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TURBOMÁQUINAS
CONTENIDO
1 CONSUMO DE AGUA
1.1 Consumos Corrientes
El consumo de agua para uso privado depende mucho del grado social y clase de vida de
las personas.
Al abastecer a un centro habitado hay que tener en cuenta el probable crecimiento de éste
y proveer de agua no sólo para el momento, sino también para un cierto número de años.
Al efecto, adjuntamos la Tabla 4.1 referente a dotaciones mínimas de agua (litros / día)
tanto en viviendas como en edificios públicos y suministrada por el Código de
Instalaciones Hidráulicas y Sanitarias en Edificios del CFIA.
Para calcular las tuberías de las instalaciones de suministro de agua, lo que importa es el
gasto (l/s, l/m o gpm) de los grifos correspondientes a los aparatos sanitarios (lavatorios,
baños, duchas, inodoros, etc.) y la simultaneidad probable de funcionamiento de dichos
grifos. De esto nos ocuparemos más adelante.
2 REDES DE DISTRIBUCIÓN
El agua para los servicios sanitarios de un edificio proviene de una tubería de una red
general de agua a presión o de una instalación particular de captación.
Distribuidores.
Columnas.
Derivaciones.
Los distribuidores son las tuberías horizontales que conducen el agua a las columnas
(tuberías verticales) que de ellas parten. Las columnas llevan el agua a las distintas plantas
del edificio, y de ellas salen a la altura de cada planta otras tuberías horizontales
(derivaciones) que a su vez llevan el agua hasta los grifos de toma.
El segundo sistema, aunque más caro, tiene la ventaja que mediante un juego bien
dispuesto de llaves de paso, permite una reparación en el distribuidor, manteniendo en
servicio todas o casi todas las columnas. Así (fig.4), una avería en A puede repararse
cerrando las llaves M y N próximas, y todas las columnas siguen funcionando.
Tiene también este sistema la ventaja de que la distribución es más uniforme y que el
circuito cerrado amortigua mejor el golpe de ariete.
Hemos ya dicho que las columnas pueden ser ascendentes o descendentes. En el origen
de cada una debe situarse una llave de paso para, en caso de reparación, excluirla del
servicio, sin tocar el resto de la instalación.
Las derivaciones están formadas por las tuberías que enlazan las columnas o los
distribuidores con los grifos de toma de cada aparato. También en el origen de cada
derivación debe haber una llave de paso.
Las columnas generalmente se empotran en los muros y las derivaciones van también
empotradas bajo el pavimento o en las paredes.
El agua en el interior de los edificios puede llegar hasta una altura (medida verticalmente
desde el centro de la tubería general) igual a la altura del agua correspondiente a la presión
de la calle, disminuida en la pérdida de carga debida a las resistencias que encuentra el
agua al recorrer las tuberías del edificio.
acumula el agua, que a la vez sirve de compensador o regulador en las fluctuaciones del
consumo y permite un gasto constante en la bomba mientras ésta actúa.
Los tanques de captación pueden ser del tipo abierto, en cuyo caso se colocan
generalmente en la parte alta del edificio; o cerrados, y en este caso se colocan
generalmente en la parte baja y próximos a la bomba (elevación hidroneumática).
2.2.1 Bombas
Son bombas centrífugas y los datos que las caracterizan son: gasto que ha de rendir, en
litros /min; altura manométrica, que es la presión o carga en metros que ha de
proporcionar al agua para que llegue a la altura deseada, y el número de revoluciones por
minuto.
La carga o presión total que hay que dar al agua para que funcione la instalación será
conforme hemos dicho:
H = He + fe + Ve + Ha + fa + Va
Para iniciar el funcionamiento de la bomba hay que producir en el tubo aspirante una
depresión que permita actuar a la presión atmosférica ejercida sobre la superficie libre del
agua, y ésta sube por el tubo de aspiración. La presión atmosférica es de 10,33 m. Como
parte de esta altura se emplea en producir velocidad y vencer la resistencia en el tubo de
aspiración, prácticamente no debe situarse la bomba a una altura superior a 6 ó 7 m sobre
el nivel del agua a aspirar. Para conseguir aquella depresión y cebar la bomba, se llena de
agua todo el tubo de aspiración, desalojando así el aire que contiene. Esta operación se
hace a mano, o bien, hay bombas que tienen un dispositivo que realiza automáticamente
el cebamiento.
Cuando la bomba aspira el agua de una tubería que ya tiene cierta presión, p (esta p mide
el exceso de presión sobre la atmosférica), la altura manométrica que ha de dar la bomba
será (fig. 7):
H = He + fe + Ve + Ha + fa + Va – p
P = (q H)/4570
Los depósitos pueden ser de diferentes materiales, tales como lámina metálica, cemento,
etc. Los de hierro deben estar galvanizados o en cualquier caso protegidos contra la
corrosión. Deben tener tapa y tubo rebosadero para verter el exceso de agua.
En cuanto al tamaño del depósito, conviene que sea el menor posible para limitar los
costos de instalación, reducir el peso y para que el agua no esté mucho tiempo en él.
Este tamaño mínimo dependerá del régimen de suministro de agua al mismo y del
régimen de consumo del edificio. Se comprende que el depósito podrá ser tanto menor si
el régimen de suministro sigue un ritmo tanto más parecido al del consumo (si ambos
fuesen iguales no haría falta el depósito).
Conviene que la potencia de la bomba no sea demasiado grande, para limitar los costos
de instalación, ni demasiado pequeña, para reducir los costos de operación.
Para determinar el tamaño del depósito, aunque no pueden darse reglas fijas, conviene
empezar por hacer un gráfico de consumo (fig. 10) a las distintas horas del día. Indica
éste que, por ejemplo, de las once a las doce del medio día se han consumido 300 litros,
y de las doce a las trece, 400 litros. Los gráficos señalan bien las puntas de consumo. En
el esquema indicado hay una punta de siete a nueve; otra de once a trece y otra de las
veinte a las veintidós.
Examinando en cada caso el gráfico y teniendo en cuenta las horas en que queremos que
funcione la bomba, podemos fijar esos periodos de funcionamiento, la potencia de la
bomba y la capacidad mínima del depósito, de modo que ésta sea tal que al finalizar cada
periodo de funcionamiento quede almacenada una cantidad de agua mayor que la que se
va a consumir hasta el nuevo momento en que de nuevo funcionará la bomba. En el caso
sencillo en que se quiera que la bomba funcione sólo de noche, la capacidad tendrá que
superar al consumo total durante las horas del día.
Todo lo que hemos dicho se refiere al caso en que el control de la bomba sea manual,
debiendo existir algún dispositivo que indique al encargado de la bomba que el depósito
se ha llenado.
