Sei sulla pagina 1di 7

Hoy en día existen diversas corrientes ius filosóficas, sin embargo, considero que hay tres principales

teorías que explican el fenómeno o universo jurídico, a saber: el iusnaturalismo, el iuspositivismo y el


sociologismo jurídico.
Iusnaturalismo

Hablar de iusnaturalismo es hablar del derecho natural y de cómo debemos contemplar la concepción
del derecho positivo. De acuerdo con Nino, citado por Witker y Rogelio Larios en su obra “metodología
jurídica”.
La escuela del Derecho Natural nace con la obra de Hugo Grocio (1583-1645), sin embargo,
encontramos en la Grecia esclavista sus primeras manifestaciones, destacándose principalmente,
escribe Bodenheimer, con los sofistas: Trasímaco, Protágoras e Hipias, hasta llegar a Heráclito con el
supuesto de un derecho divino y natural. Pasando por Platón y Aristóteles, los estoicos y llegando a
Roma, donde se establece el derecho civil. Mucho después, en la edad media con los llamados padres
de la iglesia, las ideas de S. Isidro de Sevilla (s. VII) fueron incorporadas al Decretum Gratiani (parte
más antigua del derecho canónico), donde establecía que las leyes son divinas o humanas. Las primeras
se fundan en la naturaleza y las segundas en las costumbres. S. Agustín (354-430), da un papel muy
importante al derecho natural absoluto. Tomás de Aquino (1226-1274), desarrolla el derecho natural
relativo, reconoce cuatro tipos de leyes: eterna, natural, divina y humana. Nicolás Maquiavelo (1469-
1527), parte de la omnipotencia del Estado. Juan Bodino (1530-1597), elabora la doctrina de la
soberanía. Finalmente, con Grocio se establece la escuela clásica del derecho natural. Concibe al
hombre como ser sociable, para él la vida en comunidad constituye un deseo natural, elabora un
concepto de derecho general a gobernar, exponiendo la teoría de un derecho natural secular.
Para el iusnaturalismo el derecho deriva de la esencia del hombre. El derecho es la suma de potestades
y prerrogativas inherentes o consustanciales al ser humano. El derecho como objeto de estudio se
reduce al derecho natural o justo que fundamenta el contenido del derecho; es decir, al derecho
intrínsecamente justo, cuya validez es objetiva o material.
tesis centrales: 1. Existen principios morales y de justicia que son universalmente válidos y asequibles
a la razón humana. 2. Estos principios son los que conforman el derecho natural.
Positivismo Jurídico.
Esta teoría concibe al Derecho como un fenómeno eminentemente normativo, pero considerando como
un resultado exclusivo de la voluntad humana. Esta situación da origen a un problema respecto del
significado del positivismo, que es una expresión totalmente ambigua. Por ello es mejor utilizar
denominaciones específicas, algunos estudiosos agotan al positivismo jurídico dentro del normativismo.
Pero si se entiende al positivismo en sentido negativo, como: La concepción de lo jurídico que excluye
toda creencia en un realidad irrefutable empíricamente; entonces el positivismo abarca todas las
corrientes que no sean iusnaturalistas.
Kelsen, sostiene que la característica de la pureza es un principio de método, que consiste en: buscar
sólo un conocimiento orientado hacia el Derecho. Es decir, liberar a la ciencia jurídica de todos los
elementos extraños. Añade Kelsen, que la ciencia jurídica tradicional no satisface la exigencia metódica
(pureza).
El Principio de imputación, es un principio ordenador o de conocimiento. A diferencia del “Principio de
Causalidad” que se emplea en la descripción del ser. El principio de imputación se emplea para la
descripción de un orden normativo de interacción humana. Es decir, se utiliza en la descripción del deber
ser y para distinguir al deber ser, del mundo no normativo o de los hechos. En relación al deber ser en
el ámbito de lo jurídico, Kelsen nos dice: Que si el Derecho declara, que bajo determinadas condiciones
deben producirse determinadas consecuencias, el término deber no se entiende en sentido usual – de
que algo está ordenado pero no autorizado o permitido- sino que abarca tres significados o funciones
normativo-jurídico que son: a) El ordenar b) El facultar c) Permitir positivamente la consecuencia El deber
ser es la relación entre el supuesto y la consecuencia normativa. Otro concepto básico de la Teoría de
la Pureza de Kelsen, es que el significado jurídico de una conducta humana no se puede captar por los
sentidos. Como se capta el color, la dureza o el peso de un objeto. Por lo tanto, el significado jurídico
objetivo de una conducta, únicamente lo proporciona la norma jurídica que regula la conducta y no el
significado subjetivo que suministra el que realiza dicha conducta.

