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FACULTAD DE DERECHO
DEPARTAMENTO DE DERECHO DEL TRABAJO
Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL
Páginas
1. INTRODUCCIÓN VI
2.1. De la maternidad…………………………………………………………………
1
LA MATERNIDAD …..……………………………………………………………42
5. CONCLUSIONES…………………………………………………………..158
6. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………...161
RESUMEN
Estas normas tienen claro contenido económico toda vez que afectan
la posibilidad de disponer libremente de uno de los factores de la
producción como es el recurso humano alterando el libre juego de la
contratación al imponer normas de carácter proteccionista que pueden
llegar a ser determinantes para el empleador al momento de decidir ante la
disyuntiva de contratar a un trabajador hombre o a una trabajadora mujer.
2
HENRÍQUEZ, Helia. "El empleo femenino ¿en la puerta de un mejoramiento?", Economía y trabajo en
Chile 1992-1993, Informe Anual, Santiago, Chile, p.49-70.
1.1. Reseña histórica de la legislación sobre la protección a la
maternidad en Chile.
2.1. De la maternidad
8
MACÍAS, Oscar, "La inamovilidad por causa de maternidad en el derecho laboral chileno", Tesis de
Grado, Universidad de Valparaíso, 1992, p.37.
9
Ibid..
existencia de un embarazo falso puede en determinados casos prestarse
para confusiones las más de las veces con fines fraudulentos. En efecto, se
dice que el embarazo falso puede ser imaginario, es decir, producto de
condiciones psico-patológicas de la mujer supuestamente embarazada,
puede ser aparente, producto de problemas somáticos que hacen que el
abdomen aumente de volumen y por último, puede haber falso embarazo
por simulación de dicho estado, esto es, el que se lleva a cabo para suponer
más tarde un falso nacimiento o pretender hacer efectivo algún beneficio
social o a impedir un eventual despido, en este último caso podríamos estar
ante un ilícito tanto de características civil como penal.
10
Ibid. 41.
En las siguientes líneas intentaremos desarrollar, brevemente, algunos de
estos puntos de vista.
11
MIR PUIG, Santiago, "Derecho Penal- Parte General", Barcelona, España, 5ª. Ed. 1998, p.134.
Podría de igual modo verse en las normas de protección a la maternidad
una forma de amparo a la familia, sin embargo, esta interpretación, si bien
plausible, choca con el hecho manifiesto de que entre los principios
rectores que inspiran las normas protectoras de la maternidad se encuentran
claramente establecidos tanto la universalidad como la generalidad, los
cuales, desarrollados más adelante, no permiten ser interpretados a la luz de
la existencia de una "familia", particularmente si esta es entendida, como
muchos lo hacen, vinculada al concepto de matrimonio.
Hay instituciones contenidas entre las normas de protección que sin duda
sólo pueden explicarse desde una perspectiva económica. Así por ejemplo,
el fuero en cuanto procura la mantención de la fuente de trabajo de la mujer
con el objeto de que esta cuente con una estabilidad laboral que, a su vez, le
otorgue un sustento económico para hacer frente a la manutención del
recién nacido, constituye una muestra evidente de ello. Lo dicho queda de
manifiesto en la circunstancia de que dicho beneficio se extiende durante
un plazo de tiempo determinado no obstante que la maternidad se extienda,
generalmente, más allá de dicho plazo.
12
Sentencia del Tribunal Constitucional de España 128/1987, Fj 10º Citada en "Derechos fundamentales
y principios Constitucionales", Francisco Rubio Llorente, 1ªed. 1995, Barcelona, España.
empresa conoció oportunamente las dificultades que experimentaba el
embarazo de la dependiente".
Pareciera por tanto, que más que buscar un bien jurídico protegido único,
absoluto, que justifique en general a todas las normas protectoras de la
maternidad, debemos reconocer que las diversas normas en cuestión
amparan situaciones disímiles que van desde la protección de la vida en
gestación, pasando por el sustento económico de la trabajadora, la no-
discriminación y por lo tanto la igualdad de oportunidades tanto de hombre
como mujeres para la incorporación al mundo laboral, así como la
protección del superior "fin procreador".
Cabe por último hacer presente que las normas de protección de la
maternidad se encuentran sólidamente enraizadas con el avance de los
derechos humanos. En efecto, tanto desde la perspectiva de protección a la
mujer, cuanto desde la de protección del niño, las normas en estudio se
encuentran ampliamente reconocidas en diversos instrumentos
internacionales que protegen y amparan derechos esenciales. Así por
ejemplo, como veremos más adelante en este trabajo, encontramos la
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación
contra la Mujer (1979) o la Convención sobre los derechos del niño, esta
última publicada en el Diario Oficial de 27 de septiembre de 1990 y que
señala expresamente en su artículo 6º numeral 1 que los Estados reconocen
que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida; en su numeral 2,
establece que los Estados se comprometen a garantizar en la máxima
medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño, del mismo modo
el artículo 7º, en su numeral 1, señala que el niño tendrá derecho, desde que
nace, y en la medida de lo posible, a ser cuidado por sus padres.
Estaríamos por lo tanto ante verdaderos derechos fundamentales,
entendidos estos en una doble dimensión, es decir, son al mismo tiempo
derechos subjetivos oponibles al Estado y normas objetivas indicadoras de
los elementos básicos sobre los que se debe organizar la vida comunitaria.13
13
LAURENZO C, Patricia, "El aborto no punible", Barcelona, España, 1990, p.107.
En esta perspectiva es válida, a mi juicio, la reflexión que hace el profesor
José Luis Cea en torno al tema de la supremacía Constitucional 14. Habla el
autor de la denominada "constitucionalización del Derecho", proceso en
virtud del cual "el respeto de la Supremacía que posee la Carta
Fundamental se hace patente en las leyes, decretos, actuaciones
administrativas, sentencias judiciales o fiscalizaciones practicadas por los
organismos de control. Más aún, en las cláusulas contractuales de
cualquiera índole, se formula declaración expresa de la sujeción de tales
convenciones a lo preceptuado en la Carta Fundamental".
14
CEA EGAÑA, José Luis, "Dignidad, Derechos y Garantías en el Régimen Constitucional Chileno", en
"Practica Constitucional y Derechos Fundamentales", Carlos Peña González, Colección Estudios Nº 5,
1996, Santiago, Chile. p. 63-64.
Fundamental, sin necesidad que las disposiciones legales mediaticen esa
ejecución de los preceptos supremos."
15
Sentencia del Tribunal Constitucional de España 53/1985, Fj 5º citada en "Derechos fundamentales y
principios Constitucionales", Francisco Rubio Llorente, 1ªed. 1995, Barcelona, España, p.141.
Cabe preguntarse entonces, es el nasciturus titular del derecho a la vida
como lo consagra el inciso primero del numeral 1º del artículo de 19 de la
Carta Fundamental?
Si nos remitimos estrictamente al tenor literal de dicha disposición
deberíamos señalar que el nasciturus no se encuentra amparado por dicha
norma ya que esta expresamente garantiza la vida y la integridad física y
psíquica a las "personas", concepto que solo podríamos utilizar para
referirnos a aquella criatura que, separada completamente del claustro
materno, ha logrado vivir un momento siquiera. Esto justificaría que el
propio constituyente relegara a la ley la obligación de velar por la vida del
que está por nacer.
Por otra parte una posición distinta nos señalaría que, si bien el nasciturus
no es persona, la consagración constitucional del derecho a la vida del que
está por nacer, lejos de verse debilitado se encontraría reforzado al
otorgarle la Carta Fundamental el carácter de bien jurídico en sí mismo.
Jurídicamente, el derecho a la vida tiene su tutela legal en la figura del
homicidio así como el derecho a la integridad física y síquica encuentra
adecuada protección en el tipo de las lesiones. Pero, la ley no sólo protege
16
SOTO KLOSS, Eduardo, "La noción de persona en la Constitución, (a propósito del que está por
nacer)", en Revista de Derecho Público, Julio - Diciembre de 1991, Santiago, Chile.
17
MOLINA G. Hernán, "Derecho Constitucional", Universidad de Concepción, Chile.4ª. ed.
la vida de la persona sino también la vida incipiente o, como lo establece la
norma en estudio, "la vida del que está por nacer".
Por otra parte, el recién nacido está protegido penalmente con la figura del
infanticidio que establece el artículo 394 del Código Penal.
El Código Civil no sólo protege la vida del que está por nacer sino que se
encarga, además, de la protección de sus derechos eventuales. De esta
forma el artículo 485 del citado cuerpo normativo dispone que “los bienes
que han de corresponder al hijo póstumo, si nace vivo, y en el tiempo
18
QUINTANO RIPOLLES, Antonio, "Tratado de la Parte Especial del Derecho Penal", Madrid, 1962;
citado por René Saffirio en "Protección de la maternidad". Tesis de Grado, Santiago, Chile 1982.
debido, estarán a cargo del curador que haya sido designado a este efecto
por el testamento del padre, o de un curador nombrado por el juez a
petición de la madre, o a petición de cualquiera de las personas que han de
suceder en dichos bienes, si no sucede en ellos el póstumo.”
Del mismo modo, el Código Penal prescribe que "no se ejecutará la pena de
muerte en la mujer que se halle encinta, ni se le notificará la sentencia en
que se le imponga hasta que haya pasado cuarenta días después del
alumbramiento"
Según lo dispone el artículo 194 del Código Laboral, quedaran sujetas a las
disposiciones de protección a la maternidad las mujeres que laboran en los
servicios de la administración publica, los servicios semifiscales, los de
administración autónoma, las municipalidades y todos los servicios y
establecimientos, cooperativas o empresas industriales, extractivas,
agrícolas o comerciales, sean de propiedad fiscal, semifiscal, de
administración autónoma o independiente, municipal o particular o
perteneciente a una corporación de derecho público o privado. La misma
norma nos indica, que éstas comprenderán las sucursales o dependencias en
los establecimientos, empresas o servicios indicados. Además, estas
disposiciones beneficiarán a todas las trabajadoras que dependan de
cualquier empleador, comprendidas aquellas que trabajan en su domicilio y,
en general, a todas las mujeres que estén acogidas a algún sistema
previsional.
19
REVISTA Fallos del Mes, N° 345, agosto, 1987, pág. 546.
No obstante, la existencia de la norma del artículo 5º el legislador fue
reiterativo al señalar en el artículo 195º inciso tercero, respecto del permiso
pre y post natal, así como respecto del fuero, el carácter irrenunciable de
estas normas al señalar su vigencia aún contra estipulación contractual.
20
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 2037/119, del 17.04.86,
En el caso del fuero maternal, la trabajadora que no desea esperar el plazo
del año después de expirado el descanso de maternidad, durante el cual se
encuentra acogida a fuero, puede renunciar a dicho fuero y poner término al
contrato de trabajo, pues no está obligada a trabajar si no lo desea, aún más,
en pleno embarazo puede marginarse voluntariamente de su empleo si
existe acuerdo con su empleador. Es lícita la renuncia libre y consciente al
fuero".21
21
CORTE de Apelaciones Santiago, 02.10.92, Rol Nº 1481.
A pesar de lo señalado, se manifiesta que aún no está asegurada una
cobertura universal a todas las trabajadoras. Aunque la vasta mayoría de
países en el mundo conceden por ley una licencia retribuida de maternidad
y muchos otros ofrecen prestaciones sanitarias y protecciones del empleo,
la distancia entre la ley y la realidad sigue siendo enormes.
Del mismo modo los modelos de protección son desiguales y dan lugar a
que algunas mujeres disfruten de buenas prestaciones, mientras que otras
están total o parcialmente desprotegidas.
Las que tienen menor protección, según este informe de la OIT, son las
mujeres que trabajan en la agricultura, las empleadas de hogar, las que
trabajan en casa y las trabajadoras a tiempo parcial.
Se señala así que los ingresos de las mujeres son fundamentales para la
supervivencia de las familias en muchos países y de hecho, su trabajo es la
principal fuente de ingresos para un 30 por ciento de los hogares de todo el
mundo.
En su informe, la OIT analiza el trato que dan 152 Estados miembros, tanto
en derecho como en la práctica, a las mujeres en edad de procrear, y
compara la legislación de estos países con las normas internacionales
adoptadas por la Organización.
22
Sobre las principales tendencias mundiales en la materia, ver "Condición laboral de la mujer
trabajadora", de Martha Márquez Garmendia, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Universidad de la
República, Uruguay, 1993, p 49 - 56.
Un resumen de los resultados del estudio nos muestra la siguiente realidad:
Entre los países que otorgan las licencias retribuidas de maternidad más
prolongadas figuran la República Checa (28 semanas), Eslovaquia (28
semanas), Croacia (6 meses y 4 semanas) Hungría (24 semanas), la
Federación Rusa (20 semanas) e Italia (5 meses). Dinamarca, Noruega y
Suecia prevén asimismo largas licencias pagadas, que pueden tomar la
madre o el padre, si bien una parte de la licencia está reservada a la madre.
En Estados Unidos, el derecho a una licencia no retribuida de 12 semanas
de duración durante un período cualquiera de 12 meses, con motivo del
nacimiento de un hijo y del cuidado del neonato, está reconocido por la Ley
sobre licencia por motivos familiares y médicos, de 1993. Sin embargo,
esta ley se aplica sólo al personal de las empresas que emplean a 50 o más
trabajadores.
Para que la protección contra el despido sea efectiva, también debe abarcar
el período que sigue a la reintegración al trabajo.
Los países nórdicos se han dotado de las políticas más ventajosas para los
padres que trabajan, entre las que figuran el pago de indemnizaciones por la
pérdida de ingresos y la concesión de subsidios familiares. Cabe destacar la
legislación aprobada recientemente en Estados Unidos, pues si bien las
licencias previstas en ésta no son remuneradas, tiene derecho a ellas tanto
la madre como el padre, sin distinción.
23
BENADAVA, Santiago, "Derecho Internacional Público". , Editorial Jurídica Cono Sur, Chile, 6ª Ed.
1999.p.4
instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular. Los
tratados reciben denominaciones como convenciones, acuerdos, cartas
protocolos, etc.
24
Informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, contenido en
el Boletín Nº139-10, en Francisco Zúñiga Urbina: Función Consultiva de la Comisión de Constitución,
Legislación, Justicia y Reglamento del Senado.
Estados. En segundo lugar, que a su adopción por la Conferencia
Internacional del Trabajo y atendiendo su carácter tripartito de ésta, no solo
concurren los gobiernos, sino que también los representantes de los
empleadores y de los trabajadores de los respectivos sectores nacionales, lo
que confiere especial fuerza y viabilidad al contenido del instrumento. En
tercer lugar, el hecho de constituir normas que aun en el evento de su no
ratificación por los Estados, dan origen a ciertas obligaciones, por parte de
éstos, como son las de someter su texto a las autoridades competentes y de
mantener informada a la O.I.T. sobre el estado de la legislación positiva
interna en relación a la materia del convenio25.
25
MONTT B. Manuel, "Principios de Derecho Internacional del Trabajo", Santiago, Chile, 1999.
