refiere: “EJERCICIO
INDEBIDO DE UN DERECHO Y NO DE VIOLACIÓN, DELITO DE”.
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