Experimentos sobre el estudio de la composición del material
genético. La historia que envuelve el concepto de “material genético” es extensa y un tanto compleja. Para comprender este concepto es necesario estudiarlo desde sus inicios y resolver ciertas dudas, mismas que serán aclaradas estudiando los experimentos que se desarrollaron a lo largo del tiempo y que fueron el punto clave para definir su composición. Hasta antes de 1944 se desconocía cuál era el componente químico de los cromosomas que formaba los genes y que a su vez constituía el material genético. Fue en ese año cuando surgieron pruebas experimentales directas de que los ácidos nucleicos, en concreto el DNA, eran los que servían de base a la formación en el proceso de la herencia. Sin embargo, este acontecimiento no fue tan sencillo de confirmarse, debido a que en la década de 1940 muchos genéticos se inclinaban por las proteínas como el componente principal del material genético. Pero, ¿qué era lo que les hacía creer en ello? Existían tres factores que les hacía pensar de esa manera, los cuales son los mencionados a continuación. El primero era que las proteínas son abundantes en las células, por lo que por lógica se creía que eran el principal componente del material genético. El segundo factor fue la propuesta aceptada a principios del siglo XX sobre la estructura química de los ácidos nucleicos por el químico suizo Friedrick Miescher. El tercer factor que contribuyó a estas creencias fue simplemente un asunto de las áreas de investigación más activas en genética. Antes de 1940, la mayoría de los genéticos estaban ocupados en el estudio de la genética de la transmisión y en la mutación, dejando de lado la preocupación por encontrar la molécula que servía al material genético. Anterior a ello, entre 1910 y 1930 se hicieron otras propuestas sobre la estructura de los ácidos nucleicos, pero en general fueron abandonadas en beneficio de la hipótesis del tetranucleótido (hipótesis de Levene). No fue hasta la década de 1940 en que el trabajo de Erwin Chargaff hizo comprender que la hipótesis de Levene era incorrecta. Chargaff mostró que, en la mayoría de organismos, la relación de 1:1:1:1 era inexacta, refutando así la hipótesis de Levene. Poco a poco se fueron descartando hipótesis a cerca de que la composición del material genético eran las proteínas. El suceso inicial que condujo a la aceptación del DNA como material genético fue la publicación en 1944 de Avery, MacLeod y McCarty sobre la naturaleza química de un «principio transformante» en bacterias. Este hallazgo supuso el inicio de la era de la genética molecular. La investigación que proporcionó la base para el trabajo de Avery, MacLeod y McCarty la inició Frederick Griffith,en 1927. Realizó experimentos con varias cepas diferentes de la bacteria Diplococcus pneumoniae en el que evaluaba el comportamiento de cepas de dos tipos, virulentas y no virulentas, además de las lisas y rugosas, trabajando principalmente en ratones y evaluando la presencia o la ausencia de neumonía provocada por dichas cepas. En su experimento llegó a la conclusión de que existía un fenómeno llamado “principio transformante” mismo que fue apoyado por Avery, MacLeod y McCarty confirmando finalmente en su experimento que el DNA era la molécula responsable de la transformación y el principal componente del material genético de los seres vivos.