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Protegiendo nuestros océanos: los

desafíos de las zonas marinas protegidas


Chile es uno de los líderes mundiales en cantidad de kilómetros de zonas marinas
protegidas; el siguiente paso radica en establecer planes de administración que incorporen a
los diferentes actores relevantes y que incluyan prioridades, metas e indicadores de
cumplimiento
05 Julio 2017

Una de las maneras para conservar y restaurar nuestros océanos es el establecimiento de


zonas marinas protegidas: qué son, cuál es la situación de Chile en esta materia y cuáles
con los desafíos a futuro, en la siguiente nota.

La importancia de conservar y restaurar los


océanos
Los océanos son parte primordial de la vida humana: constituyen el 70% del planeta, nos
abastecen de agua, de alimento, regulan el clima, proveen gran parte del oxígeno que
respiramos y nos permiten transportarnos. El cambio climático, la contaminación de las
aguas, la sobreexplotación de recursos marinos y la degradación de las zonas costeras han
impactado negativamente en el estado de los océanos.
Para lograr un desarrollo sostenible, esto es, para poder satisfacer las necesidades del
presente sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras, se requiere un
océano en buenas condiciones. Una de las maneras en las que se puede revertir el daño
ocasionado es mediante la protección y conservación de zonas marinas protegidas.
Actualmente sólo el 3,5% de los océanos cuenta con algún tipo de protección y sólo el
1,6% se encuentra totalmente protegido. El Convenio Sobre la Diversidad Biológica
(1992), del cual Chile es parte, exige que a lo menos un 10% de las zonas marinas y
costeras estén protegidas hacia el año 2020.
Incrementar las zonas marinas protegidas es una de las metas del Objetivo de Desarrollo
Sostenible Nº 14 de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, el que apunta a conservar y
utilizar en forma sostenible el océano, los mares y los recursos marinos.

¿Qué son las zonas marinas protegidas?


Las zonas marinas protegidas (ZMP) son áreas geográficamente definidas,
designadas, reguladas y administradas para lograr ciertos propósitos de conservación.
Constituyen un verdadero refugio a la diversidad biológica, resguardando los ecosistemas y
permitiendo que las especies marinas se reproduzcan.
Asimismo, las reservas marinas bien administradas pueden mitigar y promover la
adaptación al cambio climático, según un trabajo publicado recientemente. Según este
estudio, las reservas marinas pueden paliar la acidificación, disminuir el aumento del nivel
del mar, la intensificación de las tormentas, los cambios en la distribución de las especies,
aumentar la disponibilidad de oxígeno, entre otros.
Al ser reconocidas legalmente, las zonas marinas protegidas involucran distintas formas de
gobernanza pública o privada. Según la FAO , en ellas convergen distintos actores, por lo
que durante todo el proceso de designación y administración de estas zonas hay que
establecer acuerdos con todos quienes se interesan y benefician de ellas.

América Latina, Chile y áreas protegidas


América Latina cuenta con una gama única de los principales ecosistemas costeros a nivel
mundial, y es donde se ubican 9 de las 34 “áreas calientes” de biodiversidad y alta amenaza
en el planeta, según la FAO .
En nuestra región existen áreas protegidas de diferentes tamaños y con distintas
denominaciones, siendo el “parque nacional” la categoría más conocida. Las zonas marinas
protegidas son administradas y manejadas por entes gubernamentales y no
gubernamentales. En el contexto de América Latina, la mayoría de las áreas marinas
protegidas se encuentran en Sudamérica.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, Chile es el quinto país del mundo con más
kilómetros cuadrados marinos protegidos, después de EE.UU., Australia, Nueva
Caledonia y Nueva Zelanda. Nuestro país cuenta con más de 1.000.000 de km2 de áreas
marinas protegidas, lo que supera a la superficie de Chile continental (750.000 km2).

La gran mayoría de los kilómetros cuadrados protegidos (850.000 km2) se han declarado
como tales entre los años 2016 y 2017, siendo, por lo tanto, un elemento relevante en la
agenda política del segundo gobierno de Bachelet. Los dos últimos parques marinos
creados, en Cabo de Hornos y Juan Fernández, fueron anunciados por el Ejecutivo en la
última cuenta pública.
En Chile existen tres tipos de áreas marinas protegidas:

 Reservas marinas: protegen pequeñas zonas de reproducción de especies


 Áreas marinas y costeras protegidas de múltiples usos: resguardan hábitats pero
permiten una explotación sustentable de recursos
 Parques marinos: protección completa, prohibiéndose toda actividad extractiva,
salvo un uso por parte de comunidades tradicionales

Actualmente, la mayoría de las áreas protegidas en Chile corresponden a parques marinos.

Desafíos frente a las zonas marinas protegidas


Designar las zonas marinas protegidas es sólo un primer paso, el que debe ser
complementado con la elaboración de planes de administración de las zonas. Ninguno
de los parques marinos creados en Chile a partir del año 2011 tiene un plan de gestión.

Asimismo, luego de la designación de las áreas se requiere obtener y administrar


eficientemente los recursos, los que deben estar orientados a la mantención pero también a
la fiscalizació. En particular, es importante fiscalizar actividades de pesca industrial ilegal.

De esta misma manera, se requiere que las zonas protegidas deban ser monitoreadas,
para fiscalizar el cumplimiento de las normas, pero también para evaluar si los parques
están contribuyendo de manera efectiva a la conservación de las especies. Además, se debe
profundizar el diálogo con comunidades originarias que pueden tener un vínculo ancestral
con las zonas protegidas.
En el documento Evaluaciones del Desempeño Medioambiental de Chile (2016), la
OCDE y la CEPAL señalaron que para que Chile avance en la conservación y uso
sostenible de la diversidad biológica sería positivo promulgar el proyecto de ley que crea el
nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y un Sistema Nacional de Áreas
Protegidas Integradas (Boletín 9404-12). Este proyecto de ley fue ingresado en junio del
año 2014 y se encuentra en primer trámite constitucional, en la Comisión de Medio
Ambiente del Senado.
Respecto de la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica, algunas
recomendaciones de la OCDE y la CEPAL para Chile, son:
 Acelerar esfuerzos para crear una base de conocimientos sobre el estado y las
tendencias de diversidad biológica, incluyendo una evaluación del estado de
ecosistemas de aguas interiores y marinos
 Realizar una evaluación nacional de los ecosistemas
 Perfeccionar la participación de ONGs, gobiernos locales y comunidades
indígenas en el desarrollo e implementación de políticas sobre diversidad biológica
 Acelerar el desarrollo y la actualización de planes de gestión (con prioridades,
metas e indicadores de progreso) de todas las áreas protegidas y examinar su
implementación
 Desarrollar e implementar una estrategia de fomento de las iniciativas privadas
de conservación, mediante incentivos, e integrar las iniciativas privadas de
conservación al sistema nacional de áreas protegidas

Cabe mencionar que, tal como fue puntualizado en la Conferencia de Naciones Unidas
sobre los Océanos (5-9 de junio de 2017), para conservar los océanos se debe educar a la
población, particularmente a los jóvenes. Se requiere promover una cultura de
conservación, restauración y uso sustentable de los océanos, pudiendo incorporar este tema
en el currículo escolar.

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