Sociologismo Jurídico.
Para los Iusrealistas el derecho no consiste exclusivamente en normas. El derecho no se identifica con
un deber ser, sino con un ser. Este ser, puede identificarse con la norma, pero también con el hecho. De
este modo, podemos distinguir entre el derecho como norma estatal y el derecho como hecho social. El
derecho no se puede reducir al Estado, sino que debe incluir a la sociedad. Los hechos son parte
esencial de esta corriente. Los hechos han servido a los autores pertenecientes a la corriente del
iusrealismo para fundar (sobre las enseñanzas de la "libre investigación científica" de François Gény, la
"ofensiva sociologista" de Eugen Ehrlich, y de las escuelas del "derecho libre" y de la "jurisprudencia de
intereses" que incluye a autores como Philipp Heck, Hermann Kantorowics, y otros más), una concepción
del derecho diferente, positiva pero realista. La suma de condiciones que delimitan el actuar del hombre,
conforman una realidad determinada, y el derecho, no la norma formal ni su contenido justo, es
precisamente la experiencia jurídica. Dicho de otra forma, el derecho es: una experiencia de realidades
relativa a la conducta humana y al cumplimiento efectivo de las normas jurídicas en los fenómenos
sociales. El derecho se alimenta de la realidad, reconociendo la existencia de diferencias y de soluciones
disímiles a casos fácticamente similares. La ciencia del derecho se debe ocupar fundamentalmente del
ser de la conducta humana, que es un conjunto de fenómenos o hechos eficaces o reales, y no de las
normas formales o vigentes, ni tampoco de los valores justos o naturales. Para el iusrealismo el derecho
tiene como objeto de estudio los hechos y no son las normas ni los valores. Es cierto que las normas
jurídicas son trascendentales para conocer el derecho, pero su importancia no radica en sí mismas por
ser normas formales ni en su contenido justo, sino en las actitudes y conductas humanas que derivan
de dichas normas y valores. Esta corriente subordina a la ciencia del derecho a una rama de las ciencias
sociales, lo cual ha constituido una de las principales críticas, por reducir el derecho a los hechos sociales
que derivan de las conductas.
Iusmarxismo.
a) Materialismo.- Designa a toda aquella doctrina que trata de explicar el mundo y la totalidad de lo real
fundamentándose en la idea de materia.
b) Dialéctico.- es un método de razonamiento, de cuestionamiento y de interpretación que investiga la
verdad, que procede a través del despliegue de una tesis y su antítesis, resolviendo la contradicción a
través de la formulación de una síntesis final.
c) Materialismo Dialéctico.- según la cual sólo existe una realidad material que posee un carácter
dialéctico, esto es: la causa de sus cambios y movimientos tiene lugar por la lucha de contrarios
inherente a la propia materia y su continua contradicción.
El nacimiento del Iusmaterialismo nace en Rusia después de la Revolución de 1917. Se convierte en el
credo oficial de la Rusia soviética. La postura central de esta corriente del pensamiento humano es que:
el derecho es un mero reflejo de condiciones e instrumentos de conveniencia económica.

