Sei sulla pagina 1di 3

El nacismo alemán

Derrotada Alemania en la primera guerra mundial, se convierte en una


república bajo la llamada Constitución de Weimar (1919), con
características democráticas. Sin embargo, Alemania sufría las
consecuencias de la guerra, cuantiosas pérdidas materiales y humanas,
sumidas en la miseria total y en la vergüenza humillante de la derrota, origina
sangrientas revueltas, alzamientos militares y las huelgas.

En Alemania se recurrió al temor para imponerse el partido NACIONAL –


SOCIALISTA, los llamados nacionalistas o nazi se reúnen en el año de
1923 con algunos miembros del ejército republicano, con el objetivo de
derrocar la república, pero el intento fracasa, uno de estos dirigentes y
movilizadores del intento de derrocamiento fue Adolfo Hitler.

La mala situación económica del país permitió que el partido nazi con sus
promesas de alimento y trabajo para toda la población, tuviera gran acogida.

En el año de 1932, Paul Von Hindenburg fue elegido presidente Paul Von
Hindenburg y a su lado Hitler quedó como canciller, cargo que le otorgaba
todos los poderes.

Su oratorio y talento discursivo lo envió rápidamente a la victoria y a


ganarse muchos adeptos y aliados, desde entonces llamado el “Führer “
de esta forma los alemanes quedaron convencidos que este hombre sería
su salvación.

Como dictador Hitler abolió la constitución, anula el Parlamento e implante


el nazismo, estos actos acabaron de empeorar la situación ya que los
principios de esta corriente afirmaban la superioridad de la raza aria, la
oposición al cristianismo y por ende a los judíos; imponía el gobierno de un
dictador, la economía bajo el control del Estado, el apoyo nacionalista
exagerado, la aprobación al imperialismo y al totalitarismo.

Durante el gobierno de Hitler, la GESTAPO o policía secreta eliminaba a


quienes se oponían al régimen nazi, los judíos se convirtieron en el objetivo
de tortura de los nazi, los persiguieron, cazaron como animales y los
asesinaban en masas en los campos de concentración creados par
eliminarlos.

A pesar de todo, Hitler sacó a Alemania del estado de inferioridad en que se


encontraba.

La crisis económica favoreció al fascismo en Italia y al nazismo en


Alemania, pero el nivel de víctimas psicológicas es incalculable.

Los respectivos gobiernos eran incapaces de mantener el respeto a los


ciudadanos, los partidos reaccionaron pero no estimularon los sentimientos
nacionalistas de los pueblos. El sentimiento de venganza Alemán por la
humillación recibida después de la Primera guerra mundial era mucho
mayor que la racionalidad de las políticas mundiales para el daño tan
grande e injusto que se estaba cometiendo n contra de la población judía.

Nacionalismo cívico: es un tipo de nacionalismo basado en una


realidad construida por un conjunto de seres humanos que comparten
un lugar de nacimiento. La legitimidad de este tipo de nacionalismo
está dada por el Estado. El individuo representa la voluntad popular o
del pueblo. A diferencia del nacionalismo étnico, el nacionalismo cívico
propone que la adhesión al mismo, es voluntaria por parte de los
individuos, que se apegan a sus ideales cívico – nacionales.
Regularmente se asocia con el nacionalismo de estado, cuyo término
es utilizado, con frecuencia, para referirse a conflictos entre
nacionalismos. Combinando este concepto con el nacionalismo étnico,
la razón de ser de los individuos, es apoyar al nacionalismo de estado.

 Nacionalismo cultural: La cultura es el factor base que une a


la nación. La incorporación a este tipo de nacionalismo no es
totalmente voluntaria, si se considera que adquirir una cultura
forma parte de haber nacido y sido criado en determinada
cultura. En el nacionalismo cultural los progenitores no le hereda
a su prole, hijos, de manera automática este tipo de
nacionalismo. De hecho, un hijo de un nacional, criado en otra
cultura, puede considerarse “extranjero”. No se puede considerar
como un nacionalismo étnico o cívico, particularmente, porque
conlleva la adhesión del individuo a una cultura particular, no
dadas tácitamente por haber nacido en determinado territorio o
impuesta por el Estado. Existen algunas fuentes que citan
autores, filósofos políticos, tales como Ernest Renant y John
Stuard Mill, que consideran el nacionalismo cultural como parte
del nacionalismo cívico.
 Nacionalismo religioso: Considerado por algunos pensadores
como un particularismo, el nacionalismo religioso aplica el ideal
nacionalista a una religión, en particular, dogmas o afiliación.
Este tipo de nacionalismo se puede ver desde dos perspectivas,
en primer lugar se ve la religión compartida como un ente
unificador en la unidad nacional. En segundo lugar, se puede ver
la politización de la religión en determinada nación, acentuando
la influencia de la religión en la política. El nacionalismo religioso
no implica, necesariamente, la tendencia a luchar contra otras
religiones. Puede verse como una respuesta al nacionalismo
secular, no religioso. Resulta peligroso cuando el estado basa su
legitimidad política, en su totalidad, sobre doctrinas religiosas, lo
cual puede abrir puertas a instituciones o líderes que atraen a
sus seguidores a interpretaciones teológicas del ámbito político.

Potrebbero piacerti anche