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De esta forma, el problema de producción más básico se ciñe alrededor de aquel que pretende el
aprovechamiento más óptimo y la mejor asignación de los recursos disponibles, sacando el
máximo partido a la capacidad existente, bien sea con el propósito de lograr el máximo retorno o
beneficio (margen de explotación) o la productividad mayor, o incluso para conseguir los costes
totales mínimos dado un nivel de producción, una vez satisfecha la demanda prevista para un
periodo concreto.
Función objetivo:
Condiciones o restricciones:
Función objetivo:
TECNOLOGIA
Algunos ejemplos: la creación de las tabletas capaces de realizar el trabajo de una computadora,
siendo excesivamente livianas y portátiles, consiste en un mérito de la tecnología. Así como también
la creación de robots para la automatización de tareas repetitivas, o una clonación animal.
Tecnologías duras. Aquellas que utilizan elementos de las ciencias duras como la ingeniería,
la mecánica, la matemática, la física, química y otras. De esta forma se puede poner como
ejemplo de tecnología dura, la aplicada al ámbito de la informática, de la bioquímica, de la
electrónica, etc. Otra característica de estas, es que el producto que se obtiene es no sólo
visible sino también tangible; es decir, que se trata de la producción de bienes materiales.
Tecnologías blandas. Aquellas que se apoyan sobre las ciencias humanísticas o blandas,
como ser la sociología, la psicología, la economía, etc. Por lo general, se las utiliza con el fin
de lograr mejorías dentro de instituciones o empresas que les permitan conseguir
sus objetivos de una forma más eficaz. En este caso el producto que se obtiene no es visible
ni tangible, dado que consiste en la elaboración de servicios, estrategias, teorías y otros.
En definitiva, las tecnologías duras nos brindan bienes tangibles, como por ejemplo una cuchara
de madera, y las tecnologías blandas nos aportan bienes intangibles, como lo es la creación y
desarrollo de un software. Es usual relacionar las tecnologías blandas con el campo de la economía,
de la gestión y administración mientras que, por el contrario, las tecnologías duras se ven
estrechamente relacionadas con el área de la física y la química.
Por otro lado, nos podemos encontrar con una tecnología flexible que masifica tecnologías en
distintas áreas (por ejemplo, el microchip que se ve utilizado tanto en teléfonos como en
computadoras) como así también encontramos la tecnología fija que engloba al conjunto de
tecnologías para un producto o área determinada (por ejemplo, el veneno para ratas se utiliza para
la eliminación particular de dicho animal).
Entonces, ¿por qué ser parte del obstáculo y no de la solución? En medio de un entorno adverso,
busquemos perspectivas alentadoras y podremos encontrar las herramientas para asumir los
desafíos. Iniciar la travesía hacía la consecución de los proyectos es cuestión de motivación. Ser
emprendedores no significa únicamente arriesgarse a ir tras algunos sueños sin claridad; ser un
emprendedor implica crear, planear, organizar y gestionar los recursos con el fin de lograr impacto
económico dentro de la sociedad.
Ahora la pregunta es: ¿cómo podemos generar valor agregado y dónde podemos encontrar las
herramientas que nos permitan alcanzar dichos objetivos?
Según el reporte global de tecnologías de la información en 2016, realizado por el Foro Económico
Mundial (WEF), Colombia está en la posición 68 entre 143 países en el tema de inversión en
tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Esto nos lleva a pensar que aún nos
encontramos en una posición rezagada y que debemos hacerlo mejor. Podemos sacar partido de
una era en la cual las TIC están encabezando los diferentes contextos. Son los países desarrollados
los que se encuentran a la vanguardia en inversión tecnológica y cuyos emprendedores han
encontrado allí un camino hacía la constitución de empresas, muchas de ellas con crecimientos
exponenciales.
Países como Finlandia, Suecia, Suiza, los Países Bajos y Estados Unidos son los que nos guían en el
mundo de las TIC. Dentro de un mundo cada día más conectado, no podemos quedarnos en el
pasado. Debemos buscar nuevas alternativas que nos permitan crear empresas competitivas y que
logren conquistar nuevos mercados. A través de diversos programas y políticas, el Ministerio de las
TIC viene facilitando el acceso y fomentando el uso de nuevas tecnologías, buscando contribuir al
desarrollo económico y social promoviendo, por ejemplo, su uso entre las empresas medianas y
pequeñas, buscando mayores índices de productividad y competitividad en sus negocios.
