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República de Colombia

Juzgado Segundo Promiscuo Municipal


Ciénaga-Magdalena

R A DI CA CI Ó N : 4 7 - 1 8 9 - 4 0 - 8 9 - 0 0 2 - 2 0 1 9 - 0 0 0 1 9 .
RE F E RE N CI A : A CC I Ó N DE T UT E L A .
A C CI O N A NT E : F E R NA N DO J O S É M A NJ A R RE Z .
A C CI O N A DO : S I S T E M CO B R O S . A . S .

Ciénaga, doce (12) de febrero de dos mil dieciocho


(2019).

Procede el Despacho a proferir sentencia dentro de la ACCIÓN DE TUTELA, instaurada


por FERNANDO JOSÉ MANJARREZ, por la presunta transgresión de los derechos
fundamentales al habeas data, debido proceso y petición. Las circunstancias que
provocaron el petitum de protección constitucional pasan a compendiarse bajo el siguiente
esquema fáctico:

I. PLANTEAMIENTO DEL CASO

1.1. El petitum. El aludido promotor mediante escrito visible a folios 1 a 5, instauró


acción de amparo constitucional, a nombre propio, y en contra de la referida entidad con
el propósito de que le fueran protegidas las prerrogativas en comento, solicitando, de
manera concreta, se le ordene a la entidad accionada proceder a modificar la información
del reporte negativo que hiciera en las bases de datos de TransUnion y Datacredito
respecto a la obligación No. 049161.

1.2. La causa petendi. En apoyo de sus pretensiones, aduce en compendio, que


obtuvo una obligación con la entidad accionada, no obstante, esta última nunca le
comunicó ni por escrito ni por ningún otro medio, dentro de los 20 días calendario que
establece el art. 12 de la ley de habeas data, que iba a ser reportado a las centrales de
riesgo precitadas, y una vez hizo la respectiva reclamación, la empresa procedió a ratificar
su decisión sin ningún soporte jurídico ni prueba contundente de que haya autorizado el
reporte del dato negativo a las centrales de riesgo, siendo que era su obligación conservar
copia o evidencia de la respectiva autorización otorgada por los titulares de la información,
asimismo afirma que sobre dicha obligación ha operado el fenómeno de la prescripción,
pero la solicitud que hiciera al respecto no ha sido resuelta, alega que esta situación no lo
deja realizar ninguna transacción comercial con el sector financiero afectándose su mínimo
vital y el de su familia.

1.3. La respuesta de la entidad SISTEMCOBRO S.A.S. Surtido el trámite de rigor,


el extremo pasivo de la acción constitucional se hizo presente a la actuación, a través de
quien dijo ser apoderado general de SISTEMCOBRO S.A.S., alegando que esa entidad
adquirió la obligación No. 0650950000049161 a través de una negociación de
transferencia de créditos con el Banco CorpBanca, que el accionante ha interpuesto tres
peticiones ante la entidad que representa y a las cuales le han dado respuesta, considera
que la tutela no debe prosperar en razón de que no existe vulneración de derecho
fundamental alguno, teniendo en cuenta que al ceder los derechos de los créditos se
transfieren de igual manera las garantías y prerrogativas que se derivan de este acto
jurídico, lo cual lleva implícito la facultad de reportar la información de la obligación ante
los operadores de las bases de datos.

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Que en el mes de agosto de 2014 se dirigió comunicación al accionante a fin de que
tuviera conocimiento de la cesión de las obligaciones a su cargo, otorgándole el plazo de
20 días según determina la ley para que realizara las observaciones sobre el estado de las
acreencias antes de realizar la actualización, sin embargo el accionante no realizó
comunicación, reclamación, o solicitud alguna en el lapso antes mencionado.

Manifiesta que no es cierto que la acreencia No. 0650950000049161 se encuentra


prescrita pues el art. 2513 del C.C. señala que el fenómeno de la prescripción extintiva o
liberatoria de las obligaciones debe ser alegada por quien pretenda beneficiarse de ella y
su reconocimiento debe ser expresamente declarado por el juez competente, pues la
prescripción no tiene efecto per ministerium legis, sino que requiere su invocación y que el
juez la acoja, e independientemente de que llegase a operar el fenómeno de la
prescripción, SISTEMCOBRO S.A.S. en calidad de acreedor de buena fe se reserva el
derecho de perseguir el cumplimiento de la obligación, ya que no se encuentra acreditado
su pago, y se constituiría en una obligación natural de conformidad con el art. 1527 del
Código Civil, razón por la cual solicita el archivo de la presente diligencia.

