Buenos Aires, viernes 7 de junio de 2019 • ISSN 1666-8987 • Nº 14.
646 • AÑO LVII • ED 283
D i a r i o
Las criptomonedas(*) vistas desde el derecho
Sumario: 1. Las criptomonedas ¿son monedas? En
todo caso, ¿qué consecuencias tiene esa caracteriza-
ción? – 2. Una ojeada a lo que está ocurriendo con
los criptoactivos en el mundo. – 3. El tema en el dere-
cho argentino. – 4. Las criptomonedas y la política
nacional en materia cambiaria y de inversiones. – 5.
Cuestiones impositivas.
1 Nacional, sería ilegal, y, por ende, no podría ser objeto de
Las criptomonedas(1) ¿son monedas? En todo caso,
¿qué consecuencias tiene esa caracterización?
Una de las tantas aproximaciones conceptuales a la
criptomoneda (la más conocida: el bitcoin)(2) dice que “es
Nota de Redacción: Sobre el tema ver, además, los siguientes tra-
bajos publicados en El Derecho: La emergencia, las deudas en dóla-
res y las vías procesales, por María Isabel Benavente, ED, 197-638;
Depósito de garantía locativa en moneda extranjera y el derecho de
pesificación, por Enrique Luis Abatti e Ival Rocca (h.), ED, 209-827;
Consignación - Requisitos - Contratos - Interpretación - Conducta de las
partes - Locación - Obligaciones en moneda extranjera, por Christian
Barra, ED, 235-182; Obligaciones en moneda extranjera frente a la
ruptura del sinalagma contractual como consecuencia de la conducta
del Estado Nacional, por Pablo A. Pirovano, ED, 249-598; Obligacio-
nes dinerarias (arts. 765 y 766 del proyecto de la Comisión Redactora)
y la sustitución por el art. 765 redactado por el Poder Ejecutivo Nacio-
nal. Análisis del régimen propuesto por ambas partes. Viabilidad, con-
secuencias y comentarios, por Silvia Amelia Canna Bórrega, ED, 251-
558; De la interpretación en materia cambiaria, por Hernán Verly, ED,
252-507; Obligaciones celebradas en moneda extranjera y actuales
normas cambiarias, por Silvina M. Pagliotto, ED, 255-708; El régimen
de las obligaciones en moneda extranjera. Regla general y excepcio-
nes. Como regla general es obligación facultativa. En todos los casos
es obligación dineraria, por Daniel Bautista Guffanti, ED, 271-573. To-
dos los artículos citados pueden consultarse en www.elderecho.com.ar.
(*) Como veremos más adelante, llamar a esta figura criptomoneda
es algo osado, pues cualquier referencia que pueda asimilarla a las
monedas de los países eriza la piel de muchos.
No obstante, emplearé el vocablo criptomoneda (en algunos casos,
criptoactivo) como una licencia literaria, pues es la forma más divulga-
da para referirse a este fenómeno financiero y, por ende, jurídico.
(1) Debe tenerse en cuenta que la validación de una transacción
en este sistema se realiza mediante la resolución de un desafío cripto-
gráfico utilizando la tecnología blockchain. Blockchain es un libro de
cuentas, una enorme base de datos, en la que se van apuntando todo
tipo de transacciones. Funciona por consenso entre las partes y sus
anotaciones no se pueden borrar ni modificar. Tampoco se puede ope-
rar fuera de las normas de la propia red. Los nodos mantienen copias
constantemente actualizadas.
Los mineros son quienes realizan las operaciones (vigiladas por los
nodos en forma pasiva), empleando procesadores que trabajan las 24
horas los 365 días del año para resolver problemas informáticos a cam-
bio de una retribución en criptomoneda (ver https://www.invenomica.
com.ar/boletin-n-50-criptomonedas-desarrollo-volatilidad-y-riesgos/).
(2) No hay que confundir los negocios con criptomonedas con otras
operaciones que se realizan por medios electrónicos, por ejemplo, las
transacciones con tarjetas de crédito o débito, las tarjetas de prepago
(como la SUBE), las transferencias inmediatas de fondos a través de
dispositivos móviles (comunicación BCRA “A” 5982 y concs. del BCRA),
la utilización de firmas digitales y electrónicas en las operaciones cam-
biarias (comunicación BCRA “A” 6058), los documentos a través de
soportes electrónicos (comunicación BCRA “A” 6059), la apertura de
cajas de ahorro en forma no presencial a nuevos clientes (comunicación
CONTENIDO
CUENTA Nº 13.547
DOCTRINA
Las criptomonedas vistas desde el derecho, por Miguel Eduardo Rubín....................................................................................................................................................... 1
JURISPRUDENCIA
CASA
Provincia de Buenos Aires
ARG Accidentes de Tránsito: Mecánica de la colisión: prueba; Street View de Google Maps; utilización; admisibilidad. Prueba Documental: Documentos electrónicos: Street View de
C
Google Maps; valor probatorio (CApel.CC Morón, sala II, abril 23-2019)............................................................................................................................................... 6
d e D o c t r i n a y J u r i s p r u d e n c i a
por Miguel Eduardo Rubín
una moneda digital que resulta alternativa a las monedas
convencionales que emiten los Estados”(3), pero –agrega
otro autor– que se negocia en la “tierra de nadie”(4).
Como veremos más adelante, cada parte de esa defini-
ción puede ser cuestionada(5).
En primer lugar: ¿es realmente moneda? ¿Equivale al
dinero(6)? Este es un problema que trasciende las fronte-
ras(7), pero que, en nuestro país, recién se abrió a la discu-
sión entre los estudiosos del derecho(8).
El tema no es menor. Si fuera moneda, no podría ser
generada por los particulares(9), pues, en la Argentina, co-
BCRA “A” 6068) y la recepción de depósitos de cheques por vía elec-
trónica (comunicación BCRA “A” 6071) (Fernández Delpech, Horacio,
Manual de derecho informático, Abeledo-Perrot, pág. 449).
(3) Díaz Cisneros, Adriano P., Bitcoin: El poder del consumidor,
Microjuris, MJD10611; Blossiers Mazzini, Juan J., Acerca del dinero
electrónico o digital, en https://revistas.ulima.edu.pe/index.php/Athi-
na/article/viewFile/1152/1106.
(4) Es que, como bien se ha dicho, los negocios que hoy se mueven
en el ciberespacio tienen muy pocas normas jurídicas obligatorias que
los regulen y, además, por lo menos hasta ahora, no hay quien las pue-
da reglamentar ni hacerlas cumplir coactivamente (Gerscovich, Carlos
G., Consumidores bancarios en el ciberespacio, Microjuris, MJD6680).
(5) Para introducirse en el debate Kees, Milton H. - Kamerbeek, To-
más A., Sobre la naturaleza jurídica de las operaciones con criptomo-
nedas, JA, 2018-II-12.
(6) Loprete distingue entre moneda y dinero. Moneda sería la que
emite el Estado, y dinero “un medio de pago generalmente aceptado
que no necesariamente es emitido por una autoridad central” (Loprete,
Marcelo, Los bitcoins y el derecho argentino, en https://www.aboga-
dos.com.ar/los-bitcoins-y-el-derecho-argentino/15796).
Sobre esta cuestión es útil acudir a Gerscovich, Carlos G., Tratado de
derecho económico bancario, público y privado, La Ley, t. 1, pág. 225.
(7) Villanueva García-Pomareda, Blanca, La nueva regulación del
dinero electrónico: Ley 21/2011, de 26 de julio, Revista de Derecho
Bancario y Bursátil, 2011, nº 124, pág. 276; Espinel Laverde, Brandon
S., Negociabilidad del bitcoin: rezago de la legislación comercial para
la economía virtual, Revista de la Asociación Cavelier del Derecho,
octubre/2017, pág. 70.
(8) Véase, por ejemplo, Salerno, Marcelo U., Aspectos jurídicos de
la moneda virtual, Microjuris, MJD7319; Gerscovich, Carlos G., Dere-
cho económico monetario: ¿qué son los bitcoins y qué funciones cum-
plen?, Revista del Doctorado en Ciencias Jurídicas, CAICYT-CONICET,
año 2, nº 1, enero/2016, en http://www.umsa.edu.ar/wp-content/
uploads/2016/06/1-DOCJURIS.pdf; Núñez, Javier F., Implicancias le-
gales del bitcoin, JA, 2018-II-2; Chomczyk, Andrés, Situación legal de
bitcoin en Argentina, en https://elbitcoin.org/situacion-legal-de-bitcoin-
en-argentina/.
(9) Por ejemplo, el bitcoin, al menos en teoría, lo puede producir
cualquier persona. Claro que el proceso de producción depende de
un complejo algoritmo que la computadora ejecuta y debe resolver pa-
ra logar ser recompensada con una unidad bitcoin (Barone, Octavio,
Bitcoins. Evitando la regulación y el control, en http://www.bolsacba.
com.ar/articulo-iije.php?iije-art=69; Mora, Santiago J., La tecnología
blockchain. Contratos inteligentes, ofertas iniciales de monedas y de-
más casos de uso, LL, 2019-B-66).
El sistema, como anticipé, reposa en una cadena informática (bloc-
kchain) soportada técnicamente por la Distributed Ledger Technology
(DLT), metodología que permite registrar las transacciones en millones
de computadoras simultáneamente. Cada bloque de datos está vincu-
lado a un bloque de datos anterior, es decir, el sistema está “encade-
nado”. La transacción está sincronizada y todos los nodos reflejan los
datos actualizados a medida que ocurren (Maldonado, Jaliz, Attorney’s
Guide to the Unraveling of Cryptocurrency, Article 9 and Bankruptcy,
Director: Guillermo F. Peyrano
Consejo de Redacción:
Gabriel Fernando Limodio
Pablo María Garat
Luis María Caterina
Martín J. Acevedo Miño
Daniel Alejandro Herrera
Nelson G. A. Cossari
CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL
DE LA NACIÓN
Análisis doctrinarios,
comentarios y apostillas
mo en la mayoría de los países, el monopolio de la emi-
sión de moneda está reservado para el Estado Nacional.
Esto era así con la Constitución Nacional en su redacción
anterior, y también lo es ahora, bien que con distinto texto,
con la reforma del año 1994(10).
De manera que si, para nuestro derecho, la criptomone-
da fuera moneda, tendríamos un problema desde el arran-
que, pues, al ser creada por personas distintas del Estado
los contratos (arts. 725 y 958, CCyC) y, consecuencia de
la consecuencia, las prestaciones que se pactaran relacio-
nadas con ella no serían legalmente exigibles en los térmi-
nos del art. 730 y concordantes del CCyC(11).
Sin embargo, mientras estudiamos si las operaciones
con criptomonedas encuadran en tal o cual norma del
­plexo jurídico, lo cierto es que, desde y hacia nuestro país,
cotidianamente se realizan operaciones con ellas(12), a pun-
to tal que ya fueron materia de juzgamiento por los tribu-
nales, en alguna ocasión por cuestiones laterales(13) y, en
otra, hasta se llegó a una condena en sede penal(14).
Es que todo parece indicar que los negocios con crip-
toactivos adquirieron tipicidad social antes de conseguir ti-
picidad legal(15). Ello nos pone ante la sensación de presen-
ciar una carrera entre el derecho y la tecnología, carrera en
la que el derecho siempre pierde(16). En realidad no es así(17),
pero demostrarlo importaría apartarnos del tema de estudio.
en https://www.natlawreview.com/article/attorney-s-guide-to-unrave-
ling-cryptocurrency-article-9-and-bankruptcy).
(10) Dalla Vía, Alberto R., El régimen constitucional de la moneda,
Lecciones y Ensayos, nº 75, 2000, pág. 15.
(11) Ghersi, Carlos A., Contratos civiles y comerciales, La Ley,
pág. 13.
(12) Para tener una idea del impulso que alcanzó este fenómeno en
nuestro país, Bitcoin Argentina, una organización privada destinada
a promover e informar sobre este tema, pasó de tener ocho miembros
en octubre de 2012 a unos 405 en el año 2016 (ver http://fundacio-
niniciativa.org/de-que-hablamos-cuando-hablamos-de-bitcoin-la-nueva-
moneda-virtual-que-ya-se-usa-en-argentina/).
(13) CFed. San Martín, sala I, 27-11-17, “G., E. s/inc. de nulidad”,
ED Digital (95208).
(14) Por el delito de defraudación informática, pues, a través de
manipulación informática ilegal, el sujeto logró transferir a su cuenta/
usuario una importante cantidad de criptomonedas almacenadas en la
empresa denunciante (CCrim. y Correc. Chaco, sala III, 21-11-18, “P.
H. M. s/defraudación informática en concurso real con violación de
secretos y de la privacidad”, MJJ115425).
(15) Alegría, Héctor, El derecho privado hoy y la innovación jurídi-
ca, en https://www.fder.edu.uy/node/161.
(16) Meléndez Juarbe, Hiram, Vacíos jurídicos. Derecho y tecnología,
en http://derechoalderecho.org/2018/11/06/vacios-juridicos/.
(17) ¿Qué debe hacer el derecho frente a una innovación tecno-
lógica? ¿Salir corriendo a tratar de normarla? ¿No hacer nada? A mi
juicio, el derecho debe esperar a juntar suficiente experiencia con la
novedad de que se trate y, hasta entonces, confiar en la legislación pre-
existente (y en el oficio de los jueces) de manera que las operaciones
lícitas sean protegidas y las ilícitas sean reprimidas.
Si hay situaciones derivadas de las novedades tecnológicas que jus-
tifican una regulación específica, recién en este punto el ordenamiento
jurídico debe salir a dar la respuesta adecuada.
 2 Buenos Aires, viernes 7 de junio de 2019
2 La rama ejecutiva de la Unión Europea reclamó que los
Una ojeada a lo que está ocurriendo
con los criptoactivos en el mundo
Antes de ingresar al análisis de otros problemas legales
con las criptomonedas en nuestro medio, será beneficioso
revisar cómo abarcan en otras latitudes, desde el derecho, la
creación y circulación de medios de pago informatizados.
En marzo de 2018 tuvo lugar la Cumbre del G20, es
decir, el foro en el que participan los veinte países que, se
supone, son los jugadores económicos más importantes
del mundo. En ese evento, el Comité de Estabilidad Finan-
ciera(18) (FSB por las siglas en inglés de Financial Stabili-
ty Board), ente que entre sus funciones tiene la de vigilar
la actividad financiera, sostuvo que las criptomonedas se
deben considerar activos, pero no moneda, pues “carecen
de los rasgos de las monedas soberanas”(19).
De algún modo ese organismo internacional vino a dar
una respuesta provisoria a la inquietud global sobre este
tema. Tanto es así que, en el mismo documento, se anun-
ció que, si el mercado de las criptomonedas creciera, ese
enfoque podría modificarse(20).