Entre los principales defensores y teóricos de esta posición teórica, están:


a) Pasukanis.- Señala que no es suficiente conocer el contenido normativo sino es necesario
conocer si tal contenido normativo se realiza o no en las relaciones sociales. Afirma que en una
sociedad colectivista con unidad de propósitos y armonía de intereses el derecho es innecesario
y se convertirá en normas técnico-sociales para la utilidad económica.
b) Stuka.- Sostiene que el derecho es un sistema de relaciones sociales en correspondencia con
los intereses de la clase dominante y tutelada por su fuerza organizada.
c) Cysinskij.- considera al derecho como el conjunto de las reglas de conducta que expresan la
voluntad y conveniencia de la clase dominante legislativamente establecida; sus costumbres sus
reglas de convivencia, garantizadas por la fuerza coercitiva del poder estatal.

Teoría jurídica analítica.


H. L. A. Hart (1907-1992), es uno de los más ilustres representantes de la jurisprudencia analítica. El
antecedente de su concepción teórica está en la llamada filosofía analítica, que tiene por objetivo
principal el análisis del lenguaje. La tarea propia de la filosofía es la clarificación lógica de las
proposiciones filosóficas, debe aclarar con precisión sus ideas y no es sino el estudio de la sintaxis lógica
de las proposiciones científicas.
La teoría jurídica analítica, también llamada Teoría de la jurisprudencia analítica, pretende hallar en la
exactitud del pensar y del hablar, el carácter científico del Derecho. Se parte del Derecho como es y no
como debería ser, porque se ocupa de la clarificación de la estructura general del pensamiento jurídico
y del significado de sus términos. La lógica jurídica prescinde de todo valor ético, así como de toda
realidad histórica o social.

Para John Austin, fundador de la escuela analítica, el Derecho positivo es un mandato del soberano.
Todo Derecho, en sentido estricto, es establecido por una persona o cuerpo soberano, para un miembro
o miembros de la sociedad política independiente de donde aquella persona o cuerpo es soberano o
supremo. El mandato coactivo es el elemento central del Derecho cuando es obligatorio para la
generalidad y proviene de un superior poder político que obliga a los súbditos.

El Derecho es el resultado de la voluntad soberana, independientemente del contenido que pudiera


tener. La lógica es el instrumento central en el análisis del Derecho y el método deductivo es el adecuado
para ir de la regla general establecida por el legislador a los casos particulares y concretos a los que se
aplica. Al jurista analítico también se interesa por clarificar el significado de los conceptos jurídicos y
compararlos con los de otros órdenes y constituir sistemas de conceptos generales y formales, y referirse
a ordenamientos positivos. El ordenamiento jurídico o conjunto de normas jurídicas es un sistema que
se integra mediante un proceso lógico que se realiza totalmente en su interior, sin recurrir a cuestiones
metajurídicas. Lo que significa, que se visualiza al Derecho como una entidad definida conceptualmente,
explicándose en sí misma el fundamento de las normas, de las relaciones y de las instituciones jurídicas
en formulaciones conceptuales constitutivas de un organismo lógico, autónomo y
autosuficiente.

La característica más relevante de la jurisprudencia analítica es su carácter eminentemente lógico y


formal que deliberadamente prescinde de todo contenido, ya sea que se considere este como valor ético
o como realidad histórico social empírica.

El paradigma autopoiético.

El paradigma autopoiético concibe el derecho, la política y la moral como sistemas sociales


autonomizados entre sí, sin otro tipo de comunicación que el de naturaleza sistémico o funcional. Esta
posición teórica es una radicalización del iuspositivismo kelseniano, Resimbolizando la validez jurídica
en términos de una concepción autorreferente del sistema jurídico.

