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CAPÍTULO II.

- DE LAS PERSONAS LIBRES

Toda persona que no sea esclava es libre. Las personas libres se dividen en
ciudadanos y no ciudadanos, en ingenuos y libertinos.

La división de personas en ciudadanos y no ciudadanos tiene por base la posesión


o la privación del derecho de ciudadanía romana.

Gran interés en su origen, cuando el ciudadano sólo poseía goce del Derecho civil
romano. Pero las condiciones políticas y financieras hicieron otorgar poco a poco la cualidad
de ciudadano a todos los habitantes del Imperio.

 De los ciudadanos

El ciudadano romano que no haya sido incapacitado por alguna causa particular goza
de todas las prerrogativas que constituyen el jus civitatis. Participa en todas las instituciones
del Derecho civil romano, público y privado.

Las ventajas que caracterizan la condición de ciudadano en el orden privado son:

a) El connubium. La aptitud para contraer matrimonio de derecho civil, llamado justae


nuptiae, la única que produce entre el padre y los hijos el poder paternal y la
agnación.

b) El commercium, que es el derecho para adquirir y transmitir la propiedad,


valiéndose de los medios establecidos por el derecho civil, tal como la mancipatio.
El commercium permite al ciudadano tener la testamenti factio, es decir, el derecho
de transmitir su sucesión por testamento y de ser instituido heredero.

Las ventajas que caracterizan la condición de ciudadano en el orden público son:

a) El jus suffragii, derecho a votar en los comicios para hacer la ley y proceder a la
elección de magistrados.
b) Los jus honorum, derecho para ejercer funciones públicas o religiosas.

La provocatio ad populum es el derecho a no sufrir una pena capital pronunciada por


algún magistrado que no sea un dictador y que la sentencia haya sido aprobada por el
comitiatus maximus (comicios por centurias).
 De los no ciudadanos

Los no ciudadanos, o extranjeros, en un principio, están privados de las ventajas que


confiere el derecho de ciudad romana y sólo participan en las instituciones derivadas del
jus Gentium.

Hostes significa enemigo; y los extranjeros que no tienen el derecho de ciudadanía y con
los cuales Roma no está en guerra se califican de Peregrini. Su condición no es uniforme,
los hay más favorecidos que ocupan un rango intermedio entre los ciudadanos y el común
de los peregrinos: los latinos. Se distingue entre los peregrini propiamente dichos y los
latini.

o Peregrini: habitantes de los países que han hecho tratados de alianza con Roma, o
que se han sometido a la dominación romana reduciéndose al estado de provincia.
Había muchos peregrinos que llegaban y fijaban su residencia en Roma: esto hizo
necesaria la creación del pretor peregrinus.

La condición de los peregrinos es el derecho común para los no ciudadanos. No


disfrutan del connubium, del commercium ni de los derechos políticos, aunque son
susceptibles de adquirirlos, bien sea por concesión completa del jus civitatis o bien por
concesión especial de algunos de sus elementos.

Gozan del jus Gentium y del derecho de sus respectivas provincias. Hay quienes no
pertenecen a ninguna provincia y que solo participan del jus Gentium. Tales son los
peregrini dedititii, pueblos que se rindieron y a los cuales los romanes les quitaron la
autonomía. Ocurre lo mismo con las personas que por ciertas condenas han perdido el
derecho de ciudadanía, y se encuentran a la par de los peregrinos.

o Latini. Los latinos eran peregrinos tratados con más favor, y para los cuales habían
acordado ciertas ventajas comprendidas en el derecho de la ciudadanía romana.
Existen tres clases:

 Latini veteres. Habitantes del antiguo Latium. Después de la caída de Alba,


Roma fue la cabeza de una confederación de ciudades latinas (nomen
latinum) siendo regulada por algunos tratados la condición de sus habitantes.
En una revolución seguida del triunfo de los romanos, fue destruida la
coalición. Los habitantes de algunas provincias obtuvieron el derecho de
ciudadanía, otros conservaron su condición anterior de latinos. Poseían el
commercium, el connubium, y cuando se encontraban en Roma para la
reunión de comicios, disfrutaban el derecho de voto. Además, les fueron
concedidas facilidades para adquirir la ciudadanía romana. A) si había
ejercido una magistratura en su país. B) Si había hecho condenar a un
magistrado romano por concusión según la ley Servilia reptundarum. C) si se
establecia en roma dejando en su patria un descendiente que perpetuara su
raza. Los latini veteres desaparecieron de Latium después de la guerra social.
El derecho de ciudadanía fue concedido a los habitantes de toda Italia por la
ley Julia y por la ley Plautia Papiria.