Nuestro país aún está sujeto, en su gran mayoría, a actividades productivas de los sectores primarios
y secundarios, lo cual no es malo en sí mismo. Pero sería muy positivo desarrollar aún más
emprendimientos de base tecnológica; iniciativas de empresas basadas en tecnología, cuyos
productos o servicios derivados pretenden transformar significativamente las prestaciones que
reciben sus usuarios. Es necesario desarrollar emprendimientos en el sector de servicios y para ello,
¿qué mejor manera de hacerlo que utilizando las herramientas tecnológicas? Emprender utilizando
las herramientas tecnológicas de última generación, nos garantiza un acceso más dinámico a los
mercados actuales, cambiantes y mucho más exigentes, en los cuales los consumidores tienen
acceso a la información con mayor facilidad.
La tecnología no determina la organización del trabajo sino que la refleja y refuerza su visión
previa sobre la división del trabajo que queda incorporada al diseño tecnológico.
Las tecnologías pueden ser diseñadas y elegidas para que provoquen efectos directos sobre la
organización del trabajo y sobre las funciones y tareas de los trabajadores. Los efectos de la
tecnología sobre el trabajo son hechos examinados en el diseño de las técnicas de
producción, que podían haberse construido de otro modo, dependiendo de la configuración de las
relaciones sociales en la empresa, es decir de los significados que trabajadores y empresarios dan
a una tecnología de producción concreta. Un mismo artefacto tecnológico no solo puede ser
utilizado de diferentes maneras sino que puede tener impactos productivos y laborales diferentes.
Los artefactos técnicos son tecnologías políticas o sociales, es decir, buscan producir un cambio en
el comportamiento o acción humana. Son dispositivos de disciplinamiento productores de sujetos
para que se comporten como se ha establecido. Por lo tanto el diseño de artefactos tecnológicos y
su implantación en los procesos productivos implica adoptar en la innovación una serie de
concepciones sobre el trabajo y los trabajadores.
“Hacer más que el hombre sin el hombre” o lo que es lo mismo, cualquier solución técnica es más
eficaz que las posibles soluciones organizativas o de gestión.
Esta convicción refleja la búsqueda de una única solución tecnológica posible – one way taylorista
– para el logro de los objetivos empresariales: la eliminación del trabajo humano, al que se le
considera un obstáculo para el logro de los objetivos empresariales y la tecnología se considera
como garantía a esos obstáculos “La máquina tiene como fin la total certidumbre”. Esta forma
social de innovación tiene como objetivo el establecimiento de una “fábrica sin hombres” o una
“fábrica automática” en lo que presencia de los trabajadores es reducida al máximo.
Implica una descualificación de los trabajadores, puesto que el contenido de las tareas pasa a ser
desempeñado por las máquinas, a las que le traslada su cualificación. – expropiación del saber
obrero –.
– Las decisiones teóricas de este tipo de automatización persiguen:la reducción del contenido
intelectual o cualificado de las tareas de los operadores, que en el diseño tecnológico se traslada a
los contenidos de la máquina.
– La sobreestima la fiabilidad de la máquina.
Es un estilo tecnológico que interpreta el papel de los trabajadores como central, al considerar que
son los operadores quienes deben pilotar la instalación tecnológica para resolver y anticipar
problemas e incidentes. Es el trabajador el que establece la fiabilidad del proceso de producción.
1. Imagen del trabajo y los trabajadores centrados en la necesidad de su cualificación como sujetos
pensantes y actuantes. Es preciso dejar al operador un amplio margen de maniobra que le permita
tomar iniciativas tanto en tareas de ejecución como de planificación.
3. Está basado en el trabajo cualificado y en las decisiones humanas. Implica buscar una utilización
de la tecnología en que se contemplan los deseos y necesidades de los trabajadores. Permite el
abandono de políticas organizativas de carácter Taylorista a través de una apuesta por el
desarrollo de las facultades creadoras del operario, que desarrollan nuevas pericias para afrontar
nuevas situaciones de las condiciones particulares del trabajo, que son fundamentales para lograr
los objetivos de producción y calidad, los conceptos antropocéntricos del trabajo están basados en
combinar el trabajo integrado del trabajo y la experiencia hacia o través de la tecnología.
Estos dos modelos de automatización responden a concepciones distintas sobre el papel del
trabajador y sus características que los diseñadores e introductores de la tecnología tienen.
Estas visiones suponen el establecimiento de una alternativa organizativa u otro, que a través del
proceso de toma de decisiones acaban en el equipamiento tecnológico diseñado.
Una determinada tecnología implica comprometerse con un modelo social. (Visión tecnocentrica o
antropocéntrica). Aunque es habitual fenómenos de hibridación entre ambos modelos o
extremos.