***
La Comunidad Europea, ya antes de que aparecieran
las criptomonedas, había puesto la lupa sobre la actividad
financiera a través de sistemas informáticos. Al comenzar
el actual milenio, la Directiva 2000/46/CE (y su posterior
reforma por las Directivas 2007/64/CE del 13-11-07(21) y
2009/110/CE del 16-9-09), así como la Directiva del Con-
sejo del 18-9-00 asumieron el tema de las entidades que
se ocupan del denominado dinero electrónico, buscando
organizar una supervisión prudencial.
Posteriormente, la Directiva 2009/110/CE estableció
parámetros regulatorios –entre otros aspectos– sobre el ac-
ceso a la actividad de emisión de dinero electrónico por
parte de determinadas entidades(22), el capital inicial nece-
sario para constituir una compañía que opere con dinero
electrónico, sus fondos propios, el tipo de negocios que
pueden realizar(23), las garantías que deben constituir sobre
los fondos recibidos de los usuarios y cómo debe llevarse
a cabo la emisión y el reembolso del dinero electrónico.
Asimismo, determinó que los Estados miembros deben
prohibir el reconocimiento de intereses o cualquier otro
beneficio relacionado con el tiempo respecto de las opera-
ciones (o la simple tenencia) de dinero electrónico(24).
Es dudoso que tales normas deban aplicarse a quienes
operan con criptomonedas, pero, entre tanto, los conflic-
tos menudean. De hecho, ya en el año 2015, el Tribunal
de Justicia de la Comunidad, en el caso de “Skattever-
ket v. Hedqvist”(25), debió decidir si las operaciones de
compraventa de bitcoin tributan IVA en los términos de la
Directiva CE 2006/112, lo cual, de algún modo, importó
un pronunciamiento acerca de la condición de las cripto-
monedas(26), tema al que volveré.
***
(18) Organismo regulador internacional formado por el G20 en el
año 2009.
(19) Klaas Knot, el presidente de la FSB y presidente de De Ne-
derlandsche Bank NV, aseveró: “llámalas criptoactivos, criptotokens,
pero definitivamente no son criptomonedas, y que eso quede claro”, en
https://es.cointelegraph.com/news/g20-considers-crypto-as-assets-not-
currencies-according-to-document-draft.
(20) Ver https://hardwaresfera.com/noticias/el-bitcoin-es-aceptado-
por-tribunal/.
(21) Sobre servicios de pago en el mercado interior, cuyas disposi-
ciones resultan aplicables a las entidades de dinero electrónico.
(22) V. gr., entidades de crédito, compañías dedicadas al dinero elec-
trónico, oficinas de cheques postales, los bancos centrales nacionales y el
Banco Central Europeo cuando no actúen en su condición de autoridad
monetaria, y otras autoridades públicas (art. 1º, Directiva 2009/110/CE).
(23) Entre las cuales cabe mencionar a la prestación de otros servicios
de pago (según se enumeran en el anexo de la Directiva 2007/64/CE).
(24) Esta prohibición seguramente la consiguieron los bancos y las
demás entidades financieras para generar, en su favor, una ventaja
competitiva.
En los países de la CE la Directiva 2009/110/CE se transformó en
ley. Así, en España se incorporó al derecho interno a través de la ley
21/2011. Sobre esa base, el Banco de España controla e inspecciona
la actividad de las entidades que manejan dinero electrónico, así como
también su inscripción en el Registro Especial de Entidades de Dinero
Electrónico.
(25) El fallo completo puede leerse en español en https://eur-lex.
europa.eu/legal-content/ES/TXT/HTML/?uri=CELEX:62014CJ0264&f
rom=EN.
(26) Véase, al respecto, Pastor Sempere, María del Carmen, Cripto-
divisas: ¿una disrupción jurídica en la eurozona?, Revista de Estudios
Europeos, nº 70, julio-diciembre/2017, pág. 295, en http://www.
ree-uva.es/.
intercambios y el almacenamiento de criptomonedas cum-
plan con las mismas reglas antilavado que gobiernan a los
bancos y a otras instituciones financieras(27). De allí que
la Comisión Europea, en julio de 2016, dispuso nuevas
reglas, más estrictas, para normar ese negocio.
En consecuencia, dichas empresas deben cumplir cier-
tos deberes de información (que incluyen los datos de los
documentos de identidad de sus clientes y registros de
las operaciones) como una forma de monitorear las tran-
sacciones en sus plataformas. También deben informar a
la autoridad del ramo cualquier circunstancia que permita
inferir que una operación pueda estar ligada al lavado de
dinero o al terrorismo(28).
Sin embargo, a comienzos de este año 2019, todavía se
estaba esperando que la Unión Europea decidiera cómo
abordar apropiadamente la cuestión de las criptomonedas
desde el punto de vista jurídico(29). Un informe reciente de
la AEVM(30) reconoció que había mucha incertidumbre en
asuntos relacionados con las criptomonedas, especialmen-
te en el campo de los procesos de insolvencia(31).
En Alemania, en línea con esa preocupación, la Autori-
dad Federal de Supervisión Financiera (Bundesanstalt für
Finanzdienstleistungsaufsicht o “BaFin”) emitió un dicta-
men para asesorar al público respecto de los criptoactivos,
y recordó que carecían de curso legal. Si bien dijo que la
mera utilización de criptomonedas como sustituto del di-
nero en efectivo o dinero electrónico, o como objeto de las
operaciones de cambio, no está prohibida, aclaró que no es
una actividad sujeta a autorización gubernamental(32).
Otros países europeos van en la misma dirección(33).
Estos avances deberían hacernos reflexionar sobre la
necesidad de reformar nuestra ley 25.246 de Encubrimien-
to y Lavado de Activos de Origen Delictivo (y, en conse-
cuencia, el Código Penal), para que las figuras allí con-
templadas incluyan las maniobras ilícitas con criptoactivos
y, además, procurar que se incorpore a quienes negocien
con criptomonedas a la lista de personas humanas y jurí-
dicas que, conforme el art. 20, están obligados a informar
a la Unidad de Información Financiera (UIF) los hechos
enlistados en el art. 21 de la misma ley(34).
***
En América Latina, siguiendo la orientación de las po-
tencias mundiales, se dictaron algunas leyes relacionadas
con las transacciones electrónicas. Así, en Uruguay se san-
cionó la ley 19.210(35) (reglamentada por la circular 2198
(27) Ver http://www.mercado.com.ar/notas/tecnologa/8023192/
la-compleja-regulacin-de-la-tecnologa-blockchain.
(28) Los defensores de las criptomonedas sostienen que, en reali-
dad, muchas de esas compañías ya se habían sometido a las medi-
das regulatorias en forma voluntaria, pero la verdad es que, dada la
nutrida experiencia de conflictividad de gran porte que, en tan poco
tiempo, provocó esta novedad, bien harían los organismos públicos de
control en ponerle límites.
(29) Lyadnova, Polina - Dorokhova, Ekaterina - Whitney, Hannah,
Cryptocurrencies in Insolvency, Emerging Markets Restructuring Jour-
nal, issue nº 7, verano/2018, en https://www.clearygottlieb.com/-/
media/files/emrj-materials/issue-7-summer-2018/cryptocurrencies-in-
insolvency--evasive-reality-pdf.pdf.
(30) Autoridad Europea de Valores y Mercados, página oficial de
internet, https://europa.eu/european-union/about-eu/agencies/es-
ma_es.
(31) ESMA Report, febrero/2018, The Distributed Ledger Techno-
logy Applied to Securities Markets, en https://www.esma.europa.eu/
press-news/esma-news/esmaassesses-dlt%E2%80%99s-potential-and-
interactions-eu-rules.
(32) Bedecarratz Scholz, Francisco, Riesgos delictivos de las mone-
das virtuales: nuevos desafíos para el derecho penal, Revista Chilena
de Derecho y Tecnología, vol. 7, nº 1, junio/2018, en http://dx.doi.
org/10.5354/0719-2584.2018.48515.
(33) Gamba, Diego, Las criptomonedas y la prevención del lavado
de activos y de la financiación del terrorismo, en https://www.finteche-
nespanol.com/las-criptomonedas-y-la-prevencion-del-lavado-de-activos-y-
de-la-financiacion-del-terrorismo/.
(34) En esa línea se inscriben el reciente informe nº 93 de la Jefa-
tura de Gabinete de Ministros, en el que se anunció la creación de un
“Programa Nacional de lucha contra el tráfico de estupefacientes en
internet, internet profunda, internet oscura y gestión de criptomonedas”
(ver https://www.senado.gov.ar/bundles/senadoparlamentario/pdf/
estadisticas/93.pdf) y el anuncio de abril de 2019 de que represen-
tantes de la UIF, el BCRA, la CNV y la AFIP comenzaron a elaborar los
lineamientos de una futura regulación de los criptoactivos (ver https://
www.cronista.com/finanzasmercados/Reuniones-entre-el-sector-bitcoin-
local-y-la-UIF-para-disenar-una-regulacion-20190405-0057.html).
(35) Ley de Acceso de la Población a Servicios Financieros y Pro-
moción del Uso de Medios de Pago Electrónicos, en https://legislativo.
parlamento.gub.uy/temporales/leytemp5807556.htm. Cabe destacar
que, para la legislación uruguaya (que también en esto sigue la orien-
del Banco Central); en Perú, la ley 29.985(36), y en Brasil,
la ley 12.865(37) (todas similares entre sí)(38).
Por su parte, Paraguay ha regulado la utilización del di-
nero electrónico a través del Reglamento de Medios de Pa-
gos Electrónicos, implementado por la resolución 6/2014
de su Banco Central(39).
Ecuador presenta un esquema peculiar a través del
denominado Sistema de Dinero Electrónico(40). De ese
modo, el monopolio de la emisión y administración del
dinero electrónico está en manos del Banco Central del
Ecuador(41).
México fue el primer país de la región que reguló la
actividad con criptomonedas cuando, en marzo de 2018,
sancionó la Ley para Regular las Instituciones de Tecnolo-
gía Financiera (conocida como Ley Fintech)(42). Así, nadie
puede comerciar con activos virtuales (como las cripto-
monedas) sin contar con la previa autorización del Banco
de México(43). Se establecieron fuertes sanciones para los
ilícitos.
La ley también deja abierta la puerta para la creación de
criptoactivos estatales(44), iniciativa similar a la de Sene-
gal(45), y a la que Venezuela ya puso en práctica, también
en el año 2018, con el petro(46).
En el Reino Unido, a fines del 2016, el Banco de Ingla-
terra evaluó un proyecto de ese tipo(47), y en China(48), a
comienzos del año 2017, varios bancos, como el Banco de
China y el WeBank, llevaron a cabo experimentos con una
moneda virtual(49).
En cambio, en otros países, como Nigeria, directamente
se les prohibió a las instituciones financieras que realiza-
ran negocios con criptomonedas(50).
tación europea), el dinero electrónico no puede generar intereses (art.
2º, apart. “E”).
(36) Ver http://www.bcrp.gob.pe/docs/Transparencia/Normas-
Legales/ley-29985.pdf.
(37) Ver https://presrepublica.jusbrasil.com.br/legislacao/112112
677/lei-12865-13.
(38) La emisión de dinero electrónico se encuentra reservada para
las entidades que funcionen como Empresas de Operaciones Múltiples
–que incluye a las empresas bancarias, financieras, cajas municipales
de ahorro y crédito, cooperativas de ahorro y crédito, entre otras– y las
Empresas Emisoras de Dinero Electrónico (art. 16, inc. A], ley 26.702).
La actividad de las entidades emisoras de dinero electrónico se encuen-
tra bajo la supervisión de la Superintendencia de Banca, Seguros y
Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones.
(39) Normativa que también disciplina a la Entidad de Medio de
Pago Electrónico (EMPE), institución que, además de emitir criptomone-
das, tiene la obligación de reconvertirlas en dinero en efectivo (Di Mar-
tino Ortiz, Rosa E. M., Comercio electrónico en Paraguay: alcanzando
metas, en http://43jaiio.sadio.org.ar/proceedings/SID/7.pdf).
(40) Sobre el particular Moncayo, Jorge - Reis, Marcos, Un análisis
inicial del dinero electrónico en Ecuador y su impacto en la inclusión
financiera, en https://www.microfinancegateway.org/sites/default/
files/publication_files/analisis_inicial_del_dinero_electronico_en_el_
ecuador_y_su_impacto_en_la_inclusion_financiera_presentacion_cues-
tiones_economicas.pdf.
(41) Art. 36, numerales 1º, 4º, 9º, 18, y 20 y art. 94, incs. 2º y 3º
del Código Orgánico Monetario y Financiero.
(42) El texto oficial se puede ubicar en http://www.diputados.gob.
mx/LeyesBiblio/pdf/LRITF_090318.pdf.
(43) Asimismo, creó el Comité Interinstitucional de la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Grupo de Innovación
Financiera (GIF). El primero de esos organismos está integrado por
funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP),
del Banco de México y de la misma CNBV. Este Comité intervendrá
en la toma de decisiones de mayor importancia, como el otorgamiento
de autorizaciones, imposición de sanciones, entre otros. Y el GIF será
un espacio de intercambio de opiniones, ideas y conocimiento entre
el sector público y privado para conocer innovaciones en materia de
tecnología financiera y planear su desarrollo y regulación ordenados
(Beltrán, Ricardo, Un análisis de la Ley Fintech en México, en https://
sg.com.mx/revista/57/analisis-ley-fintech-mexico).
(44) Ver https://criptonoticias.com/regulacion/ley-fintech-mexico-
podria-motivar-adopcion-estatal-bitcoin/#axzz4jJP2PLjw.
(45) Senegal estuvo estudiando la posibilidad de que su Banco
Central emita su propia criptomoneda (ver http://www.ambito.
com/884974-los-bancos-centrales-estudian-emitir-sus-propios-bitcoins).
(46) Ver https://www.petromoneda.net/.
(47) En Gran Bretaña existe la FCA (Financial Conduct Authori-
ty, en https://www.fca.org.uk/) que se encarga de regular a varias
startups blockchain. Véase al respecto https://www.fca.org.uk/search-
results?search_term=blockchain.
(48) Hay que tener en cuenta que en China hubo varios episodios
de empresas dedicadas a la comercialización de criptomonedas que
cayeron en la insolvencia después de sufrir supuestas maniobras de hac-
keo. Tal el caso “Vircurex”, de Pequín, del año 2014 (ver https://www.
oroyfinanzas.com/2014/03/bitcoins-vircurex-insolvencia-hackeo/).