Podría parecer que Nicklas Luhmann reduce de nuevo la validez del derecho a una sola dimensión, pero
es todo lo contrario. La prioridad de los sistemas sociales, incluido el jurídico, no es ya la adaptación a
la complejidad del entorno sino a su propia complejidad, lo que constituye un giro radical en el imperativo
del derecho en cuanto el eje de sus decisiones no proviene del entorno social, sino que se estructura a
partir de sus propias capacidades y posibilidades internas. El derecho reduce la complejidad y
problemática de la sociedad a través de la validez jurídica y no de eficacia social o legitimidad política
de la norma jurídica. Ello no quiere decir que las dimensiones de eficacia del sistema jurídico o
legitimidad de este no sean contempladas por el derecho en de componentes del sistema. La validez
jurídica implica, necesariamente -so pena de caer en un formalismo que solo podría conducir a la
desaparición del sistema-, una reducción eficaz de la complejidad social y, obviamente, connota una
dimensión de legitimidad que el derecho resuelve en términos funcionales. Para Luhmann, la teoría
jurídica tiene como tarea observar los procesos sistémicos del derecho para que dejen de ser una
paradoja y se elimine su el carácter tautológico que pudieran tener. En efecto, la adaptación del sistema
a sí mismo, y por ende al entorno, y la legitimidad que se puede derivar de su capacidad de adaptación
supone la autoobservación del sistema. Esa autoobservación es la que puede evitar la paradoja
sistémica, es decir, la imposibilidad de que el sistema no logre captar su complejidad y reducirla. La
función de la teoría jurídica es evitar ello, observando adecuadamente al sistema y propiciando su
adaptación a sí mismo.
El paradigma interpretativo.
El debate Dworkin - Hart giró en alrededor de la relación entre derecho y moral que, pese a las
ambivalencias de su planteamiento, Hart negaría hasta el final mientras que Dworkin defendía una
relación estructural entre una y otra, en la medida en que los principios máximos del sistema jurídico
resumían, necesariamente también, los principios morales de esa sociedad. Por lo tanto, hablar de dos
dimensiones normativas enfrentadas no tenía sustento porque el derecho incorporaba los valores
morales de la sociedad a través de sus principios regulativos.

Esta, sin lugar a duda, constituye la más paradójica consecuencia del planteamiento dworkiniano cuya
pretensión se orientaba a mostrar la imposibilidad para desterrar de la teoría jurídica el problema de los
principios y los valores morales como lo había buscado siempre el positivismo. Pero la identificación de
esta relectura con la filosofía del derecho, precisamente por ese carácter alterno, lo que hace es
desperfilar epistemológicamente a la filosofía del derecho e identificarla artificialmente con la teoría
jurídica, en lo que constituyó un paso atrás para ambas disciplinas. La iniciativa de Dworkin tiene los
efectos contrarios al proyectarse al contexto universal. Su identificación de las problemáticas
epistemológicas de la teoría del derecho con las de la filosofía del derecho lo único que logró fue
reemplazar definitivamente los contenidos de la segunda por los de la primera. Y con ello le dio pie a los
juristas para confundir ambas disciplinas y justificar el que los problemas legales fueran abordados, no
desde la teoría jurídica en términos intrasístemicos, sino desde una singular versión de la filosofía del
derecho no reconstruida críticamente en términos epistemológicos posconvencionales, sino análoga a
la primera, con lo que desdibujó totalmente su naturaleza epistemológica, tanto presente como potencial,
incentivando todo tipo de malinterpretaciones sobre el estatuto de las dos.

Filosofía de la Justicia.
El planteamiento de John Rawls, a pesar de su interés extremo sobre el valor justicia, bosqueja el nuevo
perfil de la filosofía del derecho contemporánea. Rawls relaciona tres dimensiones en su planteamiento:
a) Una que se deriva de la posición original, es la justificación moral de los principios de justicia.
Principios que tienen la pretensión de derivarse de un consenso moral que pueda satisfacer a todos por
igual sus expectativas mínimas particulares, en condiciones de simetría deliberativa. Pero esos mismos
principios son, a su vez, los criterios de legitimidad del ordenamiento jurídico-político, porque los
principios de justicia trabajan como condiciones de legitimación del sistema en su conjunto, en la medida
en que las instituciones tienen que adaptarse a los contenidos y prioridades fijados por ellos y, de no
hacerlo, la ciudadanía puede acudir a formas de resistencia diversas.

