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Una esperanza segura

“Desde el instante del nacimiento existe la constante posibilidad de


que un ser humano pueda morir en cualquier momento;
inevitablemente dicha posibilidad se convertirá, tarde o temprano, en
un hecho consumado.”—Arnold Toynbee, historiador británico.

¿QUIÉN puede cuestionar la verdad histórica citada arriba? La humanidad


siempre ha tenido que aceptar la terrible realidad de la muerte. ¡Y qué impotentes
nos sentimos cuando se nos muere una persona amada! En esos momentos la
pérdida parece totalmente irreversible. ¿Es posible reunirse con los seres queridos
que han fallecido? ¿Qué esperanza ofrece la Biblia para los muertos? Examinemos
el siguiente relato.
‘Nuestro amigo ha muerto’
2 Corría el año 32 E.C. En el pueblo de Betania, a tres kilómetros de Jerusalén,
vivían Lázaro y sus hermanas, Marta y María. Los tres eran amigos íntimos de
Jesús. Un día Lázaro enfermó de gravedad, y sus hermanas, muy preocupadas, le
enviaron recado a Jesús, que se hallaba al otro lado del río Jordán. Dado que
Jesús les tenía cariño a Lázaro y a sus hermanas, decidió partir hacia Betania. En
el camino dijo a sus discípulos: “Nuestro amigo Lázaro está descansando, pero yo
me voy allá para despertarlo del sueño”. Como los discípulos no captaron el
sentido de sus palabras, fue explícito: “Lázaro ha muerto” (Juan 11:1-15).
3 Al enterarse de que Jesús llegaba a Betania, Marta salió corriendo a su
encuentro. Conmovido por su pena, Jesús le aseguró: “Tu hermano se levantará”,
a lo que Marta repuso: “Yo sé que se levantará en la resurrección en el último
día”. Entonces Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que ejerce fe en
mí, aunque muera, llegará a vivir” (Juan 11:20-25).
4 A continuación, Jesús fue a la tumba y mandó retirar la piedra que sellaba la
entrada. Luego oró en voz alta y clamó: “¡Lázaro, sal!”. Con todas las miradas fijas
en la tumba, Lázaro, efectivamente, salió. Jesús lo resucitó, devolviendo así la vida
a un hombre que llevaba muerto cuatro días (Juan 11:38-44).
5 Marta ya tenía fe en la promesa de la resurrección (Juan 5:28, 29; 11:23, 24).
El milagro de que Lázaro volviera a vivir sirvió para fortalecer la fe de ella e
infundir esta cualidad en otras personas (Juan 11:45). Ahora bien, ¿qué significa
exactamente el término resurrección?
“Se levantará”
6 La palabra resurrección traduce el vocablo griego a·ná·sta·sis, que significa
literalmente “acción de ponerse de pie (levantarse) de nuevo”. El término se ha
vertido al hebreo con las palabras teji·yáth ham·me·thím, que quieren decir
“reanimación de los muertos”. Así pues, la resurrección implica levantar de su
estado inanimado a la persona que ha muerto, reactivar su personalidad.
7 Puesto que su sabiduría y su memoria son infinitas, Jehová Dios puede
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resucitar fácilmente a una persona. Para él no es difícil recordar la personalidad de
la gente antes de morir: su modo de ser, sus vivencias y todos los demás detalles
de su identidad (Job 12:13; compárese con Isaías 40:26). Además, Jehová es el
Creador de la vida, por lo que puede revivir al mismo individuo, reproduciendo su
personalidad en un cuerpo recién formado. También Jesucristo, como muestra la
experiencia de Lázaro, tiene tanto el deseo de resucitar a los muertos como el
poder para hacerlo (compárese con Lucas 7:11-17; 8:40-56).
8 No obstante, la enseñanza bíblica de la resurrección es incompatible con la
doctrina de la inmortalidad del alma. Si el alma fuera inmortal y sobreviviera a la
muerte, nadie tendría que resucitar o retornar a la vida. Marta no hizo alusión a
ninguna alma inmortal que siguiera viviendo en otra parte después de la muerte.
Ella no creía que Lázaro se hubiera marchado a una región espiritual para
proseguir allí su existencia. Por el contrario, manifestó fe en el propósito de Dios
de anular los efectos de la muerte. Dijo: “Yo sé que se levantará en la resurrección
en el último día” (Juan 11:23, 24). De igual modo, Lázaro no contó ninguna
vivencia del más allá. No había nada que contar.
9 Está claro que, según la Biblia, el alma muere, y el remedio para la muerte es
la resurrección. Pero desde los tiempos del primer hombre, Adán, han fallecido
miles de millones de personas. ¿Quiénes resucitarán, y dónde?
“Todos los que están en las tumbas conmemorativas”
10 Jesucristo dijo: “Viene la hora en que todos los que están en las tumbas
conmemorativas oirán su voz [la de Jesús] y saldrán” (Juan 5:28, 29). Con estas
palabras Jesucristo prometió que todos los que están en la memoria de Jehová
resucitarán. Miles de millones de personas han vivido y han muerto. ¿Quiénes, de
todas ellas, están en la memoria divina, aguardando la resurrección?
11 Los que han llevado una vida recta por ser siervos de Jehová resucitarán.
Pero ha habido millones de seres humanos que han muerto sin poder demostrar si
obedecerían las normas justas de Dios, ya que desconocían sus requisitos o no les
dio tiempo de efectuar los cambios necesarios. Estos también están en la memoria
de Dios y serán resucitados, pues la Biblia promete: “Va a haber resurrección así
de justos como de injustos” (Hechos 24:15).
12 El apóstol Juan tuvo una visión emocionante de personas resucitadas que