Contrariamente a los "convenios", destinados fundamentalmente, como se
desprende de lo dicho, a "crear obligaciones" para los Estados que lo
ratifiquen, las "recomendaciones internacionales del trabajo" tienden sólo a
"orientar", a "proponer" determinadas medidas internas en materia de
política social. Por regla general, las recomendaciones tienen lugar en tres
casos: a) Cuando la cuestión de que se trata, si bien obedece a una
necesidad laboral general aún no se halla "madura", por razones de diversa
índole, para un convenio; b) Como complemento de un convenio en cuanto
la recomendación pueda detallar modalidades de aplicación del mismo; c)
Cuando la naturaleza del asunto requiera por una parte un pronunciamiento
internacional, pero, por otra, sea difícil o imposible establecer una
normativa común, como ocurre, por ejemplo, con la formación profesional,
servicios sociales, relaciones profesionales, etc., en que las prácticas en los
diversos países suelen ser sumamente heterogéneas.
LA MATERNIDAD
El artículo 195 del Código del Trabajo establece, como regla general,
que la trabajadora tendrá derecho a un descanso de maternidad de seis
semanas ante del parto (descanso prenatal) y doce semanas después de él
(descanso postnatal), prescribiendo que este derecho no podrá renunciarse
y estableciendo una prohibición de realizar trabajo durante el período en
que se extienda dicho descanso. Asimismo, no obstante cualquier
estipulación en contrario, deberá conservársele el empleo durante todo el
período indicado.
26
DIRECCIÓN del Trabajo “Las normas que protegen la Maternidad en Chile: el comportamiento de las
empresas”, Cuaderno de Investigación Nº3, Departamento de Estudios.
profesión médica, sino que se habría tomado en un sentido restringido
aludiendo exclusivamente a la última etapa del parto descrita anteriormente
coincidente con la noción de nacimiento, esto es, separación total del feto
del cuerpo de su madre.
30
DIRECCION del Trabajo, Ordinario 3.143, de 27.05.85.
por Christian Melis Valencia en su trabajo “La protección de la maternidad
en el Trabajo”, quien indica que “...no obstante que la conclusión anterior
se encuadra en el tenor literal de la ley, cabe hacer presente que en honor a
la verdad no se vislumbra la diferencia, en relación a la salud física y
psíquica de la madre, entre un aborto espontáneo, producido por ejemplo,
estando avanzado el embarazo, con la muerte al nacer del menor. En el
contexto antes señalado, ya no interesa la salud del menor, toda vez que, o
no llegó a nacer o nació muerto, en consecuencia lo que debiera tenerse en
cuenta debiera ser la salud de la madre. Por de pronto, si de lo que se
tratase no fuese la salud de la madre, debería negarse en forma absoluta el
descanso postnatal de la madre, tanto en caso de aborto o de muerte al
nacer. En cambio, lo que se hace es simplemente atenerse al tenor de la
letra de la ley, sin mirar en los objetivos perseguidos por la norma, y en el
caso que nos ocupa, es evidente que no puede ser la protección del menor,
sino que debiera ser la de la madre.”31
31
MELIS, Christian, "La Protección de la Maternidad en el Trabajo", Apuntes Facultad de Derecho
Universidad de Chile, 1999, p. 53.
32
DELORME G., Viviana y WALKER E., Francisco, "El trabajo de las mujeres: de la protección a la
maternidad y de las salas cunas", Revista Laboral Chile, Febrero-Marzo 1999, p. 71.
Por ello en el futuro debiera considerarse un período de descanso
para la mujer afectada por esta situación, sin duda menor en tiempo al
período normal de postnatal, pero que le permita su recuperación.
Igual situación ocurre ante la muerte del hijo recién nacido, es decir,
la trabajadora puede seguir haciendo uso del descanso postnatal, sin
embargo, el fuero consagrado en el artículo 201 del Código del Trabajo no
le es aplicable.
El artículo 201 del Código del Trabajo prescribe que el período que
abarca el fuero maternal va desde el momento de la concepción y se
prolonga hasta un año después del descanso postnatal. Agrega, la citada
disposición, que si por ignorancia del estado de embarazo se hubiere
dispuesto el término del contrato en contravención a lo dispuesto en el
artículo 174, la medida quedará sin efecto, y la trabajadora volverá a su
trabajo, para lo cual bastará la sola presentación del correspondiente
certificado médico o de matrona, sin perjuicio del derecho a remuneración
por el tiempo en que haya permanecido indebidamente fuera del trabajo, si
durante ese tiempo no tuviere derecho a subsidio.
36
CORTE SUPREMA, 4 de junio de 1997, Revista de Derecho y Jurisprudencia, 1997 TOMO XCIV p.
62
normal del descanso puerperal que son 12 semanas una vez que ha ocurrido
el parto.
37
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 3849/155, de 15.07.92.
A igual conclusión arriban nuestros Tribunales de Justicia, según da
cuenta la sentencia de la Corte de Apelaciones de Temuco de 19 de abril de
1.990, confirmada por sentencia de la Corte Suprema de 10 de mayo de
1.990, la cual expresa que “encontrándose debidamente acreditado el
embarazo de la trabajadora a la fecha de la declaración de vacancia de su
cargo (9 de diciembre de 1988), tiene plena aplicación de lo establecido en
el artículo 186 del Código del Trabajo, por amparo del fuero maternal y en
tales circunstancias la Municipalidad, por intermedio de su Alcalde, debió
proceder a la reincorporación en su cargo a la demandante con la sola
presentación del certificado médico correspondiente y cumplir, además,
con la obligación de cancelarle sus remuneraciones del período intermedio
en que no pudo ejercer sus labores por despido ilegal; y que a lo señalado
precedentemente no se opone la argumentación que el artículo 22 del
Decreto Ley 3.551 es una disposición legal de rango constitucional, porque
además de no tratarse de una disposición de tal rango, el ámbito del artículo
186 del citado Código es absoluto y no admite postergación o excepción
alguna que lo sobrepase.”38
38
CORTE DE APELACIONES de Temuco, 19 de Abril de 1990, en Revista de Derecho y
Jurisprudencia 1990, TOMO LXXXVII, p. 143.
semanas, documento al que se otorga mérito probatorio, por estar
íntimamente relacionado con el resto de la prueba rendida y con el
certificado de nacimiento de fs. 61, del que se desprende que el niño
producido de tal embarazo, nació con fecha 29 de enero pasado.
De tales antecedentes aparece de manifiesto que la demandante, a la fecha
en que concluyeron sus servicios, presentaba una gestación de alrededor de
cuatro meses, lo que evidentemente debió estar en conocimiento de
empleador.
Decimocuarto: Que conforme a lo prevenido en el artículo 186 del Código
del Trabajo, la actora, a la fecha de expiración de sus servicios, se
encontraba amparada por el fuero maternal y aun cuando la demandada
hubiere ignorado tal circunstancia, una vez informada, debió reincorporarla
a sus funciones.
Decimoquinto: Que conforme a lo ya expresado y lo dispuesto en el
artículo 165 de Código ya citado, el despido de que fue objeto la
trabajadora en nulo y por ello deberá ser reincorporada a sus labores, sin
perjuicio de que se le paguen las remuneraciones correspondientes a todo el
período en que permaneció indebidamente separada de su trabajo, como
también las cotizaciones previsionales.” Este fallo fue confirmado por la
Corte Suprema el 20 de Diciembre de 1989.
39
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 7341/120, de 21.09.89.
trabajadora la obligación inexistente de presentar a su empleador el
certificado que justifique el embarazo para pedir la reposición en el
empleo. (Corte de Concepción de 12 de julio de 1985, rol 42-85).
Acreditado que sea el estado de embarazo, la obligación del Tribunal
requerido sin atender a ninguna otra consideración, debe ordenar la
reposición de la trabajadora en sus funciones y disponer el pago de las
remuneraciones devengadas durante el período de separación. d) Que de
conformidad a lo dispone el artículo 181 del Código de Trabajo, las
trabajadoras tendrán derecho a un descanso de maternidad de 6 semanas
antes del parto y 12 semanas después de él. Por su parte, conforme al
artículo 186 durante el período de embarazo y hasta un año después de
expirado del descanso de maternidad, la trabajadora estará sujeta a lo
dispuesto en el artículo 165, vale decir, estará amparada por fuero. Por estas
consideraciones y citas legales, se confirma la sentencia apelada de fecha
30 de agosto de 1988, escrita a fojas 20 con declaración de que en caso de
negativa de la demandada a reincorporar a la actora, deberá pagarle, aparte
de los salarios que corresponda por su fuero maternal, de un año. Para los
efectos de la reincorporación de la actora, el juez de la causa deberá
disponer que un receptor judicial proceda a acompañar a dicha litigante y
constatar la reincorporación, debiendo previamente este funcionario, fijar
día y horas para llevar a cabo la diligencia.”40
40
CORTE SUPREMA, 15 de mayo de 1989, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, TOMO LXXXVI,
p.92.
presume como fecha de la concepción, y por lo tanto, del inicio del
embarazo, el período que corre desde los ciento ochenta días y hasta los
trescientos días anteriores al nacimiento del menor, de tal suerte que aún
faltando la certificación médica correspondiente, el juez de la causa podrá
tener por acreditada la existencia del embarazo al momento del despido,
por el sólo hecho de verificarse la terminación del contrato de trabajo
dentro del período establecido en el citado artículo 76 del Código Civil.
42
CORTE APELACIONES de Temuco, 24.08.84, rol Nº271-84.
del fuero maternal, establecido en el inciso 3º del artículo 192 del mismo
Código (actual artículo 207 del Código). Lo anterior se fundamenta en los
siguientes razonamientos: el fuero maternal cubre todo el período de
gestación hasta el alumbramiento, esto es, nueve meses. A él se agrega un
lapso de doce semanas correspondientes al descanso postnatal y un año
más, contado desde la expiración de ese descanso. Vale decir, un total
aproximado de dos años. Pues bien, si ellos se unen a la circunstancia que
el empleador bien ha podido ignorar el estado de embarazo de la
trabajadora al tiempo de proceder a su despido y, por ende, no haber
solicitado su desafuero, situación que el artículo 186 inciso segundo (actual
artículo 201 del Código) prevé expresamente, resulta que la trabajadora
haciendo uso abusivo del derecho, podría intentar su acción por despido
indebido hasta 26 meses después de haber acaecido éste cuando la fecha de
la concepción se haya producido el mismo día del despido, como sucede en
el presente caso. Y todo ello manteniendo a su ex-empleador en absoluto
desconocimiento de su embarazo para colocarlo, al fin, por la vía judicial,
en obligación de pagarle sumas de dinero que pueden ser cuantiosas sin que
haya mediado de su parte una prestación de servicios. La hipótesis
propuesta, admisible conforme a la tesis sustentada por el recurrente y
cohonestada por fallos han declarado que el empleador puede ser
demandado por despido indebido de una trabajadora embarazada, no
obstante que, por ignorar su estado, no estaba ni en condiciones ni en la
obligación legal de impetrar la autorización previa para despedir, resulta a
todas luces aberrante. Por una parte, rompe el principio elemental de que
nadie puede ser condenado por incumplimiento de una obligación que
desconocía (a lo imposible nadie está obligado); por la otra parte, hace
abstracción de la mala fe y eventual dolo de la trabajadora al ocultar al
empleador no sólo su estado de gravidez, sino incluso su subsecuente
maternidad (abuso de derecho). Y toda esta situación de irracionalidad y de
falta de equidad encontraría una vía expedita para materializarse de
acogerse la postura en orden a la aplicación del referido artículo 192 en
relación con la prescripción de los derechos y acciones de la mujer
embarazada ampliada a la reclamación por despido indebido.43
43
Corte Suprema, 8 de junio 1992, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, Año 1992,TOMO
LXXXIX, p.233.
competente, en los casos previstos por la ley.”44
45
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 1801/61, de 25.03.92.
De otro lado, una interesante divergencia se ha planteado entre la
jurisprudencia emanada de la entidad administrativa y aquella nacida de la
discusión jurídica llevada a cabo por los tribunales de justicia en torno a la
supervivencia o extinción del fuero maternal respecto de una trabajadora
que durante el transcurso del mismo decide cambiar de empleador.
46
CORTE SUPREMA, 28 de abril de 1993, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, 1993 TOMO XC
p. 29.
mismo Código.”
49
CORTE SUPREMA, 21 de Septiembre de 1993, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, año
1993, TOMO XC p. 121.
de la posibilidad de acceder a fuentes de empleo por parte de la mujer, el
empleador será reacio a la contratación de una mujer en estado de
embarazo o que se encuentre en cualquiera de las hipótesis que le permitan
sustentar la posibilidad de acogerse a las normas de fuero.
50
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 3545/210, de 16.07.93.
que un contrato de trabajo celebrado para una determinada obra o faena no
se transforma en indefinido por el solo ministerio de la ley cuando el
trabajador adquiere fuero laboral antes de su conclusión.”51
51
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 2225/76, de 15.04.96.
de la trabajadora, no tiene su fuente en una manifestación de voluntad libre
del empleador de carácter tácito, como es el caso previsto en la disposición
legal citada, si no que se basa en el imperativo legal de retornar a su trabajo
a la empleada aforada conforme a lo dispuesto en el artículo 201 del
Código del Trabajo. De esta manera, no puede darse el efecto señalado por
la ley para una manifestación libre de la voluntad del empleador, a un caso
en el cual la continuación de los servicios de la trabajadora se ha impuesto
al empleador sin sujeción ni consideración a su voluntad. Por lo demás
considera una situación injusta, en cuanto sanciona a un empleador que
ante el conocimiento de una actuación suya no amparada por la ley, se ha
ajustado al texto normativo en cuanto le fue requerido.
52
CORTE DE APELACIONES de SANTIAGO, 17 de marzo de 1994, Revista de Derecho y
Jurisprudencia, TOMO XCI, p. 56.
del goce del fuero maternal, como se desprende, entre otros, de los artículos
182, 183, 185 y 186 del Código del Trabajo, y 16 de la Ley N° 19.010. Así,
mientras esas normas del Código del Trabajo aluden a la exigencia de
certificado médico o de matrona en las situaciones a que respectivamente
se refieren, el artículo 16 de la Ley 19.010, al tratar de la "separación
provisional" del trabajador y de la "reincorporación inmediata" del que
hubiere sido "suspendido" de sus funciones, parte obviamente de la base de
existir una relación contractual vigente o en desarrollo a que el empleador
haya puesto término por sí durante su vigencia y antes de su conclusión,
por lo que no cabe sino concluir que estas últimas disposiciones no tienen
aplicación ni sentido sin la existencia de un contrato de trabajo vigente
entre las partes."53
54
CORTE SUPREMA, 22 de julio de 1997, Revista de Derecho y Jurisprudencia, 1997 TOMO XCIV
p.104
que sufrió el establecimiento del empleador, toda vez que el fuero maternal
es de carácter personal en cuanto guarda relación con una condición de la
persona de la trabajadora y que persiste aun cuando se extinga la fuente de
trabajo, ya que continúa el hecho que lo causa, a diferencia del fuero
sindical cuya existencia está condicionada a la vida de la empresa.