Lo lógico es que el control de la bomba no sea a mano, sino que de un modo automático
entre en funcionamiento la bomba cuando el depósito se vacía. Un esquema de esta
disposición se representa en la fig. 11. Una bomba accionada por un motor eléctrico toma
el agua de un pozo y la eleva a un depósito. Al llenarse el depósito, el flotador (prolongado
por un cable con un contrapeso) acciona un interruptor que abre el circuito eléctrico del
motor, y éste se para. Por el contrario, al consumirse el agua y descender el nivel, el
flotador cierra el circuito y la bomba funciona de nuevo.
Se comprende que del tamaño del depósito y de los niveles a que hagamos corresponder
el movimiento del interruptor dependerá, en cada caso, en relación con el consumo, el
número de veces y la duración de funcionamiento de la bomba.
La bomba accionada por el motor eléctrico eleva el agua del pozo y la introduce en el
tanque hidroneumático, que consiste en un depósito cilíndrico de hierro, herméticamente
cerrado y capaz de resistir la presión máxima a que va a funcionar la instalación. Al ir
subiendo el nivel del agua se comprime el aire que queda en la parte superior del tanque.
Este aire comprimido actúa a su vez sobre el agua dándole la presión suficiente para que
por la tubería de la red llegue a todos los puntos de la instalación.
Como veremos al hablar del cálculo de estas instalaciones, la adición del compresor
permite reducir el volumen del tanque hidroneumático.
Las instalaciones hidroneumáticas tienen sobre las de depósito abierto las siguientes
ventajas:
Se evita toda posible alteración o ensuciamiento del agua, por ser el tanque
herméticamente cerrado.
Podemos tener en la red la presión deseada, mientras que con los tanques abiertos
se limita a la que da la altura de la localización de éstos.
Se evitan los problemas de colocar un gran peso de agua en la terraza.
Como inconvenientes hay que señalar: algo de ruido durante el funcionamiento y los
inconvenientes que acarrea su no funcionamiento cuando hay falta de energía eléctrica.
Presión.- El agua ejerce un empuje o presión sobre la pared del tubo o depósito que la
contiene, que se expresa en kg / m² (u otras unidades convenientes). En el seno de una
corriente uniforme, su valor será el mismo para todos los puntos de una sección
transversal.
Altura o carga piezométrica.- Si en un tubo, por el que circula agua a presión aplicamos
a las paredes tubos piezométricos verticales, el agua se eleva en cada uno a una altura
(piezométrica) en metros igual a p/, siendo p la presión en kg /m² en la tubería, y , el
peso específico del agua (1000 kg / m³ @4ºC). Es natural, puesto que así cada columna
ejerce en su base una presión de p kg / m² (fig. 13).
Pérdida de carga.- Los líquidos no son perfectos, son siempre viscosos en mayor o menor
grado, y se desarrollan en ellos, al moverse, esfuerzos tangenciales que influyen
notablemente en los caracteres del movimiento.
La carga H no se mantiene constante sino que una parte se emplea en vencer las
resistencias que se oponen al movimiento del líquido.
La parte de H gastada en vencer las resistencias del movimiento del agua constituye la
pérdida de carga.
En el movimiento que consideramos, las resistencias citadas son de dos clases: una,
debida al rozamiento con las paredes del tubo, es de tipo continuo y uniforme. Otra clase
es la formada por resistencias aisladas y localizadas.
La figura 15 corresponde al movimiento del agua en una tubería que enlaza un depósito
con un grifo de salida. En la figura 16 se representa una tubería que enlaza un conducto a
presión con un grifo y que tiene en su recorrido un ensanchamiento.
En la fig. 15, OA es la carga total en el origen de la tubería dada por el nivel de agua en
el depósito. La carga total en un punto, por ejemplo, en C, es la suma de las tres alturas:
geométrica (O´C), piezométrica (CD) y dinámica (DE). La línea a da la carga total en
cada punto, y la b es la línea de altura piezométrica. Ésta termina forzosamente en la boca
del grifo, puesto que al salir el agua al exterior ya no tiene presión, o mejor dicho, está a
la presión atmosférica. La carga en la salida es O´´´M (altura geométrica de la boca) más
MN (altura debida a la velocidad del agua).
Como se indica, hay una pérdida de carga aislada, LM, en la embocadura de la tubería
(unión con el depósito), y otra, QN, en el grifo de salida.
Debido a las resistencias que se oponen al movimiento del agua en el interior de los tubos,
la expresión [1] se transforma en (fig.18):
Donde R expresa la pérdida de carga continua por rozamiento con las paredes del tubo y
es la suma de las pérdidas de carga por resistencias aisladas.
Como se ve, la expresión [2] indica que la diferencia de carga en dos secciones de la
tubería equilibra las resistencias al movimiento en el tramo considerado.
En los casos que nos interesan las alturas dinámicas suelen tener poco valor en relación
con los otros términos y pueden suprimirse (la línea de carga total coincide con la
piezométrica); [2] quedará en:
cantidad de agua necesaria para cada servicio y el número de ellos que se considera que
pueden entrar en uso simultáneamente. Una vez determinada esta cifra global, se
determinan los valores que deben tener la capacidad de los tanques, los diámetros de las
tuberías y las capacidades de las bombas para distribuir el agua entre los distintos
servicios en las cantidades requeridas y las presiones que se deseen.
Consumo de agua: La tabla 4.1 del Código del CFIA contiene los consumos de agua
medios aceptados por persona y por día, aunque en cualquier caso particular las
cantidades consumidas variarán de acuerdo a las circunstancias.
La tabla 3.2 /(tabla 6-1) da las cantidades de agua en l/min (gpm) más convenientes para
los distintos aparatos y la presión media necesaria para producir dichos requerimientos.
Tabla 3.2. Presiones y caudales necesarios para los distintos aparatos sanitarios
Unidades de consumo: El caudal por minuto que requiere cada aparato se evalúa
tomando lo que llamaremos las unidades de consumo para cada aparato sanitario.
Consumo probable: Para casas unifamiliares y edificios con pocos servicios, la demanda
pico (máxima cantidad de agua consumida por unidad de tiempo en cierto momento) es
aproximadamente un 41% de la demanda total o gasto total de todos los grifos. Sin
embargo en estos casos se puede utilizar la cifra del 50% para el cálculo de los diámetros
de la tubería, de manera de dejar un margen adecuado, si se omite el cálculo exacto de las
pérdidas por fricción en los accesorios de la tubería. En hoteles, edificios de apartamentos
u oficinas, escuelas, etc., sin embargo es razonable admitir que no todos los aparatos
funcionarán simultáneamente. De acuerdo con ensayos y la experiencia se han preparado
curvas que indican el máximo consumo probable en litros por minuto (gpm), según sea
el número total de unidades de consumo instaladas en el edificio (Fig. 25 y 26)/ (Fig 6-3)
o bien tabulaciones, como la tabla 6-2 (Método de Hunter).