estaban de pie delante del trono de Dios. Parte de su descripción escrita dice: “El
mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los
muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos.
Y la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte
segunda: el lago de fuego” (Revelación [Apocalipsis] 20:12-14). ¿Nos damos cuenta
de lo que esto significa? Todos los muertos que están en la memoria de Dios
serán liberados del Hades, o Seol, la sepultura común de la humanidad (Salmo
16:10; Hechos 2:31). A continuación, “la muerte y el Hades” serán arrojados al
llamado “lago de fuego”, un símbolo de destrucción total. La sepultura común de la
humanidad dejará de existir.
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¿Dónde vivirán los resucitados?
13 Una pequeña cantidad de hombres y mujeres recibirán una resurrección
celestial. Gobernarán con Cristo como reyes y sacerdotes, y contribuirán a la
eliminación de los efectos de la muerte que la humanidad heredó del primer
hombre, Adán (Romanos 5:12; Revelación 5:9, 10). Según la Biblia, son
solamente 144.000, y se les escoge de entre los discípulos de Cristo, comenzando
con los apóstoles fieles (Lucas 22:28-30; Juan 14:2, 3; Revelación 7:4; 14:1, 3).
Jehová les dará a cada uno de estos resucitados un cuerpo espiritual para que
puedan vivir en el cielo (1 Corintios 15:35, 38, 42-45; 1 Pedro 3:18).
14 Sin embargo, la gran mayoría de los que han perecido resucitarán para vivir
en la Tierra (Salmo 37:29; Mateo 6:10). ¿En qué clase de Tierra? Hoy en día el
planeta está plagado de conflictos, matanzas, contaminación y violencia. Si los
muertos regresaran a una Tierra en tales condiciones, es obvio que su felicidad
duraría poco. Pero el Creador ha prometido que pronto pondrá fin a la actual
sociedad mundial que está bajo el dominio de Satanás (Proverbios 2:21, 22; Daniel
2:44). Entonces se hará realidad la “nueva tierra”, una nueva sociedad humana
justa (2 Pedro 3:13). En aquel tiempo “ningún residente dirá: ‘Estoy enfermo’”
(Isaías 33:24). Se eliminará incluso la angustia de la muerte, porque Dios “limpiará
toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento
ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores han pasado” (Revelación 21:4).
15 En el prometido nuevo mundo de Dios, los mansos “hallarán su deleite
exquisito en la abundancia de paz” (Salmo 37:11). El gobierno celestial de Cristo
Jesús y sus 144.000 corregentes restituirá gradualmente a la humanidad al estado
de perfección que nuestros primeros padres, Adán y Eva, perdieron. Entre los
habitantes de la Tierra se encontrarán los resucitados (Lucas 23:42, 43).
16 La Biblia nos da atisbos del gozo que la resurrección reportará a las familias.
Imaginémonos la felicidad de la viuda de Naín cuando Jesús detuvo el cortejo
fúnebre de su único hijo y lo resucitó (Lucas 7:11-17). Posteriormente, Jesús
devolvió la vida a una niña de 12 años cerca del mar de Galilea, y sus padres
quedaron “fuera de sí con gran éxtasis” (Marcos 5:21-24, 35-42; véase también
1 Reyes 17:17-24; 2 Reyes 4:32-37).
17 Para los millones de personas que actualmente están durmiendo en la
muerte, la resurrección representará vivir en un nuevo mundo pacífico. Pensemos
en la emocionante perspectiva que esto abre ante el joven Tommy y el empresario
que se mencionan en la primera sección de este folleto. Cuando aquel se despierte
en el Paraíso terrestre, será el mismo Tommy que su madre conocía, pero sin
dolencias. Ella podrá tocarlo, abrazarlo y darle cariño. Así mismo, el empresario
indio, en vez de hallarse atrapado en un ciclo prácticamente interminable de
renacimientos, tiene la maravillosa perspectiva de abrir los ojos en el nuevo mundo
de Dios y ver a sus hijos.
18Saber la verdad sobre el alma, lo que nos sucede cuando morimos y la
esperanza de la resurrección también puede causar un gran efecto en los que
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ahora están vivos. Veamos cómo.
[Nota]
Aunque la palabra resurrección no aparece en las Escrituras Hebreas, la esperanza
de la resurrección se expresa con claridad en Job 14:13; Daniel 12:13, y Oseas
13:14.
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué realidad ha tenido que aceptar la humanidad, y qué preguntas se
plantean?
2-5. a) ¿Cómo demostró Jesús que tenía el deseo de resucitar a su amigo Lázaro
y el poder para hacerlo? b) Además de devolver la vida a Lázaro, ¿qué logró
el milagro de la resurrección?
6. ¿Qué significa el término resurrección?
7. ¿Por qué no representará ningún problema para Jehová Dios y Jesucristo
resucitar a los muertos?
8, 9. a) ¿Por qué son incompatibles la resurrección y la idea de la inmortalidad
del alma? b) ¿Cuál es el remedio para la muerte?
10. ¿Qué prometió Jesús con relación a los que están en las tumbas
conmemorativas?
11. ¿Quiénes resucitarán?
12. a) ¿Qué visión de la resurrección tuvo el apóstol Juan? b) ¿Qué ‘es arrojado al
lago de fuego’, y qué significa esa expresión?
13. ¿Por qué ha dispuesto Jehová que algunos reciban una resurrección celestial, y
qué clase de cuerpo les dará?
14, 15. a) ¿Dónde vivirán la gran mayoría de los que resuciten? b) ¿Qué
bendiciones recibirá la humanidad obediente?
16-18. ¿Cuánto gozo reportará a las familias la resurrección?
[Ilustración de la página 26]
La resurrección reportará gozo duradero

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