55
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 2037, de 17.04.86.
Por su parte la jurisprudencia de tribunales ha señalado que “el fuero
es un derecho establecido en beneficio del trabajador, en cuya virtud éste
no puede ser despedido de su cargo salvo que medie la autorización
judicial, previa solicitud del empleador. El fuero limita al empleador pero
no al trabajador, que puede poner término al contrato de trabajo no obstante
estar amparado por tal beneficio. Los efectos del fuero operan respecto del
empleador, pero no del trabajador. En el caso del fuero maternal, la
trabajadora que no desea esperar el plazo del año después de expirado el
descanso de maternidad, durante el cual se encuentra acogida a fuero,
puede renunciar a dicho fuero y poner término al contrato de trabajo, pues
no está obligada a trabajar si no lo desea, aún más, en pleno embarazo
puede marginarse voluntariamente de su empleo si existe acuerdo con su
empleador. Es lícita la renuncia libre y consciente al fuero.”56
58
PUELMA Accorsi, Alvaro “Curso de Derecho de Quiebras”. 4ª ed. Santiago, Editorial Jurídica,
1985.p.7.
de este o de su término, especialmente el derecho a indemnización.
60
CORTE DE APELACIONES de SANTIAGO, 4 de mayo de 1994, en Revista de Derecho y
Jurisprudencia, TOMO XCI, p. 132.
61
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 3143, de 27.05.85.
objetivo de la disposición legal que tal disposición establece. Tampoco
cabe declarar que goza de fuero por otra causal o disposición legal, por
cuanto lo tenía por un motivo y norma precisa, fuero que concluyó al dejar
de existir el hecho que lo causaba. Por consiguiente, la trabajadora que
haya tenido un embarazo que no dé por resultado el nacimiento de un hijo
no tendrá inamovilidad laboral. Sin embargo, dicha trabajadora tendrá su
descanso postnatal.”62
62
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 3143, de 27.05.85.
63
CORTE APELACIONES de Santiago, 17.11.82.
sobre el fuero maternal, no obstante su preeminencia y universalidad en su
aplicación, no deben aplicarse fuera del contexto del Derecho en general, y
de sus principios rectores como lo es, en el caso particular, la buena fe.
64
HERRERO, Nieto Bernardino " La Simulación y el fraude a la ley en el derecho del Trabajo"
Barcelona, España, 1958. p.238-241.
De igual forma se ha resuelto que no procede la reincorporación de la
trabajadora que oculta su estado de embarazo. La sentencia de la Corte de
Apelaciones de Concepción de 25 de septiembre de 1.989, confirmada por
la sentencia de la Corte Suprema, de 7 de mayo de 1.990, expresa que “con
fecha 30 de noviembre de 1.987, la trabajadora firmó un finiquito en que se
consigna que prestó servicios desde el 1° de abril de 1.987 hasta el 30 de
noviembre de 1.987, fecha esta última de terminación de sus servicios por
vencimiento del plazo convenido; que no es posible que la trabajadora
oculte a su empleador el hecho de su embarazo, estado que viene a ser
conocido tres meses después de celebrado el finiquito; que es efectivo que
si el empleador desea despedir a un trabajador que goza de fuero debe
solicitar la correspondiente autorización judicial, en cambio éste para
finiquitar la relación laboral puede prescindir de él pues renuncia a un
derecho establecido para proteger un empleo que no desea conservar, que
es lo que ha sucedido en este caso; que en esta situación no procede
ordenar la reincorporación de la trabajadora porque el contrato era de
duración temporal y terminó, conforme a lo convenido, en una fecha
determinada. Tampoco podría prosperar la acción de pago de fuero porque
no ha existido despido; y que contribuye a reforzar las conclusiones
anteriores la circunstancia de que ha habido por parte de la trabajadora un
verdadero ocultamiento del embarazo”.
Es decir, la buena fe, a la que nos referimos tiene un alcance tal que
se extiende a la relación jurídica desde su etapa de formación, incluye el
período de vigencia de ésta y aún más, es plenamente exigible al momento
del término del contrato.
65
CORTE SUPREMA, 27 de Enero de 1983, en "Manual de Consultas Laborales y Previsionales",
Ediciones Técnicas Laborales Ltda., Año XIV, Nº 158, Julio 1998, p.17
66
CORTE APELACIONES Santiago, 8 de Noviembre de 1982, "Manual de Consultas Laborales y
Previsionales", Ediciones Técnicas Laborales Ltda., Año XIV, Nº 158, Julio 1998, p.17
Lo anterior se vincula estrechamente con el tema del abuso del
derecho, entendido éste "como el reclamo social destinado…a prevenir,
detener e indemnizar, según los casos, las irregularidades que, con
intención o sin ella, puedan cometerse de parte del titular en el ejercicio de
sus derechos subjetivos en perjuicio de los intereses de los demás y de la
sociedad en su conjunto".67
El artículo 174 del Código del Trabajo prescribe que en el caso de los
trabajadores sujetos a fuero laboral, el empleador no podrá poner término al
contrato sino con autorización previa del juez competente, quien podrá
concederla en los casos de las causales señaladas en los números 4 y 5 del
artículo 159 y en las del artículo 160. Agrega que el juez como medida
prejudicial y en cualquier estado del juicio, podrá decretar, en forma
excepcional y fundamentadamente, la separación provisional del trabajador
de sus labores, con o sin derecho a remuneración. Si el tribunal no diere
autorización para poner término al contrato de trabajo, ordenará la
inmediata reincorporación del que hubiese sido suspendido de sus
funciones. Asimismo, dispondrá el pago íntegro de las remuneraciones y
beneficios, debidamente reajustados y con el interés señalado en el artículo
precedente, correspondiente al período de suspensión, si la separación se
hubiese decretado sin derecho remuneración. El período de separación se
entenderá efectivamente trabajado para todos los efectos legales y
67
FERNANDEZ, Sessarego Carlos. "Abuso del derecho". Buenos Aires, Argentina. 1992.p. 32
contractuales.
De lo dicho, podemos concluir entonces que:
68
CORTE SUPREMA 19 de marzo de 1996 en Revista de Derecho y Jurisprudencia 1996 TOMO
XCIII p. 17.
En cualquier momento del juicio, el juez podrá ordenar la suspensión
del trabajador de sus labores, con o sin goce de remuneraciones, solicitud
que se encuentra establecida a favor del empleador y cuyo otorgamiento
deberá estar precedido de la presentación de antecedentes suficientemente
calificados como para que el juez considere necesario y procedente. Desde
el punto de vista procesal podemos señalar que esta solicitud puede ser
requerida como medida prejudicial o durante el juicio dando lugar a un
incidente y la resolución que sobre él se pronuncie será una sentencia
interlocutoria que fija derechos permanentes para una de las partes.
3.3.6. Cotizaciones que se deben efectuar sobre los subsidios por maternidad
69
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 2.753/128, de 09.05.94.
70
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 6411/296, de 05.11.92.
3.4.1. Aspectos generales
El artículo 203 del Código del Trabajo dispone que las empresas que
ocupan veinte o más trabajadoras de cualquier edad o estado civil, deben
tener salas anexas e independientes del local de trabajo, en donde las
mujeres puedan dar alimentos a sus hijos menores de dos años y dejarlos
mientras estén en el trabajo.
72
CORTE SUPREMA, 19 de enero de 1989.
73
Ibid.
modificar el artículo 203, del modo siguiente:
a) Sustituye en el inciso primero la expresión inicial “Los
Establecimientos”, por “Las Empresas”.
b) Reemplaza en el inciso tercero la frase “los establecimientos a que se
refiere el inciso primero”, por “los establecimientos de las empresas a que
se refiere el inciso primero”.
En igual sentido durante el año 1.995 se dictó la Ley 19.408 que hizo
extensiva a los centros o complejos comerciales, administrados bajo una
misma razón social o personalidad jurídica, la obligación de mantener sala
cuna para sus trabajadoras.
75
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 171/ 66, de 18.03.96.
análisis se refiere, deben considerarse todas las trabajadoras que prestan
servicios en los respectivos establecimientos que forman parte del centro o
complejo, incluidas aquellas que laboran en los que el empleador está
otorgando el beneficio de la sala cuna. Por otra parte, de los incisos 3º, 5º y
6º del artículo 203, se infiere que dichos centros o complejos
administrativos bajo una misma razón social o personalidad jurídica que se
encuentren ubicados en una misma área geográfica, pueden, previo informe
de la Junta Nacional de Jardines Infantiles, construir o habilitar y mantener
servicios de salas cunas para la atención de las trabajadoras de los
respectivos establecimientos que conforman. Asimismo, se colige que los
referidos centros o complejos pueden pagar directamente los gastos de la
sala de cuna al establecimiento autorizado al que la dependiente lleve sus
hijos menores de dos años. Aquellos establecimientos que formen parte de
un centro o complejo administrados bajo una misma razón social o
personalidad jurídica, y que a la fecha de la Ley 19.408, es decir, al
29.08.95, estaban otorgando en forma individual el beneficio bajo alguna
de las modalidades del artículo 203 del mismo Código del Trabajo, deben
seguir proporcionando el servicio sala cuna de acuerdo a la misma
modalidad que a dicha fecha le concedían. Los gastos que irrogue la
obligación de mantener los servicios de sala cuna son de costo del centro o
complejo comercial administrado bajo una misma razón social o
personalidad jurídica y los establecimientos que los integran deben aportar
a él las sumas correspondientes, en la misma proporción de los demás
gastos comunes.”
76
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 135/06 de 08.01.96.
sus hijos menores de dos años por el solo hecho de poseer tal calidad, esto
es, por la existencia de un contrato vigente con el empleador y mientras él
subsista. En consecuencia, para conservar el beneficio de sala cuna
respecto del hijo menor de dos años, basta que la madre permanezca
vinculada al empleador obligado a otorgarlo por medio de un contrato de
trabajo, por lo cual resulta inocua a su respecto la circunstancia que la
dependiente deje de percibir asignación familiar por el mismo hijo.”
77
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 2247/87, de 16.04.96.
obligación de pagar los gastos de sala cuna a una trabajadora que se
encuentre haciendo uso de licencia maternal con motivo del nacimiento de
su hijo. El dictamen Nº 4.337, de la Dirección del Trabajo, de 14 de junio
de 1.988, y el dictamen Nº 23.506 de la Contraloría General de la
República de 30 de agosto de 1.989, exponen que “en conformidad al
artículo 188 del Código del Trabajador, el derecho a salas cunas donde las
mujeres puedan dar alimento a sus hijos menores de dos años y la
posibilidad del empleador de cumplir dicha obligación pagando
directamente los gastos de sala cuna, tiende a permitir que las trabajadoras
dispongan de un lugar donde dejar a sus hijos menores mientras concurren
a la empresa a prestar servicios. En consecuencia, si la trabajadora no debe
presentarse al lugar de trabajo durante el período de descanso por
maternidad establecido en el artículo 181 del citado Código, no concurre el
requisito básico de asistencia y realización efectiva del trabajo,
encontrándose liberado el empleador de la obligación de pagar los gastos
de sala cuna”.
Por último, el derecho a sala cuna, como todo derecho con contenido
económico se incorpora como derecho al patrimonio de su titular, no
pudiendo serle desconocido con posterioridad, aún cuando desaparezcan
los requisitos que lo hicieron procedente. El organismo administrativo ha
instruido al respecto, en los siguientes términos:
“a) El derecho a sala cuna se configura cuando, reuniéndose el cupo
mínimo de contratación de veinte o más trabajadoras, la asistencia al
trabajo las obliga a dejar en ella a sus hijos, menores de hasta dos años para
velar por su alimentación.
b) Disminuyendo la contratación de trabajadoras a menos de veinte,
la empresa está obligada a mantener el beneficio de sala cuna a las
dependientes que están haciendo uso del mismo, y no así a las que no lo
han requerido por no cumplir con los supuestos legales, y
c) El contenido del dictamen Nº 017780, de 20.07.92, de la
Contraloría General de la República, sobre derecho a sala cuna, es
78
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 1825/110, de 20.04.93.
79
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 4330/192, de 07.08.96.
concordante con lo expresado en el presente oficio.”80
81
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 7.631, de 12.12.85.
Trabajo, la madre trabajadora tendrá derecho al permiso y subsidio en el
caso que su hijo menor de un año padeciere de enfermedad grave, en
términos que requiera directa y permanente de su atención personal en el
hogar, circunstancia que deberá ser acreditada mediante certificado médico
otorgado o ratificado por los servicios que tengan a su cargo la atención
médica de los menores. En el caso que ambos padres sean trabajadores,
cualquiera de ellos y a elección de la madre, gozará del permiso y el
subsidio que establece la ley. Si la madre falleciere, el padre tendrá los
beneficios, igualmente sucederá si éste tuviere la tuición del menor por
sentencia judicial.
El artículo 206 del Código del Trabajo establece que las madres
tendrán derecho a disponer, para dar alimento a sus hijos, de dos porciones
de tiempo que en conjunto no excedan de una hora al día, las que se
considerarán como trabajadas efectivamente para los efectos del pago de
sueldo, cualquiera sea el sistema de remuneración. Este derecho es
irrenunciable.
82
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 1.674, de 31.03.86.
no aquella que lo deja en su hogar o en otro sitio.”
83
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 8912/152, de 17.11.89.
artículo 24 del Código Civil, que, en su parte pertinente dispone de “los
pasajes oscuros o contradictorios de una ley se interpretarán del modo que
parezca más conforme al espíritu general de la legislación “la situación se
clarifica si se considera que las disposiciones del Título II del Libro II del
Código del Trabajo, relativo a la protección de la maternidad, beneficiarán
a todas las trabajadoras que se encuentran en las situaciones que las
respectivas disposiciones legales prevén, sin distingo alguno en cuanto a las
condiciones de trabajo y de remuneración en que prestan sus servicios.
Entonces, cualquiera sea el sistema de remuneración a que se encuentren
afectas dichas trabajadoras, esto es, en base exclusivamente a sueldo, trato,
remuneración mixta, etc., el periodo que las mismas ocupen en dar
alimento a sus hijos se considerará como efectivamente trabajando para los
efectos del pago de remuneración. Por otra parte, respecto a la forma de
calcular la remuneración correspondiente a dicho período de tiempo para
alimentar a los hijos y no existiendo normal legal que regule la materia, el
valor de la hora correspondiente al permiso diario para dar alimento a los
hijos menores de dos años debe determinarse sumando el total de lo
percibido por tal concepto durante el mes y dividiendo el resultado por el
número mensual de horas que comprende la jornada ordinaria pactada,
excluidas las horas de permiso de que hicieron uso.”
El artículo 199 bis del Código del Trabajo, establece que la madre
trabajadora tiene derecho a un permiso para ausentarse de su trabajo por el
número de horas equivalentes a 10 jornadas ordinarias de trabajo al año
distribuidas a elección de ella, en jornadas completas, parciales o
combinación de ambas que se consideran trabajadoras para todos los
efectos legales cuando la salud de un menor de 18 años requiera la atención
personal de sus padres en cualquiera de los siguientes casos:
Con motivo de un accidente grave;
Con motivo de una enfermedad terminal en su fase final o
Con motivo de una enfermedad grave, aguda y con probable riesgo de
muerte.