(49) El Banco Central de China, desde el año 2017, se está de-
dicando a la elaboración de regulaciones de las criptomonedas que
eviten el lavado de dinero y que persigan el fraude a los clientes (ver
https://criptonoticias.com/regulacion/banco-popular-china-exigir-iden-
tificacion-presencial-transar-casas-cambio-bitcoins/#ixzz4jJRFVwaP).
(50) Ver https://criptonoticias.com/regulacion/banco-central-nige-
ria-prohibe-criptomonedas-instituciones-financieras/#ixzz4jJRdZd64.

De su parte, el Gobierno de India emitió un ambiguo
mensaje que no permite elucidar si las criptomonedas son
legales o ilegales(51).
***
En los Estados Unidos, el Congreso no solo tiene la
atribución de legislar, sino también de actuar como ór-
gano de control de algunas instituciones federales, como
la CFTC(52) y la SEC(53). Sin embargo, hasta ahora viene
guardando silencio sobre el tema de las criptomonedas(54),
lo que forzó a los mencionados entes públicos a fijar su
propia posición en la materia.
Como consecuencia de ello, en los últimos años se de-
sató un debate sobre si las criptomonedas son securities
(valores), en cuyo caso estarían sujetas a las normas de
la SEC, o si son commodities, por lo que se encontrarían
bajo la égida de la CFTC(55).
El 22-5-18 la CFTC emitió una declaración para ase-
sorar al público acerca de las divisas virtuales, la que evi-
dencia cierto favoritismo por ellas(56). En cambio, la SEC
tiene un punto de vista receloso.
Tanto es así que la SEC, en los primeros días de abril de
2019, publicó nuevas pautas regulatorias para los emisores
de tokens y describió cómo y cuándo las criptomonedas
pueden ser consideradas securities. En ese documento se
puso el énfasis sobre los ICO(57), suponiéndolos, de algún
modo, análogos a la información que se publica para el
lanzamiento de negocios bursátiles(58).
***
Dos fallos judiciales (hay muchos otros) permiten vis-
lumbrar hasta qué punto la jurisprudencia padece la falta
de una regulación apropiada.
El primero se dio en el caso “My Big Coin” y fue resuel-
to el 3-10-18 por la jueza de Distrito de Massa­chusetts(59).
En este caso la CFTC sostuvo que tenía jurisdicción sobre
la actividad con la criptomoneda My Big Coin, la que des-
apareció al poco tiempo de lanzada al mercado.
El tribunal, al hacer lugar a la demanda, sin decirlo, per-
mite inferir que todas las criptomonedas son commodities(60).
El otro caso es “ATBCoin” y fue resuelto recientemente
por la justicia federal.
(51) Ver https://steemit.com/spanish/@silviosteem/bitcoin-esta-ga-
nando-legitimidad-en-europa-ya-que-el-tribunal-holandes-lo-considera-un-
valor-transferible.
(52) Las siglas en inglés de Commodities and Futures Trading Com-
mission (Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos de los
Estados Unidos) (ver https://www.cftc.gov/Bitcoin/index.htm).
Para un comentario sobre este tema: Stankovic, Stefan, CFTC and
its jurisdiction over cryptocurrencies, en https://cryptobriefing.com/cftc-
jurisdiction-cryptocurrencies/.
(53) Securities And Exchange Commission (ver https://www.sec.
gov/), equivalente a nuestra Comisión Nacional de Valores.
(54) Solo hay un proyecto de ley para regular las criptomonedas
y las Ofertas Iniciales de Monedas (ICO, por sus siglas en inglés de
Initial Coin Offering) preparado por los legisladores Warren Davidson
(republicano) y Darren Soto (demócrata), proyecto que fue presentado
al Congreso en diciembre de 2018. Se trata de la iniciativa conoci-
da como Token Taxonomy Act (ver https://www.govtrack.us/congress/
bills/115/hr7356), extremadamente liberal, que propicia modificar
las Leyes de Mercado de Valores de 1933 y de Intercambio de Valores
de 1934 para desprender a estos negocios de los controles de la SEC.
Algunos estiman que la idea no prosperará (Ngetich, Dalmas, Leading
Crypto Legal Expert: “I’m not a fan of the Token Taxonomy Act”, en
https://ethereumworldnews.com/leading-crypto-legal-expert-im-not-a-
fan-of-the-token-taxonomy-act/).
(55) Al respecto French, Jordan, SEC says Bitcoin and ether are not
securities but prices stay bearish?, en https://www.thestreet.com/in-
vesting/bitcoin/sec-says-bitcoin-and-ether-are-not-securities-14626851;
Gómez Torres, Rafael, La Cámara de Comercio de Estados Unidos so-
licitó a la SEC y CFTC medidas claras sobre ICO y criptomonedas, en
https://www.criptonoticias.com/gobierno/regulacion/camara-comer-
cio-estados-unidos-solicito-sec-cftc-medidas-claras-ico-criptomonedas/.
(56) Ver https://cointelegraph.com/news/sec-cftc-irs-and-others-a-
guide-to-us-regulating-bodies.
(57) Se denomina ICO (por las siglas en inglés de Initial Coin Offe-
ring) a la propuesta que se lanza al público para recaudar fondos
destinados a invertirlos en tokens para la emisión de criptomoneda.
Los tokens de ICO generalmente se denominan “de utilidad”, pues no
dan derechos equiparados a los de un accionista del emprendimiento,
por lo que quienes los adquieren solo obtienen beneficios por la propia
actividad y no por las utilidades que genere la empresa del fundador
del negocio.
(58) Framework for “Investment Contract”. Analysis of Digital Assets,
texto oficial en https://www.sec.gov/files/dlt-framework.pdf.
(59) US District Court, District of Massachusetts, 26-9-18, “Com-
modity Futures Trading Commission v. My Big Coin Pay Inc. et al.”, en
https://www.cftc.gov/sites/default/files/2018-10/enfmybigcoinpayi-
ncmemorandum092618.pdf.
(60) Woo, Wilma, U.S. Court cements commodity verdict on cryp-
tocurrency after landmark ruling, en https://bitcoinist.com/us-court-ce-
ments-commodity-verdict-on-cryptocurrency-after-landmark-ruling/.
Buenos Aires, viernes 7 de junio de 2019
En junio de 2017 los creadores de ATB promociona-
ron una nueva criptomoneda ofreciendo equipos para que
terceros intervinieran en el negocio como mineros. No pi-
dieron autorización a la SEC. En septiembre de ese año
la operatoria ya estaba en el mercado y, en pocos meses,
colectó inversiones por más de US$20 millones.
Como ocurrió en situaciones similares en distintas par-
tes del mundo, quienes contrataron con ATB no recibieron
lo que se les había prometido. Cuando el escándalo se hizo
mayúsculo, la cotización de esta criptomoneda había caído
un 85 %.
Buena parte de los afectados optaron entonces por en-
carar una acción “de clase” por supuestas transgresiones a
la Ley de Valores. Ello ocurrió el 21-12-17.
Los demandados se defendieron oponiendo tres defen-
sas: una de incompetencia, que es irrelevante para este aná-
lisis; la segunda, basada en la tesis según la cual la norma-
tiva de la SEC no alcanzaba específicamente a este tipo de
negocios; y la tercera, en cierto modo consecuencia de la
anterior, partía de la base de que no se les había prometido
a los inversores una participación en las utilidades de ATB.
El tribunal, al aceptar que el reclamo tramitara como
acción de clase(61), dejó enseñanzas que permiten avizorar
que este será un leading case en la materia(62).
Aplicando con cierta elasticidad la prueba Howey(63),
llegó a la conclusión de que ATBCoin era culpable por ha-
ber ofrecido un producto que debía considerarse security no
registrada y, además, por no cumplir las promesas hechas al
público. Se señaló en esa oportunidad que era irrelevante
que ATB no hubiera aclarado que el negocio no implicaba
una distribución de sus ganancias entre los inversores(64).
***
En Japón, dadas las repercusiones del resonante caso
“Mt. Gox”(65), el Congreso, después de meses de debate,
el 1-4-17 dictó la Ley de Servicios de Pago(66), que coloca
los intercambios de criptoactivos bajo las disposiciones
que persiguen el lavado de dinero y los somete a las políti-
cas de identificación del cliente; todo ello, bajo la vigilan-
cia de la Agencia de Servicios Financieros de Japón, que,
entre otras funciones, debe efectuar auditorías anuales(67).
El ordenamiento, si bien categorizó a las criptomonedas
como un tipo de instrumento de pago anticipado, las dife-
renció de la moneda(68). No obstante, algunos partidarios
de los criptoactivos supusieron que, con aquella ley, Japón
pasó a ser una de las pocas jurisdicciones del mundo que
reconoce a la criptomoneda como una forma de dinero(69).
Lo único cierto es que, para intervenir en el negocio de
las criptomonedas en Japón es necesario: (i) estar registra-
do en la Oficina Pública de Finanzas local, (ii) ser una so-
ciedad anónima que tenga por objeto el “negocio de inter-
cambio de criptomonedas extranjeras”, (iii) contar con un
representante residente en Japón y una oficina en Japón,
(iv) si se trata de un “negocio extranjero de intercambio de
criptomonedas” debe estar registrado ante el Gobierno de
ese país en condiciones análogas a las que se le exigen a
las empresas de esa índole en Japón y (v) demostrar docu-
(61) Southern District of New York, 31-3-19, “Balestra v. ATBCoin
LLC et al.”, 17-CV-10001 (VSB).
(62) Madore, P. H., Forget the SEC: This US Court just set a major
crypto precedent, en https://www.ccn.com/forget-the-sec-this-us-court-
just-set-a-major-crypto-precedent.
(63) La jurisprudencia estadounidense, en general, para establecer
si se está en presencia de una security, se basa en la doctrina de la
Corte Suprema Federal en “Securities And Exchange Commission v. W.
J. Howey Co.“ de 1946 (ver https://caselaw.findlaw.com/us-supreme-
court/328/293.html).
En ese caso, el tribunal creó una prueba (desde entonces conocida
como Test Howey) según la cual se entiende que hay security cuando:
1. Se trata de una inversión en dinero; 2. En una empresa común y 3.
Con una expectativa de ganancias predominantemente sobre el esfuer-
zo ajeno.
(64) O’Connor, Michael, Bitcoin, Ethereum, and Blockchain Liti-
gation Blog. “Balestra v. ATBCoin LLC”, https://blockchainlitigation.
com/2019/04/26/balestra-v-atbcoin-llc/.
(65) Aprovecho para anunciar que, sobre “Mt. Gox” y muchos otros
precedentes jurisprudenciales en materia concursal relacionados con
el negocio de las criptomonedas en el derecho comparado, escribí un
estudio, el cual se publicará en la obra colectiva del Instituto Argentino
de Derecho Comercial.
(66) Ishikawa, Mai, Designing virtual currency regulation in Japan:
lessons from the Mt Gox Case, Journal of Financial Regulation, año
2017, nº 125, doi.org/10.1093/jfr/fjw015.
(67) Sin embargo, los expertos aprecian que también debería refor-
marse la Ley de Bancos y la Ley de Instrumentos Financieros e Intercam-
bio (en https://elcriptografo.com/2017/03/31/ley-bitcoin-en-japon/).
(68) Ver http://www.coindesk.com/japan-bitcoin-law-effect-tomorrow/.
(69) Ver www.loc.gov/law/help/cryptocurrency/japan.php.
3
NOVEDADES 2018
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OBLIGACIONES
Sobre los derechos y deberes de acreedores
y deudores
Daniel Bautista Guffanti
TOMO I
Año 2017
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mentadamente que tiene capacidad económica y financiera
como para realizar adecuadamente dicha actividad(70).
Una vez que la operatoria es aprobada y entra en fun-
cionamiento, la Ley de Servicios de Pago impone a estas
empresas varias obligaciones: (i) contar con sistemas de
seguridad para proteger la información comercial, (ii) pro-
porcionar a los clientes mecanismos simples de búsque-
da sobre los precios de los servicios y las condiciones de
contratación, (iii) si operan con contratistas externos, debe
tomar medidas especiales respecto de ellos, (iv) deben ad-
ministrar por separado sus propias criptomonedas y las de
los clientes, (v) debe contar con un servicio de auditoría
de gestión, (vi) deben contratar un centro de resolución
de conflictos, y si no existe uno en su jurisdicción, deben
constituir su propio centro de resolución de conflictos para
atender las quejas de los clientes, (vii) deben mantener re-
gistros contables de las transacciones con criptomonedas y
(viii) deben presentar informes anuales sobre sus negocios
a la Agencia de Servicios Financieros.
3
El tema en el derecho argentino
En esta materia no hay medias tintas. Para algunos, para
lo único que sirven los criptoactivos es para facilitar activi-
dades delictivas, como las transacciones relacionadas con
las drogas ilegales, la evasión impositiva, la burla a los con-
troles de capitales o el lavado de activos(71). En tanto que,
para otros, la criptomoneda es “... una representación digi-
tal de valor que puede ser intercambiada digitalmente”(72) y
que, por lo tanto, deberíamos fomentar(73), incluso evitando
(70) Azeff, Gregory - De Caria, Stephanie - McGuire, Matthew, Go-
verning the ungovernable: cryptocurrencies in insolvency proceedings,
en https://www.acfi.ca/wp-content/uploads/2019/02/Azeff-De-Ca-
ria-McGuire.pdf.
(71) Roubini, Nouriel, La verdadera estafa de los bitcoins, en https://
fortuna.perfil.com/2018-03-07-194431-la-verdadera-estafa-los-bitcoins/.
(72) Cuya “... principal característica es que su emisión no es con-
trolada por ninguna entidad o gobierno, y solo se realiza en una canti-
dad previamente determinada y a una velocidad también definida con
anterioridad y conocida públicamente”.
(73) Mora, Santiago J., Monedas virtuales. Una primera aproxima-
ción al bitcoin, LL, 2016-A-717, La Ley online AR/DOC/3860/2015;
Murúa, Hernán, A falta de dólares, Argentina es líder en bitcoins en
 4 Buenos Aires, viernes 7 de junio de 2019
que queden reguladas por la ley, de modo que su funda-
mento jurídico esté conformado nada más que por la vo-
luntad de las partes expresada en un contrato(74).
Sin embargo, cualquiera sea nuestro punto de vista so-
bre las criptomonedas, lo cierto es que existen en todo el
orbe (incluyendo la Argentina) y son objeto de transaccio-
nes. Por lo tanto, considerarlas moneda o, de cualquier otro
modo, declararlas ilegales, desde el punto de vista jurídico,
podría hacer que el remedio sea peor que la enfermedad(75).
***
Lo primero que hay que reconocer es que, en la Argen-
tina, las criptomonedas no están prohibidas(76). Ello, nada
más (y nada menos) porque el art. 19 de la CN garantiza
que, en nuestro derecho, todo lo que no está prohibido está
permitido(77).