Los máximos consumos probables citados cubren la demanda máxima que se presenta
durante el día en los diferentes tipos de edificios. Otros requerimientos, como los sistemas
de riego y las instalaciones de aire acondicionado, que requieren un caudal determinado,
inclusive durante las horas de máximo consumo, deben evaluarse separadamente y
sumarse a los de los aparatos de uso intermitente.
Es conveniente mencionar que en los últimos años, la precisión de las curvas de Hunter
ha sido cuestionada por parte de los investigadores en este ramo. Efectivamente los
investigadores han encontrado que el uso de las mismas ha arrojado un
“sobredimensionamiento” constante de las tuberías diseñadas siguiendo el método. Pero
también se ha comprobado que lo anterior sucede no por una mala interpretación de
Hunter cuando desarrolló su método sino más bien porque el mismo tiene más de 50 años
de haberse promulgado y muchos han sido los avances en el diseño de fluxómetros,
válvulas y grifos de todas clases. Es por esto que los investigadores consideran necesario
hacerle ajustes a las curvas para actualizarlas conforme a los avances en este campo.
Investigaciones recientes han demostrado que los resultados del uso de estas curvas
pueden reducirse en algunos casos hasta en un 40% en proyectos muy grandes. Se hace
hincapié, sin embargo, que dichas reducciones pueden hacerse sólo en proyectos de gran
envergadura y que para proyectos corrientes las curvas deben utilizarse tal y cual son.
En el caso de grifos con demanda continua, como es el caso de los requerimientos de agua
para unidades de aire acondicionado central o sistemas de riego, etc., estímese en forma
separada dicha demanda en lit/min /(gpm) y luego agréguese dicha demanda a la demanda
intermitente obtenida en lit/min /(gpm) utilizando las unidades de consumo de los
diferentes aparatos sanitarios y aplicando las curvas de Hunter.
Los valores dados corresponden al agua fría. Para la caliente, hay que descontar los gastos
de los inodoros.
Se han supuesto los inodoros con depósito.
Fricción: Tomando en cuenta que el caudal depende de las pérdidas de presión por
fricción en el interior de la tuberías, deberá tomarse en cuenta este importante factor en
la determinación de los diámetros. La fórmula empleada para calcular esta pérdida de
carga debida a la fricción es:
Al atravesar los medidores de agua, el agua estará sometida a una resistencia por fricción
que, medida en kg/ cm² (psi), debe añadirse a las pérdidas de carga producidas por la
propia tubería, los accesorios y las válvulas. La tabla 3.4 da los caudales máximos que
admiten los medidores de agua del tipo de disco.
estos casos, muchas veces se colocan aparatos con tanque de descarga en los pisos
superiores y aparatos con válvula de descarga en los demás pisos. La máxima presión
admisible en los aparatos no pasa generalmente de 3.5 kg/cm² (50 psi). Cuando en las
tuberías generales la presión es mayor, debe reducirse en los ramales por medio de
válvulas reductoras.
Luego ajustamos la pérdida de carga encontrada conforme a la longitud efectiva del tramo
de la tubería correspondiente. Una vez realizado este cálculo para todas las secciones,
realizamos la sumatoria de las pérdidas de carga ajustadas. Si esta sumatoria es mayor
que la carga disponible para vencer la fricción de la tubería y sus accesorios en sus
diferentes tramos, significa que la presión en el punto del grifo más alto será insuficiente
(con los diámetros asignados) y el grifo no funcionará satisfactoriamente. Deberán
aumentarse algunos diámetros de los tramos calculados y realizar otro cálculo de
comprobación.
Tramo Unidad Caudal Diámetr Longitu Longitu Longitu Pérdidas Pérdidas Pérdidas
es de lts/min o de d tubería d d total de carga de carga de carga
consum tubería (m) equivale equivale (kg/cm²/ efectivas acumula
o (pulg) nte nte (m) 100 m) (kg/cm²) das
accesori (kg/cm²)
os (m)
Una buena práctica debe limitar la velocidad del agua en las tuberías a menos de 3 m/s
(10 pies/s), a fin de evitar situaciones de flujo ruidoso y golpes de ariete, pero hay casos
en que por las características del agua y de los materiales de las tuberías, que para evitar
fenómenos de erosión y corrosión, se recomiendan velocidades de hasta 4 y 6 pies/s (fps).
Ejemplo1: En un edificio de 5 plantas el grifo más alto está a una altura de 14 m sobre el
nivel de la tubería general; la presión del agua en esta tubería es de 4kg/cm². En la planta
baja hay un cuarto de baño, una cocina con un fregadero y un lavadero de ropa. En cada
uno de los pisos superiores hay dos cuartos de baño. Los inodoros funcionan con válvulas
de descarga. Calcular el diámetro de la tubería de entrada.
Solución: En la tabla 3.3 encontramos que los aparatos de cada cuarto de baño representan
8 unidades de consumo y que una combinación para fregadero y lavadero representa 3
unidades. Por lo tanto, el total de unidades de consumo es de 9 8 + 3 = 75 unidades.
Según la figura 26, el máximo consumo probable es de 225 litros por minuto. Según la
tabla 3.4, se escoge un medidor de 1½´´, que según la figura 3.3, ocasiona una pérdida de
carga de 0.8 kg/cm². Si queremos que en el grifo más alto la presión sea de 1 kg/cm², la
presión necesaria para conseguir esta circunstancia y vencer el desnivel y la fricción del
medidor es de: 1 + 0.1 · 14 + 0.8 = 3.2 kg/cm². Para vencer la fricción que se presenta en
las tuberías y accesorios nos queda, por lo tanto, una presión de 4 – 3.2 = 0.8 kg/cm².
Para calcular el equivalente en metros de tubería de las pérdidas de presión causadas por
los accesorios (tabla 3.5), sería necesario adoptar previamente unos diámetros para los
distintos tubos, hacer una tabla como se explicó anteriormente, calcular las respectivas
pérdidas de carga, y repetir el cálculo, si fuese necesario, hasta hacer coincidir el valor de
las pérdidas calculadas con 0.8 kg/cm². Si no se quiere hacer este estudio, aceptemos en
este caso, que la longitud de la tubería es de 30 m y que el conjunto de todos los accesorios
produce una pérdida adicional de presión equivalente a 15 m (50% de la longitud total).
Debemos por lo tanto escoger una tubería cuya pérdida de presión por 100 m obedezca
a la relación:
30 + 15 0.8
100 x
Es decir, una tubería que en 100 m tenga una caída de presión de (0.8 · 100)/(30 + 15) =
1.8 kg/cm². Si elegimos una tubería de hierro galvanizado, en el ábaco de la fig. 29
encontramos que una tubería de 2´´ resulta adecuada.