De igual forma el padre que hace uso del descanso post natal tendrá
derecho al subsidio de maternidad conforme lo ha establecido el D.F.L. 44
de 1978del Ministerio del Trabajo y Previsión Social.
De igual forma podemos indicar que el padre puede ser titular del
permiso especial que otorga la ley para el cuidado del menor de un año en
caso de enfermedad, cuando siendo tanto la madre como el padre
trabajadores, así lo señale la madre o cuando esta por su muerte no se
encuentre en condiciones de hacer uso de dicho beneficio.
84
DIRECCIÓN del Trabajo, Ordinario 752/039, 31.01.94.
Es contradictorio a nuestro juicio que en el caso en comento,
enfermedad terminal o accidente grave del hijo, el legislador haya exigido
que el beneficio sea imputado al feriado del trabajador o descontado de sus
remuneraciones, como analizamos anteriormente al tratar en particular de
este derecho, ya que ambos derechos ( remuneración y feriado) revisten el
carácter de irrenunciables para éste, poniendo de esta forma al trabajador
en la disyuntiva de elegir entre la compañía a su hijo versus la pérdida de
derechos patrimoniales legítimamente adquiridos.
86
LIZAMA, Luis. "La Dirección del Trabajo: Una Explicación de su facultad de interpretar la
legislación laboral chilena", Fundación Facultad de Derecho, Universidad de Chile, 1998, p.33.
Ahora bien, esta referencia específica no priva del hecho que en
muchas situaciones particulares existirán otras instituciones que
eventualmente podrían verse en la obligación de actuar en defensa de estas
normas.
87
VALDIVIA, Bernardo. "Protección a la Maternidad" en Manual de Consultas Laborales y
Previsionales, Ediciones Técnicas Laborales Ltda. Año XIV, Nº158, Julio 1998,p.33-36.
trae como consecuencia necesaria la sanción, la cual no es sino la reacción
específica del derecho contra los actos de conducta humana calificados de
ilícitos o contrarios al derecho88, en este caso dicha reacción se presenta
como una multa y es pues la consecuencia de tales actos.
Del mismo modo se sanciona a los empleadores por cuya culpa las
instituciones que deben pagar las prestaciones de maternidad no lo hagan.
Sin perjuicio de esta multa será de cargo directo de los empleadores el pago
de los subsidios que correspondan a las trabajadoras asegurándose de esta
forma el pago íntegro y oportuno del subsidio maternal.
88
KELSEN, Hans. "Teoría pura del derecho", Editorial Universitaria de Buenos Aires, Argentina, 10ª
edición, 1971, p. 70.
Los recursos obtenidos por concepto de multas deben ser traspasados
por el Fisco a la Junta Nacional de Jardines Infantiles, permitiendo de esta
forma la construcción y mantención de nuevos Jardines Infantiles.
Dice dicho dictamen que: " En relación con la materia cabe anotar,
en primer término, que el aludido artículo 208 del referido Código,
contenido en ese Título II, en lo que interesa, previno que "Las infracciones
a las disposiciones de este título se sancionarán con multa de catorce a
setenta Unidades Tributarias Mensuales en vigor a la fecha de cometerse la
infracción, multa que se duplicará en caso de reincidencia ". Enseguida,
menester es señalar que el inciso final del precitado artículo 208 prescribe
que la " fiscalización del cumplimiento de las disposiciones de este artículo
corresponderá a la Dirección del Trabajo y a la Junta Nacional de Jardines
Infantiles", de lo cual se podría estimar, en principio, atendiendo al solo
tenor de la regla, que estos dos organismos podrían, indistintamente,
aplicar las multas de que se trata. Con todo, es dable hacer presente que de
los artículos 18 y siguientes del D.F.L. Nº 2, de 1967, del Ministerio del
Trabajo y Previsión Social - que dispone la reestructuración y fija las
funciones de la Dirección del Trabajo - aparece con claridad que los
Inspectores del Trabajo poseen atribuciones expresas para sancionar
directamente con multas por las infracciones que constaten, a través de un
procedimiento preestablecido, tienen el carácter de ministros de fe respecto
de todas las actuaciones que realicen, incluso pueden requerir el auxilio de
la fuerza pública con el fin de desarrollar sus tareas fiscalizadoras,
prerrogativas que, entre otras, ni el Código del Trabajo ni la Ley Nº17.301 -
que regula la Junta Nacional de Jardines Infantiles- otorgan a la institución
ocurrente, de manera, pues que en estas circunstancias es improcedente
inferir la existencia de determinadas potestades sancionadoras si el
legislador, como acontece respecto de la Dirección del Trabajo, no ha
señalado a su respecto los mecanismos jurídicos para hacerlas efectivas.
89
CÓDIGO del Trabajo, COMISION DE ESTUDIOS LABORALES, TOMO II, Ed. Libromar Ltda.
Valparaíso, Chile, 1999, p 998-999.
5. CONCLUSIONES
90
Sobre las diferentes acepciones de la palabra jurisprudencia ver "Introducción al Derecho" de Máximo
Pacheco G. Editorial Jurídica de Chile, 1976, p.346-350.
y se empantana en temas ya superados en los países más desarrollados
dentro de los cuales quisiéramos ser considerados.
Pero no solo los cambios en las formas como se presta el servicio por
parte de la trabajadora serán materia de estudios. Los cambios científicos y
tecnológicos nos depararán nuevos desafíos que requerirán de ingeniosas
soluciones; así los avances en la medicina reproductiva, por ejemplo, nos
obligarán a establecer con mayor precisión el concepto de maternidad para
los efectos de las normas laborales, en efecto, ante una situación de
gestación mediante implante del óvulo fecundado en el útero de otra mujer
cabrá preguntarse ¿ A quién debe proteger la norma laboral? , ¿ Será
posible que el permiso pre y post natal aproveche a la mujer embarazada
(madre sustituta) y el fuero ceda en beneficio de la madre genética?,
¿ Hasta donde será exigible al empleador aceptar situaciones como estas?91
Esos son parte de los desafíos, no futuros sino que actuales, que
obligan a definiciones claras en aras de una convivencia armónica donde se
conjugue eficientemente la productividad de la empresa con la dignidad de
la persona del trabajador, fin último al cual debe estar destinado el campo
del derecho del trabajo.
6. BIBLIOGRAFÍA
Libros
91
Sobre el tema ver, FERNANDEZ, Marta María. "¿Cuándo una madre realmente es "madre" según las
leyes que reglamentan la maternidad parcial en los Estados Unidos?", en Memoria del VIII Congreso
Mundial sobre Derecho de Familia, Tomo I, Venezuela, 1994.
ALONSO O. Manuel, "El estatuto de los trabajadores", Madrid, España,
1991.
BARRIENTOS G. Javier, "Regímenes de excepción y recursos de
protección ante la jurisprudencia chilena", en "Practica Constitucional y
Derechos fundamentales", Carlos Peña G., Colección Estudios Nº 5 Chile,
1996.
BENADAVA, Santiago, "Derecho Internacional Público", Editorial Jurídica
Cono Sur, Chile, 6ª Ed. 1999.
CASAS BAAMONDE, María, "Derecho del Trabajo", Universidad de
Madrid, Facultad de Derecho, 1994.
CEA EGAÑA, José Luis, "Dignidad, Derechos y Garantías en el Régimen
Constitucional Chileno", en "Practica Constitucional y Derechos
Fundamentales", Carlos Peña González, Colección Estudios Nº 5, 1996,
Santiago, Chile.
EYZAGUIRRE, Jaime. "Historia del Derecho", Editorial Universitaria,
Santiago, Chile, 1978, 4ª edición.
FIGUEROA Q. María A. "La Codificación Civil chilena y la estructura de
un sistema jurídico legalista" en "Congreso Internacional: Andrés Bello y el
Derecho", Editorial Jurídica de Chile, 1982
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. "Abuso del derecho". Buenos
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GORELLI HERNÁNDEZ, Juan. "La protección por maternidad análisis
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HENRÍQUEZ, Helia. "El empleo femenino ¿en la puerta de un
mejoramiento?", Economía y trabajo en Chile 1992-1993, Informe Anual,
Santiago, Chile.
HUMERES, Hector, "Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social",
Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 1997, 15ª edición.
IRUZUBIETA F. Rafael, "El abuso del derecho y el fraude de la ley en el
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KELSEN, Hans. "Teoría pura del derecho", Editorial Universitaria de
Buenos Aires, Argentina, 1971, 10ª edición.
LAURENZO C, Patricia, "El aborto no punible", Barcelona, España,
1990.
MARQUEZ G. Martha, "Condición laboral de la mujer trabajadora",
Facultad de derecho, Informes, Instituto Uruguayo del Trabajo,
Universidad de la República, Uruguay, 1993.
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Fondo de Cultura Económica, 1986.
MIR PUIG, Santiago, "Derecho Penal- Parte General", Barcelona, España,
5ª. Ed. 1998.
MOLINA G. Hernán, "Derecho Constitucional", Universidad de
Concepción, Chile.4ª.ed.
MONTT B. Manuel, "Principios de Derecho Internacional del Trabajo",
Santiago, Chile, 1999.
PACHECO G. Máximo, " Introducción al derecho ", Editorial Jurídica de
Chile, 1976.
PUELMA ACCORSI, Alvaro “Curso de Derecho de Quiebras”. 4ª ed.
Santiago, Editorial Jurídica, 1985.
QUINTANO RIPOLLES, Antonio, "Tratado de la Parte Especial del
Derecho Penal", Madrid, 1962.
RUBIO LLORENTE, Francisco, "Derechos fundamentales y principios
Constitucionales", Francisco Rubio Llorente, 1ªed. 1995, Barcelona,
España, 1º ed. 1995.
SALAME, Teresa. "Avance tecnológico y ocupación laboral de la mujer".
Crítica Social. Santiago, Chile, Año II, Nº3, Julio, 1991.
THAYER A. William. y NOVOA F. Patricio, "Manual de Derecho del
Trabajo", Editorial Jurídica, Santiago, Chile, 1987
VALDIVIA, Bernardo. "Protección a la Maternidad" en Manual de
Consultas Laborales y Previsionales, Ediciones Técnicas Laborales Ltda.
Año XIV, Nº158, Julio 1998
WALKER, Francisco "Panorama del Derecho Social Chileno", Santiago,
Chile, 1947.
Tesis
ANEXO :
7. Normas internacionales de protección a la maternidad
emanadas de la O. I. T.
Artículo 1
1. A los efectos del presente Convenio, se consideran empresas industriales,
principalmente:
a) las minas, canteras e industrias extractivas de cualquier clase;
b) las industrias en las cuales se manufacturen, modifiquen, limpien,
reparen, adornen, terminen o preparen productos para la venta, o en las
cuales las materias sufran una transformación, comprendidas la
construcción de buques, las industrias de demolición y la producción,
transformación y transmisión de electricidad o de cualquier clase de fuerza
motriz;
c) la construcción, reconstrucción, conservación, reparación, modificación,
o demolición de edificios y construcciones de todas clases, los ferrocarriles,
tranvías, puertos, muelles, canales, instalaciones para la navegación
interior, caminos, túneles, puentes, viaductos, cloacas colectoras, cloacas
ordinarias, pozos, instalaciones telegráficas o telefónicas, instalaciones
eléctricas, fábricas de gas, distribución de agua u otros trabajos de
construcción, así como las obras de preparación y cimentación que
preceden a los trabajos antes mencionados;
d) el transporte de personas o mercancías por carretera, ferrocarril o vía de
agua, marítima o interior, comprendida la manipulación de mercancías en
los muelles, embarcaderos y almacenes, con excepción del transporte a
mano.
2. A los efectos del presente Convenio, se considera como empresa
comercial todo lugar dedicado a la venta de mercancías o a cualquier
operación comercial.
3. La autoridad competente determinará, en cada país, la línea de
demarcación entre la industria y el comercio, por una parte, y la agricultura,
por otra.
Artículo 2
A los efectos del presente Convenio, el término mujer comprende a toda
persona del sexo femenino, cualquiera que sea su edad o nacionalidad,
casada o no, y el término hijo comprende a todo hijo, legítimo o no.
Artículo 3
En todas las empresas industriales o comerciales, públicas o privadas, o en
sus dependencias, con excepción de las empresas en que sólo estén
empleados los miembros de una misma familia, la mujer:
a) no estará autorizada para trabajar durante un período de seis semanas
después del parto;
b) tendrá derecho a abandonar el trabajo mediante la presentación de un
certificado que declare que el parto sobrevendrá probablemente en un
término de seis semanas;
c) recibirá, durante todo el período en que permanezca ausente en virtud de
los apartados a) y b), prestaciones suficientes para su manutención y la del
hijo en buenas condiciones de higiene; dichas prestaciones, cuyo importe
exacto será fijado por la autoridad competente en cada país, serán
satisfechas por el Tesoro público o se pagarán por un sistema de seguro. La
mujer tendrá además derecho a la asistencia gratuita de un médico o de una
comadrona. El error del médico o de la comadrona en el cálculo de la fecha
del parto no podrá impedir que la mujer reciba las prestaciones a que tiene
derecho, desde la fecha del certificado médico hasta la fecha en que
sobrevenga el parto;
d) tendrá derecho en todo caso, si amamanta a su hijo, a dos descansos de
media hora para permitir la lactancia.
Artículo 4
Cuando una mujer esté ausente de su trabajo en virtud de los apartados a) o
b) del artículo 3 de este Convenio, o cuando permanezca ausente de su
trabajo por un período mayor a consecuencia de una enfermedad, que de
acuerdo con un certificado médico esté motivada por el embarazo o el
parto, será ilegal que hasta que su ausencia haya excedido de un período
máximo fijado por la autoridad competente de cada país, su empleador le
comunique su despido durante dicha ausencia o se lo comunique de suerte
que el plazo estipulado en el aviso expire durante la mencionada ausencia.
Artículo 5
Las ratificaciones formales del presente Convenio, de acuerdo con las
condiciones establecidas por la Constitución de la Organización
Internacional del Trabajo, serán comunicadas, para su registro, al Director
General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 6
1. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que
ratifique el presente Convenio se obliga a aplicarlo en aquellas de sus
colonias o posesiones o en aquellos de sus protectorados que no se
gobiernen plenamente por sí mismos, a reserva de:
a) que las condiciones locales imposibiliten la aplicación de las
disposiciones del Convenio;
b) que puedan introducirse en el Convenio las modificaciones necesarias
para su adaptación a las condiciones locales.
2. Cada Miembro deberá notificar a la Oficina Internacional del Trabajo su
decisión en lo que concierne a cada una de sus colonias o posesiones o a
cada uno de sus protectorados que no se gobiernen plenamente por sí
mismos.
Artículo 7
Tan pronto como las ratificaciones de dos Miembros de la Organización
Internacional del Trabajo hayan sido registradas en la Oficina Internacional
del Trabajo, el Director General de la Oficina notificará el hecho a todos
los Miembros de la Organización Internacional del Trabajo.