Quienes las negocian no son pasibles de sanción pe-
nal(78), ya que solo se incurre en el delito contra la fe públi-
ca cuando se falsifica o se altera moneda de curso legal(79).
***
Ninguna criptomoneda emitida por particulares es le-
galmente asimilable al dinero en la Argentina(80) y, por lo
tanto, como ocurre en otras latitudes, no tiene fuerza le-
gal(81). Tampoco tiene curso forzoso(82).
la región, en http://www.prensaeconomica.com.ar/2018/09/05/a-
falta-de-dolares-argentina-es-lider-en-bitcoins-en-la-region/.
(74) Díaz Cisneros, Adriano P., Microfundamentos del Estado de
Derecho. Las bases pragmáticas para lograr la fortaleza institucional,
Microjuris, MJD13761.
(75) Hassel, Guillermo, La legalidad de las criptomonedas, en https://
misionesonline.net/2018/12/14/la-legalidad-las-criptomonedas/.
(76) Eraso Lomaquiz, Santiago E., Las monedas virtuales en
el derecho argentino. Los bitcoins, LL, 2016-A-727, online: AR/
DOC/4070/2015.
(77) CNCom, sala A, 12-8-14, “Jalile, Osvaldo J. s/conc. pev. s/
inc. de verificación promovido por González D’Annunzio, Sergio”, Mi-
crojuris, MJJ89840.
No obstante, desde algún tiempo se discute si una actividad no prohi­
bida podría ser ilícita (García Elorrio, Magdalena, Algunas reflexiones
en torno a controversias terminológicas y sus implicancias jurídicas en
los proyectos de la CDI sobre actos no prohibidos. Segunda parte, Mi-
crojuris, MJD6280), tema que excede la temática de este estudio.
(78) Desde el punto de vista del derecho penal, la creación y comer-
cialización de criptomoneda no es delito.
Si bien a partir de la reforma al Código Penal del año 2008 (ley
26.388) los arts. 153 y 153 bis han incorporado al régimen represor
los delitos informáticos, no hay norma que contemple a las transaccio-
nes con criptoactivos como ilícitas.
Algunos de quienes propician la divulgación de las criptomonedas
anhelan que se la proteja jurídicamente contra el robo, hacking o estafa
(Moretti, Diego H., Regulación de la criptomoneda, en http://server1.
utsupra.com/doctrina1?ID=articulos_utsupra_02A00404293911).
(79) Art. 282 y sigs. del cód. penal. Sin embargo, la jurispruden-
cia entiende que, aunque no haya expendio de moneda falsa, puede
haber delito si, empleando esa clase de medios, se defrauda a alguien
(CNCrim. y Correc. Fed, sala I, 28-5-09, “Ribles, Carmelo M. s/proce-
samiento con prisión preventiva”, Microjuris, MJJ44304). Claro que,
ese supuesto, estaríamos hablando de otro delito.
(80) Chomczyk, Andrés, Situación legal del bitcoin en Argentina,
cit.; Mora, Santiago J., Monedas virtuales. Una primera..., cit.
(81) En la misma orientación, en los Estados Unidos la FinCEN (Fi-
nancial Crimes Enforcement Network) sostiene que el bitcoin no cumple
con los criterios exigidos para ser considerado moneda, de acuerdo a los
requisitos establecidos por la Bank Secrecy Act, que establece que, para
calificar como tal, debe: (i) ser designada como moneda de curso legal,
(ii) circular y (iii) ser habitualmente utilizada y aceptada como medio
de intercambio en el país de emisión (De, Nikhilesh, FinCEN says some
dapps are subject to US Money Transmitter Rules, en https://www.coin-
desk.com/fincen-says-some-dapps-are-subject-to-u-s-money-transmitter-rules).
(82) La reforma de la Constitución Nacional de 1994, entre otras
innovaciones, derogó el inc. 5º del antiguo art. 67, que disponía la crea-
ción de un Banco Nacional “con facultad de emitir billetes”, y lo reempla-
zó por el art. 75, inc. 6º, de la CN vigente, que dispone que es facultad
exclusiva del Congreso Nacional “establecer y reglamentar un banco fe-
deral con facultad de emitir moneda, así como otros bancos nacionales”.
Hay que aclarar que, terminando con lo que ocurría en el siglo XIX
antes de la consolidación de la Argentina como Estado federal, las pro-
vincias no pueden acuñar moneda “ni establecer bancos con facultad
de emitir billetes sin autorización del Congreso Federal” (art. 126, CN).
En concordancia con tales disposiciones el art. 30 de la Carta Or-
gánica del BCRA (ley 24.144 y modificatorias) establece que “el Banco
es el encargado exclusivo de la emisión de billetes y monedas de la
Nación Argentina y ningún otro órgano del gobierno nacional, ni los
gobiernos provinciales, ni las municipalidades, bancos u otras autorida-
des cualesquiera, podrán emitir billetes ni monedas metálicas ni otros
instrumentos que fuesen susceptibles de circular como moneda”.
Por su parte, el art. 765 del CCyC establece que “la obligación es
de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de moneda, determi-
nada o determinable, al momento de constitución de la obligación. Si
por el acto por el que se ha constituido la obligación, se estipuló dar
moneda que no sea de curso legal en la República, la obligación debe
considerarse como de dar cantidades de cosas y el deudor puede libe-
rarse dando el equivalente en moneda de curso legal”.
De ese modo se concluye que las criptomonedas no son un activo
que tenga equivalencia a la moneda de curso legal en el país (Barreira
Es decir, nadie está obligado a recibir criptomonedas si
no se comprometió a ello por contrato(83). Por lo tanto, los
criptoactivos no pueden ingresar al circuito bancario como
si fuera dinero(84).
***
No obstante, es lícito que el acreedor acepte criptomo-
nedas en reemplazo de lo que le fue prometido en pago(85)
(arts. 942 y 943, CCyC), cuestión que motivó estudios en
el derecho comparado(86). De ese modo, aunque esa ope-
ración no sea pago en sentido estricto (art. 865 y sigs.,
CCyC), cumple la función cancelatoria(87).
***
Las criptomonedas tampoco pueden ser consideradas
moneda extranjera en nuestro país(88). Ello es de gran im-
portancia porque no les resulta de aplicación el régimen de
las operaciones de cambio(89). En consecuencia, al menos
por ahora, para adquirirlas o enajenarlas no es necesario
recurrir a una casa de cambio o a un banco(90).
Desde otro ángulo, aunque en los hechos la adquisición
de criptomonedas se asemeja a la de moneda extranjera,
hay alguna diferencia medular: quien enajena criptomone-
das no solo garantiza que son auténticas, sino también que
son canjeables por dinero, lo que no es predicable respecto
de las divisas extranjeras(91).
***
A la inversa: la obligación de entregar cierta cantidad
de criptomonedas ¿se puede cumplir entregando mone-
da de curso legal (pesos argentinos)? Aquí vuelve a ser
protagonista el art. 765 del CCyC, en tanto, como vimos,
determina que la obligación por la que “...se estipuló dar
moneda que no sea de curso legal en la República (...)
debe considerarse como de dar cantidades de cosas y el
deudor puede liberarse dando el equivalente en moneda
de curso legal”(92).
Luego, puesto que, según concluimos, los criptoacti-
vos para nuestro derecho no son moneda (ni argentina ni
extranjera), la obligación de pagar en criptomoneda solo
puede cumplirse pagando con criptomoneda de la misma
especie (art. 865, sigs. y concs., CCyC)(93).
Entonces ¿qué es la criptomoneda para el derecho ar-
gentino?
Delfino, Eduardo, Acerca de las criptomonedas, Revista de Derecho
Bancario y Financiero, nº 43, noviembre/2018, IJDXLII-773).
(83) Ello por el requisito de identidad del pago (art. 868, CCyC:
“El acreedor no está obligado a recibir y el deudor no tiene derecho a
cumplir una prestación distinta a la debida, cualquiera sea su valor”).
Véase Guffanti, Daniel B., Obligaciones. Sobre los derechos y deberes
de acreedores y deudores, El Derecho, t. I, pág. 366.
(84) Para advertir la confusión que reina sobre el particular, bas-
ta con ver lo que ocurre con la jurisprudencia estadounidense. Una
jueza del estado de Florida sentenció que el bitcoin no es dinero. En
cambio, la jueza Alison Nathan, del Distrito Sur de Nueva York, en el
caso “Anthony Murgio” (operador del portal Coin.mx), sentenció que el
bitcoin es dinero y, por lo tanto, es ilegal operar con criptomonedas sin
contar con una licencia para casa de cambio. Al respecto ver https://
criptonoticias.com/regulacion/jueza-norteamericana-sentencia-bitcoin-
dinero/#ixzz4jJPZE4M6.
(85) Salerno, Marcelo U., Aspectos jurídicos de la moneda virtual,
cit.
(86) Por ejemplo: Echebarría Sáenz, Marina, Contratos electrónicos
autoejecutables (smart contract) y pagos con tecnología Blockchain,
Revista de Estudios Europeos, nº 70, julio-diciembre/2017, pág. 69.
(87) Santarelli, Fulvio G., Extinción de las obligaciones en el Códi-
go Civil y Comercial de la Nación, La Ley, Sup. Especial Nuevo Código
Civil y Comercial, noviembre/2014, pág. 91.
(88) Chomczyk, Andrés, Situación legal del bitcoin en Argentina, cit.
(89) Ver http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/ane-
xos/95000-99999/97583/norma.htm.
(90) Es que el art. 1º de dicha ley se refiere únicamente a quien se
dedica “al comercio de compra y venta de monedas y billetes extran-
jeros, oro amonedado y cheques de viajero, giros, transferencias u
operaciones análogas en divisas extranjeras...”.
(91) Hijas Cid, Eduardo, Bitcoins: algunas cuestiones jurídi-
cas, en http://www.elnotario.es/index.php/hemeroteca/revista-
54?id=6525:bitcoins-algunas-cuestiones-juridicas.
(92) Precepto que ha sido objeto de puntos de vista encontrados. Así
Bousquet, Gabriela A., Tratamiento de las obligaciones de dar moneda
que no sea de curso legal en la República en el Código Civil y Comer-
cial, en https://tuespaciojuridico.com.ar/tudoctrina/2018/07/10/
doctrina1/; Urruti, Leonardo A., Las obligaciones en moneda extran-
jera en el Código Civil y Comercial. El principio general nominalista y
sus excepciones, en https://www.academia.edu/25147702/Las_obli-
gaciones_en_moneda_extranjera_en_el_C%C3%B3digo_Civil_y_Co-
mercial._El_principio_general_nominalista_y_sus_excepciones.
(93) Volviendo al principio de identidad del pago: “El objeto del
pago –se ha dicho en un fallo– ha de coincidir con el objeto de la deu-
da, de modo tal que debe mediar identidad esencial entre la prestación
debida y la prestación pagado” (CNCom., sala F, 5-6-18, “Bonet, José
M. c. Quintanilla Ripoll, César A.”, Microjuris, MJJ111969).
Loprete, a partir del art. 16 del CCyC, dice que la
criptomoneda “parecería que es una cosa”(94).
Sin embargo, el art. 16 del CCyC únicamente considera
cosas a los bienes materiales(95), encuadre que no les cabe
a las criptomonedas que, aunque son bienes(96), son intan-
gibles o inmateriales(97), pues no tienen materialidad(98).
Por lo tanto, aunque pueden y deben tener la protección de
la ley, no son cosas.
Vale tener en cuenta que el hecho de que la criptomone-
da sea (o no) una cosa tiene trascendencia tanto en el dere-
cho privado como en el derecho penal(99). Así, por ejem-
plo, si fuera una cosa, podría ser hurtada (sustracción sin
uso de la fuerza) (art. 162, cód. penal) o robada (sustrac-
ción con uso de la fuerza) (art. 164, cód. penal), mientras
que si no fuera cosa, sino simplemente un derecho, quien
se quede ilegítimamente con ella cometería defraudación
o, en su caso, estafa (art. 172, cód. penal)(100). Cada una de
esas figuras tiene un régimen legal diverso.
Y desde el punto de vista del derecho civil y comercial,
si la criptomoneda fuera una cosa, podría ser objeto del
contrato de compraventa, pues el art. 1123 del CCyC solo
admite esta clase de contrato cuando “una de las partes se
obliga a transferir la propiedad de una cosa...”(101). De su
parte, el art. 1129 del CCyC aclara: “Pueden venderse to-
das las cosas que pueden ser objeto de los contratos”(102).
Pero si no es una cosa, entonces el contrato por el cual
se la transfiere sería el de cesión (art. 1614, CCyC), que es
el que tiene lugar “cuando una de las partes transfiere a la
otra un derecho”(103).
Y si bien la misma norma establece que, cuando en el
contrato de cesión hay un precio en dinero se le aplican las
reglas de la compraventa, también estatuye que, cuando
la contraprestación de la cesión del derecho consiste en la
transmisión de la propiedad de un bien, valen las normas
de la permuta, y cuando la operación es a título gratuito,
será juzgada como donación(104).
Por otra parte, como bien se ha hecho notar, el hecho
de que la cesión de derechos cuente con normas separadas
demuestra que se trata de una figura autónoma, con un ob-
jeto y una finalidad propios(105).
(94) Loprete, Marcelo R., Los bitcoins y el derecho argentino, en
http://www.abogados.com.ar/los-bitcoins-y-el-derecho-argentino/15796.
(95) En realidad, la norma habla de bienes susceptibles de valor
económico y luego de bienes materiales, lo que hace pensar que estos
últimos son una especie de aquel género.
Llamativamente, la única referencia que el Código Civil y Comercial
hace a los bienes inmateriales es la del art. 2253 y solo sirve para
aclarar que no son reivindicables.
El Código tampoco trae una definición de lo que debemos entender
por bien material o inmaterial.
En ese sentido, es interesante la caracterización de cosa que efec-
túa el art. 85 del cód. civil del Japón: debe ser “un objeto corporal”, es
decir, algo que ocupe una porción del espacio, como un líquido, gas
o sólido”. Esta noción contrasta con la de los derechos y las fuerzas
naturales, como la electricidad, el calor o la luz; fuerzas naturales a las
cuales, curiosamente, para nosotros, les son aplicables las disposicio-
nes referentes a las cosas (mismo art. 16, CCyC).
(96) Bienes es la expresión genérica que abarca tanto a las cosas
como los derechos de naturaleza inmaterial (López de Zavalía, Fernan-
do, Derechos reales, Zavalía, t. 1, pág. 185).
(97) Castro Sammartino, Mario E., Criptomonedas en los contratos:
su posibilidad legal, en http://cspabogados.com.ar/criptomonedas-en-
los-contratos/.
(98) Moretti, Diego H., Derecho informático y de las criptomonedas. El
testamento criptográfico en Argentina, Utsupra, Protocolo A00422770941.