Para calcular los diámetros de los ramales, se sigue el mismo procedimiento. Si un ramal
alimenta dos cuartos de baño adyacentes en un mismo piso, el número de unidades de
consumo será 16; el máximo consumo probable, de 125 litros por minuto; y, según el
ábaco de la figura 29, la tubería de hierro galvanizado que produce la pérdida de carga
admisible de 1.8 kg/cm², es de 1½´´(se ha supuesto para este ramal que sus accesorios de
tubería tengan el mismo efecto sobre la tubería del ramal que los accesorios de la tubería
principal tienen sobre la tubería respectiva).
La velocidad del flujo del agua en las tuberías de abastecimiento durante los periodos de
demanda pico es un factor importante que debe considerarse para el dimensionamiento
de la tubería. Hay limitaciones en la velocidad que deben ser observadas para evitar
efectos nocivos tales como el zumbido en las tuberías, presencia de cavitación y sus ruidos
Para evitar los efectos de erosión – corrosión en tuberías de cobre, se debe tener presente
que la turbulencia que acompaña a la alta velocidad de flujo es un factor determinante en
producir el efecto. Cuando el agua posee un pH menor de 6.9, la velocidad no debe
superar los 4 fps; y cuando el pH es superior a 6.9, la velocidad no debe ser mayor de 6
fps.
Es muy importante también limitar la velocidad del flujo de agua en la tuberías de entrada
y de salida de las bombas de agua. Las pérdidas por fricción en tales tuberías afectan el
costo de bombeo y en consecuencia deben ser reducidas. Se recomienda que la velocidad
del agua en dichas tuberías no deben superar los 4 fps.
Como una ayuda en la aplicación de los límites de velocidad arriba indicados, se anexan
las tablas 6-4, 6-5, 6-7, 6-8 que nos dan los caudales en gpm que corresponden a las
velocidades de 4, 6, 8 y 10 fps en tuberías de materiales comunes y con diámetros
nominales desde 3/8´´ hasta 4´´.
Los caudales tabulados para dichas tuberías se han calculado en base a los respectivos
diámetros internos de las tuberías correspondientes, mediante la fórmula:
q = 2.448d²V
2do paso: Marcar en el dibujo, para cada sección de tubería, el número de unidades de
consumo que le corresponde. Tómese en cuenta que para aquellos aparatos que tienen
tanto salidas en agua caliente como en fría, las unidades de consumo correspondientes,
para sólo agua fría o sólo agua caliente, deben tomarse como ¾ de los valores totales
tabulados como unidades de consumo para dichos aparatos sanitarios (tabla 17.5).
3er paso: Indíquese en el dibujo, junto a las unidades de consumo anotadas, la demanda
en l/s (gpm) correspondiente a las relativas unidades de consumo, para que así se vea el
gasto estimado en cada sección del sistema. Para la determinación de esta demanda en l/s
o gpm, hágase referencia a la tabla 6-2 o a las curvas de las figs.25/26(Fig.6-3).
4to paso: Indíquese en el dibujo, para cada sección del sistema, la demanda continua en
l/s (gpm) para aquellos grifos correspondientes a irrigación de jardines, equipos de aire
acondicionado y todos aquellos equipos que puedan utilizar agua continuamente durante
los periodos de máxima demanda. Esta demanda continua se sumará a aquella de los
aparatos de uso intermitente.
5to paso: Considerando condiciones de flujo cero, determínese la presión disponible para
pérdidas por fricción durante los periodos de demanda pico: po-h1-p1 = (R +), en el
grifo situado en peores condiciones, para su adecuado funcionamiento. La presión
disponible encontrada será el límite de las perdidas por fricción permitidas para el flujo
de agua durante la demanda calculada.
6to paso: Determinar el circuito de tuberías del sistema para el cual los diámetros se
diseñarán conforme al criterio de pérdidas por fricción límites del paso anterior. Este
circuito básico será la extensión mayor de tuberías por donde el agua circulará desde la
tubería municipal u otra fuente de alimentación, al grifo más alto y más distante. Este
circuito de tuberías debe estar plenamente identificado en el dibujo.
7mo paso: Indíquense en el dibujo las pérdidas nominales por fricción correspondientes
al medidor de agua, a eventuales suavizadores de agua y calentadores de agua que se
encuentren en el circuito básico del paso anterior. Tales pérdidas por fricción se
encuentran en tablas o en información dada por los fabricantes de dichos equipos.
8vo paso: Calcúlese la cantidad de presión disponible para pérdidas por fricción en
tuberías, válvulas y accesorios del circuito básico. Esto se obtiene, restándole a la presión
disponible como límite de pérdidas por fricción encontrada en el 5to paso, las pérdidas
por fricción nominales en eventuales medidores, suavizadores o calentadores que se
encuentren en el circuito básico (determinadas en el 7mo paso).
9no paso: Calcúlese la longitud total equivalente del circuito básico, como suma de la
extensión de su longitud más las longitudes equivalentes correspondientes a las válvulas
y accesorios que en él se coloquen. Como hasta el momento no se han fijado los diámetros
para las tuberías, las longitudes equivalentes de válvulas y accesorios no pueden aún
determinarse y por consiguiente debemos establecer un supuesto. Se recomienda que la
longitud equivalente total se establezca en forma tentativa como suma de la extensión de
la tubería más un 50% de esa longitud, como longitud equivalente correspondiente a
válvulas y accesorios.
10mo paso: Calcúlese la máxima pérdida uniforme por fricción en la tubería del circuito
básico. La presión disponible para pérdidas por fricción por tuberías, válvulas y
accesorios (determinada en el 8vo paso) se dividirá por la longitud total equivalente de
tubería (determinada en el 9no paso). Esto determinará el límite de pérdidas por fricción
en la tubería en kg/cm² por metro de longitud equivalente (psi por pie de longitud
equivalente).
11mo paso: Hágase una tabulación para el sistema, donde se tabulen los gastos para un
rango apropiado de diámetros de tubería para el material de tubería seleccionado que
q = 43,0 d2,5(p/L)½
12vo paso: Hágase una tabulación para el sistema, donde se tabulen los gastos para un
rango apropiado de diámetros de tubería para el material de tubería seleccionado
correspondiente al límite de velocidad seleccionado con base en las condiciones de la
instalación y tipo de tubería y siguiendo a las tablas de la 6-4 hasta la 6-8.
13vo paso: Dimensiónense todas las secciones de la tubería aplicando los gastos
tabulados correspondientes a los límites por fricción y velocidad en la siguiente forma:
Aplíquense los gastos por límites por fricción en el dimensionamiento de todo el
circuito básico y de los distribuidores y columnas que llevan el agua a los pisos
altos. No se apliquen estos gastos a los distribuidores que alimentan salidas en
planta alta donde tales distribuidores se conectan a columnas descendientes
alimentadas de un tanque por gravedad.