 Latin coloniarii. Uno de los procedimientos empleados por los romanos p ara
afianzar su dominación sobre los pueblos vencidos fue el de crear colonias en
medio de los antiguos habitantes y sobre una parte del territorio conquistado.
Estas colonias eran de dos especies: a) unas se componían de romanos
escogidos de la parte más pobre y lejana de la población. Quedaban como
ciudadanos romanos, conservando todos los derechos (Colonias Romanas).
b) otras formadas por los latinos o por los ciudadanos romanos que
voluntariamente abandonaban su patria perdiendo la cualidad de ciudadanos
y volviéndose latinos (colonias latinas). También llego a ser la condición de
algunos pueblos a quienes los romanos hicieron concesión del jus Latii.
Poseen commercium, pero no tienen el connubium, excepto por concesión
especial. Ejercen los derechos políticos en sus ciudades, pero no en Roma.

 Latini juniani. Al principio del Imperio, una ley Junia Norbana concedió a
ciertos libertos la condición de latinos coloniales, aunque descargándoles de
ciertas incapacidades particulares.
De la adquisición y pérdida del derecho de ciudadanía

La cualidad de ciudadano romano se adquiere por nacimiento o por causas


posteriores al nacimiento.

1. Nacimiento. En D. romano, el estado de las personas se determina por la condición


del padre o de la madre, y no por el lugar de nacimiento. Se observan, sobre esto,
las siguientes reglas:

a) El hijo nacido ex justis nuptiis sigue la condición del padre en el momento de la


concepción, pues la obra del padre queda entonces terminada.

b) Fuera del justae nuptiae el hijo sigue la condición de la madre en el día del parto.
Sin embargo, la Ley Minicia modifica esta solución y decide que, si alguno de los
dos autores era peregrino, el hijo siempre fuera peregrino. El hijo nacido de una
ciudadana romana y de un peregrino, no poseyendo el connubium nacía
peregrino; en cambio, sin esta ley, nacía romano. Un senadoconsulto decidió que
la ley no se aplicara al hijo nacido de ciudadana romana y de un latino; el hijo
nacía entonces ciudadano.

2. Causas posteriores al nacimiento. Estas varían según se trate de un esclavo, un


peregrino o un latino.

a) El esclavo se hacía ciudadano por manumisión regular, es decir, realizada por un


señor propietario del esclavo, es jure quiritium, y siguiendo las formas legales.

b) El peregrino obtenía el derecho de ciudadanía en virtud de una concesión


expresa, acordada por una decisión de los comicios, por un senadoconsulto, o
por el emperador, cuya concesión podía ser más o menos extensa. Podía
comprender completo el derecho de ciudadanía (civitas cum sufragio), o bien
sin el derecho de voto (sine sufragio, o limitarse a alguna de las ventajas de la
ciudadanía romana: al commercium o al connubium. Bajo el Imperio, el
connubium fue concedido con frecuencia a los veteranos.
Algunas veces se hacía la concesión de un individuo determinada, pero sin
extenderse ni a la mujer ni al hijo. También se concedía a menudo a ciudades enteras que
se hacían entonces municipios o prefecturas (el municipio es una ciudad, disfrutando del
derecho de ciudadanía romana, pero teniendo una completa organización municipal y una
administración autónoma: magistrados, curias y comicios. La prefectura es un municipio,
cuyo poder judicial se ejecuta por un praefectus enviado de Roma).

 De la pérdida del derecho de ciudadanía. El ciudadano romano perdía el derecho de


ciudadanía:
a) Por todas las causas de reducción de esclavitud, pues la pérdida de libertad arrastra
la pérdida de la ciudadanía.

b) Por efecto de ciertas condenas, como la interdicción del agua y el fuego y la


deportación, que la reemplaza bajo Tiberio.

c) Dicatione, cuando abandonaba por su voluntad la patria para hacerse ciudadano de


otra ciudad extranjera.

Concesión del derecho de ciudadanía a todos los Individuos del imperio


Por medio de un edicto, se concedió la cualidad de ciudadanos romanos a todos los
habitantes del Imperio, por interés fiscal. Había rebajado del vigésimo al décimo el impuesto
que gravaba las manumisiones y las sucesiones de los ciudadanos: la extensión del
derecho de ciudadanía fue destinada a hacer aquel impuesto más productivo. Macrino
vuelve el impuesto a sus antiguos límites; pero la concesión del derecho de ciudadanía
subsistió para todos los individuos del Imperio. Desde entonces no hubo más peregrinos
que los condenados a penas, significando decadencia del derecho de ciudadanía los
libertos dedictícios y los bárbaros que servían en las armas romanas: ya no hubo más
latinos que los libertos latino-junianos.

Bajo Justiniano, todos los libertos son ciudadanos. Las únicas personas privadas del
derecho de ciudadanía fueron los condenados a ciertas penas criminales, los esclavos y
los bárbaros.

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