A todo esto, la palabra material es empleada por nuestro Código
Civil y Comercial con múltiples significados, muchos de los cuales no
tienen nada en común con los demás. Así, por ejemplo, el art. 1391
del CCyC, sobre el contrato de depósito a la vista, dice que “debe es-
tar representado en un documento material o electrónico”.
(99) Fortuny, Miquel, Bitcoins y criptodivisas desde el punto de vista
penal, en http://www.fortunylegal.com/blog/bitcoins-y-criptodivisas-
desde-el-punto-de-vista-penal.html.
(100) Ya hay experiencia en este tipo de maniobras. Por ejemplo,
ver http://www.denunciasdelciudadano.org/2016/09/18/estrategia-
para-estafas-en-internet/.
(101) Casares, Mónica, El contrato de compraventa en el Código
Civil y Comercial de la Nación, Microjuris, MJD11964.
(102) Sin embargo, en algunos estudios, tal vez con cierta desa-
prensión, se suele hablar de compraventa de criptomonedas. Por ejem-
plo, Moretti, Diego H., Regulación de la criptomoneda, en http://ser-
ver1.utsupra.com/doctrina1?ID=articulos_utsupra_02A00404293911.
(103) Compagnucci de Caso, Rubén H., La cesión de derechos en el
nuevo Código Civil y Comercial, Número Extraordinario de la Revista Ana-
les de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales UNLP, 2015, pág. 137.
(104) Hernández, Carlos A., Aspectos relevantes de la regulación
de los contratos civiles en el Código Civil y Comercial de la Nación, La
Ley, Sup. Especial Nuevo Código Civil y Comercial, noviembre/2014,
pág. 113, online: AR/DOC/3871/2014.
(105) Hernández, Carlos A. - Trivisonno, Julieta, El contrato de
cesión de derechos en el Código Civil y Comercial, La Ley, Sup. Esp.
Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación sobre “Contratos en par-
ticular”, abril/2015, pág. 471, online: AR/DOC/1136/2015.

4 No obstante, en el año 2014, es decir en tiempos de otro
Las criptomonedas y la política nacional
en materia cambiaria y de inversiones
Hasta fines del año 2015 el Gobierno nacional de turno
había dispuesto una fuerte regulación del mercado finan-
ciero y cambiario. Solo se podía ingresar y sacar moneda
extranjera del país a través de los Bancos y las Casas de
Cambio autorizados, y con control oficial. Los ingresos
provenientes de las exportaciones forzosamente debían ser
liquidados en pesos argentinos al cambio oficial.
Ello explica que, en el año 2014, la Unidad de Informa-
ción Financiera (UIF)(106) dictara la resolución 300/14(107)
que, siguiendo la orientación de los organismos suprana-
cionales, para evitar vías de escape, buscó restringir el uso
de estos medios de pago(108).
Sin embargo, en la Argentina, por motivos lícitos o de
los otros, las operaciones con criptomonedas han crecido
constantemente en los últimos años, superando en número
e importancia a muchos países de América Latina.
¿A qué se debió ese fenómeno? En realidad, han jugado
diversas circunstancias(109). Las operaciones con criptomo-
nedas sirven para neutralizar los efectos inflacionarios(110)
y, también, para eludir el control de los organismos de
control gubernamentales.
Tan fuerte se consideró a las criptomonedas como he-
rramienta contra la inflación que algún autor supuso (en
verdad, con criterio harto discutible) que toda reglamenta-
ción que, en el futuro, pretenda inhibir su uso u obligar a
los particulares a posicionarse en monedas inflacionarias,
podría ser considerada inconstitucional por infringir el
art. 42 de la CN(111).
***
Es interesante destacar que el Banco Central de la Re-
pública Argentina nunca dictó normas específicas sobre
las criptomonedas(112), actitud que algunos aplauden.
(106) Organismo público creado por la ley 25.246 para la persecu-
ción del lavado de dinero y la financiación del terrorismo internacional.
(107) Ver http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/ane-
xos/230000-234999/231930/norma.htm.
(108) El art. 2º de la resolución UIF 300/14, siguiendo la definición
del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), definió las cripto-
monedas como “la representación digital de valor que puede ser objeto
de comercio digital y cuyas funciones son la de constituir un medio de
intercambio, y/o una unidad de cuenta, y/o una reserva de valor, pero
que no tienen curso legal, ni se emiten, ni se encuentran garantizadas
por ningún país o jurisdicción”.
Dicha resolución establece una serie de obligaciones especiales
para los casos en los cuales los sujetos obligados tomen conocimiento
o participen de operaciones en las que se utilicen monedas virtuales.
Véase sobre el particular Eraso Lomaquiz, Santiago E., Las mone-
das virtuales..., cit.; Chomczyk, Andrés, Reflexiones sobre el incipiente
marco legal de la industria fintech en Argentina, Derecho y Nuevas
Tecnologías, nº 1, 2017, pág. 51.
(109) A mediados del año 2018 el propio BCRA anunció el even-
tual lanzamiento de una criptomoneda estatal para financiar proyectos
de infraestructura. Véase al respecto http://desafiospublicos.argentina.
gob.ar/ideas/ver/1108.
Por esos días se anunció que se instalarían en nuestro país más
de 4000 cajeros automáticos que funcionarían mediante blockchain y
permitirían comprar y vender criptomonedas (ver https://www.informa-
dorpublico.com/economia/argentina-instala-4-000-cajeros-automaticos-
de-criptomonedas).
(110) A partir del año 1991, como parte del programa de con-
vertibilidad de las monedas extranjeras (sistema por el cual el Estado
garantizaba que un peso argentino equivalía a un dólar estadouniden-
se), se sancionaron las leyes 23.928, 24.283 y 25.561. Tales leyes
prohibieron indexar las obligaciones dinerarias o cualquier otro sistema
que estableciera, por ley o por acuerdo de partes, el reajuste del valor
de las prestaciones.
Si bien algunas disposiciones de esas leyes posteriormente fueron
derogadas, otras mantienen su vigencia. Entre esos preceptos que si-
guen teniendo fuerza legal están los que impusieron la prohibición de
reajustar las obligaciones en pesos argentinos.
Ello trae grandes trastornos a la economía porque el dólar en el año
1991 valía $1 y mientras escribo estas líneas cotiza a $46,50, sin que na-
die sepa a ciencia cierta cuál será su valor en el mediano y largo plazo.
Es cierto que es lícito pactar obligaciones en moneda extranjera,
pero ello no siempre soluciona el problema, pues puede ocurrir (y de
hecho, ha ocurrido) que la inflación haga que aumenten los valores
de los bienes y servicios pero que la cotización del dólar no siga esa
tendencia, o viceversa.
Véase al respecto Moreno, Elena C., Bitcoin in Argentina: Inflation,
Currency. Restrictions, and the Rise of Cryptocurrency, publicación de
la University of Chicago Law School, en http://chicagounbound.uchi-
cago.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1017&context=international_im-
mersion_program_papers.
(111) Díaz Cisneros, Adriano P., Bitcoin: El poder del consumidor, cit.
(112) Vale recordar que el art. 3º de la Ley de Entidades Financie-
ras establece que el BCRA posee la facultad de incluir a otras personas
y entidades dentro de ese régimen cuando, pese a no encontrarse com-
prendidas expresamente en su texto, resulte aconsejable por el volumen
de sus operaciones o por razones de política monetaria y crediticia. Un
Buenos Aires, viernes 7 de junio de 2019
signo político, la entidad rectora emitió un lacónico comu-
nicado de prensa sobre ellas(113), medio por el cual advirtió
“que las llamadas ‘monedas virtuales’ no son emitidas por
este Banco Central ni por otras autoridades monetarias in-
ternacionales, por ende, no tienen curso legal ni poseen
respaldo alguno”.
Como suele ocurrir en estos casos, hubo quienes quisie-
ron ver el vaso medio vacío y otros, el vaso medio lleno.
Los partidarios de las criptomonedas, destacando que el
comunicado no las consideró ilegales (en realidad, mal
podía hacerlo), lo vivieron como un implícito respaldo a
sus banderas. En la vereda opuesta, los críticos advirtie-
ron que el referido comunicado no había hecho más que
reproducir advertencias que se hacían en otros países nada
más que para lucir a tono con las recomendaciones de los
organismos multilaterales(114).
El cambio de orientación política del Gobierno nacional
operado en diciembre de 2015 también trajo consigo sig-
nificativas reformas en las finanzas públicas. Fue así como
se liberó (aunque no del todo) el mercado cambiario.
Ello también fue visto por los partidarios de las cripto-
monedas como un gesto a favor de su postura, aunque esta
vez el BCRA dio explícitas muestras en esa dirección.
Fue así como, el 5-11-16, el BCRA y otros organis-
mos gubernamentales(115) enviaron representantes a la
Conferencia Latinoamericana Bitcoin & Blockchain
(laBITconf)(116), en la que tuvieron activa participación.
Luego, para adecuar la normativa vigente sobre servi-
cios complementarios de la actividad financiera y brindar
a los Bancos la posibilidad de incorporarse al mercado
de las Fintech, se dictaron la comunicación BCRA “A”
6154 (del 13-1-17) y la comunicación BCRA “A” 6277
(del ­14-7-17)(117).
En ese entorno, en mayo de 2017, siguiendo una ten-
dencia internacional(118), el BCRA autorizó al Banco Wa-
nap(119), que sería el primer banco digital de nuestro país(120).
Contemporáneamente se lanzó el TSA Banking(121).
***
La Comisión Nacional de Valores (CNV), en cambio,
ha tenido una actitud desconfiada respecto de los empren-
dimientos que, de un modo u otro, se conectan con crip-
toactivos. En diciembre de 2017 alertó que las ICO “son
inversiones especulativas de alto riesgo” y, ante el avance
de estas operaciones en nuestro medio, advirtió que quien
entre en este negocio debe estar “preparado para perder,
eventualmente, toda su inversión”(122).
ejemplo del ejercicio de tal facultad se evidencia en la aplicación de
la Ley de Entidades Financieras a los llamados “Proveedores no Finan-
cieros de Crédito” (comunicaciones “A” 5593, 5603 y concs., BCRA).
(113) Lanús Ocampo, Cecilia, Las monedas virtuales o criptomone-
das. Reseña corta sobre bitcoin, La Ley online: AR/DOC/1699/2014.
(114) Ver https://www.iprofesional.com/notas/187955-El-Ban-
co-Central-informo-que-los-bitcoins-no-son-legales-ni-tienen-respaldo;
https://www.zonabancos.com/blogs/22-educacion-financiera-y-
proteccion-del-consumidor-bancario-19165-bitcoins-comunicacion-
del-banco-central-de-argentina.aspx; https://www.lanacion.com.ar/
tecnologia/bcra-uif-mira-de-reojo-a-los-bitcoins-nid1698020; https://
www.cronista.com/legales/La-crisis-del-bitcoin-una-confianza-en-cai-
da-20141105-0014.html.
(115) Silvia Torres Carbonell, Subsecretaria de Economía Creati-
va e Innovación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y Rudi
Bormann, Subsecretario de Innovación Pública y Gobierno Abierto de
la Presidencia Argentina, participaron en el panel “Modernización y
Emprendimiento en Argentina”.
(116) Ver http://emprendedoresnews.com/agenda/labitconf-
2016-el-principal-evento-bitcoin-llega-a-argentina.html.
(117) Tschieder, Vanina G., La inclusión financiera en el derecho
positivo argentino, Papeles del Centro de Investigaciones de la Facultad
de Ciencias Jurídicas y Sociales, año 8, 2018, nº 19, pág. 55.
(118) Después de la crisis bancaria en los países centrales del año
2007, aprovechando la desconfianza que se extendió respecto de los
Bancos tradicionales, en los Estados Unidos, Gran Bretaña y el resto
de Europa, y sumado a ello los inconvenientes que traían apareja-
dos los cambios regulatorios que se le impusieron a los Bancos para
resguardar su solvencia, comenzaron a aparecer entidades y medios
financieros alternativos. Es lo que ocurrió con el Atom Bank, el primer
Banco enteramente digital de Gran Bretaña, que comenzó a funcionar
en 2016; aunque, en realidad, ya operaba desde hacía varios años
exclusivamente por teléfono móvil (Igual Molina, David, Fintech: Lo que
la tecnología hace por las finanzas, Profit Editorial, cap. 2.3.).
(119) Ver http://www.streambe.com/news/2018/04/14/wanap-
primer-banco-digital-de-argentina-utm_sourceorganicoutm_mediumfa-
ceutm_campaignawarnessutm_contentnota-blog-wanap-banca-digital-
argentina/.
(120) Ver http://www.iprofesional.com/notas/249372-El-Banco-
Central-otorgar-la-licencia-para-que-opere-el-primer-banco-digital.
(121) Ver https://www.lanacion.com.ar, sección Economía.
(122) Ver https://www.eleconomista.com.ar/2017-12-cnv-contra-
criptomonedas/amp/.
5
Para la CNV, entre los riesgos que enfrentan “todos
aquellos que en nuestro país optan por invertir en ICO”
están la “falta de regulación específica, volatilidad de pre-
cios y falta de liquidez, fraude potencial, inadecuado ac-
ceso a información relevante, proyectos en etapa inicial,
fallas tecnológicas y de infraestructura y carácter trasna-
cional de las negociaciones con ICO”.
De allí que, para denunciar sospechas de que determi-
nada ICO puede convertirse en una estafa, el organismo
ofreció un sitio de internet(123), una dirección de correo
electrónico de la Oficina de Atención al Inversor(124) y una
línea telefónica de acceso gratuito (0800-333-2683).
***
Es cierto que, como anticipé en este mismo estudio, en
estos tiempos la UIF, el BCRA, la CNV y la AFIP han co-
menzado a estudiar una futura regulación de los criptoacti-
vos. No obstante, todo parece indicar que estamos lejos de
contar con normas jurídicas en esta materia, a menos que,
como ocurrió en otras latitudes, algún caso de fraude pro-
voque suficiente estruendo en los medios de comunicación
y ello, a su vez, motive la reacción (¿sobreactuación?) del
Poder Público.
5
Cuestiones impositivas
No hay en la Argentina impuestos que graven a los
criptoactivos per se.
No obstante, para orientar al público, los Fiscos nacio-
nales y provinciales harían bien en emitir algunos linea-
mientos en esta materia para los negocios con criptomone-
das, como lo hizo el Internal Revenue Service (IRS) de los
Estados Unidos(125).
De todos modos, los negocios con criptoactivos existen
en nuestro país y, por ende, podemos ver cómo encuadran
en las leyes de la materia(126).
Así, las operaciones redituables con criptomonedas,
desde la sanción de la ley 27.430, tributan impuesto a las
ganancias(127).