Aplíquense los gastos por límite de velocidad en el dimensionamiento de toda la
tubería del sistema.
Donde ambos gastos por límites de velocidad y por fricción encuentran aplicación
y diferentes diámetros son indicados, escójase el mayor.
14vo paso: Cuando los diámetros determinados en el paso anterior resultaren menores
que los recomendados por el Código, auméntense éstos para que estén en regla.
15vo paso: Cuando la tubería seleccionada está sujeta a excesiva corrosión o a depósitos
por la dureza del agua, pudiéndose perder sección, auméntense los diámetros en un
tamaño.
16vo paso: Como se han determinado los diámetros siguiendo los pasos arriba expuestos,
calculemos las longitudes equivalentes efectivas de las diferentes secciones de tubería
tomando ahora en cuenta las longitudes equivalentes debidas a las válvulas y accesorios
efectivamente existentes en la secciones respectivas. Compárense estas longitudes con las
longitudes estimadas del paso 9. Si hay una diferencia significativa, sustitúyanse las
longitudes equivalentes efectivas y repítanse los pasos 9, 10, 11, y 13, ajustándose los
diámetros en consecuencia.
Los aparatos alimentados son: Sótano, una lavadora automática, dos llaves de riego para
el jardín (sólo se usa una a la vez) y una válvula que alimenta el tanque de agua caliente.
Primer piso, un fregadero de cocina y un ½ baño con lavatorio e inodoro. Segundo piso,
dos baños, uno con lavatorio, inodoro y ducha y el otro con lavatorio, bañera con ducha
e inodoro. El medidor tiene una pérdida de fricción de 5.5 psi a 19.6 gpm y el tanque de
agua caliente tiene una pérdida de fricción de 10.5 psi a 7.75 gpm.
4 CÁLCULOS APROXIMADOS
4.1 Fijación de gastos (Método Alternativo C)
Se han explicado los procedimientos para el cálculo con precisión de una instalación de
distribución de agua. Este procedimiento debe seguirse para instalaciones de mucha
importancia como hoteles, hospitales, etc., donde hay cientos de aparatos a ser instalados.
Se comprende que para pequeñas instalaciones no es indispensable seguir el cálculo
indicado, el cual requiere de tiempo. Para pequeñas instalaciones y aún para muchas de
relativa importancia o para estudio de anteproyectos, es suficiente un cálculo aproximado
de los diámetros.
Conviene dar normas concretas para desarrollar estos cálculos de carácter aproximado
que, como decimos, bastan en muchos casos, con la ventaja de ser muy sencillos.
Debe dibujarse en planta baja o de sótano del edificio, un esquema de la disposición del
distribuidor o distribuidores de agua y el arranque de las columnas de agua ascendentes
o montantes. En las demás plantas se dibuja el esquema de las derivaciones que llegan a
los distintos aparatos. También conviene una sección vertical representando el
distribuidor y columnas, y, por último, para cada derivación tipo, un esquema también de
la disposición de ramales a los distintos aparatos.
Como ya hemos dicho, lo primero es fijar los gastos a que deben satisfacer las tuberías
para después hallar los diámetros de éstas.
Daremos primero normas para la fijación rápida aproximada de los gastos y luego para el
cálculo aproximado de los diámetros.
Gastos en las derivaciones.- Utilizamos la tabla VI, que nos da para las derivaciones que
abastecen a las viviendas el gasto que debe tomarse en consideración. Si se trata de
edificios de carácter público u oficinas, haremos uso análogamente de la tabla VII. Debe
advertirse que los valores que dan estas tablas se refieren solamente al agua fría o
solamente al agua caliente.
Gastos de las columnas y distribuidor.- Para cada tramo de éstos se tiene en cuenta el
número total de aparatos a que va a servir (lavatorios, duchas, tinas, inodoros, etc.) y se
toma un tanto por ciento de aquellos del modo que especifica la tabla IX que damos a
continuación (que tiene en cuenta el número probable de aparatos que entrarán en uso
simultáneamente).
Para ello asignamos una velocidad al agua, en función del desnivel existente entre el grifo
situado en peores condiciones y la altura de carga en la red general (si se trata de
abastecimiento con depósito elevado, tomaremos desnivel entre el fondo del depósito y
el grifo).
Asignada una velocidad en ese grupo de tuberías y conocidos los gastos en los distintos
tramos del recorrido (que hemos calculado mediante la tabla IX), utilizaremos la tabla X,
que nos da los diámetros.
Si el esquema de sección vertical es, por ejemplo, del tipo del de la figura 39 y el grifo en
peores condiciones es el A (por altura y distancia a la red general), al aplicar el
procedimiento indicado habremos calculado los diámetros de los tramos 1, 2, 3, 4, 5, 6 y
7 que forman el conjunto de tubos que llevan el agua hasta el grifo A.
Para las otras columnas (en este caso la b, c y d) se procede análogamente, partiendo del
desnivel existente entre cada grifo y la altura de agua en la calle, para asignar la velocidad
y obtener los diámetros, pero respetando los tramos (en este caso los tramos 5, 6 y 7) que
fueron ya calculados como parte del circuito más desfavorable. Para la columna c, por
ejemplo, no tendríamos más que ocuparnos de los tramos 12 y 13 que la forman, y la
velocidad que asignaríamos al agua en ellos depende del desnivel entre el grifo C y la
carga de la calle.
Nota – Si se trata de alimentación con depósito, vale la misma tabla, sustituyendo los encabezados de las
columnas, que serán ahora:
Menos de 5m Entre 5 y 14 m Más de 14 m
Para fijar el diámetro en un tramo de la derivación, nos referimos a los fijados para los
ramales de los aparatos a que sirve aquel tramo. Entre los ramales individuales habrá unos
con diámetro de 3/8” y otros no. Los que no lo sean se sustituyen (para el cálculo) por
sus equivalentes en diámetros de 3/8” para un mismo gasto. Este número de tubos de
3/8” a que equivale uno dado, se deduce fácilmente de la tabla XII.
Asignado de este modo el número de ramales de 3/8” a que sirve el tramo, fijamos el
diámetro del mismo mediante la tabla XIII, que da el máximo de ramales de 3/8” a que
puede servir un tramo, teniendo en cuenta el número de los que probablemente se usarán
simultáneamente.
Para fijar las ideas sobre los cálculos aproximados, hagamos un ejemplo.
