Sei sulla pagina 1di 4

AGENCIAMIENTO, ESTRATO, FLUJO.

Hoy vamos a trabajar el concepto de agenciamiento y máquina abstracta en Deleuze y Guattari, si bien venimos hablando de
ello, ya que escribimos, hablamos, escuchamos, en fin vivimos parados en ciertos agenciamientos. Un agenciamiento es un
complejo de líneas, lo importante es saber sobre cuáles de ellas estamos parados. Siempre en primer lugar es territorial.

Deleuze dice en Diálogos: “La unidad real mínima no es la palabra, ni la idea o el concepto, ni tampoco el significante. La
unidad real mínima es el agenciamiento.” El enunciado siempre es producto de un agenciamiento, no de un sujeto de
enunciación. Todo agenciamiento es colectivo y pone en juego poblaciones, multiplicidades, afectos, intensidades. No son solo
las ideas, los elementos, los cuerpos, sino fundamentalmente la relación que se da entre ellos, siempre afuera, que los
arrastra, los contagia, que actúa por simbiosis, por simpatía.

El agenciamiento es una relación que hace co-funcionar a los elementos de tal o cual manera. No hay sujeto, siempre hay un
colectivo que pone en nosotros y fuera de nosotros poblaciones, afectos, territorios. Siempre hablamos, accionamos y
pensamos desde un agenciamiento, es la línea imperceptible que atraviesa las ideas, los cuerpos, los elementos en juego, es
el entremedio, la y que sustituye el es y que sostiene todas las relaciones. Es un tartamudeo. Deberíamos cambiar el “yo soy”
por el “yo agencio”, ya que desde donde se agencia el yo es. Esto me parece fundamental para entender qué es un
agenciamiento, o sea que es agenciar en última instancia. El agenciamiento tiene elementos, ideas, también tiene cuerpos,
pero fundamentalmente es esa relación imperceptible, esa línea indiscernible que va uniendo a esos elementos de
determinada manera. Cada agenciamiento se caracteriza por esa particular relación.

P: ¿Cómo surge, de dónde es creado el agenciamiento?

R: Del caos mismo, es energía libre, es cosmos, es máquina abstracta y por otra parte también es máquina social.

P: La otra vez leyendo un libro hablaba de la teoría de Vico del tartamudeo, yo creo que Deleuze la saco de ahí. Dice que lo del
tartamudeo parte del trueno y del rayo que cae, dice que es la lengua de dios y que los hombres primitivos hablaban
tartamudeando, homologándose a estas lenguas divinas, que la cultura hizo que se abandonara el tartamudeo y se armara el
lenguaje, y quedó el tartamudeo como algo del orden de lo patológico.

R: El tartamudeo es huir justamente de las sobre-estratificaciones y sobrecodificaciones que intentan interrumpir el devenir.
Huir de una imagen de pensamiento que responde al Uno-todo, el Uno vuelve al Uno para confirmar su identidad. El ser como
Uno y como único, que sale para volver a confirmar su identidad sobre sí mismo. En el tartamudeo no se vuelve nunca al uno,
el Ser se expresa en una multiplicidad de voces, el ser permanentemente deviene, la univocidad del ser. Y este es el
tartamudeo, es el ser que se expresa en una multiplicidad de voces, es la multiplicidad. Y un agenciamiento es una
multiplicidad.

P: Que sería como una melodía entrecortada.

R: Un ritmo intermitente, nunca lineal, con una continuidad al infinito. Y para esto evidentemente se parte del concepto de ser
que toma Spinoza, potencia absoluta que se despliega infinitamente en la multiplicidad de voces. El agenciamiento es un extra-
ser o inter-ser que hace que las relaciones se escapen de los términos y que estos a su vez puedan huir tras la línea de fuga
que el agenciamiento propone.

Deleuze da el ejemplo de la feudalidad: el hombre, el caballo, el estribo, elementos todos que existían previamente, adquieren
en determinado momento histórico, tras el advenimiento de ciertos acontecimientos una relación nueva, que compone un
territorio otro, diferente a la relación que el caballo y el estribo podían tener para el hombre nómade por ejemplo. El caballero
feudal descubre que al apoyar su cuerpo sobre los estribos puede utilizar la fuerza del animal a su favor en la lucha, debido al
uso de la armadura y la lanza como elemento de guerra. Los elementos pueden ser los mismos, pero su composición en una
nueva relación configuran otro agenciamiento.
Otro ejemplo que da en Mil Mesetas es cuando se dice: te amo, desde qué agenciamiento se lo dice, desde un agenciamiento
despótico, donde el amar es la posesión del otro, o es desde un agenciamiento rizomático en donde el amar es un devenir con
el otro. Desde donde se habla y se piensa, es desde donde se vive. Por eso una pragmática presupone siempre establecer un
diagrama de cuáles son los agenciamientos desde donde el sujeto habla y acciona.

