Sei sulla pagina 1di 2

Semiótica, de Julia Kristeva:

“El texto no es un fenómeno lingüístico; dicho de otro modo, no es la significación


estructurada que se presenta en un corpus lingüístico visto como una estructura plana. Es un
engendramiento: un engendramiento inscrito en ese “fenómeno” lingüístico, ese fenómeno
que es el texto impreso, pero que no es legible más que cuando se remonta verticalmente a
través de la génesis: 1) de sus categorías lingüísticas, y 2) de la topología del acto
significativo. La significancia será pues ese engendramiento que se puede aprehender
doblemente: 1) engendramiento del tejido de la lengua; 2) engendramiento de ese “yo” que
se pone en situación de presentar significancia. Lo que se abre en esa vertical es la
operación (lingüística) de generación del feno-texto. Denominaremos a esa operación un
geno-texto, desdoblando así la noción de texto en feno-texto y geno-texto (superficie y
fondo, estructura significada y productividad significante).”

(Semiótica, Julia Kristeva. Edit. Espiral/Fundamentos. Traducción: José Martín Arancibia)

Apuntes de Julia Kristeva

Una característica predominante en la obra de Kristeva es su preocupación por analizar lo no


analizable: la alteridad inexpresable, heterogénea y radical de la vida individual y cultural. Aunque
esta actitud podría abrir una vía hacia el misticismo, el interés de Kristeva es equiparable a la
apropiación simbólica de este campo no analizable.
Se interesa por la naturaleza heterogénea del lenguaje poético siendo estudiante en París, lo que la
distinguió de otros semióticos que se mostraban más preocupados por formalizar el
funcionamiento convencional del lenguaje. Entiende el lenguaje como un proceso transgresor
dinámico, más que como un simple instrumento estático.

Distingue entre lo semiótico y lo simbólico, como "genotexto" y "fenotexto" respectivamente. El


genotexto es un proceso y el fenotexto es el lenguaje de la comunicación. No existen aislados, sino
que aparecen juntos en los que llama el proceso de significación.

En su obra "La revolución del lenguaje poético" demuestra cómo el lenguaje poético tiene efectos
dentro de un contexto histórico y económico específico. Recurre a la teoría psicoanalítica
Lacaniana elaborando una teoría del sujeto como proceso. El sujeto es una forma inefable e
innombrable que sólo se deja conocer a través de sus efectos.
En 1980 cambia su tendencia a desarrollar una teoría general del lenguaje y el desorden simbólico
para ofrecer una serie de análisis de sus experiencias artísticas y personales concretas. Más tarde
elaboró una serie de estudios sobre el amor (Relatos de amor) la melancolía y la depresión (Sol
negro) y la historia y experiencia de ser extranjero (Extranjeros para nosotros mismos). A diferencia
de sus obras anteriores, predomina ahora la importancia de que el sujeto particular pueda acceder
a lo simbólico. Según Kristeva es preciso que se conserve una armonía entre la identidad y los
elementos heterogéneos, potencialmente poéticos y capaces de romperla. A diferencia del amor,
la melancolía constituye un grave impedimento para la constitución de las capacidades simbólicas
e imaginarias.
En su estudio de Colette examina la cuestión del amor como experiencia vivida y como parte de
una incursión en la psicología del amor. Colette escribe mediante un diluvio de metáforas. No
existe el amor con anterioridad a la metáfora. Así pues, no sólo la metáfora no es el lenguaje del
amor, sino que tampoco es la expresión del amor.
"Chora" es una psicosis experimental de un sujeto en proceso de jucio. La revuelta deja ahora de
ser política como ocurre en la transgresión abierta de la ley, y asume un sentido íntimo que toma la
forma de memoria y psicoanálisis, de lenguaje poético, de escritura de ficción y de toda suerte de
actividades intelectuales y artísticas que ejercen su impacto sobre la vida psíquica y que a menudo
implican una especie de crisis del yo.
El arte participa en la dinámica de la formación del sujeto. Es la actividad artística la que constituye
al sujeto, de la misma manera que es el sujeto que constituye la obra de arte. Una obra de arte
puede convertirse en la base de una eperiencia auténtica capaz de abrir el camino a un cambio de
personalidad. El objetivo es producir una situación en la que la subjetividad fuera un sistema
abierto, una obra en proceso, un abrirse al otro, que al mismo tiempo pudiera generar una forma
revisada de la propia identidad. Y esto da paso a una ética que se ve obligada a luchar contra el
mundo posmoderno del espectáculo, donde el yo y la representación borran los signos de la
actividad del inconsciente.

Las aportaciones de la crítica contemporánea y, en particular, la investigación de Julia Kristeva nos


permiten identificar algunos elementos de la estructura lingüística de La dama duende con objeto
de explicitar el proceso significante y la carga semántica de éste.

Según la terminología de Kristeva, se distingue así entre un feno-texto, que es el texto escrito o
impreso, y un geno-texto que, no siendo un elemento lingüístico en sí mismo, se explicita, no
obstante, a través de ciertos elementos del lenguaje. Se puede decir que el feno-texto es el texto
que puede ser leído, en el sentido completo del término, cuando se explora su compleja génesis;
es decir, el geno-texto.

Para descifrar los mensajes codificados en la obra, nuestra lectura prestará especial atención al
título mismo. En nuestra opinión, el título opera como un pre-texto cuyo lenguaje parece actuar a
modo de disfraz que encubre y descubre una realidad. Proponemos aquí el uso del término pre-
texto ya que el título, a modo de eje semántico, identifica a la protagonista, y establece los motivos
generadores de sus acciones. El título/pre-texto plantea el escenario subrayando las cualidades
contrastantes del personaje protagonista: las que derivan de su situación social de dama, y las que
se generan por su situción existencial de duende. Esos dos componentes, social y lúdico,
articulados en el juego escénico van a determinar su dinámica. En el título encontramos además la
dialéctica de la expresión poética, como un signo que simultáneamente encierra realidad y juego.
Este estudio se encamina al análisis de esa dialéctica en el ámbito de la resonancia que se
establece entre el pre-texto y el texto mismo de la obra. Nuestro objetivo es identificarla como el
elemento que da cohesión a toda la acción escénica. El título o pre-texto se nos manifiesta,
particularmente en La dama duende, como una auténtica condensación de la obra ya que, en él,
descubrimos la existencia de los mismos niveles manifiestos y latentes que se entretejen en el
texto.

Potrebbero piacerti anche