5 SISTEMAS HIDRONEUMÁTICOS
5.1 Descripción General
Los sistemas hidroneumáticos son una modernización de los sistemas de alimentación de
agua por medio de tanque de gravedad. Su propósito es incrementar y estabilizar la
presión de agua de manera que el suministro del agua sea más o menos continuo y
satisfactorio para todos los aparatos del sistema.
La expansión del aire al reducirse la presión, regula la cantidad de agua que podrá ser
suministrada al sistema antes que la bomba vuelva a completar la reserva de agua que se
desea mantener en el tanque. Esta relación de presión y volumen corresponde a la ley de
Boyle que establece que a temperatura constante, el volumen de una dada masa de gas,
varía inversamente con la presión absoluta. La expresión matemática de esta ley es:
p1/p2 = v2/v1
Los límites de presión y los niveles de agua en el tanque hidroneumático, se basan en esta
ley.
Los sistemas hidroneumáticos tienen ventajas definitivas sobre los tanques de gravedad.
En efecto se pueden colocar en lugares convenientes para su instalación, operación y
mantenimiento; pueden resguardarse contra los elementos; son sistemas cerrados y por
consiguiente, prácticamente libres de contaminación.
Ejemplo:
Redondeando los resultados, debemos escoger una bomba para pozo profundo que
bombee 50 gpm con una carga de 245´.
Nos referimos al dibujo 2600556. Comenzamos en el punto que indica una reserva del
10% por volumen en el tanque y seguimos esta línea horizontalmente hasta cortar la
vertical que nos da 40 psi. Sígase la curva de presión más cercana (en nuestro caso la
curva de 35 psi) hasta donde ésta corta la vertical de 60 psi. Luego, por interpolación, se
determina el punto que indica que el agua ocupará aproximadamente el 34% de la
capacidad del tanque cuando el aire se haya comprimido de 40 psi a 60 psi. El nivel de
agua equivalente al 34% del volumen del tanque establecerá el nivel máximo de agua
deseado.
Podemos ahora establecer los valores efectivos del máximo y mínimo nivel en el tanque.
En efecto, el volumen en un tanque cilíndrico vertical, es proporcional a su altura.
Supóngase que un tanque vertical tenga una altura de 72 pulgadas y que la descarga del
tanque esté en el fondo del mismo; entonces el nivel mínimo está (10/100) · 72 = 7.2
pulgadas por encima del fondo y el nivel máximo estará (34/100) · 72 = 24.48 pulgadas
sobre el fondo del tanque.
Supongamos que el diferencial de presión sea 30 psi, con 40 psi a su nivel mínimo y 70
psi a su nivel máximo. Procédase como antes, determinando que a 70 psi el agua ocupará
aproximadamente el 42% del volumen total del tanque, siendo entonces 32% el volumen
bombeado del total del tanque, coincidiendo este valor con el rendimiento del tanque.
Esto corresponde con una ganancia de 8 puntos con respecto al diferencial de presión 40
– 60 psi. El volumen de agua bombeado al tanque determina el tamaño del tanque
requerido y afecta el tipo de bomba y su motor por lo que respecta al diferencial de
presión. Es conveniente evaluar los costos de cada disposición del sistema para
determinar la más conveniente. Veremos ahora cómo determinar la capacidad del tanque
hidroneumático y su tamaño.
Para calcular el tamaño del tanque, volvamos a nuestro ejemplo original, donde la
capacidad de la bomba es de 50 gpm, el volumen bombeado es del 24% del volumen del
tanque y escogemos 6 ciclos de bombeo por hora.
Nos referiremos al dibujo 2600557. Las curvas del dibujo se basan en el supuesto que la
demanda de agua promedio del sistema sea igual a la mitad de la capacidad de bombeo
de la bomba. Así que con un volumen bombeado del 24%, encontramos con la curva de
6 ciclos por hora, un factor multiplicador de 10.5, tal que : 10.5 · 50 gpm = 525 gpm como
capacidad del tanque. Nos referimos ahora a los dibujos 2800693 y 2800695 que nos dan
las dimensiones estándar de tanques horizontales y verticales respectivamente. El tanque
más cercano es un tanque horizontal de 36´´ de diámetro y 120´´ de longitud con un
volumen total aproximado de 550 galones.
Los métodos más empleados para lograr la presión independiente son: Tanque elevado,
Bomba Booster o Auxiliar, Bombeo Programado y Sistemas Hidroneumáticos.
Describiremos brevemente los tres primeros métodos, para luego analizar en detalle a los
sistemas hidroneumáticos.
La localización del tanque será en la azotea del edificio, o bien, sobre una estructura
especial para alojarlo.
En lo referente a su capacidad, cuando sólo exista tanque elevado, se recomienda que ésta
sea cuando menos igual al consumo diario total de la edificación (art. 6. 35 del Código
del CFIA). La tabla 4.1 del Código del CFIA nos brinda los parámetros para la
determinación de la capacidad del mencionado tanque.
Las características de dicha bomba son que el gasto y la presión de ésta deben ser iguales
al gasto máximo instantáneo y a la presión requerida por la instalación.
Debe cumplir entonces este sistema ciertas condiciones para que pueda funcionar, tales
como: la dotación de agua proveniente de la red debe ser continua y con un gasto mínimo
igual al máximo instantáneo.
Es necesario sin embargo aclarar que este sistema sólo funcionará adecuadamente en los
casos en que además de cumplir con las dos condiciones anteriores, la demanda de la
edificación fuese constante e igual al gasto máximo instantáneo, lo cual resulta nada
común. Como es intuitivo, la demanda varía en el tiempo desde cero hasta el gasto
máximo instantáneo conforme a particularidades correspondientes a cada tipo de
edificación y como la bomba proporcionará el gasto máximo instantáneo, la mayor parte
del tiempo funcionará sobrada. Obviamente esta disposición es abiertamente ineficiente
por lo que el camino a seguir es utilizar bombas múltiples, colocadas en paralelo y de
igual presión, y donde cada bomba suministrará un porcentaje del gasto máximo
instantáneo. El problema aquí es cómo operar las bombas en cuanto a sus arranques, paros
y tiempos de funcionamiento; problema que se resuelve con el llamado ´´Bombeo
Programado´´ que presentaremos a continuación.
Por ejemplo el arreglo puede hacerse con cuatro bombas, las cuales se escogen de manera
que se cuente con dos bombas mayores que deben ser capaces de suministrar
aproximadamente el 50% cada una del gasto máximo instantáneo demandado por la
instalación. Las otras dos bombas, suministrarán aproximadamente el 25% de esa
demanda, cada una.
Otro arreglo podría ser el de dos bombas en que cada una proporcione el 10% del gasto
máximo instantáneo; otras dos bombas dando cada una el 40% de dicho gasto y
finalmente dos más que proporcionen el 50% del gasto máximo instantáneo (teniéndose
así una reserva del 100%).