P: Que eso es lo más difícil.


R: Por eso hay que hacer un diagrama de fuerzas, como para establecer desde donde se está viviendo. Esta apertura a la
multiplicidad muestra que la multiplicidad no está en los términos sino en la y que sustenta todas las relaciones y hace que
estas se independicen de los términos. Una multiplicidad intensiva solo está en la y, que no tiene la misma naturaleza que los
elementos ni los conjuntos, e incluso las relaciones. Es un tensor. La realidad deja de verse en forma homogénea, siempre se
la lee desde determinado agenciamiento, que comporta una heterogeneidad de elementos, relaciones, movimientos,
aceleraciones, rasgos y tensores, cuerpos.

Dice Deleuze: ” Agenciar es eso: estar en el medio, en la línea de encuentro de un mundo interior con un mundo exterior.”
Tartamudear. Nos alerta de las dos trampas que nos tiende el mundo: la distancia y la identificación. La primera marcada por la
mirada del entendimiento y la segunda por los espejos de los modelos. Para agenciar por el contrario es necesario apelar a la
simpatía, que es el cuerpo a cuerpo entre dos como mínimo, dejándose metamorfosear, mezclar allí donde prolifera la vida.
Para esto es necesario experimentar, probar “cada vez un agenciamiento de ideas, de relaciones y de circunstancias”. Las
ideas sin las circunstancias y las relaciones entre ambas no configuran un agenciamiento, es necesario el movimiento entre
todos estos términos. No son los términos en sí, es esa energía que los va metamorfoseando, mezclando, ese cuerpo a cuerpo
que se genera, esa energía libre que va marcando determinado modo de relación.

Pero hay agenciamientos en donde no prolifera la vida, sino que capturan proponiendo relaciones binarias sin salida. Ya
Spinoza decía que no era fácil ser un hombre libre, para esto es necesario “huir de la peste, organizar encuentros, afectarse de
alegría” que aumenten nuestra capacidad de afectación. “Convertir el cuerpo en una fuerza que no se reduzca al organismo, (
el organismo ya es plano de organización), convertir al pensamiento en una fuerza que no se reduzca a la conciencia.” Esto es
todo un agenciamiento, un agenciamiento Spinoza: alma y cuerpo, relaciones, encuentros, capacidad de ser afectado, tristeza
y alegría que cualifican esos afectos. Espero que se vaya entendiendo que un agenciamiento es un funcionamiento
determinado por una singular relación de los elementos y de sus movimientos. En este sentido es que podemos decir que
tienen nombre propio o fecha, no porque pertenezcan a una persona, sino que el singular movimiento, intensidad y relación de
los flujos, componen una diferencia indiscernible e imperceptible que se repite, dibujando un estilo que hace no a un sujeto sino
a una singularidad, a una haecceidad.

Así por ejemplo podríamos hablar de un agenciamiento Mahler, que actualiza una singular relación entre la voz humana y la
melodía. Pero no todo agenciamiento es creativo, hay también agenciamientos de muerte y de destrucción. En este caso se
produce una reterritorialización negativa, intentando sobrecodificar y sobreestratificar para que ningún elemento huya o sea
arrastrado por algún rasgo de desterritorialización. Sin embargo, algunas veces ante la fisura producida en el agenciamiento,
por un acontecimiento que desorganiza su territorio, puede impedir su reterritorialización negativa, y abrirse a otro
agenciamiento en una mezcla o una transducción que produce un mixto de agenciamientos hasta ese momento inédito,
estableciéndose un cambio de tiempo y espacio, de relaciones entre los elementos.

Todo agenciamiento es una composición entre “los estados de cosa o las mezclas, las causas, almas y cuerpos, acciones y
pasiones, cualidades y sustancias, y por otro, los acontecimientos o los efectos incorporales impasibles, incalificables, infinitos,
que resultan de esas mezclas, que se atribuyen a ese estado de cosas, que se expresan a través de proposiciones.”(Deleuze-
Guattari) Lo importante en el agenciamiento son las alianzas, las epidemias, las simbiosis, el co-funcionamiento. Nada opera
por filiación o herencia, las causas son solo físicas, la y es la relación de los efectos de la mezcla de los cuerpos.

Este y, y, y… que va marcando la relación misma de los cuerpos, está en relación a los efectos de los cuerpos, a la mezcla de
esos cuerpos, a los afectos que se producen. Se acuerdan que cuando vimos Spinoza hablábamos de los buenos encuentros o
malos encuentros, a nivel de los afectos. Si afecta desde la tristeza o si afecta desde la alegría. Si afecta para la movilidad o
para la inmovilidad.

P: Sería la intensidad del movimiento.

R: La intensidad y la cualidad.

