Indígenas de Tucumán

Estos habitan Tucumán hace más de 11.000 años, encontrándose en el

momento de la invasión hispánica, en pleno desarrollo. Sus antepasados
crearon un sistema basado en la agricultura, cultivando gran variedad de
hortalizas como el maíz, el zapallo, la papa y domesticaron animales como
las llamas y vicuñas para la producción de lana, carne y para carga.
Hacia el año 1.500, Tucumán estaba habitado por cuatro grupos
indígenas: Los Diaguitas, Tonocotes, los Lules y los Quilmes. Estos pueblos
hablaban lenguas diferentes y poseían distintas culturas.

Diaguitas – Calchaquíes
Eran sedentarios, ocuparon las regiones montañosas en Salta, Tucumán,
Catamarca, La Rioja y San Juan.
Adoraban al sol, al trueno, al relámpago, y a la “Pachamama”. Creían en la
inmortalidad del alma y en una vida extraterrenal, por lo que enterraban a
sus difuntos con alimentos, bebidas y pertenencias.
Eran excelentes agricultores, las tecnologías que utilizaban eran eficaces
y respetaban la naturaleza. Ningún sistema consiguió alimentar a tanta
población sin degradar los recursos naturales. Las terrazas y los canales de
riego eran tan eficaces que en algunos lugares se siguen utilizando.
Cultivaban maíz, papas, calabazas y frijoles. Tenían una ganadería muy
desarrollada, cazaban vicuña y criaban llama, alpaca y guanaco y los
utilizaban para llevar cargas y con su lana y cuero confeccionaban ropas,
bolsas y hojotas. También se dedicaban a la recolección de frutos.
Destacaban en la alfarería, trabajaban la piedra para hacer hachas,
morteros, amuletos y puntas de flechas. Trabajaban el cobre, el oro y la
plata. Dominaban la cestería y eran excelentes tejedores. Decoraban su
cerámica con relieves, grabados geométricos y pinturas de animales.
Se cree que los Diaguitas estaban organizados en pequeñas aldeas
independientes dirigidas por líderes de la comunidad. Pese su pertenencia
a una misma cultura, cada valle mantenía su autonomía. Con la invasión
inca, los Diaguita se reorganizaron en sistemas duales, donde cada valle
tenía una autoridad que gobernaba la parte alta y otra gobernaba la parte
baja, con esta última subordinada a la primera.
Los Tonocotes
Los tonocotés o zuritas son un pueblo aborigen que habita las provincias
de Santiago del Estero y Tucumán.
Eran agricultores, cazadores y pescadores. Además de ser sedentarios.
Aprovechaban la tierra luego de la crecida anual de los ríos para sembrar
maíz, zapallo, porotos, etc. Criaban aves domésticas, ñandúes y
recolectaban algarroba, tuna, mistol y raíces silvestres como la yuca.
También usaban las plumas de los ñandúes para vestirse.
Adoraban un Ser Supremo, Cacanich, al cual rezaban para el florecimiento
de los cultivos. Este Ser era de aspecto femenino, aunque sus rasgos eran
representados con rostro de lechuza y, a veces, un cuerpo de serpiente. La
lechuza representaba lo elevado, lo que está por sobre de ellos: el agua; la
lluvia y el aire. La víbora representa la tierra y la fertilidad en la cosecha.
Juntos representan la fertilidad y fecundidad.
La autoridad máxima de cada comunidad es elegida mediante asamblea
cada cuatro años. La asamblea se realiza durante el solsticio de invierno,
entre el 20 y el 24 de junio.