b) Rawls introduce una tercera dimensión al abordar el problema de la estabilidad en la tercera parte de
su teoría de la justicia. Los principios de justicia y el ordenamiento constitucional que de ellos se ha
derivado tienen que ser refrendados desde la cotidianidad de las comunidades. Solo el contraste de la
universalidad formal de los principios con la cotidianidad fáctica de las diferentes formas de vida de la
ciudadanía que pretende regular, garantiza la estabilidad de la sociedad, es decir, en otras palabras, la
eficacia social del sistema. La filosofía del derecho se proyecta entonces como una reflexión integral
sobre el derecho que incluye los diversos momentos que configuran el fenómeno jurídico.

Estructuralismo
El estructuralismo se ha caracterizado como una corriente de pensamiento cuyos orígenes se pueden
rastrear hasta la obra lingüística de Ferdinand Saussure ° y de los formalistas rusos y aún antes y que
constituye no sólo un método, sino también —y antes incluso que una metodología— una teoría del
conocimiento y una epistemología ", una nueva perspectiva para conocer la realidad de las cosas. En
este sentido, Michel Foucault sostiene que la problemática científica de cada época está en función del
complejo de factores que constituyen su «epistemé» respectiva ", y Althusser " viene a decirnos que el
conocimiento es ante todo un «efecto» de la disposición de una maquinaria de «conceptos-
herramientas».
El rasgo que de modo más significativo caracteriza al estructuralismo es su pretensión de asir y
comprender la realidad en función de dos ideas centrales: la de «totalidad» sistemática y la de
«interdependencia», viendo el objeto de su estudio como un conjunto de relaciones, de elementos
mutuamente solidarios. Jean Puillon ha subrayado con firmeza ese perfil al señalar que el
estructuralismo, «por oposición al atomismo, que aísla términos cuyo conjunto es simplemente su
yuxtaposición, consiste en buscar relaciones que dan a los términos que unen un valor de posición en
un conjunto organizado, y en aprehender conjuntos cuya articulación los hace significativos.
Sería posible estudiar la estructura de este en tres planos diferentes: la legitimidad, la legalidad y la
eficacia.
a) Un análisis estructural del momento de la legitimidad del derecho tendría por objeto poner de relieve
en qué medida los valores o principios que constituyen el fundamento último de la validez del derecho
forman un auténtico sistema, una auténtica estructura, en la que sus diferentes elementos son solidarios
entre sí, existiendo una correlación necesaria entre unos y otros, o por el contrario no pasa de ser una
mera yuxtaposición de elementos de origen y significación diferente. En el primer caso nos encontramos
ante el supuesto necesario para la coherencia —fundamentalmente la coherencia ideológica— del
ordenamiento jurídico. En el segundo caso estamos ante la clave de presentes o futuras antinomias del
ordenamiento.
Desde estos supuestos el análisis estructural puede servir para elaborar toda una tipología de sistemas
jurídicos, cuyos modelos o tipos fundamentales serían el democrático y el autocrático, según el signo de
los valores o principios incorporados al ordenamiento jurídico.
Dentro de cada uno de estos modelos, y en conexión ya con el momento de la legalidad, el análisis
estructural puede contribuir a un mejor y más profundo conocimiento de las estructuras y de las formas
fundamentales de los sistemas jurídicos al poner de relieve las correlaciones existentes entre los
principios y valores que informan el ordenamiento jurídico, como totalidad orgánica de sentido, y una
serie de cuestiones de carácter técnico, jurídico y político que varían en función de cada tipo de sistema
jurídico
b) En el plano específico de la legalidad el análisis estructural del derecho se centraría en el estudio del
ordenamiento jurídico. A este respecto Norberto Bobbio ha subrayado, con tanta claridad como
precisión, la significación estructuralista de la obra de Kelsen. Bobbio, tras indicar la coetaneidad de la
génesis del pensamiento kelseniano con la aparición de las obras de Ferdinand de Saussure y de
Vilfredo Pareto"*, escribe: «Me parece que hasta ahora no se ha prestado la debida atención al hecho
de que esta orientación hacia la representación de un determinado campo de investigación como un
sistema, es decir, como un conjunto de elementos en relación de interdependencia entre sí y con el todo,
es una orientación general de las ciencias sociales de aquellos años. Quien quiera tratar de conectar el
proceso de formación de la teoría kelseniana con el espíritu del tiempo, no podrá prescindir de llevar a
la discusión también esta anotación.
Sólo en la General Theory of Law and State —añade Bobbio— presenta Kelsen con la mayor claridad
su teoría como una teoría sistemática del derecho refiriéndose expresamente a la específica estructura