En el primer caso el equipo necesario constaría de las dos bombas pequeñas (#1 y #2) y
de las dos bombas grandes (#3 y #4); cabezal de succión y cabezal de descarga; y de un
tablero integral para la operación automática y programada de las bombas que contiene:
Elementos para el arranque y protección de los motores de las bombas
Cerebro digital para la operación de las mismas
Selectores para la operación manual o automática de las bombas
Luces de señalización
Este programa funciona en sentido inverso para el caso en que vayan disminuyendo los
caudales.
El equipo dispone además de transferencia automática entre las bombas que forman
pareja, de manera que si una bomba se encuentra fuera de servicio, se pone en marcha su
compañera.
El número de bombas depende de las variaciones en los ámbitos del flujo que se deseen
manejas en la instalación en particular.
La fig. 3.2 presenta un esquema de cuatro bombas de diferentes capacidades en paralelo
bajo la disposición de bombeo programado.
La tubería de suministro de agua potable debe ser probada hidróstaticamente una vez
colocada y antes de rematar los muros, techos y suelos. Se obtiene la presión mediante
una bomba manual hidróstatica inyectando hasta una presión de 7 kg/cm² (100psi) o en
todo caso, 50 a 100% más alta de la presión a que trabajará la red. El procedimiento de la
prueba está descrito en la sec. 6.8 del Código de Instalaciones Hidráulicas del CFIA.
Los golpes de ariete son más pronunciados cuando tienen lugar en tubos rígidos como los
de hierro y menos observables en tubos flexibles como los de cobre o los plásticos. Su
flexibilidad permite que la presión se amortigüe. Un anclaje adecuado de los tubos es
siempre conveniente. Las válvulas automáticas de acción rápida y los grifos de cierre
automático son los principales causantes de este problema.
6.2 Dilatación
Todas las tuberías se dilatan y se contraen con los cambios de temperatura, y debe
procurarse darles libertad para que puedan producirse tales movimientos, sobretodo
cuando se trata de tuberías de agua caliente. Hay varios métodos para absorber estos
movimientos:
uno consiste en instalar uniones de expansión, separadas a distancias tales que absorban
la dilatación de la tubería; otro consiste en colocar la tubería zigzagueada (culebreada)
para que las curvaturas absorban la expansión o contracción; aún otro consiste en instalar
bucles de dilatación (fig. 4.7). Como indica la tabla 4.3, una longitud de 30 m de tubería
de hierro se dilata 18 mm al aumentar su temperatura de 50ºC, y una longitud igual de
tubería de cobre aumenta en 26 mm. Para una longitud de 6 m, las dilataciones son
respectivamente de 3,6 mm y 5,2 mm. El coeficiente de dilatación de las tuberías de PVC
es bastante más alto que los anteriores. De la tabla 4.3, queda establecido que las
precauciones contra las dilataciones y las contracciones deben reservarse para los grandes
edificios, donde hay grandes longitudes de tubería, pero dejan de ser necesarias en
edificios pequeños como las casas de habitación.
Para baños, lavatorios y limpieza general, basta una temperatura de 50ºC. En las cocinas,
sin embargo, para el lavado de platos y con el fin de disolver la grasa, se requieren por lo
menos 60ºC. Tanto es así que en restaurantes es aconsejable que el agua llegue a 80ºC al
igual que en hospitales, por ejemplo.
Los sistemas empleados son muy diversos, y varían desde los calentadores independientes
hasta las instalaciones de abastecimiento central. La elección del sistema determinado
dependerá: del número de grifos o tomas de agua y clase de aparatos servidos; y de la
rapidez con que se requiere el agua en cada servicio.
De la tubería general de agua que lleva el agua fría al edificio o vivienda hay que hacer
una derivación llevando el agua a los aparatos de calentamiento, y desde allí, en
distribución independiente de la del agua fría, conducirla a los aparatos en que se necesita,
como duchas, tinas, lavatorios, bidés, fregaderos, etc.
Debemos considerar:
La válvula D está normalmente cerrada por medio de un resorte G, y tiene además una
asta enlazada a la membrana H que separa dos cámaras, m y n, unidas por sendos tubos
con el tubo A; una antes y otra después de un diafragma fijo K.
Cuando todos los grifos están cerrados, la presión en el tubo A, antes y después del
diafragma, es la misma, e igualmente sucede en las dos cámaras m y n, con lo cual la
membrana H está plana y vertical, y la válvula D permanece cerrada, impidiendo el paso
del gas. Al abrir un grifo cualquiera de agua caliente y fluir agua por A, la presión de ésta,
dada la resistencia que a su paso ofrece el diafragma K, será mayor antes que después de
éste. Asimismo la presión en la cámara n será mayor que en m, la membrana H será
comprimida hacia la izquierda y la válvula D se abrirá y permitirá el paso del gas. Al
contacto con la llama del piloto L, se encenderán los mecheros y el agua se calentará
rápidamente.
El agua llega por el tubo a, atravesando la llave b, la válvula c y el tubo d para entrar en
el acumulador. El agua en éste se encuentra a presión y sale por el tubo e, enlazado a los
distintos grifos que han de proveer agua caliente.
La válvula c tiene un doble carácter: por una parte, es válvula de seguridad, y si la presión
en el acumulador se hace excesiva, se abre y descarga al exterior el exceso de agua a
través del tubo f: por otra parte, es también válvula de retención e impide que el agua
caliente del acumulador retroceda a la red de agua fría. El grifo g es para vaciar el
depósito. La capacidad del acumulador en los calentadores eléctricos varía, generalmente,
de 30 a 120 litros.
Si la distribución del agua caliente fuera con recirculación (sistema que ahora veremos),
habrá un tubo q de retorno del agua caliente al acumulador.
Sobre el acumulador debe haber una válvula de seguridad para prevenirse contra un
exceso de presión que pueda tener lugar en aquél. La válvula deberá ser probada y
regulada con frecuencia.
El primero consiste en una tubería que sale de la parte superior del calentador y de la cual,
una derivación en cada planta, conduce el agua a los diversos grifos (fig. 67).
El inconveniente de este sistema es que al abrir un grifo hay que esperar, para tener agua
caliente, a que se vacíe la tubería que le une con el acumulador.
En el segundo sistema se establece un circuito de recirculación del agua caliente (fig. 68).
La columna ascendente a, que sale del acumulador y que va distribuyendo agua caliente
a los grifos próximos a ella, es continuada, una vez que llega a la última planta, por la
columna descendente b, que termina en el acumulador por su parte inferior. La columna
b suministra a su vez también agua caliente en cada planta a otro grupo de grifos. Con
este sistema el agua caliente se ve obligada a circular continuamente y siempre está
próxima a los grifos. Una objeción a este sistema es que se estima que del 10 al 25% del
combustible se gasta en la circulación del agua, pero esto se compensa por la comodidad
y el ahorro de agua que con el primer sistema hay que gastar hasta que salga caliente.