1.4. La intervención de Experian Colombia S.A. A través de quien dijo ser


apoderada de Experian Colombia S.A., acudió esta entidad vinculada, haciendo referencia
a las reglas sobre el término de permanencia de los datos financieros en la historia de
crédito de los titulares de la información contemplada en el art. 13 de la Ley 1266 de
2008, explicando que dicha entidad no puede eliminar el dato negativo que el actor
controvierte pues ello sería contrario a la Ley Estatutaria del Habeas Data, en específico
porque la obligación se encuentra abierta, en mora, y reportada como dudoso recaudo, es
decir, versa sobre una situación actual de impago, y una vez se sufrague lo adeudado, su
historia de crédito indicará que la obligación ha sido satisfecha, no obstante, el dato sobre
la mora quedará registrado por un término equivalente al doble del tiempo en que dure el
incumplimiento, asimismo alega que a la que le corresponde comunicar de forma previa a
los titulares sobre un registro de un reporte negativo es a la fuente de la información y no
recae sobre Experian Colombia S.A., y ellos no tienen responsabilidad alguna con esa
eventual omisión, por lo que solicita se deniegue la tutela.

1.5. La intervención de TransUnion. A través de quien dijo ser abogado designado


para la defensa de TransUnion, acudió la entidad vinculada, alegando que dicha entidad
no hace parte de la relacion contractual que existe entre la fuente y el titular de la
información, que el operador de información no es el responsable del dato que le es
reportado por las fuentes de información, señala que de la revisión de la información
financiera en dicha entidad no hay dato negativo en el reporte censurado por la parte
accionnate, y que el operador no puede modificar, actualizar, rectificar y/o eliminar la
información reportada por las fuentes, salvo que sea requerido por la fuente, y que la
petición que se alega vulnerada no se elevó ante esa entidad, por tanto solicitan se les
exonere y desvincule.

II. CONSIDERACIONES

La Acción de tutela es el mecanismo creado por el Constituyente Primario en el año


1991, para que cualquier persona pueda reclamar ante los Jueces de la República la
permanencia vertical de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando estos
resulten vulnerados o amenazados por la acción u omisión de las autoridades públicas o
por los particulares -en excepcionales circunstancias-, y la renuencia de las entidades que
en virtud de una relación comercial o de servicio o de cualquier otra índole reciben o
conocen datos personales, en actualizar o rectificar la información personal de los titulares

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de la información cuando hubiere lugar a ello, ya sea porque la misma no tiene vigencia o
no corresponde a la realidad, vulnera el derecho fundamental al Habeas Data.

De acuerdo con la situación fáctica planteada, en la que se reclama que se «declare


procedente lo solicitado en el derecho de petición en todas sus partes y que la entidad
SINTENCOBRO (sic) modifique la información del reporte negativo en la base de datos
TRANSUNION (sic) Y DATACREDITO», esto por cuanto dicho reporte se hizo con violación
al debido proceso, es decir, sin la comunicación previa de la que habla el art. 12 de la Ley
1266 de 2008, y también porque habría operado la prescripción de la obligación, resulta
conveniente indicar que sobre el alcance y contenido del derecho al debido proceso la
Sentencia T-694 de 2013 indicó que:

«El derecho fundamental al debido proceso es exigible, tanto para las entidades
estatales y sus actuaciones, como también para los particulares, pues un Estado
Social de Derecho debe garantizar en toda relación jurídica unos parámetros
mínimos que protejan a las personas de actos arbitrarios e injustificados que
atenten contra otros derechos fundamentales».

Así, es fácil colegir que cuando el inciso segundo del artículo 12 de la Ley 1266 de
2008 prescribe que se requiere comunicación previa al titular del dato para «el reporte de
información negativa sobre incumplimiento de obligaciones de cualquier naturaleza, que
hagan las fuentes de información a los operadores de bancos de datos de información
financiera, crediticia, comercial, de servicios y la proveniente de terceros países», está ni
más ni menos que preservando la transparencia y lealtad de las actuaciones que preceden
la circulación de datos económicos a los cuales la misma legislación reconoce sin ambages
su carácter específico de personales, vale decir, con idoneidad suficiente para penetrar el
muro constitucional que resguarda los demás derechos fundamentales. Máxime cuando la
misma norma establece un plazo de «20 días calendario siguientes a la fecha de envío de
la comunicación en la última dirección de domicilio del afectado» oportunidad que tiene el
titular de la información para «demostrar o efectuar el pago de la obligación, así como
controvertir aspectos tales como el monto de la obligación o cuota y la fecha de
exigibilidad», de ahí que, ante la ausencia de la comunicación previa requerida, se
vulneraría el derecho fundamental del debido proceso consagrado en el artículo 29 de la
Constitución de 1991.