interna del sistema normativo jurídico: "El derecho es un ordenamiento del comportamiento humano. Un
ordenamiento es un sistema de reglas. El derecho no es una regla, como a veces se dice. Es un conjunto
de reglas que tienen esa clase de unidad que concebimos como un sistema. Es imposible captar la
naturaleza del derecho limitando nuestra atención a la regla aisladamente. Las relaciones que ligan entre
sí a las normas particulares de un ordenamiento jurídico son esenciales a la naturaleza del derecho.
Sólo sobre la base de una clara comprensión de estas relaciones que constituyen el ordenamiento
jurídico se puede entender plenamente la naturaleza del derecho.
c) En relación con la eficacia, en cuanto dimensión constitutiva del derecho, el análisis estructural debe
estudiar el orden jurídico como sistema de instituciones jurídicas y las correlaciones existentes entre las
diferentes instituciones del sistema, así como el fenómeno de la institución jurídica como complejo de
relaciones jurídicas (fundamentalmente, de deberes y derechos subjetivos) y las correlaciones existentes
entre ellas (relaciones de coordinación, de subordinación, de integración, de contradicción...). Para
concluir con este punto debe citarse aquí el replanteamiento y la revisión de las categorías
fundamentales de la teoría jurídica (norma jurídica, deber jurídico, derecho subjetivo, etc.) que, en un
proceso rigurosamente coherente con los supuestos metodológicos de que parten, han llevado a cabo,
junto a la aportación ya mencionada de Kelsen, Karl Olivecrona y Alf Ross. Tanto en uno como en otro
caso, el derecho se configura como un sistema, rigurosamente trabado y coherente, con una
significación muy próxima, si no análoga, a la de estructura.
Para concluir con este punto debe citarse aquí el replanteamiento y la revisión de las categorías
fundamentales de la teoría jurídica (norma jurídica, deber jurídico, derecho subjetivo, etc.) que, en un
proceso rigurosamente coherente con los supuestos metodológicos de que parten, han llevado a cabo,
junto a la aportación ya mencionada de Kelsen, Karl Olivecrona y Alf Ross . Tanto en uno como en otro
caso, el derecho se configura como un sistema, rigurosamente trabado y coherente, con una
significación muy próxima, si no análoga, a la de estructura.
Escuela Semiótica
El derecho se compone de normas jurídicas de varios tipos, pero compuestas siempre por palabras que,
como elementos propios del lenguaje, se relacionan semióticamente para expresar con claridad el signo
jurídico-lingüístico que componen. Sin embargo, la relación entre normas y lenguaje es un tanto
problemática, en la medida en que, por un lado, las normas se expresan por medio del lenguaje, y, por
otro, las expresiones lingüísticas posibilitan no solo la existencia sino la identificación de criterios
normativos.
Para Von Wright, la formulación normativa es el signo o símbolo usados al enunciar la norma, es decir,
son aquellas entidades La pregunta por el método: derecho y metodología de la investigación
pertenecientes al lenguaje que permiten, en su denotación, la expresión de una norma determinada; Von
Wright especifica que el lenguaje no solo abarca las formas escritas, sino todo aquel símbolo que pueda
significar algo, y que pueda ser vehículo para la expresión normativa. Por ejemplo, las miradas o los
gestos de desaprobación para expresar la prohibición de hacer algo, así como la luz roja del semáforo
que expresa la prohibición de seguir conduciendo.
En Kalinowski, las proposiciones normativas constituyen semisímbolos, es decir, expresiones
lingüísticas que transmiten el deber ser normativo, o sea, las funciones de designación y de significación
de la norma al plano de la aplicación de esta, dentro de la cual, los semisímbolos vienen expresos en
forma de lenguajes naturales, que expresan el sentido bajo el cual la norma se hace aplicable en un
contexto y bajo unas circunstancias determinadas. Estos lenguajes plantean la expresión de las
posibilidades fácticas de aplicación de estas, y la atemporalidad de la norma, además de su generalidad
y su vocación de aplicación como parte de la conformación de una norma particular. La norma, por el
contrario, al ser prescripción de la formulación normativa, da a conocer el carácter, los sujetos, el
contenido y las condiciones de aplicación de estas. Su formulación en el lenguaje se conoce como
promulgación, y tiene una forma especial de expresarse lingüísticamente, la cual es denominada por
Von Wright como “usos ejecutorios del idioma”, en donde “estos usos plantean la forma en la cual la
norma adquiere una existencia fáctica, es decir, toma un ser; y explican la formulación lingüística
necesaria para establecer la relación entre la autoridad de la norma y el sujeto de esta.
El concepto del derecho en las diversas corrientes filosóficas