P: Del movimiento que implica esa relación entre esto y esto, en el entremedio.
R: Si aumenta la capacidad de acción o la disminuye.
Es la imagen de una trama.

P: Cuando decías que lo importante en el agenciamiento son las alianzas, las epidemias, las simbiosis ¿por qué las epidemias
y las simbiosis?.
R: Este es un pensamiento que se opone fundamentalmente a lo arborescente, lo arborescente opera siempre por causa y
efecto, es la cadena significante, una cosa es causa de la otra que a su vez se trasforma en causa de la otra. Ellos lo que van a
decir, y esto tiene que ver directamente con Spinoza y antes que él con Heráclito por ejemplo, es que en el encuentro no hay
nada que sea causa de otra cosa, no hay jerarquización, no hay nada que este primero o después, sino que se produce por la
mezcla. Y la mezcla tiene que ver con el contagio, la simbiosis, la metamorfosis.

Esta relación conforma una máquina, acuérdense que Deleuze y Guattari hacen una diferencia muy grande entre máquina y
mecánico. Lo mecánico es causa y efecto, cada elemento está en una relación lineal con otro, hay encadenamiento lógico,
todo un mecanismo. En cambio la máquina es co-funcionamiento de elementos heterogéneos. Cuando un agenciamiento está
sobre-estratificado y opera por arborescencia, su territorio se cierra al encadenamiento causal, intensificando la jerarquización
de sus elementos homogenéos y la valoración de poder de sus intensidades. Opera como aparato de captura de toda energía
libre, de toda línea de fuga, la cual debe ser inmediatamente codificada y encerrada en un circulo de significaciones dadas. Se
impone la moral y lo molar, por sobre la ética y lo molecular.

Un agenciamiento conforma una máquina que siempre primero es social, y este colectivo es quien selecciona los elementos
empleados para incluirlos en su “phylum”, por ejemplo el estribo era un elemento marginal, hasta que en la feudalidad adquiere
un valor nuevo otorgado por dicho agenciamiento, ya que pasa a ser un elemento importante para la guerra, y también para la
cultura y los juegos, en una nueva relación con el hombre. Entra en el campo del deseo, en este caso el deseo se hace feudal,
ya que se modifica el conjunto de afectos que circulan en un agenciamiento; los flujos entran en una nueva conjugación.

P: Algo que antes no era valorado como objeto pasa a tener otra intensidad.

P: Pero lo que habla acá es de la relatividad.

R: Sí.

P: Lo que es algo para alguien no lo es para otro.

R: Lo que es algo para un agenciamiento no es lo mismo para otro.

P: Más que relativo, a mi me parece que es perspectivo.

R: Pero las diferentes perspectivas tiene que ver con lo relativo, porque no hay un valor en sí, sino que el valor es lo que se
otorga. Este fue uno de los grandes conceptos de Spinoza por lo cual fue considerado hereje, que no existe valor en sí mismo,
sino que el valor es lo que se le otorga a algo de acuerdo al encuentro en las circunstancias, podríamos decir en este caso de
acuerdo al agenciamiento. Lo que no es relativo entre los diferentes agenciamientos, es que algunos tienen una voluntad de
afirmación de la vida, mientras otros se construyen desde la depreciación de la vida.

P: ¿Qué sería el flujo?.

R: Los flujos son las líneas. Y cada una de estas líneas tiene que ver con otras, la línea del trabajo, la línea del caballero, la
línea de la familia. O sea cada agenciamiento hace una composición, una conjugación de todos los flujos que intervienen:
políticos, económicos, biológicos, sociales, culturales. Son energía pura. Lo que pasa es que en el plano de organización
algunos flujos se segmentarizan, de acuerdo al tipo de agenciamiento. O sea, el flujo es la energía que circula por debajo de
los segmentos, ya sean económicos, políticos, religiosos, sociales, etc, del plano de organización. Pero cada uno de estos
segmentos esta alimentado por un flujo de energía. Entonces una máquina es una línea abstracta que atraviesa a los
elementos, por ejemplo: hombre, caballo, herramienta, animal, cosa, y los hace funcionar juntos. Un cofuncionamiento, a
diferencia de una mecánica, que relaciona por orden de causa y efecto, estableciendo una jerarquización en el proceso.

De hecho siempre se está en medio de una empresa en donde las cosas se cruzan, las velocidades y las intensidades se
conjugan, toda una cartografía. Algo que antes no era valorado como objeto pasa a tener otra intensidad.
Vamos a hacer un esquema para comprender mejor las tres caras de un agenciamiento.
Agenciamiento de enunciación = formalización de expresión
O semiótica
Régimen de signos
sujeto
Agenciamiento Agenciamiento maquínico de cuerpo = formalización de contenido
Régimen de cuerpo.
Máquina abstracta = diagramática. Singularidad.