Por su parte, la evolución de la jurisprudencia constitucional respecto a la prescripción


de obligaciones insolutas como fundamento de la solicitud de amparo del derecho al
habeas data ha dejado sentado que no es necesario, como antes se razonaba, que el
afectado cuente con una sentencia judicial previa de declaratoria de prescripción de la
obligación insoluta, como presupuesto necesario para que la acción de tutela pueda ser
favorable a sus intereses.

Esto, por las razones que se esbozaron en la sentencia T-883 de 2013, así:

«(i) Que la necesidad de asegurar la prevalencia del derecho


fundamental al habeas data, impone que el juez de tutela no solo pueda sino deba
efectuar un análisis de las circunstancias fácticas de cada caso, para efectos de
establecer si ha transcurrido el plazo de la prescripción liberatoria y el término
máximo que puede permanecer el reporte negativo consignado en las bases de
datos; y

(ii) Que, en ese sentido, la prosperidad de la solicitud de amparo no está


supeditada a la existencia de una sentencia judicial en la que se haya declarado la
ocurrencia de la prescripción de la obligación.

No obstante, la Sala señaló expresamente que el pronunciamiento del juez de


tutela en relación con la ocurrencia del fenómeno prescriptivo, no puede ser
equiparado a una declaratoria judicial de prescripción».

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En ese entendido, como es el juez ordinario quien mantiene la competencia para la
declaratoria judicial de la ocurrencia de la prescripción, si ocurriera el caso de que el juez
de tutela parte de la consideración de que se está frente a una obligación ya prescrita,
para efectos de la protección del derecho al habeas data la Sentencia T-883 de 2013
concluyó que:

«(E)n aras de garantizar el respeto por las competencias propias de cada


jurisdicción y los derechos al debido proceso y a la defensa de los distintos
interesados con ese asunto, en estos casos es necesario que el amparo
constitucional se conceda de manera transitoria, de tal forma que quede a salvo la
facultad del juez ordinario para definir, para todos los efectos, si la obligación
insoluta ha prescrito».

De esta manera, si bien no se exige una sentencia judicial en la que se haya declarado
la ocurrencia de la prescripción liberatoria como presupuesto necesario para la prosperidad
de la acción de tutela, la vigencia del amparo constitucional sí depende de que los
interesados agoten los mecanismos judiciales ordinarios previstos para estos efectos.

2.1. El caso concreto. Descendiendo en el asunto sub examine, de la revisión de las


pruebas obrantes en el expediente, lo primero que advierte este despacho es que la
entidad accionada cuenta con la autorización previa, escrita, clara, expresa, concreta y
libremente otorgada por el titular del dato (fl. 12) la cual se entiende extendida a
SISTEMCOBRO S.A.S. al ser cesionaria de la cartera, producto de la transferencia del
crédito que celebró con el Banco Corpbanca antes Banco Santander; en esa autorización
se consignó «Esta autorización se extenderá igualmente a los compradores o cesionarios
en una eventual venta o transferencia de cartera que haga el Banco», lo que habilitaba a
la entidad accionada para divulgar la información relacionada con la historia crediticia del
accionante, e impide que proceda su supresión al existir la autorización como presupuesto
de que la información fue recabada de forma legal, para tratamiento de datos personales.

Además de contar con la autorización previa en los términos anteriormente indicados,


el reporte del dato negativo a la central de información crediticia fue informado al titular
del dato, a través de comunicación que se le enviara en agosto de 2014 (fl. 8)
informándole sobre la cesión de la obligación en los siguientes términos:

«Así mismo le informamos que los reportes a las centrales de información


financiera, con el comportamiento crediticio actualizado y relacionado con las
obligaciones anteriormente citadas, se efectuaran en el término de 20 días
calendario contado a partir de la fecha de la presente notificación por parte de
Sistemcobro SA, en caso de existir alguna observación de su parte con relación al
estado de sus obligaciones, le solicitamos hacerla conocer oportunamente para
realizar las verificaciones correspondientes».

Así las cosas, el accionante pudo ejercer sus derechos al conocimiento, rectificación y
actualización de los datos, antes de que estos fueses expuestos al conocimiento de
terceros, y no lo hizo; además no hay evidencia de que dicha información sea falsa,
parcial, incompleta o insuficiente, por ende no le asiste razón al accionante en cuanto a los
argumentos esbozados y con los que pretende la modificación del reporte negativo, esto
en tanto que la empresa accionada fue respetuosa del derecho fundamental al debido
proceso, al acreditar el cumplimiento de todos los requisitos para que proceda la
incorporación de datos negativos en las centrales de información crediticia.