En el sistema de distribución con recirculación, ésta puede ser: por gravedad o forzada
mediante bomba.
Como la eficacia del sistema en cuanto a la circulación aumenta con la altura de columnas
y con la diferencia de temperatura en ellas, y disminuye cuanto mayor es el recorrido a
efectuar, podemos tener una idea de la eficacia en cada caso, multiplicando aquella altura
por aquella diferencia de temperatura y dividiendo por el recorrido total (coeficiente de
eficacia). Los valores obtenidos dan el valor relativo de los esquemas indicados
La mejor forma de expulsar el aire consiste en instalar una pequeña cámara de expansión
en la parte más alta del edificio. De ella el aire sale al exterior por medio de una válvula
automática o simplemente mediante un grifo que se abre a mano. En este último caso no
es necesario que el grifo esté junto a la cámara; puede estar por ejemplo, en el cuarto de
la caldera, como en la figura 68, y unido mediante un tubo con la cámara A.
Hay que tener en cuenta que el agua caliente en los servicios se utiliza a 40ºC, y en el
acumulador es calentada normalmente hasta 60ºC. Según la temperatura con que llega a
los aparatos, se mezcla con la proporción conveniente de agua fría.
También hay que tener presente que antes de empezar el consumo del agua se dispone
por la mañana de un periodo de tiempo, que suele suponerse de dos horas, para efectuar
el primer calentamiento del acumulador. Esto influye naturalmente en la potencia de la
caldera; cuanto mayor sea ese periodo de calentamiento, tanto menor será la potencia (en
calorías/hora) requerida.
En cuanto a la potencia de la caldera, deberá ser tal que pueda calentar el volumen del
acumulador elevando su temperatura de 10º a 60º durante el periodo de calentamiento.
60 · V + 10(A – V) = 40 · A
V = (30/50) A
C = V (60 – 10)
A esta cantidad debe agregarse un 15% para compensar las pérdidas a lo largo de las
tuberías, por lo tanto:
C = {V (60 – 10)}/2 · (1 + 0.15)
Ejemplo: Supongamos que se trata de un edificio con 30 apartamentos y que en cada uno
hay una ducha, un lavamanos, un bidé y un fregadero de cocina que utilizan agua caliente.
No se tomará en cuenta el eventual consumo de agua caliente en el área de servicio, pues
si éste existiera, en todo caso sería a horas distintas que el anterior.
Asignemos un uso para cada aparato con las siguientes cantidades de agua a 40º: ducha,
144 litros (24 min. aprox.); lavatorio, 48 litros (8 min. aprox.); bidé, 8 litros (1.2 min.
aprox.); fregadero, 20 litros (2.2 min. aprox.)
30 x 144 = 4320
30 x 48 = 1440
30 x 8 = 240
30 x 20 = 600
Total = 6600 litros a 40º
Suponiendo un periodo de dos horas para que la caldera caliente el agua, la potencia de
ésta será:
En hoteles se procederá en forma análoga. En este caso no hay que tomar en cuenta el
agua gastada en cocinas y en lavado de ropa, pues estos servicios no suelen coincidir con
las horas de consumo máximo de los huéspedes.
La capacidad del equipo calentador también puede calcularse a partir del número de
aparatos. Se obtiene entonces el máximo consumo probable por medio de la Tabla 4.2
multiplicando el número total de litros correspondientes a los distintos aparatos por el
coeficiente de consumo máximo. El calentador debe tener una capacidad igual a este
máximo consumo probable. El acumulador o depósito de almacenamiento debe tener una
capacidad igual al máximo consumo probable, multiplicado por el coeficiente de
almacenamiento.
Ejemplo1: Calcular el consumo de agua caliente y las capacidades del calentador y del
depósito de agua caliente para una vivienda con cuatro ocupantes.
El consumo diario según la tabla 4.1 es de 4 · 150 = 600 litros; el máximo consumo
horario de 600/7 = 85 litros; la capacidad del depósito debe ser de 600/5 = 120 litros y la
capacidad del calentador de 600/7 = 85 litros por hora o bien 85(60 –10) ·1.15 = 4888
kcal/hora
Ejemplo2: ¿Cuáles son las capacidades del calentador y del depósito de agua caliente del
local de un club con los siguientes aparatos?
Se asignan unidades de consumo a cada grifo de salida (como lo establecido para los
correspondientes grifos de agua fría) y mediante el cálculo de probabilidades para el
funcionamiento simultáneo, se determina el caudal de cada uno de los ramales de la red
de distribución. Asignándole una velocidad teórica al agua, obtendremos el diámetro del
ramal (mediante el uso del ábaco correspondiente, el cual nos dará también la pérdida
unitaria teórica por fricción correspondiente a ese ramal). Realizamos la sumatoria de las
pérdidas teóricas por fricción de los diferentes ramales y la comparamos con la presión
disponible para pérdidas por fricción del sistema. Si la sumatoria coincide con este valor
o está muy cercana, hemos encontrado los diámetros, de lo contrario, tendremos que hacer
los ajustes que correspondan con los diámetros teóricos hasta que la sumatoria de las
pérdidas por fricción teóricas se acerquen suficientemente a la presión disponible para
pérdidas del sistema.
El gasto de circulación, con los grifos cerrados, se determina suponiendo que el agua sale
del acumulador a una cierta temperatura t´ (que puede ser 60º) y fijando que al llegar al
extremo superior conserva un valor t´´ (por ejemplo 50º). Estableciendo que las pérdidas
de calor por unidad de tiempo a través del tubo ascendente son iguales a las que sufre el
agua que circula por él, tendremos:
En esta expresión:
Conocido el valor de Q, sabremos también la temperatura t´´´ del agua de retorno al llegar
al acumulador, pues una fórmula análoga a la anterior, correspondiente al recorrido
descendente del retorno, expresará:
Y como Q es ya conocido (siempre con grifos cerrados), podemos despejar y hallar t´´´,
que resultaría por ejemplo igual a 40º. Tómese en cuenta que en la expresión anterior, S´
es la superficie exterior de la tubería descendente. Hay sin embargo que comprobar si el
valor hallado para Q (valor teórico del gasto) corresponde al posible en la realidad.
Determinemos entonces la carga o fuerza motriz con que se cuenta para producir la
circulación natural del agua caliente. Esta carga estará dada por la diferencia de peso entre
las columnas ascendente y descendente, debido a que esta última estará algo más fría.
H = h (Yr – Ya)
Cabe entonces disminuir los diámetros de las columnas, para forzar a una disminución de
las pérdidas por fricción, vía una disminución del gasto.
8 Bibliografía.