Iusnaturalismo
El derecho es la suma de potestades y prerrogativas inherentes o consustanciales al ser humano, como
objeto de estudio se reduce al derecho natural o justo que fundamenta el contenido del derecho; es
decir, al derecho intrínsecamente justo,
Iusformalismo o positivismo jurídico
El derecho es el conjunto de preceptos jurídicos provenientes de la voluntad soberana del Estado; o sea,
a las normas que integran el sistema jurídico vigente.
Iusrealismo
El derecho debe ocuparse fundamentalmente del ser de la conducta humana entendida como un
conjunto de fenómenos o hechos eficaces o reales, y no de las normas formales o vigentes ni de los
valores justos o naturales.
Iusmarxismo
El derecho es la expresión autoritaria de los intereses sociales que han triunfado, siendo estos los de
los burgueses ya que el derecho no se separa de su configuración económica y desarrollo cultural de la
sociedad que lo condiciona.
Teoría jurídica análitica
El derecho es establecido por una persona o cuerpo soberano, para un miembro o miembros de la
sociedad política independiente de donde aquella persona o cuerpo es soberano o supremo.

Paradigma autopoiético
El derecho tiene como tarea observar los procesos sistémicos del derecho para que dejen de ser una
paradoja y se elimine su el carácter tautológico que pudieran tener.

Paragidma interpretativo

El derecho es una relación estructural entre el derecho y la moral, en la medida en que los principios
máximos del sistema jurídico resumían, necesariamente también, los principios morales de esa
sociedad.

Filosofía de la justicia

Es la justificación moral de los principios de justicia, que son externos al ordenamiento, pero quedan
integrados, al ser aprobado por un congreso, utilizados en la administración de justicia e instituciones,
en el que los principios de justicia y el ordenamiento constitucional que de ellos se han derivado tienen
que ser refrendados desde la cotidianidad de las comunidades.

Crítica a las corrientes iusfilosoficas

Los iunnaturalistas El error en que incurren es que confunden el significado de explicación y


conocimiento del derecho, porque en realidad lo que se hace es valorarlo y simultáneamente predicar
sobe la moral. Su argumentación posee una fuerte carga emocional. La falacia de Hume consiste en
que a partir de hechos se puedan conformar normas. .

