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LOS VALORES HUMANOS

Honestidad:

La honestidad forma parte de aquellas cualidades mas gratas que puede poseer una
persona, ella garantiza confianza, seguridad, respaldo, confidencia, integridad. Si
alguna vez debemos hacer un
listado de las cualidades que nos
gustaría encontrar en las
personas o mejor aún, que nos
gustaría poseer, seguramente
enunciaremos la Honestidad.

En este sentido, la honestidad es


una forma de vivir congruente
entre lo que se piensa y la
conducta que se observa hacia el
prójimo, que junto a la justicia,
exige en dar a cada quien lo que le es debido. En nuestra vida encontramos a diario
actitudes deshonestas como la hipocresía, alguien que aparenta una personalidad que
no tiene para ganarse la estimación de los demás; o la mentira; el simular trabajar o
estudiar para no recibir una llamada de atención de los padres o del jefe inmediato; el
no guardar en confidencia algún asunto del que hemos hecho la promesa de no
revelarlo; no cumpliendo con la palabra dada, los compromisos hechos y la infidelidad.

Responsabilidad:

No es algo sencillo, pero si es factible


de ser percibida en la vida cotidiana,
especialmente en su aspecto negativo.
Puede definirse como una obligación,
moral o legal del cumplimiento de
deberes. En otras palabras es un signo
de madurez, ya que el cumplimiento de
una obligación implica esfuerzos por
realizarlos y el no lograrlo genera
consecuencias.
Paciencia:

Actualmente, nuestras vidas se


desarrollan a un ritmo acelerado. A tal
punto que todo pasa por hacer y llegar
con prisa, también para resolver
nuestros asuntos personales y del
trabajo, surgiendo muchas veces roces
con personas que a lo mejor
pudiéramos evitar.

Lo que ocurre es que todo lo que


queremos tiene que ser “ya”,
ocasionando que nuestra vida cotidiana
no tenga sensatez y uno sea menos
amable hacia los demás. Tal es así, que todos estamos inmersos en una época
denominada “prisa”. Aquí debemos detenernos y pensar un poco sobre el valor de la
paciencia, ya que si no nos sentiremos cada vez más molestos con esa carrera que
llevamos, y que es nuestra propia vida, y que es única.

Sencillez:

Quienes poseen una fortaleza interior y un


encanto penetrante y perpetuo, son seres de
personalidad sencilla. Usualmente no las
percibimos con facilidad, pero la encontramos
cuando realmente, ellos nos demuestran que
son únicos, recios, sin actos involuntarios, y de
cualidades evidentes y naturales. Es decir, que
la sencillez nos enseña a saber quiénes somos
en la vida y lo que podemos llegar a ser en ella.
Respeto:

El Respeto es una de las bases sobre la cual


se sustenta la ética y la moral en cualquier
campo y en cualquier época. Tratar de
explicar que es respeto, es por demás difícil,
pero podemos ver donde se encuentra.
El respeto es aceptar y comprender tal y
como son los demás, aceptar y comprender
su forma de pensar aunque no sea igual que
la nuestra, aunque según nosotros esta
equivocado, pero quien puede asegurarlo por
que para nosotros; esta bien los que están de acuerdo con nosotros, sino lo están;
creemos que ellos están mal, en su forma de pensar, pero quien asegura que nosotros
somos los portadores de la verdad, hay que aprender a Respetar y aceptar la forma de
ser y pensar de los demás.
Pero no solo a las personas se les debe el respeto más profundo sino todo aquello que
nos rodea, a las plantas y animales, a la pequeña hormiga y la gran ballena, a los ríos,
lagos y mares. Todo como parte de la creación se lo merece.
Humildad:

Una persona humilde tiene no sólo


una modesta aunque sólida
conciencia de sus propios méritos,
sino también de sus limitaciones.
En el momento en que piensas que
ya lo has visto todo o lo sabes todo
(«he estado allí, he hecho eso y lo
otro…»), el universo se percata de
tu arrogancia y te envía una gran
dosis de humildad. Debes
abandonar la idea de que no te queda nada por aprender. Los maestros zen saben
muy bien que, incluso para ellos, nunca acaba el camino del aprendizaje.
solidaridad:

Es uno de los valores


humanos por excelencia,
del que se espera cuando
un otro significativo
requiere de nuestros
buenos sentimientos para
salir adelante. En estos
términos, la solidaridad se
define como la
colaboración mutua en la
personas, como aquel
sentimiento que mantiene
a las personas unidas en
todo momento, sobre todo
cuando se vivencian
experiencias difíciles de
las que no resulta fácil
salir.

Tolerancia:

Es uno de los valores humanos más respetados y guarda relación con la aceptación de
aquellas personas, situaciones o cosas que se alejan de lo que cada persona posee o
considera dentro de sus creencias. Se trata de un término que proviene de la palabra
en latín “tolerare”, la que se traduce al español como “sostener”, o bien, “soportar”.

Podríamos definir la tolerancia como la aceptación de la diversidad de opinión, social,


étnica, cultural y religiosa. Es la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás,
valorando las distintas formas de entender y posicionarse en la vida, siempre que no
atenten contra los derechos fundamentales de la persona...
Valentía:
Es un valor muy
importante. Esta te
permite lograr
cosas que por lo
general te dan
miedo. Además
esta te ayuda a
enfrentar tus
problemas pase lo
que pase,
ayudándote a
crecer como
persona, y
enseñándote a
nunca rendirte, ya que el tener valentía es el primer gran paso para poder lograr lo que
te propones. Asimismo la valentía te ayuda a decir esas cosas que quieres o que
piensas, aun sabiendo que puede haber otras personas que no concuerden con tus
ideas. Es un valor indispensable para todas las personas, ya que te puede ayudar
también a darle confianza a todos tus seres queridos y a los que te rodeas, al ver que
tienes valentía, inspiras a los que te rodean, de esta manera ayudándolos también a
luchar u hacer lo que quieran y piensen sin temor a lo que pueda suceder, eso sí,
siempre y cuando no dañes a terceros.

Bondad:

La bondad es la virtud que permite a un individuo compadecerse de otro y actuar en el


beneficio del segundo a fin de otorgarle diversas sensaciones placenteras tales como
sentirse feliz, sentirse amado, sentirse seguro, sentirse acompañado, etc.

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