Todo agenciamiento está compuesto por la relación de sus tres caras, dos de sus caras, las que corresponden a la forma de
expresión y de contenido, están con relación a los estratos; pero el agenciamiento posee una cara más profunda, la que
corresponde al plano de consistencia: la máquina abstracta. La expresión, o sea el agenciamiento de enunciación, que tiene
que ver con la formalización de expresión, deviene una semiótica, un régimen de signos, y el contenido deviene un sistema
pragmático, acciones y pasiones.

Un agenciamiento es contenido (el gesto tiene que ver con el agenciamiento maquínico de cuerpo: acción, pasión) y expresión
(enunciaciones y enunciados); la acción y la pasión corresponden al agenciamiento maquínico de deseo o de cuerpo, y la
expresión pertenece a la cara llamada agenciamiento colectivo de enunciación. Cuando la expresión y el contenido conforman
una trama, o sea la relación entre ambos no está bloqueada, hablamos de un agenciamiento maquínico colectivo.
Desde el contenido de cuerpo se maquina deseo, por lo tanto cuando la expresión está sobre-estratificada, el deseo queda
interrumpido, a esto lo llamamos neurosis.

Esta doble articulación: gesto-palabra presupone una reciprocidad, ¿qué se hace y qué se dice?, en donde los enunciados
expresan “transformaciones incorporales” o propiedades que se le atribuyen a los cuerpos. Recuerdo una dramatización en
donde una mujer hablaba con su pareja, su cuerpo estaba tenso y sus manos crispadas, mientras le decía que se sentía
impotente con una voz muy tenue. Desde el cuerpo manifestaba la rabia frente a la indiferencia del otro, en un momento
posterior dice que quisiera matarlo; con su voz tenue expresa la idea de impotencia que le genera lo que siente. Lo que dice y
lo que hace parece no coincidir, si bien la idea de impotencia está en relación con el deseo hostil que experimenta.
O sea, contenido y expresión no son de la misma naturaleza, uno corresponde a lo gestual y el otro a la palabra, pero no quiere
decir por esto que no haya una reciprocidad en el funcionamiento de ambos, y la palabra, que es lo que tiene que ver con la
expresión, lo que expresa justamente son esas trasformaciones incorporales o propiedades de los mismos cuerpos.
Esto que habíamos visto en Spinoza de qué por un lado tenemos las ideas y por el otro lado el cuerpo, pero que siempre una
idea modifica el cuerpo y viceversa, lo cual no quiere decir que hay una relación causa-efecto, sino que hay una relación de
efecto a efecto. No hay una jerarquización dónde la idea es lo primero y el cuerpo es lo segundo, uno causa y el otro efecto.
Sino que es reciproco, porque también las formaciones de cuerpo, o sea todo aquello que tiene que ver con la intensidad de
cuerpos produce modificaciones en la idea. Las afecciones.

Todo enunciado, que corresponde a la formalización de expresión presupone un agenciamiento, y no a la inversa, ya que lo
que convierte a una proposición en un enunciado remite a variables pragmáticas, o sea a transformaciones incorporales que
son externas al lenguaje. Qué quiere decir esto: que en realidad la expresión, las proposiciones, no forman un agenciamiento,
siempre se habla a partir de un agenciamiento.

Lo primero es el agenciamiento, y como el agenciamiento implica tanto el cuerpo como la palabra, tanto lo gestual como los
enunciados, éstos nunca están desprovistos de trasformaciones incorporales. Incorporales o pragmáticas, porque cuando
hablamos de cuerpos no hablamos de organismo, cuando hablamos de cuerpo hablamos de materia intensiva, de movimiento
y de aceleraciones, de velocidades, en ese sentido incorporales.

Ahora bien, por un lado tenemos la expresión de orden discursivo, que remite a determinado régimen de signos, y por otro,
inseparable de la expresión tenemos la formalización de contenido que remite al régimen de cuerpos. Podemos pensar a la
neurosis como el devenir interrumpido entre la expresión y el contenido, no se hace máquina entre ellos. Los contenidos no son
“significados” que dependerían de un significante, ni tampoco “objetos” que mantienen una relación causal con un sujeto.
Ambos, expresión y contenido mantienen su propia formalización independiente, aunque en una presuposición recíproca. Por
eso no siempre se hace lo que se dice y viceversa, ya que una corresponde al sistema semiótico y la otra al sistema físico,
aunque son dos caras de un mismo agenciamiento. Se entiende que no hay una relación de identidad sino de reciprocidad,
entre el cuerpo y la expresión.

Vamos a dejar en este punto para ver la próxima clase la tercer cara del agenciamiento: la máquina abstracta.
Etiquetas: Adriana Zambrini, Clase, Deleuze, estrato, flujo, Guattari, Mil Mesetas, Seminario,Spinoza

Potrebbero piacerti anche