Artículo 8
Este Convenio entrará en vigor en la fecha en que el Director General de la
Oficina Internacional del Trabajo haya efectuado dicha notificación, y sólo
obligará a los Miembros que hayan registrado su ratificación en la Oficina
Internacional del Trabajo. Desde dicho momento, este Convenio entrará en
vigor, para cualquier otro Miembro, en la fecha en que haya sido registrada
su ratificación en la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 9
Todo Miembro que ratifique el presente Convenio se obliga a aplicar sus
disposiciones a más tardar el 1 de julio de 1922, y a tomar las medidas
necesarias para el cumplimiento de dichas disposiciones.
Artículo 10
Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la
expiración de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya
puesto inicialmente en vigor, mediante un acta comunicada, para su
registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. La
denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la fecha en que se haya
registrado en la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 11
Por los menos una vez cada diez años, el Consejo de Administración de la
Oficina Internacional del Trabajo deberá presentar a la Conferencia General
una memoria sobre la aplicación de este Convenio, y deberá considerar la
conveniencia de incluir en el orden del día de la Conferencia la cuestión de
la revisión o modificación del mismo.
Artículo 12
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente
auténticas.
Lugar: Wáshington
Sesión de la Conferencia:1
Fecha de adopción:28:11:1919
Lugar: Ginebra
Sesión de la Conferencia:3
Fecha de adopción:15:11:1921
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Artículo 1
1. Este Convenio se aplica a las mujeres empleadas en empresas
industriales y en trabajos no industriales y agrícolas, comprendidas las
mujeres asalariadas que trabajen en su domicilio.
2. A los efectos del presente Convenio, la expresión empresas industriales
comprende las empresas públicas y privadas y cualquiera de sus ramas, e
incluye especialmente:
a) las minas, canteras e industrias extractivas de cualquier clase;
b) las empresas en las cuales se manufacturen, modifiquen, limpien,
reparen, adornen, terminen, preparen para la venta, destruyan o demuelan
productos, o en las cuales las materias sufran una modificación,
comprendidas las empresas dedicadas a la construcción de buques o a la
producción, transformación y transmisión de electricidad o de cualquier
clase de fuerza motriz;
c) las empresas de edificación e ingeniería civil, comprendidas las obras de
construcción, reparación, conservación, modificación y demolición;
d) las empresas de transporte de personas o mercancías por carretera,
ferrocarril, vía de agua marítima o interior o vía aérea, comprendida la
manipulación de mercancías en los muelles, embarcaderos, almacenes o
aeropuertos.
3. A los efectos del presente Convenio, la expresión trabajos no industriales
comprende todos los trabajos ejecutados en las empresas y los servicios
públicos o privados siguientes, o relacionados con su funcionamiento:
a) los establecimientos comerciales;
b) los servicios de correos y telecomunicaciones;
c) los establecimientos y servicios administrativos cuyo personal efectúe
principalmente trabajos de oficina;
d) las empresas de periódicos;
e) los hoteles, pensiones, restaurantes, círculos, cafés y otros
establecimientos análogos;
f) los establecimientos dedicados al tratamiento u hospitalización de
enfermos, lisiados o indigentes y los orfanatos;
g) los teatros y otros lugares públicos de diversión;
h) el trabajo doméstico asalariado efectuado en hogares privados, así como
cualesquiera otros trabajos no industriales a los que la autoridad
competente decida aplicar las disposiciones del Convenio.
4. A los efectos del presente Convenio, la expresión trabajos agrícolas
comprende todos los trabajos ejecutados en las empresas agrícolas,
comprendidas las plantaciones y las grandes empresas agrícolas
industrializadas.
5. En todos los casos en que parezca incierta la aplicación del presente
Convenio a una empresa, a una rama de empresa o a un trabajo
determinado, la cuestión deberá ser resuelta por la autoridad competente,
previa consulta a las organizaciones representativas interesadas de
empleadores y de trabajadores, si las hubiere.
6. La legislación nacional podrá exceptuar de la aplicación del presente
Convenio a las empresas en las que solamente estén empleados los
miembros de la familia del empleador, tal como están definidos por dicha
legislación.
Artículo 2
A los efectos del presente Convenio, el término mujer comprende toda
persona del sexo femenino, cualquiera que sea su edad, nacionalidad, raza
o creencia religiosa, casada o no, y el término hijo comprende todo hijo
nacido de matrimonio o fuera de matrimonio.
Artículo 3
1. Toda mujer a la que se aplique el presente Convenio tendrá derecho,
mediante presentación de un certificado médico en el que se indique la
fecha presunta del
parto, a un descanso de maternidad.
2. La duración de este descanso será de doce semanas por lo menos; una
parte de este descanso será tomada obligatoriamente después del parto.
3. La duración del descanso tomado obligatoriamente después del parto
será fijada por la legislación nacional, pero en ningún caso será inferior a
seis semanas. El resto del período total de descanso podrá ser tomado, de
conformidad con lo que establezca la legislación nacional, antes de la fecha
presunta del parto, después de la fecha en que expire el descanso
obligatorio, o una parte antes de la primera de estas fechas y otra parte
después de la segunda.
4. Cuando el parto sobrevenga después de la fecha presunta, el descanso
tomado anteriormente será siempre prolongado hasta la fecha verdadera del
parto, y la duración del descanso puerperal obligatorio no deberá ser
reducida.
5. En caso de enfermedad que, de acuerdo con un certificado médico, sea
consecuencia del embarazo, la legislación nacional deberá prever un
descanso prenatal suplementario cuya duración máxima podrá ser fijada
por la autoridad competente.
6. En caso de enfermedad que, de acuerdo con un certificado médico, sea
consecuencia del parto, la mujer tendrá derecho a una prolongación del
descanso puerperal cuya duración máxima podrá ser fijada por la autoridad
competente.
Artículo 4
1. Cuando una mujer se ausente de su trabajo en virtud de las disposiciones
del artículo 3, tendrá derecho a recibir prestaciones en dinero y
prestaciones médicas.
2. Las tasas de las prestaciones en dinero deberán ser fijadas por la
legislación nacional, de suerte que sean suficientes para garantizar
plenamente la manutención
Artículo 5
1. Si una mujer lacta a su hijo, estará autorizada a interrumpir su trabajo
para este fin durante uno o varios períodos cuya duración será determinada
por la legislación nacional.
2. Las interrupciones de trabajo, a los efectos de la lactancia, deberán
contarse como horas de trabajo y remunerarse como tales en los casos en
que la cuestión esté regida por la legislación nacional o de conformidad con
ella; en los casos en que la cuestión esté regida por contratos colectivos, las
condiciones deberán reglamentarse por el contrato colectivo
correspondiente.
Artículo 6
Cuando una mujer se ausente de su trabajo en virtud de las disposiciones
del artículo 3 del presente Convenio, será ilegal que su empleador le
comunique su despido durante dicha ausencia, o que se lo comunique de
suerte que el plazo señalado en el aviso expire durante la mencionada
ausencia.
Artículo 7
1. Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo que
ratifique el presente Convenio podrá, mediante una declaración anexa a su
ratificación, prever excepciones en la aplicación del Convenio con respecto
a:
a) ciertas categorías de trabajos no industriales;
b) los trabajos ejecutados en las empresas agrícolas, salvo aquellos
ejecutados en las plantaciones;
c) el trabajo doméstico asalariado efectuado en hogares privados;
d) las mujeres asalariadas que trabajan en su domicilio;
e) las empresas de transporte por mar de personas y mercancías.
2. Las categorías de trabajos o de empresas para las que se recurra a las
disposiciones del párrafo 1 de este artículo deberán ser especificadas en la
declaración anexa a su ratificación.
3. Todo Miembro que haya formulado una declaración de esta índole podrá
en cualquier momento anularla, total o parcialmente, mediante una
declaración ulterior.
4. Todo Miembro para el que esté en vigor una declaración formulada de
conformidad con el párrafo 1 de este artículo deberá indicar, en las
memorias anuales subsiguientes sobre la aplicación del presente Convenio,
el estado de su legislación y su práctica en cuanto a los trabajos y empresas
a los que se aplique el párrafo 1 de este artículo en virtud de dicha
declaración, precisando en qué medida se ha aplicado o se propone aplicar
el Convenio en lo que concierne a estos trabajos y empresas.
5. A la expiración de un período de cinco años después de la entrada en
vigor inicial de este Convenio, el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia un informe especial,
relativo a la aplicación de estas excepciones, que contenga las
proposiciones que juzgue oportunas con miras a las medidas que hayan de
tomarse a este respecto.
Artículo 8
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para
su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 9
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la
Organización Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado
el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones
de dos Miembros hayan sido registradas por el Director General.
Artículo 10
1. Las declaraciones comunicadas al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo, de acuerdo con el párrafo 2 del artículo 35 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, deberán indicar:
a) los territorios respecto de los cuales el Miembro interesado se obliga a
que las disposiciones del Convenio sean aplicadas sin modificaciones;
b) los territorios respecto de los cuales se obliga a que las disposiciones del
Convenio sean aplicadas con modificaciones, junto con los detalles de
dichas modificaciones;
c) los territorios respecto de los cuales es inaplicable el Convenio y los
motivos por los cuales es inaplicable;
d) los territorios respecto de los cuales reserva su decisión en espera de un
examen más detenido de su situación.
2. Las obligaciones a que se refieren los apartados a) y b) del párrafo 1 de
este artículo se considerarán parte integrante de la ratificación y producirán
sus mismos efectos.
3. Todo Miembro podrá renunciar, total o parcialmente, por medio de una
nueva declaración, a cualquier reserva formulada en su primera declaración
en virtud de los apartados b), c) o d) del párrafo 1 de este artículo.
Artículo 11
1. Las declaraciones comunicadas al Director General de la Oficina
Internacional del Trabajo, de conformidad con los párrafos 4 y 5 del
artículo 35 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo,
deberán indicar si las disposiciones del Convenio serán aplicadas en el
territorio interesado con modificaciones o sin ellas; cuando la declaración
indique que las disposiciones del Convenio serán aplicadas con
modificaciones, deberá especificar en qué consisten dichas modificaciones.
2. El Miembro, los Miembros o la autoridad internacional interesados
podrán renunciar, total o parcialmente, por medio de una declaración
ulterior, al derecho a invocar una modificación indicada en cualquier otra
declaración anterior.
3. Durante los período en que este Convenio pueda ser denunciado de
conformidad con las disposiciones del artículo 12, el Miembro, los
Miembros o la autoridad internacional interesados podrán comunicar al
Director General una declaración por la que modifiquen, en cualquier otro
respecto, los términos de cualquier declaración anterior, y en la que
indiquen la situación en lo que se refiere a la aplicación del Convenio.
Artículo 12
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la
expiración de un plazo de diez años, a partir de la fecha en que se haya
puesto inicialmente en vigor, mediante un acta comunicada, para su
registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. La
denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la fecha en que se haya
registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de
un año después de la expiración del período de diez años mencionado en el
párrafo precedente, no haga uso del derecho de denuncia previsto en este
artículo quedará obligado durante un nuevo período de diez años, y en lo
sucesivo podrá denunciar este Convenio a la expiración de cada período de
diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 13
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a
todos los Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro
de cuantas ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los
Miembros de la Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda
ratificación que le haya sido comunicada, el Director General llamará la
atención de los Miembros de la Organización sobre la fecha en que entrará
en vigor el presente Convenio.
Artículo 14
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al
Secretario General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de
conformidad con el artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una
información completa sobre todas las ratificaciones, declaraciones y actas
de denuncia que haya registrado de acuerdo con los artículos precedentes.
Artículo 15
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la
Oficina Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia una memoria
sobre la aplicación del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir
en el orden del día de la Conferencia la cuestión de su revisión total o
parcial.
Artículo 16
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique
una revisión total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio
contenga disposiciones en contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará,
ipso jure, la denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las
disposiciones contenidas en el artículo 12, siempre que el nuevo convenio
revisor haya entrado en vigor;
b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el
presente Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los
Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido
actuales, para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el
convenio revisor.
Artículo 17
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente
auténticas.
Lugar: Ginebra
Sesión de la Conferencia:35
Fecha de adopción:28:06:1952
I. Descanso de Maternidad
1.
1) Cuando sea necesario para la salud de la mujer, y siempre que sea
posible, el descanso de maternidad previsto en el párrafo 2 del artículo 3
del Convenio sobre la protección de la maternidad (revisado), 1952,
debería ser prolongado hasta completar un período de catorce semanas.
1) Siempre que sea posible, las prestaciones en metálico que deban ser
concedidas en virtud del artículo 4 del Convenio sobre la protección de la
maternidad (revisado), 1952, deberían ser fijadas de acuerdo con una tasa
superior a la tasa mínima prevista por dicho Convenio; siempre que sea
posible, la tasa debería ser fijada en un 100 por ciento de las ganancias
anteriores de la mujer que hayan sido tomadas en cuenta para computar las
prestaciones.
2) Siempre que sea posible, las prestaciones médicas que deban ser
concedidas en virtud del artículo 4 de dicho Convenio deberían comprender
la asistencia médica general y la asistencia por especialistas en el hospital o
fuera de él, e incluso visitas a domicilio; la asistencia odontológica; la
asistencia por una comadrona diplomada y otros servicios de maternidad,
en el domicilio o en un hospital; la asistencia por enfermeras, en el
domicilio, en un hospital o en cualquier otra institución médica; el
mantenimiento, tanto en un hospital como en cualquier otra institución
médica; el suministro de artículos farmacéuticos, dentales u otros artículos
médicos o quirúrgicos, y la asistencia prestada, bajo un control médico
apropiado, por miembros de cualquier otra profesión a los que legalmente
se considere competentes para proporcionar servicios vinculados a la
asistencia de maternidad.
3.
1) Siempre que sea posible, las interrupciones para la lactancia de los hijos
deberían representar una duración total de una hora y media, por lo menos,
durante la jornada de trabajo, y deberían permitirse modificaciones, en
cuanto a su frecuencia y a su duración, mediante presentación de un
certificado médico.
5.
1) El trabajo nocturno y las horas extraordinarias deberían estar prohibidos
a las mujeres embarazadas o lactantes, y sus horas de trabajo deberían estar
distribuidas de suerte que puedan disfrutar de períodos adecuados de
descanso. 2) El empleo de una mujer en trabajos considerados por la
autoridad competente como peligrosos para su salud o la de su hijo debería
estar prohibido durante el embarazo y durante tres meses, por lo menos,
después del parto o durante más tiempo aún, si la mujer lacta a su hijo.
