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Basados en el anterior paralelo y teniendo como base datos adicionales hablamos de un

evidente fracaso del proyecto modernista, entendiendo con esto, que el posmodernismo
es la materialización de la necesidad de un cambio en el pensamiento de los hombres de
derecho, que se enfrascaban en revisar y analizar exegéticamente las leyes, dejando de
lado la pregunta sobre la cual debe basarse toda acción de derecho, ¿qué cosa es el
hombre?, y de cuya respuesta surge un notable deseo de superación y avance,
utilizando elementos o métodos de conocimiento, y procesamiento de información
social, humana y jurídica, con lo que la norma deja de ser absoluta para ser parte de un
conjunto donde está acompañada del hombre y la sociedad no como puntos de
aplicación, si no como base de creación, dejando de lado la perspectiva única que
radicaba en la interpretación gramatical, clara, y exegética de textos sagrados como la
biblia, líderes, organizaciones dogmáticas, concentrándose entonces en una
transformación que es la aptitud de hacer al hombre el dueño de sus decisiones, de sus
soluciones jurídicas y sociales, y por qué no, de su destino.

Ante la institucionalización en la modernidad de la razón, queda en la posmodernidad la


oposición aparente a esta, una suerte de irracionalismo, pero el derecho o mejor aún la
filosofía del derecho en esta nueva época busca apartar al hombre del positivismo,
normativismo en el que el junto con la sociedad se habían sumido, veníamos de la
concentración del poder normativo y coactivo que caracterizó al estado moderno, por lo
que se necesita un sistema jurídico que entre a conjugar un sistema normativo con uno
social y sobre todo uno valorativo o axiológico.

El problema está en cómo el hombre interpreta los textos y si fijamos al hombre en la


sola idea de la razón, que se encuentra enclaustrada dentro de los textos, apartamos al
hombre de la creatividad. El positivista quiere hacer valer que lo que está escrito
representa un valor absoluto y casi inmutable, algunos dirían que determinados
preceptos se vuelven casi axiomas, lo cual difiere con la propia naturaleza del derecho
puesto que este es sin lugar a dudas es dinámico, lo que en el pasado se pudo como una
conducta legal hoy en día se podría considerar un delito.
Con todo lo anterior podemos decir entonces que cabría perfectamente en la
posmodernidad la premisa que el derecho existe aunque no exista norma, tomando al
derecho como una fabricación historica no permanente si no temporal, ajustada a las
necesidades colectivas e intereses particulares.
"El desafío consiste, para los hombres y mujeres responsables, en moldear las
bifurcaciones que sacuden a la época actual de modo que resulten en una época
inteligente, de bienestar y libertad, y no en una oscura de privación y
dependencia".

Erwin Laszlo

Modernidad vs posmodernidad

Una bifurcación jurico-social


Liceth Ascanio torres 241130

Yeisa Fernanda guillin 2411

Universidad francisco de paula Santander Ocaña

Sociología II

OCAÑA

2018

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