Mas la mera transferencia de este tipo de monedas vir-
tuales no constituye hecho imponible del impuesto al valor
agregado(128). Únicamente si hay una venta de una cosa o
la prestación de servicios u otro hecho gravado que resulte
pagadero en esa especie, tal operación subyacente quedará
alcanzada por ese impuesto.
Las operaciones realizadas en criptomonedas tampoco
están alcanzadas por el impuesto a los débitos y créditos
bancarios, ya que no pueden ser consideradas “fondos”
que se mueven a través de cuentas bancarias(129).
(123) Ver http://www.cnv.gob.ar/web/secciones/denuncias.aspx.
(124) Dirección: inversor@cnv.gov.ar.
(125) Ver https://www.irs.gov/pub/irs-utl/2018ntf-bitcoin-cryptocu-
rrency-an-introduction-and-tax-consequences.pdf; https://www.irs.gov/
businesses/small-businesses-self-employed/virtual-currencies.
(126) Para una aproximación al tema, Chamatrópulo, Miguel Á.,
Impuestos varios. “Bitcoin”. Tratamiento fiscal, Errepar, DTE, t. XXXV, nº
416, noviembre/2014.
(127) Atchabahian, Adolfo, Ley de Impuesto a las Ganancias: sus
innovaciones por ley 27.430 (título I), Impuestos, del 26-4-18, pág. 11;
Fernández, Luis O., Bitcoins, su tratamiento en Ganancias, Consultor
Tributario nº 128, pág. 11; Mihura Estrada, Ricardo, Las “monedas
digitales” y el bitcoin en el nuevo impuesto a las rentas financieras,
Doctrina Tributaria, nº 456, marzo/2018, pág. 233.
(128) El 22-10-15 la Sala Quinta del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea, en el ya mencionado caso “Skatteverket v. David Hedqvist”, dictó
sentencia en una cuestión prejudicial planteada por el Högsta Förvaltnings-
domstol (Tribunal Supremo Administrativo de Suecia) referida a la eventual
aplicación del IVA a las operaciones realizadas por las llamadas “casas
de cambio” (exchanges) de bitcoins. Para ello, el Tribunal analizó el caso
a la luz de la Directiva 2006/112/CE sobre el sistema común del IVA.
De acuerdo con la documentación aportada en el litigio principal,
la compañía del demandado tenía como principal actividad el inter-
cambio de monedas tradicionales por monedas virtuales bidirecciona-
les (es decir, convertibles o intercambiables por monedas tradicionales),
tales como el Bitcoin.
El Tribunal determinó que el servicio que prestaba la compañía, en
tanto era a título oneroso, estaba alcanzado por el IVA. En cambio,
a la operación de intercambio de criptomonedas la consideró exenta
de pago del impuesto, asimilándola a las operaciones de cambio con
monedas tradicionales (art. 135, apart. 1º, letra “e”, de la Directiva
2006/112/CE).
Asimismo, el Tribunal aclaró que las monedas virtuales no pueden ca-
lificarse como bienes corporales en los términos de la Directiva, ya que
no poseen “ninguna finalidad distinta de la de ser un medio de pago”.
(129) El art. 40 de la resolución general AFIP 2111 y modif. esta-
blece que “los movimientos o entrega de fondos efectuados por cuenta
propia y/o ajena, en el ejercicio de actividades económicas, compren-
didos en el inciso b) del artículo 2 del Anexo del decreto 380/2001 y
sus modificatorios, son aquellos que se efectúan a través de sistemas de
pago organizados –existentes o no a la vigencia del impuesto sobre los
 6 Buenos Aires, viernes 7 de junio de 2019
La Ley de Impuesto sobre los Bienes Personales pre-
vé especialmente una exención para los bienes inmateria-
les (art. 21, inc. d], ley 23.966). Para alguna opinión, las
monedas virtuales quedarían comprendidas dentro de tal
exención(130). Otros entienden que deben recibir el trata-
miento previsto para “otros bienes” del art. 22, inc. f) de la
ley y, por ende, tributarían este gravamen computando su
“costo de adquisición, construcción o valor a la fecha de
ingreso al patrimonio”(131).
Las transferencias de criptomonedas, en principio, no
deben tributar el impuesto de sellos, salvo que estén vin-
culadas a actos o contratos previstos por los Códigos Fis-
cales respectivos como operación gravada(132).
En cuanto al impuesto a los ingresos brutos (que tam-
bién es provincial) hay que tener en cuenta dos factores
fundamentales: a) que la persona física o jurídica que co-
mercia con criptomoneda haga de ello su profesión habi-
tual y b) que el servicio sea prestado físicamente desde la
provincia respectiva. Por lo tanto, como resulta de la juris-
prudencia de la Corte Suprema, las prestaciones de servi-
cios por medio de internet llevadas a cabo desde el exterior
no se encuentran gravadas por el referido impuesto(133).
VOCES: CONTRATOS - OBLIGACIONES - DAÑOS Y PERJUI-
CIOS - DERECHO - DERECHO CIVIL - PAGO - LEY
- ECONOMÍA - ESTADO - ENTIDADES FINANCIE-
RAS - MONEDA - CAMBIO - EMPRESA - CÓDIGO
CIVIL Y COMERCIAL - TECNOLOGÍA - INFORMÁ-
TICA - COMERCIO E INDUSTRIA
créditos y débitos en cuentas bancarias y otras operatorias–, reempla-
zando el uso de las cuentas previstas en el artículo 1, inciso a) de la ley
25413 y sus modificaciones”.
Para que exista un movimiento de fondos alcanzado por el impues-
to, este debe: (i) ser efectuado por cuenta propia y/o ajena, en el ejer-
cicio de actividades económicas,
(ii) ser efectuado a través de sistemas de pagos organizados, es
decir, que no se trate de hechos aislados o circunstanciales, sino que
respondan a un esquema de trabajo, a través de mecanismos ordena-
dos y recurrentes, existentes o no a la vigencia del IDC,
(iii) perseguir el reemplazo del uso de las cuentas corrientes bancarias.
En caso de cumplirse concurrentemente con los tres requisitos para
configurarse el movimiento de fondos gravados, es responsable de su in-
greso “quien efectúe el movimiento de fondos, por cuenta propia o como
agente de liquidación y percepción, la persona que efectúe las entregas
de fondos, sin perjuicio de la responsabilidad solidaria que tendrá quien
ordene dichas entregas” (art. 5º, inc. b], párr. 2º, decreto 380/01).
(130) Olivera, Dolores, Bitcoin son una opción de ahorro que, para
los individuos, no paga impuestos, en https://www.cronista.com/eco-
nomiapolitica/Bitcoin-son-una-opcion-de-ahorro-que-para-individuos-no-
paga-impuestos-20170913-0024.html.
(131) Brandt, María I. - Castro, Daiana L., Una aproximación al
tratamiento fiscal de las operaciones con bitcoins, Doctrina Tributaria,
nº 37, año 2016, pág. 551.
(132) El impuesto de sellos es provincial.
(133) Parada Larrosa, Federico, El impuesto sobre los ingresos
brutos frente a los servicios intangibles prestados por residentes del
exterior vía Internet. Análisis a partir del sustento territorial, en las II
Jornadas de Derecho Tributario Provincial y Municipal, Buenos Aires,
2 y 3 de julio de 2015, en https://www.academia.edu/15488352/
El_impuesto_sobre_los_ingresos_brutos_frente_a_los_servicios_intan-
gibles_prestados_por_residentes_del_exterior_v%C3%ADa_Internet._
An%C3%A1lisis_a_partir_del_sustento_territorial.
JURISPRUDENCIA
Accidentes de Tránsito:
Mecánica de la colisión: prueba; Street View
de Google Maps; utilización; admisibilidad.
Prueba Documental: Documentos elec-
trónicos: Street View de Google Maps; valor
probatorio.
1 – La sentencia que, mediante el uso de Street View de Goo-
gle Maps, determinó que había una rotonda en el lugar del
accidente de tránsito motivo de autos y que el vehículo de la
accionada tenía prioridad de paso, por lo que concluyó que
el accionar de la actora fracturó el nexo causal de manera
total y con virtualidad como para repeler la demanda instau-
rada, debe ser confirmada, pues el a quo, al valerse de esa
herramienta informática, no sustituyó ningún medio probato-
rio, pues ya se había efectuado la pericia específica, y el dato
recabado del sistema no sirvió más que para complementar y
apreciar mejor el dictamen pericial.
2 – Cuando se utiliza Street View de Google Maps, estamos
frente a un documento con aptitud representativa, que ingresa
en el ámbito del art. 287, último párrafo, del cód. civil y co-
mercial de la Nación.
3 – Dado que el documento es una cosa con aptitud represen-
tativa, cabe concluir que lo que exhibe Street View de Google
Maps –dadas sus posibilidades de representación del entor-
no– puede ser considerado el documento por excelencia; cu-
ya utilización por el juez es posible con base en lo dispuesto
por el art. 36, inc. 6º, del cód. procesal civil y comercial, que
posibilita trabajar con documentos que las partes no hubie-
ran arrimado al proceso. R.C.
60.145 – CApel.CC Morón, sala II, abril 23-2019. – F., O. E. c.
Empresa del Oeste S.A. de Transporte y otros s(N8)/ daños y per-
juicios.
En la Ciudad de Morón, Provincia de Buenos Aires,
el 23 de abril de 2019, reunidos en la Sala de Acuerdos
del Tribunal, los Señores Jueces de la Excma. Cámara
de Apelación en lo Civil y Comercial, Sala Segunda, del
­Departamento Judicial de Morón, Doctores José Luis Ga-
llo y Roberto Camilo Jorda, para pronunciar sentencia de-
finitiva en los autos caratulados: “F. O. E. c/ Empresa del
Oeste S.A. de Transporte y otros s(N8)/ daños y perj. au-
tom. c/les. o muerte (exc. estado)”, Causa Nº MO-20254-
2015, habiéndose practicado el sorteo pertinente –art. 168
de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires– resul-
tó que debía observarse el siguiente orden: Gallo-Jorda,
manteniéndose dicha integración a los efectos del presen-
te no obstante lo resuelto en el Acuerdo Extraordinario
822/18, teniendo en cuenta la fecha de sorteo del estudio
de orden y votación en las presentes actuaciones, resol-
viéndose plantear y votar la siguiente cuestión:
¿Es ajustada a derecho la sentencia apelada?
A la cuestión propuesta el señor juez doctor Gallo, dijo:
I. Antecedentes
1) El Sr. Juez Titular del Juzgado de Primera Instancia
en lo Civil y Comercial nro. 7 Departamental a fs. 414/424
vta. dictó sentencia mediante la cual decidió rechazar la
demanda promovida, con costas a la actora y diferimiento
de la regulación de honorarios.
2) Contra tal forma de decidir se alzó la parte actora (escri-
to electrónico código de referencia 228200436014533114),
recurso que fue concedido libremente a fs. 428, y se fun-
dó con la presentación electrónica código de referencia
242100416014727148, que no fue replicada.
3) A fs. 440 vta., se llamó “AUTOS PARA SENTEN-
CIA”, providencia que al presente se encuentra consenti-
da dejando las actuaciones en condición de ser resueltas.
II. Las quejas
Cuestiona la actora el rechazo de su demanda, soste-
niendo que a lo largo del expediente hay pruebas de sobra
que determinan la culpabilidad del demandado.
Hace referencia a la contestación de demanda, a la peri-
cia psicológica y a la pericia mecánica.
También sostiene la inexistencia de prioridad de paso
en el colectivo, señalando que la prioridad de paso corres-
pondía a la actora y que fue el demandado quien se atrave-
só en la línea de marcha de la motocicleta.
Dice que debe considerarse extremadamente peligrosa
la maniobra realizada por el conductor del colectivo pues
permaneció atravesando la Avenida, constituyéndose en
un obstáculo insalvable e imprevisible para los vehículos
que circulaban por esa mano, ya que les apareció de im-
proviso.
Sostiene que su parte demostró que el ómnibus es el
que se cruzó en la trayectoria de la actora y generó que sea
un obstáculo insalvable.
Argumenta más en aval de su postura, dice que su parte
demostró la existencia del accidente y la relación de cau-
salidad, y que correspondía a la demandada la acreditación
de la culpa de la víctima o la de un tercero por quien no
deba responder, no quedando dudas de la orfandad proba-
toria en el proceso por parte de la citada en garantía.
A los términos de la fundamentación recursiva cabe re-
mitirse en homenaje a la brevedad.
III. La solución desde la óptica del suscripto
Planteada como viene la cuestión a resolver y comen-
zando el tránsito hacia el abordaje de la misma debemos
resaltar –liminarmente– que el Sr. Juez de Grado abordó
la cuestión a la luz de la normativa vigente al momento de
acontecer los hechos, asumiendo idéntica postura a la que
esta Sala ha sostenido (causa MO-23.280-09, R.S. 257/15,
entre muchísimas otras) y sobre el tema no existen agra-
vios de las partes.
Sentado ello y abordando lo atinente a la atribución
de responsabilidad, cuadra poner de manifiesto que el
accionante ha sustentado jurídicamente su pretensión en
la teoría del “riesgo” o daños ocasionados “con la cosa”,
por lo que el caso debe emplazarse en la directiva regla-
da por el segundo párrafo del art. 1113 del Código Civil
(última hipótesis), que consagra la teoría del riesgo en los
supuestos de daños ocasionados por el vicio o riesgo de
la cosa.
A mi modo de ver, y malgrado la existencia de opinio-
nes encontradas, un automóvil constituye de suyo normal-
mente una cosa generadora de peligro (Bustamante Alsi-
na, Jorge, “Teoría General de la Responsabilidad Civil”,
nro. 1049, pág. 317, ed. A. Perrot, Bs. As. 1973; Borda,
Guillermo, “Tratado de Derecho Civil-Obligaciones”, t.
II, nro. 1056, pág. 350/352, ed. A. Perrot, Bs. As. 1974: en
contra, Alterini, Atilio A., “Curso de Obligaciones”, t. I,
nro. 476, pág. 230, ed. A. Perrot, Bs. As. 1975, que encua-
dra en la especie, no obstante –en general– en la primera
hipótesis del referido segundo párrafo del art. 1113), cir-
cunstancia que por virtud del precepto legal mencionado,
torna presumible la responsabilidad del dueño o guardián
de la misma; la exención de responsabilidad del interesa-
do, sólo puede proceder si demuestra que medió culpa de
la víctima o de un tercero por el que no deba responder
(art. 1113 2do párrafo cit.), o que la cosa fue usada en
contra de su voluntad (art. 1113 in fine), o cuando el hecho
se produjo por caso fortuito (arts. 513 y 514 del Código
Civil).