Lugar: Ginebra
Fecha de adopción:24:06:1958
Sesión de la Conferencia:42
Artículo 1
2. Todo Miembro para el cual esté en vigor este Convenio podrá, previa
consulta con las organizaciones más representativas de empleadores y de
trabajadores interesadas, cuando tales organizaciones existan, extender la
aplicación de este Convenio a otras plantaciones:
Artículo 2
Artículo 3
a) aplicar:
i) la parte I;
iii) por lo menos dos de las partes II, III, V, VI, VII, VIII, X, XII y XIII;
3. Todo Miembro que haya ratificado el presente Convenio, pero que haya
excluido ciertas partes de conformidad con los párrafos precedentes, podrá
notificar ulteriormente al Director General de la Oficina Internacional del
Trabajo que acepta las obligaciones del Convenio respecto de una o varias
de las partes así excluidas; dichas obligaciones se considerarán parte
integrante de la ratificación y producirán sus efectos desde la fecha de su
notificación.
Artículo 4
Artículo 6
Artículo 7
Artículo 8
Artículo 10
Artículo 11
Artículo 12
Artículo 13
Artículo 14
Artículo 15
Artículo 16
Artículo 17
1. Todo Miembro para el cual se halle en vigor esta parte del Convenio se
obliga, siempre que la legislación nacional lo permita, a tomar todas las
medidas pertinentes contra la propaganda sobre la emigración y la
inmigración que pueda inducir en error.
2. A estos efectos, colaborará, cuando ello fuere oportuno, con otros
Miembros interesados.
Artículo 18
Artículo 19
Todo Miembro para el cual se halle en vigor esta parte del Convenio se
obliga a mantener, dentro de los límites de su competencia, servicios
médicos apropiados encargados de:
Artículo 20
Artículo 21
La autoridad competente en cada país donde existan sanciones penales por
incumplimiento del contrato de trabajo por un trabajador empleado en una
plantación deberá adoptar medidas para abolir todas las sanciones de esta
clase.
Artículo 22
Dichas medidas deberán prever la abolición de todas esas sanciones
penales por medio de una disposición apropiada de inmediata aplicación.
Artículo 23
A los efectos de esta parte del Convenio, la expresión incumplimiento del
contrato comprende:
Artículo 24
Artículo 25
Artículo 26
Los salarios que deban pagarse en efectivo se pagarán exclusivamente en
moneda de curso legal, y deberá prohibirse el pago con pagarés, vales,
cupones o en cualquier otra forma que se considere representativa de la
moneda de curso legal.
Artículo 27
1. La legislación nacional, los contratos colectivos o los laudos arbitrales
podrán permitir el pago parcial del salario con prestaciones en especie
cuando esta forma de pago sea de uso corriente o conveniente. En ningún
caso se deberá permitir el pago del salario con bebidas espirituosas o con
drogas nocivas.
2. En los casos en que se autorice el pago parcial del salario con
prestaciones en especie, se deberán tomar medidas pertinentes para
garantizar que dichas prestaciones sean apropiadas al uso personal del
trabajador y de su familia.
3. Cuando la alimentación, la vivienda, el vestido y otros suministros y
servicios esenciales formen parte de la remuneración, la autoridad
competente deberá tomar las medidas pertinentes para garantizar que ellos
sean adecuados y que su valor en efectivo se calcule con exactitud.
Artículo 28
El salario se deberá pagar directamente al trabajador interesado, a menos
que la legislación nacional, un contrato colectivo o un laudo arbitral
establezcan otra forma de pago, o que el trabajador interesado acepte un
procedimiento diferente.
Artículo 29
Se deberá prohibir que los empleadores limiten en forma alguna la libertad
del trabajador de disponer de su salario.
Artículo 30
1. Cuando se creen, dentro de una empresa, economatos para vender
mercancías a los trabajadores, o servicios destinados a proporcionarles
prestaciones, no se deberá ejercer ninguna coacción sobre los trabajadores
interesados para que utilicen estos economatos o servicios.
2. Cuando no sea posible el acceso a otros almacenes o servicios, la
autoridad competente deberá tomar medidas apropiadas para lograr que las
mercancías se vendan a precios justos y razonables, que los servicios se
presten en las mismas condiciones y que los economatos o servicios
establecidos por el empleador no se exploten con el fin de obtener
utilidades, sino para que ello redunde en beneficio de los trabajadores
interesados.
Artículo 31
Artículo 32
Se deberá prohibir cualquier descuento de los salarios que se efectúe para
garantizar un pago directo o indirecto por un trabajador al empleador, a su
representante o a un intermediario cualquiera (tales como los agentes
encargados de contratar la mano de obra) con objeto de obtener o conservar
un empleo.
Artículo 33
1. El salario se deberá pagar a intervalos regulares. A menos que existan
otros arreglos satisfactorios que garanticen el pago del salario a intervalos
regulares, los intervalos a los que el salario deba pagarse se establecerán
por la legislación nacional o se fijarán por un contrato colectivo o un laudo
arbitral.
2. Cuando se termine el contrato de trabajo se deberá efectuar un ajuste
final de todos los salarios debidos, de conformidad con la legislación
nacional, un contrato colectivo o un laudo arbitral, o, en defecto de dicha
legislación, contrato o laudo, dentro de un plazo razonable, habida cuenta
de los términos del contrato.
Artículo 34
Se deberán tomar medidas eficaces, cuando ello sea necesario, con objeto
de dar a conocer a los trabajadores en forma apropiada y fácilmente
comprensible:
a) antes de que ocupen un empleo o cuando se produzca cualquier cambio
en el mismo, las condiciones del salario que habrán de aplicárseles;
b) al efectuarse cada pago del salario, los elementos que constituyan el
salario en el período de pago considerado, siempre que estos elementos
puedan sufrir variaciones.
Artículo 35
La legislación que dé efecto a las disposiciones de los artículos 26 a 34 de
este Convenio deberá:
Artículo 37
1. Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio podrá
decidir libremente la forma en que habrán de establecerse las vacaciones
pagadas en las plantaciones.
2. Las vacaciones pagadas en las plantaciones podrán ser establecidas,
cuando fuere apropiado, por contrato colectivo, o bien podrá confiarse su
reglamentación a organismos especiales.
3. Cuando la forma en que estén establecidas las vacaciones pagadas en las
plantaciones lo permita:
a) deberá consultarse previa y ampliamente a las organizaciones interesadas
más representativas de empleadores y de trabajadores, si dichas
organizaciones existen, y a cualesquiera otras personas especialmente
calificadas por su profesión o sus funciones, a las cuales la autoridad
competente juzgue conveniente dirigirse;
b) los empleadores y trabajadores interesados deberán participar en la
reglamentación de las vacaciones pagadas, ser consultados, o tener derecho
a ser oídos, en la forma y medida que determine la legislación nacional,
pero siempre sobre la base de una absoluta igualdad.
Artículo 38
Artículo 39
Cuando fuere pertinente, se deberán prever, de conformidad con el
procedimiento establecido para la reglamentación de las vacaciones
pagadas en las plantaciones:
Artículo 40
1. Toda persona que tome vacaciones en virtud de esta parte del Convenio
deberá recibir, durante todo el período de dichas vacaciones, una
remuneración que no podrá ser inferior a su remuneración habitual, o la
remuneración que pudiere ser prescrita de conformidad con los párrafos 2 y
3 de este artículo.
2. La remuneración que deba pagarse por el período de vacaciones se
calculará, en la forma prescrita por la legislación nacional, los contratos
colectivos o las sentencias arbitrales, por organismos especiales encargados
de la reglamentación de las vacaciones pagadas en las plantaciones, o por
cualquier otro medio aprobado por la autoridad competente.
3. Cuando la remuneración de la persona que tome vacaciones comprenda
prestaciones en especie, se le podrá pagar, por el período de vacaciones, la
equivalencia en efectivo de dichas prestaciones.
Artículo 41
Se considerará nulo todo acuerdo que implique el abandono del derecho a
vacaciones anuales pagadas o la renuncia a las mismas.
Artículo 42
Toda persona despedida o que hubiera dejado su empleo antes de haber
tomado el total o una parte de las vacaciones a que tuviere derecho deberá
recibir, por cada día de vacaciones a que tenga derecho en virtud de esta
parte del Convenio, la remuneración prevista en el artículo 40.
Parte VI. Descanso Semanal
Artículo 43
1. A reserva de las excepciones previstas en los artículos siguientes, los
trabajadores de las plantaciones deberán disfrutar, en el curso de cada
período de siete días, de un descanso que comprenda como mínimo
veinticuatro horas consecutivas.
2. Dicho descanso se concederá al mismo tiempo, siempre que sea posible,
a todos los trabajadores de cada plantación.
3. El descanso coincidirá, siempre que sea posible, con los días
consagrados por la tradición o las costumbres del país o de la región.
Artículo 44
Artículo 45
Cada Miembro deberá, en todo lo posible, dictar disposiciones que prevean
períodos de descanso en compensación de las suspensiones o
disminuciones autorizadas en virtud del artículo 44, salvo en los casos en
que los acuerdos o las costumbres locales hubieran ya previsto dichos
descansos.
Artículo 46
A los efectos de esta parte del Convenio, el término mujer comprende toda
persona del sexo femenino, cualquiera que sea su edad, nacionalidad, raza
o creencia religiosa, casada o no, y el término hijo comprende todo hijo
nacido de matrimonio o fuera de matrimonio.
Artículo 47
1. Toda mujer a la que se aplique esta parte del Convenio tendrá derecho,
mediante presentación de pruebas de la fecha presunta del parto, a un
descanso de maternidad.
2. La autoridad competente podrá, previa consulta a las organizaciones más
representativas de empleadores y de trabajadores, si existen, subordinar el
otorgamiento del descanso de maternidad a un período de calificación,
siempre que éste no exceda de un total de ciento cincuenta días de empleo
con el mismo empleador durante doce meses anteriores al parto.
3. La duración del descanso de maternidad será de doce semanas por lo
menos; una parte de este descanso será tomada obligatoriamente después
del parto.
4. La duración del descanso tomado obligatoriamente después del parto
será fijada por la legislación nacional, pero en ningún caso será inferior a
seis semanas. El resto del período total del descanso podrá ser tomado, de
conformidad con lo que establezca la legislación nacional, antes de la fecha
presunta del parto, después de la fecha en que expire el descanso
obligatorio, o una parte antes de la primera de estas fechas y otra después
de la segunda.
5. Cuando el parto sobrevenga después de la fecha presunta, el descanso
tomado anteriormente será siempre prolongado hasta la fecha verdadera del
parto, y la duración del descanso puerperal obligatorio no deberá ser
reducida.
Artículo 48
1. Cuando una mujer se ausente de su trabajo en virtud de las disposiciones
del artículo 47, tendrá derecho a recibir prestaciones en dinero y
prestaciones médicas.
2. Las tasas de las prestaciones en dinero deberán ser fijadas por la
legislación nacional, de suerte que sean suficientes para garantizar
plenamente la manutención de la mujer y de su hijo en buenas condiciones
de higiene y de acuerdo con un nivel de vida adecuado.
3. Las prestaciones médicas deberán comprender la asistencia durante el
embarazo, la asistencia durante el parto y la asistencia puerperal, prestada
por una comadrona diplomada o por un médico, y la hospitalización,
cuando ello fuere necesario; la libre elección del médico y la libre elección
entre un hospital público o privado deberán ser respetadas siempre que sea
posible.
4. Toda contribución debida en virtud de un sistema de seguro social
obligatorio que prevea prestaciones de maternidad, y todo impuesto que se
calcule sobre la base de los salarios pagados y que se imponga con el fin de
proporcionar tales prestaciones, deberán ser pagados, ya sea por los
empleadores o conjuntamente por los empleadores y los trabajadores con
respecto al número total de hombres y mujeres empleados por las empresas
interesadas, sin distinción de sexo.
Artículo 49
1. Si una mujer amamanta a su hijo, estará autorizada a interrumpir su
trabajo para este fin en las condiciones que serán determinadas por la
legislación nacional.
2. Las interrupciones de trabajo, a los efectos de la lactancia, deberán
contarse como horas de trabajo y remunerarse como tales en los casos en
que la cuestión esté regida por la legislación nacional o de conformidad con
ella; en los casos en que la cuestión esté regida por contratos colectivos, las
condiciones deberán reglamentarse por el contrato colectivo
correspondiente.
Artículo 50
1. Cuando una mujer se ausente de su trabajo en virtud de las disposiciones
del artículo 47, será ilegal que su empleador le comunique su despido
durante dicha ausencia, o que se lo comunique de suerte que el plazo fijado
en el aviso expire durante la mencionada ausencia.
2. El despido de una mujer en razón únicamente de estar embarazada o de
tener que amamantar a su hijo es ilegal.
Artículo 51
Todo Miembro de la Organización Internacional del Trabajo para el cual
esté en vigor esta parte del Convenio se obliga a extender a todos los
trabajadores de las plantaciones el beneficio de las leyes y reglamentos que
tengan por objeto indemnizar a las víctimas de accidentes sobrevenidos a
causa del trabajo o durante la ejecución del mismo.
Artículo 52
1. Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio se
obliga a conceder a los nacionales de cualquier otro Miembro para el cual
esté también en vigor, y que fueren víctimas de accidentes del trabajo
ocurridos en el territorio de aquél, o a sus derecho habientes, el mismo trato
que otorgue a sus propios nacionales en materia de indemnización por
accidentes del trabajo.
2. Esta igualdad de trato será otorgada a los trabajadores extranjeros y a sus
derecho habientes sin ninguna condición de residencia. Sin embargo, en lo
que respecta a los pagos que un Miembro, o sus nacionales, tengan que
hacer fuera de su propio territorio en virtud de este principio, las
disposiciones que hayan de tomarse se regirán, si fuera necesario, por
acuerdos especiales celebrados con los Miembros interesados.
Artículo 53
Artículo 54
Se deberá garantizar, por medio de disposiciones apropiadas, el derecho de
los empleadores y de los trabajadores a asociarse para cualquier fin lícito.
Artículo 55
Todo procedimiento para examinar los conflictos entre empleadores y
trabajadores deberá ser tan sumario y sencillo como sea posible.
Artículo 56
1. Se deberá estimular a los empleadores y a los trabajadores para que
eviten conflictos y para que, en caso de que surjan, los resuelvan en forma
equitativa por medio de la conciliación.
2. A estos efectos, se deberán dictar todas las medidas pertinentes para
consultar y asociar a los representantes de las organizaciones de
empleadores y de trabajadores en el establecimiento y funcionamiento de
los organismos de conciliación.
3. A reserva de que actúen dichos organismos, incumbirá a funcionarios
públicos proceder al examen de los conflictos, promover la conciliación y
ayudar a que las partes lleguen a una solución equitativa.
4. Siempre que sea factible, esos funcionarios serán designados
especialmente para el desempeño de tales funciones.
Artículo 57
1. Tan pronto como sea posible, se deberán crear organismos para la
solución de los conflictos entre empleadores y trabajadores.
2. Representantes de los empleadores y de los trabajadores interesados,
entre los que figurarán representantes de sus organizaciones respectivas,
cuando dichas organizaciones existan, estarán asociados, si ello fuere
factible, al funcionamiento de los organismos, en la forma y medida que
determine la autoridad competente, pero en todo caso en igualdad de
número y condiciones.
Artículo 58
1. Los trabajadores deberán gozar de adecuada protección contra todo acto
de discriminación tendiente a menoscabar la libertad en relación con su
empleo.
