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Discurso

Estimada Licenciada Ingrid Bardasz, Directora del Colegio Santiago de


León de Caracas. Distinguida representación de la Fundación Rafael Vegas
Sánchez, Miembros del Cuerpo Directivo y del Consejo Educativo del Colegio
Santiago de León de Caracas, Distinguidos Coordinadores, Profesores,
Apreciados Padrinos de nuestra Promoción y Personal Administrativo del
Colegio Santiago de León de Caracas. Apreciados Padres y Representantes,
Invitados Especiales, apreciados Bachilleres Compañeros de la Promoción
2019, buenas tardes. En primer lugar reciban un cordial saludo y permítanme
decir que me honra inmensamente tener la oportunidad de dirigirles a todos
ustedes unas palabras con motivo de nuestro acto de graduación.

Una etapa de nuestras vidas ha culminado y una nueva está por comenzar.
A lo largo de los años hemos construido una relación de compañerismo que ha
trascendido las barreras de la amistad y se ha convertido en una verdadera
hermandad. Gracias al Santiago y a todas nuestras vivencias en él, y a los
principios y valores de nuestro fundador el doctor Rafael Vegas, podemos
afirmar que hoy en día somos un claro ejemplo de lo mejor que nuestro país
tiene que ofrecer. Ya sea que permanezcamos en Venezuela o tengamos que
aventurarnos al extranjero, tendremos el honor de levantar la frente en alto y
derrotar cualquier adversidad que nos presente el destino, al haber sido forjados
en el Colegio Santiago de León de Caracas. Ciertamente nuestra promoción ha
sido una de las más especiales que han cursado por el colegio. Tras vivir ciertas
dificultades en torno a la crisis que atraviesa nuestro país, nuestro espíritu y
carácter se fortalecieron a más no poder, gracias al afán de cumplir nuestra meta.
Decía Aristóteles: “las raíces de la enseñanza son amargas, sin embargo, la fruta
es dulce.” Qué razón tenía.
Me es imposible relatar cada uno de los acontecimientos que permitieron
nuestra unión como promoción, pues me tomaría horas hacerlo. Sin embargo,
en cada uno de esos momentos siempre estaban presentes las mismas virtudes:
el compañerismo, la empatía y el compromiso. Valores que nos fueron
inculcados desde nuestra primera entrada al colegio y que nos acompañaron en
nuestro crecimiento como seres humanos. Somos un vivo ejemplo de la misión
del colegio: “Educar con excelencia en un ambiente de participación libre y
responsable.” Esta excelencia que se encuentra en cada uno de nosotros es el
recordatorio diario de todo lo que podemos llegar a conseguir si tan sólo
tenemos el coraje y la determinación para alcanzar nuestros sueños.

Seguramente habrá más de una ocasión en el futuro en donde queramos


mirar hacia atrás. Donde los retos que tengamos en frente nos obliguen a llevar
nuestra mente hacia tiempos más simples. Recordar los pasillos, el patio, la
cantina o los salones y laboratorios en los que solíamos convivir con nuestros
amigos y profesores, de seguro inundarán nuestros corazones con una infinita
nostalgia. Todos esos tiempos tan únicos e irrepetibles que nos marcaron de por
vida; el Piscinazo, el Lagunazo, las obras de teatro, las gaitas, los torneos, el
cambiazo, siempre nos harán brotar a más de uno de nosotros alguna lágrima o
alguna sonrisa al recordarlos. Sin embargo, son ante esos desafíos que nos
depara el futuro que debemos recordar todo lo aprendido en el Santiago.
Enseñanzas de vida que no podremos obtener en ningún otro lugar, y amistades
que no podremos formar en ningún otro sitio. Recuerdo una ocasión el año
pasado con el profesor Sanzonetti, que en paz descanse, en la que estaba
conversando con él después de encontrármelo en un pasillo. Yo le contaba que
no veía la hora de graduarme, de recibir mi título e irme a la universidad. Sin
embargo, sus palabras resonaron conmigo: “Malaspina, disfruta de tus días de
bachillerato, son los que más vas a extrañar.” En ese momento no comprendía
la totalidad de sus palabras, sin embargo, hoy aquí delante de todos ustedes,
finalmente puedo comprender lo especiales y únicos que fueron nuestros días
en el Santiago, y lo especial que somos como promoción.

Los lazos de amistad que hemos construido gracias al Santiago sin lugar
a dudas se podrán mantener a lo largo del tiempo por el inmenso valor que estos
conllevan. En particular, aquellos construidos con nuestros docentes, los cuales
tuvieron la labor y la vocación de enseñarnos todo aquello que conocían siempre
procurando la excelencia. Por ello, quisiera agradecer personalmente a todos los
profesores que llegaron a educarnos en algún momento por su inmensa labor y
compromiso. Para ello quisiera un muy fuerte aplauso en nombre de esos
docentes.

(Aplausos)

A su vez quisiera agradecer personalmente a mi familia. A mi mamá, a


mi papá, y a mi abuela que se encuentran presentes en la sala, y a José Miguel,
mi hermano, quien desafortunadamente no pudo asistir por encontrarse fuera
del país, por darme todo el apoyo que necesité a lo largo de mi vida. Nuestros
padres, cumpliendo fielmente su papel, sirvieron como nuestros primeros
tutores en esta travesía que llamamos vida. Cualquier persona puede tener el
título de padre o madre, pero solo algunos toman su posición con tanto orgullo
y dedicación. A todos los padres quisiera decirles: su labor de inspirarnos y
sembrarnos valores día tras día finalmente dieron frutos, sus pequeños hijos ya
se han vuelto en los hombres y mujeres que tendrán la tarea de construir la
Venezuela del futuro. En honor a todos nuestros padres, quisiera pedir un muy
fuerte aplauso, pues estamos tan orgullosos de ellos como ellos de nosotros.

(Aplausos)
Para finalizar, me despido agradeciéndole a Dios por permitirnos llegar
hasta aquí y pidiéndole que nos siga acompañando a cada uno en el resto de
nuestras vidas. Desde el fondo de mi corazón, les deseo el éxito en el futuro y
que sean capaces de encontrar la felicidad en sus vidas, algo de lo que estoy
completamente seguro que lograremos. Me despido con el corazón arrugado por
una etapa tan bella que como cualquier otra tuvo que llegar a su fin, pero con la
certeza, esperanza y optimismo que nos muestran los días futuros. Sé que
triunfaremos donde sea que nos encontremos. Somos Venezuela, somos
santiagueños y somos la Promoción LX. Muchas Gracias.

(Aplausos Finales)

José Gabriel Malaspina Romero

Caracas, 25 de julio de 2019.

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