Michel Lowy, en una mordaz crítica al positivismo, apunta: "Las implicaciones ideológicas,
conservadoras, reaccionarias y contrarrevolucionarias de esta concepción son evidentes. Comte, cuya
franqueza no es uno de sus 27 Citado por Michel Lowy y otros en: Sobre el Método Marxista. Ed. Grijalbo,
México, 1982, p. 10. CAMILO VALQUI CACHI / CUTBERTO PASTOR BAZAN 39 menores méritos, las
formula explícitamente: Dado que las leyes sociales, son leyes naturales, la sociedad no puede ser
transformada; en contra de los sueños revolucionarios, utópicos y negativos, el positivismo predica la
aceptación 28 pasiva del statu quo social

Los realistas jurídicos no pudieron descubrir detrás de la norma y la praxis jurídica los intereses reales
de clases, casi siempre ocultos en el proceso de aplicación concreta del derecho; en consecuencia,
fueron incapaces de desentrañar la dialéctica de la base real del orden jurídico.

Iusmarxismo
Esta corriente al igual que las otras no es perfecta y adolece de fallas y deficiencia, por ello ha sido
objeto de diferentes críticas entre ellas la fundamental es que:

a) El derecho no puede ser identificado con las relaciones económicas mercantiles capitalistas, porque
todos los ordenamientos jurídicos existentes de hecho también regulan relaciones no mercantiles. b) La
tesis de que el derecho es el conjunto de relaciones sociales, contradice la tesis de que el derecho es la
voluntad de la clase dominante. c) Resulta falso que el derecho tutele únicamente los intereses de la
clase dominante, también tutela los intereses de la clase oprimida d) También es falso que tutele
únicamente los intereses de la clase dominante, también tutela los intereses de una parte de la clase
dominante contra otras partes de esta.

Las corrientes analizadas, utilizaron entre otros el método racional, la teoría pura del derecho, hechos
sociales como rama de las ciencias sociales, método de razonamiento dialectico, deductivo y
observación, con los cuales trataron de dar una explicación del derecho a través de la historia.

El derecho es el sistema de normas coercibles que rigen la convivencia social.

A) décimos sistema de normas, porque el derecho es precisamente eso: un conjunto más o menos
ordenado y jerarquizado de reglas o normas de conducta que, por ejemplo, nos impone
la obligatoriedad de dar o hacer determinadas cosas (pagar un impuesto, cumplir el servicio militar); que
nos indica cómo debemos realizar ciertos actos, aunque no tengamos la obligación de hacerlos
(matrimonio, testamento); que establece que actos están prohibidos, so pena de sanción (robo, hurto);
etcétera.

B) coercibles: esto es, susceptibles de ser aplicadas mediante la fuerza, en caso de inobservancia. En
efecto, las normas jurídicas- que constituyen el derecho- están respaldadas por la fuerza
pública del estado y si no hacemos lo que disponen la leyes, ni omitimos lo que ellas prohíben, seremos
compelidos a observarlas. Ejemplo: si cuando me corresponde hacer el servicio militar no me presentó
a la convocatoria, veré al poco tiempo aparecer la policía que me llevara al cuartel, donde deberé cumplir
el servicio que establece la ley y, según el caso, un recargo a modo de pena.

C) que rigen la convivencia social En efecto, las normas jurídicas, rigen las relaciones de los seres
humanos entre sí. Ahondando un poco más el análisis, puede agregarse que el derecho rige toda la
conducta social del hombre, es decir, toda la conducta humana desde el punto de vista de la interferencia
intersubjetiva y para comprenderlo, basta con tener presente que cualquier controversia humana será
resuelta por los jueces atendiendo al respectivo derecho.

Estas palabras hacen mención de una realidad jurídica innegable y significadora de que en el jurídico
hallaran solución- justa o injusta- todos los problemas de coexistencia social. Y si frente a algunos casos,
pareciera que no hay para ellos una solución legal, es porque se trata de situaciones en las que el
derecho deja un amplio margen de libertad, para proceder de acuerdo con nuestra libre decisión. La
llamada "norma de libertad" establece que todo lo que no está prohibido esta jurídicamente permitido.

Potrebbero piacerti anche