2. Dicha protección deberá ejercerse especialmente contra todo acto que
tenga por objeto:
a) sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que no se afilie a un
sindicato o a la de dejar de ser miembro de un sindicato;
b) despedir a un trabajador o perjudicarle en cualquier otra forma a causa
de su afiliación sindical o de su participación en actividades sindicales
fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento del empleador,
durante las horas de trabajo.
Artículo 59
1. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores deberán gozar de
adecuada protección contra todo acto de injerencia de unas respecto de las
otras, ya se realice directamente o por medio de sus agentes o miembros, en
su constitución, funcionamiento o administración.
2. Se consideran actos de injerencia, en el sentido del presente artículo,
principalmente las medidas que tiendan a fomentar la constitución de
organizaciones de trabajadores dominadas por un empleador o una
organización de empleadores, o a sostener económicamente, o en otra
forma, organizaciones de trabajadores, con objeto de colocar a estas
organizaciones bajo el control de un empleador o de una organización de
empleadores.
Artículo 60
Deberán crearse organismos adecuados a las condiciones nacionales,
cuando ello sea necesario, para garantizar el respeto al derecho de
sindicación definido en los artículos precedentes.
Artículo 61
Deberán adoptarse medidas adecuadas a las condiciones nacionales, cuando
ello sea necesario, para estimular y fomentar entre los empleadores y las
organizaciones de empleadores, por una parte, y las organizaciones de
trabajadores, por otra, el pleno desarrollo y uso de procedimientos de
negociación voluntaria, con objeto de reglamentar, por medio de contratos
colectivos, las condiciones de empleo.
Artículo 62
Los trabajadores y los empleadores, sin ninguna distinción y sin
autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que
estimen convenientes, así como el de afiliarse a estas organizaciones, con la
sola condición de observar los estatutos de las mismas.
Artículo 63
1. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho
de redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir
libremente sus representantes, el de organizar su administración y sus
actividades y el de formular su programa de acción.
2. Las autoridades públicas deberán abstenerse de toda intervención que
tienda a limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio legal.
Artículo 64
Las organizaciones de trabajadores y de empleadores no están sujetas a
disolución o suspensión por vía administrativa.
Artículo 65
Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de
constituir federaciones y confederaciones, así como el de afiliarse a las
mismas, y toda organización, federación o confederación tiene el derecho
de afiliarse a organizaciones internacionales de trabajadores y de
empleadores.
Artículo 66
Las disposiciones de los artículos 62, 63 y 64 se aplican a las federaciones
y confederaciones de organizaciones de trabajadores y de empleadores.
Artículo 67
La adquisición de la personalidad jurídica por las organizaciones de
trabajadores y de empleadores, sus federaciones y confederaciones no
puede estar sujeta a condiciones cuya naturaleza limite la aplicación de las
disposiciones de los artículos 62, 63 y 64.
Artículo 68
1. Al ejercer los derechos que se les reconocen en esta parte del Convenio,
los trabajadores, los empleadores y sus organizaciones respectivas están
obligados, lo mismo que las demás personas o las colectividades
organizadas, a respetar la legalidad.
2. La legislación nacional no menoscabará ni será aplicada de suerte que
menoscabe las garantías previstas por esta parte del Convenio.
Artículo 69
A los efectos de esta parte del Convenio, el término organización significa
toda organización de trabajadores o de empleadores que tenga por objeto
fomentar y defender los intereses de los trabajadores o de los empleadores.
Artículo 70
Todo Miembro para el cual esté en vigor esta parte del Convenio se obliga
a adoptar todas las medidas necesarias y apropiadas para garantizar a los
trabajadores y a los empleadores el libre ejercicio del derecho de
sindicación.
Parte XI. Inspección del Trabajo
Artículo 71
Todo Miembro para el que esté en vigor este Convenio deberá mantener un
sistema de inspección del trabajo.
Artículo 72
Los servicios de inspección del trabajo estarán compuesto de inspectores
que hayan recibido preparación adecuada.
Artículo 73
Los trabajadores y sus representantes deberán gozar de toda clase de
facilidades para comunicarse libremente con los inspectores.
Artículo 74
1. Los servicios de inspección del trabajo estarán encargados de:
Artículo 75
Artículo 76
Artículo 77
1. La autoridad competente deberá adoptar las medidas necesarias para
proporcionar a los inspectores del trabajo:
a) oficinas locales debidamente equipadas, habida cuenta de las
necesidades del servicio, y accesibles a todas las personas interesadas;
b) las facilidades de transporte necesarias para el desempeño de sus
funciones, en caso de que no existan facilidades públicas apropiadas.
2. La autoridad competente deberá adoptar las medidas necesarias para
reembolsar a los inspectores del trabajo todo gasto imprevisto y cualquier
gasto de transporte que pudiera ser necesario para el desempeño de sus
funciones.
Artículo 78
1. Los inspectores del trabajo que acrediten debidamente su identidad
estarán autorizados:
a) para entrar libremente y sin previa notificación, a cualquier hora del día
o de la noche, en todo lugar de trabajo sujeto a inspección;
b) para entrar de día en cualquier lugar, cuando tengan un motivo razonable
para suponer que está sujeto a inspección; y
c) para proceder a cualquier prueba, investigación o examen que consideren
necesario para cerciorarse de que las disposiciones legales se observan
estrictamente, y, en particular:
i) para interrogar, solos o ante testigos, al empleador o al personal de la
empresa sobre cualquier asunto relativo a la aplicación de las disposiciones
legales;
ii) para exigir la presentación de libros, registros u otros documentos que la
legislación nacional relativa a las condiciones de trabajo ordene llevar, a fin
de comprobar que están de conformidad con las disposiciones legales y
para obtener copias o extractos de los mismos;
iii) para requerir la colocación de los avisos que exijan las disposiciones
legales;
iv) para tomar o sacar muestras de substancias y materiales utilizados o
manipulados en el establecimiento, con el propósito de analizarlos, siempre
que se notifique al empleador o a su representante que las substancias o los
materiales han sido tomados o sacados con dicho propósito.
Artículo 79
Artículo 81
Artículo 82
1. Las personas que violen las disposiciones legales por cuyo cumplimiento
velen los inspectores del trabajo, o aquellas que muestren negligencia en la
observancia de las mismas, deberán ser sometidas inmediatamente, sin
aviso previo, a un procedimiento judicial. Sin embargo, la legislación
nacional podrá establecer excepciones, para los casos en que deba darse un
aviso previo, a fin de remediar la situación o tomar disposiciones
preventivas.
2. Los inspectores del trabajo tendrán la facultad discrecional de advertir y
de aconsejar, en vez de iniciar o recomendar un procedimiento.
Artículo 83
La legislación nacional deberá prescribir sanciones adecuadas, que habrán
de ser efectivamente aplicadas en los casos de violación de las
disposiciones legales por cuyo cumplimiento velen los inspectores del
trabajo, y en aquellos en que se obstruya a los inspectores del trabajo en el
desempeño de sus funciones.
Artículo 84
Artículo 85
Artículo 86
Artículo 87
Artículo 88
Artículo 90
1. Las autoridades públicas fijarán las normas relativas a esos servicios, que
deberán ser adecuados habida cuenta del número de personas interesadas, y
que estarán a cargo de un número suficiente de personas calificadas.
2. Los servicios de esta índole proporcionados por las autoridades públicas
competentes deberán ajustarse a las normas, costumbres y prácticas
seguidas por la autoridad interesada.
Artículo 91
Artículo 92
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para
su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 93
Artículo 94
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la
expiración de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya
puesto inicialmente en vigor, mediante un acta comunicada, para su
registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. La
denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la fecha en que se haya
registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de
un año después de la expiración del período de diez años mencionado en el
párrafo precedente, no haga uso del derecho de denuncia previsto en este
artículo quedará obligado durante un nuevo período de diez años, y en lo
sucesivo podrá denunciar este Convenio a la expiración de cada período de
diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 95
Artículo 96
Artículo 97
Artículo 98
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente
auténticas.
Lugar: Ginebra
Sesión de la Conferencia:49
Fecha de adopción:22:06:1965
La Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo:
Convocada en Ginebra por el Consejo de Administración de la Oficina
Internacional del Trabajo, y congregada en dicha ciudad el 2 junio 1965 en
su cuadragésima novena reunión;
Advirtiendo que en muchos países son cada vez más numerosas las mujeres
que trabajan fuera del hogar formando parte integrante y esencial de la
fuerza de trabajo;
Advirtiendo que muchas de esas mujeres tienen problemas especiales
originados en la necesidad de conciliar su doble personalidad familiar y
profesional;
Advirtiendo que, si bien muchos de esos problemas repercuten
especialmente en las posibilidades de empleo de las mujeres con
responsabilidades familiares, afectan también a otros trabajadores y pueden
ser en gran parte resueltos con medidas que se apliquen a todos los
trabajadores, tales como la reducción gradual de la duración diaria y
semanal del trabajo;
Advirtiendo además que muchos de los problemas especiales que deben
afrontar las mujeres con responsabilidades familiares no son problemas
exclusivos de las trabajadoras, sino de la familia y de la sociedad en su
conjunto;
Reconociendo que se necesita una adaptación social continua para resolver
esos problemas en forma que sea compatible con la mejor conveniencia de
todos los interesados;
Consciente de la necesidad de que los gobiernos y todas las organizaciones
públicas y privadas interesadas consideren esos problemas dentro de una
amplia perspectiva social, económica y jurídica;
Después de haber decidido adoptar diversas proposiciones relativas al
empleo de las mujeres con responsabilidades familiares, cuestión que
constituye el quinto punto del orden del día de la reunión, y
Después de haber decidido que dichas proposiciones revistan la forma de
una recomendación, adopta, con fecha veintidós de junio de mil
novecientos sesenta y cinco, la siguiente Recomendación, que podrá ser
citada como la Recomendación sobre el empleo de las mujeres con
responsabilidades familiares, 1965:
La Conferencia recomienda a todo Estado Miembro la aplicación de las
disposiciones siguientes en la forma más amplia y rápida en que las
circunstancias nacionales lo permitan:
I. Principio General
1. Las autoridades competentes, con la colaboración de las organizaciones
públicas y privadas interesadas, en especial de las organizaciones de
empleadores y de trabajadores, y de acuerdo con las posibilidades y
necesidades nacionales y locales, deberían:
a) llevar a cabo una política adecuada con miras a hacer posible que las
mujeres con responsabilidades familiares que trabajan fuera de su hogar
puedan ejercer su derecho a hacerlo sin verse expuestas a discriminación y
en conformidad tanto con los principios establecidos en el Convenio
relativo a la discriminación (empleo y ocupación), 1958, como en otras
normas adoptadas por la Conferencia Internacional del Trabajo que se
refieren a las mujeres;
b) alentar, facilitar o asegurar ellas mismas el establecimiento de servicios
que permitan a las mujeres cumplir armoniosamente sus varias
responsabilidades familiares y profesionales.
9.
1) Las autoridades competentes, con la colaboración de las organizaciones
públicas y privadas interesadas, y habida cuenta de las posibilidades y
necesidades nacionales, deberían asegurar o contribuir a asegurar el
establecimiento de los servicios que puedan ser necesarios para facilitar
tanto el empleo de mujeres que particularmente a causa de sus
responsabilidades familiares aún no han trabajado como la reintegración al
empleo de las mujeres que por esas mismas razones han estado alejadas del
mercado del empleo durante un período relativamente largo.
2) Tales servicios deberían ser organizados dentro de la estructura de los
servicios existentes para todos los trabajadores o, a falta de éstos, con
arreglo a normas apropiadas a las condiciones nacionales, y deberían
incluir servicios adecuados de asesoramiento, información y colocación, así
como medios suficientes de formación y de readaptación profesionales que
respondan a las necesidades de las trabajadoras interesadas y que estén a su
disposición sin distinción basada en la edad.
3) Tales servicios y medios deberían ser objeto de una vigilancia regular
para asegurar su apropiada adaptación a las necesidades especiales de esas
trabajadoras y a la evolución de las necesidades y tendencias del desarrollo
económico y técnico.
10.
1) En el caso de las trabajadoras que a causa de sus responsabilidades
familiares originadas en la maternidad no están en condiciones de
reintegrarse a su empleo inmediatamente después del permiso normal de
maternidad establecido por la legislación o la práctica, se deberían tomar,
dentro de lo posible, medidas apropiadas para concederles un permiso
adicional razonable sin pérdida del empleo y con plena garantía de todos
los derechos a él inherentes.
2) Las trabajadoras que por causas derivadas de la maternidad han cesado
en su empleo deberían ser consideradas para reintegrarse a él de acuerdo
con las disposiciones aplicables a los trabajadores que han cesado en su
empleo por reducción de personal, de la Recomendación sobre la
terminación de la relación de trabajo, 1963.
V. Disposiciones Diversas
11.
1) En la medida en que sea necesario, las organizaciones públicas y
privadas interesadas, en especial las organizaciones de empleadores y de
trabajadores, deberían colaborar entre ellas y con las autoridades
competentes para tomar toda otra medida y alentar toda otra acción a fin de
ayudar a las trabajadoras a cumplir sus obligaciones profesionales y
familiares sin menoscabo de sus posibilidades de empleo y de ascenso.
2) A este respecto debería prestarse toda la atención necesaria, en la medida
de lo posible y de lo que las necesidades locales requieran, a las cuestiones
que interesan particularmente a las trabajadoras con responsabilidades
familiares, tales como la organización de medios de transporte público, la
armonización de los horarios de trabajo, horarios escolares y de servicios y
medios de asistencia a la infancia, así como los medios necesarios para
simplificar y aligerar, a bajo costo, las labores domésticas.
12. Debería ponerse particular interés en desarrollar servicios de ayuda
doméstica, organizados o controlados por una autoridad pública que, en
caso de necesidad, presten a las mujeres con responsabilidades familiares
asistencia calificada a un precio razonable.
Lugar: Ginebra
Fecha de adopción:23:06:1981 , ratificado por Chile el 14:10:1994
Sesión de la Conferencia:67
Artículo 1
1. El presente Convenio se aplica a los trabajadores y a las trabajadoras con
responsabilidades hacia los hijos a su cargo, cuando tales responsabilidades
limiten sus posibilidades de prepararse para la actividad económica y de
ingresar, participar y progresar en ella.
2. Las disposiciones del presente Convenio se aplicarán también a los
trabajadores y a las trabajadoras con responsabilidades respecto de otros
miembros de su familia directa que de manera evidente necesiten su
cuidado o sostén, cuando tales responsabilidades limiten sus posibilidades
de prepararse para la actividad económica y de ingresar, participar y
progresar en ella.
3. A los fines del presente Convenio, las expresiones hijos a su cargo y
otros miembros de su familia directa que de manera evidente necesiten su
cuidado o sostén se entienden en el sentido definido en cada país por uno
de los medios a que hace referencia el artículo 9 del presente Convenio.
4. Los trabajadores y las trabajadoras a que se refieren los párrafos 1 y 2
anteriores se designarán de aquí en adelante como trabajadores con
responsabilidades familiares .