Por otro lado, la verificación de si ha existido o no una vulneración del derecho


fundamental al habeas data de cara a la prescripción extintiva de la obligacion, exige la
determinación previa de la ocurrencia de ese modo de extinción de obligaciones, y para
ellos es necesario establecer también la naturaleza de la obligación adquirida, la historia

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de pagos de la misma, la existencia de situaciones que hayan podido interrumpir el tiempo
de prescripción.

Para el caso si bien puede inferirse de la información contenida en la última parte de la


Libranza visible a folio 11 que la obligación crediticia se consignó en un pagaré y por ende
los parámetros bajo los cuales debe definirse el termino en que opera la prescripción es la
dispuesta para la acción cambiaria, no obstante, encuentra el despacho que ni el
accionante ni la entidad accionada aportaron documento alguno que permita establecer
con precisión cuál es el momento en el que la obligación se hizo realmente exigible, para
iniciar el computo del termino dispuesto para la prescripción.

Para tal efecto no se puede tomar la fecha de suscripción de la libranza como


referente para hacer el cálculo, esto es, el 10 de abril de 2010 como al parecer lo hace el
accionante cuando menciona que la obligación ha prescrito porque tiene una antigüedad
de 8 años 8 meses, esto por cuanto, como se sabe no solo existen títulos valores con
vencimientos a días ciertos sino también a días ciertos sucesivos, para lo cual se hace
indispensable determinar cuál ha sido la fecha en que se incurrió en mora de dicha
obligación, y para el caso de pagos mediante cuotas periódicas, si se aceleró o no la
exigibilidad de la misma.

Tampoco se puede partir de la fecha de la comunicación previa al reporte del dato


negativo, toda vez que no permite deducir una fecha cierta y concreta –en términos de
días, meses y años– desde la cual sea posible hacer una contabilización del lapso
transcurrido, y a falta de dicha información que permitiría efectuar el análisis sobre la
ocurrencia del fenómeno de la prescripción extintiva o liberatoria, sobre la cual el
accionante tenía una mayor carga demostrativa y probatoria, este Juzgado no puede
entrar a definir si la obligación cuyo incumplimiento generó el reporte negativo se
encuentra o no vigente.

Sin embargo, esta decisión no puede ser óbice para que el interesado ejerza los
mecanismos judiciales ordinarios de los que dispone, en aras de obtener la declaratoria
judicial de la ocurrencia de la prescripción, y desde la fecha en que se determine ocurrió el
mencionado fenómeno liberatorio, si es el caso, se cuente el termino en que debió
permanecer el dato negativo de conformidad con el art. 13 de la Ley 1266 de 2008, esto
por cuanto la insuficiencia probatoria y la existencia de un mecanismo de defensa judicial
adecuado y la naturaleza misma de la pretensión de declaratoria de la prescripción de
obligaciones insolutas, llevan a que ese debate jurídico sea ajeno al ámbito en el que está
llamada a tener lugar la acción de tutela.

Por último, en lo referente a la violación al derecho de petición, el mismo no implicaba


una prerrogativa en virtud de la cual, el agente que recibió la petición se viera obligado a
definir favorablemente las pretensiones del solicitante, debe eso sí, verificar el examinador
constitucional que se hayan respetado o restaurado los tópicos que integran el núcleo
esencial del derecho de petición, a saber, que ésta haya sido resuelta dentro del tiempo
previsto por la ley, de manera congruente y eficiente y que esa respuesta se haya
comunicado al peticionario, revisado el expediente este juzgado procedió a verificar si las
respuestas emitidas por la entidad accionada se ajustaba a lo solicitado por el peticionario
encontrando que dichas contestaciones, respetaron el núcleo esencial del derecho
fundamental de petición cumpliendo con los requisitos para que se entienda satisfecho el
goce efectivo del mismo.

III. DECISIÓN:

Por lo antes expuesto, el JUZGADO SEGUNDO PROMISCUO MUNICIPAL DE CIÉNAGA,


MAGDALENA, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA
Y POR AUTORIDAD DE LA LEY,

5
RESUELVE:

1º.-NEGAR el amparo solicitado por el señor FERNANDO JOSÉ MANJARREZ, con


apoyo en lo consignado en el cuerpo de esta sentencia.

2º.- NOTIFÍQUESE esta decisión a las partes, utilizando la vía más expedita y eficaz.

3º.-En caso de que esta sentencia no sea impugnada por ninguna de las partes,
remítase a la Honorable Corte Constitucional para su eventual revisión.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE,

EL JUEZ,

PEDRO MIGUEL VICIOSO COGOLLO

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