Viene al caso referir que esta Sala tiene dicho en las
causas nro. 26.963, R.S. 139/91; 28.460, R.S. 97/92;
55.053, R.S. 296/08, entre otras que: “... Cuando el ar­
tículo 1113 del Código Civil establece que el dueño o
guardián son responsables del daño que deriva del riesgo
o vicio de la cosa, se tiene en cuenta una situación social
dejando de lado la concepción de culpa que constituye un
elemento ajeno al caso. La Ley toma en cuenta como fac-
tor para atribuir la responsabilidad al dueño o guardián,
el riesgo creado. Y así, en principio, se prescinde de toda
apreciación de su conducta desde el punto de vista subje-
tivo. No interesa si de su parte existe culpa, y la víctima
del hecho dañoso sólo debe probar el daño, la calidad de
dueño o guardián, el riesgo o vicio de la cosa y la relación
causal existente entre la actuación de la cosa y el daño
(S. C. J. B. A. Acuerdo 33.743 del 14/10/86; D. J. B. A. T.
132-1987, ejemplar nº 10.229 del 24/4/87).
Asimismo, la circunstancia que el accidente fuera pro-
tagonizado por dos vehículos en movimiento, de manera
alguna puede destruir de vigencia la presunción de res-
ponsabilidad que el art. 1113, 2º párrafo, segunda parte
del Código Civil pone en cabeza del dueño o guardián que
con su vehículo ha provocado los daños cuyo resarcimien-
to es motivo de reclamo.
Es decir, los accionantes sólo están obligados a demos-
trar el accidente, el contacto material de la cosa conducida
por su parte con la otra y la existencia de daños (S. C. J.
B. A. Acuerdo 33.744, D. J. J. oct. 1988). Por el contrario,
corre por cuenta del demandado, acreditar la culpa de la
víctima del daño o de un tercero por el que no deba res-
ponder (arts. 1113, 2º párrafo, segunda parte del Código
Civil y 375, 2º párrafo del C.P.C.C.), o, en su defecto, la
ocurrencia de un caso fortuito –arg. arts. 513 y 514 del
Código Civil”–.
Ha dicho también esta Sala en las causas nro. 20.745,
R. S. 63/88; 28.460, R. S. 97/92; 55.053, R.S. 296/08, en-
tre otras: “... Cualquiera fuere el fundamento de la respon-
sabilidad objetiva en los supuestos de daños causados por
cosas riesgosas, resulta innecesario acudir al análisis de la
conducta culposa del causante del daño sea para demostrar
la existencia de aquélla, sea para justificar su inexistencia.
Lo que sí interesa comprobar –frente a la concreta invoca-
ción del victimario exteriorizada en su responde (art. 354,
inciso segundo del C.P.C.C.)– es si ha mediado respon-
sabilidad de la víctima o de un tercero por quien no deba
responder –art. 1113, segundo párrafo, segunda parte ‘in
fine’ del Código Civil–”.
En cuanto a la justificación de las eximentes legales,
“Dicha prueba corre por cuenta del indicado dueño o guar-
dián, ya que se trata del presupuesto de hecho de la norma
o normas que invocare como fundamento de su defensa...”
–art. 375 del C.P.C.C.–.
Pero el análisis de la prueba exculpatoria debe ser rigu-
roso. Los impedimentos de la responsabilidad civil legal-
mente establecidos, deben ser juzgados y apreciados con
criterio restrictivo porque la norma, con finalidad social
típica, ha creado factores de atribución que deben cesar
sólo en casos excepcionales, sin que se les confiera a és-
 Buenos Aires, viernes 7 de junio de 2019 7

tos desmedida extensión, trascendiendo los límites legales Comencemos por el croquis: taurantes y últimamente, visitar lugares donde la natura-
(S.C.J.B.A. Acuerdo 33.743; D.J.B.A.T. 132-1987). leza es su principal protagonista.
Restrictividad que, claro está, no impide que –cuando GSV ofrece una experiencia de exploración de locacio-
están dados los recaudos del caso– se tenga por configura- nes que excede ampliamente el tradicional mapa, permi-
da la eximente en cuestión. tiendo literalmente entrar en él, ya que las imágenes que
Eso es lo que pasó aquí, desde que el Sr. Juez de Grado ofrece, aun no ilustrando los lugares en tiempo real, ofre-
consideró que la conducta de la propia víctima en el hecho cen una vivencia que lo conduce a uno en un recorrido en
tuvo idoneidad suficiente como para fracturar el nexo cau- primera persona de la dirección o intersección de calles o
sal, en los términos preindicados. rutas que buscó en el mapa.
Tal conclusión agravia a la actora, en los ya descriptos El servicio se construye a partir de la recopilación de
términos de su fundamentación. imágenes mediante una cámara de 75 megapíxeles, con 15
Ahora bien, ingresando al tratamiento de esos agravios lentes para la visión panorámica de 360º, dos antenas de
sobre la antedicha plataforma conceptual, debo acudir a la GPS para la geolocalización de cada toma y tres disposi-
prueba rendida en el proceso, con la advertencia que he de tivos de láser para establecer las distancias exactas a los
analizar los elementos de convicción de acuerdo a la regla objetos y permitir la construcción de las imágenes finales
de la sana crítica, haciendo mención o poniéndose énfasis en tres dimensiones (3D). El equipo se completa con un
sólo en aquellos que sean esenciales para formar mi con- módem inalámbrico para acceso a internet y teléfonos ce-
vicción (conf. arg. Art. 384 del Cód. Procesal), y/o como lulares y flota sostenido por un armazón metálico, aproxi-
ha dicho nuestro más Alto Tribunal que “como regla el madamente de un metro por sobre el techo del automóvil
Juez tiene el deber de apreciar la prueba lo que no implica que lo carga y conduce por las calles y rutas a cartogra-
la obligación de referirse en detalle a cada uno de los ele- fiar” (Farías, Raúl A.; Hacia una redefinición del concepto
mentos aportados, SINO SELECCIONARLOS A FIN DE Es así como se observa –muy claramente– que el peri- de privacidad. El caso de google street view; La Ley Sup.
FUNDAR EL FALLO en lo más fehaciente” (conf. SCBA, to grafica una rotonda, sitúa al colectivo transitando por Act. 13/05/2014, 1 - Cita Online: AR/DOC/1474/2014).
DJBA, t. 36, págs. 393 y 471, autos “Emmi c/ Carnevale”, la misma, y a la motocicleta embistiéndolo desde atrás. Su utilización, hoy en día, está más que difundida so-
Agosto/53). En su dictamen (el archivo adjunto digital en .pdf por- cialmente.
Yendo al análisis del expediente, en primer lugar hay que la presentación electrónica –y la impresa en papel– no Lo que hay que definir es si procede, o no, su uso en el
un dato fundamental: la actora circulaba en una motoci- deja ver estas imágenes), el perito inserta dos fotografías, contexto de un proceso judicial.
cleta y es ella la que embiste al colectivo de la empresa que también voy a reproducir aquí: Teniendo en cuenta la época en la que se sancionaron
demandada, en su parte trasera. nuestros Códigos Procesales, los mismos no contienen
Esta circunstancia (el carácter de embistente de la mo- ningún tipo de referencia a este tipo de tecnologías.
tocicleta) es reconocida por la propia accionante en su es- Pero las mismas existen, y están disponibles.
crito liminar cuando afirma que –frente a la maniobra y Con lo cual se impone al operador jurídico intentar de-
detención del colectivo– “no llega a esquivarlo y termina finir si es posible, o no, su utilización en el marco del pro-
embistiendo su lateral izquierdo con la parte trasera del ceso y, en su caso, cómo debe hacérselo.
ómnibus” (ver fs. 19). Partimos de una premisa fundamental: la prueba debe
Por lo demás, el carácter de embistente de la motoci- producirse por los medios específicamente previstos (art.
cleta surge –también– de la pericial de ingeniería llevada a 376 CPCC) y el contemplado para los casos en que se
cabo (ver fs. 233 vta.). quiere constatar el estado de lugares o cosas, es el recono-
Y, además, al ser entrevistada por la perito psicóloga, la cimiento judicial (art. 477 CPCC).
accionante igualmente reconoce que fue ella quien embis-
tió al colectivo (ver fs. 304 vta./305). EDICTOS
Entonces, y hasta aquí, tenemos que la motocicleta re- CIUDADANÍA Juz. Civ. y Com. Federal N° 1 Sec.
sultó el agente activo de la colisión. El juzgado Nacional de Primera Ins- Nº 2 de la Cap. Fed. Hace saber que
DANIEL ALEXANDER TORO HERRE-
Tenemos, además, que la actora –al instaurar el recla- tancia en lo Civil y Comercial Federal
RA, nacionalidad VENEZOLANA DNI
N° 5, Secretaría Nº 9, sito en la calle
mo– sostuvo que el colectivo ingresó a exceso de velocidad Libertad 731, piso 10° de la Capital N° 95.431.733, solicitó la concesión
Federal, hace saber que DUEÑAS TE- de la CARTA DE CIUDADANÍA AR-
y se detuvo para el ascenso o descenso de algún pasajero. RRE, Miguel David DNI: 95.495.000 GENTINA. Se deja constancia que
Pues bien: tal circunstancia no está demostrada de ma- nacionalidad Cubana, ocupación deberá publicarse por dos días en El
analista de sistemas, ha iniciado los Derecho. Buenos Aires, 27 de mayo
nera alguna. trámites tendientes a la obtención de de 2019. Mercedes Maquieira, sec.
Cabe aquí hacer notar que el Sr. Juez de Grado no le la Ciudadanía Argentina. Cualquier I. 7-6-19. V. 10-6-19 313
persona que tuviere conocimiento
dio crédito a la versión del testigo M., efectuando un dete- de algún acontecimiento que pudie- Juz. Civ. y Com. Federal N° 1 Sec.
nido análisis de su declaración (ver fs. 421 vta./423 vta.). re obstar a dicha concesión, deberá Nº 2 de la Cap. Fed. Hace saber que
hacer saber su oposición fundada al IRINA RYBINA, nacionalidad Kirguis
Al respecto, nada se dice en la expresión de agravios; Es así como, del dictamen (y sus adjuntos) surge con Juzgado. Publíquese por dos veces, DNI Nº 93.873.609, solicitó la con-
con lo cual este aspecto del fallo deviene firme, por incon- toda claridad que sí existía una rotonda y que el colec- en el lapso de quince días. Buenos cesión de la CARTA DE CIUDADANÍA
Aires, 10 de mayo de 2019. N. Ja- ARGENTINA. Se deja constancia que
trovertido (art. 260 del CPCC). tivo circulaba por ella, cuando fue embestido –desde vier Salituri, sec. deberá publicarse por dos días en El
Es que si la actora pretendía que nos apoyáramos en atrás– por la parte actora, que se incorporaba a la misma. I. 7-6-19. V. 10-6-19 311
Derecho. Buenos Aires, 28 de mayo
de 2019. Ana Laura Bruno, sec.
estos dichos testimoniales debió –de manera concreta y Dice la recurrente que el perito en ningún momento El Juzgado Nacional de Primera Ins- I. 7-6-19. V. 10-6-19 314
razonada– demostrar el yerro del fallo en el punto; cosa habló de una rotonda; en verdad, y como se podrá advertir, tancia en lo Civil y Comercial Fede-
El Juzgado Nacional de Primera Ins-
ral n° 7, a cargo del Dr. Javier Pico
que ni siquiera intenta, lo que demuestra su conformidad la existencia de la rotonda surge de la información gráfica Terrero, Secretaría n° 13, a mi car- tancia en lo Civil y Comercial Fede-
que formó parte del mismo dictamen pericial y que en mo- go, sito en Libertad 731, 6° piso de ral N° 3, a cargo del Dr. José Luis
–o al menos aquiescencia– con este tramo de la decisión. la Capital Federal, comunica que la Cassinerio, Secretaría N° 6, a cargo
Con lo cual, no hay ninguna prueba en el expediente do alguno podemos soslayar. Sra. DIONICIA ALTAGRACIA BAS- de la Dra. María Florencia Millara,
TARDO JOSE con DNI 94.862.314, sito en Libertad 731, piso 4to., de
(arts. 375 y 384 del CPCC) de que el colectivo hubiera Ahora bien, sobre este punto, el fallo en crisis tiene otra nacida el 9 de octubre de 1980 en esta ciudad, hace saber que VAHE
hecho una maniobra como la descripta en el escrito inicial. particularidad: el Sr. Juez de Grado abrevó –para formar El Factor, República Dominicana, ha OHANYAN, D.N.I. N° 95.731.211,
solicitado la declaración de la ciuda- de nacionalidad armenia ha solicita-
¿Qué más nos queda? su convicción– en la herramienta Street View de Google danía argentina. Cualquier persona do la declaración de la “Ciudadanía
Pues la cuestión de la prioridad de paso. Maps (ver fs. 423 vta.). que tuviere conocimiento de algún Argentina”. Cualquier persona que
acontecimiento que pudiere obstar a conozca algún impedimento para la
El Sr. Juez de Grado consideró que ella asistía al colec- Para analizar de qué se trata, nada mejor que acudir dicha concesión, deberá hacer saber concesión de dicho beneficio podrá
tivo, por circular en una rotonda, haciendo aplicación del a la propia fuente; según explica Google, Street View de su oposición fundada al Juzgado. El hacerlo saber a través del Ministerio
presente se publica a los efectos del Público, dentro del plazo de quince
art. 43 inciso e) de la ley 24.449. Google Maps es una representación virtual de nuestro Art. 11 de la ley 346. Publíquese por días. Publíquese por dos días. Buenos
entorno en Google Maps que engloba millones de imá- dos días dentro de un plazo de quin- Aires, 27 de mayo de 2019. María
Dicho precepto indica que, para las rotondas, “tiene ce días. Buenos Aires, 27 de mayo Florencia Millara, sec. fed.