Artículo 2
El presente Convenio se aplica a todas las ramas de actividad económica y
a todas las categorías de trabajadores.
Artículo 3
1. Con miras a crear la igualdad efectiva de oportunidades y de trato entre
trabajadores y trabajadoras, cada Miembro deberá incluir entre los
objetivos de su política nacional el de permitir que las personas con
responsabilidades familiares que desempeñen o deseen desempeñar un
empleo ejerzan su derecho a hacerlo sin ser objeto de discriminación y, en
la medida de lo posible, sin conflicto entre sus responsabilidades familiares
y profesionales.
2. A los fines del párrafo 1 anterior, el término discriminación significa la
discriminación en materia de empleo y ocupación tal como se define en los
artículos 1 y 5 del Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación),
1958.
Artículo 4
Con miras a crear la igualdad efectiva de oportunidades y de trato entre
trabajadores y trabajadoras, deberán adoptarse todas las medidas
compatibles con las condiciones y posibilidades nacionales para:
a) permitir a los trabajadores con responsabilidades familiares el ejercicio
de su derecho a elegir libremente su empleo;
b) tener en cuenta sus necesidades en lo que concierne a las condiciones de
empleo y a la seguridad social.
Artículo 5
Deberán adoptarse además todas las medidas compatibles con las
condiciones y posibilidades nacionales para:
a) tener en cuenta las necesidades de los trabajadores con responsabilidades
familiares en la planificación de las comunidades locales o regionales;
b) desarrollar o promover servicios comunitarios, públicos o privados, tales
como los servicios y medios de asistencia a la infancia y de asistencia
familiar.
Artículo 6
Las autoridades y organismos competentes de cada país deberán adoptar
medidas apropiadas para promover mediante la información y la educación
una mejor comprensión por parte del público del principio de la igualdad
de oportunidades y de trato entre trabajadores y trabajadoras y acerca de los
problemas de los trabajadores con responsabilidades familiares, así como
una corriente de opinión favorable a la solución de esos problemas.
Artículo 7
Deberán tomarse todas las medidas compatibles con las condiciones y
posibilidades nacionales, incluyendo medidas en el campo de la orientación
y de la formación profesionales, para que los trabajadores con
responsabilidades familiares puedan integrarse y permanecer en la fuerza
de trabajo, así como reintegrarse a ella tras una ausencia debida a dichas
responsabilidades.
Artículo 8
La responsabilidad familiar no debe constituir de por sí una causa
justificada para poner fin a la relación de trabajo.
Artículo 9
Las disposiciones del presente Convenio podrán aplicarse por vía
legislativa, convenios colectivos, reglamentos de empresa, laudos
arbitrales, decisiones judiciales, o mediante una combinación de tales
medidas, o de cualquier otra forma apropiada que sea conforme a la
práctica nacional y tenga en cuenta las condiciones nacionales.
Artículo 10
1. Las disposiciones del presente Convenio podrán aplicarse, si es
necesario, por etapas, habida cuenta de las condiciones nacionales, a
reserva de que las medidas adoptadas a esos efectos se apliquen, en todo
caso, a todos los trabajadores a que se refiere el párrafo 1 del artículo 1.
2. Todo Miembro que ratifique el presente Convenio deberá indicar en la
primera memoria sobre la aplicación de éste, que está obligado a presentar
en virtud del artículo 22 de la Constitución de la Organización
Internacional del Trabajo, si, y con respecto a qué disposiciones del
Convenio, se propone hacer uso de la facultad que le confiere el párrafo 1
del presente artículo, y, en las memorias siguientes, la medida en que ha
dado efecto o se propone dar efecto a dichas disposiciones.
Artículo 11
Las organizaciones de empleadores y de trabajadores tendrán el derecho de
participar, según modalidades adecuadas a las condiciones y a la práctica
nacionales, en la elaboración y aplicación de las medidas adoptadas para
dar efecto a las disposiciones del presente Convenio.
Artículo 12
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para
su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 13
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la
Organización Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado
el Director General.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones
de dos Miembros hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada
Miembro, doce meses después de la fecha en que haya sido registrada su
ratificación.
Artículo 14
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la
expiración de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya
puesto inicialmente en vigor, mediante un acta comunicada, para su
registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. La
denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la fecha en que se haya
registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de
un año después de la expiración del período de diez años mencionado en el
párrafo precedente, no haga uso del derecho de denuncia previsto en este
artículo quedará obligado durante un nuevo período de diez años, y en lo
sucesivo podrá denunciar este Convenio a la expiración de cada período de
diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 15
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a
todos los Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro
de cuantas ratificaciones, declaraciones y denuncias le comuniquen los
Miembros de la Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda
ratificación que le haya sido comunicada, el Director General llamará la
atención de los Miembros de la Organización sobre la fecha en que entrará
en vigor el presente Convenio.
Artículo 16
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al
Secretario General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de
conformidad con el artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una
información completa sobre todas las ratificaciones, declaraciones y actas
de denuncia que haya registrado de acuerdo con los artículos precedentes.
Artículo 17
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la
Oficina Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia una memoria
sobre la aplicación del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir
en el orden del día de la Conferencia la cuestión de su revisión total o
parcial.
Artículo 18
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique
una revisión total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio
contenga disposiciones en contrario:
a) la ratificación, por un Miembro, del nuevo convenio revisor implicará,
ipso jure, la denuncia inmediata de este Convenio, no obstante las
disposiciones contenidas en el artículo 14, siempre que el nuevo convenio
revisor haya entrado en vigor;
b) a partir de la fecha en que entre en vigor el nuevo convenio revisor, el
presente Convenio cesará de estar abierto a la ratificación por los
Miembros.
2. Este Convenio continuará en vigor en todo caso, en su forma y contenido
actuales, para los Miembros que lo hayan ratificado y no ratifiquen el
convenio revisor.
Artículo 19
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente
auténticas.
CAMPO DE APLICACIÓN
Artículo 1
A los efectos del presente Convenio, el término «mujer» se aplica a toda
persona de sexo femenino, sin ninguna discriminación, y el término «hijo»
a todo hijo, sin ninguna discriminación.
Artículo 2
1. El presente Convenio se aplica a todas las mujeres empleadas, incluidas
las que desempeñan formas atípicas de trabajo dependiente.
2. Sin embargo, todo Miembro que ratifique el presente Convenio podrá,
previa consulta con las organizaciones representativas de empleadores y de
trabajadores interesadas, excluir total o parcialmente del campo de
aplicación del Convenio a categorías limitadas de trabajadores cuando su
aplicación a esas categorías plantee problemas especiales de particular
importancia.
3. Todo Miembro que haga uso de la posibilidad prevista en el párrafo
anterior deberá indicar en la primera memoria que presente sobre la
aplicación del Convenio, de conformidad con el artículo 22 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo, las categorías de
trabajadores así excluidas y los motivos de su exclusión. En las memorias
siguientes, deberá indicar las medidas adoptadas con el fin de extender
progresivamente la aplicación de las disposiciones del Convenio a esas
categorías.
PROTECCIÓN DE LA SALUD
Artículo 3
Todo Miembro, previa consulta con las organizaciones representativas de
empleadores y de trabajadores, deberá adoptar las medidas necesarias para
garantizar que no se obligue a las mujeres embarazadas o lactantes a
desempeñar un trabajo que haya sido determinado por la autoridad
competente como perjudicial para su salud o la de su hijo, o respecto del
cual se haya establecido mediante evaluación que conlleva un riesgo
significativo para la salud de la madre o del hijo.
LICENCIA DE MATERNIDAD
Artículo 4
1. Toda mujer a la que se aplique el presente Convenio tendrá derecho,
mediante presentación de un certificado médico o de cualquier otro
certificado apropiado, según lo determinen la legislación y la práctica
nacionales, en el que se indique la fecha presunta del parto, a una licencia
de maternidad de una duración de al menos catorce semanas.
2. Todo Miembro deberá indicar en una declaración anexa a su ratificación
del presente Convenio la duración de la licencia antes mencionada.
3. Todo Miembro podrá notificar posteriormente al Director General de la
Oficina Internacional del Trabajo, mediante otra declaración, que extiende
la duración de la licencia de maternidad.
4. Teniendo debidamente en cuenta la necesidad de proteger la salud de la
madre y del hijo, la licencia de maternidad incluirá un período de seis
semanas de licencia obligatoria posterior al parto, a menos que se acuerde
de otra forma a nivel nacional por los gobiernos y las organizaciones
representativas de empleadores y de trabajadores.
5. El período prenatal de la licencia de maternidad deberá prolongarse por
un período equivalente al transcurrido entre la fecha presunta del parto y la
fecha en que el parto tiene lugar efectivamente, sin reducir la duración de
cualquier período de licencia obligatoria después del parto.
PRESTACIONES
Artículo 6
Artículo 7
1. Se considerará que todo Miembro cuya economía y sistema de seguridad
social no estén suficientemente desarrollados cumple con lo dispuesto en
los párrafos 3 y 4 del artículo 6 si el monto de las prestaciones pecuniarias
fijado es por lo menos equivalente al de las prestaciones previstas para los
casos de enfermedad o de incapacidad temporal con arreglo a la legislación
nacional.
2. Todo Miembro que haga uso de la posibilidad enunciada en el párrafo
anterior deberá explicar los motivos correspondientes e indicar el monto
previsto de las prestaciones pecuniarias en la primera memoria sobre la
aplicación del Convenio que presente en virtud del artículo 22 de la
Constitución de la Organización Internacional del Trabajo. En sus
memorias siguientes, deberá indicar las medidas adoptadas con miras a
aumentar progresivamente el monto de esas prestaciones.
PROTECCIÓN DEL EMPLEO Y NO DISCRIMINACIÓN
Artículo 8
1. Se prohibe al empleador que despida a una mujer que esté embarazada, o
durante la licencia mencionada en los artículos 4 o 5, o después de haberse
reintegrado al trabajo durante un período que ha de determinarse en la
legislación nacional, excepto por motivos que no estén relacionados con el
embarazo, el nacimiento del hijo y sus consecuencias o la lactancia. La
carga de la prueba de que los motivos del despido no están relacionados
con el embarazo o el nacimiento del hijo y sus consecuencias o la lactancia
incumbirá al empleador.
2. Se garantiza a la mujer el derecho a retornar al mismo puesto de trabajo
o a un puesto equivalente con la misma remuneración, al término de la
licencia de maternidad.
Artículo 9
1. Todo Miembro debe adoptar medidas apropiadas para garantizar que la
maternidad no constituya una causa de discriminación en el empleo, con
inclusión del acceso al empleo, y ello no obstante el párrafo 1 del artículo
2º.
2. Las medidas a que se hace referencia en el párrafo anterior incluyen la
prohibición de que se exija a una mujer que solicita un empleo que se
someta a un examen para comprobar si está o no embarazada o bien que
presente un certificado de dicho examen, excepto cuando esté previsto en la
legislación nacional respecto de trabajos que:
a) estén prohibidos total o parcialmente para las mujeres embarazadas o
lactantes, o
b) puedan presentar un riesgo reconocido o significativo para la salud de la
mujer y del hijo.
MADRES LACTANTES
Artículo 10
1. La mujer tiene derecho a una o varias interrupciones por día o a una
reducción diaria del tiempo de trabajo para la lactancia de su hijo.
2. El período en que se autorizan las interrupciones para la lactancia o la
reducción diaria del tiempo de trabajo, el número y la duración de esas
interrupciones y las modalidades relativas a la reducción diaria del tiempo
de trabajo serán fijados por la legislación y la práctica nacionales. Estas
interrupciones o la reducción diaria del tiempo de trabajo deben
contabilizarse como tiempo de trabajo y remunerarse en consecuencia.
EXAMEN PERIÓDICO
Artículo 11
Todo Miembro debe examinar periódicamente, en consulta con las
organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores, la
pertinencia de extender la duración de la licencia de maternidad prevista en
el artículo 4 o de aumentar el monto o la tasa de las prestaciones
pecuniarias que se mencionan en el artículo 6.
APLICACIÓN
Artículo 12
Las disposiciones del presente Convenio deberán aplicarse mediante la
legislación, salvo en la medida en que se dé efecto a las mismas por medio
de convenios colectivos, laudos arbitrales, decisiones judiciales, o de
cualquier otro modo conforme a la práctica nacional.
DISPOSICIONES FINALES
Artículo 13
El presente Convenio revisa el Convenio sobre la protección de la
maternidad (revisado), 1952.
Artículo 14
Las ratificaciones formales del presente Convenio serán comunicadas, para
su registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
Artículo 15
1. Este Convenio obligará únicamente a aquellos Miembros de la
Organización Internacional del Trabajo cuyas ratificaciones haya registrado
el Director General de la Oficina Internacional del Trabajo.
2. Entrará en vigor doce meses después de la fecha en que las ratificaciones
de dos Miembros hayan sido registradas por el Director General.
3. Desde dicho momento, este Convenio entrará en vigor, para cada
Miembro, doce meses después de la fecha en que haya sido registrada su
ratificación.
Artículo 16
1. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá denunciarlo a la
expiración de un período de diez años, a partir de la fecha en que se haya
puesto inicialmente en vigor, mediante un acta comunicada, para su
registro, al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. La
denuncia no surtirá efecto hasta un año después de la fecha en que se haya
registrado.
2. Todo Miembro que haya ratificado este Convenio y que, en el plazo de
un año después de la expiración del período de diez años mencionado en el
párrafo precedente, no haga uso del derecho de denuncia previsto en este
artículo, quedará obligado durante un nuevo período de diez años, y en lo
sucesivo podrá denunciar este Convenio a la expiración de cada período de
diez años, en las condiciones previstas en este artículo.
Artículo 17
1. El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo notificará a
todos los Miembros de la Organización Internacional del Trabajo el registro
de cuantas ratificaciones, declaraciones y actas de denuncia le comuniquen
los Miembros de la Organización.
2. Al notificar a los Miembros de la Organización el registro de la segunda
ratificación que le haya sido comunicada, el Director General llamará la
atención de los Miembros de la Organización sobre la fecha en que entrará
en vigor el presente Convenio.
Artículo 18
El Director General de la Oficina Internacional del Trabajo comunicará al
Secretario General de las Naciones Unidas, a los efectos del registro y de
conformidad con el artículo 102 de la Carta de las Naciones Unidas, una
información completa sobre todas las ratificaciones, declaraciones y actas
de denuncia que haya registrado de acuerdo con los artículos precedentes.
Artículo 19
Cada vez que lo estime necesario, el Consejo de Administración de la
Oficina Internacional del Trabajo presentará a la Conferencia una memoria
sobre la aplicación del Convenio, y considerará la conveniencia de incluir
en el orden del día de la Conferencia la cuestión de su revisión total o
parcial.
Artículo 20
1. En caso de que la Conferencia adopte un nuevo convenio que implique
una revisión total o parcial del presente, y a menos que el nuevo convenio
contenga disposiciones en contrario:
Artículo 21
Las versiones inglesa y francesa del texto de este Convenio son igualmente
auténticas.