prioridad de paso el que circula por ella sobre el que in- genes panorámicas (véase, en la web, https://www.goo- de 2019. Fernando G. Galati, sec. I. 7-6-19. V. 10-6-19 316
tenta ingresar debiendo cederla al que egresa, salvo seña- gle.com/intl/es/streetview/). I. 7-6-19. V. 10-6-19 312 El Juzgado Nacional de Primera Ins-
lización en contrario”. En esencia: mediante el uso de esta herramienta, y a tra- El Juzgado Nacional de Primera Ins- tancia en lo Civil y Comercial Federal
tancia en lo Civil y Comercial Federal Nº 8, secretaría N° 15, sito en Liber-
Con lo cual juegan estas reglas especiales, conforme lo vés de la pantalla del dispositivo electrónico, quien observa Nº 8 a cargo del Dr. Marcelo Gota, tad 731 7° Piso de esta ciudad, infor-
determina el art. 41 inciso f). puede situarse (y recorrer virtualmente) determinado lugar. secretaría Nº 16 a mi cargo, sito en ma que JUAN JOSE RIVERA CAÑIZA-
Libertad 731 7° Piso de Capital Fede- LEZ de nacionalidad VENEZOLANA
La actora –en sus agravios– cuestiona el tema de la ro- Con todo, es necesario tener en cuenta que dicho re- ral, hace saber que DENIMAR CARO- con DNI 95.386.972 ha iniciado los
tonda. corrido no se efectúa en tiempo real, sino que se trata de LINA PIRELA VILORIA de nacionalidad trámites tendientes a obtener la ciu-
VENEZOLANA con DNI 95.467.321 dadanía argentina. Por ello cualquier
Ingresando en el análisis del punto, es imprescindible imágenes pretéritas. ha peticionado la concesión de la ciu- persona que tuviere conocimiento de
proceder a la observación de las fotografías adjuntas por el Sobre la herramienta, la doctrina ha señalado que dadanía argentina, a fin de que los algún acontecimiento que estimara
interesados hagan saber a este Juz- podría obstar a dicha concesión, de-
experto a su labor, y del croquis que efectúa. Aclaro aquí “Google Street View (GSV) es una opción de Google Maps gado las circunstancias que pudiesen berá hacerlo saber a este Juzgado.
que deben visualizarse los .pdf adjuntos a la presentación que permite a los usuarios realizar recorridos fotográficos obstar a dicho pedido. Publíquese por Publíquese por dos días. Buenos Ai-
dos días. Buenos Aires, 30 de abril res, 8 de febrero de 2019. Felipe J.
código de referencia 233200436013092830 y no la pre- de 360º a nivel del suelo por calles, hitos arquitectónicos de 2019. Sebastián A. Ferrero, sec. Cortés Funes, sec.
sentación en sí, porque en ella las imágenes no aparecen. mundiales, edificios, el interior de museos, negocios, res- I. 7-6-19. V. 10-6-19 317 I. 7-6-19. V. 10-6-19 315

Interior: Bahía Blanca: Notas Jurídicas: Tel. (0291) 4527524 / La Plata: Tel. (011) 4349-0200, int. 1181 / Mar del Plata: Jorge Rabini Tel./Fax (0223) 4893109 / Córdoba: Alveroni Libros Jurídicos (0351) 4217842
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D i a r i o d e D o c t r i n a
Con todo, y poniendo las cosas en perspectiva, es claro
que cuando se diseñó el sistema normativo del Código, el
medio en cuestión se estructuró así por la sencilla razón
de que no existían –aún– tecnologías que le permitieran
al magistrado hacerse presente no de manera física sino
virtual en determinado lugar.
Por lo demás, y afinando el análisis, para darle un en-
cuadre jurídico al asunto, podremos decir que cuando se
utiliza Street View, estamos frente a un documento, con
aptitud representativa y que ingresa en el ámbito del art.
287, último párrafo, del CCyCN.
Quiero significar, así, que cuando se observa Street
View, se están utilizando archivos de imágenes, presenta-
dos de un modo específico, que posibilitan un recorrido y
movimiento –virtual– por un espacio determinado (y que,
insisto, no se realiza en tiempo real, sino que se trabaja
con imágenes recolectadas algún tiempo atrás).
Pero es, en definitiva, un documento; uno muy grande,
podrá decirse; conformado por la unión de muchos otros
documentos; pero un documento al fin.
Si tenemos al documento como una cosa con aptitud re-
presentativa, quizás lo que nos exhibe Street View –dadas
sus posibilidades de representación del entorno– pueda ser
considerado el documento por excelencia.
Llegado este punto cabe preguntarse, ahora, si el juez
puede trabajar con documentos que las partes no hubieran
arrimado al proceso.
Y la respuesta es afirmativa.
Recordemos que el art. 36 inc. 6º) del CPCC posibilita
al juez “mandar, con las formalidades prescritas en este
Código, que se agreguen documentos existentes en poder
de las partes o de los terceros en los términos de los artícu-
los 385º y 387º”.
La norma nos habla de documentos en poder de las par-
tes o de terceros.
Como lo llevo dicho, en el caso de Street View, se trata
de un documento, y que está en poder de un tercero (la
compañía).
Con todo, a nadie se le ocurriría que el juez dispusiera la
“agregación” de la totalidad de los documentos (imágenes)
que conforman la base con la cual trabaja la herramienta.
Y tampoco se lo podría “agregar” dado su carácter in-
material.
En verdad, el tema de la anexión y el uso de documen-
tación cuando estamos frente a documentos electrónicos
y expedientes en soporte papel es un tema complejo, que
impone reconfigurar –necesariamente– ciertas pautas del
procedimiento.
Antes, en el predominio del soporte papel, las cosas eran
más lineales: si se decidía usar un documento, se lo incor-
poraba (materialmente) al expediente; a partir de allí, el juez
(y las partes) podían observarlo y trabajar en base al mismo.
Pero ahora, con la irrupción de las TICs, estamos frente
a nuevas realidades documentales.
Llegado este punto, es tiempo de señalar –también– que
en sendas ocasiones la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia ha reprobado el temperamento consistente en la
utilización, para decidir, de información que los propios
tribunales recaben en la red al momento de decidir (Sup.
Corte Bs. As., 13/5/2015, “González, Elisa Miriam contra
Santoro, Carlos Horacio y otros. Despido” y 28/11/2018,
“Barbas, Juan Alberto contra Racing Club Asociación Ci-
vil. Diferencias salariales”).
¿Impediría esto la utilización de Street View?
Por mi parte, entiendo que no, pero que ello amerita
algún afinamiento en el análisis.
En correlato con lo que vengo diciendo, y aquí otra
cuestión fundamental, es necesario tener presente lo pres-
cripto por el art. 471 del CPCC.
Recordemos que el mismo establece que “De oficio o a
pedido de parte, el Juez podrá ordenar. 1º) Ejecución de
planos, relevamientos, reproducciones fotográficas, cine-
matográficas, o de otra especie, de objetos, documentos o
lugares, con empleo de medios o instrumentos mecánicos;
2º) Exámenes científicos necesarios para el mejor esclare-
cimiento de los hechos controvertidos; 3º) Reconstrucción
de hechos, para comprobar si se han producido o pudie-
Buenos Aires, viernes 7 de junio de 2019
y J u r i s p r u d e n c i a
ron realizarse de una manera determinada. A estos efectos
podrá disponer que comparezcan los peritos y testigos”.
Nuestro supuesto se emplazaría en el ámbito del inciso
1º; y así podemos señalar que –en ciertos casos– no ten-
dría ningún sentido disponer la ejecución de este tipo de
medidas, cuando las mismas ya fueron ejecutadas y están
disponibles para el público en general, en el contexto de la
herramienta que vengo mencionando.
Un bien entendido principio de economía procesal
(ahora, interpretado en clave tecnológica) es el que me
inclina a opinar así.
Con esto no quiero significar que considere correcto
que, al momento de decidir, el magistrado abreve directa-
mente en cualquier fuente que pudiera encontrar en la red.
No solo porque los fallos de la casación local lo han
considerado inadecuados sino porque, desde mi punto de
vista, es necesario –como lo decía– incorporar cualquier
información que vaya a utilizarse valiéndonos de los me-
dios de prueba legalmente previstos, o de los análogos que
pudieran ser necesarios.
Pero ocurre que, en cuestiones como las que aquí esta-
mos analizando, lo que se trata de determinar es la dispo-
sición y trazado de las arterias.
Por nuestra parte, en alguna ocasión hemos utilizado
–por ejemplo– croquis extraídos del servicio Maps, solo
como recurso gráfico a los fines expositivos, considerando
que la disposición de las arterias es un dato de público
y notorio conocimiento (esta Sala en causa MO-38154-
2012, R.S. 216/17, entre otras).
Nuestros tribunales también han hecho aplicación de la he-
rramienta Street View al momento de decidir, en varias oca-
siones para apreciar ciertas condiciones de la vía pública (Cá-
mara de Apelaciones en lo Civil y Comercial Común de Con-
cepción, 6/12/2016, “Paz, Carlos Simón c. Muruaga, Rossana
Daniela y otro s/ daños y perjuicios”, La Ley cita online: AR/
JUR/88174/2016; C. Civil y Comercial de Bahía Blanca, Sa-
la I, 20/10/2016, “Alsina, Mauro Ariel c. Constanzo, Lucia-
no Hernán s/ daños y perjuicios”, La Ley cita online: AR/
JUR/70548/2016; C. Nac. Civ., sala M, 13/10/2017, “Montu-
rano, Claudio Gastón y otro c. De Seta, Olga y otros s/ daños
y perjuicios”, La Ley cita online: AR/JUR/78778/2017).
Incluso alguna normativa provincial comenzó a con-
templar el uso de esta herramienta (cfe. Dec. 1705/2018,
de la Provincia de Córdoba, en su art. 25).
La doctrina española también ha estudiado el tema, se-
ñalando que el uso de Street View no constituye en sí mis-
mo un medio de prueba legal y no pretende serlo tampoco,
ya que el medio de prueba sería la declaración del testigo,
de parte o la pericia, limitándose el programa informático
a auxiliar al juez y facilitar la ubicación en un contexto
físico determinado en tres dimensiones.
Se trataría, así, de un medio auxiliar del juez.
Aseverando que un problema que se puede presentar es
el de la fecha y hora de la imagen, desde que el programa
no indica fecha de captación, pero no es menos cierto que
en autos pueden obrar otros medios de prueba (croquis)
que describan el lugar, y así podrá advertirse algún cambio
en la configuración física del sitio.
Por lo demás, se señala que salvo pequeñas obras, la con-
figuración de las calles, su trazado, distancias y aceras no
suelen variar en el tiempo o no lo hacen de forma continua y
constante, con lo cual la imagen que ofrece en el programa
es bastante real del estado en que se mantienen las cosas.
Postulando, asimismo, que no se observa inconvenien-
te en que el juez acuda de oficio al Street View, al no ser
un medio de prueba sino un mecanismo auxiliar (cfe. Iz-
quierdo Blanco, Pau en AA. VV., La prueba electrónica,
Lluch, Xavier Abel - Pico I Junoy, Joan [directores], Esa-
de, Bosch Editor, Barcelona 2011, p. 410).
Como está a la vista, tanto la jurisprudencia local, como
la doctrina foránea se han mostrado permeables, bajo cier-
tas condiciones, a la utilización de este tipo de tecnologías.
Sobre este piso de marcha, y volviendo al caso, adver-
timos que el magistrado de la instancia de origen utilizó la
herramienta al momento de decidir.
Ninguna de las partes ha introducido al respecto planteo
de nulidad alguno respecto del fallo (art. 253 del CPCC)
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alegando –por ejemplo– indefensión; ni tampoco en los
agravios se dice demasiado al respecto (solo se postula
que el perito no habló de una rotonda).
Además, y aquí lo fundamental para resolver el caso,
lo que dice el magistrado acerca del resultado del uso de
Street View es exactamente lo mismo que surge del dicta-
men pericial llevado a cabo en autos.
De este modo, entiendo que –en el caso concreto– al
valerse de dicha herramienta, no se sustituyó ningún me-
dio probatorio porque aquí ya se había efectuado la pericia
específica, acerca de la cual las partes pudieron interve-
nir en su facción y contralor, y el dato recabado de Street
View no sirvió más que para complementar (y apreciar
mejor) ese dictamen (arts. 384 y 474 del CPCC).
Zanjada esta cuestión, tenemos que –en definitiva– se
encuentra probado que la actora tuvo el carácter de embis-
tente, contra un colectivo que circulaba por una rotonda (y,
por ello, con prioridad de paso), impactando contra la par-
te trasera del mismo y sin que se demostrara, de ninguna
manera, que el colectivo hubiera realizado una maniobra
incorrecta o inadecuada (como lo sostuviera la actora en
su libelo inicial).
El antedicho cuadro de situación deja en evidencia que
la actora no mantuvo adecuadamente el dominio de su ro-
dado y que tampoco respetó la prioridad de paso, que le
asistía al colectivo.
Cabe recordar, en este último sentido, que desde esta
Sala se ha señalado que el art. 64 de la ley 24.499, segun-
do párrafo, indica que
“Se presume responsable de un accidente al que care-
cía de prioridad de paso o cometió una infracción rela-
cionada con la causa del mismo, sin perjuicio de la res-
ponsabilidad que pueda corresponderles a los que, aun
respetando las disposiciones, pudiendo haberlo evitado
voluntariamente, no lo hicieron”.
El ordenamiento de tránsito es, sin dudas, la regla de con-
vivencia común de quienes utilizamos la vía pública; y más
cuando se circula con cosas generadoras de tanto riesgo.
Luego, si estas reglas no se acatan por alguien, se gene-
ra un problema trascendente (y se potencia el riesgo): los
restantes conductores no tienen por qué saber, o suponer,
que se toparán en su circular con quien o bien desconoce
las normas (lo que no se puede presuponer, salvo que no
estuviera habilitado legalmente para conducir) o bien ha
decidido no acatarlas; y es así como se producen los acci-
dentes que a diario toman estado de conocimiento público.
De este modo, y conjugando todo lo dicho (carácter
de embistente de la motocicleta, lugar del contacto entre
los vehí­culos, prioridad de paso en cabeza del colectivo,
ausencia de demostración de alguna maniobra inadecuada)
entiendo que ha quedado suficientemente demostrada la exi-
mente legal invocada, siendo que –de este modo– el accio-
nar de la actora ha fracturado el nexo causal, de manera total
y con virtualidad como para repeler la demanda instaurada.
Por ello, promoveré la confirmación del fallo apelado,
con costas de alzada a la actora vencida (art. 68 del CPCC).
IV. Conclusión
Si mi propuesta es compartida se deberá confirmar el
decisorio recurrido en todo cuando ha sido materia de
agravio, con costas a la actora (art. 68 CPCC).
Lo expuesto me lleva a votar en la cuestión propuesta
por la afirmativa.
A la misma cuestión, el Señor Juez Doctor Jorda, por
iguales consideraciones y fundamentos a los expuestos
precedentemente, adhiere votando en el mismo sentido
que el Señor Juez Dr. Gallo.
Autos y Vistos: Considerando: Conforme al resultado
obtenido en la votación que instruye el Acuerdo que ante-
cede, se confirma el decisorio recurrido en todo cuanto ha
sido materia de agravio.
Costas de Alzada a la actora (art. 68 del CPCC).
Se difiere la regulación de honorarios profesionales pa-
ra su oportunidad.
Regístrese. Notifíquese. Devuélvase. – José L. Gallo. –
Roberto C. Jorda (Sec.: Gabriel H. Quadri).